IV MASTER DE SEGURIDAD Y DEFENSA
TECNOLOGÍA DE LA DEFENSA Análisis de la Situación Española
Carlos Martí Sempere
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IV MASTER DE SEGURIDAD Y DEFENSA
TECNOLOGÍA DE LA DEFENSA Análisis de la Situación Española
Carlos Martí Sempere
Prefacio Es de todos conocida la gran influencia que tiene actualmente la tecnología en el área de defensa. La tecnología determina, en gran medida, la forma de los conflictos armados e influye en la capacidad que tienen unas fuerzas armadas para realizar con éxito las operaciones militares. Por citar un ejemplo bien conocido, la tecnología ha tenido un papel preponderante, sino fundamental, en la Guerra del Golfo de 1.991, en la operación militar Tormenta del Desierto, contribuyendo, de forma significativa, a lograr una rápida resolución del conflicto con un desgaste mínimo para las fuerzas aliadas. El presente trabajo pretende investigar sobre esta cuestión poniendo de relieve las múltiples relaciones que existen entre la tecnología y la defensa, mostrando la importancia que tienen ciertas tecnologías para poder realizar ciertas misiones especificas y analizando cómo su disponibilidad supone un factor que multiplica la capacidad de una fuerza y su eficacia. Asimismo se mostrará el impacto que, a lo largo de la historia, ha tenido la tecnología sobre la estrategia y la táctica y cómo la necesidad de la defensa ha influido en los desarrollos tecnológicos de la humanidad. Baste aquí, como ejemplo, citar la transformación de los ejércitos de masas de recluta obligatoria y bajo nivel de instrucción a ejércitos más reducidos, profesionales y de alta cualificación motivada, en parte, por los cambios tecnológicos producidos en el modo de hacer la guerra. El trabajo hace un especial énfasis en las tecnologías actuales de interés para la defensa y en aquellas tecnologías emergentes que muy probablemente serán críticas en el futuro próximo. No se ha querido limitar este trabajo a un estudio puramente teórico, sin conexión con la problemática presente, por lo que se ha intentado realizar un ejercicio práctico analizando en detalle el caso español, intentando caracterizar y poner de relieve las peculiares relaciones entre la tecnología, fuerzas armadas, el armamento y la industria militar. Tras redactar el trabajo, el autor, se ha sentido tentado de sacar algunas conclusiones que parecen deducirse de los temas tratados y que, eventualmente, pudieran ser útiles para lograr unas Fuerzas Armadas adaptados a los nuevos tiempos y misiones que les ha tocado vivir.
Madrid, 14 de Mayo de 1.998
Carlos Martí Sempere
1
ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN
1
1.1
Objeto del Estudio
2
1.2
Justificación del Estudio
2
1.3
Contenido del Trabajo
3
1.4
Metodología
4
1.5
Limitaciones
4
2. EL FACTOR TECNOLÓGICO
5
2.1
Definición de Tecnología
5
2.2
Origen de la Tecnología
5
2.3
La Tecnología Militar
6
2.4
Aplicación de la Tecnología Militar
8
3. EL FACTOR TECNOLÓGICO EN LAS OPERACIONES MILITARES A TRAVÉS DE LA HISTORIA.
9
3.1 Tecnologías Basadas en la Fuerza Muscular 3.1.1 Armas en la Prehistoria 3.1.2 La Aparición de la Guerra Naval 3.1.3 Griegos y Romanos (500 a.C. al 300 d.C.) 3.1.4 Antiguas Fortificaciones y Asedios (1.000 a.C. al 300 d.C.) 3.1.5 El Estribo y la Lanza: el Nacimiento de la Caballería (300 al 500) 3.1.6 La Baja Edad Media (500 al 1.000) 3.1.7 La Explosión del Islam (630 al 1.000) 3.1.8 La Habilidad y Astucia de Bizancio (630 al 1.000) 3.1.9 Las Cruzadas: Interacción de Oriente y Occidente (1.100 al 1.300) 3.1.10 Torbellino en Mongolia (1.200 al 1.300) 3.1.11 El Resurgir de la Infantería: el Arco Largo Inglés y la Pica Suiza (1.200 al 1.500) 3.1.12 Otras Tecnologías Relacionadas con la Defensa
9 9 11 13 14 16 17 18 18 19 21 22 23
3.2 Tecnologías Basadas en la Pólvora 3.2.1 Bombardas, Arcabuces, Petardos y Obuses (1.400 al 1.600) 3.2.2 Nuevas Fortificaciones y las Operaciones de Asedio (1.400 a 1.700) 3.2.3 Los Tercios Españoles (1.500 a 1.600) 3.2.4 Evolución de la Guerra Naval (1.500-1.800) 3.2.5 La Época de Gustavo Adolfo: la Combinación de la Infantería y la Artillería (1.6001.700) 3.2.6 Federico II de Prusia y el Perfeccionamiento de la Táctica del Fuego (1.700-1.780) 3.2.7 Napoleón y la Revolución en las Operaciones Militares (1.795-1.815) 3.2.8 Otras Tecnologías Relacionadas con la Defensa
25 25 28 30 31 33 34 35 37
3.3 Tecnologías de la Revolución Industrial 3.3.1 Tecnología y la Revolución Industrial (1.800-1.900)
38 38
i
3.3.2 3.3.3 3.3.4 3.3.5 3.3.6 3.3.7 3.3.8 3.3.9
La Gran Transición: de la Vela al Vapor, de la Madera al Hierro, del Cañón de Borda al de Torre (1.800-1.865) 40 El Rifle, la Bala Cilíndrico Conoidal y la Dispersión (1.800-1.875) 41 Acorazados, Submarinos y Portaaviones (1.865-1.945) 43 Trincheras, Alambradas de Espinos, Ametralladoras y Explosivos de Gran Potencia (1.870-1.918) 46 Hacia la Guerra Relámpago (1.919 a 1.945) 48 El Nacimiento de las Fuerza Aérea (1.915 – 1.945) 50 Del Grupo de Desembarco a las Fuerzas Combinadas (1.940 - Presente) 52 La Infraestructura de la Guerra 53
3.4 Tecnologías Basadas en la Electrónica y los Ordenadores (1.945 - 1.989) 3.4.1 Avances en las Comunicaciones 3.4.2 Operaciones Terrestres 3.4.3 Operaciones Aéreas y en el Espacio 3.4.4 Las Tres Dimensiones de las Operaciones Navales 3.4.5 Armas Nucleares, Misiles de Largo Alcance, Disuasión y Proliferación 3.4.6 La Carrera de Armamentos
55 56 57 59 63 65 68
3.5 Tecnologías Basadas en la Información (1.982-2.010) 3.5.1 La Superioridad en la Información 3.5.2 La Fuerza de Precisión 3.5.3 La Identificación en el Combate 3.5.4 La Defensa de Misiles 3.5.5 Las Operaciones Militares en Terreno Urbanizado 3.5.6 Disponibilidad Conjunta y Logística 3.5.7 Contraminado Conjunto 3.5.8 El Combate Electrónico 3.5.9 La Protección y Defensa Biológica y Química 3.5.10 Acciones Contra las Armas de Destrucción Masiva 3.5.11 El Dilema de las Tecnologías de Doble Uso 3.5.12 El Debate sobre el Spin-off
70 71 72 73 73 73 74 74 75 75 75 76 76
4. PRINCIPALES TECNOLOGÍAS EN EL ÁREA DE DEFENSA
79
4.1 Sistemas Aeronáuticos 4.1.1 Aviones de Ala Fija y Helicópteros 4.1.2 Motores de Turbina de Gas 4.1.3 Interfaz Humana 4.1.4 Estatoreactores y Estatoreactores Supersónicos (Ramjets y Scramjets)
79 79 80 80 80
4.2 Armamento y Materiales Energéticos (Explosivos) 4.2.1 Municiones de Pequeño y Mediano Calibre 4.2.2 Bombas, Cabezas de Guerra de Misiles y Proyectiles de Calibre Grueso 4.2.3 Materiales Energéticos 4.2.4 Espoletas 4.2.5 Cañones y Artillería 4.2.6 Minas, Contraminado y Sistemas de Demolición 4.2.7 Misiles 4.2.8 Armas no Letales
80 81 81 81 81 82 82 82 82
4.3 Armas Químicas y Biológicas 4.3.1 Sistemas de Defensa Biológico y Químico 4.3.2 Producción de Material Biológico Químico 4.3.3 Detección, Aviso e Identificación 4.3.4 Dispersión Biológica y Química
83 83 84 84 84
ii
4.4 Sistemas de Energía Dirigida y Cinética 4.4.1 Láseres de Alta Energía Químicos 4.4.2 Tecnologías de Apoyo para Sistemas de Energía Dirigida
84 85 85
4.5 Electrónica 4.5.1 Componentes Electrónicos 4.5.2 Materiales Electrónicos 4.5.3 Equipos de Fabricación 4.5.4 Equipos de Electrónica de Propósito General 4.5.5 Microelectrónica 4.5.6 Opto-Electrónica
86 86 86 86 87 87 87
4.6 Sistemas Terrestres 4.6.1 Motores Diesel Avanzados 4.6.2 Vetrónica
87 88 88
4.7 Guiado, Navegación y Control de Vehículos 4.7.1 Sistemas de Control para Vehículos y Aviones 4.7.2 Sistemas de Navegación Inercial y sus Componentes 4.7.3 Sistemas de Navegación basados en Radio y Bases de Datos
88 89 89 89
4.8 Sistemas de Información 90 4.8.1 Sistemas de Mando, Control, Comunicaciones, Ordenadores, Inteligencia e Información90 4.8.2 Sistemas CAD/CAM/CAE/CAT&E 90 4.8.3 Ordenadores de Altas Prestaciones 91 4.8.4 Interfaz de Usuario 91 4.8.5 Seguridad de la Información 91 4.8.6 Sistemas Inteligentes 91 4.8.7 Modelado y Simulación 92 4.8.8 Redes de Datos y Conmutación 92 4.8.9 Procesamiento de Señal 92 4.8.10 Software 93 4.8.11 Sistemas de Transmisión 93 4.9 Guerra de la Información 4.9.1 Identificación en el Combate 4.9.2 Ataques Electrónicos (o ECM) 4.9.3 Protección Electrónica (o ECCM) 4.9.4 Contramedidas Ópticas 4.9.5 Contra Contramedidas Ópticas 4.9.6 Operaciones Psicológicas
93 94 94 95 95 95 95
4.10 Manufactura y Fabricación 4.10.1 Fabricación y Procesado Avanzado 4.10.2 Rodamientos 4.10.3 Metrología 4.10.4 Inspecciones y Evaluaciones no Destructivas 4.10.5 Equipos de Producción 4.10.6 Robótica
95 96 96 96 97 97 97
4.11 Materiales 4.11.1 Blindajes y Antiblindajes 4.11.2 Materiales Eléctricos 4.11.3 Materiales Magnéticos 4.11.4 Materiales Ópticos 4.11.5 Materiales de Alta Resistencia 4.11.6 Materiales para Funciones Especiales
97 98 98 98 99 99 99
iii
4.12 Sistemas Navales 4.12.1 Sistemas y Elementos de Propulsión 4.12.2 Control de Signaturas y Supervivencia 4.12.3 Vehículos Bajo la Superficie y Gran Profundidad
99 100 100 101
4.13 Sistemas Nucleares 4.13.1 Reactores de Fisión 4.13.2 Procesamiento de Materiales Nucleares 4.13.3 Armas Nucleares
101 101 102 102
4.14 Fuentes de Alimentación 4.14.1 Sistemas Convencionales de Gran Densidad 4.14.2 Potencia para Plataformas Móviles Eléctricas 4.14.3 Sistemas de Pulsos y Alta Potencia
102 103 103 103
4.15 Sensores y Láseres 4.15.1 Sensores Acústicos para Plataformas Terrestres y Aéreas 4.15.2 Sensores Acústicos Marinos - Sonares Activos 4.15.3 Sensores Acústicos Marinos - Sonares Pasivos 4.15.4 Sensores Acústicos - Plataformas Marinas 4.15.5 Sensores Electro-ópticos 4.15.6 Gravímetros y Gradiometros de Gravedad 4.15.7 Láseres 4.15.8 Magnetómetros y Gradiómetros Magnéticos 4.15.9 Obscurecedores 4.15.10 Radares
103 104 104 105 105 105 106 106 106 107 107
4.16
108
Control de Signaturas
4.17 Sistemas para el Espacio 4.17.1 Electrónica y Ordenadores 4.17.2 Vehículos de Lanzamiento al Espacio 4.17.3 Optrónica 4.17.4 Gestión de Potencia y Térmica 4.17.5 Propulsión de los Sistemas Espaciales 4.17.6 Sensores para Sistemas Espaciales
108 109 109 109 110 110 110
4.18 Efectos de las Armas y Contramedidas 4.18.1 Ondas de Choque de Armas de Penetración
111 112
5. EL FACTOR TECNOLÓGICO EN ESPAÑA
113
5.1 Situación Geopolítica Internacional 5.1.1 Grandes Potencias 5.1.2 Potencias Regionales 5.1.3 Naciones en Nuestra Región 5.1.4 Naciones y Estados en Dificultades
113 113 115 116 117
5.2 Riesgos y Amenazas sobre España 5.2.1 Riesgos Directos 5.2.2 Riesgos Derivados de Acuerdos de Seguridad 5.2.3 Riesgos sobre la Seguridad 5.2.4 Otros Riesgos de Menor Entidad
117 117 118 118 118
5.3 Principales Misiones de las Fuerzas Armadas 5.3.1 Obligaciones Legales 5.3.2 Misiones Específicas del Ejército de Tierra
119 119 121
iv
5.3.3 5.3.4 5.3.5
Misiones Específicas de la Armada Misiones Específicas del Ejército del Aire Misiones Conjuntas y Combinadas
5.4 Material y Tecnologías de las Fuerzas Armadas 5.4.1 Ejército de Tierra 5.4.2 Armada 5.4.3 Ejército del Aire 5.4.4 Material Conjunto
121 122 123 123 123 124 126 126
5.5
Evaluación de la Fuerza en Función de Misiones, Material y Tecnología. Determinación de Vulnerabilidades. 127 5.5.1 Operaciones Terrestres 127 5.5.2 Operaciones Navales 128 5.5.3 Operaciones Aéreas 128 5.5.4 Operaciones Conjuntas y Combinadas 129
5.6
La Industria Española de Defensa como Suministradora de Tecnologías
129
5.7
Las Inversiones Españolas en Armamento y Tecnología
132
6. CONCLUSIONES
135
6.1
Vulnerabilidad Tecnológica Española
135
6.2
Hacia un Nuevo Desarme Estructural
136
6.3
Necesidad de una Industria Europea de Defensa
136
6.4
Necesidad de un Mejor Planeamiento en la Adquisición del Material
137
6.5
Necesidad de Aumentar las Inversiones en Material
137
BIBLIOGRAFIA
139
ABREVIATURAS
141
v
1.
Introducción
Una de las características del ser humano es la búsqueda de una mayor eficiencia en la realización de sus actividades. Esta búsqueda se transforma con el paso del tiempo en una especialización a que no es ajena la actividad militar. Ésta se ha dotado, a lo largo de la historia, de un conjunto de técnicas que han hecho más eficiente el cumplimiento de la misión que tiene asignada que, fundamentalmente, se traduce en imponer, mediante el recurso de la fuerza, la propia voluntad frente al adversario cuando se agotan, sin resultado, las vías pacificas de resolución de conflictos como son las políticas, diplomáticas y económicas, instrumentos clásicos de influencia en las relaciones internacionales. Los ejércitos, desde la antigüedad, se han ido dotando de técnicas y medios, al compás del progreso general de la ciencia y la tecnología, cada vez más potentes y sofisticados para vencer a su adversario, buscando en todo momento la mayor eficacia de sus máquinas de guerra. Estos medios y técnicas han influido decisivamente en la configuración de la estrategia y táctica de los ejércitos. Una tecnología más avanzada en uno de los bandos ha sido, en muchos casos, el factor determinante para decidir el resultado de una batalla o de una guerra. Sin embargo este hecho sólo se reconoce, de manera explícita y general, a partir del siglo XIX, cuando los estrategas empiezan a dar importancia al descubrimiento y empleo de nuevos instrumentos y aparatos para su empleo en la guerra. Un hecho que avala la importancia de la tecnología es el que las naciones, que comparativamente han tenido un elevado desarrollo económico y la capacidad de financiar y lograr una mejor tecnología que sus vecinos, han sido hegemónicas, durante la época histórica en que existía esa diferencia, resolviendo a su favor los conflictos con sus vecinos, cuando era necesario emplear el uso de la fuerza1. Otro hecho que también avala su importancia es la limitación y el control que, tradicionalmente, se impone a la exportación de material de defensa y productos y tecnologías susceptibles de uso militar, como es el caso de Estados Unidos de América, a través del COCOM2, o de España, a través de la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y Productos y Tecnologías de Doble Uso o JIMDDU, que intenta mantener el diferencial tecnológico con posibles adversarios. Aunque el progreso técnico ha sido durante siglos relativamente lento, con avances esporádicos y periodos de relativo estancamiento, es a partir del siglo XIX - al compás de la revolución industrial - cuando se acelera, produciendo un fuerte impacto en el entorno militar. Un nuevo punto de inflexión se alcanza en la II Guerra Mundial donde la ciencia y la técnica entran al servicio de los ejércitos en un grado sin precedentes, dando origen a una espiral de innovaciones y cambios tecnológicos imparable. A partir de ese momento, el progreso tecnológico se ha convertido en algo deliberado, predecible, institucionalizado y permanente. Hoy en día, se puede hablar incluso de una obsolescencia planificada de técnicas, métodos y productos que obliga a una renovación constante y permanente de los medios e instrumentos militares. Los Estados, en la Guerra Fría, han buscado la disuasión me1
Un buen ejemplo son las potencias europeas que vencieron en sus guerras coloniales (en América en el siglo XVI, en el sudeste asiático en el XVII y en Africa en el XVIII) gracias a un armamento tecnológicamente superior, principalmente armas de fuego y buques de guerra armados con cañones.
2
El COCOM ha sido sucedido por el denominado Acuerdo de Wasenaar de Julio de 1.996, también denominado Nuevo Foro.
1
diante unas fuerzas armadas tecnológicamente mejor dotadas que las de sus vecinos, pero esto también les ha obligado a dedicar crecientes recursos para mantener sus fuerzas actualizadas de forma permanente.
1.1
Objeto del Estudio
Este estudio tiene como fin indagar en las relaciones entre la defensa y la tecnología, identificando las tecnologías que se han empleado en el pasado y las que se emplean en la actualidad, analizando la eficacia de cada una de ellas, determinando las que tendrán más desarrollo futuro y las que hay que considerar obsoletas, estudiando la influencia que tienen sobre la capacidad de las Fuerzas Armadas y los efectos que tiene sobre su forma de actuar. Aunque no es el objeto principal de este estudio, se harán referencias, cuando el contexto lo precise, a la capacidad tecnológica, al soporte industrial nacional y europeo o a las actividades de investigación y desarrollo que pueden requerir algunas de estas tecnologías. El estudio se centra en el uso de la tecnología cuando se emplea el instrumento militar, es decir la fuerza, para resolver conflictos entre las naciones. Por lo tanto queda fuera del estudio la larga panoplia de métodos empleados por las naciones para resolver de forma pacífica sus conflictos como la persuasión; la diplomacia preventiva; las negociaciones; los tratados y acuerdos internacionales; las coaliciones; las presiones económicas mediante sanciones, prestamos, ayudas o embargos comerciales; las influencias de tipo cultural o ideológico; la cooperación; la distensión; la mediación; la conciliación; el arbitraje; el establecimiento de medidas de confianza y seguridad; y el arreglo mediante tribunales internacionales. Después de efectuar este análisis, se estudiará el caso español para conocer cuál es el estado tecnológico de nuestras Fuerzas Armadas y en qué medida las condiciona. Se efectuará un contraste con las tecnologías empleadas por los ejércitos de nuestro entorno, en particular los que pudieran constituir una amenaza potencial. También, se evaluará la capacidad tecnológica de nuestra industria de armamento. De esta forma, se intentará analizar la vulnerabilidad tecnológica de nuestras Fuerzas Armadas.
1.2
Justificación del Estudio
El tema de este trabajo ha sido elegido por considerar el autor que se trata de un área en la que no abundan precisamente los estudios monográficos. El trabajo está relacionado de alguna forma, aunque no directa, con la profesión del autor que trabaja en una empresa de consultoría e ingeniería. El motivo que ha guiado la redacción de este trabajo ha sido el deseo de conocer cómo fueron, han sido y probablemente serán las cosas y porqué precisamente lo son de esa forma y no de otra. Pero el autor también tiene la convicción de que el análisis y el conocimiento es la base, para tomar decisiones más inteligentes y correctas que las guiadas por la pura intuición. En este sentido se pueden extraer interesantes lecciones del pasado, tanto si es antiguo como si es reciente. Muchas de las ideas vertidas en este trabajo han sido motivo de reflexión para el autor que espera que también sean de provecho para el posible lector.
2
1.3
Contenido del Trabajo
La realización de este estudio se ha organizado en seis capítulos principales. En la introducción se describe el objeto del estudio y se define su alcance. En el capítulo segundo se introducen algunas definiciones y se hacen unas consideraciones generales sobre el origen de la tecnología y su aplicación al área de defensa. En el capítulo tercero se hace un estudio histórico de la influencia de las tecnologías sobre la defensa. Se estudian los diferentes avances tecnológicos y la influencia que han tenido en la forma de hacer la guerra a lo largo de la historia de la humanidad. El estudio se organiza en cinco grandes periodos, haciéndose hincapié en los dos últimos siglos, ya que en ellos se han concentrado los mayores cambios. El último de estos periodos se dedica a analizar las tendencias tecnológicas que marcarán nuestro próximo futuro. En el capítulo cuarto se hace un estudio general de las tecnologías que se emplean en el ámbito de la defensa en la actualidad, argumentándose su importancia al poner de relieve la influencia que tienen sobre la realización de diversas operaciones militares. El capítulo ofrece una visión más próxima al campo de la ingeniería que al puramente operativo, pero marca el camino para conocer un poco mejor la complejidad técnica que hay detrás del armamento actual. También se intenta analizar las áreas tecnológicas con mayores expectativas de crecimiento o con un impacto futuro en el área de la defensa y aquellas que tienen aplicación tanto en el campo militar como en el civil. En el capítulo quinto se analiza el caso español. En primer lugar se describe brevemente la situación geopolítica internacional actual, para de esta forma establecer el marco de actuación de nuestra defensa. Tomando como referencia esta situación se intenta identificar los riesgos y amenazas más relevantes para España y sus naciones aliadas. En segundo lugar se estudian las principales misiones que tienen encomendadas nuestras Fuerzas Armadas analizando las posibles acciones militares necesarias para contrarrestar los riesgos y amenazas identificados. Se analizan tanto las misiones motivadas por el ejercicio de nuestra propia soberanía, como las motivadas por nuestros compromisos internacionales, es decir, la OTAN, la UEO y las Naciones Unidas. Se dedica una especial atención a las amenazas no compartidas con nuestros aliados. Fijadas las misiones, se hace una descripción de los principales medios y sistemas con los que cuentan nuestras Fuerzas Armadas para su realización, estudiándose tanto los elementos disponibles en la actualidad como las adquisiciones previstas en el corto plazo. Se evalúan las tecnologías usadas en estos sistemas intentando analizar su idoneidad para la consecución de las misiones que se les ha encomendado y se contrasta esta información con la de otras fuerzas armadas de nuestro entorno. El análisis se realiza para cada uno de los tres Ejércitos, dedicando un apartado a las operaciones combinadas. Por último, se evalúa la capacidad de nuestra industria para suministrar los sistemas requeridos. En el capítulo sexto, tras un resumen donde se destacan los aspectos más relevantes del estudio, se elaboran, a la vista del contenido de los capítulos anteriores, unas conclusiones provisionales. Una referencia a la bibliografía que ha sido consultada para la realización de este estudio, para aquellos lectores interesados en profundizar en esta materia, y una lista de abreviaturas que define los numerosos acrónimos usados pone fin al documento.
3
1.4
Metodología
Este trabajo ha tratado de mantener, en todo momento, un carácter divulgativo al alcance de cualquier lector. Por lo tanto, se ha huido, en la medida de lo posible, de excesivos tecnicismos que pudieran desorientar al lector y hacer más pesada la lectura de este documento. Ello ha hecho que necesariamente ciertos aspectos no se hayan tratado con la profundidad debida y que, en ciertos casos, se haya dado una información resumida o, en otros, una simple pincelada. No por ello se cree que el trabajo haya perdido interés. El trabajo ha sido realizado a partir de la documentación bibliográfica citada al final del documento. Las referencias 18 y 19 han sido las que se han empleado básicamente para la redacción del capítulo 3. La referencia 20 ha sido la base para analizar la tecnología de la Guerra Fría. Las referencias 14, 27, 31 y 32 han servido como contraste de las referencias anteriores y han ayudado a asentar, en mayor medida, los conceptos inicialmente expuestos. El capítulo 4 se ha redactado usando el documento de la referencia 26 y se ha complementado con la información contenida en las referencias 21, 22 y 25. La redacción del capítulo 5 ha sido más complicada. Para describir la situación geopolítica se han usado las referencias 12 y 13, mientras que para describir misiones y amenazas se han usado las referencias 16, 17, 28 y 29. El resto de las ideas contenidas en este capítulo han surgido de la información y de las discusiones mantenidas con los profesores del Master de Seguridad y Defensa. Un trabajo de esta naturaleza lleva generalmente asociado un amplio número de observaciones sobre el texto principal. Estas notas aclaratorias se han incluido como notas a pié de página con la intención de no desviar al lector de la línea argumental principal. Se ha incluido, en muchos casos, las siglas en inglés de ciertos sistemas o tecnologías para facilitar al lector su localización. Los ejemplos de armamento se han efectuado principalmente sobre material norteamericano, pues, en la mayoría de los casos, es el que está mejor publicado.
1.5
Limitaciones
Aunque hubiera sido muy deseable, muchos e interesantes aspectos de la tecnología relacionada con la defensa han sido excluidos de este trabajo debido a la extensión del documento. Entre otros, no se han podido abordar, o tratar con la debida extensión, los siguientes: • • • • • •
Los aspectos económicos relacionados con la adquisición de ciertas tecnologías o los costes industriales necesarios para su explotación. Los problemas relacionados con la transferencia de tecnología. Las tecnologías aplicables a la lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado, o la emigración ilegal, aunque muchas de las tratadas en este documento le son aplicables. Las tecnologías relacionadas con la construcción de bases e instalaciones militares. Las tecnologías relacionadas con la medicina militar. En especial la relativa a entornos NBQ y los nuevos campos que está abriendo la telemedicina. Los programas de investigación básica con efectos a largo plazo sobre la tecnología militar como la biomimética, la nanociencia, los materiales inteligentes, los sistemas inteligentes, etc.
4
2.
El Factor Tecnológico
Es difícil separar el factor tecnológico de la defensa. Si reflexionamos un poco, veremos que la actividad militar está permeabilizada por la tecnología, hasta el punto que cualquier elemento suyo está gobernado o relacionado con ella. La tecnología tiene influencia en las causas que originan los conflictos bélicos y los fines por los que se lucha; el estallido con el que comienzan las campañas y las victorias en que - a veces - acaban; las relaciones entre las fuerzas armadas y la sociedad a la que sirven; la planificación, la preparación, la ejecución y la evaluación de las operaciones militares; las operaciones, la inteligencia, la organización y los suministros; los objetivos, los métodos, las capacidades y las misiones; el mando, el liderazgo, la estrategia y la táctica; incluso el armazón conceptual que usamos para pensar sobre la actividad militar esta influido por la tecnología. Ninguno de estos elementos es inmune al impacto que la tecnología ha ejercido, ejerce y ejercerá siempre.
2.1
Definición de Tecnología
Pero, antes de proseguir, es necesario hacer una definición de la tecnología que nos sirva para fijar la temática que aborda este trabajo. La primera impresión es que se trata de una palabra bastante genérica que se usa de forma indiscriminada. Por ello se han escogido tres acepciones que recogen las interpretaciones que más habitualmente tiene esta palabra. Una primera definición de la tecnología podría ser: “La conjunción del conocimiento humano, los procesos o métodos de producción, o las características funcionales de un producto que lo hacen más idóneo para el fin que fue concebido”. La definición alude a tres aspectos fundamentales de la tecnología, es decir, la tecnología como aplicación del conocimiento científico, la tecnología como método o proceso para crear un producto y la tecnología como las propiedades únicas de un producto para satisfacer las necesidades del ser humano. Una segunda definición, si se quiere más asociada con la ingeniería, podría ser: “El conocimiento necesario para diseñar, fabricar, operar, sostener y apoyar logísticamente un producto”. Esta pormenorizada definición está en consonancia con la que recoge el diccionario de la Real Academia que define ésta como “La aplicación del conocimiento para la obtención de resultados prácticos”. Por último, una definición más genérica de la tecnología podría ser: “Un método para resolver los problemas”. Esta definición, aunque más difusa, es útil al incluir como tecnologías ciertas tareas especializadas del ser humano cuya descripción es más intangible. Estas tres definiciones se usarán, indistintamente, a lo largo de este documento.
2.2
Origen de la Tecnología
Desde el origen del hombre, la tecnología ha sido posible debido al carácter uniforme, repetitivo y predecible de la naturaleza física. Este carácter es el que, en definitiva, hizo que el hombre, al observar estos hechos, determinara que algunos de ellos podían serle de utilidad y podía usarlos en provecho propio. Éste sería el origen de la Ciencia - la búsqueda de un armazón conceptual que explicará ciertos patrones de comportamiento observados en la naturaleza - y de su aplicación práctica, la tecnología. Será la tecnología la que daría lugar a las primeras herramientas.
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La búsqueda de la eficiencia sería probablemente el origen de la división del trabajo en tareas. Esta división conllevaría la construcción de herramientas cada vez más específicas para tareas cada vez más especializadas. El progreso tecnológico se ha basado ampliamente, aunque no exclusivamente, en ésta división. Con el trabajo dividido en múltiples tareas diferentes, cada vez mayores conforme la civilización progresaba, la especialización dio lugar a la integración. Cuanta más diversidad de herramientas, más importante era la secuencia y forma de sincronizar cada pieza con el conjunto para crear un sistema, surgiendo una organización específica para controlar el proceso. Este sería el origen de las grandes industrias que durante el siglo XIX darían lugar la revolución industrial. Los avances tecnológicos habían sido fruto muchas veces del ingenio de artesanos y empresarios emprendedores, pero desde mediados del siglo XIX se produjo un nuevo fenómeno, en Occidente, al quedar fuertemente ligado el progreso tecnológico al progreso científico, produciéndose una realimentación constante entre ambas actividades. Las necesidades prácticas presionaban la investigación científica que, a su vez, buscaba una aplicación práctica a cada nuevo avance científico que fuera económicamente productivo. De esta forma, el descubrimiento por la ciencia de principios básicos de la física, la química o otras ciencias ha hecho que, tarde o temprano, hayan sido empleados en la fabricación de máquinas y productos. El progreso tecnológico, económico e industrial de Occidente no sería ajeno a una base científica muy superior organizada en torno a las universidades donde existía una división del trabajo científico, redes de intercambio de información, un sólido sistema de crítica de los descubrimientos científicos y organizaciones que concedían premios a la investigación sistemática. Estos fundamentos no han cambiado y, hoy en día, la capacidad tecnológica de una nación sigue teniendo una dependencia fundamental en su base científica, industrial, y económica. La base científica se apoya en una adecuada combinación de los centros de investigación formados por universidades y organismos estatales, mientras que las empresas aplican y explotan los descubrimientos y avances generando nuevos procesos y productos. La agilidad para transferir la tecnología entre laboratorios, universidades e industrias constituye un factor característico de las naciones más avanzadas.
2.3
La Tecnología Militar
El progreso tecnológico de una nación es el que determina, en gran medida, su capacidad económica. Ambos términos demuestran, en cualquier caso, una fuerte correlación en la historia. También ambos son determinantes para generar los excedentes que permitan sostener unas fuerzas armadas competentes, bien armadas y con una dimensión adecuada. Es por esta razón que el poder de una nación no sólo se ha medido a lo largo de la historia por el tamaño y competencia de sus fuerzas armadas, sino por la capacidad de disponer de una base económica próspera, con capacidad de producir y de dominar sectores industriales o comerciales claves3. Históricamente, el elemento tecnológico no siempre se ha valorado como un elemento de especial relevancia en la consecución de la victoria militar. Sólo desde la Edad Moderna los medios ofensivos y defensivos con una mejor tecnología se han considerado como una ventaja comparativa útil para un conflicto armado. 3
Una excepción sería la URSS en la que su capacidad militar es muy superior a la económica. Su economía ni siquiera se encuentra entre las diez más fuertes del mundo. Paradójicamente, sin embargo, es precisamente su debilidad económica la que, en último término, ha hecho quebrar su imperio. Con un presupuesto de defensa en torno al 7% del PIB dispone de un armamento de inferior calidad que Occidente que sólo necesita dedicar a esta actividad el 3% de su PIB.
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Aunque la superioridad tecnológica puede contribuir decisivamente a la victoria militar no siempre es así - y en este sentido la historia esta cuajada de ejemplos4 - al igual que no lo son unas fuerzas mayores, pues la guerra está sometido a múltiples condicionantes e incertidumbres, y en particular los del ser humano - verdadero núcleo de las operaciones - que interactúa con su entorno de forma extremadamente compleja y que no pueden tratarse de una forma mecanicista. La tecnología y el equipamiento no son más que elementos que, con una mayor o menor eficiencia, ayudan a cumplir una misión. Así, la misma tecnología en diferentes manos puede usarse de forma muy distinta5. Otros factores, presentes en las operaciones militares, pueden tener tanta o más importancia que la tecnología. Sin ser exhaustivos podemos citar los siguientes: la dimensión y estructura de la fuerza, el estado moral y físico de la tropa, la disciplina, el valor, la calidad de los cuadros de mando o liderazgo, el empleo de una doctrina y una táctica adecuada, la formación, la experiencia, el grado de cohesión de la fuerza (denominado comúnmente camaradería o espíritu de cuerpo), la organización y la estructura de mando, la logística, las infraestructuras (bases, aeropuertos, arsenales, etc.). Cada uno de estos factores por separado o una combinación de ellos, puede tener, en ciertos casos, un efecto superior sobre la operatividad de unas fuerzas armadas. No menos importante es el uso adecuado de la tecnología empleada y el conocimiento de sus límites, o el empleo táctico novedoso de ciertas tecnologías que explote sus posibilidades anulando las fortalezas de adversario, mientras que explota sus debilidades. Sin embargo, la relación entre el hombre y la tecnología responde, muchas veces, a ideas, preconcepciones y prejuicios, no primando siempre las consideraciones de eficiencia6. La práctica ha demostrado que tan importante como la invención de una nueva arma es su asimilación y difusión dentro de los esquemas y organizaciones tácticas existentes y la generación de una nueva doctrina de empleo que la haga eficaz. Este proceso ha demostrado ser lento en todos los ejércitos, en especial, si el cambio tecnológico es revolucionario. Las nuevas armas, pese a su superioridad, son muchas veces difíciles de aceptar por los militares, aunque también es cierto que una vez demostrado el éxito de una arma o una tecnología, ésta acaba imponiéndose y venciendo la resistencia inicial siendo copiada o imitada por otros ejércitos. La presión tecnológica actual genera, sin pausa, nuevas armas y sistemas que dejan obsoleta la estrategia y la doctrina, obligando de esta forma a su revisión constante, aunque históricamente los militares han mostrado una fuerte resistencia a cambiarla ante la aparición de nuevas armas.
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Un ejemplo paradigmático de este hecho es la Guerra de Vietnam donde un país como Estados Unidos dotado del mejor material militar, sufre el peor de sus fracasos. Se han señalado varias causas como la falta de interés por combatir del soldado norteamericano frente al vietnamita dotado de una gran voluntad de luchar y vencer, la ausencia de objetivos claros, la guerra de desgaste, la aversión de la opinión pública norteamericana a las bajas de soldados, la cancelación de operaciones de bombardeo aéreo sobre la población civil por consideraciones políticas, la inutilidad de un armamento sofisticado frente a un ejército rudimentario, etc. Otro caso parecido sería la derrota de la Federación Rusa en el reciente conflicto de Chechenia.
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Un ejemplo es el mal uso que, por ejemplo, hicieron los iraquíes del material ruso en su haber en el Conflicto del Golfo.
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La estética, el tamaño, la complejidad sin base real son factores irracionales que han jugado un papel importante en el diseño de las armas. Ciertas armas se han considerado poco éticas aunque esta consideración depende de los valores sociales, de la cultura o de la antropología. Así, Homero despreciaba el arco como un arma innoble por no combatir cuerpo a cuerpo y los caballeros medievales ejecutaban sin compasión a los ballesteros que atrapaban, mientras que, hoy en día, las armas stand-off son las preferidas por todas las naciones.
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Por otra parte, es la tecnología la que define cómo realiza un ejército sus funciones y es la que acaba marcando el perfil y las capacidades que debe poseer militar. Los cambios tecnológicos dejan anticuadas ciertas actividades, mientras que crean otras nuevas. Así el caballo y el estribo darían origen a la caballería; las primeras armas de fuego requerirían un soldado no tan fuerte y valiente, sino obediente y disciplinado; mientras que los grandes ejércitos de Napoleón darían lugar a órganos especializado de planeamiento y control como los estados mayores. Estos cambios suponen reorganizaciones en los ejércitos que, en general, son reacios a aplicar. En particular, si una mejora tecnológica supone una disminución del personal requerido sin disminuir su eficiencia. Caso que guarda muchas similitudes con la reestructuración empresarial que, a veces, tienen que acometer ciertos sectores productivos obsoletos.
2.4
Aplicación de la Tecnología Militar
La tecnología, a lo largo de la historia, ha intentado resolver los problemas fundamentales de la actividad militar que podríamos resumir en las siguientes: la potencia de fuego; la protección; la movilidad; el mando, el control y las comunicaciones; y el apoyo logístico. El progreso de la tecnología ha sido una pugna constante por mejorar cada uno de estos cinco factores, y su historia muestra la infinita variedad de métodos que se han buscado para optimizarlos. La potencia de fuego se puede definir como la capacidad de neutralizar o destruir al adversario y sus medios. Se basa fundamentalmente en el uso de armas con un mayor alcance, precisión y capacidad de destrucción. La protección se puede definir como el conjunto de medidas encaminadas a proteger las fuerzas propias de ataques enemigos. Se basa fundamentalmente en el empleo de medios que reduzcan o anulen la capacidad de sus armas manteniendo de esta forma la libertad de acción. La movilidad se puede definir como la capacidad de desplazarse con una mayor velocidad y agilidad de maniobra que el adversario. El mando y el control se puede definir como la actividad necesaria para coordinar una operación militar, en la que están involucradas un número elevado de personas, para alcanzar los objetivos previstos. Esta coordinación requiere la transmisión de información, es decir comunicaciones, y de métodos para obtener información del adversario y de sus intenciones, lo que se conoce con el nombre de inteligencia. De esta forma se puede tener la información adecuada para adoptar las decisiones oportunas. Por último, la logística se puede definir como la ciencia de planear y llevar a cabo el movimiento y mantenimiento de las fuerzas. El mantenimiento incluye el abastecimiento de material, combustible y la reparación de los equipos y sistemas.
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3. El Factor Tecnológico en las Operaciones Militares a Través de la Historia. En este capítulo se va a describir la evolución del factor tecnológico a lo largo de historia y su influencia en las operaciones militares. La razón de incluir un capítulo de esta naturaleza es el carácter enormemente ilustrativo que tiene el observar esta evolución desde una perspectiva histórica, lo que permite al lector analizar la tecnología actual con una visión más amplia. Esta descripción se ha centrado, fundamentalmente, en la evolución tecnológica de Occidente, pues es el área donde se sitúa España y en la que ha existido una mayor evolución. La descripción se ha procurado que fuera más completa y detallada conforme nos acercamos al momento actual en que vivimos, en especial a partir de la revolución industrial. El capítulo se ha dividido en cinco apartados. El primero trata la época de las armas basadas en la fuerza muscular de hombres o animales, periodo que coincide aproximadamente con el fin de la Edad Media. El segundo abarca la época del armamento basado en la pólvora que finaliza con Napoleón Bonaparte. El tercero recoge el periodo desde el inicio de la revolución industrial hasta el final de la II Guerra Mundial. El cuarto periodo abarca la tecnología militar en la Guerra Fría. El último periodo estudia los avances acaecidos desde su finalización y se hace un estudio de las tendencias más probables de la evolución tecnológica.
3.1
Tecnologías Basadas en la Fuerza Muscular
3.1.1 Armas en la Prehistoria El hombre en la búsqueda de alimentos, de una mujer, de un espacio para vivir o simplemente en satisfacer su inherente deseo de dominio desarrolló, desde tiempo inmemorial, útiles y herramientas que le ayudaran a conseguir sus deseos. Las piedras y los palos serían probablemente las primeras armas que usó. Más tarde probablemente descubriría que un venablo o una piedra con un extremo puntiagudo eran mucho más destructivos. Este hombre primitivo también aprendió que era más efectivo atacar a sus enemigos desde un lugar oculto en la hierba o saltando desde un árbol, estableciéndose desde el primer momento la búsqueda, mejora, y uso de las armas junto con las tácticas especialmente diseñadas para aprovechar la capacidad de estos instrumentos o armas. Esta forma de actuar ha sido una constante a lo largo de la historia. Probablemente las primeras armas no tuvieran una distinción clara entre su uso civil y su uso militar, y servían tanto para cazar y despiezar un animal abatido, como para luchar entre seres humanos. La caza de animales probablemente tendería a impulsar el desarrollo de arpones, jabalinas o lanzas, armas que tendrían un doble uso. Pero, poco a poco, se irían desarrollando útiles y herramientas orientados específicamente a la lucha entre hombres, es decir, las armas. El origen de muchas armas se pierde en miles de años de historia no escrita. Los primeros usos del metal, la invención de la espada, el arco o la lanza han tenido efectos revolucionarios en la forma de combatir y, en última instancia, en la táctica pero estos hechos no han quedado registrados.
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La honda tiene su origen también en la prehistoria y fue la primera arma de largo alcance. Una primera referencia de su uso aparece en la Biblia, cuando relata que David mató a Goliat con un arma de este tipo. El descubrimiento del fuego permitió endurecer la punta de los palos primitivos haciéndolos más resistentes. Posteriormente esta punta se sustituyó por huesos afilados o por una piedra afilada de sílex, dando lugar a la jabalina primitiva como arma arrojadiza, y a la lanza como arma de combate. Este tipo de piedras se usaría también para la fabricación de hachas. La espada, una prolongación de las primitivas dagas, aparece con el desarrollo de la metalurgia. La espada tenía una doble funcionalidad ya que se podía usar como estoque para clavar, o como sable para cortar. La metalurgia hizo posible trabajar el metal, un material caracterizado por ser duro pero a la vez maleable, y darle una forma más elaborada. El cobre y después el bronce son los primeros metales que se emplearon ya que se encuentran en la naturaleza. Las primeras armas de bronce aparecen alrededor del año 3.000 a.C. La forja del hierro requería una tecnología más compleja, ya que la extracción del metal necesita mayores temperaturas que se consiguen mediante el carbón. El hierro surge alrededor del año 1.500 a.C. Su mayor dureza, resistencia y abundancia en la naturaleza hizo que este metal desplazara lentamente al bronce. La aparición del metal también tendría su efecto en la fabricación de elementos de protección. El primer elemento empleado por el hombre primitivo fue el escudo, hecho inicialmente de piel de animal. Más tarde se mejoraría añadiendo una armazón de madera o de mimbre y finalmente se reforzaría con placas de metal. Para proteger la cabeza, el torso y las piernas se usaba cuero, mimbre, tejido acolchado o madera. El arco aparece tarde en la Edad de Piedra, posiblemente como desarrollo de pequeños arcos de uso domestico para hacer fuego o tocar música. El arco será el arma principal de largo alcance hasta la llegada de la pólvora, gracias a su ligereza, alcance, velocidad y poder de penetración de la flecha. Para su fabricación se emplearon diferentes materiales como la caña de bambú, la madera o incluso el metal. La punta de las flechas se coronaba con metal. Los primeros arcos se construían de una sola clase de madera, pero alrededor del año 1.500 a.C. los arcos empezaron a construirse en Asia con diversos materiales, técnica que todavía perdura. El arco se construía con capas soldadas con cola de materiales como madera, tendones y asta de animales logrando de esta forma la dureza y flexibilidad deseada. Este arco, más corto, podía dispararse desde un caballo. Los mejores arcos de esta clase tenían un alcance entre 200 y 300 metros y un considerable poder de penetración. Una invención importante fue la rueda que permitía transportar de cargas mayores que las que un ser humano puede soportar sobre sus hombros o sus espaldas. La domesticación de animales hace unos 10.000 años, en el neolítico, puso al servicio del hombre fuentes de energía superiores a la suya. Los primeros carros de ruedas sólidas de madera tirados por bueyes surgen, probablemente, alrededor de año 3.000 a.C. en Sumeria. La evolución de este carro primitivo daría lugar al carro ligero de dos ruedas tirado inicialmente por asnos y más tarde por caballos. Su ligereza, maniobrabilidad y resistencia daba a sus poseedores una movilidad inalcanzable por otros medios. En la guerra de Troya, alrededor de 1.200 a.C., se utilizan como plataformas móviles para arqueros y lanceros, y para transportar oficiales al campo de batalla. Otro uso del carro sería como puesto de mando móvil de reyes y nobles. En Asia se usaron ampliamente para golpear y abrir brechas en las tropas enemigas, para ello se le dotaría de una protección a su alrededor y de guadañas en los ejes. Su principal desventaja era la vulnerabilidad de los caballos, pero eran muy efectivos en terreno llano y abierto. Debido a su complejidad de
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fabricación7 tenían un alto coste, por lo que sólo eran empleados por la aristocracia. La aparición del carro supuso un cambio importante en la forma de combatir. La infantería desperdigada era presa fácil de los carros, mientras que la infantería agrupada era fácil presa de los arqueros de los carros que descargaban sus arcos y huían inmediatamente. Por estas razones la expansión de los carros fue enorme y obligó a los pueblos más primitivos a abandonar las llanuras y combatir en áreas marginales como zonas boscosas o montañosas, donde el carro estaba en desventaja. La caballería aparece hacia el año 1.000 a.C. formada por nobles con el suficiente dinero para poseer caballos y armas. La caballería sustituyó lentamente al carro ya que era más económica que el carro, pues el mismo hombre puede cabalgar y luchar a la vez, y podía actuar en terrenos más escarpados que el carro8. La caballería empleó en ciertos casos camellos. En la India, debido al clima, los caballos fueron sustituidos por elefantes, cerca del año 600 a.C. Su principal efecto era psicológico, aunque eran difíciles de abatir por la infantería o la caballería. El mayor peligro era que los elefantes se asustaran y huyeran en estampida provocando desorden y daños en las fuerzas propias. 3.1.2 La Aparición de la Guerra Naval El origen de los barcos se pierde en la noche de los tiempos. Los primeros barcos serían troncos de árboles vaciados como las canoas que todavía usan algunos pueblos primitivos. Un progreso mayor fue la construcción mediante un armazón de madera o mimbre que luego se cubría con pieles. Más tarde se usaría madera para forrar el casco. Los barcos inicialmente se desarrollaron en los cursos de los ríos o en las costas. Aunque la construcción de barcos tenía entre otros motivos la pesca fue la relación entre capacidad de carga y la fuerza necesaria para la propulsión la que hizo que el transporte en barco fuera relativamente barato, comparado con el transporte en tierra y así continua hasta nuestros días. Aunque se han usado diversos materiales en la construcción de los barcos, la madera ha sido el principal material empleado a lo largo de la historia. Sin embargo, la madera impone un máximo tamaño para un barco que no puede exceder las 2.000 toneladas. Un problema importante era disponer de bosques que proporcionaran la abundante madera que requería su fabricación. Las velas y los remos fueron los principales sistemas de propulsión de los barcos. Estas tecnologías estaban ya desarrolladas en Egipto alrededor del 2.500 a.C. El invento del timón es más tardío, usándose al principio dos remos en la popa del barco. Las velas inicialmente eran cuadradas, pero posteriormente aparece la vela triangular o latina, posiblemente importada de Ceilán o Indonesia, que permite navegar ganando terreno al viento. Los buques de transporte usaban velas, pues requerían una menor tripulación con relación a la carga y podían realizar travesías que duraran semanas. Los barcos de remo o galeras, al no depender del viento, disponían de una mejor aceleración y maniobrabilidad, por lo que fue la opción preferida para los barcos de gue7
El éxito del carro se basaba en el perfeccionamiento de la rueda de radios con un acabado que reducía la fricción entre el eje y el cubo y garantizaba una rueda perfectamente circular. De esta forma se lograba una gran velocidad sobre el terreno, sin producir elevadas vibraciones que rompieran la rueda o el eje. Importante también fue el desarrollo del atalaje para controlar a los caballos.
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El declive del carro posiblemente esté relacionado con la popularización del hierro que permitía a los soldados con escasos recursos protegerse adecuadamente con cascos y escudos. Su sustitución por el caballo, en cualquier caso, sería lenta y pasaría por una etapa en la que dos hombres montaban en un mismo caballo llevando uno las riendas mientras el otro disparaba las flechas. Mas tarde, con la acumulación de experiencia, un mismo jinete combinaría ambas funciones.
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rra, aunque podían complementar la propulsión con velas. Debido a la reducida potencia de su propulsión debían ser ligeros por lo que sus dimensiones eran reducidas y puesto que el remo requiere un ángulo pequeño de incidencia en el agua las galeras tenían un perfil bajo, lo que las hacía inadecuadas para el mar abierto. Además no podían realizar largas travesías pues requerían un gran número de hombres y éstos no podían dormir a bordo. Los barcos de vela eran presas fáciles de las galeras cerca de la costa o a la entrada de un puerto, no así cuando se encontraban en mar abierto. La capacidad de navegación de estos barcos era, en cualquier caso, bastante limitada y no podían soportar grandes tormentas. Por ello la navegación se reducía a los meses de buen tiempo y a bordear la costa y a saltar de isla en isla evitando largas travesías. La inadecuada cartografía naval y de métodos para seguir un rumbo (la brújula no aparece hasta el año 1.150) o calcular la distancia recorrida era una poderosa razón para no aventurarse mar adentro. El único método de navegación era la observación de las estrellas, siempre que la meteorología lo permitiera. Además la duración de un viaje por mar era impredecible debido a la variabilidad del viento que impedía la coordinación con las fuerzas terrestres. Los fenicios, como pueblo navegante, parecen haber sido los primeros en desarrollar la galera especialmente diseñada para el combate con un casco más largo y estrecho. Los griegos perfeccionaron el diseño de las galeras fenicias desarrollando el trirreme9. El trirreme disponía de velas en sus mástiles como medio de propulsión auxiliar, aunque en la batalla se desmontaban y sólo se usaba la fuerza de los remeros. Su principal arma era un robusto espolón de bronce acabado en punta colocado en la roda, por debajo de la línea de flotación. Su impacto en la borda de un barco hostil tenía un gran poder de destrucción, aunque requería una tripulación bien entrenada capaz de alcanzar una buena velocidad y maniobrar con hábilmente. El diseño de la galera, con algunas modificaciones menores como castillos de proa, o la disposición de los remeros, no variaría fundamentalmente hasta el siglo XV. Otro método de combate era el uso de flechas incendiarias, disparadas con ballestas, muy eficaces al ser los barcos de madera. El abordaje requería una maniobra más sencilla y permitía combatir como en tierra usando tropas de infantería y fue el método preferido por los romanos10. Se usaban cuerdas y puentes con garfios en los extremos para acercarse a la borda del barco hostil e iniciar el combate. El abordaje se prefería también cuando el barco que se deseaba atacar llevaba personas o mercancías de valor. El dominio del mar es necesario por tres razones: poder transportar hombres y material, combatir a los barcos hostiles impidiéndoles el transporte y desembarcar una fuerza en un lugar estratégico. Las limitaciones citadas anteriormente confinaba las batallas navales a lugares cerca de la costa. La misión principal de las armadas no era luchar contra otras armadas sino la de patrulla y policía, desembarco de tropas (rara vez llevado a cabo con oposición) y apoyar a los ejércitos de tierra. En estas condiciones la realización de un bloqueo naval era prácticamente imposible. Durante la Edad Media se produjeron avances en la navegación en el Mar Atlántico y el Mar del Norte. En estos mares las galeras eran inadecuadas debido a sus fuertes vientos, violentas tormentas, fuertes corrientes y mareas. Los sajones desarrollaron para estos mares botes de remos con casco. Originalmente tenían el fondo plano, pero alrede9
Su nombre se debe a que en este tipo de naves se usaban tres ordenes de remos.
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Las primeras galeras romanas fueron una copia de las galeras cartaginesas. Su construcción se realizó a partir de éstas en uno de los primeros ejemplos de ingeniería inversa conocido de la historia. Recuérdese también que Cartago fue inicialmente una colonia fenicia.
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dor del 700 d.C. se equiparon con quillas, lo que les daba más dureza y estabilidad. Los Escandinavos le añadirán un mástil y una vela y con este tipo de barcos llegaron a Islandia, Groenlandia y las costas de América. Estos barcos eran excelentes para incursiones, pues podían desplazarse por ríos y estuarios. Sin embargo, serán las urcas y las cocas, buques de vela rechonchos diseñados para transporte de mercancías, de bajo coste y reducida tripulación, los que se acabarán imponiendo. Estos barcos serían dotados, en los siglos XIII y XIV, conforme crecían en tamaño, de un timón que junto con una vela latina en el mástil de popa mejoraría su maniobrabilidad. Al ser de vela estos barcos podían tener una cubierta más elevada, que se podía complementar con pequeños castillos que constituían una gran ventaja en caso de combate. Además, la tripulación se podía dedicar a combatir y no a remar. La táctica se reducía a lanzar andanadas de flechas, mediante arcos y ballestas, antes de abordar la otra nave. La cubierta se techaba, a veces, con pieles húmedas para evitar los efectos de las armas incendiarías. 3.1.3 Griegos y Romanos (500 a.C. al 300 d.C.) Los griegos no desarrollaron nuevas armas, pero sí hicieron innovaciones tácticas. Crearon una nueva formación táctica, denominada falange, inventada por los sumerios, compuesta por un conjunto de infantes, denominados hoplitas, dotados de lanzas, una espada corta, casco, protector del pecho y un escudo redondo. Debido a la orografía, especialmente montañosa de Grecia, poco propicia para los movimientos de la caballería, los griegos confiaron principalmente en esta formación. La falange se movía en el campo de batalla en formación cerrada con las lanzas en dirección al enemigo, por lo que su capacidad de maniobra era limitada. Los hombres colocados detrás se ponían de espalda de tal forma que formaban un escudo para las flechas enemigas. En la batalla se desplegaban como una línea larga y sólida con pequeños pasillos para las tropas ligeras. Se elegía como campo de batalla el terreno más llano posible para evitar huecos que afectaran a su cohesión. Con esta formación los griegos lograron derrotar a los persas. Como complemento para proteger los flancos y la retaguardia, y no perder el contacto con la caballería, los griegos usaban infantería ligera formada por pelstatas y psiloi dotados de jabalinas, hondas, arcos y, a veces, dardos. Los Macedonios, Filipo II y Alejandro Magno perfeccionarían la falange alargando la lanza, denominada sarissa, lo que permitía atacar al enemigo antes de que sus lanzas alcanzaran a las fuerzas propias. Combinada con la caballería, dotada también de lanzas, constituyeron una fuerza difícil de batir. Los romanos organizaron sus unidades en centurias y copiaron como formación de batalla la falange griega con los hombres mejor armados en primera línea, mientras que las fuerzas ligeras operaban por delante del cuerpo principal y cubrían los flancos. Los romanos introdujeron algunas innovaciones importantes. Desarrollan un nuevo tipo de espada corta de origen español, denominada glaudius, más manejable y versátil que la lanza y más apta usada como estoque para alcanzar órganos vitales - ocasionando la muerte - o producir una herida infecciosa. También podía usarse como una pequeña hacha para cortar la cabeza de las lanzas enemigas. El escudo romano era más grande que el griego. De forma semicilíndrica se fabricaba con madera, piel y tiras de metal permitiendo una armadura del cuerpo más ligera que la del hoplita. Los romanos perfeccionaron la jabalina, denominada pilum, dotándola de ligereza, fácil manejo y gran poder de penetración. El arma estaba fabricada la mitad con madera y la otra de metal. El pilum se lanzaba con una mano a una distancia máxima de 20 metros.
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Posteriormente, los romanos desarrollaron una nueva formación táctica que sustituyó a la falange, la manipula, caracterizada por una mayor movilidad. Su flexibilidad se debía a que era una falange más delgada con un frente de unos 20 hombres y 6 de profundidad pero con una mayor separación. Las manipulas se distribuían sobre el terreno como un tablero de ajedrez que hacía posible avanzar o retrasar cada manipula en función de las necesidades del combate. De esta forma se conseguía una mayor flexibilidad en el campo de batalla. Los combates entre legiones romanas organizadas en manipulas y falanges macedonias se inclinaron siempre en favor de los romanos. Con los pila neutralizaban a los soldados del frente de la falange11, luego con la espada destruían sus lanzas y, tras varias acometidas, abrían un hueco en la falange y rompían su unidad generando el desorden y el desconcierto en las tropas menos preparadas de la falange. La batalla entonces se decidía mediante el combate individual con la espada, arte en el que los romanos eran maestros. Los romanos crearon una excelente red viaria que permitía desplazar con rapidez legiones de una región a otra. De esta forma se conseguía mantener el imperio con un reducido número de fuerzas. Para defender sus fronteras hicieron un amplio uso de empalizadas y muros en la defensa, como complemento de los obstáculos naturales formados por los ríos y montañas que delimitaban su imperio. 3.1.4 Antiguas Fortificaciones y Asedios (1.000 a.C. al 300 d.C.) Desde la antigüedad los militares fueron conscientes que no sólo la táctica era importante para ganar una batalla, y que para vencer en una guerra era necesario atacar las fuentes y los recursos del enemigo, a la vez que se intentaba proteger los propios, surgiendo de esta forma el concepto primitivo de la estrategia. Las primeras medidas de seguridad para proteger estos recursos serían el origen de las fortalezas y ciudades amuralladas. Las primeras fortificaciones eran muros de tierra o piedra, sobre los que se colocaban a veces una pila de troncos de madera, construidos alrededor de la zona a defender12. El muro permitía protegerse de cualquier proyectil y además desde su altura se batía al enemigo con más facilidad. Una derivación lógica fue descubrir que al construir el muro, el foso o la zanja dejado delante suponía un obstáculo adicional para el asediante. Este foso se podía llenar de agua para dificultar el paso. Sobre el foso se colocaban puentes que eran retirados cuando se sometía a la ciudad a un asedio. Conforme los asediantes lograban métodos más eficaces de destruir o abrir brechas en los muros defensivos, éstos fueron evolucionando hacia construcciones más sofisticadas fabricándose muros con mampostería y colocando a intervalos torres más altas que sobresalían del muro y permitían hacer fuego cruzado contra los que intentaban destruir o escalar el muro. Las murallas más eficaces estaban constituidos por un doble muro de mampostería cuyo interior se llenaba de tierra y disponían de una red de comunicaciones internas para facilitar el movimiento rápido de refuerzos. Para superar el foso los asediantes hacían un terraplén y para abrir brechas en los muros se usaban troncos o bien se excavaban galerías y túneles. La calidad de las fortificaciones dependía de los recursos, organización y capacidad de gestión de los asediados. Por lo que fueron las grandes civilizaciones las que crearon 11
Si el pilum se clavaba en el escudo lo dejaba inservible.
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Desde el punto de vista arqueológico la primera ciudad amurallada conocida es Jericó en el año 5.000 antes de Cristo.
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las mejores fortificaciones como Nínive, alrededor del año 1.000 a.C., o la muralla china. Atenas, en tiempo de Perícles, logró vencer su asedio gracias a la fortificación que unía la ciudad con el puerto del Pireo. Los romanos realizaron también numerosas fortificaciones en sus fronteras. Una de las innovaciones de los romanos fue la castrametación o la construcción de campamentos. Cuando una unidad romana se organizaba para pasar la noche se construía imperativamente un campo fortificado con una empalizada y un pequeño foso cuya tierra se añadía a la empalizada para darle mayor grosor y robustez. Los asirios fueron los primeros en desarrollar arietes y torres móviles de asedio para atacar las fortificaciones. Los arietes se usaban para abrir brechas en los muros o romper las puertas. Desde las torres se podía dominar la operación y los arqueros podían disparar flechas despejando de tropas la parte superior de los muros para de esta forma facilitar su demolición. También se empleaban diversos artilugios como garfios unidos a cuerdas, palancas, escaleras para trepar los muros y manteletes13. Algunos de estos útiles se transportaban hasta el lugar de asedio, mientras que otros, como las torres móviles, se construían en el propio lugar. Su estructura era de madera y se completaba con piel, mimbre y en algunas partes de hierro, pues éste era escaso, para la protección del personal. Las torres solían tener una rampa que se abatía para actuar como puente facilitando el acceso a la fortaleza. Los arietes eran de madera y su extremo se reforzaba con una cabeza de hierro. Solían estar montados sobre ruedas o bien se suspendían como un columpio de las torres de asedio. El despliegue y el movimiento de todo este armamento debían ser precedidos, en muchos casos, de la construcción de rampas de tierra o montículos, desde donde disparar con catapultas y ballestas, que se iban desplazando hasta alcanzar el muro, proceso que podía llevar semanas o meses. Con estos medios la captura de una fortaleza era difícil, por lo que el asedio degeneraba en un proceso de desgaste hasta que una de las dos partes agotaba sus recursos. Por ello era importante el descubrimiento de un punto débil, como la entrada de agua o la salida de las letrinas, como método para lograr entrar y abrir las puertas al ejército asediante14. El uso del fuego en los asedios tiene un origen muy antiguo. El fuego se proyectaba generalmente usando flechas incendiarias, por encima de los muros, para alcanzar los edificios de la población asediada. Para el material incendiario se usaba alguna combinación de material al alcance como aceite, brea, petróleo, sulfuro, nafta, betún o cal viva. Para proteger a las tropas y operarios de los asediantes de los proyectiles lanzados desde las fortalezas se construían corredores, galerías, y trincheras con tejados hechos de madera o piel húmeda. A veces se emplearon grúas para transportar un grupo de hombres hasta lo alto de la muralla. Las operaciones de asedio son el origen de la artillería mecánica. Las catapultas y ballestas se conocían desde la antigüedad pero sólo se hacen efectivas con el avance de la ingeniería y la mecánica. Los macedonios hicieron amplio uso de estas armas y los romanos la perfeccionan, continuando su uso durante la Edad Media. La tensión y la torsión15 son los principios físicos usados para proporcionar la energía cinética necesaria a sus proyectiles. Éstas se armaban con palancas y tornos y se disparaban mediante un gatillo. Ambas armas solían montarse en carros y tenían gran variedad de tamaños. Las mayores catapultas podían lanzar piedras de 25 kilos a una distancia de 150 metros. Su principal 13
Los manteletes eran pequeños carromatos protegidos en su frente donde se colocaban los arqueros para disparar.
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Este tipo de operaciones a veces requería de algún traidor entre los asediados.
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Como material elástico de torsión se usaba tendones de animales.
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problema, además de su reducida movilidad, era la baja cadencia de tiro que era incapaz de detener un ataque en campo abierto. El desarrollo de catapultas y ballestas supuso un avance tecnológico importante, ya que al ser dispositivos que almacenaban energía no necesitaban de un guerrero fuerte y musculoso para su manejo, es decir, su eficacia se basaba más en el ingenio y la profesionalidad del tirador que en el valor o en la fuerza. Alejandro Magno fue el primero en incluir en su tren logístico las catapultas y el primero en usarlas como una primitiva artillería de campaña en aquellas operaciones en las que no era necesario un movimiento rápido de las tropas como el cruce de un río. Cesar siguió el ejemplo de Alejandro e incorporó a sus unidades catapultas y ballestas, y un destacamento de ingenieros con un tren logístico de herramientas y equipos, para el asedio de ciudades, la defensa de fortificaciones o la cobertura al cruzar un río. Algunas veces estas máquinas se usaron en campo abierto antes del enfrentamiento directo como actualmente hace la artillería. Los romanos fueron particularmente adeptos al uso de fortificaciones de campaña donde dejaban una pequeña guarnición economizando de esta forma fuerzas propias y logrando desgastar al adversario en su asedio. Éste era finalmente derrotado con una fuerza de reserva. Aunque un ejército invadiera una nación y derrotara a sus tropas en campo abierto sólo se conseguía la ocupación real cuando las fortalezas eran tomadas. En estos casos la población se refugiaba en la fortaleza y se hacía hacer acopio de materiales, comida y de fuentes de agua para resistir los asedios en un entorno hostil. Las fortificaciones de campaña, eran obstáculos de uso temporal, que se erigían antes de la batalla. Su origen probablemente derive de la caza de animales como método para limitar sus movimientos y atraparlos como hoyos y fosos. Otros dispositivos más sofisticados eran estacas clavadas en el suelo o el abrojo, cuatro picas formando un tetraedro, muy adecuados para detener un ataque de la caballería. Su efectividad de estas fortificaciones dependía de que el enemigo hiciera el ataque sobre la zona preparada al efecto y no realizara maniobras de flanco o envolventes. 3.1.5 El Estribo y la Lanza: el Nacimiento de la Caballería (300 al 500) Ya en el año 1.000 a.C. los ejercitos empleaban hombres a caballo junto a las tropas a pie. Pero la caballería era un elemento pequeño dentro de los ejércitos reservado a los reyes y nobles. Sin embargo cerca del año 600 a.C. la caballería empezó a jugar un papel importante en Asia y los ejércitos persas y chinos tuvieron que adaptarse al uso del caballo para neutralizar los ataques de los pueblos bárbaros que los usaban con profusión. Al principio de la era cristiana, el arquero montado a caballo dominaba la guerra en Asia. Sin embargo, la caballería asiática era incapaz de batir a la disciplinada falange griega o macedonia. Con Filipo y Alejandro, la caballería era un elemento tan esencial en sus ejércitos como la infantería. Su principal arma era la pica, lo suficientemente ligera para arrojarla, y lo suficientemente pesada para ser usada como lanza y descabalgar al enemigo o atravesar un infante. Tanto el caballo como el jinete se protegían con armaduras de mallas metálicas para hacerles relativamente invulnerables a pequeños proyectiles y armas ligeras. Como complemento de las otras armas se usaba una pequeña espada. Este tipo de caballería con una fuerte protección recibía el nombre de pesada. Los Macedonios también usaban caballería ligera armada con lanzas, jabalinas y arcos para reconocimiento, protección de flancos y vigilancia. El uso de arqueros a caballo
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era un buen complemento de la caballería pesada, ya que las tropas a pie tendían agruparse para defenderse de una carga, siendo entonces un blanco fácil de los arqueros. Los años que van desde el 300 al 500 d.C. son un periodo de transición en el que el infante, núcleo del ejército romano, pierde gradualmente importancia y cede su puesto a la caballería que se convierte en el arma principal de los ejércitos. Varias razones originan este transito. El peso de las largas distancias del imperio romano recomendaba unas tropas con una mayor movilidad, las ballestas y catapultas obligan a una mayor dispersión de las unidades, lo que las hace más vulnerables a los ataques de la caballería. Por último, una tropa menos disciplinada era más propensa a deshacerse ante una carga de la caballería. Pero el progreso de la caballería se debe, fundamentalmente, al uso de la silla de montar y el estribo que aparecen alrededor del año 100 a.C. Ambos proporcionaban una base firme para que el jinete pudiera aplicar la energía de su lanza contra el adversario, gracias a la velocidad de su movimiento y el peso conjunto del caballo y el jinete. Al principio la lanza se llevaba con el brazo alzado o con el brazo bajado, para más tarde cuando se hizo más larga y pesada se apoyaba en la axila, mientras que con la otra mano se sujetaba las riendas. El empleo del estribo también ayudó a que el arquero tuviera una base más firme para disparar con el caballo galopando. Otro interesante descubrimiento fue la herradura de los caballos que protege su pezuña. Su origen es desconocido. 3.1.6 La Baja Edad Media (500 al 1.000) La disolución de los últimos vestigios del dividido imperio romano supuso, en general, un retroceso de la ciencia y la tecnología unido a un poder estatal débil e inestable. Es lógico, por lo tanto, que en este periodo no se generara un elevado número de nuevas armas, aunque algunas sufrieran modificaciones, y sólo aparecen nuevas armas al final. El armamento y las técnicas empleadas en este periodo son, en general, más pobres que las empleadas durante el imperio romano. Las fortificaciones defensivas tienen un uso extensivo en unos tiempos en que el poder central está muy debilitado y en el que las invasiones de otros pueblos son frecuentes. Los ejércitos en este período son más reducidos que en tiempos anteriores y los valores como el liderazgo, el ingenio, la sofisticación y la disciplina decaen. La táctica se hace más simple, primitiva y desorganizada con una mayor confianza en la fuerza bruta. No existe una infantería con una estructura que combine la fuerza y la flexibilidad de la legión. Los ejércitos en esta época se basan fundamentalmente en la caballería. La espada toma su forma medieval con doble filo y un metro de longitud. La espada en esta época se usa más como un elemento cortante que punzante. La armadura de los caballeros se perfecciona y se generaliza lo que les convierte en objetivos difícilmente abatibles, aunque a costa de una importante perdida de su movilidad. El casco se perfecciona y cubre la cara. La cota de malla se incrementa en longitud protegiendo las piernas. La forma del escudo se hace romboidal proporcionando una mayor superficie de protección con un área menor. El uso de este armamento estaba reservado a la aristocracia. Con Carlomagno se produce un pequeño renacimiento, tras el periodo de anarquía que había sucedido a la caída del imperio romano. Carlomagno restablece el sistema logístico que permite que un ejército no se disuelva a las pocas semanas y resucita el tren de material de asedio para poder destruir fortificaciones enemigas que, aunque hacen el avance más lento permiten, un progreso más fiable. Pero a su muerte se sucede un periodo de anarquía en el que se producen las invasiones de Vikingos y Magiares que lleva a la construcción de más fortificaciones.
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Los Vikingos luchaban a pie, pero no pretendían conquistar terreno sino el botín de guerra. Generalmente iban armados con lanzas, espadas, hachas y algunas veces arcos. Profesaban una gran disciplina y lealtad a sus jefes. Los Magiares se caracterizaban por el empleo de la caballería ligera de gran movilidad armada con arcos. Ambos grupos fueron incapaces de luchar contra las fortificaciones medievales y la caballería pesada. En resumen los ejércitos de la Baja Edad Media destacaron por una falta general de disciplina, entrenamiento y una constante insubordinación. La jerarquía de mando se basaba en el status social y no en la capacidad o experiencia. La táctica se reducía a un ciego ataque frontal, en cuanto se divisaba al enemigo, sin un reconocimiento previo, ni maniobras complicadas como un ataque de flanco o una envolvente. 3.1.7 La Explosión del Islam (630 al 1.000) La meteórica expansión que registró el Islam no se debió al desarrollo de nuevas armas, estrategias o tácticas, sino a la fe, que algunos consideran fanatismo, que infundió Mahoma a sus fieles con la esperanza del paraíso a aquellos que murieran en la guerra santa contra el infiel. El poder político, religioso y militar del califa generó una cohesión social superior a las naciones de Europa Occidental, facilitando esta expansión. Los ejércitos musulmanes se basaban en una caballería sin armadura dotada con espada y lanza. Sólo posteriormente reconocieron la ventaja de la cota de malla, aunque nunca permitieron que el peso de la armadura pudiera reducir la movilidad del jinete montado. La caballería ligera usaba el arco. Su táctica era simple y se reducía a realizar cargas de caballería hasta romper las líneas enemigas y destruir las fuerzas más débiles situadas tras éstas. Sin embargo, los musulmanes fueron derrotados por los francos, los chinos y los bizantinos, ya que no alcanzaron nunca su disciplina y arte militar. 3.1.8 La Habilidad y Astucia de Bizancio (630 al 1.000) Bizancio, reconstruido por el Emperador Constantino, se mantuvo como imperio a pesar de sus vicisitudes, durante casi mil años. Su esplendor en el arte de la guerra se produce durante el reinado del Emperador Justiniano de la mano de dos grandes comandantes, Belisario y Narses que reconquistaron Italia, África del Norte, el sur de España deteniendo la expansión germánica y el declive del imperio romano. La permanencia de este imperio se debe, sobre todo, a que su ejército fue el más eficaz durante varios siglos. Este ejército se caracterizaba por una disciplina, organización, armamento, y métodos tácticos, combinado con un fuerte esprit de corps, herencia de los romanos, superior a la de todos sus adversarios. Su superioridad se basaba también en el análisis de las fuerzas propias, de las del enemigo y de los factores geofísicos16. El Tema era la organización que sustituyo a la legión. Su misión fundamental era defender las fronteras, preservando los territorios y recursos de Bizancio. Los Bizantinos usaron una política de disuasión que evitaba los ataques, pero cuando éstos se producían repelían a los agresores con el mínimo gasto de recursos y personal. La guerra económica, política y psicológica les evitó muchas veces el uso de la fuerza bruta. Una red de espías proporcionaba la inteligencia necesaria para la toma de decisiones. La principal fuerza militar era la caballería pesada, el cataphract, dotado de casco, cota de malla desde la cabeza hasta los muslos, zapatos de acero y canilleras de cuero. Las manos y muñecas estaban protegidas por manoplas. Llevaba un pequeño escudo en 16
Incluso analizaban a sus adversarios para elegir la mejor época del año para atacarlos. Estos conocimientos los compilaron en dos importantes tratados denominados Strategikon y Tactica.
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el brazo que le dejaba las manos libres para controlar las riendas del caballo y usar sus armas. Los caballos que desplegaban en el frente llevaban armadura en su cabeza, cuello y en el pecho. La sólida silla de montar llevaba estribos de hierro. Sus armas eran un arco, un carcaj para las flechas, una larga lanza, espada, daga y, a veces, un hacha junto a la silla. La infantería pesada, conocida como scutati, estaba equipada como los cataphract. Los arqueros y lanzadores de jabalina constituían la infantería ligera. Una nueva arma aparece durante el primer asedio de Constantinopla, el fuego griego, que jugó un importante papel para repelerlo. Su secreto fue celosamente guardado, por lo que la composición exacta de este explosivo incendiario y su forma de fabricación se han perdido. Se basaba probablemente en una mezcla de sulfuro, nafta y cal viva que explotaba en llamas al humedecerse, como una especie de lanzallamas primitivo. La mezcla de combustible se almacenaba en tubos de madera o sifones de latón. Para su ignición se bombeaba agua a presión dentro del tubo mediante una manguera. El material ardía en llamas y se proyectaba a una considerable distancia a causa de la explosión y la presión del agua. Sus efectos eran mortíferos sobre los barcos de madera y sobre los propios asediantes. Este arma mantuvo Bizancio inviolable durante seis siglos. Los ejércitos de Bizancio iban acompañados de un tren logístico compuesto de carromatos y manadas de animales. Los bizantinos continuaron la tradición romana de los campamentos cuyo emplazamiento era elegido por la unidad de ingenieros. Cada gran unidad disponía de un destacamento médico y un capellán. La astucia y el engaño eran admirados por los estrategas bizantinos y ponían un gran empeño en practicarlos. La traición y los trucos no se consideraban denigrantes. Los bizantinos fueron maestros en la guerra psicológica creando disensión en las fuerzas enemigas, y usaron frecuentemente falsa propaganda para elevar la moral de las fuerzas propias. 3.1.9 Las Cruzadas: Interacción de Oriente y Occidente (1.100 al 1.300) La conquista de la región de Anatolia y de Jerusalén por los turcos seleucidas junto con la persecución de los peregrinos cristianos fue el origen de las cruzadas. Las cruzadas fueron expediciones militares llevadas a cabo por Europa Occidental por motivos principalmente religiosos, aunque las consideraciones de tipo político tuvieron un importante papel. Aunque la caballería europea tenía una capacidad superior a la musulmana, su forma de operar era relativamente pobre. Las fuerzas turcas se basaban en la caballería ligera armado con arcos. Su táctica consistía en una guerra de hostigamiento fundada en una gran movilidad en la que nunca aparecía un cuerpo principal al que atacar. Sus ataques nunca se dirigían al núcleo de la formación y, generalmente, se retiraban en mitad de la batalla. Cuando se iniciaba su persecución, y se desperdigaba la formación original, realizaban un contraataque desde todas direcciones, golpeando especialmente los flancos y la retaguardia mediante una continua descarga de flechas. Durante este periodo aparecen importantes modificaciones de las armas y armaduras. El arma principal era la ballesta individual, perfeccionada y más potente, que permanecerá vigente hasta el siglo XVI. Inicialmente su arco era de madera muy rígida, siendo posteriormente sustituido por acero. Un enganche sostenía la cuerda que era liberado por un gatillo. La ballesta mejoraba la velocidad de salida de la saeta que le daba un mayor alcance y capacidad de penetración que los arcos normales. La tensión necesaria para lograr esa velocidad no podía lograrse con los brazos únicamente y era necesario usar otros medios. El más simple era un estribo que permitía tensar el arco con los pies, mientras que la cuerda quedaba sujeta mediante un enganche a su cinturón. Más tarde se
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usaron mecanismos tipo torno. El más común era una manivela que giraba una rueda sujeta por un trinquete. Esta rueda desplazaba una barra de hierro dentada que en un extremo sujetaba la cuerda mediante un enganche. Así montar la ballesta era algo tan sencillo que podía hacerse incluso sobre un caballo17. Aunque la carga de la ballesta era más lenta que la de un arco, se requería un menor entrenamiento para usarla con eficacia. Una saeta de ballesta podía penetrar una malla y dejar malherido al enemigo. Su alcance, a pesar de todo, no era muy grande, unos 50 metros, y su balística era pobre, ya que la pesada cuerda absorbía la mayor parte de la energía almacenada. Sin embargo, su efectividad era alta y así lo testimonia la prohibición del Vaticano en 1.139 de usarla entre cristianos, aunque su uso estaba permitido contra el infiel. Quizá sea éste uno de los primeros intentos de control de armamentos que se conozca. Un perfeccionamiento de la pica fue la alabarda compuesta por una pica a la que se le coloca un hacha junto a la punta. De esta forma la alabarda se puede usar indistintamente para clavar o cortar. Otro mejora fue la cimitarra musulmana, un sable de forma curva. Su principal característica era la ligereza y calidad de su metalurgia más que un cambio radical de diseño. Los artesanos de Damasco y Toledo fueron conocidos por las magníficas hojas de acero que eran capaces de crear. Sorprendentemente flexibles eran, sin embargo, duras, robustas y afiladas como cuchillas de afeitar. Las armaduras europeas continuaron mejorando, pero a costa de ser más pesadas hasta llegar a los 25 kilos. Debajo de la armadura se colocaba un grueso traje de piel que bastaba en general para protegerse de las flechas enemigas. El casco fue mejorado cubriendo toda la cara y el cuello con aberturas para ver y respirar. Eran tan pesados, entre 7 y 10 kilos, y sofocantes que sólo se colocaban al entrar en combate. En el siglo XIII se empezó a experimentar con cascos acabados en punta para desviar golpes frontales, de forma que no se clavaran en la cara. Los avances en la metalurgia permitieron sustituir la cota de malla por corazas totalmente metálicas para cubrir las partes vitales del cuerpo, mientras que con la malla se cubrían codos e ingles. Pero pronto se consiguió elaborar juntas totalmente metálicas. También se consiguieron fabricar las manoplas con malla. Todas estas innovaciones aumentaron el peso de la armadura de los caballeros hasta tal punto que si eran derribados raramente se podían levantar sin asistencia. Este hecho constituía un acicate para descabalgar al jinete hiriendo al caballo, lo que condujo a una mayor protección del caballo. Así, al final del siglo XIV, el caballo y el jinete soportaban no menos de 75 kilos de armadura. Esto significaba que sólo se podían usar caballos pesados que podían cargar a un trote lento. La movilidad fue sacrificada por la protección, perdiendo así la caballería su característica primordial. Una nueva pieza de artillería, más potente que las catapultas, aparece en esta época, el trabuco. El principio de funcionamiento era sencillo. El arma consistía en una viga que pivotaba sobre un eje excéntrico, por lo que un brazo era más largo que el otro. El más largo terminaba en una honda donde se colocaba el proyectil, mientras que en el más corto se colocaba un contrapeso. En posición de lanzamiento el extremo más corto estaba elevado. Al soltar la viga el extremo más largo subía con fuerza lanzando el proyectil
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La ballesta requería una técnica de diseño y producción mecánica más avanzada, en especial el mecanismo del gatillo que disparaba el arma. En la Edad Media tuvieron fama las ballestas fabricadas en Barcelona y Génova (ver ref. 31 página 67).
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de la honda. Además de piedras se lanzaban cadáveres, caballos putrefactos o serpientes, dentro de las ciudades, para crear enfermedades o incomodarles. Los cruzados exportaron a Europa Occidental el concepto de fortaleza aprendido de los bizantinos, formado por torres y varias líneas concéntricas de protección, pero no entendieron la idea de una fortaleza como base para operaciones defensivas u ofensivas. Los europeos siempre prefirieron, en su mentalidad más feudal, colocarlas en los sitios más inexpugnables, lo que limitaba también la capacidad del asediado de tomar la iniciativa. Entre las lecciones tácticas que los cruzados aprendieron de musulmanes y bizantinos destaca el uso de la maniobra tipo envolvente y la emboscada, el empleo de la caballería ligera para reconocimiento y como cortina de protección, el uso de la potencia de fuego de los arqueros a caballo y, sobre todo, la importancia de coordinar la infantería y caballería, las armas de largo y corto alcance. Otra importante lección fue la necesidad de la logística en campañas prolongadas. La mayoría de los hombres que murieron en la primera y segunda cruzada fue a causa de la escasez de alimentos y la falta de forraje18. 3.1.10 Torbellino en Mongolia (1.200 al 1.300) La base del gran imperio de Genghis Khan fue la caballería. Paradójicamente su ejército se basaba más en la calidad que en la cantidad. Sus tropas destacaron por un gran nivel de organización, entrenamiento y disciplina. No desarrollaron nuevas armas, pero sí las usaron con más eficiencia que sus adversarios. Casi la mitad de su caballería era pesada. La armadura de los jinetes era de piel o cotas de malla capturadas al enemigo, mientras que los caballos se protegían con pieles. El casco era de tipo bizantino. Su arma principal era la lanza, aunque cada hombre llevaba una cimitarra y un mazo, bien en su cinturón o en la silla. El resto era caballería ligera que no llevaba armadura excepto el casco. Sus misiones eran reconocimiento, cortina de protección, apoyo a la caballería pesada, operaciones de limpieza y persecuciones. Su arma principal era el arco muy largo con una tensión de 80 kilos, más pesado que el arco inglés, y con un alcance entre 120 y 180 metros. Portaban dos tipos de flechas, unas más ligeras para larga distancia y otras más pesadas con puntas más grandes para corta distancia. Al igual que la caballería pesada, los jinetes llevaban una cimitarra o un mazo y, a veces, una jabalina o una lanza con un gancho en su extremo. Cada soldado vestía una camisa de seda salvaje muy densa que evitaba la penetración de una flecha y si hacía una herida, la punta se podía extraer fácilmente estirando simplemente de la seda. Los mongoles eran excelentes jinetes. Se les enseñaba a cabalgar y disparar a la vez y alcanzaban un control impresionante de su arma y de su caballo. Tanto el soldado como el caballo se entrenaban para soportar grandes penalidades y a vivir con escasas raciones por lo que no necesitaban un tren logístico o un campamento base. Todo esto favorecía la movilidad de sus ejércitos. Los mongoles empleaban una notable red de inteligencia basada en exploradores que, a veces, se encontraban a cientos de kilómetros de la fuerza de combate. Ésta se complementaba con una red de espías, basada en mercaderes y comerciantes, que les proporcionaban información suficientemente precisa para planear en detalle sus opera18
Este problema tardaría todavía en resolverse muchos siglos. El hambre y las enfermedades eran capaces de diezmar a un ejército con más rapidez que los propios combates. Los progresos en logística, sanidad y en capacidad destructora de las armas invertirían esta situación en el siglo XIX.
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ciones. Una red de correos entre las unidades permitía mantener la unidad de mando. De esta forma mantenían un frente extremadamente amplio conservando el contacto. Si se encontraba una fuerza enemiga se informaba a todas las unidades en campaña del tipo de enemigo localizado. Si era pequeña se la destruía directamente. En caso contrario se esperaba hasta disponer de una concentración de fuerzas suficiente. Si era posible atacaban a la retaguardia y a los flancos. A veces simulaban una retiraba para volver inmediatamente a la carga con caballos de refresco. Los ataques a la retaguardia obligaban al enemigo a una retirada para proteger sus líneas de comunicación, momento de confusión que era aprovechado para atacar. Iniciaban la batalla con una labor de preparación con flechas y jabalinas para crear un cierto desorden y confusión en el enemigo, que era seguido por un ataque de la caballería pesada. El movimiento envolvente era una táctica usada frecuentemente por los mongoles. Para evitar ser descubiertos usaban el terreno aprovechando las colinas o bien incendiaban las praderas generando humo. También usaban pequeñas formaciones como señuelos que inducían al enemigo a perseguirlos hasta que éste se encontraba atrapado, rodeado por mongoles que atacaban desde todas partes. Una vez destruidos los ejércitos en campaña se procedía a atacar sus ciudades. La traición, la crueldad, la sorpresa y la maniobra fueron la clave de los mongoles frente a unos ejércitos europeos lentos y torpes19. 3.1.11 El Resurgir de la Infantería: el Arco Largo Inglés y la Pica Suiza (1.200 al 1.500) La caballería pesada medieval empezó a declinar a mediados del siglo XIII. Tres viejas armas de infantería mejoradas y usadas de una forma diferente fueron las responsables de acabar con la supremacía de la caballería armada con lanza. Éstas fueron la ballesta mejorada, el arco largo inglés y la pica suiza. La tendencia a mejorar la armadura de la caballería acabó en un callejón sin salida. La pesadez de la armadura, el casco, la espada y el escudo hacía que la caballería sólo pudiera atacar de frente con una velocidad bastante lenta, siendo incapaz de detenerse con facilidad. Enfrentada al arco largo, la ballesta o la pólvora al final del siglo XIV, ésta caballería podía ser arrojada al desorden y la confusión, ya que los caballos no se podían proteger totalmente y un caballo herido era ingobernable. Contra rivales más ágiles el caballero armado era incapaz de vencer. Este declive no se detendría hasta el siglo XVII. El arco largo inglés se hacía de olmo, avellano, fresno y más tarde principalmente de tejo que se importaba de España e Italia. El arco medía un metro ochenta y disparaba flechas de 90 centímetros. Su forma era de huso más grueso en el centro y más delgado en los extremos que terminaban en una muesca de cuerno. Tenía doble alcance que la ballesta y una cadencia de tiro superior, entre 10 y 12 flechas por minuto, siendo más ligero. Su inconveniente era que la fuerza, coordinación y destreza necesarias para su uso efectivo sólo se podía adquirir con años de entrenamiento y práctica20. Frente al arco inglés, que era un arma individual, la pica suiza sólo se podía usar dentro de una formación tipo falange para ser efectiva. La pica suiza era muy larga, unos 6 metros, los últimos 90 centímetros eran de hierro lo que impedía que fuera cortada por una espada o un hacha. El piquero suizo no llevaba armadura, excepto los que ocupaban 19
Los mongoles alcanzaron las puertas de Europa del Este, pero no llegaron a invadirla. Aunque existen diversas teorías, algunos autores sugieren que los mongoles carecían de armamento de asedio que era pesado de transportar. El elevado número de fortalezas que existía en Europa en aquel momento, hizo poco atractiva su invasión.
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El éxito de esta nueva arma se pudo ver en la batalla de Crecy (1.346) donde los arqueros situados detrás de estacas clavadas en el suelo aniquilaron a la caballería francesa.
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el frente que, a veces, llevaban una armadura en el pecho. Al atacar la pica se llevaba un poco por encima de la espalda, ligeramente inclinada hacia el suelo. En defensiva la culata de la pica se apoyaba en el suelo, mientras que la punta se colocaba a la altura del pecho formando un cuadro inexpugnable con todas las picas orientadas hacia el exterior. Como arma auxiliar los suizos usaban la alabarda que era una pica de menor longitud cuyo extremo esta formado por un hacha a un lado, una punta de lanza en el centro y un garfio afilado en el otro extremo. Podía clavarse en el casco o en la armadura, cortar una espada, o derribar un caballo de un golpe. También podía usarse como una pequeña pica y el gancho se podía usar para descabalgar a un jinete. Con la pica y la alabarda, y una formación tipo falange de gran cohesión los suizos fueron un pueblo imbatible. Sus formaciones eran capaces de enfrentarse a la caballería pesada mediante cargas a la carrera. Los suizos emplearon por primera vez el tambor para marcar el paso y así mantener la formación, condición esencial para preservar el poder de sus armas. 3.1.12 Otras Tecnologías Relacionadas con la Defensa La escritura es uno de los inventos no militares de especial relevancia ya que fue, por un largo periodo, el único método de conservar y transmitir información con precisión de una persona a otra. Los grandes ejércitos de los Egipcios, Sumerios, Asirios21, Chinos, Indios, Helenos o Romanos hubieran sido inconcebibles sin la escritura. La invención de la escritura junto con la disponibilidad de materiales baratos para escribir fue uno de los factores que permitió que estos imperios se establecieran y se mantuvieran militarmente, así como administrativa, económica y políticamente. El declive de la escritura durante la baja Edad Media explica, en parte, la ausencia de grandes ejércitos en ese periodo histórico. Para la transmisión de mensajes, en la batalla, se utilizaban mensajeros bien a caballo, bien a pie. Pero los mensajeros eran lentos y poco fiables, pues podían ser heridos o capturados por el enemigo. Hasta el siglo XV los mensajes eran fundamentalmente verbales, por lo que su transmisión tenía una gran ambigüedad. Como complemento se usaban mensajes acústicos o visuales. Los mensajes acústicos se transmitían mediante cornetas, cuernos, trompetas o - en China - campanas. Los mensajes visuales se transmitían usando banderas o estandartes, escudos pulidos para actuar como espejos, o el humo durante el día, mientras que por la noche se empleaban lamparas o señales de fuego. La ventaja de estos mensajes es que eran instantáneos, pero a costa de transmitir una información limitada. En el fragor de la batalla estas señales podían ser ignoradas con facilidad. Esta limitación suponía para los generales una seria desventaja para controlar la batalla y para organizar ejércitos de gran tamaño o frentes de gran longitud. Las comunicaciones estratégicas tenían, también, serias limitaciones. Las palomas mensajeras fueron usadas extensivamente por muchas civilizaciones, aunque eran poco fiables y dependían de la meteorología. El que mandaba el mensaje tenía la incertidumbre de saber cuando llegaría a su destino. Los telégrafos ópticos empleando fuego o humo, formado una cadena, podían enviar mensajes tan rápidos como las palomas, pero dependían también de la meteorología y sólo permitían el envío de una información reducida. Además eran caros debido a que el enlace se realizaba a simple vista por lo que el número de puestos de repetición era elevado. Por ello sólo los grandes imperios pudieron 21
Los asirios fueron capaces de movilizar ejércitos de 50.000 hombres lo que requiere un apoyo logístico nada despreciable.
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costear este tipo de sistemas. Al final seguía siendo necesario confiar en los mensajeros, bien trabajando individualmente o en cadena. Su máxima velocidad de transmisión era de 150-200 kilómetros al día. Estas limitaciones obligaban a los gobernantes, si querían tener un control efectivo, a dirigir a los ejércitos desde el propio teatro de operaciones22. Otro grave problema para coordinar los movimientos de las unidades cuando no estaban al alcance de la vista era la manera de controlar el tiempo. La ausencia de relojes fiables hacía muy difícil esta coordinación. La forma más habitual eran los relojes de sol, aunque su funcionamiento dependía de la meteorología. Para coordinar la estrategia era necesario disponer de una cartografía adecuada. Los primeros mapas que aparecen en Sumeria eran más bien itinerarios o libros guía. Los mapas de este periodo eran espacialmente incorrectos y carecían de panorámica bidimensional, cualidad esencial para coordinar desplazamientos a gran escala de unidades independientes sobre grandes distancias. Además estos mapas, sin la existencia de la imprenta, eran copiados con distorsiones. Su ausencia obligaba a emplear guías locales que, en muchos casos, eran capaces de traición. En la antigüedad muchos batallas se produjeron por encuentros fortuitos de ejércitos que desconocían su posición. La existencia de una red viaria es fundamental para lograr movimientos estratégicos. Pero la construcción y el mantenimiento de carreteras era extremadamente cara, por lo que sólo los grandes imperios fueron capaces de disponer de ellas como los persas, Chinos, Incas y Romanos. Cuando estos imperios desaparecieron, las carreteras se deterioraron. En la Edad Media se produjo un notable avance en los carros de transporte de dos ejes al dotarles de un atalaje moderno y un eje delantero pivotante que facilitaba el giro y le permitía, por tanto, transportar una carga superior. Debido a los escasos medios de transportar y conservar los alimentos los ejércitos se debían apoyar en la comida que podían conseguir a su alrededor. A veces se acudía a mercaderes locales para comprar, otras veces a requisas y en otros al puro pillaje o saqueo. Un ejército era capaz de sobrevivir más o menos tiempo dependiendo de su capacidad de previsión y organización. Generalmente la necesidad de forraje para los animales era tan importante como la comida de la tropa. Los caballos eran especialmente sensibles a la falta de forraje, por lo que para el transporte se usaban burros, mulas o bueyes. Estos últimos, aunque eran mucho más lentos, tenían la ventaja de ser comestibles. La logística era, por lo tanto, una importante limitación para los ejércitos. Por ello se elegían las estaciones de primavera y verano para las campañas por la facilidad de encontrar forraje. Otros elementos logísticos de especial relevancia eran la madera para cocinar y el agua. Las tiendas, camas, útiles de cocinas constituían el resto de los elementos que acompañaban a un ejército en la antigüedad. Ni munición, ni piezas de repuesto eran necesarias. Por estas razones los ejércitos carecían de bases estratégicas y simplemente se apoyaban en campamentos instalados en la zona donde operaban. En estas condiciones la estrategia tenía poco sentido, pues no existían bases que destruir o líneas de comunicaciones que cortar.
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Esta situación tenía su riesgo ya que, al perder el control político de la capital, las facciones en la oposición podían intentar más fácilmente hacerse con el poder.
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3.2
Tecnologías Basadas en la Pólvora
3.2.1 Bombardas, Arcabuces, Petardos23 y Obuses (1.400 al 1.600) La pólvora era meramente un débil explosivo conocido en Europa alrededor de 1.250, probablemente traído de China por bizantinos, árabes o mongoles. Entre cincuenta y setenta y cinco años fueron necesarios para que alguien descubriera como hacerla mortal confinándola y prendiéndola en un tubo con un extremo abierto y otro cerrado. Al principio el tubo era de bambú pero pronto se usaron tubos de metal. El tubo se rellenaba al principio de pólvora, piedras, porcelana o trozos de hierro. Con la introducción de las armas de fuego surge un nuevo fenómeno en la historia militar. El uso de la potencia explosiva de los gases ardientes - producida al encenderse una mezcla de nitrato de potasio, sulfuro y carbón de madera - proporcionó la base para crear armas mucho más mortíferas. Sin embargo, las primeras armas eran pesadas, lentas de cargar y disparar, de corto alcance e imprecisas, por lo que eran poco prácticas y no destacaban especialmente respecto a los arcos y ballestas. La ventaja era que las levas de infantes podían adiestrarse rápidamente en su uso en contraste con los meses de entrenamiento que requerían los arcos y ballestas. De esta forma se facilitaba la constitución de un nuevo ejército. Otra ventaja era que las heridas tenían una mayor tendencia a infectarse en relación con la de una flecha. La transición fue un proceso lento, lleno de desconfianza hacia las armas de fuego. Así las ballestas no se descartaron hasta 1.566 en Francia y las armas de fuego no fueron adoptadas oficialmente en Inglaterra hasta 1.596. El avance tecnológico más significativo que hizo posible el desarrollo de las armas de fuego, fue la técnica de moldear el hierro. El uso de martillos para aplastar el mineral de hierro y de fuelles más grandes, ambos propulsados por agua, hizo posible las altas temperaturas necesarias para causar la absorción del carbón por el hierro y la licuefacción que permitía que el hierro líquido pudiera llenar los moldes de arena y arcilla. Así, ya en el siglo XIV, los altos hornos en Renania eran capaces de moldear hierro con gran variedad de formas. Desde el comienzo se desarrollan dos tipos de armas: las armas de uso individual y los cañones, armas pesadas que requerían varias personas para su operación. 3.2.1.1 La Evolución de las Armas Individuales El desarrollo y la producción de armas individuales comenzaron al mismo tiempo que la producción de grandes piezas, ya que era más fácil forjar un cañón cuando sus medidas eran pequeñas. Las primeras armas eran simplemente pequeños tubos de hierro o latón de unos 25 centímetros de longitud y un calibre entre 25 y 45 milímetros que se sostenían con una mano y se disparaban con la otra acercando una cerilla a un orificio u oído. Estas armas eran difíciles de apuntar y el cañón se calentaba enseguida, impidiendo cogerlo con la mano. Por ello se montaron pronto sobre un bloque de madera. De esta rudimentaria arma pronto se evolucionaría a diferentes tipos de armas individuales. A mediados del siglo XIV se le añade un mango o empuñadura para controlar el cañón. Al principio estaban abrazados a simples palos de entre un metro y metro y medio, pero, incluso con esta simple empuñadura, la precisión seguía siendo pobre.
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El petardo era un canuto de metal relleno de material explosivo que se aseguraba a los muros o puertas de una fortaleza para forzar una entrada mediante su detonación.
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La efectividad del arma estaba también condicionada por la calidad de la pólvora. Durante el transporte el nitrato de potasio, más pesado, caía al fondo mientras que el carbón más ligero subía a la superficie. Esto requería mezclar la pólvora antes de entrar en combate. Además la ausencia de suficiente espacio de aire entre las finas partículas de pólvora impedía una rápida combustión. Esta baja calidad hacía necesario tener que rellenar hasta tres cuartas partes del cañón con pólvora. Luego se ponía un taco de madera y por último la bala que se colocaba casi en la boca. Por lo tanto, las primeras armas individuales eran esencialmente de efecto psicológico y poco mortíferas, pero el ruido, humo y fuego de la explosión era útil para asustar a la caballería. El problema de crear una mayor presión dentro del tubo se consiguió en el siglo XV con la invención de la pólvora en grano que permitía una mayor uniformidad de los tres componentes y una distribución más igualada del aire. La explosión era entonces más uniforme y casi instantánea. El alcance máximo de estas armas eran unos 180 metros, pero el efectivo era solo de unos 40. Las armas eran al principio bastante inmóviles, ya que se necesitaba cerca un fuego donde calentar un hierro o usar una brasa para encender la pólvora. La preocupación por prender la pólvora de una forma manual restaba capacidad de apuntar el arma. Para resolver este problema se inventan, en este siglo, mecanismos para hacer la ignición más segura y el apuntado del arma más preciso. El oído se mueve de la parte más elevada al lado derecho del cañón y se le añade un pequeño saliente para apoyar pólvora de primera calidad y garantizar el encendido. Los cañones se hicieron más largos y las empuñaduras más cortas. Pero el desarrollo más importante fue la introducción de una mecha incandescente de combustión lenta y un mecanismo para sostenerla. La mecha era una cuerda que había sido empapada en nitrato de potasio y secado posteriormente. Esta mecha encendía la pólvora colocada en la cazoleta. Los dispositivos iniciales para sostener la mecha eran simplemente una espiral giratoria que se alzaba y se bajaba a mano, pero pronto se conectó a un gatillo de forma que cuando se pulsaba la espiral bajaba apoyándose en la cazoleta. El tirador podía ahora mirar a su objetivo mientras disparaba. Para facilitar también la puntería las empuñaduras se curvaron para poder apoyarse en el pecho y en el hombro. El nuevo tipo de arma que surgió de todas estas innovaciones se denominó arcabuz24. Su peso era de unos 7,5 kilos y disparaba una bala cuyo peso era 30 gramos aproximadamente. Su velocidad en la boca era de 250 metros por segundo y un alcance entre 100 y 200 metros. La cadencia de tiro era todavía muy baja y dos disparos en tres minutos se consideraba un excelente registro hacia 1.570. A pesar de sus limitaciones, en especial su bajo poder de penetración, era un arma de fuego verdaderamente útil y sería el arma estándar durante un siglo. Conforme la infantería empezaba a usar armadura fue necesario desarrollar un arma capaz de perforarla y detener también a la caballería pesada. Esta arma sería el mosquete, un arma más pesada, con una mejor balística. El mosquete fue desarrollado por los españoles y se usó por primera vez en 1.530 como un arma para posiciones defensivas. Un cañón más largo, una bala más pesada y una pólvora de más calidad permitían una mayor velocidad, alcance (unos 300 metros) y de esta forma penetrar la armadura de la caballería pesada. Debido a su peso, alrededor de 12.5 kilos, el mosquete era un arma relativamente estática que requería apoyar el cañón en una horquilla para hacer puntería. El mosquete se perfeccionó gradualmente hasta que reemplazó al arcabuz.
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Etimológicamente “tubo arqueado”. La construcción de la empuñadura, su forma y el uso de un gatillo, probablemente fue un préstamo de la ballesta.
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Las mechas constantemente encendidas eran incomodas, peligrosas y gastaban ingentes cantidades de estopa. Para solucionar este problema se desarrolló una llave en forma de rueda que al pulsar el gatillo hacia que girara rascando un trozo de pedernal. Esta llave fue empleada por la caballería, pero era demasiado cara y delicada para su uso generalizado. En el siglo XVI aparecen dispositivos mecánicos con pirita o pedernal que golpeadas contra el acero producían chispas que prendían la pólvora. En el siglo XVI cuando el uso de las armas de fuego en el campo de batalla se hizo práctico, éstos estaban dominados por la falange de picas y la caballería pesada. Su principal contribución fue defender la falange de picas y la defensa de trincheras y fortificaciones. Debido a su imprecisión se disparaban en andanadas sobre agrupaciones de fuerzas enemigas con la esperanza de alcanzar a alguno. De esta forma su eficacia era superior a las armas anteriores, pero, debido a su vulnerabilidad, debían ser protegidos por alabarderos o trincheras. Los arcabuceros, mosqueteros y artilleros, incapaces de empuñar a la vez un arma de fuego y un arma apropiada para el combate cuerpo a cuerpo, permanecieron como auxiliares de las formaciones de choque dominantes, separados pero no independientes y organizados en su mayoría en pequeñas formaciones agregadas a unidades de alabarderos. Cómo combinar la pica con un arma de fuego en una única arma fue el principal problema táctico y técnico que no llegaría a resolverse hasta finales del XVI. 3.2.1.2 La Evolución de la Artillería Los primeros cañones parecían botes apoyados en madera e inclinados en la dirección de tiro. Pronto se evolucionó construyéndolos de la misma forma que un barril, mediante duelas de hierro forjado soldadas y flejes, aunque su tendencia a reventar los hacía casi tan peligrosos para el que los disparaba como para el adversario. Durante el siglo XV experimentaron un considerable incremento de potencia y tamaño. No se sabe a ciencia cierta cuando se usó la metalurgia para fabricar el primer cañón de un solo bloque. Los primeros cañones se fabricaban de bronce. La ventaja fundamental del hierro era su bajo coste ya que otros metales, como el latón o el bronce, más duros y menos proclives a explotar. La técnica de moldear los cañones fue adaptada de los fabricantes de campanas. Con el metal liquido se llenaba un molde, fabricado de arcilla, que luego se dejaba enfriar. Para extraer la pieza era necesario romper el molde, por lo que cada arma era una pieza única. El método para conservar el molde tardaría, todavía, dos siglos en aparecer. Tras la ruptura del molde se tenía que taladrar el tubo dejado por la ruda metalurgia. Esto se hacía mediante una broca montada en un largo eje propulsado por un molino de agua. El eje estaba sujeto tan sólo en un extremo por lo que el proceso no era muy preciso. Además el proceso no podía corregir las imperfecciones del molde original. Un cañón se usaba para combate sólo si superaba una serie de pruebas que consistían en inspecciones visuales, golpes de martillo y el disparo de cargas de peso creciente. Al final del siglo XVIII los holandeses se convierten en verdaderos expertos en taladrar cañones sólidos. A finales del siglo XIV el cañón empezó a transformar la guerra conforme se extendían las técnicas de su fabricación sustituyendo al viejo trabuco en los asedios debido a su mayor eficiencia. El modelo más importante de los cañones pesados que aparece en este siglo son las bombardas25. Su tubo era corto forjado generalmente con bronce o 25
Uno de los primeros lugares en usarlo fue en el asedio de Algeciras de 1.342.
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hierro. Como el proyectil de piedra podía llegar a pesar 150 kilos, se necesitaba una enorme cantidad de pólvora que casi llenaba el ánima, por lo que tenía baja precisión y poca velocidad. Para ser efectivas las bombardas tenían que acercarse literalmente a tiro de piedra de las murallas. La efectividad del cañón en el asedio mejoró cuando los tubos se hicieron más largos y mejoró la metalurgia. Alrededor de 1.450 la munición de piedra se reemplazó por balas de hierro fundido que dejaban menos espacio entre la bala y el ánima del cañón por lo que ganaban en velocidad en la boca y en energía de impacto. Además no se hacían añicos al chocar contra una muralla. Desde 1.470 era fácil abrir una brecha en la sillería de los altos muros de las ciudades. A partir de ese momento, las ciudades amuralladas habían quedado obsoletas. Sin embargo, pese al uso potencial de la artillería en campaña, ésta tuvo una implantación mucho más lenta, entre otras razones por su peso que hacia difícil cambiar su asentamiento. El primer uso de la artillería en campaña fue al final de la guerra de los Cien Años. Esta artillería tenía la suficiente movilidad para jugar un papel relevante en varias batallas. Al final del siglo XV, los franceses montaban cañones relativamente ligeros de bronce sobre carros de dos ruedas tirados por caballos, e inventaron también el muñón, situado en el centro de gravedad, que permitía el montaje permanente del cañón sobre ruedas y variar fácilmente el alza simplificando el proceso de apuntado. Este cañón sería el origen de la pieza de artillería moderna. Sin embargo, en el siglo XVI, la artillería no logró combinar movilidad con un largo alcance, ya que se requería un cañón con una relación longitud/calibre superior a 20 y paredes gruesas para soportar las elevadas presiones de la detonación de la pólvora en su interior. Esto hacía que las piezas de artillería fueran muy pesadas y por lo tanto difíciles de mover. Por ello los cañones de pequeño calibre fueron los que tuvieron mayor peso en la batalla. Debido a la profusión de diferentes cañones, muchas veces debido a la investigación de nuevos tipos era imposible el intercambio de munición entre ellos, dando lugar a uno de los primeros problemas serios de interoperabilidad26. Durante el siglo XVII la artillería muestra una cierta madurez no produciéndose cambios significativos durante casi 200 años. La artillería se especializó en tres clases de piezas que todavía perduran en la actualidad: el tipo culebrina con una relación calibre longitud entre 25 y 44, el tipo obús con una longitud entre 15 y 28 y el denominado pedrero o mortero con una relación entre 5 y 15. El primero con una alta velocidad en boca y por lo tanto gran precisión se usaba para tiro tenso. Su gran peso reducía su uso a los asedios. Los segundos eran más ligeros y sacrificaban precisión y distancia por una mayor movilidad. Los últimos podían ser transportados a cualquier lugar del campo de batalla montados en carros, aunque una vez en su emplazamiento no solían moverse. Los morteros se usaron desde el principio para tiro indirecto, pues su trayectoria curva les permitía sortear las murallas en los asedios y alcanzando almacenes, acuartelamientos y formaciones en reserva. Además podían disparar proyectiles explosivos. Su desventaja era su corto alcance y baja precisión. 3.2.2 Nuevas Fortificaciones y las Operaciones de Asedio (1.400 a 1.700) Durante dos siglos la única mejora en las fortificaciones fue la construcción de almenas en piedra sobresaliendo de la parte alta de los muros. De esta forma se podía dis26
El emperador Carlos V de España ordenó la estandarización de la artillería imperial en siete tipos de cañones.
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parar o lanzar aceite hirviendo, a través de pequeñas aberturas sobre los posibles atacantes sin incurrir en grandes riesgos. Los asedios de las fortalezas tenían un elevado coste, pues requerían mantener un ejército durante el largo periodo que era necesario para su conquista y pocos monarcas podían permitirse esta posibilidad. La introducción de la pólvora a principios del siglo XV cambió la situación, ya que cualquier cañón era mucho más potente que las armas anteriores. El asalto de una fortaleza ya no requería prolongados trabajos de ingeniería, ni largos periodos hasta que el sitiado agotara sus recursos27. Al principio los disparos de cañón, debido a su poca potencia, se usaban para despejar zonas del muro que permitieran realizar labores de minado, o aproximación de torres. Más tarde, aunque con una potencia muy baja, su trayectoria menos parabólica que el trabuco permitía abrir brechas. Los altos muros eran blancos perfectos para la artillería. Tan solo su parte baja era resistente por lo que se podía derruir fácilmente y sus ruinas generalmente facilitaban el cruce del foso. Además, los elevados muros impedían colocar piezas de artillería para la defensa. Por otra parte, se desarrollaron técnicas para usar la pólvora como explosivo en el minado de los muros de las fortalezas asediadas28. El concepto de fortaleza medieval había quedado, por lo tanto, anticuado. Durante el siglo XVI se produjo una revolución en las fortificaciones que permitió restablecer el equilibrio entre atacantes y defensores en las operaciones de asedio. Los vulnerables muros y torres fueron reemplazados por otros más bajos y anchos, para de esta forma proporcionar emplazamientos adecuados para la artillería defensiva y ofrecer una silueta menor. De esta forma era más difícil el proceso de apertura de brechas para las armas de asedio y su minado excavando galerías, ya que debido a su longitud el aire no llegada con facilidad a los zapadores. Estas fortificaciones, originadas en Italia, se dotaban de bastiones triangulares colocados de tal forma que la artillería podía batir cualquier aproximación a la fortificación, incluso el propio foso u otro bastión. Su forma característica era una estrella de cinco puntas. La fortaleza se rodeaba de un amplio foso y delante de éste de una baja contraescarpa bordeada con obras de tierra y un pasillo cubierto a lo largo de su parte más alta para permitir el rápido movimiento de las fuerzas defensivas de un punto a otro. En la contraescarpa se podían colocar pequeñas piezas de artillería ligera para mantener los cañones de asedio a distancia. La defensa se podían completar con pequeños bastiones y otros trabajos de tierra más alejados de la fortaleza que se podía repetir constituyendo de esta forma una defensa escalonada. En vez de enfrentarse al asediante con obstáculos físicos que pudiera batir fácilmente la nueva técnica era, por tanto, una cortina masiva de fuego que detuviera el asalto antes de que éste comenzara. La mayor complejidad de los asedios y su elevado número29 atrajo a científicos, arquitectos y estudiosos que analizaban ángulos de tiro, zonas ciegas, etc., para diseñar una buena defensa. Entre ellos destacaría el francés Sebastian de Vauban. De esta forma los métodos de asedio se refinaron y sistematizaron. Como era necesario acercar los cañones a los muros se excavaban trincheras, en zigzag para reducir las posibilidades de fuego de enfilada, bajo el apoyo de cañones tipo culebrina, hacia un posible punto vulnerable en las defensas30. Cuando se alcanzaba un 27
La caída de Constantinopla en 1.453 fue fruto de este cambio pues en menos de dos meses los turcos fueron capaces de destruir sus muros usando cañones.
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Un pionero en esta nueva técnica fue Pedro Navarro, ingeniero de Gonzalo de Córdoba.
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Se estima que en esa época se producían tres asedios por cada batalla en campo abierto.
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A veces los asediantes excavaban sus propias trincheras hacia las posiciones enemigas para detener el ataque.
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punto donde batir a la artillería ligera de la contraescarpa se movían los cañones hasta ese punto y bajo su cobertura se reiniciaba el proceso de abrir nuevas trincheras hasta un nuevo punto donde ya se pudiera alcanzar a la fortificación. El diseño de las trincheras y su ubicación pasó a convertirse en una ciencia y es el origen de los ingenieros zapadores. La operación de asedio era, en cualquier caso, larga (entre 40 y 60 días), laboriosa, costosa y con un elevado número de bajas. Este método no sufriría cambios hasta el siglo XIX. En resumen, la llegada de la pólvora y la artillería convirtió los asedios en operaciones más complejas y costosas. Esta especialización forzaba a que sólo los monarcas, los únicos que podían permitirse el lujo de tener artillería, pudieran fortificar o asediar con éxito haciendo de esta forma que decayera irremisiblemente el poder feudal. En adelante, serían necesarias mayores unidades políticas para sostener los costes, la burocracia y la experiencia técnica que precisaban este tipo de operaciones31. 3.2.3 Los Tercios Españoles (1.500 a 1.600) Los españoles en general, y el Gran Capitán - Gonzalo Fernández de Córdoba - en particular, fueron los primeros en apreciar la potencialidad del arcabuz que fue el arma principal en las brillantes campañas que se sucedieron en Francia y en el Sur de Italia en el siglo XVI. Su deseo de adoptar las armas de fuego individuales, sus constantes esfuerzos por mejorarlas y el intento de establecer una organización táctica que mejorara su efectividad, inició un siglo de supremacía militar española en Europa y en el mundo. Gonzalo de Córdoba descubrió la potencialidad de las armas de fuego como multiplicadores de fuerza en defensiva. También ideó una solución para resolver el principal problema de la infantería en ese siglo, la protección de los arcabuceros en campo abierto cuando estaban recargando el arma. Esta protección era particularmente importante ante una carga de caballería. La solución consistía en formar unidades combinadas de arcabuceros y piqueros, que proporcionaban una defensa estable, y que explotaba la potencia de las armas de fuego ligeras en ofensiva. Ésta fue la base de los tercios que dominaron los campos de batalla en Europa para el resto del siglo. Durante ese periodo se produjo un nuevo desarrollo táctico de gran entidad, la denominada contramarcha, en la que sucesivas filas de arcabuceros o mosqueteros disparaban y se retiraban para recargar sus armas. Diez filas de soldados eran necesarias para mantener un fuego continuo. Los intentos de adaptar las armas de fuego a la caballería resultaron en el arcabuz de caballo prototipo inicial de la pistola. Aunque teóricamente era un arma para disparar con una mano, la complejidad de manejar la llave de mecha obligaba a usar las dos manos, por lo que el jinete tenía que elegir entre disparar o gobernar el caballo, lo cual resultaba bastante inapropiado. La invención en 1.515 de la llave de rueda, aunque menos fiable, permitía disparar con una mano. Para asegurar una módica potencia de fuego el jinete llevaba en el caballo más de una pistola. Una vez disparadas o bien se retiraba para recargarlas o usaba su espada para continuar la lucha. Una táctica parecida a la contramarcha, denominada la caracola, se usó en caballería, aunque era una operación compleja que podía quebrarse fácilmente con una contracarga de caballería enemiga.
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En muchos casos los reyes intentaban además monopolizar la fabricación cañones. En cualquier caso la guerra se había hecho excesivamente cara para el poder feudal y se podría decir que nos encontramos ante un primer ejemplo histórico de desarme estructural. Como ejemplo del creciente coste de los asedios podemos citar los apuros económicos de Felipe II para financiar sus campañas en Holanda.
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3.2.4 Evolución de la Guerra Naval (1.500-1.800) En el ámbito naval la era de la galera toca a su fin. Los barcos y la táctica naval había cambiado poco en el Mediterráneo desde la batalla de Salamina en el año 450 a.C. a Lepanto en el año 1.571 d.C. El objetivo del combate era o bien chocar con el espolón para perforar y hundir el barco enemigo o abordarle. La única diferencia era que en Lepanto se disponía en la proa de pequeños cañones32 cuyo objetivo era la infantería y no la estructura del barco. Además los arcabuceros y mosqueteros derrotaron a la infantería turca armada con arcos compuestos. La técnica de la coca del norte de Europa y la galera del sur se unen en un nuevo barco con tres mástiles que mezcla velas cuadradas y latinas que hacía posible combinar mayor maniobrabilidad con empuje. Alrededor de 1.500 se usa una vela cuadrada en el bauprés de proa que tiene influencia sobre el timón lo que permite una mayor maniobrabilidad permitiendo moverse con un ángulo de 80 grados respecto del viento y escapar de la costa situada a sotavento. Además las velas de los mástiles eran más pequeñas y numerosas favoreciendo el control del barco, en especial, durante las tormentas. Los primeros barcos de este tipo, denominados carracas y carabelas, aparecen en el país vasco y se extienden pronto por toda Europa. La resistencia de estas naves era tal que Magallanes consiguió dar la vuelta al mundo en tres años y aún más importante este hecho no fue aislado sino que convirtió este tipo de travesías en algo bastante habitual. Esta nueva capacidad requería mejores medios de navegación. La brújula, que aparece en el siglo XIII originalmente suspendida de un hilo, se convierte en una aguja que gira libremente sobre un pivote situado en el centro de una rosa de los vientos, que será el origen de la brújula moderna. A principios del siglo XVIII el viejo astrolabio se sustituye por el cuadrante que incorpora un espejo y un pequeño telescopio que permite observar, a la vez, el sol y el horizonte. De esta forma se podía medir su ángulo independientemente del movimiento del barco. En 1.757 se desarrolla el primer sextante. De esta forma quedaba resuelto el problema de medir la latitud que no sufriría cambios sustanciales hasta la aparición de la navegación inercial o controlada por radio del siglo XX. La determinación de la longitud era más compleja y requería el uso de relojes. Los de péndulo, inventados por Huygens no eran transportables y hasta la aparición del reloj con un mecanismo oscilador basado en muelles no se pudo emplear en un barco. A pesar de ello, la temperatura hacía variar el periodo de oscilación lo que los hacía bastante imprecisos. Este problema que fue resuelto en 1.772 por Jhon Harrison. En el siglo XV aparecen unas primitivas cartas de navegación denominadas portulanos que mostraban dibujos de la costa desde el mar, especialmente de puertos. Otro tipo de carta eran los loxodromos que consistían en líneas que emanaban de la rosa de los vientos que daban una serie de rumbos. El navegante debía decidir cuál de éstos era paralelo al rumbo que necesitaba tomar desde su punto de partida a su destino. La elaboración de cartas náuticas estuvo primero en manos de portugueses y españoles. Más tarde las ciudades de Amberes y Amsterdam se convirtieron en los principales centros de publicación. Con este bagaje Europa emprendió la aventura de conquistar el mundo, expandir el comercio y fundar colonias. Conforme decaía el coste de navegación se empezó a importar todo tipo de materiales. Este comercio se convirtió pronto en objetivo de los Estados cuyas marinas se dedicaban a combatir y comerciar, no quedando muy claro el límite entre el comercio y la guerra. La falta de medios de comunicación hacía relativa32
Unos cañones más pesados desequilibrarían un barco tan ligero como la galera.
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mente fácil dedicarse al corso bien privado, bien del gobierno. Para defenderse del corso, los Portugueses y Españoles organizaron convoyes escoltados por buques armados y construyen fuertes a lo largo de sus rutas de navegación. Muchas guerras entre España y Holanda, y entre Holanda e Inglaterra, fueron de captura de los convoyes enemigos y protección de los propios. Vencer en el mar significaba dominarlo y poder capturar los buques de otra nación con facilidad produciendo un cierto estrangulamiento económico sobre el vencido. A comienzo del siglo XVI se inventa la porta o tronera, una apertura en el costado del barco con una cubierta articulada que facilitaba la estiba de la carga33. Los fabricantes ingleses de barcos idearon un método para disparar con un cañón, ubicándolo en la cubierta baja de un barco y empleando la porta. De esta forma el retroceso del arma no desestabilizaba el barco al estar cerca del centro de gravedad. Los españoles pronto siguieron este ejemplo y desarrollaron el galeón, una nao (evolución de la carraca) reforzada de uso militar. El empleo de la pólvora en el mar iría desplazando la batalla naval hacia el tiro a distancia, en sustitución del abordaje. Durante el siglo XVI España se convierte en una potencia naval. El apoyo de los ingleses a las provincias rebeldes holandesas y los ataques de Sir Francis Drake numerosas bases españolas en el nuevo mundo decidió, entre otras razones, a Felipe II, rey de España, a intentar destruir este poder naval emergente enviando la expedición de la Armada Invencible. Aunque en su derrota confluyeron muchos factores34, fue la capacidad de hacer fuego a larga distancia, en la que los ingleses tenían mayor experiencia y un mayor número de cañones (1.800 frente a 600), la que decidió, en último término, los enfrentamientos, pues esta capacidad era la que conseguía destruir las galeras más maniobrables, antes de que éstas atacaran con su espolón o abordaran al enemigo. A principios del XVII los ingleses eran tácticamente superiores a los holandeses y españoles debido a su concepto revolucionario de la potencia de fuego naval basada en duelos de artillería. Debido a que apuntar era relativamente difícil en el mar, a causa del balanceo, y la baja potencia de la artillería los duelos se realizaban a corta distancia, inferior a los trescientos metros. El fuego se detenía cuando el otro barco se hundía o se iniciaba un abordaje. El único progreso importante a principios de este siglo era un sistema de sujeción mediante cuerdas del retroceso del cañón que permitía que descansara lo suficientemente dentro del barco y lejos de la tronera para permitir una fácil recarga. De esta forma se suprimió el carrusel formado por un barco disparando mientras los otros cargaban las piezas y se adopta la formación en línea - todos los barcos en columna, a intervalos regulares - permitiendo de esta forma una potencia de fuego superior. La dificultad de controlar un gran número de barcos, desplegados en varios kilómetros, era un escollo para combinar la táctica naval con la navegación. Es en este momento cuando entran en escena los buques insignia que alcanzarían su máxima expansión un siglo más tarde. Las ordenes se daban izando y arriando banderas de diferentes colores, mientras que por la noche se utilizaban luces de distintos colores. Este método era, en muchos casos, inadecuado debido a la distancia, la niebla, el humo de la pólvora o la propia confusión de la batalla. Los combates se realizaban en formaciones paralelas de cada bando. Los disparos al inicio se hacían contra los mástiles y la arboladura, para de
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Estas portas se cerraban y sellaban en caso de mal tiempo evitando la entrada del agua.
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Los problemas logísticos entre otros fueron de primera magnitud. Medina-Sidonia no pudo reabastecerse de munición por el Duque de Parma. Aunque las tormentas causaron muchos daños en el regreso, no fue menores las bajas causadas por el hambre y la sed.
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esta forma reducir la movilidad del enemigo, luego los disparos se dirigían al casco para hundirlo. Hacia 1.700 se producen dos nuevos avances. El timón de rueda que se conecta mediante una serie de cabos y poleas a la caña facilitando el gobierno del barco y la funda de cobre de la obra viva que protege la madera del casco del caracolillo y de la broma (teredo navalis) que carcomía la madera. Durante la revolución de las colonias americanas, los ingleses realizaron nuevas innovaciones. Se desarrolló un nuevo mecanismo de pedernal que producía chispas en el oído reduciendo el tiempo de detonar el cañón. Se producen mejoras en los sacos de pólvora y se humedecen los fajos entre la pólvora y la bala para evitar un prendido prematuro. Se añaden muelles metálicos y planos inclinados, debajo de las ruedas, para facilitar el retroceso del cañón y un sistema permitía desplazar y bloquear el cañón a izquierda y derecha, un gran avance ya que no es necesario orientar al barco a un determinado ángulo antes de disparar. Otras innovaciones son el uso de una bala que se calienta al rojo vivo como arma incendiaria en vez de lanzar barcos o balsas ardiendo más complicadas y peligrosas, y el empleo de una doble bala unida por una cadena de hierro para destruir la arboladura. Otra mejora fue el desarrollo de un cañón barato denominado carronade. Aunque tenía un alcance reducido debido a su corta longitud y sus paredes delgadas que le impedían una carga de pólvora elevada, su gran calibre lo dotaba de gran eficacia y tuvo una gran influencia en las victorias inglesas sobre los franceses a final del XVIII. 3.2.5 La Época de Gustavo Adolfo: la Combinación de la Infantería y la Artillería (1.600-1.700) La transición militar desde la Edad Media a la era Moderna se completó durante el siglo XVII. El mosquete reemplazó a la pica, la caballería pesada de los nobles se modificó para quedar finalmente anticuada, la formación básica tipo falange se hizo lineal y la estática artillería de asedio se transformó en una masiva artillería móvil con un papel tan importante como el de la infantería y la caballería. En adelante, sería la adecuada combinación de estas tres armas la que decidiría el signo de una batalla. Fueron Mauricio de Nassau, Príncipe de Orange, y Gustavo Adolfo, Rey de Suecia, los principales artífices de estos cambios. Durante este período hubo varios cambios en las armas ligeras, la transformación del mosquete fue significativa. Gustavo Adolfo redujo su peso haciendo innecesaria la horquilla. Para ello mejoró la calidad de la pólvora y adoptó el cartucho de papel que contenía una carga fija con la pólvora medida, un fajo y la bala consiguiendo una uniformidad balística. De esta forma normalizó la presión dentro del ánima y así pudo reducir el grosor del cañón y la longitud del mosquete a poco más de metro. Todos estos cambios producirían un arma más ligera, manejable y fácil de cargar, con una cadencia de fuego de un tiro por minuto. La llave de pedernal se impone a la mecha encendida debido a su menor coste, aunque de forma lenta debido al conservadurismo militar. Su principal ventaja era una mayor seguridad, lo que permitía agrupar las tropas, incrementando de esta forma su número y el volumen de fuego sobre un espacio dado. Además el número de pasos para cargar el arma se reducía aumentando de esta forma la cadencia de tiro y por lo tanto la potencia de fuego.
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Aunque ya estaba disponible el mosquete con el ánima rayada o con surcos en forma de espiral - llamado comúnmente rifle - mucho más preciso su uso a gran escala estaba limitado por el alto coste de su fabricación. La pica se sustituye alrededor de 1.680 por la bayoneta que se inserta en la boca del mosquete combinando ambas funciones en una sola arma y constituyendo un reemplazo parcial de ésta. Más tarde se consiguió colocar la bayoneta de forma que no obstruyera la boca del arma y así poder disparar con la bayoneta calada. Este invento fue rápidamente adoptado por todos los ejércitos de Europa y los soldados con pica desaparecieron rápidamente de los campos de batalla35. El creciente alcance de las armas de fuego requerirá una reordenación de la táctica y del adiestramiento de las unidades, ya que las probabilidades de fratricidio crecen de una forma importante. A partir de este momento surgen la uniformidad y el uso de colores para identificar quien es quien en el campo de batalla. Mauricio de Nassau fue el artífice del adiestramiento sistemático de las tropas para el combate. Dividió el proceso de carga de un mosquete en cuarenta y dos pasos dándole un nombre a cada uno. De esta forma se enseñaba a la tropa a usar el arma mediante voces y se lograba que actuara al unísono, reduciendo a su vez el tiempo de carga. El resultado era que el uso de las armas era mucho más eficiente. El adiestramiento incluía también la instrucción de orden cerrado marcando el paso. La contramarcha se realizaba ahora de forma natural, generando una serie ininterrumpida de andanadas difícil de soportar por un adversario. De esta forma redujo el número de piqueros en sus formaciones. Mauricio patrocinó también la elaboración de mapas militares y utilizó los prismáticos para reconocimiento. También hizo un amplio uso de las fortificaciones de campaña y realizó numerosas innovaciones en las operaciones de asedio. Gustavo Adolfo hizo muchas innovaciones tácticas, pera quizá la más importante fue la de integrar todas ellas armoniosamente. Asignó a cada regimiento un cañón y fue el primer ejército que dispuso de un cañón ligero de tres libras que acompañara a la infantería incrementando de esta forma su potencia de fuego en primera línea. También empleó, por primera vez, la salva en momentos críticos del combate en vez de la contramarcha que, aunque impedía disparar durante un intervalo mayor, incrementaba de manera espectacular el volumen de fuego. Con Gustavo Adolfo la artillería se desplazaba en el campo de batalla en los momentos críticos para apoyar la infantería y la caballería. 3.2.6 Federico II de Prusia y el Perfeccionamiento de la Táctica del Fuego (1.7001.780) El siglo XVIII contempla la culminación de los progresos iniciados en los dos siglos anteriores. La tendencia a constituir ejércitos de campaña más grandes continúa, aunque de forma lenta. Esta tendencia trae consigo otras innovaciones como la centralización de la administración, el crecimiento de las organizaciones, la aparición de Estados Mayores para mantener estos ejércitos más grandes, la mayor complejidad de las finanzas y el coste creciente de la guerra, y el perfeccionamiento de maniobras precisas de las formaciones militares. Este proceso de maduración estaba completo, en esencia, a mediados de siglo. Las armas y la táctica sufren cambios graduales. El fusil con llave de pedernal reemplaza al mosquete con llave de mecha y la bayoneta sustituye a la pica. Debido a que 35
La bayoneta sigue en uso todavía en nuestros días como una rémora, ya que el número de bajas causadas por esta arma es prácticamente nulo.
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la recarga del arma llevaba tiempo la profundidad de las líneas de fusileros estaba relacionada con el factor de recarga. Debido a que la precisión era baja el fuego se hacía en andanadas que disparaban líneas de soldados a la orden. La desaparición del piquero no significó el fin de los diferentes tipos de infantería pues, en esta época, aparece el granadero. La granada de mano era una bomba esférica con una espoleta, formada por una mecha corta y rápida, prendida antes de ser lanzada. Se usó por primera vez en la guerra de los Treinta Años. Los granaderos debían ser soldados fuertes para poder lanzar estas granadas que pesaban casi un kilo y medio. Debido a su baja efectividad su uso desapareció por un tiempo, aunque los granaderos permanecieron como un arma especializada en tareas arduas. Hacia 1.740 reaparece en Europa la infantería ligera para realizar labores de protección avanzada y en los flancos. También podía realizar pequeñas incursiones y hostigamiento del enemigo y ataques contra sus líneas de comunicaciones. En definitiva, las mismas tareas que ya realizaba en los tiempos de Alejandro Magno. Las fortificaciones y las trincheras reemplazan la protección que la desaparición de la pica conlleva, convirtiendo la guerra en este periodo en algo más estático, basado en posiciones, guiada por reglas estrictas, pero también en general no decisiva. Una excepción a esta regla sería Federico II que llevó al límite de su perfección la táctica para las condiciones reinantes en su época. Esta perfección la logró gracias al entrenamiento y una severa disciplina. Uso la caballería, que se movía con la misma perfección que la infantería, con vigor, especialmente en los primeros momentos de la batalla (siempre atacaba primero). Basándose en el entrenamiento y el uso de la baqueta de hierro logró aumentar la cadencia de fuego a cinco disparos por minuto frente a los dos disparos de otros ejércitos de su época. Federico aumentó la movilidad de su artillería de forma que se desplazaba con el ataque, mediante pequeños saltos, proporcionaba un apoyo de fuegos constante a la infantería y caballería atacantes. El tiro indirecto de obuses de artillería lo empleó para atacar las reservas enemigas ocultas tras las colinas o en bosques. También mejoró los sistemas logísticos de sus tropas. 3.2.7 Napoleón y la Revolución en las Operaciones Militares (1.795-1.815) Lo realmente revolucionario en Napoleón fue los métodos operacionales - o Gran Táctica - y el uso estratégico de los ejércitos pues, realmente, no aparecen grandes innovaciones en su época, aunque sí algunas mejoras. Una de las causas que contribuyó al éxito de Napoleón fue su capacidad para aprovechar la movilización de todas las fuerzas de la nación para la guerra y el ejército de masas, la levée en masse, que recientemente había creado la revolución francesa, en beneficio de sus campañas militares36. La columna es la formación que usaban los franceses constituida por un número de unidades lineales en profundidad para proporcionar peso físico y psicológico a un ataque. Su valor táctico se basaba en la flexibilidad y versatilidad. La columna de ataque tenía dos funciones principales: aproximar las tropas en orden cerrado al enemigo y como fuerza de apoyo. Al inicio de la batalla se enviaban tropas de infantería ligera y se batía con la artillería. En el caso de que hubiera una fuerte resistencia la columna se desplegaba y se disparaban andanadas de fuego para quebrar la resistencia enemiga. Tras la huida del enemigo se reanudaba la marcha. 36
No sería ajeno a las levas masivas de población el fuerte crecimiento demográfico que se produjo a finales del siglo XVIII, que generaba unos excedentes de población que no tenían fácil acomodo en el campo que empezaba a dar síntomas de saturación.
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El carácter y funciones de la infantería ligera cambió considerablemente con la introducción del rifle, que se incorpora al uso militar al final del siglo XVIII pues proporcionaba una gran precisión y alcance debido a la rotación que imprime a la bala que la estabiliza durante el vuelo. El problema era la lentitud de su carga pues la inserción de la bala era más costosa debido a las estrías del ánima. Debido a su mayor coste y el no incorporar bayoneta se reservaba su uso a tiradores de elite. La artillería jugó un papel decisivo en las batallas napoleónicas y fue el mayor factor de mortalidad en sus guerras, más de la mitad de las bajas, probablemente debido a que su alcance era seis veces superior al mosquete. Napoleón heredó la excelente artillería de la monarquía francesa desarrollada por Griebeauval. Influido por Federico II, hizo de la movilidad la principal característica de la artillería francesa. Para ello redujo la longitud y el peso del cañón, y de la cureña. El uso de ejes de hierro en la cureña y de ruedas resistentes de gran diámetro facilitaba el movimiento del cañón en terrenos difíciles. Napoleón aprovechó esta ventaja para llevar la potencia de fuego al lugar donde se iba a realizar el esfuerzo principal. El alcance y la precisión mejoraron con una fabricación de las balas de cañón con una esfericidad y un diámetro más preciso. Esto permitió una reducción de la carga de pólvora, una menor presión en el ánima y por lo tanto un cañón más ligero. El uso de cartuchos prefabricados mejoró también la cadencia de fuego. Griebeauval hizo también dos importante aportaciones. El desarrollo de un tornillo sin fin para elevar el alza y la línea de mira. Ambos permitían una mayor precisión de tiro. La caballería permaneció como arma de choque con la lanza y el sable como armas principales. La caballería pesada estaba formada por los cuirassier que sólo usaba un casco y un escudo de pecho. Sus ataques sorpresa eran muy efectivos. La caballería francesa era especialmente eficaz atacando a la infantería en retirada, no así cuando le daba tiempo a organizarse en cuadros compactos. En este caso se necesitaba el fuego artillero para deshacerlas. Los franceses crearon en 1.794 la división como organización autónoma que combinaba la infantería, la caballería y la artillería. Esta autonomía era necesaria ya que durante los desplazamientos estas unidades se movían por rutas diferentes para disponer del suficiente apoyo logístico y sólo se concentraban en las grandes batallas. Las divisiones se organizaban en cuerpos de ejército cuando el tamaño de los ejércitos en campaña superaba los cien mil hombres. Con estas unidades aparecen los estados mayores para combinar los desplazamientos de las divisiones de un ejército como un todo. De esta forma desaparecen los ejércitos formados por un cuerpo principal y pequeños destacamentos. Estas unidades operaban dispersas y se les asignaba misiones diferentes como operaciones de engaño, flanqueos, bloqueos, etc. Bajo Napoleón las maniobras ocupando 25, 50 o hasta 100 kilómetros se hacen rutinarias. Napoleón siempre buscaba una batalla general como medio de destruir a las principales fuerzas enemigas, después de haber ganado una ventaja estratégica mediante la maniobra. Esta ventaja la lograba generalmente cortando las líneas de comunicación del adversario o interponiendo su ejército entre unidades dispersas. Napoleón usaba la concentración de fuerzas y la maniobra de forma combinada, tomando la iniciativa tan pronto como era posible para conseguir que el enemigo se adaptara a sus planes. No seguía un patrón táctico preciso, pero usaba la maniobra con mayor habilidad que sus adversarios. Después de la victoria lanzaba una enérgica persecución con su caballería. Sólo tras la destrucción de la principal fuerza enemiga ocupaba los principales centros políticos y estratégicos de la nación enemiga. La maniobra permitió siempre a Napoleón
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tener superioridad de fuerzas en aquellos puntos que eran críticos en la batalla, aunque en muchas batallas sus fuerzas fueron inferiores en número. Las operaciones asedios, aunque no desaparecen por completo, caen en declive, ya que los ejércitos tan numerosos ignoran los asedios por considerarlos superfluos. La derrota de Napoleón en Rusia tuvo causas fundamentalmente de tipo logístico, pues sus malas carreteras quebraron su sistema de aprovisionamiento y la pobreza del país impedía alimentar un ejército tan numeroso. El acoso de la guerrilla rusa y la política de tierra quemada que siguió el zar Alejandro I completaron el desastre. 3.2.8 Otras Tecnologías Relacionadas con la Defensa La llegada del papel de Oriente, un hecho contemporáneo con la llegada de la pólvora, facilitó la proliferación de la documentación escrita. El papel dio pié a la invención de la imprenta. La difusión de la imprenta fue la clave del nacimiento de la burocracia militar y de las fuerzas armadas modernas. Los libros baratos facilitarían la formación de los ejércitos profesionales. También en este periodo se desarrollaba en Venecia la contabilidad de doble asiento y se empezó a sustituir los números romanos por números arábigos. Estos avances permitieron mejorar todo el apoyo administrativo y logístico lo que permitió constituir ejércitos más grandes y permanentes. Los ejércitos comenzaron a usar una creciente burocracia para tratar los alistamientos, pagas, transferencias, ascensos, así como el aparato de la ley y la justicia militar. Durante el siglo XVIII se produjo una importante mejora de la infraestructura viaria de Europa, alcanzándose la que existía en tiempos del imperio romano. Esta nueva situación permitió el establecimiento de servicios de correo permanentes, aunque los mensajeros más rápidos no sobrepasaban la velocidad de 60-90 Km. al día, por lo que el control estratégico de la guerra actuaba como un freno a las operaciones. Aunque la invención, hacia 1.610, del telescopio ayudó a los comandantes a retener el control sobre frentes de 5 y 6 Km., no se produjeron, en este periodo, avances significativos en las comunicaciones que permitieran mejorar las funciones de mando y control. Tampoco se produjeron avances significativos en los sistemas de transporte, aunque la munición se convirtió en un nuevo elemento logístico de creciente importancia. Al final del siglo XV aparecen, en Lombardia, los primeros mapas con una representación en dos dimensiones realista. Gracias a la imprenta se podían reproducir de forma rápida y precisa. La triangulación37 se inventó en 1.617 haciendo posible el cálculo de distancias con precisión, en vez de basarse en simples estimaciones. Los mapas con curvas de nivel que definen el relieve no aparecerían hasta 1.777. En 1.740 se inició un mapa completo de una nación, Francia, usando la triangulación que sólo se logró completar tras la Revolución. A pesar de estos avances, los mapas seguían siendo, muchas veces, escasos. Al final de este periodo se empiezan a elaborar censos de población para recaudar impuestos y reclutar soldados. La revolución francesa los convertiría en una práctica regular. A principios del siglo XVII estaban disponibles relojes portátiles y a finales del XVIII los relojes tenían una precisión equivalente a los mecánicos actuales. Sin embargo su uso táctico todavía era reducido. Las diferencias horarias que existían entre las pro-
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La triangulación es un método que permite calcular distancias midiendo un lado y dos ángulos de un triángulo para de estar forma calcular la posición del otro vértice.
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vincias de una misma nación hace pensar que no existía una excesiva coordinación estratégica de las operaciones. A mediados del siglo XVIII surgen los primeros Estados Mayores. Estos surgen como órganos especializados de apoyo a los comandantes en el mando y control de los ejércitos. Su principal actividad era procesar la creciente cantidad de información que se empleaba en una operación militar, debido a la creciente escala de las operaciones militares y los requisitos logísticos superiores que requerían estos grandes ejércitos. El creciente volumen de información obligaba, cada vez más, a usar documentos escritos para ordenes de batalla, ordenes de marcha o informes de inteligencia, en vez de la comunicación oral. En este periodo aparecen las Academias de enseñanza militar para cubrir la necesidad de formación y adiestramiento de los oficiales de los ejércitos que deben afrontar una tecnología militar más compleja. Una de las primeras en crearse sería la Academia de Artillería de Segovia.
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Tecnologías de la Revolución Industrial
3.3.1 Tecnología y la Revolución Industrial (1.800-1.900) En el siglo XIX se producen importantes progresos y avances técnicos, al hilo de la revolución industrial, que se hacen más intensos en la segunda mitad del siglo. Los avances en la metalurgia, la química, la balística y la electricidad van a suponer una mejora substancial del armamento que, en última instancia, se traducirá en una nueva forma de hacer la guerra. Al final del XVIII el gran consumo de madera de los bosques europeos aumentó el coste de la fabricación del hierro forjado, por lo que se investigaron nuevos métodos que fueran más eficientes. Uno de estos métodos era agitar con una barra de acero el metal licuado en un horno reverberante alimentado con carbón. Su efecto era exponer todo el metal, no sólo la superficie, al aire logrando de esta forma una descarburación más completa, que lo transforma en hierro maleable que, aunque de inferior calidad, era más barato. En 1.829 se produce una innovación reciclando el aire caliente del horno, lo que reduce el consumo de combustible a una tercera parte. Otra mejora fue el pudelado que consistía en introducir en el fondo del horno oxido de hierro, el cual generaba monóxido de carbón bajo la superficie y producía una efervescencia que descarburaba el hierro más rápidamente. Gracias a estos avances y al uso del carbón mineral, la producción de hierro se multiplicaría por cien en Inglaterra entre 1.720 y 1.850. La producción del acero era muy reducida debido a que su coste era cinco veces superior al del hierro. Otra desventaja eran las imperfecciones propias del material. Su mayor dureza hacía más difícil darle forma. El acero empezaría a mejorar a mediados del XIX. La familia Krupps de Renania (hacia 1.851) fueron los primeros en fabricar piezas de artillería con acero con mayor resistencia a la tracción. La fabricación del acero de calidad, en grandes cantidades a un coste comparable al del hierro, se hizo posible por primera vez por los procesos de Bessemer y Siemens-Martin. El acero proporcionó material para múltiples usos como raíles, tapas de calderas, estructuras de acero para casas, barcos, y cemento armado. Entre 1.850 y 1.870 su precio cayó a la mitad mientras que su producción se multiplicó por seis. Los avances en la metalurgia del acero vendrían con el desarrollo de las aleaciones de acero con otros minerales como el cromo, el tungsteno, el manganeso, o el níquel. Muchos de estos avances derivaron de la nueva ciencia de la metalografía o estudio de
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las estructuras del metal. El descubrimiento de los rayos X por Roentgen dio lugar al nacimiento de la cristalografía que condujo a nuevos avances. Al compás las máquinas fresadoras sustituyeron a la forja del martillo por artesanos herreros y permiten dar un acabado final a las piezas más refinado. Además estas maquinas permitirían una mayor rapidez en la fabricación y una mayor producción. La producción de aluminio, necesaria para la fabricación de aviones, se realizaba ya a principios del siglo XIX, pero el proceso era tan caro que no se generalizó. En 1.886 se consiguió un nuevo método mediante electrólisis inaugurando, de esta forma, la época de los metales y aleaciones ligeras, que acabarían desplazando al acero y al cobre en muchos campos. En los siglos XVIII y XIX se producen grandes avances en el conocimiento de la física y la química pero éstos no empiezan a aplicar para resolver problemas militares hasta mediados del siglo XIX. Se producen tres importantes progresos. El primero fue el envasado y la conservación de alimentos. Pasteur descubrió el envasado en frascos de cristal, aunque los militares preferían envases metálicos. A mediados del siglo el proceso de sellado estaba bastante avanzado, pero no será hasta final de siglos cuando se consigue la producción masiva. En 1.860 aparece la leche condensada y en polvo y la margarina. El segundo fue la introducción de la antisepsia en la cirugía de campaña para prevenir las infecciones provocadas en las heridas por las bacterias. La asepsia consistía en el envasado el material quirúrgico una vez esterilizado. El tercero fue la cápsula de percusión y el cartucho. El descubrimiento del fulminante de plata y de mercurio fue uno de los primeros avances en materiales que ardían por efecto de un choque. La adopción de la cápsula de percusión fue lenta, pero acabó imponiéndose como método básico de encender la carga propulsora de las armas ligeras y de la artillería. Al principio la cápsula era un elemento separado, pero pronto se agrupó con la pólvora y el proyectil en un cartucho metálico. Con este avance la aparición del fusil de repetición y la ametralladora sería únicamente cuestión de tiempo. Las mejoras en la pólvora no se lograron hasta 1.860 cuando se descubrió el principio de la combustión progresiva, en el que la velocidad de combustión, y por lo tanto la de los gases en expansión en el ánima, podía hacerse más lenta comprimiendo la pólvora en grano en pastillas de mayor densidad. Las pastillas comprimidas exponían inicialmente un área menor que producía menos gas durante los primeros instantes, aunque su expansión continuaba conforme el proyectil se movía hacia la boca. Los resultados eran mayor velocidad en boca y presiones inferiores dentro del ánima. Este descubrimiento tuvo un efecto importante en el desarrollo de la artillería de anima rayada, ya que hizo posible disparar proyectiles más pesados. Aparecen también las pólvoras sin humo que ayudaban a ocultar al tirador y seguir apuntando al no desaparecer el objetivo de la vista. Al final del siglo, gracias a los trabajos de Nobel, aparecen nuevos explosivos como el TNT, el tetrilo, el ácido pícrico, PETN y la ciclonita. En el siglo XIX la ciencia balística logra triunfar, gracias a que la metalurgia y la mecánica alcanzan un estadio de desarrollo, que permite el diseño y la fabricación de armas suficientemente precisas en sus dimensiones y predecibles en su comportamiento para proporcionar una base para el análisis científico. La aparición del telégrafo38 alrededor de 1.830 supuso una mejora trascendental de las comunicaciones al hacer posible la comunicación instantánea entre personas situadas 38
Los primeros telégrafos ópticos, como el de Chappé, aparecen hacia 1.794 pero su corto alcance y su dependencia de la meteorología hizo que no sobrevivieran al telégrafo electromagnético. Su alto coste, sus estaciones se situaban cada ocho o diez kilómetros, hizo que su uso fuera primordialmente militar.
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a gran distancia sustituyendo a los lentos mensajeros a caballo. Su funcionamiento se basaba en un cable entre dos puntos a los que se conectaba una batería. En un extremo existía un interruptor, que abría o cerraba el circuito, mientras que en el otro extremo una bobina con un núcleo de hierro atraía una pieza móvil de hierro. Samuel Morse inventó un método de codificar el alfabeto mediante aperturas y cierres del circuito de dos tipos cortas y largas. De esta forma se podían transmitir unos cincuenta caracteres por minuto. El telégrafo supuso una mejora substancial para mandar y controlar las operaciones ya que reducía los retardos en la transmisión de ordenes y en la recepción de partes e informes permitiendo una dirección unificada39. Su principal inconveniente era el lento tendido de los cables. La destrucción de estos tendidos pronto se convirtió en un objetivo importante para los ejércitos. La invención del teléfono por Graham Bell, hacia 1.876, que permite la comunicación mediante voz por cable, supuso una nueva mejora en las comunicaciones al eliminar la codificación de los mensajes en Morse. Su uso a gran escala, el teléfono de campaña, no llegaría hasta la I Guerra Mundial. El fenómeno físico de la radiotransmisión lo demostró Heinrich Hertz en 1.885, pero no fue adaptado por Marconi a las comunicaciones hasta 1.908. La radio puede utilizarse para transmitir señales telegráficas, telefónicas o de otro tipo. Su característica esencial es la transmisión de señales eléctricas a través de la atmósfera permitiendo la comunicación donde el tendido de cable era difícil. Además permite la comunicación entre estaciones móviles y fijas. La radio fue una tecnología especialmente impulsada por los militares. Otro subproducto de final del siglo sería la radiogoniometría usada para la localización de buques. 3.3.2 La Gran Transición: de la Vela al Vapor, de la Madera al Hierro, del Cañón de Borda al de Torre (1.800-1.865) Horacio Nelson alcanzó los límites de la táctica naval con unos barcos que apenas se diferenciaban de los empleados por la Armada Invencible. Tras su victoria en Trafalgar el mundo naval sufriría una gran revolución que, en tan solo sesenta y cinco años, traería más cambios que los tres siglos anteriores. Estos progresos supusieron la rápida desaparición de los barcos de vela y madera. Los primeros efectos de la revolución industrial no fueron en la construcción naval, sino en el desarrollo del armamento y la munición pesada. La innovación más revolucionaria fue el cañón reforzado que, con el ánima rayada en una fase posterior, iniciaría la transición hacía la poderosa munición del siglo XX. Esta técnica de construcción se basaba en enfriar primero el interior del tubo, lo que hacía que la parte exterior conforme se enfriaba presionara hacia dentro. De esta forma se lograba que la fuerza explosiva de la carga fuera absorbida por la sección entera que rodeaba el ánima. Hacia 1.859 los nuevos cañones combinaban estos avances con la carga posterior. El ánima rayada creaba una mayor resistencia a la salida del proyectil lo que generaba mayores presiones en su interior que eran soportadas por la nueva técnica de construcción. Así se ganaba en precisión y en velocidad terminal, vital para perforar la coraza del buque enemigo. En las décadas de 1830 y 1840 las marinas empezaron a experimentar con la propulsión a vapor. Para conseguirlo era necesario reducir su tamaño y el consumo de com39
El telégrafo se usa por primera vez en la Guerra de Crimea. Su elevado coste reducía su empleo a las grandes unidades.
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bustible. El primer efecto de la propulsión a vapor fue incrementar la movilidad de las flotas navales. La máquina de vapor naval tuvo una oposición inicial por el tamaño de las ruedas de palas que se usaban al principio para la propulsión, y porque la propia máquina era un blanco fácil. También producía rechazo la nueva dependencia logística que creaba, pues se requerían bases en tierra para abastecer de combustible al barco. Hacia 1.837 un ingeniero sueco, Jhon Ericsson, inventó la propulsión mediante hélice que ocupaba menos espacio y permitía colocar las máquinas por debajo de la línea de flotación. Hacia 1.860, ante los progresos de la artillería citados anteriormente, aparecen los primeros barcos acorazados fabricados exclusivamente con hierro con cañones montados en una casamata giratoria, como el Monitor y el Virginia, que van sustituyendo lentamente al casco de madera. El empleo del hierro no se había intentado con anterioridad a causa de su alto coste, pero gracias a la revolución industrial su coste se reduce y se desarrollan nuevas máquinas para darle forma. El hierro, estructuralmente más resistente, y la máquina de vapor permitirían superar las dimensiones de los buques de vela y madera. Durante la guerra civil Norteamericana se empezó a experimentar con el submarino, pero hasta el siglo XX no se resolvería el problema de la propulsión bajo el agua cuando aparece el motor de combustión interna, y el motor y la batería eléctrica. El segundo desarrollo fueron las minas submarinas, llamadas originalmente torpedos, que eran usadas para proteger puertos y defensas costeras. A finales de siglo se daría propulsión a estas minas mediante un sistema de aire comprimido que hacía girar una pequeña turbina unida a una hélice. Para mantener el rumbo se usarían giroscopios y un regulador de profundidad hidrostático. Todos estos avances y el hecho de que podía hundir el barco, al hacer impacto en una zona poco protegida, le convertía en un arma especialmente eficaz. Con este desarrollo aparecerán las lanchas torpederas especializadas en aproximarse a gran velocidad a los grandes acorazados y lanzar los torpedos. 3.3.3 El Rifle, la Bala Cilíndrico Conoidal y la Dispersión (1.800-1.875) El primer cambio significativo que afecta a las operaciones terrestres en el siglo XIX es la invención e introducción de la cápsula de percusión alrededor de 1.815 ya descrita. Esta cápsula era más fiable, pues fallaba aproximadamente una vez cada doscientos disparos, frente a una vez de cada siete en la llave de pedernal. Además era inmune al viento fuerte, la lluvia y la humedad. Un cambio todavía más revolucionario sería la bala de forma cilíndrico conoidal que tenía un menor calibre frente a la bala redonda y una forma más aerodinámica que reducía la resistencia del aire. Lo que le confería un mayor alcance y precisión y permitía disparar hasta 900 metros, distancia igual o superior al alcance de la vista de un tirador. La generalización del mosquete de ánima rayada y la bala cilíndrico conoidal se produce en la década entre 1.850 y 1.860 y supone un cambio revolucionario al permitir que un infante dispare a la misma distancia y efectividad que un cañón. Esto hará que los tiradores de artillería sean, en un primer momento, vulnerables a los disparos de la infantería. Los avances de la metalurgia permiten el desarrollo de un mecanismo para la carga posterior del arma. Esto había sido imposible anteriormente debido a que los defectos de fabricación hacían que los gases y llamas de la detonación se escaparan a través de los intersticios del cierre posterior. El cartucho metálico, hecho de una aleación especial de cobre, se hinchaba sellando la salida por efecto de la explosión. La carga posterior permitía además que el fusilero recargar más rápidamente el arma sin ponerse de pie y expo-
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nerse al fuego enemigo. Desde 1.866 los rifles de carga posterior se generalizan en Europa Occidental. Con estos adelantos aparece, como corolario, el fusil de repetición. Su desarrollo se debe más a invenciones mecánicas que a nuevos avances en la metalurgia. La ametralladora aparece por primera vez en la guerra civil Norteamericana y supone un importante salto cuantitativo en la cadencia de tiro del arma. Inicialmente su uso principal era como arma defensiva. En la artillería también se impuso rápidamente el ánima rayada y la carga posterior que permitía una recarga más rápida que por la boca. La fabricación de los cañones se hizo, por primera vez, sobre moldes de acero y empleando métodos de producción en serie basados en el principio de piezas intercambiables, pues la mayor precisión de la metalurgia aseguraba la uniformidad en las piezas40. En organización y en táctica los ejércitos responden lentamente pues la precisión de las nuevas armas exige una mayor dispersión en el campo de batalla, que los soldados profesionales temen debido a la pérdida de control sobre las fuerzas propias que supone. Este control no se recuperaría eficazmente hasta la llegada de la radio de campaña. En la guerra civil Norteamericana se usaron espoletas de percusión y de tiempos en proyectiles de artillería de baja fragmentación y botes de metralla. El minado fue usado por ambas bandos para complementar las fortificaciones en campaña. Al principio los combates de infantería se efectuaban con tropas en línea en orden cerrado, disparando andanadas a la orden, pero conforme se generalizaron los fusiles de ánima rayada estas cargas eran tan costosas en bajas que dieron paso a la dispersión y a intentar la infiltración. Las trincheras fueron la norma constituyendo la base de fuego para las maniobras ofensivas y defensivas. En la guerra franco-prusa, al igual que la guerra civil norteamericana, las bajas provocadas por los rifles fueron diez veces superiores a las de la artillería. La toma de conciencia del aumento significativo de la letalidad de estas armas se hizo patente cuando los prusianos decidieron abandonar en su táctica el orden cerrado, ya que constituían un blanco fácil y lo sustituyen por un orden más abierto con líneas largas y delgadas de poca cohesión. Más tarde, los soldados de infantería comenzaron a combatir como si realizaran una incursión y a desplazarse de salto en salto hasta el próximo escondrijo. La caballería, armada con sables y pistolas, sufriría de nuevo una perdida de importancia, ante su inoperancia frente a las nuevas armas de precisión de la infantería quedando reducido su papel a misiones de reconocimiento. Esta inoperancia se demostró en la guerra Austro-Prusa de 1.866, en la guerra Franco-Prusa de 1.870-71 y en la carga de la caballería ligera en Balaclava en la guerra de Crimea. Desgraciadamente este hecho tardaría en ser reconocido por los militares41. La máquina de vapor se inventó en 1.76942, aunque la aparición de la locomotora y del ferrocarril tardó casi un siglo en desarrollarse. El ferrocarril supuso una revolución en las comunicaciones terrestres, al permitir una mayor movilidad de las tropas, armamento, munición y comida al frente de batalla revolucionando la logística. El desarrollo del tren
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Este principio fue demostrado por Samuel Colt en 1.851 al desmontar dos armas, intercambiar sus piezas y volverlas a montar sin afectar a su buen funcionamiento.
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Todavía en 1.939 la caballería polaca intentaba detener el ataque de las divisiones Panzer alemanas.
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Algunos autores opinan que la máquina de vapor fue un invento que aprovechó la tecnología de acabado interior de los cañones.
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estuvo también asociado al telégrafo conforme la gestión del tráfico de una red cada vez más compleja requería de un sistema de comunicaciones que permitiera gestionarlo43. El pleno uso de las ventajas del tren se produjo las guerras de Prusia contra Austria y Francia. Los Prusianos, aunque con un ferrocarril de inferior calidad, demostraron una excelente coordinación en el uso del telégrafo y el tren para movilizar y concentrar sus fuerzas en el lugar deseado. Gracias al telégrafo y al tren los frentes se ampliaron y se pudo controlar a las grandes unidades desde un único centro de operaciones. Sin el tren no se hubieran podido movilizar los enormes ejércitos de finales del siglo XIX y principios del XX. Desde la estación más cercana al frente se usaba un gran número de caballos para transportar la munición al frente, especialmente en la I Guerra Mundial, que constituía el principal problema logístico dado su alto consumo. 3.3.4 Acorazados, Submarinos y Portaaviones (1.865-1.945) Durante la guerra civil Norteamericana aparece el primer barco, el Monitor, con un casco de hierro y con dos cañones situados en torres giratorias en cubierta. Inicialmente se usa el hierro para posteriormente usarse el acero conforme disminuía su precio44. En cuatro décadas este barco se convertiría en el buque acorazado, el nuevo navío de guerra, que sería llevado hasta sus últimas potencialidades en el Dreadnought de Jhon Fisher y sus sucesores. La necesidad de disponer de bases de aprovisionamiento de carbón hizo que las naciones buscaron instalar bases en ultramar colocadas estratégicamente. Estas bases además disponían de personal y elementos para realizar el mantenimiento de los barcos. El descubrimiento de la pólvora de combustión lenta, que ha sido comentado anteriormente, afianzaría los cañones de ánima rayada. Los cañones navales sufrieron mejoras gracias al acero y nuevas técnicas, como el uso de refuerzos en los puntos de mayor tensión y la técnica de tubos concéntricos con diferente grado de elasticidad. Estos avances, junto con la pólvora de combustión lenta, permitieron construir cañones más delgados, más largos, e inmensamente más potentes. Se aplicaron nuevos explosivos al desarrollo de proyectiles. La granada rompedora constituyó el elemento esencial de la artillería naval de la I Guerra Mundial. Debido a que los cañones necesitaban un largo alcance y energía para atravesar la coraza se desarrollaron cañones de mayores dimensiones y peso45, lo que obligó a reducir el número de cañones y situarlos en el eje de simetría del barco. Al montarse en torres giratorias hizo que desaparecieran todo los mástiles, lo que fue posible gracias a la fiabilidad y la potencia que las máquinas de vapor habían alcanzado. El vapor de la máquina se usaría también para girar las torres. La amenza real que para los acorazados suponía las torpederas, citadas anteriormente, se resolvió con el desarrollo de cañones rápidos de pequeño calibre con retroceso hidráulico (1.887) y con la creación de buques escolta, más pequeños y rápidos, denominados destructores de lanchas torpederas y más tarde simplemente destructores. La idea
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Esta gestión puso fin también a las horas locales ya que se necesitaba una hora común usada como referencia para los horarios de los trenes.
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Los barcos de vela no se podían acorazar debido a que su mayor peso los hacía excesivamente lentos. La máquina de vapor resolvería este problema.
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Los cañones en tierra no pudieron alcanzar estas dimensiones por las restricciones para su transporte que no se daban en los barcos.
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de un posible enfrentamiento entre destructores hizo que en dos décadas duplicaran su tamaño y armamento respecto de sus dimensiones originales. La guerra Hispano-Norteamericana de Cuba y Filipinas fue un claro ejemplo de una marina española vieja, con un armamento defectuoso y anticuado, frente a una marina americana con barcos modernos, mejor blindados y completamente habilitados. Además, las fuerzas americanas duplicaban a las españolas en número de barcos, tonelaje y potencia de fuego. El Dreadnought, botado en 1.906, combinaba una fuerte coraza y un grupo homogéneo de diez cañones de 12 pulgadas, que podían hacer fuego en todas direcciones con un alcance entre 5 y 8 kilómetros. Sus motores, unas turbinas de vapor tipo Parsons, le daban una velocidad de 21 nudos. El mayor alcance de sus armas y su mayor velocidad respecto a todos los buques de guerra construidos con anterioridad, los dejó automáticamente obsoletos. Este hecho motivó una carrera de armamento entre las grandes potencias, principalmente Alemania e Inglaterra, que se lanzaron a construir barcos de esta clase. Paradójicamente estos barcos tuvieron más un efecto disuasor que un efecto importante sobre el curso de la guerra46. Los mayores alcances de los cañones reorganizaron el control de fuegos que pasó a tener un carácter más centralizado. Se empleaban grandes telémetros ópticos, para calcular la distancia y orientación del barco enemigo. Con los datos anteriores, el oficial de artillería ayudado por un calculador mecánico determinaba direcciones y rumbos, enviaba instrucciones a las torres y finalmente pulsaba el botón de fuego. La batalla de Jutlandia en 1.916, de indeciso resultado, marcó el fin de una época en que las flotas hostiles maniobraban al alcance de la vista y en el que sólo se empleaban cañones para destruirse y, de alguna manera, marcaría el inicio del declive de los acorazados. El desarrollo más significativo en la guerra naval a principios del siglo XX fue la introducción del submarino47 como arma de bloqueo o contrabloqueo. Su bajo coste y su discreción, especialmente de noche o con mal tiempo, los hacía especialmente útiles para atacar los barcos enemigos que entraban a puerto, aunque su lentitud bajo el agua, entre 3 y 4 nudos, los hacía vulnerables. La ofensiva de submarinos alemanes contra los buques mercantes, atacados sin previo aviso, estuvo a punto de rendir a Inglaterra en 1.917, debido al agotamiento de todo tipo de mercancías que provocó la parálisis de su comercio exterior. Desde este punto de vista el submarino demostró ser un arma de gran rentabilidad48. La radio fue un importante factor en la derrota de los submarinos alemanes en la I Guerra Mundial al permitir la comunicación a larga distancia entre buques, pese a que los equipos usados eran muy elementales, poco fiables y requerían unas enormes antenas. Después de la I Guerra se desarrolló la válvula de tres electrodos para generar y controlar la potencia de transmisión y los receptores de radio se dotaron de amplificadores basados en versiones pequeñas de esta válvula eliminando las grandes antenas. La válvula y sus sucesores más complicados permitieron, además, la transmisión de voz. 46
Su elevado coste y el temor a ser hundidos por el enemigo, probablemente jugó un importante papel en su escaso empleo.
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Un progreso importante sería el desarrollo del periscopio en 1.903 que permitía disparar los torpedos con el submarino sumergido.
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Esta crisis se superó gracias al uso de convoyes combinado con el apoyo de acorazados y destructores norteamericanos. Se minó el cinturón entre Inglaterra y Noruega, mientras que escuadrones aéreos bombardeaban las bases de submarinos de las costas belgas.
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El radar fue también un requisito y un desarrollo militar subproducto de la radio. Transmitía señales de alta frecuencia que se reflejaban en objetos distantes. Utilizando antenas orientables para recoger el eco de la señal se podía medir el ángulo y la distancia al objeto multiplicando el tiempo en recibir el eco por la velocidad de transmisión. Su primera demostración práctica fue en 1.938 en Estados Unidos. Un año más tarde los ingleses aportan una mejora decisiva con la invención del magnetrón que permite la generación de breves ráfagas de señal de gran potencia (hasta 100 kilovatios) a alta frecuencia incrementando su alcance sin sobrecargar sus válvulas. El radar tendría rápidamente aplicación en el entorno aéreo y naval, mientras que en tierra su uso sería muy posterior. La logística naval sufrirá grandes cambios en la primera mitad del siglo XX. Los buques de guerra se acompañan de buques logísticos. De esta forma se puede disponer de combustible, munición, comida o mantenimiento sin tener que regresar a puerto, y por otra parte se pueden reducir las dimensiones. La táctica naval, que había sufrido pocos cambios desde la batalla de Trafalgar, sufre un importante cambio con la aparición del avión. Este hecho se demostraría durante la II Guerra Mundial en la que muchos acorazados sucumbieron ante los ataques del arma aérea. Los primeros hidroaviones se lanzaban desde una catapulta y luego se recogían con una grúa, pero pronto las cubiertas se adaptaron para ser plataformas de despegue y aterrizaje surgiendo hacia 1.921 los portaaviones, que enviaban sus aviones lejos de su flota para atacar a los buques enemigos. De esta forma quedaban obsoletos los enfrentamientos entre dos barcos con cañones a distancias apenas visibles o las formaciones de un gran número de barcos. Estos aviones estaban dotados de cañones y pequeñas bombas o torpedos. Cuando los aviones de reconocimiento detectaban una flota enemiga se enviaban aviones con torpedos y después bombarderos, mientras que los aviones propios se usaban para defenderse de posibles ataques enemigos. En 1.943 los alemanes abrieron paso a la era de los misiles, cuando desarrollaron las primeras bombas y misiles radiocontrolados que, lanzados desde bombarderos, consiguieron algunos éxitos en la destrucción de buques aliados. La efectividad de los bombarderos basados en tierra y los aviones con torpedos contra buques de superficie fue tan pronunciada al principio de la II Guerra Mundial que hizo evidente que, con independencia de la fuerza relativa de los buques de guerra, no se podía mantener la superioridad en superficie sin la superioridad aérea. El portaaviones desplazará al acorazado como buque capital de una flota49. Antes de que finalice la guerra, las acciones de las grandes flotas fueron replicadas y vencidas desde el aire mediante bombas y torpedos lanzados desde aviones que partían de buques que nunca llegaron a avistarse50. Durante la II Guerra Mundial el submarino siguió teniendo el mismo empleo táctico que en la Primera, es decir, la destrucción del comercio enemigo. La principal innovación fue táctica. En vez de esperar a que se presentara un barco enemigo, cerca de la costa o de algún puerto, los submarinos recorrían grandes distancias buscando una víctima. Una vez localizado un convoy se avisaba por radio a otros submarinos. Esta táctica alemana, denominada manada de lobos, mejoró su eficiencia al permitir ataques a con-
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Sorprendentemente es en ese momento cuando alcanza su apogeo la construcción de superacorazados como el Bismark alemán o el Yamato japonés.
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Un ejemplo paradigmático sería la batalla de Midway.
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voyes de forma coordinada. Subsidiariamente el submarino también se empleó para evadir bloqueos de superficie transportando pequeñas unidades y material. La guerra antisubmarina sufrió importantes mejoras técnicas. Aparece el torpedo propulsado por gas, el torpedo eléctrico y el torpedo con autoguiado por ruido de hélices - inventado por los alemanes en 1.943 - y las espoletas de proximidad basadas en el efecto electromagnético. La combinación del sonar51 y la carga de profundidad52 se revela como un sistema fundamental para la localizar y destruir submarinos. Para localizar los submarinos en superficie aparecen, a partir de 1.943, los aviones de lucha antisubmarina dotados de radares centimétricos53 y cargas de profundidad. Los alemanes desarrollaron como contramedida el Naxos, un sensor que detectaba estos radares y permitía sumergirse a tiempo, y el schnorkel para cargar baterías sin tener que subir a la superficie, lo que requería mantener el submarino a una profundidad constante, una actividad bastante agotadora. La interceptación de las comunicaciones radio de los convoyes y de los submarinos y su descodificación junto la identificación de la orientación del emisor, ya empleado en la I Guerra, se convierte en una tarea rutinaria influyendo de modo significativo en el movimiento de las fuerzas submarinas y antisubmarinas. 3.3.5 Trincheras, Alambradas de Espinos, Ametralladoras y Explosivos de Gran Potencia (1.870-1.918) Los más importantes avances en la guerra terrestre durante este periodo fue el retorno gradual de la artillería a su posición de preeminencia en el campo de batalla que tenía antes de 1.850, y la generalización del rifle. Este cambio en la balanza fue el resultado de varias innovaciones en la tecnología militar. La combinación de la pólvora sin humo, el ánima rayada, la retrocarga, los mecanismos de absorción del retroceso54 y el carro sin retroceso se combinaron para hacer posible piezas de artillería de largo alcance, gran precisión y elevada cadencia de tiro. Los obuses de artillería de gran carga explosiva aparecen en 1.886 y demostraron ser mucho más mortíferos y efectivos contra objetivos blindados que los antiguos obuses de pólvora negra. Un proyectil de esta categoría podía explotar en unos mil fragmentos de gran velocidad, frente a los 20-30 fragmentos de la guerra Franco-Prusa. El mayor alcance de las piezas de artillería, que podían hacer fuego por encima de las fuerzas propias desde posiciones ocultas como bosques o colinas, fue el motivo de emplear observadores avanzados para corregir el tiro de la artillería. Los primeros intentos usaban el telégrafo, el heliógrafo, y banderas de señales adaptadas al código Mor51
El sonar al igual que el radar se basa en ondas acústicas. El sonar pasivo se basa en la escucha del sonido y permite de una forma encubierta tipificar el barco y su orientación. Usando varios sonares de esta clase se puede determinar su localización. El sonar activo se basa en la emisión de una señal acústica y la captura de su eco lo que permite calcular la distancia y orientación del adversario. Sin embargo, la propagación del sonido en el agua está sujeta a la reflexión en la superficie y en el fondo que generan falsas alarmas, mientras que la refracción crea con facilidad zonas de sombra. La presión, temperatura y salinidad del agua afectan también a la forma de propagarse las ondas. Todo ello limita la efectividad de este sensor.
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En esencia la carga de profundidad estaba formada por un tambor de TNT y una espoleta que se activaba al alcanzar una determinada profundidad.
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Esta longitud de onda era necesaria para lograr una mayor direccionalidad del haz y, por lo tanto, discriminar la reducida silueta del submarino.
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Los mecanismos hidráulicos de absorción del retroceso devolvían el arma a su posición inicial de tiro, manteniendo el alza, no siendo necesario, por lo tanto, volver a hacer puntería. De esta forma se incrementa la cadencia del tiro.
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se como medio de comunicación, pero eran lentos y dependían de la meteorología. Por eso sería el teléfono de campaña el método que triunfara definitivamente. Ya no era necesario una visión directa entre observador y artillero para transmitirse mensajes. El teléfono contribuiría a que la artillería se convirtiera en el arma dominante. Sin embargo, la coordinación del tiro indirecto y el movimiento de fuerzas propias fue prácticamente imposible durante la I Guerra y sólo se resolvería adecuadamente con la llegada de radio portátil. Entre 1.885 y 1.900 el fusil de repetición - tipo Mauser - se convirtió en el arma standard de los ejércitos. La nueva munición dobla su velocidad, superarando la del sonido, por lo que se incrementa su poder destructor al tener una mayor energía cinética. El nuevo mecanismo, por el cual se extrae la vaina y se introduce un nuevo proyectil desde el cargador, incrementaba la velocidad de recarga y a su vez la cadencia de tiro. En este mismo periodo aparece la ametralladora moderna. Aunque se habían hechos intentos con anterioridad, su desarrollo no fue posible hasta la aparición del cartucho metálico. La primera ametralladora efectiva fue la Gatling de varios tubos utilizada en la guerra civil Norteamericana. Operada manualmente, mediante una manivela, tenía un sistema automático de carga y expulsión de vainas. La ametralladora completamente automática fue desarrollada por Maxim usando la energía de retroceso del arma para recargar y volver a disparar el arma. Su cadencia de tiro era muy superior al rifle y alcanzaba los 30 disparos por minuto. Los efectos de estas nuevas armas más mortíferas tardarían tiempo en ser comprendidas por los Estados Mayores de los ejércitos. Las nuevas armas no fueron acompañadas de innovaciones tácticas. Sólo los alemanes disponían de una táctica algo más flexible y armaron con más ametralladoras a sus unidades. Los resultados no se harían esperar. En los tres primeros meses de I Guerra Mundial los franceses perdieron 854.000 hombres y los alemanes 677.000. El uso combinado de la artillería, las ametralladoras y las alambradas55 generaba tal número de bajas en un ataque de cualquier bando que detenía al poco tiempo la ofensiva de las mejores y más entrenadas fuerzas. La lentitud de los ataques permitía enviar tropas de refresco. Especialmente efectiva era la metralla producida por granadas lanzadas desde cañones que mediante una espoleta de tiempo explotaban sobre el suelo en un gran número de fragmentos o por granadas que contenían en su interior un montón de bolas de acero y que salían de su envoltorio al activarse la espoleta causando elevadas bajas sobre la infantería. En esta guerra también se comenzó a usar métodos, basados en la sismología, para localizar las piezas de artillería enemiga y emplear la propia artillería para su neutralización, que se conoce con el nombre de fuego contrabatería. Durante la I Guerra aparecen tres armas nuevas y significativas: el avión, el gas venenoso y el carro de combate. Ni el gas venenoso ni el carro de combate fueron decisivos debido a las imperfecciones técnicas, reducida cantidad, fallos para adaptarlos a una táctica apropiada y reservas reducidas para explotar las ventajas transitorias que tenían el usarlas por primera vez56. El avión tuvo un efecto mayor sobre las operaciones militares. Inicialmente se usaba para observación y reconocimiento - fundamentalmente objetivos de artillería - y para hostigamiento, mediante bombardeo, de posiciones lejanas. Hacia el final de la guerra los
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La alambrada fue un invento de los granjeros, ajeno al mundo militar. Su ventaja es que explotaba la letalidad de las nuevas armas al tener el enemigo expuesto en la línea de fuego a la vez que le mantenía lejos del tirador.
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Un invento menor en 1.918 fue el lanzallamas. Su principal empleo era para desalojar las trincheras enemigas.
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aviones empiezan a proporcionar apoyo directo a las unidades terrestres y se asiste a los primeros combates entre aviones. Las armas químicas serían empleadas como un intento desesperado por desbloquear la guerra y en algunos casos ante la escasez de munición convencional. Los gases empleados fueron clorina, fosgeno y gas mostaza57. La invención, hacia 1.887, del motor de combustión interna da lugar a la aparición de los primeros vehículos terrestres que añade una flexibilidad superior a la movilidad obtenida por el tren. Gracias a este descubrimiento aparecen los vehículos blindados y los carros de combate58. La tracción sobre cadenas permite moverse a campo traviesa y el blindaje proporciona protección frente a ametralladoras y cañones ligeros que causaban estragos sobre el jinete o el infante. Inicialmente su uso táctico se reducía a abrir un camino hacía las trincheras enemigas llenas de alambradas, fusiles y ametralladoras. El carro de combate de la I Guerra Mundial no era capaz de operaciones sostenidas, pues carecía de velocidad (entre 7 y 14 Km./h) y autonomía suficiente (entre 20 y 40 Km.) para una penetración profunda y al disponer tan solo de comunicaciones visuales impedía la ejecución de maniobras complejas. Además el carro de combate agudizaba los problemas logísticos al requerir combustible, piezas de repuesto y mantenimiento para su operación cuando la mayoría de los transportes se hacía a lomos de caballo. Por ello la plena explotación de este descubrimiento se realizaría en la II Guerra Mundial, una vez resueltos estos problemas. Ante la parálisis de los frentes en la I Guerra Mundial en 1.917 Ludendorff y su cuartel general desarrollaron un nuevo sistema táctico basado en los siguientes factores: la sorpresa, la búsqueda de puntos débiles para iniciar la ofensiva, la explotación de la penetración de forma rápida, el apoyo de fuegos constante y el mantenimiento del momento del ataque. Estas innovaciones especialmente en la organización, equipo y empleo táctico de pequeñas y grandes unidades, capaces de maniobrar con su propia base de fuegos, son la base de la organización y la táctica actual. 3.3.6 Hacia la Guerra Relámpago (1.919 a 1.945) En la década de los treinta se sucedieron mejoras técnicas importantes en los carros de combate que se tradujeron en mejoras de potencia de fuego, blindaje, velocidad, autonomía, movilidad sobre el terreno, resistencia y maniobrabilidad. Pero tácticamente se seguía concibiendo como un elemento de apoyo a la infantería, sin hacerse previsiones sobre posibles enfrentamientos entre carros. Fueron los alemanes los primeros que vislumbraron la potencialidad del carro de combate y de la artillería montada en vehículos acorazados que permitía desplazar la potencia de fuego al lugar deseado59. Las divisiones acorazadas formadas por carros de combate seguidas de unidades mecanizadas y motorizadas con un fuerte apoyo aéreo serían la base de sus ejércitos de tierra60 y darían origen al concepto de Blitz-krieg o guerra relámpago caracterizada por una movilidad y velocidad sin precedentes. El carro pasó de ser un elemento de ruptura, a ser un elemento de explotación del éxito penetrando 57
El uso de armas químicas en combate fue declarado ilegal en la convención de Ginebra de 1.925.
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El primer gran éxito de los carros de combate se produce en Agosto de 1.918 en Amiens.
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No sería ajeno a este hecho las limitaciones del número de hombres del ejército alemán que impuso el tratado de Versalles y que forzó a buscar un método de hacer la guerra intensivo en capital.
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El uso de aviones bombarderos en picado Ju-87 Stuka por los alemanes surge como consecuencia de la ausencia de una artillería autopropulsada.
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con profundidad y dañando seriamente las líneas de mando y aprovisionamiento enemigas. La batalla de las Ardenas demostró el éxito de esta nueva táctica cuando en quince días los alemanes, dirigidos por Guderian, alcanzaron el canal de la Mancha y en tres semanas forzaron la capitulación de Francia. Los carros alemanes no eran superiores a los carros de los aliados, pero sí disponían de un equipo de radio que era tanto emisor como receptor. Con este elemento los alemanes demostraron una flexibilidad táctica y operacional superior a sus enemigos. Su principal vulnerabilidad provenía del elevado consumo de todo tipo de componentes, lo que requiere un fuerte tren logístico de apoyo para mantener su poder de penetración. Estos trenes eran vulnerables a ataques aéreos por lo que al igual que las fuerzas navales requerían el dominio del aire. Durante la II Guerra aparece el lanzagranadas o bazooka prototipo del misil contracarro, y el cañón sin retroceso, y se refina de la dirección y control de los fuegos de artillería. Los norteamericanos perfeccionaron el fuego de artillería masivo controlado desde un centro de dirección de fuegos, lo que permitía concentrar el fuego de gran número de cañones sobre un mismo objetivo en un volumen anteriormente impensable. Los rusos desarrollan las famosas baterías Katyusha de cohetes no guiados que se disparaban desde un sistema multitubo instalado en un vehículo en salvas por su baja precisión. Constituyeron un sistema muy eficaz de fuego de saturación contra concentraciones enemigas. En 1.944 los alemanes desarrollaron los primeros misiles de medio alcance. El V-1 subsónico muy impreciso, era fácilmente detectable y abatible por aviones o la artillería antiaérea fue el primer misil tipo crucero. El V-2 de mayor tamaño, supersónico, basado en un motor de alcohol y oxígeno líquido, y un ordenador analógico para su guiado, fue el primer misil balístico. Su alcance, capacidad de lanzamiento en cualquier condición meteorológica e inmunidad a las contramedidas lo convertía en un arma de gran letalidad. Curiosamente Hitler no supo aprovechar el potencial de estas nuevas armas, ya que las uso principalmente como represalia contra la población civil por los bombardeos estratégicos aliados sobre suelo alemán. En 1.944 aparece la munición perforante subcalibrada (APDS) con un núcleo de carburo de tungsteno muy denso y duro. Su forma de saeta le daba una mayor velocidad. Estas características dotaban al proyectil de una elevada energía cinética capaz de penetrar un blindaje. La carga hueca, o munición HEAT, se basaba en una forma de cono invertido que al explotar a una pequeña distancia del blindaje formaba una inyección de gases calientes con gran capacidad de penetración. La espoleta de proximidad fue un desarrollo tardío (1.944). Su funcionamiento se basa en la misma técnica que el radar. Un pequeño emisor permitía identificar si hay un objeto sólido cercano, explotando de esta forma el proyectil en un elevado número de fragmentos. Su ventaja era evidente frente a la difícilmente programable espoleta de tiempo. Fue muy efectiva contra los misiles V-1 alemanes y en la artillería antiaérea en el Pacífico. La radio portátil supuso una importante innovación para el mando y control. Su difusión alcanzó a las pequeñas unidades permitiendo una mayor fluidez en el intercambio de información. En 1.943 los ingleses usaron por primera vez calculadores - la denominada máquina Colossus - para encontrar la clave que permitiera descifrar los mensajes codificados por los alemanes mediante su máquina Enigma.
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3.3.7 El Nacimiento de las Fuerza Aérea (1.915 – 1.945) La historia de la aviación comienza en 1.782 cuando los hermanos Montgolfier inventan el globo. Los globos se usaron ya en la guerra civil Norteamericana para observación. En 1.871 durante el asedio de París se intentó una operación aerotransportada en globo, pero debido a la imprevisión del viento fue un fracaso. Hacia 1.890 aparecen los primeros globos dirigibles dotados de motor. Durante la I Guerra Mundial los alemanes los usaron para observación a larga distancia y para bombardeos estratégicos. El avión surge cuando maduran las técnicas de construcción de un armazón ligero y, a la vez, resistente y un motor ligero61 y se comprenden los principios de control de un avión en el aire. Su invención en 1.903 se atribuye a los hermanos Wright. En la I Guerra Mundial el avión se usó para reconocimiento y para enlace, bien transportando pasajeros o mensajes, y para la búsqueda de objetivos de artillería. El encuentro en el aire de aviones de diferente bando en sus misiones de reconocimiento hizo surgir pronto la idea de dotar al avión con capacidad de combate con la instalación de una ametralladora, para de esta forma lograr el dominio del aire. Pero la colocación de una ametralladora en el avión era compleja, ya que si se colocaban en las alas era complejo cargarlas y disparar eficientemente, mientras que colocada delante del piloto permitía a la vez apuntar y pilotar pero tenía el peligro de dar en la hélice. Otra solución era instalar una ametralladora orientada hacia atrás para evitar que los disparos dañaran las hélices, pero como contrapartida requería un segundo tripulante. Los alemanes encontraron una solución sencilla sincronizando el tiro de la ametralladora con el giro de la hélice. De esta forma las palas no se interponían en la trayectoria de la bala y el piloto apuntaba con los propios mandos de vuelo. Aunque se volaba en formación, tácticamente los enfrentamientos a duelos se reducía entre aviones, ante la ausencia de radios. Al final de la guerra ya aparecen con nitidez tres tipos de aviones diferentes. Los aviones de reconocimiento, los de caza o ataque, y los bombarderos normalmente de varios motores. También se desarrolla un avión mixto el cazabombardero que combina capacidad de combate aéreo y ataque al suelo. La fotografía aérea se uso inicialmente para la localización de objetivos, pero más tarde se emplearía para la producción de mapas. El resultado fue una simplificación del proceso de producción y una mejor calidad. Durante los años treinta hubo un gran debate sobre el papel de la aviación en la guerra. El italiano Giulio Douhet sugirió la idea de una fuerza aérea estratégica capaz de derrotar, desde bases muy lejanas, a las naciones, a través de ataques aéreos a sus centros de producción y a su población que le hiciera desistir de su voluntad de combatir62. Esta idea fue puesta en practica por ingleses y norteamericanos durante la II Guerra Mundial, mientras que los alemanes la ignoraron y concibieron sus fuerzas aéreas como un apoyo a las operaciones terrestres o navales. Aunque el poder aéreo, por si mismo, no ha sido capaz de decidir una campaña, la tesis en general ha demostrado ser correcta. El colapso de la economía alemana fue causado tanto por los severos bombardeos que sufrieron sus fábricas, como los ataques de los cazabombarderos contra puntos específicos de su red ferroviaria todavía más dañinos. Entre las dos Guerras Mundiales, el desarrollo de la aviación mejoró notablemente la velocidad, autonomía y capacidad de carga de los aviones. La potencia de los motores 61
Esto sólo fue posible cuando aparece el motor de combustión interna.
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La discusión sobre la licitud del bombardeo sobre la población civil, al igual que los ataques de los submarinos a los barcos mercantes, fue muy amplia e inicialmente se consideraba como un acto terrorista. Sin embargo, al final el pragmatismo acabaría imponiendose.
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se incrementó espectacularmente y se empezó a usar el aluminio como principal componente. La radio se convierte en un elemento estándar de la instrumentación. Con estos avances se desarrollaron cazas de combate de gran velocidad como el Hurricane, el Spitfire o el Me-109 dotados con ametralladoras o cañones de pequeño calibre, y los aviones de bombardeo masivo63 de gran autonomía. Estos últimos aviones, al dotarse tan solo de ametralladoras necesitaban, ir en formación y ser escoltados por aviones de caza de gran autonomía como el Mustang. Las mejoras en los sistemas de navegación electrónica permite hacer bombardeos nocturnos o con mal tiempo reduciendo las bajas por ataques de los cazas enemigos. Al final de la contienda aparece el helicóptero desarrollado por Sikorsky, el avión de reacción (Me-262 Schwalbe) y el avión propulsado por cohetes (Me-163 Komet). La necesidad de defenderse de un ataque aéreo propició el desarrollo del radar 1.939 en Inglaterra. El radar supuso un cambio fundamental en los sistemas de defensa aérea y en la dirección de las operaciones aéreas. Con el uso de comunicaciones telefónicas, enlaces radio (HF y VHF), y centros de control (dotados de teleimpresoras) se conseguía un uso muy eficiente del caza-interceptador. Otros elementos completaban el sistema como luces nocturnas, globos barrera, baterías antiaéreas. Estos sistemas requerían un elevado número de operadores que tras la guerra serían progresivamente sustituidos por ordenadores. Al principio los radares sólo eran capaces de dar distancia y dirección, per más tarde usando el efecto Doppler64 se conseguía determinar la posición, rumbo y velocidad. Sin esta clara ventaja la Batalla de Inglaterra no se hubiera podido vencer frente a un enemigo numéricamente superior65. Las ventajas del avión pronto se demostrarían en la invasión de Polonia donde realizaría tres misiones básicas: ganar la superioridad aérea derrotando al enemigo en el aire y destruyendo sus bases aéreas; prohibir al enemigo el uso de las líneas de comunicación para impedir el envío de refuerzos y suministros, y proporcionar apoyo de fuego a las fuerzas terrestres atacando objetivos del campo de batalla como centros de comunicaciones y concentraciones de vehículos. Además el avión hizo desaparecer la distinción entre frente y retaguardia, así como la distinción entre civil y combatiente. El campo de batalla quedó desestructurado y las acciones se producían en múltiples puntos. La principal ventaja del avión era la velocidad, la flexibilidad y la posibilidad de alcanzar cualquier objetivo y atacarlo independientemente de los obstáculos naturales o artificiales y una gran capacidad de sorpresa. Sus debilidades eran una dependencia creciente de los aeródromos y su infraestructura, vulnerabilidad a los ataques cuando estaban en tierra, una resistencia limitada, una capacidad limitada de transporte de cargas pesadas y una baja efectividad en condiciones meteorológicas adversas. Las primeras armas antiaéreas en la I Guerra Mundial fueron los rifles de los soldados en tierra y sus ametralladoras, aunque su efectividad era muy reducida. Posteriormente se desarrollaron ametralladoras de calibre medio con visores de tiro rudimentarios y cañones con espoletas de contacto y de tiempo que tampoco eran muy efectivas. Para poder destruir aviones con efectividad en la II Guerra Mundial, se tuvieron que desarrollar dispositivos electrónicos capaces de, mediante equipos ópticos, hacer un seguimiento preciso del avión, predecir la senda de vuelo y calcular distancia, altitud y tiempo de vuelo del proyectil de forma que ambos se encontraran en el punto de inter63
Como el B-17 Flying Fortress, el B-24 Liberator o el B-29 Super-Fortress.
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El efecto Doppler es un efecto físico que hace variar la frecuencia de la señal eco recibido en función de la velocidad con que se desplaza el objetivo respecto del emisor.
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Hay que observar que los aviones Spitfire eran también tecnológicamente superiores los M-109 alemanes.
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ceptación. Esta maquinaria podía mover eléctricamente el cañón y ajustar la espoleta de proximidad. Pero estos sistemas eran lo suficientemente imprecisos y los aviones lo suficientemente rápidos que no se logró un elevado porcentaje de aviones destruidos. El desarrollo de la espoleta de proximidad, el empleo de radares para el seguimiento y los avances en los equipos electrónicos mejoraron, en gran medida, la letalidad de la artillería antiaérea contra aviones que vuelan a baja altura. Para reducir la efectividad de estas nueva arma se empleaban miles de cintas de papel metálico que confundían a los radares. El empleo de bombarderos a gran altitud, capaces de localizar objetivos con el radar, redujo también su eficacia. Para ataques al suelo se empleó durante la II Guerra las ametralladoras y pequeñas bombas explosivas contra personal y se desarrollaron dos nuevas armas la bomba incendiaria como el napalm y los cohetes. Los efectos de un ataque aéreo sobre el suelo eran reducidos, pues la propia velocidad e inestabilidad del avión los hacía muy imprecisos. Sin embargo, tenían un elevado efecto positivo sobre la moral de las fuerzas propias, y un efecto muy negativo sobre la moral del adversario. La aviación alemana organizó las primeras operaciones aerotransportadas a gran escala como Holanda y la isla de Creta, utilizando paracaidistas y aviones sin motor remolcados. La imposibilidad de transportar armamento pesado los hacía vulnerables, por lo que era necesario lograr un enlace rápido con las fuerzas terrestres66. Sin embargo, el factor sorpresa proporcionaba grandes resultados. Los norteamericanos fueron los primeros en desarrollar el concepto de apoyo logístico aéreo a gran escala apoyando a las fuerzas de tierra situadas a gran distancia tras las líneas enemigas, así como la evacuación aérea masiva de heridos. 3.3.8 Del Grupo de Desembarco a las Fuerzas Combinadas (1.940 - Presente) En las campañas navales siempre era necesario alcanzar la tierra. En muchos casos esta tierra era hostil, surgiendo, desde el primer momento, la necesidad de hacer un desembarco con oposición. El origen de las diferentes doctrinas de las operaciones anfibias era lograr una transición fácil en el momento en que el soldado pasaba de ser un mero pasajero a un combatiente. El marino deseaba preservar sus barcos y no ser atacado por la llegada de una flota hostil durante el desembarco, mientras que el soldado deseaba llegar a la playa en perfectas condiciones y disponer de tiempo para organizar sus fuerzas antes de la llegada del enemigo. Las operaciones de desembarco con oposición se evitaban en lo posible debido a este conflicto de intereses. En la antigüedad los Griegos y Vikingos practicaron con frecuencia este tipo de operación. Conforme se especializaba la guerra naval y la terrestre las divergencias aumentaban y los problemas de planificar y coordinar una operación combinada se hacían mayores. Por ello, las pocas operaciones anfibias del siglo XIX tuvieron un éxito desigual. Sin embargo, sería en Gallipoli en Abril y Agosto de 1.915 donde se reveló la gran distancia que existía entre las profesiones militar y naval. Esta operación anfibia, una de las más grandes de la I Guerra Mundial, se saldó con un completo fracaso debido fundamentalmente a la carencia de doctrina, planificación, coordinación y liderazgo agresivo. Tras este fiasco, durante el periodo de entreguerras, hubo una importante renovación de la doctrina anfibia para lograr un desembarco bajo fuego enemigo. Ésta doctrina se basaba en las ideas de Jomini que se puede resumir en: engañar al enemigo hasta el punto de desembarco, elegir una playa cuyas condiciones de terreno e hidrografía fueran 66
Un ejemplo de perdida de enlace fue la batalla de Arnhem.
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favorables al atacante, emplear el fuego naval para preparar el camino de las fuerzas terrestres, desembarcar la artillería en el primer momento posible e impulsar la invasión ocupando las zonas elevadas que haga posible controlar el área de desembarco. La culminación de esta nueva doctrina se alcanzaría en el desembarco de Normandía en 1.944. La ocupación del continente por los alemanes, con una costa fortificada y un eficaz método de desplazar las tropas al sitio necesario, y de la franja de islas del sudeste asiático por los japoneses forzó a desarrollar las operaciones anfibias en la II Guerra Mundial como único método de invasión. El número de estas operaciones fue tan elevado que la demanda de naves anfibias nunca fue satisfecha. Durante esta guerra los japoneses, ingleses y norteamericanos desarrollaron los buques anfibios de fondo plano y reducido calado para alcanzar la costa y rampas blindadas abatibles en la proa que podían llevar fuerzas de asalto y carros de combate hasta la misma orilla de una playa hostil de forma rápida y se crearon una nueva familia de vehículos anfibios con siluetas reducidas, más velocidad, mejor protección y teniendo los más avanzados características verdaderamente anfibias es decir movilidad en tierra y en el agua. Las operaciones anfibias se refinan con bombardeos iniciales de la zona de desembarco, carreteras, vías de tren y el área detrás de las playas, se mejora el apoyo de fuegos naval (gracias a los refinamientos en la dirección y control de fuegos) y aéreo durante el desembarco, se organiza el movimiento del buque a la costa mediante canales de desembarco y olas para evitar la congestión y confusión en la orilla, se mejora la logística entre el buque y la costa y las comunicaciones radio ayudan a coordinar toda la acción. A pesar de estas mejoras la infantería al llegar a la costa, como en las operaciones aerotransportadas, se encuentra bastante desprotegida y unas defensas de costa son capaces de infligir grandes bajas a pesar de un intenso fuego naval como se comprobó en la playa de Omaha en el desembarco de Normandía. Estas situaciones se salvaron gracias a la llegada de apoyos desde el mar más rápidos que los de tierra. La experiencia en el Pacífico demostró que el fuego naval aunque producía algunos daños, éstos eran menores de lo esperado y aunque el enemigo se quedaba sin comunicaciones (lo que desorganizaba su sistema de defensa) y sin algunos activos importantes era todavía capaz de una fuerte resistencia67. En estos caso las batallas se vencían porque el atacante era superior en fuerzas y el atacado no recibía refuerzos. Los desembarcos de la II Guerra Mundial demostraron la importancia de combinar adecuadamente la acción de los tres ejércitos y de establecer una doctrina unificada para este tipo de operaciones. Estas operaciones serían el origen de lo que actualmente conocemos como operaciones conjuntas. Tras la II Guerra el helicóptero se ha planteado como un sistema adicional para transportar tropas de asalto y de proporcionar apoyo de fuegos, mientras que la aviación ha sido reforzada para mantener el dominio del aire durante toda la operación. 3.3.9 La Infraestructura de la Guerra Aunque la invención tecnológica, manifestada en múltiples instrumentos a lo largo de la historia, había jugado un papel importante en la guerra, es, a partir de 1.830, cuando se produce un nuevo fenómeno al autosostenerse el progreso tecnológico y sistematizarse la innovación tecnológica militar para soportar los requisitos operativos establecidos por los militares. El resultado era que la nueva generación de armamento dejaba ob67
Las bajas por fuego naval se situaron entre un 3 y un 5%.
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soleta las generaciones anteriores que poseían otras naciones. De esta forma surgió una carrera entre las naciones por lograr un armamento cualitativamente superior. Los resultados iniciales de estos progresos fueron una creciente potencia de fuego cuya máxima expresión sería las batallas de Verdun y Sommne de la I Guerra Mundial, que, en consecuencia, incrementó los problemas logísticos asociados a alimentar este tipo de guerra. En particular, se incrementaría enormemente el consumo de munición, en parte debido a la mayor cadencia de tiro y la baja precisión de las armas que invitaba al empleo de fuego de saturación68. Este hecho forzaría a que la logística sufriera un cambio total y a crear una poderosa industria militar que alimentara esta guerra. El uso de maquinaria automatizada, las cadenas de fabricación y la producción en masa serían un legado de esta guerra. Como consecuencia surge una nueva tipo de guerra basada en bloqueos económicos y de materias primas para estrangular esta industria como el cobre y el nitrato en la I Guerra Mundial, mientras que en la II Guerra serán el petróleo, el aluminio, el caucho y el tungsteno. La revolución tecnológica que abrió el telégrafo y el tren convirtió la guerra en una cuestión de gestionar complejos sistemas en los que cada vez jugaba un papel más relevante la integración. Esta integración permitía movilizar más y más fuerzas contra el enemigo. En este sentido es comprensible que la victoria en la II Guerra Mundial no fue para el lado que tuvo los soldados más resistentes, ni para el que planificó las mejores operaciones, sino para aquellos beligerantes cuyos administradores, científicos y gestores desarrollaron los medios por los que crearon gigantescos sistemas tecnológicos y los hicieron funcionar tan eficientemente como fue posible. El uso de estos sistemas hizo posible incrementar la escala de la guerra. La movilización total era algo factible. Gracias al tren y al telégrafo, pero también a los avances técnicos en la administración, comunicación, transporte, y salud pública Francia y Alemania eran capaces de poner uniforme a un 10% de su población. La guerra total, en la que no sólo estaban involucrados los ejércitos, sino la población entera de una nación, se convirtió en una terrible realidad. La tecnología había contribuido a una movilización económica e industrial para la guerra sin precedentes que generaba una insaciable demanda de mano de obra y todo tipo de bienes. El resultado era que la sociedad se configuraba para lograr el máximo poder militar. La consecuencia fue que la tecnología permitía a los grandes Estados explotar la dimensión de su economía para afrontar la guerra de una forma más eficiente que los pequeños. Desde ese momento, las fuerzas de cada nación no se medían exclusivamente por el número de batallones, sino por el valor de su PIB. Este tipo de guerra extendería sus tentáculos desde el frente a las factorías y desde ahí a los tranquilos laboratorios de las Universidades. El concepto estratégico cambió, pues se necesitaba controlar e integrar todo el esfuerzo militar de una nación para vencer. La derrota de Alemania en la II Guerra Mundial fue debida a no comprender este último concepto. Tanto rusos como norteamericanos fueron capaces de desarrollar sistemas de producción que reponían el armamento destruido con mayor rapidez que Alemania. Durante la II Guerra surgió una nueva forma de colaborar los científicos con los militares. En Inglaterra aparece una nueva ciencia al servicio de los ejércitos, la Investigación de Operaciones. Su objetivo era investigar y optimizar las operaciones militares como, por ejemplo, determinar la efectividad de una nueva arma y establecer si un arma 68
En retrospectiva esta solución parece la manifestación de una cierta impotencia militar ante el gran alcance de unas armas imprecisas y la dispersión de las fuerzas que convertía el campo de batalla en una área vacía. Para transportar la munición al área de operaciones se usaban trenes, y desde la estación al frente caballos, lo que producía un fuerte cuello de botella. Al final de la guerra empezaron a usarse camiones.
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se adaptaba bien a una táctica, o bien era necesario modificar ésta o también determinar cuál era la mejor organización militar para una operación.
3.4 Tecnologías Basadas en la Electrónica y los Ordenadores (1.945 - 1.989) Tras la II Guerra Mundial dos nuevas tecnologías la electrónica y los ordenadores se popularizarán afectando profundamente a todos los ámbitos de la tecnología militar. La aparición del transistor y posteriormente del circuito integrado ha tenido una fuerte repercusión sobre el armamento y ha desencadenado la proliferación de todo tipo de misiles guiados. Al compás de estos avances la Guerra Electrónica, es decir, la pugna por dominar el espectro electromagnético y usarlo en provecho propio, mientras se impide su empleo al adversario, ha tomado definitivamente carta de naturaleza. El descubrimiento del transistor en 1.947 supuso un gran progreso en la reducción de las dimensiones, el consumo, las averías y la disipación térmica con respecto a las válvulas termoiónicas. La aparición de los circuitos integrados de semiconductores en 1.958 ha supuesto un nuevo avance en la miniaturización de los equipos electrónicos y de los calculadores. Los primeros circuitos tenían una integración reducida, pero poco a poco se ha logrado incluir más y más transistores dentro de estos circuitos. Los sistemas de guiado y los sistemas de localización y designación de objetivos han sufrido importantes mejoras, así como los propulsores de mayor energía y estabilidad para incrementar el alcance de estas armas inteligentes. La miniaturización de la electrónica ha contribuido a que los sistemas de guiado sean baratos y se puedan incluir en cualquier arma. De esta forma las armas de precisión han ido sustituyendo lentamente a las armas de saturación69. Los avances en la guerra electrónica y el guiado de misiles han elevado enormemente el coste de investigación y desarrollo de las armas y han contribuido a la consolidación de la carrera de armamentos, pues cada avance logrado por una potencia militar en esta área, era inmediatamente contestado con una contramedida para neutralizar su eficacia. Los nuevos circuitos electrónicos han dado lugar a los ordenadores, los cuales han permitido procesar una gran cantidad de información a velocidades impensables antes de 1.945. El primer ordenador electrónico, denominado ENIAC, aparece en 1.946, mientras que en 1.947 Von Neumann inventa el primer programa de ordenador almacenado. Los primeros campos que se automatizaron fueron la administración de personal y la como las compras y las piezas de repuesto. Los ordenadores han contribuido a automatizar las centrales telefónicas y con estos avances empezaron a desarrollarse las primeras redes de mando y control basadas en estos sistemas. La disponibilidad de ordenadores fiables, de bajo coste, ha estimulado la idea de automatizar funciones en el campo de batalla como el control de fuegos, la defensa aérea, la identificación y evaluación de objetivos, la recogida y evaluación de la inteligencia, etc. Los ordenadores también se han aplicado a la investigación de operaciones y a simular la guerra. En esta área la Unión Soviética ha tenido tradicionalmente un considerable retraso respecto de Occidente. En 1.952 se empezaron a usar ordenadores en Estados Unidos para recoger información en tiempo real de la red de radares de su sistema de defensa aérea, denominado sistema SAGE, frente a un posible ataque nuclear soviético. El sistema estaba dotado con las primeras baterías de misiles SAM cuyo nombre era Nike Hercules. 69
Se calcula que en la II Guerra Mundial sólo el 20% de las bombas cayeron dentro del área del objetivo, medido éste como un círculo de 3,5 kilómetros de radio alrededor del objetivo.
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El radar tridimensional aparece en 1.953 que, además de determinar la posición en coordenadas, medía la altura del objeto localizado. La aparición de los misiles ICBM fue un estímulo para el desarrollo en los años 60 de los radares de barrido electrónico o gobernados por fase. Los ordenadores y semiconductores han mejorado la fiabilidad y precisión de los radares. Una importante aplicación del radar ha sido el guiado de misiles tácticos. Existen tres métodos para su guiado. El denominado beam riding se basa en que el misil se coloca dentro del estrecho haz radar de un emisor que ilumina el objetivo hasta que lo alcanza. El denominado semi-active homing se basa en que el misil dispone de un receptor radar y con el eco que recibe del emisor orienta su curso hasta alcanzar el objetivo. Por último, el denominado active homing se basa en que el misil dispone de su propio emisor y receptor radar. Los sistemas infrarrojos, basados en la emisión de calor del objetivo, se han usado para guiado de misiles aire-aire, para SAM y para ATGM, aunque puede estar sujeto a contramedidas y les pueden afectar ciertas condiciones meteorológicas. Las guías ópticas (SACLOS) se han reservado para misiles contracarro. Los últimos modelos incluyen una cámara en el propio misil evitando el problema óptico de que el misil oculte el objetivo y permitiendo disparar en desenfilada. El láser también se ha empleado para guiado de misiles y bombas, y como telémetro en carros de combate. El láser puede ser detectado con facilidad pero es difícil de perturbar. Sin embargo es sensible al humo y al polvo. Para el guiado de misiles superficie – superficie sobre objetivos fijos se emplean sistemas inerciales basados en giroscopios y acelerómetros. Estos sistemas tienen la ventaja de ser insensibles a contramedidas. La guerra química no se ha empleado desde la I Guerra Mundial. Sin embargo, los norteamericanos usaron en Vietnam herbicidas para deshojar la jungla con el objeto de prevenir emboscadas, exponer los puntos fuertes del enemigo y mejorar los campos propios de tiro. Se calcula que quedaron destruidos unos 40.000 kilómetros cuadrados de bosque. En 1.971 Nixon redujo el uso de estos agentes, al cuestionarse cada vez más su uso desde el punto de vista moral y su efectividad desde el punto de vista militar. Estos avances técnicos han hecho proliferar la guerra de guerrillas, como Argelia y Vietnam, en la que ante el enorme diferencial tecnológico la guerra se lleva a zonas remotas con pobre comunicaciones viarias como la jungla, los bosques, pantanos o zonas topográficamente difíciles como las montañas. Su contrapartida en los lugares densamente poblados es la guerrilla urbana y el terrorismo que aprovecha como escudo la población civil para realizar operaciones encubiertas. 3.4.1 Avances en las Comunicaciones Tras la II Guerra Mundial se producen importantes avances en las comunicaciones entre los que cabe destacar: el uso de las comunicaciones geoestacionarias, a través de satélites, que permite dirigir directamente operaciones en cualquier lugar del mundo; los sistemas de multiplexado que permiten soportar sobre un mismo medio varios canales de comunicación; y las redes de datos usando la conmutación de paquetes de información. El desarrollo de la fibra óptica con un gran ancho de banda e inmune a contramedidas es uno de los medios de transmisión con más futuro en el campo militar para redes locales de comunicación. Las comunicaciones aire – aire y aire – tierra han evolucionado a radios VHF (FM) y UHF (AM) para soportar el creciente volumen de tráfico en los canales de radio. Para unificar las comunicaciones de los tres ejércitos se ha desarrollado sistemas como el JTIDS cuyo objeto es disponer de un sistema de comunicaciones de alta capacidad, fia-
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ble, seguro y resistente a posibles perturbaciones. Esta basado en un sistema de multiplexación por tiempo. Para las comunicaciones con submarinos estratégicos, que no quieran ser detectados se usa VLF y ELF, pero tienen el inconveniente de tener una baja velocidad de transmisión. Los equipos de HF y el VHF se usan para comunicaciones entre los buques de superficie de un Grupo Naval. Para las comunicaciones tácticas terrestres se han desarrollado sistemas avanzados como el Ptarmigan (1.984) o el francés RITA basados en enlaces UHF o microondas entre los nodos principales. Estos sistemas se caracterizan por ser simples de usar, inmunes a contramedidas y capaces de seguir funcionando con nodos de conmutación dañados. El talón de Aquiles de los sistemas de comunicación es la posible interceptación y perturbación de las señales de radio. Para proteger las comunicaciones se usan cuatro métodos. El anulado de antena se basa en modificar el patrón de emisión de la antena cuando existen perturbadores, enviando un haz reducido en la dirección del perturbador. El salto de frecuencia se basa en un cambio aleatorio de la frecuencia de comunicaciones que siguen tanto el emisor como el receptor. La técnica de amplio espectro se basa en la emisión de gran energía sobre un gran ancho de bando antes de modular la señal. Las transmisiones en ráfaga cortas impiden que el adversario pueda activar su contramedida. Este último método sólo se puede emplear para transmisión de mensajes. El efecto final de estos avances ha sido una revolución en el mando y control al disponer de canales de comunicación para intercambiar un amplio conjunto de información que junto con el desarrollo de sistemas de información automatizados ha hecho posible, todavía, un mayor volumen y rapidez en el intercambio de información. 3.4.2 Operaciones Terrestres Los carros de combate han progresado lentamente, sin sufrir cambios radicales. Las principales innovaciones han sido motores de turbina de gas, torres estabilizadas, telémetros láser70, calculadores balísticos, sistemas contra incendios, mejores blindajes71, y cañones de mayor calibre. Aparece la munición HESH que se aplasta sobre la superficie para lograr una gran superficie de contacto que al detonar establece una potente onda de choque que fragmenta la pared interior del carro y la APFSDS con un estabilizador de cola con un mayor poder de penetración. Como subproductos del carro de combate se han desarrollado vehículos acorazados para transporte de personal (APC) como el M-113. Su desventaja es que estaban dotados únicamente de armamento ligero. Para solventarlo aparecen los vehículos blindados de infantería para combate (AIFV) armados con un cañón de pequeño calibre o de un misil anticarro. Estos vehículos, aunque inferiores al tanque en potencia de fuego y protección, son excelentes para realizar ataques sorpresa en la retaguardia enemiga. Para terrenos no muy complicados se han desarrollado los vehículos de reconocimiento sobre ruedas como los BMR españoles. Tras la II Guerra los franceses desarrollaron los primeros misiles contracarro72. Los primeros modelos, como el SS-10, se dirigían manualmente por el operador. La segunda 70
El primer telémetro láser de rubí aparece en 1.968 para el carro de combate M-60.
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Como el Chobham o el ERA diseñado para anular los efectos de la munición contracarro.
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Los franceses contaron con la colaboración de científicos alemanes que habían trabajado en guiado de misiles por radio al final de la II Guerra Mundial.
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generación, en los años 70, incluía un servomecanismo que requería que el operador tan solo mantuviera la cruz filar sobre el objetivo. Los modelos más conocidos son el MILAN y el HOT, el TOW de EE.UU. y el Sagger ruso73. Este tipo de misiles usa un cable para el guiado, ya que no puede ser perturbado. Con un alcance entre dos y cuatro kilómetros este tipo de misiles, disparados por la infantería desde un trípode o desde un vehículo, representan una seria amenaza para los carros. Su inconveniente es la baja cadencia de tiro, pues el misil tarda unos quince segundos en alcanzar el objetivo. Como contramedida el carro puede lanzar granadas fumígenas. Muchos helicópteros fueron armados con estos misiles con el objeto de detener una posible invasión de Europa central por unidades acorazadas del Pacto de Varsovia. Para la defensa inmediata contra carro se sigue usando el lanzagranadas individual. Los campos de minas se han seguido empleando. Su neutralización y la apertura de brechas es un proceso tedioso y lento. Su mayor problema son los efectos sobre la población civil cuando estos campos no han sido adecuadamente cartografiados y el elevado coste que tiene el desminado, en especial, si se trata de minas no metálicas. Para sembrar campos de minas con rapidez se han desarrollado vehículos de ingenieros especializados, así como vehículos con un arado para abrir un pasadizo. La Guerra de Corea demostró la potencialidad del helicóptero para operaciones de transporte de tropas y material, reconocimiento, rescate y evacuación de heridos. La de Vietnam supuso su generalización y la asignación de nuevas misiones como puesto de mando móvil y como plataforma armada. Hacia 1.975 entraron en operación los primeros helicópteros armados para apoyar operaciones terrestres (CAS). El helicóptero armado viene a ocupar el papel de la vieja caballería, reconocimiento, cortina de protección y hostigamiento del enemigo. Algunos autores, entusiastas de estas armas, sugieren incluso el posible eclipse del tanque, una plataforma cara y costosa, frente al helicóptero y los vehículos ligeros armados con misiles guiados y dotados siempre de una mayor movilidad y el nacimiento en el futuro de fuerzas aeromecanizadas. Los helicópteros son una seria amenaza en el campo de batalla cuando vuelan a baja altura siguiendo el perfil del terreno. La Guerra del Golfo demostró que el helicóptero constituye un elemento esencial de las operaciones terrestres. Técnicamente el helicóptero sufre una importante mejora con el desarrollo de la turbina de gas con una mejor relación potencia/peso y los nuevos materiales. Estos avances han permitido armar los helicópteros con cañones de pequeño calibre, cohetes y misiles como el Hellfire guiado mediante un haz láser. Para operaciones aerotransportadas se produce una nueva clase de helicópteros de transporte de gran capacidad como el Chinook74. Ante la creciente dispersión de fuerzas por un ataque nuclear se desarrollan los primeros misiles superficie - superficie con un mayor alcance que la artillería clásica (entre 50 y 180 kilómetros) para destruir fuertes concentraciones de material y personal enemigo como el Lance. En los años 60 aparecen los primeros sistemas automatizados para la dirección de tiro de la artillería de campaña y de transmisión de datos de información de objetivos. Al observarse la inefectividad de la artillería antiaérea contra aviones volando a gran altura y velocidad se desarrollaron cohetes y misiles contra aviones como el Nike 73
Este tipo de misil tuvo un gran éxito en la guerra árabe-israelí de 1.973.
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Los helicópteros sustituyen en las operaciones aerotransportadas a los paracaidistas y aviones sin motor de la II Guerra Mundial. En el futuro los aviones de rotores giratorios como el V-22 Osprey norteamericano se perfilan como los mejores candidatos para este tipo de operaciones de transporte.
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Hercules. La segunda generación estaría formada por los SAM rusos y los Hawk norteamericanos. La tercera generación la constituye el sistema Patriot para la defensa de alta o media cota (HIMAD) que proporciona defensa hasta distancias de 65 kilómetros y capacidad para tratar simultáneamente múltiples objetivos. En la Guerra del Golfo demostró su efectividad contra los misiles iraquíes de teatro Scud. Para corto alcance (SHORAD) se desarrollan los misiles tipo Rapier, Crotale, Roland y Chaparral basados en guía visual o radar. Los misiles SA-6 y los vehículos ZSU 57-2 y ZSU 23-4 dotados de cañones antiaéreos controlados por radar, ambos soviéticos, fueron extremadamente efectivos en la guerra de Yom Kippur de 1.973 contra la aviación israelí que sufrió importante pérdidas en los altos del Golan contra las fuerzas sirias75. Para muy corto alcance (VSHORAD) los misiles más eficaces son los guiados por infrarrojos como el Stinger o el Mistral. A mediados de la década de los 50 se empiezan a desarrollar radares terrestres, para detección de fuerzas enemigas y asentamiento de armas, con diferente alcance según la clase de unidad a la que iban destinados. Para dotar a las unidades terrestres de capacidad de combate nocturno se desarrollan diversos visores, principalmente para carros de combate y armas contracarro, usando dos métodos diferentes. El primero se basaba en la emisión infrarroja o térmica que emiten los cuerpos. Un tubo convertía la imagen infrarroja en una imagen visible que se presentaba en una pantalla fluorescente. El otro método se basaba en la intensificación de la imagen que amplificaba la luz procedente de la luna, estrellas, luz artificial, etc. Estos sistemas se empezarían a usar en 1.965 en la Guerra de Vietnam. Otro sistema empleado sería la cámara de televisión de baja luminosidad (LLLTV). La capacidad de combate nocturno ha sido vital en la Guerra de Yom Kippur y en la del Golfo. El desarrollo de los aviones de reconocimiento, los satélites, los radares y los visores nocturnos ha obligado por otra parte a dedicar esfuerzos en pinturas que reduzcan la reflexión radar e infrarroja de los sistemas, y al desarrollo de redes de camuflaje que eviten la detección. 3.4.3 Operaciones Aéreas y en el Espacio Durante la II Guerra Mundial se usaron aviones de reconocimiento que tomaban fotografías que, más tarde, se interpretaban en centros especializados para localizar objetivos y evaluar los daños ocasionados por un bombardeo. Estos primitivos equipos sufrieron importantes avances tras la Guerra como cámaras de alta resolución, películas de alta sensibilidad, nuevas ópticas, equipos de televisión, sistema de grabación fiables y dispositivos de telemetría. Las mejoras en las ópticas permitían reconocimientos a mayor altitud. Los primeros aviones tipo bombardero, modificados para esta misión, fueron reemplazados por aviones de reconocimiento especializados. Su paradigma sería el modelo U-2 capaz de volar a 30.000 metros de altura, una velocidad Mach 2 y con una autonomía de 6.000 kilómetros. Finalmente acabarían siendo sustituidos por satélites de observación no tripulados. Para reconocimiento también se han empleado radares aerotransportados, por su capacidad de penetrar en la niebla y operar de noche, y radares laterales (Side Looking Airborne Radar). 75
No sin derribar también docenas de aviones sirios. En 1.982 durante las operaciones en el valle de la Bekaa los israelíes darían una cumplida respuesta usando AWACS, señuelos y contramedidas electrónicas, UAV y misiles antiradiación para destruir estos sistemas de defensa aérea.
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El reconocimiento electrónico (ELINT) mediante aviones continuó en la Guerra Fría como medio para descubrir la localización de radares, detectar las comunicaciones radio y así identificar objetivos militares como bases o complejos industriales. También se emplearon buques, denominados hurones, como el Pueblo que fue apresado por Corea del Norte generando una crisis diplomática. El derribo del avión espía norteamericano U-2 por un misil SAM-2 soviético, en 1.960, forzó el uso de satélites que en ese momento estaban en experimentación. Gracias a estar equipados con ópticas de alta resolución, su órbita se podía situar a una altura de 360 kilómetros, por lo que se consideraba que no se violaba el espacio aéreo de soberanía76. Las fotografías de los primeros satélites retornaban a la tierra mediante una cápsula. Posteriormente las imágenes se almacenaban en una cinta magnética y se retransmitían a la tierra. Los primeros equipos sólo podían hacer fotos en el espectro visible, pero más tarde se empezó a usar también la banda infrarroja. Los satélites se especializaron en dos clases. Los satélites de vigilancia de área y los de vigilancia puntual que operan en una órbita más baja. Los últimos avances han sido las cámaras CCD basadas en semiconductores que pueden ser leídas directamente por ordenador y las técnicas de procesado digital de la imagen (DIP) que mejoran la calidad de la imagen y ayudan al proceso de fotointerpretación. La carrera del espacio ha creado nuevas familias de satélites para reconocimiento electrónico, comunicaciones, y localización y navegación como el sistema NAVSTAR/GPS. El desarrollo tecnológico de los satélites ha supuesto un fuerte impacto sobre la forma de conducir las operaciones militares. La información de los satélites se puede suministrar o vender a naciones que carecen de ellos. Esta información puede ser, incluso, más valiosa que la venta de armas. Además constituyen un excelente instrumento de política exterior que puede quedar bastante encubierto. La reducción del factor sorpresa con este tipo de satélites de vigilancia es muy elevada para el Estado que los posee o que es capaz de disponer de esta clase de información77. Su efecto ha sido estabilizador, al despejar muchas dudas sobre las intenciones de cada bloque. Para la obtención de inteligencia táctica se siguen empleando aviones tipo caza. A principios de los 60 aparecen los sensores de infrarrojos denominados FLIR que permiten observar, sobre una pantalla de televisión, situaciones nocturnas y penetrar en la niebla con una buena definición. Hacia 1.960 aparecen los primeros aviones no tripulados de reconocimiento dotados de sensores y dirigidos por radiocontrol. La crisis de Cuba demostró su utilidad. Los israelitas los usaron en la guerra de Yom Kippur para detectar las frecuencias usadas por los radares SAM y las comunicaciones. La aparición de los misiles V-1 y V-2 hizo pensar a muchos que los días de los aviones pilotados por hombres estaban contados, pues los bombarderos se realizarían con misiles balísticos o crucero y las baterías de misiles SAM llevarían a cabo la interceptación aérea. Sin embargo, el avión tripulado mostraría ser, todavía, necesario para muchas misiones. El motor de reacción revolucionaría la aviación mejorando la velocidad, autonomía y resistencia y capacidad de ascenso de los aviones78 permitiendo superar la barrera del sonido. Sin embargo, a partir de 1.960, se vio que sobrepasar la velocidad de 2 Mach 76
En realidad, no existía armamento capaz de destruir este tipo de satélites.
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Una invasión por sorpresa, como la que hizo Hitler sobre Rusia o Japón a Pearl Harbour en 1.941, sería hoy, gracias a los satélites, impensable.
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La consolidación del avión a reacción (Mig-15, F-84 y F-86 Sabre) para conseguir la superioridad aérea se produce en la Guerra de Corea.
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sólo era útil en un número limitado de circunstancias y en otros era contraproducente, por lo que las mejoras se orientaron a la maniobrabilidad, usando nuevos materiales y ordenadores que ayudaran a controlar la nave. Los nuevos motores han cambiado la configuración del avión con las alas hacia atrás, o aviones sin cola con alas en forma de delta, con una menor resistencia aerodinámica para las nuevas velocidades alcanzadas. Debido a que esta configuración tenía desventajas volando a baja velocidad se han desarrollado aviones de geometría variable como el bombardero F-111 o el Tornado. Los nuevos desarrollos de aviones se caracterizan por buscar la polivalencia, permitiendo a la vez ser aviones de superioridad aérea, como aviones de ataque al suelo. Esta funcionalidad se logra dotando al avión de estaciones universales, sobre las que se monta diferente armamento en función del tipo de misión a realizar. Un ejemplo de esta clase de aviones son el Tornado o el F-18 Hornet. Otro interesante desarrollo que surge es el avión VTOL/STOL, como el Harrier, que necesita una pista corta para despegar/aterrizar, o que ni siquiera la necesita, pero que, a la vez, es capaz de desarrollar una gran velocidad. Este tipo de aviones permite la construcción de portaaviones más pequeños carentes de catapultas de despegue o cables de frenado. Son excelentes para realizar misiones de patrulla aérea naval y apoyo a operaciones anfibias como se pudo observar en la guerra de las Malvinas. La necesidad de reducir la carga de trabajo del piloto en el empleo del armamento y el control del aparato obligó a un diseño de la cabina más ergonómico a la que contribuyó de manera especial, en la década de los 70, los progresos en la electrónica y los ordenadores. Toda esta instrumentación electrónica del avión se le ha dado el nombre de aviónica. Toda la información del radar, del sistema de armas y del propio avión se presenta integrada sobre unas pantallas, denominadas HUD, que permiten visualizar a la vez el entorno exterior. Los pilotos automáticos y otros ayudas a la navegación se convierten en elementos estándar en los aviones militares. Para el combate aéreo próximo se siguen usando cañones, pues el misil es menos efectivo y puede estar sujeto a contramedidas. En ciertas configuraciones se usan cañones con varios tipo Gatling. A comienzos de la década de los 80 los visores de tiro giroestabilizados y sistemas de control de fuego se mejoran ampliamente. Para el combate aéreo bajo cualquier meteorología se dota a los aviones de radares de interceptación con un alcance aproximado de 30 kilómetros. Los misiles aire-aire inicialmente se desarrollaron para atacar bombarderos y su objetivo era tener un mayor alcance que los proyectiles del cañón. Con el tiempo acabarían convirtiéndose en el arma básica de combate. Para corto alcance se emplean misiles de guía infrarroja que se orientan por la emisión de calor del motor del avión, como el Sidewinder. Este misil empezó a desarrollarse en 1.951 y se uso con éxito en la Guerra de Vietnam. Para medio y largo alcance, hasta 200 kilómetros, se emplean misiles con guía semiactiva radar, más grandes, complejos y caros que los infrarrojos como el Sparrow y el Phoenix. En la década de los 80 se desarrolla el misil AMRAAM que supone un importante progreso, ya que no requiere una iluminación continua del radar hasta que el misil alcance el objetivo al llevar su propia sistema de guiado inercial y un pequeño radar miniaturizado. La principal arma de ataque al suelo sigue siendo la bomba en la que se producen algunos progresos. El más importante es su guiado mediante estabilizadores para poder corregir la imprecisión de la caída libre originada por una suelta a destiempo o por el viento. Debido a que la guía activa no se puede usar, pues el blanco puede no radiar ninguna señal bien por su naturaleza, bien porque se apaga el emisor se requiere un sistema de designación. Dos métodos se han empleado el láser en el modelo Paveway usado con
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gran eficacia desde 1.972 en la guerra de Vietnam con un error inferior a 10 metros y la cámara de televisión en el modelo Walleye ampliamente usada en la guerra de Vietnam y Yom Kippur. Su inconveniente es que durante la aproximación al objetivo el avión queda a merced de las baterías SAM y la artillería antiaérea, por lo que requiere la supremacía aérea temporal en la zona a atacar. Las bombas de caída libre sufren mejoras en particular las denominadas racimo que se abren en bombas más pequeñas saturando una zona, lo que permite un disparo más impreciso. Posteriormente se les ha dotado de guía láser y de espoletas de proximidad79. Para destruir los aeropuertos se desarrollan bombas contra pistas de despegue y aterrizaje. Existen varias clases, la más conocida se basa en bombas que caen en paracaídas para no dañar el avión y tras un retardo arrancan un cohete para chocar con gran energía y abrir un cráter. Otro tipo de bomba usada en la guerra de Vietnam fueron los explosivos de combustible aéreos. Este sistema operaba dispersando combustible en el aire, creando una nube que era detonada después. Creaba una onda de presión contra el suelo similar la de un alto explosivo. Se usó para limpiar campos de minas, preparar zonas para helicópteros o para dañar objetivos sin una excesiva protección. Para alcances superiores a las bombas se desarrollan misiles de ataque al suelo como el Maverick con alcance de 27 kilómetros. Su guiado se basa en una cámara de televisión sensible al infrarrojo sobre la que el piloto fija el objetivo. El amplio uso del espectro electromagnético para comunicaciones, búsqueda y el guiado ha obligado a que las operaciones aéreas tengan en especial consideración todos los aspectos relacionados con la guerra electrónica. En los años 60 las naciones de la OTAN acordaron desarrollar una cadena de radares y centros de ordenadores, denominado NADGE, desde Noruega hasta Turquía, para protegerse de un eventual ataque aéreo soviético. España se conectó a este sistema con su entrada en la OTAN. La principal vulnerabilidad de este sistema son los ataques de aviones a baja cota. Para resolver este problema aparecen los radares aerotransportados para vigilancia del espacio aéreo, conocidos como AWACS. Estos radares de largo alcance y un gran horizonte radar, al volar a gran altitud, permiten explorar grandes aéreas y localizar y clasificar objetivos. Un sistema de comunicaciones permite transmitir la información a las bases terrestres y a los aviones de interceptación80. Las contramedidas electrónicas sufren importantes mejoras. En la Guerra del Vietnam, para contrarrestar los ataques de misiles SAM de guía infrarroja y artillería antiaérea controlada por radares, todos los aviones se dotan de sistemas de alerta radar conectados a dispensadores de señuelos en radiofrecuencia, denominado chaff, y bengalas en infrarrojos. Inicialmente los sistemas de alerta avisaban y daban la dirección de la amenaza, pero con los ordenadores se estudian y clasifican estas señales dando mayor información y seleccionando éstos, de forma automática, la correspondiente contramedida. Para realizar contramedidas los escuadrones dedican aviones especializados con equipos montados en góndolas externas de aviones que interfieren los radares enemigos cegándolos. Existen tres métodos de perturbación. El denominado spot jamming consiste en transmitir una fuerte señal radar de la misma frecuencia que el radar hostil y el barrage jamming para hacer frente a los radares ágiles en frecuencia que transmite ruido en 79
Estas espoletas se basan hoy en día en efectos electromagnéticos, infrarrojos o en láser.
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La carencia de AWACS para los ingleses en la guerra de las Malvinas demostró ser uno de sus principales talones de Aquiles.
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todas las frecuencias del ancho de banda del radar. Requiere más potencia pero produce menos ruido en cada frecuencia específica. El tercer método denominado sweep jamming combina las ventajas de los dos métodos anteriores. Para atacar los asentamientos radar se desarrollan los misiles antiradiación guiados por el propio emisor radar. Su máximo exponente es el HARM que una vez ha fijado el objetivo es capaz de destruirlo, aunque apaguen el radar. Ante el uso de todo tipo de señuelos y perturbadores electromagnéticos se desarrollan las contra contramedidas electrónicas cuyo objetivo es garantizar el uso del espectro electromagnético ante ataques electrónicos. Se basan fundamentalmente en sistemas de filtrado que dejan pasar las señales de interés y atenúan las señales perturbadoras. La última medida contra los radares es el desarrollo de aviones furtivos (stealth) usando técnicas que reducen notablemente la sección radar81 como el bombardero B-1 o el F-117A. Ambos tuvieron un gran éxito en la Guerra del Golfo. En menor medida también se han hecho esfuerzos en reducir otras emisiones como la infrarroja, la acústica o la óptica. El entorno táctico actual con armas empleadas a gran distancia y una elevada dispersión hace necesario el uso de dispositivos, denominados IFF, para identificar los aviones propios en una operación. Estos sistemas se basan en equipos de comunicación radio que interrogan al objeto localizado, el cual envía un código de identificación. Al basarse en sistemas radio pueden ser vulnerables a contramedidas. Estos equipos son fundamentales para controlar el espacio aéreo. Por último, los aviones cisterna y el reabastecimiento de combustible en vuelo se convierte en algo habitual para la ejecución de misiones a gran distancia de las bases. 3.4.4 Las Tres Dimensiones de las Operaciones Navales Las bombas fueron junto con los torpedos responsables del hundimiento del mayor número de buques en la II Guerra Mundial. Este hecho ha motivado la potenciación de la lucha antiaérea y antisubmarina. El escaso éxito de los grandes buques acorazados, durante la contienda, ha motivado su práctica desaparición siendo reemplazados por buques de menor porte como fragatas, destructores y cruceros, mientras que los cañones para duelos navales han sido reemplazados por misiles guiados. Los portaaviones asumen un importante papel y se les dota de catapultas de vapor, cables de sujeción para el aterrizaje y dos pistas para que de esta forma los aviones puedan despegar y aterrizar a la vez. Los aviones más grandes hacen que el número de aviones que transporten sea menor, a pesar de triplicar su tamaño. La propulsión nuclear les permite largos periodos de permanencia fuera de las bases. Su elevado coste hace que sólo EE.UU. y la Unión Soviética tengan capacidad de construir esta clase de barcos. Cuando operan siempre van escoltados. Algunos detractores consideran obsoleto al portaaviones, aunque su uso para operaciones aéreas sobre un territorio hostil desde el litoral lo convierte todavía en un arma de gran utilidad. Para contrarrestar la amenaza aérea se dota a los barcos de radares de alerta temprana y de misiles SAM navales, que sustituyen a los aviones para defenderse frente a un ataque aéreo, como por ejemplo el sistema Standard de alcance medio o el Sea Sparrow de corto alcance82. La última generación de sistemas para defensa de área es el denomi81
La sección radar se define como el área equivalente que ofrece un objetivo a un radar. Cuanto mayor es esta área mayor es el reflejo de la señal y por lo tanto mayor es la probabilidad de detección.
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Estos últimos fueron responsables de la destrucción de muchos aviones argentinos en la Guerra de las Malvinas.
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nado AEGIS. Está dotado con un radar tridimensional de barrido electrónico capaz de identificar la posición y dar instrucciones a la dirección de tiro del misil y de mandar órdenes de corrección de vuelo a los misiles durante el trayecto. No obstante, este sistema ha fallado en varias ocasiones, la más conocida ha sido la destrucción de un avión de pasajeros iraní en 1.988. Los combates entre buques se basan en misiles con un sistema de guía inercial y un radioaltímetro que les permite volar a ras del agua (sea skimmers) siendo muy difíciles de localizar mediante radares. En la fase final activan un pequeño radar para localizar con precisión el objetivo. Pueden ser disparados, también, desde aviones, veloces patrulleras, submarinos o baterías de costa, a decenas de kilómetros, siendo difícil detectar su lanzamiento y aproximación. Existen varios modelos de este misil fabricado por diferentes naciones como el Harpoon americano operativo al final de los 70, el Exocet francés famoso por incendiar el crucero Sheffield en la guerra de las Malvinas83 y el Gabriel Israelí que, montado en buques clase Saar, destruyó varios barcos sirios en la guerra de Yom Kippur. Para abatir los misiles en su fase terminal de vuelo se usan cañones rápidos de pequeño calibre gobernados por una dirección de tiro automática que generan una nube de proyectiles. Ejemplo de estos sistemas es el Phalanx norteamericano o el Meroka español. Al igual que las operaciones aéreas, el uso de radares y misiles ha obligado al empleo de contramedidas y a la vigilancia del espectro electromagnético para detectar posibles amenazas, buscar métodos de perturbar los sistemas de guiado y el uso de señuelos electromagnéticos. La transformación de los submarinos ha sido evolutiva más que revolucionaria. La propulsión nuclear a partir de 1.954 ha logrado que los submarinos alcancen la misma velocidad que un buque de superficie y permanezcan meses sumergidos. La capacidad de lanzar misiles crucero o balísticos - convencionales o termonucleares - sumergidos los convierte en candidatos del barco del futuro. Otro desarrollo es el submarino de ataque especializado en la lucha antisubmarina, ya que se piensa que es más eficaz, más difícilmente detectable, su sonar opera mejor y puede escoltar un convoy. El submarino de ataque con propulsión nuclear constituye una gran amenaza84. Tras la II Guerra se desarrolla una pugna entre el alcance del sonar y la distancia a la que se puede disparar un torpedo. Para mejorar el alcance y obviar los problemas de la transmisión del sonido en el mar se desarrollan los sonares arrastrados y el sonar con el transductor sumergido a gran profundidad. El helicóptero también ha hecho importantes aportaciones a las operaciones navales. Como apoyo a la guerra antisubmarina puede estar dotado de sonares y un enlace de datos con el sistema de mando del barco, lo que permite ampliar el área de exploración. Además puede transportar torpedos ligeros. Un ejemplo de esta clase de helicópteros en el SH-60 LAMPS. Otros helicópteros se especializan en la protección aérea de los barcos de superficie. Para ello se les dota de misiles aire-aire y radares de alerta temprana. Para mejorar la capacidad de detección de los sonares pasivos se usan baterías de hidrófonos y técnicas de procesado de señal. Las sonoboyas se basan en hidrófonos que envían información vía radio. Pueden ser lanzadas desde un avión o un helicóptero. Ana83
Algunos analistas apuntan a que el sistema de guerra electrónica fue desconectado para poder establecer una comunicación vía satélite.
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La presencia de submarinos ingleses de ataque amarró en el puerto a la flota argentina, tras el hundimiento del crucero General Belgrano por un torpedo de guía acústica.
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lizando estos datos se podían detectar submarinos a grandes distancias. En los años 50 Estados Unidos instaló en el fondo del Atlántico y del Pacífico una barrera de sonares pasivos unidos a estaciones de procesado terrestres para la detección temprana de submarinos nucleares rusos que permiten todavía mayores distancias de detección. Todos estos avances han obligado a buscar formas de disminuir el ruido generado por los submarinos mediante un mejor diseño de las hélices y el uso de materiales absorbentes de sonido en los motores y en el casco. Otro método empleado para la detección de un submarino son las variaciones del campo magnético que produce mediante un dispositivo denominado MAD que se usa desde 1.960 en los aviones P-3 Orion. Su desventaja es su corto alcance y que, cerca de la costa, pueden ser confundidos con chatarra metálica situada en el fondo. Para evitar ser detectados por este método los submarinos se desmagnetizan y se usan materiales con bajo magnetismo como el titanio. Los torpedos se especializan en dos clases los ligeros, transportables en avión o helicóptero, y los pesados lanzados desde barcos o submarinos. Su velocidad se incrementa considerablemente hasta alcanzar velocidades entre 30 y 50 nudos. El guiado del torpedo se ha sofisticado ampliamente con la electrónica y los sonares de búsqueda activos y pasivos. Para mejorar el alcance de los torpedos se desarrollan pequeños misiles con un alcance de 40 kilómetros capaces de transportar un torpedo al área donde se ha localizado un submarino enemigo como el ASROC. En la II Guerra Mundial se utilizan tres tipos de mina de espoleta de proximidad: las magnéticas, acústicas y de presión. Las minas pueden ser lanzadas desde aviones, barcos o submarinos. Su gran ventaja es su reducido coste. La letalidad de las minas ha mejorado con los microprocesadores al permitirles una mejor selección de los objetivos, el desarrollo en la década de los 70 y 80 de minas torpedo. Para su neutralización se usan buques cazaminas, con un casco de madera o de plástico para reducir su magnetismo dotados de sonar, y se emplean pequeños robots con cámaras de TV para su desactivado. 3.4.5 Armas Nucleares, Misiles de Largo Alcance, Disuasión y Proliferación La fabricación de la bomba termonuclear - un proyecto, denominado Manhatan, de ingeniería científica secreto que sorprendentemente duró sólo treinta meses - precipitó la rendición del Japón, tras los bombardeos de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki el 6 y el 9 de Agosto de 1.945. Su elevada capacidad de destrucción respecto a los explosivos químicos (144.000 y 59.000 entre muertos y heridos) plantea uno de los problemas militares más serios con el que se enfrentan las naciones dotadas de estas arma: la respuesta adecuada a un ataque de esta naturaleza. Rusia no tardaría en dotarse de este armamento y en 1.949 efectuó su primera explosión nuclear. La primera bomba de hidrogeno basada en la fusión con una capacidad de destrucción mil veces superior a la bomba de uranio fue explotada en 1.952. Un año más tarde Rusia dispondría de esta arma. Uno de los objetivos de la firma del Tratado del Atlántico Norte sería la protección de Europa con el paraguas nuclear de los Estados Unidos. Las primeras reacciones tendieron a considerar las armas nucleares como armas que, aunque indudablemente muy potentes, no se distinguían del resto, mientras que otra escuela de pensamiento las consideraba armas cualitativamente diferentes de sus predecesoras y debido a que no hay defensa posible contra ellas su único fin racional sería la disuasión.
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Los primeros sistemas de defensa tuvieron como objetivo mejorar ampliamente los sistemas de detección temprana y la artillería antiaérea, ya que un ataque nuclear se efectuaría mediante bombarderos estratégicos. Pero a principios de los años 60 - al amparo de la carrera espacial - la guerra nuclear estratégica se potenció con el desarrollo de los misiles balísticos intercontinentales. Los EE.UU. y la URSS pusieron en operación misiles IRBM e ICBM de gran precisión y gran alcance como el Minuteman. Al final de la década de los 70 aparecen en los arsenales de estas superpotencias misiles de múltiples ojivas. La ventaja es que estas ojivas, de menor tamaño, se separaban en la aproximación final al objetivo lo que incrementaba los efectos finales. Los últimos tipos de ojivas (MIRV) permiten corregir la trayectoria, una vez separada del cuerpo principal, y de esta forma atacar a la vez, con precisión, múltiples objetivos85. Los misiles balísticos lanzados desde submarinos de tipo nuclear (SLBM) como el Trident o Poseidon, se han convertido en otro elemento disuasor de primera magnitud debido a su difícil detectabilidad, ya que hace posible una respuesta frente a un primer ataque nuclear. Ante esta escalada las dos grandes superpotencias comenzaron a desarrollar sistemas de defensa contra misiles balísticos (ABM). Su objetivo inicial era proteger los silos de un primer ataque nuclear que pretendiera dejar sin capacidad de respuesta al adversario, anulando de esta forma su capacidad de disuasión. Sin embargo, los últimos intentos se orientan a sistemas que protejan completamente a una nación de un ataque nuclear, aunque la tarea parece verdaderamente titánica86, sino imposible, pese a los avances en radares de barrido electrónico y en los ordenadores que permitan distinguir cuál es el objeto a destruir - discriminando posibles señuelos - y dar información a armas avanzadas para su destrucción. El tratado ABM es un intento de limitar el uso de estos sistemas, pues se piensa que son desestabilizadores del equilibrio nuclear y suponen un mayor riesgo. Sin embargo, la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) de los Estados Unidos, que tiene como fin buscar tecnologías para construir un sistema de defensa de este tipo, parece un intento de no respetar este tratado87. A finales de los años 70 aumentaron los medios de proyección con los misiles crucero, como el Tomahawk. Este misil es, en realidad, un pequeño avión subsónico, sin piloto, guiado por un sistema inercial y un radioaltímetro que coteja su lectura con un mapa tridimensional del terreno guardado en la memoria de un ordenador, corrigiendo de esta forma los errores que acumula el sistema de guiado inercial88. Esto le permite volar a baja altura que unido a su reducida sección radar le hace difícilmente detectable. Gracias a los motores turboventilados y a combustibles de gran energía tiene una autonomía de 2.500 kilómetros. Estos misiles pueden transportar armas convencionales o bombas termonucleares y pueden ser lanzados desde aviones, submarinos, o barcos. El desarrollo de aviones a reacción más pequeños y rápidos, la fabricación de bombas más pequeñas y ligeras, el desarrollo de misiles de superficie-superficie de corto alcance y los proyectiles de artillería de cabeza nuclear ha hecho posible el empleo táctico 85
Este desarrollo tecnológico se produjo aprovechando que el tratado SALT no regulaba esta posibilidad. El resultado final fue una escalada en el número de ojivas en las dos superpotencias.
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Una bomba nuclear que explotara a gran altura podría generar un fuerte pulso electromagnético que destruiría los sistemas electrónicos de defensa.
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Muchos científicos no son partidarios de este tipo de sistemas porque su coste es elevado, tardarían años en desarrollarse, y al romper el equilibrio nuclear a favor de uno de los bandos, crearía una sensación de inseguridad en el bando que no dispusiera de este tipo de sistemas, al saber que el otro puede actuar con impunidad en el momento que lo desee, invitándole a realizar un primer ataque nuclear antes de que el sistema muestre su efectividad.
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Algunos misiles balísticos también usan este guiado en su fase terminal.
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de la bomba atómica, y conforme la precisión de las armas ha mejorado se ha podido reducir el tamaño de la cabeza nuclear. El uso del arma nuclear en el campo de batalla requiere una mayor dispersión, mayor movilidad, austeridad logística y dependencia en pequeñas unidades. Las primeras doctrinas sobre el empleo de armas nucleares se basaban en la teoría de la Destrucción Asegurada Mutua. Un ataque nuclear estratégico sería contestado con otro de la misma magnitud, lo que creaba una situación de equilibrio ante el terror nuclear. Sin embargo, el desarrollo de las armas nucleares tácticas ha hecho pensar en 1.967 en la idea de una respuesta flexible. Las armas nucleares se usarían de una forma limitada para detener un avance soviético sobre Europa y su empleo tendría una intensidad creciente. Pero nadie asegura, ni queda claro, que un pequeño ataque nuclear no degenere en una escalada nuclear que genere tan elevada cifra de perdidas que lleve a los dos contendientes a una situación mucho peor, independientemente de quién alcance la victoria. Desde 1.958, ante la escalada nuclear y el temor a que se active por accidente un ataque nuclear, existe un importante esfuerzo diplomático para limitar las armas nucleares, antes de que acaben con nuestra civilización. En este sentido el arma nuclear constituye una moderna espada de Damocles que pende sobre nuestra civilización. Fruto de estos acuerdos es la tendencia actual a la reducción de armamento nuclear estratégico. Tras la firma del START II se espera que los arsenales nucleares queden reducidos a unas 5.000 cabezas por superpotencia. Una importante iniciativa es la denominada Cooperative Threat Reduction que pretenden tener un mayor control sobre el armamento nuclear de Rusia para evitar que caiga en manos de grupos terroristas o ciertos Estados poco escrupulosos, y dar apoyo económico para desmantelar las ojivas nucleares fruto de los acuerdos de reducción de armamento y salvaguardar el material que pudiera emplearse en la fabricación de una arma nuclear. El temor de que un conflicto degenere en una escalada nuclear ha tenido como efecto que las grandes potencias nucleares se vean obligadas a actuar con extrema prudencia y tratar de minimizar los conflictos, por lo que sólo apoyan pequeños y limitados conflictos, evitando siempre poner en peligro los intereses vitales de las otras potencias como ocurrió, por ejemplo, en las Guerras de Corea, Vietnam y Oriente Medio. Estos conflictos son casi escaramuzas si los comparamos con los masivos enfrentamientos bélicos de las dos guerras mundiales. En este sentido el arma nuclear ha jugado un importante papel como inhibidor de conflictos armados y ha dejado obsoleto el concepto de guerra total. Hoy en día, el panorama se ha agravado con la aparición de nuevas potencias nucleares89, el desarrollo de nuevos misiles balísticos y de crucero, y nuevos países fabricantes de armas químicas o biológicas que técnicamente recibe el nombre de armas de destrucción masiva (WMD). Un ejemplo son los misiles coreanos No Dong con un alcance de 1.300 Km. y el Taepo No Dong II con un alcance previsto de 6.000 Km. para el año 2.000 basados en una ingeniería inversa de los misiles soviéticos de corto alcance SS-1 Scud. India tiene los misiles Prithvi con un alcance de 250 Km. y Agni con un alcance de 2.500 Km. Corea del Norte los vende a Irán, Siria y Libia. Rusia y, en mayor medida, China son también proveedores de estos lanzadores. Estos misiles se caracterizan en general por su bajo nivel de precisión. Países fabricantes de armas químicas son 89
Los nuevos países que se supone disponen o son capaces de ensamblar una bomba nuclear son Corea, Israel, Pakistán e India además de las cinco potencias conocidas (Estados Unidos, Rusia, China, Inglaterra y Francia), mientras que Irán e Iraq hacen esfuerzos por conseguirla.
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Corea del Norte, Irán, Iraq90, Libia y Siria. Estas armas podrían ser transportadas a su destino por un grupo terrorista con una cierta impunidad en el caso de las armas químicas, pues se descubriría su uso pasado un cierto tiempo. En muchos casos es difícil conocer el estado de madurez y progreso de este tipo de armas. Las ventajas para los países que los fabrican son varias. Por una parte obligan a sus adversarios a dedicar un gran esfuerzo para su destrucción o neutralización. En segundo lugar son muy útiles para un Estado con un ejercito convencional más débil, debido a sus devastadores efectos sobre otros ejércitos o sobre la población de países vecinos aliados con su enemigo o por su capacidad de atacar a su contendiente en su país de origen ocasionando grandes daños en su población91. Por último, su venta a otras naciones puede constituir una interesante fuente de ingresos. Para la protección contra estos misiles se están desarrollando armas para su destrucción en sus bases o durante la fase inicial de vuelo. También se han potenciado los sistemas de defensa aérea para la destrucción en su fase terminal, siendo quizá el sistema más conocido el Patriot citado anteriormente. Los EE.UU. tienen previsto la entrada en operación en el año 2.000 de un nuevo sistema más avanzado denominado Theatre High-altitude Area Defence. Para evitar la proliferación de estas armas se firmó en 1.987 el Missile Technology Control Regime cuyo objetivo es evitar que caigan en manos de ciertos países las tecnologías para fabricar los medios de proyección de estas armas. 3.4.6 La Carrera de Armamentos El leit-motiv que ha guiado este periodo ha sido la carrera de armamentos92 (Arms Race), que han mantenido las superpotencias, quizá la más intensa de la historia. Esta carrera se caracteriza por que las potencias mundiales compiten por ganar la supremacía de su armamento, principalmente en calidad tecnológica pero también en cantidad, que les garantice que si se produce un conflicto armado éste se resolverá a su favor, disuadiendo, de esta forma, a sus adversarios de emplear sus fuerzas y garantizando así su statu quo de potencia en las relaciones internacionales. Esta carrera obliga a una renovación constante y perpetua del armamento de los ejércitos, dando pie a una planificación meticulosa de la vida de los sistemas de armas que quedan obsoletos, casi al entrar en operación o en un plazo de tiempo muy corto, ante la aparición de armas más avanzadas en los países competidores93. La sustitución hay que planificarla, ya que los plazos de desarrollo de un sistema de armas son largos situándose en torno a los quince años. Al igual que los ejércitos se hacen permanentes, la industria del armamento se consolida y se hace permanente obligando a los estados a 90
Como se demostró en la guerra que mantuvieron ambos países desde 1.980 a 1.988.
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Un ataque de este tipo sería meditado cuidadosamente por el país que posee este arma, ya que los daños que se infligirían como respuesta superarían cualquier efecto benéfico de su uso si el enemigo fuera una gran potencia dotada de armas nucleares o un aliado de éstas. De hecho las políticas contra la proliferación se basan precisamente en convencer con estos argumentos a los fabricantes de la inutilidad de fabricar estas armas.
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La última expresión de esta carrera de armamentos fue la “Iniciativa de Defensa Estratégica” (SDI), popularmente llamada “Guerra de las Galaxias” lanzada por el Presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan en 1.982 y que algunos analistas consideran que quebró definitivamente las esperanzas de la URSS para mantener o superar el potencial militar de los EE.UU. El nombre de Guerra de las Galaxias se debe a que el sistema se basaría en instalar armas en el espacio exterior para detener un posible ataque nuclear con misiles ICBM.
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El PPBS, el análisis de sistemas y el análisis operacional, introducidos por Robert Mcnamara en el Pentágono en los años 60 no son más que ayudas y refinamientos a este proceso planificador.
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mantenerlas en tiempos de paz y no desmantelarlas, alimentándolas constantemente. La guerra se sustituye, entonces, por una carrera en pos de una industria de defensa altamente eficaz, productiva, y con un elevado nivel tecnológico94. Dos fuerzas actúan como impulsoras de esta carrera. Por una parte la búsqueda de la paridad o de la simetría buscando un número equivalente de armas del mismo tipo y por otro lado la búsqueda de armas o medios anulen la eficacia de las armas del adversario. Cualquier mejora o incremento del armamento de una nación, realizado o justificado por la necesidad de aumentar la propia seguridad, es interpretado por sus adversarios como un intento de agresión que tratan de reducir buscando un nuevo equilibrio basado en una mejora o incremento del propio armamento. El resultado es un nivel de armas superior y, por lo tanto, una mayor inseguridad global. A su vez, la primera nación se siente de nuevo amenazada y reinicia de nuevo el ciclo que, de esta forma, se reproduce sin fin y acaba institucionalizándose. Un limite a esta espiral viene dado por el esfuerzo inversor requerido, ya que esta carrera fuerza a realizar costosas y crecientes inversiones en la investigación y el desarrollo de nuevos productos de defensa, en particular si el desfase es elevado, y puede llegar un momento en que el Estado no encuentre recursos adicionales o agote su capacidad de endeudamiento95. Estos costes pueden llegar a suponer una partida inaceptable en los presupuestos de un Estado en detrimento de otros programas e inversiones sociales demandados por los ciudadanos. Esta situación se complica si, además, el producto interior bruto se encuentra en una fase de decrecimiento, como fue el caso de la URSS en sus últimos años de existencia. Otro límite puede venir dado por acuerdos internacionales de estabilización o reducción de armamento96. Por otra parte, el armamento que queda obsoleto en las superpotencias se vende a otras naciones a cambio de bases o de acuerdos de amistad y cooperación, pero siempre manteniendo el diferencial tecnológico97. A su vez las naciones menos poderosas efectúan entre ellas sus propias carreras de armamento con este material presionando a sus suministradores para que incrementen la tecnología de las armas que reciben. De esta forma, el mecanismo se perpetúa indefinidamente. Esta carrera también es alimentada por el progreso general de la tecnología que obliga a desarrollar un armamento que aproveche los últimos hallazgos de la tecnología trasladando los progresos de la tecnología civil a la tecnología militar. La producción de armas se complica cuando la tecnología civil avanza con más celeridad que la militar98 y fuerza a que al iniciarse la fase de producción sea necesario planear actualizaciones al sistema, denominadas upgrades o retrofit, para insertar los avances de la tecnología 94
Lo que Eisenhower denominaría complejo militar-industrial.
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Este hecho hace por una parte que los costes de los sistemas de armas sean más elevados, aunque a su vez más mortíferos, y por otra que los países que no pueden soportar esa espiral irán perdiendo peso en su capacidad militar. Este último fenómeno se conoce también con el nombre de desarme estructural.
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Un ejemplo de este tipo de acuerdos puede ser los tratados ABM (1.972) sobre misiles antibalísticos, INF (1.987) sobre fuerzas nucleares de alcance intermedio, CFE (1.990) sobre reducción de armas convencionales en Europa y START (1.991) sobre conversaciones para la reducción de armas estratégicas. Estos acuerdos se puede interpretar no como causa, sino como efecto de que la URSS no podía mantener por más tiempo esta carrera de armamentos sobre todo si tenemos en cuenta que se firman en el ocaso del régimen soviético.
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Véanse los pactos de 1.953 entre España y EE.UU., o los acuerdos de Egipto con la URSS en los años 60 o la carrera de armamentos que actualmente mantienen los países del Golfo Pérsico.
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Ciertos cambios tecnológicos se sitúan hoy entre los dos y los cinco años.
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(sustituyendo subsistemas y componentes) y mantener su utilidad complicando y encareciendo el coste del sistema de armas.
3.5
Tecnologías Basadas en la Información (1.982-2.010)
El fin de la guerra fría, cuyo paradigma ha sido la caída del muro de Berlín, ha mejorado el clima de seguridad internacional y ha tenido como efecto que los presupuestos de defensa hayan disminuido de forma generalizada, en particular en Europa y Estados Unidos99. Esto se ha traducido en una escasez de medios para capitalizar las fuerzas y en unas fuerzas armadas más reducidas con la excepción de algunas naciones emergentes que pretenden usarlas para mostrar su soberanía en la región. Como consecuencia de esta reducción será más frecuente en el futuro el empleo de coaliciones multinacionales para resolver conflictos regionales. Por otra parte, los conflictos serán limitados en su alcance y de duración breve, con un reducido número de bajas, tanto propias como enemigas, y donde se evitará afectar a la población e instalaciones civiles100. La necesidad de que los conflictos sean breves obligará a realizar operaciones que destruyan, de un golpe, los puntos decisivos y centros de gravedad del enemigo. Estas operaciones se caracterizarán por un alto ritmo de ejecución. Los ejércitos tendrán un papel creciente en operaciones de paz como vigilar y mantener un acuerdo de alto el fuego entre dos bandos hostiles, un embargo económico o una zona de exclusión. Estas nuevas misiones se realizarán con mayor frecuencia en entornos urbanos. La Proyección de Fuerza101 y la Presencia en Ultramar seguirán siendo necesarias para proteger la paz y los intereses de Occidente en regiones conflictivas de la tierra. La primera es necesaria para evitar hechos consumados, mientras que la segunda tiene un gran efecto disuasor y estabilizador. Estas operaciones requerirán negociar derechos de sobrevuelo y bases en las naciones cercanas al conflicto. La proliferación de las armas de destrucción masiva hará que este tipo de armas aparezca en futuras áreas de conflicto. Esto requerirá potenciar los programas de defensa biológica y química y mantener la dispersión y la movilidad de unidades para evitar ser identificados como blancos, y desarrollar medios para destruir estas armas antes de que puedan alcanzar a las fuerzas propias. Estas armas podrían caer en manos de grupos no estatales y podrían ser transportados a naciones desarrolladas por terroristas, aviones civiles o UAV. El menor coste hará que proliferen los misiles balísticos y crucero en los teatros de operación. La tendencia será armas más portátiles y mortíferas. Ciertas armas de tecnología avanzada podrán ser adquiridas por naciones del tercer mundo a países desarrollados. El armamento de los terroristas puede ser mejor que el de las agencias antidroga o de lucha contra el crimen. Las fuerzas tendrán una mayor movilidad y será más difícil distinguir entre combatientes y no combatientes. 99
Este hecho se conoce popularmente como “dividendos de la paz” y respondería a la idea de que el esfuerzo militar que ha logrado el fin de la guerra fría permite hoy en día una reducción de los gastos militares.
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El peso de la opinión publica haría que una guerra prolongada de desgaste fuera altamente impopular. Por, ejemplo, los bombardeos masivos tuvieron que ser cancelados en la guerra de Vietnam ante la creciente oposición de la opinión pública. Los ataques a objetivos militares evita las protestas internacionales y permite que los ciudadanos comprendan que es una guerra contra sus clases dirigentes y no contra ellos. Además facilita reconstruir la nación tras el conflicto.
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Estados Unidos ha cuantificado esa capacidad en 4 días, mediante transporte aéreo, para una brigada ligera. 12 para una división ligera, una brigada pesada en barco 15 días y dos divisiones pesadas 30 días.
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Los submarinos diesel y los torpedos sofisticados seguirán proliferando. Muchas de estas armas se almacenarán en instalaciones enterradas en el suelo que requerirán el desarrollo de armas específicas para su destrucción. El reducido coste de las minas terrestres y marinas hará que proliferen en las futuras áreas de conflicto. En el futuro es probable que se produzcan ataques a satélites usando otros satélites, misiles antisatélites o armas de energía dirigida. La falta de tratados para evitar la militarización del espacio exterior hace factible esta posibilidad. Los escenarios futuros se caracterizarán por un creciente volumen y precisión de fuego bajo cualquier condición meteorológica y condición de iluminación. Esto obligará a seguir manteniendo una elevada dispersión de las unidades y a disponer de potencia de fuego en el campo de batalla con un menor soporte de grandes objetivos fijos como puertos, aeropuertos, depósitos y terminales. La desaparición de la amenaza soviética significa que serán decrecientes las fuerzas de maniobra terrestres pesadas que operan en grandes formaciones, los aviones de superioridad aérea cuya misión principal es destruir aviones enemigos en el aire, y fuerzas navales cuya principal misión sea mantener la superioridad en alta mar. En las operaciones terrestres la maniobra y el fuego seguirá siendo la actividad primordial para destruir las fuerzas adversarias. Las unidades dispondrán de sensores para alimentar a sus sistemas de mando. Las unidades de apoyo (artillería, defensa aérea, ingenieros) dejarán de ser orgánicas, ya que una mejor información permitirá conocer cuáles son los puntos precisos donde apoyar, permitiendo una mayor eficacia. La división como unidad autónoma dejará de tener sentido y se pasará a la Brigada o unidades inferiores. El empleo de unidades más pequeñas significará una mayor agilidad. En el futuro las operaciones navales serán en el litoral con una alta integración con los otros dos ejércitos en cuanto interoperabilidad de comunicaciones y de munición. La Fuerza Naval influirá decisivamente en las operaciones terrestres proporcionando defensa aérea y contra misiles, y capacidad de lanzar misiles crucero. La Guerra de la Información aparece como una nueva forma de conflicto. Si en las sociedades agrícolas el objetivo era la ocupación de tierra, y en las sociedades industriales la destrucción de la capacidad productiva, en la era de la información, el objetivo será la destrucción de los sistemas de información del adversario que, tras un ataque, podrían paralizar una nación. El creciente papel de los ordenadores en la vida militar y civil hará que se les considere como objetivos altamente rentables, aumentando el riesgo de sufrir ataques. En particular los ataques a las redes de datos y ordenadores civiles tenderán a crecer como el robo, destrucción o corrupción de datos, paralización de las redes de ordenadores, etc. Este tipo de actos podría ser llevado a cabo por grupos terroristas. Este hecho obligará a dedicar crecientes recursos a la protección de las redes de comunicaciones informáticas. Estos nuevos escenarios van a requerir las capacidades que se comentan a continuación: 3.5.1 La Superioridad en la Información En el campo táctico se buscará disponer de sistemas que permitan adquirir la información necesaria para dominar y neutralizar las fuerzas adversarias. Se basarán en sistemas de inteligencia, y en sistemas de mando y control apoyados en ordenadores, comunicaciones digitales y sistemas de posicionamiento global. Estos sistemas permitirán efectuar un mejor planeamiento de las operaciones y una gestión más integrada de las fuerzas. Se basarán en entornos de trabajo y operación interactivos y distribuidos que permitan a los usuarios acceder a la información que necesiten.
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La guerra de la información se usará para lograr que el adversario tenga una visión opaca y confusa del campo de batalla destruyendo o confundiendo sus sistemas de mando, control y comunicaciones. Estos avances permitirán dejar la iniciativa al adversario y no presentarse como una fuerza hostil. Los medios de inteligencia deberán proporcionar un conocimiento preciso del campo de batalla que permitan conocer, en tiempo real, en el teatro de operaciones todas las fuerzas amigas, neutrales y enemigas, instalaciones, máquinas, armas, vehículos e unidades que sean significativas. Se basará en inteligencia de satélites apoyada por información de UAV, AWACS, aviones tácticos, JSTARS de objetivos terrestres, cruceros AEGIS y amplias redes de información. La fusión de datos procedente de múltiples sensores será fundamental, así como los sistemas de tratamiento de imágenes y reconocimiento automático de objetivos. Los sistemas de Mando, Control, Comunicaciones, Computadoras e Inteligencia permitirán conocer con la información anterior las intenciones del enemigo, identificar amenazas, distribuir esta información en tiempo real a todos los niveles, y asignar misiones y objetivos de máximo valor. Se basará en redes de comunicaciones con un gran flujo de información de forma que cada mando, incluso de las unidades más pequeñas, disponga de la información necesaria para tomar las decisiones. Una mayor interoperabilidad102 garantizará el intercambio de datos entre los diferentes sistemas con las correspondientes economías de escala (información just in time). El acceso a la información pondrá en entredicho los métodos lineales, secuenciales y jerárquicos de toma de decisiones actuales. El planeamiento tenderá a ser simultáneo e interactivo entre los diferentes mandos como consecuencia de la explosión de la información. Lo que se busca reducir la famosa fricción acuñada por Clausewitz debido a la información incompleta, imprecisa y desfasada. 3.5.2 La Fuerza de Precisión Las armas de precisión deberán permitir una mayor distancia, velocidad y efectividad que con la información anterior logrará destruir los objetivos de más valor (a veces críticos en tiempo como un arma de destrucción masiva), disminuyendo de esta forma los daños sobre la población civil103. Su principal empleo será neutralizar activos enemigos en comunicaciones, mando y control, armas de destrucción masiva fijas y móviles, elementos de proyección de fuerza y la infraestructura de soporte. Tres clases de armas de precisión se usarán: las armas guiadas por el hombre como misiles guiados por fibra óptica y bombas de designación láser; las armas guiadas por la signatura (emisión infrarroja, reflexión radar o acústica) y las armas dirigidas a un punto en el espacio donde se conoce que está el objetivo104. El alcance de estas armas permitirá destruir al enemigo lejos del alcance de sus propias armas, evitando la exposición de las fuerzas propias al enemigo, especialmente a las armas de destrucción masiva. Las mejoras en guiado y control permitirán destruir los objetivos con un menor consumo de munición y un menor número de 102
La interoperatividad se puede definir como la capacidad de las personas, organizaciones, y equipos para operar juntos con efectividad de tal forma que “cada unidad en el campo de batalla pueda compartir información con cualquier otra unidad de éste”. La interoperabilidad es, hoy en día, uno de los principales retos de las fuerzas multinacionales.
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El adversario tenderá a dispersar sus activos y a juntar objetivos militares con objetivos civiles (colegios, hospitales, etc.) donde se pueda protestar por la matanza ocurrida.
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Un último ejemplo es la munición JDAM basada en bombas con guiado basado en GPS y un sistema inercial. Los cohetes de los lanzadores múltiples y la munición de mortero parecen los próximos candidatos a convertirse en armas de precisión.
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misiones aéreas. Requiere avances en sensores (cualquier meteorología e iluminación), interoperabilidad de los sistemas de mando y control, mejoras en la interfaz sensor/tirador, y capacidad de evaluar daños. La integración en el futuro de los medios de inteligencia (ISR), de mando y control (C4I) y de las armas de precisión105 creará importantes sinergias, permitirá amasar efectos desde lugares dispersos sobre un mismo punto y supondrá un salto cualitativo, sino revolucionario, en las operaciones militares. 3.5.3 La Identificación en el Combate La identificación de combate se podría definir como la capacidad de diferenciar objetivos potenciales - móviles y fijos sobre grandes áreas y largas distancias - como amigos, enemigos, o neutrales con el suficiente tiempo, con gran confianza y a la distancia requerida para apoyar la decisión de combate o el disparo de armas. Esta capacidad es esencial para que las fuerzas de combate puedan identificar quién es amigo, enemigo y neutral en el campo de batalla de forma rápida y positiva; gestionar el área de la batalla, emplear armas y fuerzas óptimamente y minimizar el riesgo de fratricidio. La identificación deberá permitir identificar por clase, tipo de plataforma y nacionalidad. 3.5.4 La Defensa de Misiles La defensa de misiles en un teatro de operaciones se puede definir como la capacidad de usar sistemas de múltiples organizaciones para detectar, seguir, adquirir y destruir misiles balísticos de teatro enemigos y misiles crucero. Incluye el flujo constante de información del lanzamiento de misiles mediante capacidades de vigilancia especializadas, a través del seguimiento por sensores desde múltiples organizaciones, a la negación y destrucción del misil. Se basará en una red de sistemas de vigilancia que incluirá sistemas en el espacio, sistemas de defensa organizados en varias capas y sistemas de C3I para integrar los sistemas de vigilancia y las armas. El misil se detectaría, y eventualmente se destruiría, en la fase de lanzamiento, durante el vuelo o la fase de aproximación final. Requiere desarrollos tecnológicos en los sensores radares y ópticos que detecten y discriminen la ojiva de los fragmentos y señuelos del misil y predigan el punto de lanzamiento y su previsible trayectoria; mejorar las prestaciones del misil interceptador en su capacidad de rastrear el objetivo hasta alcanzarlo; incrementar la capacidad de los sistemas C3I para procesar y fusionar datos de múltiples sensores; y mejorar las comunicaciones para transferir rápidamente la información a los sistemas de interceptación. 3.5.5 Las Operaciones Militares en Terreno Urbanizado Las operaciones militares en terreno urbanizado (MOUT) se puede definir como la capacidad de operar y conducir operaciones militares en áreas construidas y de alcanzar los objetivos militares con bajas y daños colaterales mínimos. Incluye armas no letales, armas de precisión, vigilancia y conocimiento de la situación en áreas urbanas vía comunicaciones efectivas. Posiblemente, ésta sea el área más compleja e intensiva en recursos. Las acciones en terreno urbanizado se caracterizan por realizarse con pequeñas unidades y tener una alta probabilidad de sufrir bajas. Estas operaciones requieren capacidades para enfrentamientos, protección de las fuerzas y maniobrabilidad. El enfrentamiento requiere capacidades de conocimiento completo del entorno de las posiciones e intenciones propias y del enemigo, una mayor efectividad de las armas (precisión, capacidad de operar de noche, toda condición meteorológica, largo alcance) en especial contra objetivos fortificados, en desenfilada, o ente105
Estas armas reciben el nombre de PGM o también Smart and Brilliant Weapons.
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rrados, y un equipamiento individual más ligero que permita una mayor agilidad. La protección se basará también en el conocimiento del entorno, capacidad de atacar primero y protección individual gracias a la reducción de la signatura multiespectro, una menor susceptibilidad del traje a armas pequeñas, fragmentación, fuego o elementos químicos, y sistemas de identificación. La maniobrabilidad se basará en una inserción precisa en la zona de operaciones que permita alcanzar rápidamente los objetivos. Los sistemas de información, mapas digitales, GPS y comunicaciones (libre de manos, robustas, voz y vídeo) permitirán planificar y ejecutar la operación caracterizada por una estructura de mando poco jerárquica con información al nivel de cada combatiente. Los robots terrestres no tripulados tendrán también un amplio uso en este tipo de operaciones (desminados, localización de explosivos, etc.). 3.5.6 Disponibilidad Conjunta y Logística La disponibilidad conjunta y logística se puede definir como la capacidad para mejorar la disponibilidad y logística para operaciones conjuntas y combinadas. Incluye mejoras en simulación y entrenamiento; mejoras en la operación y en el mantenimiento y en el coste del ciclo de vida; movilidad y sostenibilidad y visibilidad casi en tiempo real de personas, unidades, equipos, suministros que estén en almacenaje, proceso, tránsito o en el teatro de operaciones unido a la capacidad de actuar sobre esa información y poder evaluar el impacto logístico de cada línea de acción elegida. Esta capacidad es crítica para poder proyectar la fuerza. También requiere capacidades para evaluar el estado de disponibilidad de la fuerza; una mayor integración con las células de planeamiento y operaciones que permita establecer el material y los suministros necesarios para realizar la operación; capacidad para replanificar los recursos durante la operación; y mejoras en la capacidad de entrenamiento. La interoperabilidad será un elemento clave para reducir la problemática logística. Los sistemas de información permitirán la planificación colaborativa entre diversas organismos e incluso el ensayo de misiones y una logística enfocada al tiempo real (justin-time). La simulación será un elemento esencial para mantener la disponibilidad de las fuerzas armadas mediante el adiestramiento y el ensayo de diferentes misiones. La simulación permitirá generar entornos tácticos cada vez más realistas y complejos, lo que la convertirá en un elemento indispensable. Los simuladores incluirán medios automáticos de evaluar la eficacia. La realización de maniobras tenderá a disminuir al no poder realizar ejercicios de doble acción y tener un elevado coste106. 3.5.7 Contraminado Conjunto El contraminado conjunto proporciona la capacidad para la vigilancia, reconocimiento, detección, neutralización de minas de forma rápida y segura, que permita la entrada con oposición de una fuerza expedicionaria. Incluye la capacidad para controlar el mar y conducir operaciones anfibias y maniobras en tierra contra fuerzas en defensiva que emplean minas terrestres o marinas. Para las fuerzas terrestres la superioridad significa la capacidad de conducir operaciones sin retrasos significativos en un entorno de amenazas de minas. Para este tipo de misión se usarán UAV o UUV para detectar campos de minas en las avenidas de aproximación. La apertura de brechas seguirá siendo necesaria pues las minas pueden ser sembradas en el último momento por aviones, artillería o misiles. 106
En este sentido la guerra del Golfo marcó un hito, pues la mayoría de los pilotos habían sido adiestrados mediante simulación.
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Requiere capacidades de detección/clasificación/identificación de minas mediante el procesamiento de señal y fusión de sensores; apertura de brechas y neutralización mediante retirada/destrucción de minas, retirada de los obstáculos. Particularmente importantes son las minas situadas fuera de una ruta con capacidad de alcanzar los 100 metros. Los sistemas de información permitirán distribuir mapas de zonas minadas para todas las fuerzas. 3.5.8 El Combate Electrónico El Combate Electrónico abarca la capacidad de romper o degradar las defensas enemigas - a través del espectro electrónico, infrarrojo y visual - en las zonas y momentos necesarios para permitir el despliegue y el empleo de los sistemas de armas propios y de naciones aliadas. Incluye capacidades para engañar, quebrar o destruir la red de defensa aérea o de área del enemigo compuesta de sistemas de vigilancia, mando y control y armas/sensores. También incluye las capacidades críticas para reconocer los intentos de los sistemas hostiles de rastrear o enganchar a las fuerzas propias, iniciando automáticamente las contramedidas apropiadas o la respuesta defensiva, y proteger los sistemas propios mediante la redundancia y el endurecimiento. Requiere capacidades para realizar ataques electrónicos, protección electrónica y vigilancia electrónico. Esta última emplea las emisiones enemigas para construir una imagen del campo de batalla. Requiere medios para la detección de amenazas en tiempo real, identificación y localización; aviso de aproximación de un misil; receptores/procesadores de guerra electrónica programables y modulares; fusión de datos de sensores para inteligencia electrónica, señuelos; empleo de UAV; tratamiento robusto y multiespectral de amenazas simultáneas; contramedidas RF de gran ancho de banda, coherente y quirúrgicas; una nueva generación de contramedidas infrarrojas; contramedidas infrarrojas basadas en láser; y acciones contra los sistemas integrados de defensa aérea. 3.5.9 La Protección y Defensa Biológica y Química La protección y defensa biológica y química se enfoca en tecnologías para oponerse a la amenaza de armas químicas y biológicas y asegurar la seguridad y efectividad de la misión de las fuerzas armadas operando en un entorno contaminado con un impacto mínimo en la logística. El principal objetivo será evitar la contaminación (detectando, identificando y avisando de un ataque), y en caso de que no pueda ser evitada, disponer de medios de protección (individual, colectiva y médica) y de descontaminación. En esta área hubo muchas deficiencias en la operación Tormenta del Desierto. La protección médica requiere tratamientos previos a la exposición como por ejemplo vacunas, equipos de diagnóstico rápido, y terapias tras la exposición. La descontaminación requiere sistemas que reaccionen y neutralicen el agente químico, o desinfectantes que destruyan los agentes biológicos. 3.5.10 Acciones Contra las Armas de Destrucción Masiva En este apartado se describen las acciones enfocadas a la mejora de las capacidades militares para realizar acciones de contrafuerza para destruir este tipo de armas en sus bases antes de que sean usadas, lo que es difícil de realizar si las armas son móviles o están enterradas. Requiere medios para identificar los objetivos, planificar y ejecutar ataques contra estos objetivos con rapidez, destruirlos y evaluar los daños causados. Estos medios se basarán en sensores para identificar y caracterizar; herramientas de planificación para destruir los objetivos; fusión de datos de múltiples sensores; análisis y seguimiento de las WMD; previsión meteorológica en tiempo real; predicción de efectos colaterales, municiones penetrantes mejoradas; cabezas explosivas de letalidad mejoradas;
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destrucción del agente; espoletas inteligentes para objetivos duros; guía bajo cualquier condición meteorológica; y sensores para evaluación de daños. 3.5.11 El Dilema de las Tecnologías de Doble Uso Los reducidos presupuestos de defensa de las naciones, tras el fin de la Guerra Fría, va a impedir que puedan financiar el desarrollo de productos tecnológicamente líderes y puedan alimentar una industria militar propia107. Por esta razón, la industria de defensa se va a tener que configurar como un complemento de la industria civil y también va a obligar a desplazarse hacia tecnologías, procesos y productos de doble uso tanto por civiles como por militares que permitan, ante caídas de la demanda, orientarse al sector civil. El camino se orienta por tanto a explotar las tecnologías comerciales existentes como sensores, ordenadores y telecomunicaciones, y a aprovechar los progresos y las economías de escala de la fabricación en masa de la industria civil, y los procesos de fabricación más baratos como por ejemplo simulación, CAD, etc. Por otra parte el I+D civil, se muestra más dinámico que el militar debido a la globalización y a la fuerte competitividad de los mercados y un menor secretismo inevitable en una carrera de armamentos. Aunque se desea mantener la superioridad tecnológica frente a cualquier adversario potencial, la caída de los presupuestos, obliga a alcanzarla con unas menores inversiones, y por lo tanto a reducir costes. Una solución es, por tanto, aprovechar las ventajas de la industria civil. Sin embargo, no todos las tecnologías de defensa son de doble uso. Citaremos, como ejemplos, los sistemas de guiado láser, las tecnologías de ocultación o la fabricación de submarinos entre otras. Los avances en estas tecnologías sólo pueden conseguirse a partir del sector militar. Ello obligará a sostener la investigación básica y la inversión en tecnologías militares prioritarias como módulos multichip, matrices de detectores de infrarrojos no refrigerados, sistemas microelectricomecánicos, litografía, pantalla planas, matrices de titanio, nanomanufactura y electrónica óptica. Otro método que se está intentado usar para lograr la superioridad con un menor coste es una transición más acelerada desde el prototipo al sistema real usando demostradores tecnológicos que permitan evaluar la eficiencia tecnológica y modificar la correspondiente organización y doctrina, y realizar experiencias operativas con estos demostradores que permitan su evaluación táctica. Si se logra una transición más rápida siempre habrá una superioridad tecnológica sobre cualquier posible adversario, pues, en definitiva, la supremacía técnica es una carrera. 3.5.12 El Debate sobre el Spin-off Ante las reducciones presupuestarias que afectan al sector industrial de la defensa y ante el temor de su desmantelamiento, existe, hoy en día, un amplio debate sobre los posibles beneficios de una industria de defensa para el resto de la sociedad. Este debate se conoce con el término anglosajón spin-off. 107
Las fuertes concentraciones industriales no son ajenas a esta reducción de gastos militares y de mercados que fuerza a buscar economías de escala basadas en una mayor dimensión. En este sentido véanse las últimas megafusiones de Martin Marietta y Lockheed, Boeing y Mcdonnell Douglas o la reciente de Northrop Grumman con Lockheed Martin. Así los EE.UU. van a desarrollar tan sólo los siguientes sistemas: Un nuevo sistema móvil de artillería; el helicóptero Comanche de reconocimiento y ataque en profundidad; el bombardero B-2 invisible; el avión avanzado de transporte C-17; el avión F-22 invisible sustituto del F-15; el Joint Strike Fighter que sustituya F-16 y el F-18; Un láser aerotransportado para la destrucción de misiles balísticos en su fase inicial; el buque arsenal caracterizado por estar armado por un gran número de misiles, activables de forma remota; y el Mobile Offshore Base que podría sustituir a los portaaviones en operaciones de litoral.
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El spin-off se puede definir como la transferencia tecnológica de artículos y conocimiento de la producción militar a la civil. En el fondo es un argumento para convencer al público general de los méritos del gasto militar. Existen innumerables ejemplos de spin-off siendo ejemplos típicos el uso pacífico de la energía nuclear, los radares de control de tráfico aéreo o los satélites meteorológicos. Esta es la causa que se persiga tanta la búsqueda de aplicaciones civiles de la tecnología militar. Algunos autores, sin embargo, son reacios a darle una consideración superior a la marginal, pues consideran que el coste de oportunidad es superior y, muchas veces, se ponen barreras para trasladar esta tecnología al sector civil, en especial, si se trata de tecnologías punta.
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4.
Principales Tecnologías en el Área de Defensa
En este capítulo se van a describir aquellas tecnologías que se consideran claves en el área de defensa, ya que su dominio concede una serie de capacidades superiores a las de cualquier posible adversario. Es decir, aquellas tecnologías cuyas características pueden garantizar la superioridad operativa de una fuerza. La selección de estas tecnologías se ha realizado buscando aquellas que proporcionen ventajas objetivas o que puedan suponer una amenaza para las fuerzas propias si un adversario dispusiera de ellas. Muchas veces esta superioridad se consigue integrando varias tecnologías en un único sistema, siendo la propia integración la que constituye el elemento clave. La integración permite el trabajo productivo y armonioso de componentes muy dispares y las interfaces que los conectan. Un ejemplo es la integración de sensores, armas, comunicaciones, pantallas tácticas de situación y ayudas a la navegación que se produce en muchos sistemas de armas. El desarrollo de cualquier sistema de armas requiere un proceso de integración de nuevas tecnologías o progresos en las existentes para mejorar las prestaciones del sistema. La integración es un proceso continuo que busca asegurar que los componentes y funciones se ajusten entre ellos y operan de forma concertada. Sin embargo, no se han llegado a identificar tecnologías específicas para la integración de sistemas. Muchas de las tecnologías citadas tienen como objetivo lograr sistemas con un menor peso, volumen y consumo de energía, mientras que a la vez intentan lograr una mayor fiabilidad, una vida prolongada, una mayor supervivencia, un menor mantenimiento y un coste menor. Estas características son las que, en muchos casos, garantizan sistemas superiores.
4.1
Sistemas Aeronáuticos
La aviación militar representa, con la excepción de la guerra nuclear, el medio más rápido para atacar a un adversario potencial. Muchas de las tecnologías aeronáuticas empleadas en el sector militar son compartidas por la aviación civil. Sin embargo, sólo se citarán las tecnologías que se consideran críticas para mantener la superioridad aérea en un entorno hostil, donde hay requisitos severos de prestaciones y donde es necesario que el piloto sea capaz de analizar la situación y responder con rapidez. Éstas son las asociadas con los aviones, los motores de turbina y la interfaz humana. No se han identificado tecnologías específicas de los vehículos aéreos no tripulados, aunque estos sistemas usan muchas de las tecnologías citadas en este capítulo. Los motores de turbina de concepto avanzado y las instalaciones de prueba para sistemas de propulsión son todavía tecnologías emergentes. Las tecnologías que requieren los sistemas aeronáuticos para la navegación y el guiado automático son tratadas en el apartado 4.7. Los materiales usados en la estructura y los motores se tratan en el apartado 4.11, La tecnología de los sensores se trata en el apartado 4.15 y las tecnologías para el control de signaturas se trata en el apartado 4.16. 4.1.1 Aviones de Ala Fija y Helicópteros Las tecnologías críticas en esta área son dos. La primera es el blindaje de los equipos electrónicos del avión frente a la radiación electromagnética generadas por explosiones nucleares o armas convencionales, bien sean en ráfagas o continua. Esta tecnología
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se trata en el apartado 4.5. La segunda es la integración del sistema de control del motor (FADEC) con el sistema de control de vuelo (FCS) como único medio de obtener las máximas prestaciones de vuelo sin exceder los límites estructurales o de control del avión. 4.1.2 Motores de Turbina de Gas Las tecnologías críticas se orientan a la integración del sistema de control digital del motor con el ordenador de control de vuelo. La búsqueda de motores fiables y eficientes ha llevado al desarrollo de cámaras de combustión con camisas desacopladas térmicamente que permiten una operación a mayor temperatura y mejores prestaciones. La técnica de varias cámaras de combustión en un mismo motor permite optimar el consumo de combustible para la potencia deseada y reducir su longitud. Las estructuras metálicas de los álabes necesarias para soportar las altas temperaturas y esfuerzos se logra mediante forjados en cristal con secciones internas de refrigeración. Todas estas tecnologías mejoran la relación potencia/peso, proporcionan una mayor autonomía y una vida más larga del motor. 4.1.3 Interfaz Humana Estas tecnologías son críticas por el impacto significativo que tienen sobre el sistema de armas. Éstas residen en pantallas montadas sobre el propio casco del piloto que permiten mostrar, sin pérdida de tiempo, de un modo integrado, información táctica vital junto con información del propio armamento. Esta tecnología permite disponer sobre el casco la información necesaria para designar objetivos y activar el sistema de armas sin tener que abandonar los mandos. Esta tecnología incluye la integración necesaria para conseguir una alta resolución, una reducida emisión térmica y un peso reducido que no restrinja o fatigue al usuario. 4.1.4 Estatoreactores y Estatoreactores Supersónicos (Ramjets y Scramjets) Las tecnologías de propulsión de alta velocidad son necesarias para todo tipo de misiles. Los estatoreactores son capaces de doblar la potencia del motor de un misil respecto de motores de combustible sólido, incrementando de esta forma sus capacidades cinemáticas, aumentando el alcance, reduciendo el tiempo en alcanzar el objetivo, y mejorando su capacidad de penetración. Los estatoreactores supersónicos basados en combustible de hidrocarbono pueden llegar a alcanzar velocidades de Mach 8 lo que les permite atacar con la suficiente rapidez plataformas móviles de armas de destrucción masiva. Aunque no totalmente maduras estas tecnologías han desarrollado algunos demostradores.
4.2
Armamento y Materiales Energéticos (Explosivos)
Este apartado trata las tecnologías que son necesarias para desarrollar y producir, en cantidades masivas, sistemas de armas y munición convencional con capacidades operativas superiores, siendo a la vez seguras de usar, de coste reducido y susceptibles de ser almacenadas. Incluye armas de infantería, piezas de artillería, torpedos, cargas de profundidad, bombas, minas terrestres y marinas, dispositivos de demolición, cabezas de guerra de alto explosivo y energía cinética, proyectiles, submuniciones, sistemas de propulsión y espoletas. Parte de estas tecnologías se aplican al desarrollo de armas inteligentes, pero también al desarrollo de armas químicas, biológicas o nucleares. Estos sis-
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temas son necesarios para incapacitar, neutralizar o destruir al personal, material o infraestructuras del adversario que inhiban su capacidad de enfrentamiento. Las áreas de explosivos dispersados en el aire, armas de líquido propulsante regenerativo, no contienen tecnologías críticas pero pueden tener tecnologías críticas emergentes. 4.2.1 Municiones de Pequeño y Mediano Calibre Este apartado abarca el desarrollo y la producción de la munición usada en proyectiles, armas individuales, lanzagranadas y armas contra blindajes ligeros con o sin guiado con un calibre inferior a 81 mm. Lo que hace esta munición superior son los materiales empleados, el diseño, el empaquetado y la tecnología de guiado. En particular son esenciales para sistema de tiro rápido, defensa aérea y capacidades contra blindajes. Este armamento puede tener un efecto devastador en manos de un grupo terrorista. 4.2.2 Bombas, Cabezas de Guerra de Misiles y Proyectiles de Calibre Grueso La tecnología permite una letalidad superior en términos de fragmentación, penetración sobre el blindaje o el casco, efectividad de la explosión o área donde se producen los efectos. Estas tecnologías se emplean en misiles, torpedos, bombas y proyectiles de artillería de calibre superior a 81 mm., bien de munición convencional o en armas de precisión. Incluye penetradores de energía cinética, fragmentos autoforjantes, proyectiles formados explosivamente, cargas explosivas huecas y municiones en tándem o de cabeza múltiple. 4.2.3 Materiales Energéticos Estas tecnologías tienen relación con la fabricación de los ingredientes y su formulación como composiciones preparadas para usarse en explosivos y propulsores de armas y misiles. Estos materiales son la base para lograr un alcance, peso del proyectil y letalidad superior. La carencia de estos materiales avanzados y la ausencia de capacidades de cálculo y experimentación para diseñar nuevas moléculas y polímeros limitan la capacidad fabricar este tipo de munición. 4.2.4 Espoletas En este subapartado se trata el desarrollo y producción de dispositivos capaces de asegurar, armar y explotar la munición. Los dos primeros garantizan que la granada no explotará hasta no encontrarse cerca del objetivo, mientras que el último asegura con una elevada fiabilidad, que la munición explotará, incluso de después de llevar años almacenada. Para ello se requiere que muchas espoletas dispongan de sensores, electrónica y capacidad de proceso de señal con un alto nivel de discriminación y resistencia a contramedidas. Incluye espoletas polivalentes para artillería, espoletas de tiempo electrónicas, espoletas de proximidad, espoletas inteligentes para minas y espoletas integradas con el guiado. Las elevadas cifras de producción hacen necesario que el coste por unidad sea cuidadosamente evaluado durante el diseño.
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4.2.5 Cañones y Artillería Este apartado incluye el desarrollo y producción de sistemas de artillería incluyendo los subsistemas y componentes, las cargas de propulsión, los motores cohete de ciertos proyectiles, la balística interior y exterior y las interfaces de la cabeza explosiva. Las tecnologías emergentes en esta área están relacionadas con la evolución de sistemas de propulsión líquidos y con el desarrollo de sistemas de control de tiro autónomos. La tecnología está haciendo énfasis en mejoras en distancia, energía cinética, movilidad y requisitos humanos. 4.2.6 Minas, Contraminado y Sistemas de Demolición Este subapartado cubre las tecnologías para las minas terrestres y marinas y los sistemas de demolición. Las tecnologías emergentes se orientan a espoletas basadas en microprocesador con sensor, polivalentes, activables a distancia y capaces de distinguir mediante técnicas de procesado de señal y fusión de datos - diferentes tipos de signaturas. Las acciones contra minas se basan en sensores multiespectro para detectar campos de minas como sonares, sensores magnéticos, radares que penetran en el terreno para la detección de minas no metálicas e infrarrojos pasivos que permiten la detección de minas con un reducido número de falsas alarmas y que permiten informar de su existencia antes de la llegada a las fuerzas de maniobra. Se encuentran en investigación sistemas basados en armas de energía dirigida, ondas de choque enfocadas y proyectiles perforantes para su neutralización. Las acciones de desminado humanitario son vitales en las operaciones de paz. Los sistemas de demolición se basan en munición multiestado o cargas tándem capaces de penetrar estructuras blindadas de un metro de grosor. 4.2.7 Misiles La tecnología de los misiles como los sensores, procesado de señal, la cabeza explosiva, los materiales de su estructura, la reducción de signatura o el sistema de propulsión se trata ampliamente en otros apartados de este capítulo. Estas tecnologías son las que le permiten una mayor efectividad que la de posibles adversarios como el mayor alcance, precisión o menor tiempo de vuelo. Específico de los misiles es la mecánica de vuelo que permite la agilidad y velocidad necesaria para alcanzar el objetivo. Como tecnología emergente se encuentra los motores de combustible en gel. 4.2.8 Armas no Letales Las armas no letales son armas que intentan neutralizar o incapacitar al adversario ocasionándole daños mínimos, bien porque sus efectos son muy localizados o los daños son reversibles. Como ejemplo de estas armas podemos citar el gas lacrimógeno que fue empleado en la Guerra de Vietnam. Los desarrollos actuales incluyen proyectiles no letales, espuma pegajosa, espuma barrera, pulsos electromagnéticos que destruyen los equipos pero no a las personas, o señales acústicas de baja frecuencia. Estas armas son particularmente necesarias en operaciones de paz.
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4.3
Armas Químicas y Biológicas
Las armas químicas tienen el inconveniente de que pueden ser fabricadas fácilmente por las industrias relacionadas con la investigación y fabricación de productos farmacéuticos o las relacionadas con pesticidas que pueden ser reconvertidas con discreción. El reducido coste de fabricación, comparado con un programa nuclear, constituye otro aliciente más para su producción. La fabricación de elementos para la defensa contra un ataque biológico o químico puede enmascarar, también, la fabricación de armas ofensivas. Existen programas de fabricación de estas armas en muchas zonas conflictivas del planeta108. La fabricación de misiles balísticos o crucero por una docena de naciones de medio o largo alcance hace más preocupante esta amenaza. La Convención para la prohibición del desarrollo, producción y almacenaje de Armas Bacteriológicas y Tóxicas y su destrucción fue firmado el 10 de Abril de 1.972109. En 1.993 se acordó un tratado en la Convención de Armas Químicas que ha sido ratificado ya por más de 70 naciones110 y ha entrado en vigor en 29 de Abril de 1.997. El tratado prohibe la producción, almacenaje, adquisición o transporte de estas armas, así como la destrucción de los arsenales de armas químicas en un plazo de diez años a partir de su ratificación. Para ello se establecen unos mecanismos internacionales de inspección en los Estados sospechosos de fabricar estos productos y medidas de sanción para los que sigan fabricando. Las armas químicas tienen un reducido valor táctico pues son peligrosas de almacenar y su diseminación depende de las condiciones meteorológicas. La defensa contra estas armas es posible, aunque con severas limitaciones de movimiento. Las armas de precisión son más efectivas con un coste comparativo menor. Por ello los países OTAN dejaron de fabricar agentes tóxicos en la década de los 60. Su uso estratégico, como arma de disuasión, podría tener un mayor éxito, aunque no hay experiencia sobre esto. Las tecnologías actuales en esta área se orientan fundamentalmente a la detección, identificación, localización y cuantificación de amenazas biológicas y químicas, a la protección de las fuerzas cuando la contaminación no puede ser evitada y a proporcionar profilaxis y terapia contra estos agentes para las fuerzas afectadas. 4.3.1 Sistemas de Defensa Biológico y Químico En muchas situaciones bélicas las unidades van a tener que sobrevivir a un ataque químico o biológico y tendrán que mantenerse operativas con un número de bajas y una degradación del material reducido. Un lugar libre de contaminación para el cuidado de los heridos, terapia y profilaxis, descanso y recuperación será también crítico para sostener las operaciones militares. Por lo tanto será necesario disponer de sistemas para evitar la contaminación, proteger de forma individual y colectiva y descontaminar. Si se identifica a los agentes biológicos se puede inmunizar previamente o tratar con un antídoto después de la exposición. La simulación y el modelado serán técnicas que se emplearán para evaluar peligros, estudiar efectos (como la exposición prolongada a pequeñas dosis de agentes químicos) y los resultados de la descontaminación. 108
Muchos expertos consideran que Irán, Iraq, Libia, Siria, Cuba, China y Corea del Norte entre otros disponen de programas activos de producción de armas químicas.
109
España ratificó este tratado en el año 1.979.
110
Rusia no ha firmado todavía este tratado.
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Las tecnologías incluyen la fabricación de mascaras y trajes individuales lo suficientemente cómodos para no reducir la capacidad de combate. Los sistemas de purificación del aire mediante filtros para colectivos son necesarios para las tripulaciones de aviones, vehículos, barcos, o personal de centros de operación. Los equipos de descontaminación (basados fundamentalmente en el agua) son necesarios para eliminar los elementos tóxicos sin dañar la superficie de los objetos contaminada. 4.3.2 Producción de Material Biológico Químico La producción de material biológico y químico no se considera una tecnología crítica, aunque sí es necesario una capacidad de producción de pequeñas cantidades para el diseño y desarrollo de las contramedidas apropiadas como vacunas y antídotos. 4.3.3 Detección, Aviso e Identificación Los mayores esfuerzos se orientan a sistemas de detección temprana a distancia que eviten la contaminación. Los detectores pueden ser locales, orientados a detectores de un gran número de agentes con un reducido tiempo de respuesta, o bien a distancia, basados en detectores de IR/UV, capaces de alertar de forma temprana de un ataque sobre una zona. La detección se basa en las propiedades físico-químicas de estos agentes, mientras que la identificación requiere técnicas immunoquímicas, pruebas genéticas o análisis espectral. Esta última es necesaria para elegir la respuesta médica adecuada. Otros factores que hay que medir son la intensidad y duración del agente y calcular su propagación futura en función de los datos de los sensores y la meteorología. Estos sistemas deben estar conectados a sistemas de información para asegurar que la alarma se disemina rápidamente y tomar las decisiones oportunas para evitar posibles contaminaciones. 4.3.4 Dispersión Biológica y Química Estas tecnologías tienen como objetivo el estudio de la dispersión de un agente químico o biológico tras la explosión de un proyectil de esta naturaleza. Tienen interés por la proliferación de estas armas en ciertas áreas conflictivas del planeta.
4.4
Sistemas de Energía Dirigida y Cinética
Este apartado trata las armas de energía dirigida y energía cinética cuya tecnología puede cambiar la forma en que las misiones militares se organicen y ejecuten en el futuro111. Estas armas incluyen láseres de alta energía, haces de partículas atómicas, microondas de gran potencia y las tecnologías de apoyo que requieren. Los sistemas de energía cinética incluyen cañones electromagnéticos (coil and rail guns), electrotérmicos y electrotérmicos químicos. Los láseres de gran energía proyectan energía a la velocidad de la luz y en los sistemas más avanzados proporcionan una rápida reasignación sobre objetivos múltiples. Su impacto sobre las defensas estratégicas y la táctica será revolucionario, pues mejoraran las capacidades en defensa de misiles, neutralización de satélites, defensa aérea, defensa de barcos, combate terrestre, apoyo próximo y protección de aviones. Sus ventajas son 111
Existe un elevado número de detractores de estas armas, debido a sus problemas de propagación, la existencia de contramedidas fáciles y baratas de construir, la gran energía que requieren para destruir ciertos objetivos y los elevados problemas que plantea su construcción.
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largo alcance y proyección a la velocidad de la luz, enfrentamiento graduado, daños colaterales mínimos, disparos múltiples de bajo coste y enfrentamientos no restringidos por la cinemática o la gravedad. Las microondas de gran potencia también viajan a la velocidad de la luz y pueden dañar los sistemas electrónicos al exponer a sus componentes a campos eléctricos y picos de corriente indeseados. Se pueden usar contra fuego de artillería, defensa de barcos frente a misiles cruceros, autoprotección de aviones, supresión de las defensas aéreas enemigas, control del espacio, seguridad, contra armas de destrucción masiva, y ruptura o destrucción de elementos de mando y control. Sus ventajas son parecidas sino iguales a las del láser. Por el contrario los sistemas de energía cinética viajan a una velocidad bastante inferior a la de la luz, pero tienen suficiente energía para dañar seriamente todo tipo de objetivos y obligar a cancelar la misión. Los cañones electrotérmicos químicos son capaces de generar proyectiles con más energía en la boca y por lo tanto son más efectivos para destruir objetivos blindados112. Existe un substancial esfuerzo de investigación en estas áreas, candidatas a convertirse en un futuro próximo en tecnologías críticas, pues todavía requieren progresos en potencia, eficiencia y menor dimensión. Sin embargo, en la actualidad se consideran tan solo críticos los láseres de alta energía químicos y las tecnologías de apoyo para sistemas de energía dirigida. 4.4.1 Láseres de Alta Energía Químicos Este tipo de láseres operan en la zona infrarroja y visible del espectro electromagnético y son capaces de lograr un nivel significativo de energía desde el punto de vista militar. De particular interés son los láseres de oxigeno yodo y de fluoruro de hidrógeno. Este tipo de láseres pueden servir como arma para destruir objetivos a gran distancia o causar los daños suficientes para cancelar la misión. El sistema se puede usar para destruir o dejar inoperativo satélites, misiles balísticos o aviones. Con una potencia reducida se puede usar para seguimiento, discriminación o destrucción limitada. Esta tecnología trata exclusivamente el sistema de generación del haz. El desarrollo de estos sistemas supone un conocimiento profundo de la interacción entre el haz de energía y el objetivo y las posibles contramedidas. 4.4.2 Tecnologías de Apoyo para Sistemas de Energía Dirigida Este subapartado trata las tecnologías que se requieren para convertir un láser de gran energía o un haz de partículas en un arma. Estas tecnologías constan de sistemas de adquisición de objetivos, sistemas de seguimiento y evaluación de daños, y equipos capaces de orientar el haz en cualquier dirección. Estas tecnologías proporcionan la capacidad de seguir a uno o más objetivos, mantener el haz sobre el objetivo el tiempo suficiente para producir el efecto deseado, evaluar el daño y desplazar el haz a un nuevo objetivo. El sistema de apuntado del objetivo y las técnicas de control requieren servomecanismos avanzados, programar una óptica integrada, ópticas adaptables, enfoque activo, alineamiento y técnicas de rastreo. Estas tecnologías son claves para el desarrollo de un láser aerotransportado para la destrucción de misiles en un área de operaciones.
112
Su objetivo es la destrucción de silos blindados que guardan armas de destrucción masiva.
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4.5
Electrónica
Este apartado trata las tecnologías relacionadas con la microelectrónica, optoelectrónica, componentes electrónicos, equipos de propósito general, equipos de fabricación (CAD, CAM, CAT) y materiales. Muchas de estas tecnologías son de uso civil. También incluye los materiales y las técnicas que permiten las densidades extremas, altas prestaciones y bajo consumo de los circuitos integrados a gran escala (VLSI, ULSI, VHSIC). También incluye circuitos de ondas milimétricas y microondas. El crecimiento exponencial en la capacidad de estos sistemas se espera que continúe hasta el año 2.005, donde se cree que los costes de infraestructura serán tan elevados que no será rentable una mayor integración. Los semiconductores y la tecnología de equipos electrónicos es un área especialmente crítica ya que la mayoría de las capacidades militares se basan en la electrónica. Probablemente la superioridad tecnológica dependa sobre todo de ella. Aún más, se espera que el futuro se incremente la participación de estos componentes en nuevos sistemas y armas para aumentar sus capacidades. 4.5.1 Componentes Electrónicos Los componentes electrónicos incluyen tecnologías para diseñar y fabricar tubos de microondas, microondas y ondas milimétricas de estado sólido (MMIC), electrónica de superconducción y dispositivos de ondas acústicas. Estos componentes son vitales en la mayoría de los sistemas militares. Se emplean en ordenadores, misiles, aviónica, ataques electrónicos, radares, munición guiada y satélites. Los dispositivos electrónicos usan las tecnologías más críticas y de uso más extendido. Su amplia utilidad se deriva de su gran densidad de componentes, alta velocidad, bajo consumo eléctrico, alto grado de resistencia a la radiación, amplio margen de temperatura y fiabilidad. 4.5.2 Materiales Electrónicos Esta área tecnológica incluye la preparación y el procesado de materiales electrónicos y optoelectrónicos desde la purificación de los elementos básicos a la oblea final, o el material substrato preparado para la fabricación del dispositivo. Estos materiales se usan para fabricar componentes que se emplean en un vasto conjunto de funciones como circuitos lógicos, amplificadores, moduladores, memorias, pantallas, generadores de señal, sensores, conmutadores, etc. Estos elementos constituyen los bloques básicos de la electrónica y optoelectrónica militar. Las mejoras de los sistemas militares se basan en las mejoras de estos materiales que incluyen semiconductores, conductores, dieléctricos, piezoeléctricos, superconductores, magnéticos, magnetoresistivos, optoelectrónicos, magnetoelectrónicos, etc. En el futuro los sistemas militares dependerán de la evolución de estas tecnologías para un reducir su coste y tamaño, y aumentar las prestaciones y la resistencia. 4.5.3 Equipos de Fabricación La tecnología de procesado de semiconductores conlleva la formación de lingotes monocristalinos de silicio, zafiro o componentes de galio que son cortados en láminas de 400-750 micras de grosor para su procesado posterior. Esto abarca el crecimiento de capas epitaxiales, implantación de impurezas, deposición de finas capas de película, delineación de formas usando técnicas de litografía, grabado, pruebas y empaquetado de los
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circuitos integrados, dispositivos activos y pasivos, y sensores usados en equipos militares y sistemas. Estas técnicas avanzadas permiten desarrollar equipos, sistemas y armas con mayores prestaciones, mayor fiabilidad y un menor tamaño. 4.5.4 Equipos de Electrónica de Propósito General Este subapartado trata los equipos electrónicos de propósito general que apoyan a los sistemas militares operativos. Estos incluyen generadores de tiempo y frecuencia de gran precisión, sintetizadores de frecuencias que se derivan de los anteriores y sirven como fuente estable para comunicaciones cifradas, sistemas radar y de navegación, analizadores de señal y convertidores analógico-digitales que permiten la captura y el análisis de datos de los sistemas de armas enemigas y sus enlaces de comunicación. Los equipos de registro magnético permiten un registro permanente de los datos recogidos. Los sintetizadores de frecuencia se usan para los radares ágiles en frecuencia. Los generadores de tiempo incluyen relojes atómicos de cesio fundamentales para los sistemas de navegación. Los analizadores de señal pueden ser de barrido para analizar anchos de banda grandes o dinámicos para analizar en detalle ciertas longitudes de onda. Se usan para recoger inteligencia o preparar posibles contramedidas. 4.5.5 Microelectrónica Este subapartado cubre los microcircuitos, los microcircuitos híbridos y los circuitos integrados de microondas y ondas milimétricas (MMIC) que operan a frecuencias superiores a los 30 Ghz e incluye también su diseño y prueba mediante equipos CAD e incluye la tecnología de protección electromagnética. Estos circuitos integrados se usan ampliamente en los sistemas militares como radios portátiles, ordenadores, misiles, aviónica, ataque y protección electrónica, comunicaciones seguras, radares y satélites. Incluyen microprocesadores, procesadores de señal digitales, circuitos integrados neuronales, convertidores analógico-digitales, circuitos de arseniuro de galio, circuitos ASIC, memorias, módulos multipastilla (MCM), etc. 4.5.6 Opto-Electrónica La optoelectrónica incluye dispositivos electro-ópticos y optrónicos, componentes y sistemas que se usan en procesado de señal, procesado de imagen, o cálculos y sus equipos asociados. Éstos se caracterizan por que usan los fotones, en vez de electrones, como la forma de la energía con que se transporta la información. La única tecnología con un desarrollo suficiente es la analógica. Ésta se usa en sistemas de correlación, analizadores de espectro, dispositivos de reconocimiento de objetivos y comunicaciones por fibra óptica. La optrónica digital está en sus albores. Su desarrollo estará guiado fundamentalmente por la producción masiva de la industria civil. Su ventaja sería una gran capacidad de cálculo y procesamiento de señal, gran ancho de banda para las transmisiones e inmunidad a interferencias o pulsos electromagnéticos. Aunque los avances no son inminentes hay progresos sólidos en esta área.
4.6
Sistemas Terrestres
Este apartado trata las tecnologías, excepto las armas, de vehículos de combate terrestre que los hace superiores a otros que deben ser vencidos en el campo de batalla. Estos vehículos comparten muchos sistemas y tecnologías con los vehículos comerciales. Sólo se tratan en esta sección dos áreas, ya que otras áreas tecnológicamente criticas son
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compartidas por otros sistemas navales o aéreos y son tratados en un apartado específico. Así las turbinas de gas en el 4.1; el guiado, la navegación y el control en 4.7, interfaz de usuario en 4.8, los blindajes en 4.11, las fuentes de alimentación en 4.14, los sensores en 4.15 y el control de signaturas en 4.16. Los vehículos siguen constituyendo un elemento esencial de la guerra terrestre. Las tecnologías de vehículos de combate que se tratan, permiten mayores prestaciones en el vehículo (velocidad, carga, movilidad), fiabilidad, mantenibilidad y supervivencia. Estas tecnologías retardan la detección del vehículo de combate y limitan los daños que puedan sufrir mientras maniobra y combate con el adversario. 4.6.1 Motores Diesel Avanzados El tamaño del motor y la transmisión de un vehículo son factores que determinan el peso y tamaño de un vehículo de combate. Por lo tanto, su diseño se orienta a maximizar la potencia respecto al peso y el volumen de éstos, lo que permite reducir el tamaño y el peso, en vacío, del vehículo. Esta mejora se consigue incrementando la eficiencia del combustible, lo que requiere aumentos en la temperatura de funcionamiento que tienen su efecto sobre los materiales elegidos, el diseño y los sistemas de refrigeración. Los motores eficientes, flexibles y fiables son frecuentemente el factor que determina la superioridad sobre el enemigo. Permite vehículos más ligeros y pequeños, lo que garantiza plataformas de mayor movilidad, maniobrabilidad y agilidad. 4.6.2 Vetrónica La vetrónica, o electrónica del vehículo, permite disminuir la carga de trabajo de la tripulación. Esta automatización está alcanzando un nivel que hace posible pensar en su posible reducción. Estas tecnologías son necesarias para poder llevar a cabo las tediosas tareas de comunicación y presentación de datos, y lograr los requisitos de una respuesta rápida con el gran volumen de información que existe en entorno de combate. La fiabilidad de estos sistemas debe ser elevada, pues la supervivencia del vehículo depende de éstos. La tecnología se está orientando al uso de pantallas planas en color de gran tamaño y resolución.
4.7
Guiado, Navegación y Control de Vehículos
La navegación se define como la obtención de la condición o estado del vehículo presente a partir de los valores sensados de posición y movimiento. El guiado integra esta información para determinar la respuesta de control del vehículo para seguir una determinada ruta. Muchas de estas tecnologías son empleadas por la aviación comercial. La posición, orientación y el control preciso de los vehículos de tierra, mar, aire y espacio son esenciales para una coordinación efectiva de fuerzas militares de gran movilidad. Estas capacidades mejoran directamente la capacidad de lanzamiento preciso de los sistemas de armas. Además, otras misiones, como el reconocimiento, requieren una velocidad y compensación de movimiento y datos de sincronización de posición precisos para mantener un conocimiento del enemigo en tiempo real. Tres tecnologías se consideran claves: los sistemas de control para vehículos y aviones, los sistemas de navegación inercial y sus componentes, y los sistemas basados en radio y bases de datos. El diseño de aviones y misiles de gran maniobrabilidad, pero muy inestables requiere disponer de sistemas de control de vuelo (FCS).
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Los elevados costes de diseñar, fabricar y aplicar esta tecnología constituyen una barrera para la proliferación de armas de destrucción masiva en los países del Tercer Mundo. 4.7.1 Sistemas de Control para Vehículos y Aviones Los sistemas de control de vuelo, que incluyen los sistemas electromecánicos y electroópticos, se componen de sensores, ordenadores, actuadores y otros componentes que permiten controlar el vehículo con la agilidad y guiado necesarios para lograr la senda de vuelo deseada. Estos sistemas, además, impiden movimientos del avión o del misil indeseables o excesivas cargas estructurales, mediante un procesado autónomo de la señal de múltiples sensores dando las ordenes preventivas necesarias para efectuar un control automático. Sistemas similares se emplean en tierra, mar y el espacio. La tendencia se dirige al empleo de actuadores eléctricos que reemplacen los sistemas hidráulicas, neumáticos y mecánicos anteriores. Esta tecnología requiere también un profundo conocimiento de las leyes básicas que gobiernan el vehículo para diseñar los algoritmos de control. 4.7.2 Sistemas de Navegación Inercial y sus Componentes Esta área trata un amplio conjunto de sistemas y componentes que constituyen la base para una navegación autónoma y para medir el movimiento de forma encubierta. Incluye sistemas de navegación inercial, sistemas integrados y los giroscopios y acelerómetros que se usan para medir desplazamientos lineales y angulares. Los sistemas de navegación inercial son sistemas autónomos que proporcionan una estimación continua de algunos o todos los componentes del vector de estado del sistema como posición, velocidad, aceleración, actitud, velocidad de giro y constituyen la fuente de información para los sistemas de guiado. Esta tecnología se ha desarrollado fundamentalmente por necesidades militares, aunque también tiene aplicaciones civiles. La mayor fiabilidad la proporcionan los giroscopios de anillo láser o de fibra óptica. Su exportación es extremadamente crítica, por su posible empleo para el guiado de armas de destrucción masiva. Su uso incluye múltiples plataformas móviles desde submarinos a misiles. La designación de objetivos, la vigilancia y el mando y control requieren una navegación muy precisa y los datos de estos sistemas se usan para determinar direcciones de tiro y controlar el fuego. Esta tecnología ha avanzado gracias al progreso en ordenadores, sensores y electrónica. El elevado coste de estas tecnologías impide su desarrollo en muchos naciones que no encuentran mercados suficientes para amortizar las inversiones. 4.7.3 Sistemas de Navegación basados en Radio y Bases de Datos Los receptores de sistemas de navegación basados en satélites (GPS, GLONASS) pueden ser usados en modo diferencial o híbrido empleando sistemas de compensación para mejorar su precisión y suministrar redundancia. La navegación apoyada en bases de datos permite determinar la posición y velocidad con gran precisión de forma encubierta. Estos sistemas se basan en datos archivados del contorno, acústica, espectro electromagnético, magnetismo o gravedad - del terreno o del fondo del mar - o datos estelares. Los equipos de navegación por radio (radioaltímetros, radares Doppler), usando técnicas de baja probabilidad de interceptación, también proporcionan una capacidad de navegación encubierta. Estos sistemas requieren receptores de la señal de los satélites con gran resistencia a posibles perturbaciones. Los generados de tiempos y frecuencias, los conver-
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tidores de señal y los ordenadores capaces de procesar bases de datos geográficas son las tecnologías críticas en estos sistemas.
4.8
Sistemas de Información
Los sistemas de información están prácticamente presentes en todos las actividades militares y sus tecnologías son vitales para la batalla, desde un arma inteligente, a un sensor o un sistema de comunicaciones. Se pueden definir como el conjunto de componentes que capturan, procesan, almacenan, transmiten, presentan, diseminan y actúan sobre la información. La mayor parte de las tecnologías citadas son de doble uso. Esta área se caracteriza por la aparición constante de nuevas tecnologías y productos. Las prestaciones de los procesadores y la capacidad de la memoria se duplican cada dieciocho meses desde los años 70. Además de las tecnologías relacionadas con el hardware y el software, se necesita un conocimiento especializado para diseñar e integrar sistemas que cumplan los importantes requisitos militares de los sistemas de mando y control, inteligencia, modelado y simulación, y el desarrollo de sistemas CAD/CAM para industrias estratégicas. 4.8.1 Sistemas de Mando, Control, Comunicaciones, Ordenadores, Inteligencia e Información Estos sistemas comprenden un conjunto multidisciplinar de técnicas que proporcionan una comunicación ininterrumpida, gestión de la información y distribución, y ayudas a la decisión, mejorando el conocimiento de la situación y la efectividad de las fuerzas armadas en situaciones de combate de gran intensidad. Estos sistemas dependen de las tecnologías de hardware y software que se describen en este apartado 4.8. Áreas claves en estos sistemas son la predicción meteorológica113, el modelado de la propagación de sensores y la predicción sobre sus prestaciones y las tecnologías subyacentes de gestión de la información e interfaz de usuarios necesarios para su uso efectivo. Estos sistemas se necesitan para mantener una capacidad superior para detectar, localizar, y atacar con efectividad a las fuerzas enemigas en un entorno rico en amenazas y objetivos. La capacidad para sintetizar y predecir los efectos de la meteorología sobre los sensores, la capacidad de maniobra y las comunicaciones da al mando información que mejora su capacidad de tomar decisiones tácticas. El campo de batalla sintético permitirá al mando revisar el progreso y proyectar - mediante la simulación - el curso de la batalla bajo las condiciones existentes o previstas, optimar la táctica en tiempo real, ensayar misiones y ejecutar los planes de la misión en tiempo real. 4.8.2 Sistemas CAD/CAM/CAE/CAT&E El diseño ayudado por ordenador (CAD) es una tecnología que permite el diseño de complejos e intrincados dispositivos, mecanismos o sistemas. Los diseños realizados con estos sistemas tienen información detallada que permiten una gran calidad en el modelado de las piezas y en su fabricación. La fabricación ayudada por ordenador (CAM) es una tecnología afín que apoya la fabricación de una gran variedad de dispositivos y mecanismos con un impacto favorable sobre la planificación, flexibilidad, calidad y coste. La capacidad de construir y probar modelos de ordenador de los diseños propuestos, sin tener que construir costosas maquetas y prototipos en un plazo largo de tiempo, es extremadamente beneficioso para la industria. El uso extensivo del modelado y la simula113
La Meteorología fue la causa principal de cancelar misiones en la operación Tormenta del Desierto.
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ción es esencial para una gran variedad de componentes militares desde barcos, submarinos, aviones, vehículos terrestres, misiles y sus subsistemas114. Los simuladores basados en ordenador usando técnicas de representación en dos y tres dimensiones permiten que los diseñadores puedan probar un conjunto inalcanzable de situaciones tácticas y reducen el número de pruebas y ejercicios reales necesarios. 4.8.3 Ordenadores de Altas Prestaciones Los ordenadores de altas prestaciones abarcan equipos convencionales de propósito general, sistemas multiprocesador (procesadores vectoriales, procesadores matriciales) y ordenadores masivamente paralelos y escalables. También incluye aceleradores gráficos, generadores de imagen e interconexiones programables diseñadas especialmente para agregar capacidad de proceso a los sistemas. Estos sistemas son necesarios para procesar cantidades masivas de imágenes y datos procedentes de diversos sensores para su fusión en tiempo real, el reconocimiento automático de objetivos y la generación de entornos sintéticos, en particular sistemas visuales, para la planificación de operaciones, ensayos y simulaciones. 4.8.4 Interfaz de Usuario Este subapartado trata todas las formas con las que el ser humano interactúa con los sistemas de información. Éstas se basan fundamentalmente en la presentación visual y en la entrada de datos manual. Las tecnologías emergentes se orientan a los dispositivos de entrada que no necesitan manos (como es el seguimiento de la vista o la voz) como método que pretende reducir la creciente carga de trabajo sin aumentar la tensión o fatiga del operador. Para la presentación de información, la tecnología se orienta al uso de tres dimensiones y algoritmos que organicen, gestionen, integren y muestren, de forma fácil e intuitiva, las vastas cantidades de información capturadas por los sensores del sistema. Esto será necesario en un entorno con un gran número de amenazas, donde existe un alto volumen de información táctica, logrando de esta forma mejorar la capacidad de reacción y el control de la situación, especialmente en helicópteros y aviones de combate. La tecnología requiere estudios sobre las capacidades y limitaciones humanas para tratar la información. 4.8.5 Seguridad de la Información Este subapartado incluye la seguridad de la información cuyos elementos principales son algoritmos de cifrado y de análisis de cifrado. Éstos se usan en sistemas de comunicaciones y en el archivo de información y son necesarios para evitar ataques a la información, en especial en los sistemas de mando, control, comunicaciones e inteligencia. 4.8.6 Sistemas Inteligentes Se tratan en este subapartado aquellos elementos hardware y software que usan sistemas que adaptan autónomamente su funcionalidad - sin la intervención de operador o una lógica preprogramada - en respuesta a condiciones y requisitos cambiantes. Estos sistemas se basan en redes neuronales, lógica difusa, inteligencia artificial, bases de cono114
Esta técnica se conoce también como prototipado virtual o realidad virtual
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cimiento o sistemas expertos. Estos sistemas, en forma de sensores inteligentes y vehículos y armas autónomas, tienen el potencial de incrementar la efectividad de la misión al reducir la exposición de los operadores humanos a un amplio número de armas enemigas. Como asistentes de un piloto pueden reducir su carga de trabajo y los requisitos de formación. Por último, se pueden usar como apoyo a la decisión en sistemas de mando y control. 4.8.7 Modelado y Simulación El modelado y la simulación se usan para evaluar diseños de ingeniería, optimar procesos de fabricación, entrenadores de vuelo, simulación interactiva y distribuida de operaciones y enfrentamientos. Estas tecnologías son críticas por tres razones. La primera es para el entrenamiento de las fuerzas y su disponibilidad. Los presupuestos decrecientes, los costes operativos crecientes y la mayor sofisticación de las amenazas y sus escenarios operativos hacen imposible desarrollar la destreza precisa en un campo de maniobras. Por otra parte, es necesario reducir riesgos en el desarrollo de nuevos sistemas y esto sólo es posible mediante pruebas exhaustivas con modelos y simuladores115. Por último, en mando y control, el modelado y la simulación permite realizar ensayos de la misión realistas, explorando opciones y optimando la disposición de la fuerza y la táctica. 4.8.8 Redes de Datos y Conmutación Este subapartado trata las tecnologías de los equipos de telecomunicación que se usan para la transferencia y distribución electrónica de información. Abarca tecnologías de equipos dotados de software para conmutar paquetes o circuitos, y equipos de conmutación para establecer un canal de comunicación entre dos o más puntos. Estos sistemas disponen de capacidad de control centralizada para configurar los equipos y optimar el funcionamiento de la red. Las tecnologías incluyen conmutadores ópticos, equipos resistentes a radiación y equipos de comunicación capaces de operar bajo temperaturas extremas. Estos equipos son fundamentales para el intercambio de información, sin defectos, entre sistemas de mando y control. Son de particular importancia para alertar sobre la situación del enemigo en un plazo corto de tiempo, permitiendo así la reorganización de los planes de la batalla y responder a las condiciones cambiantes. La continuidad de las comunicaciones es un requisito esencial. Se puede lograr conmutando y reconfigurando la red para proporcionar enlaces alternativos en el caso de daños o perturbaciones hostiles. Esta tecnología es común a los sistemas militares y civiles y es fácilmente accesible a todos los países. 4.8.9 Procesamiento de Señal Una señal es una cantidad física que varía con el tiempo, el espacio u otras variables independientes. El procesamiento de señal abarca todos los aspectos de acondicionar, dar forma y extraer información útil de las señales. Las funciones relacionadas con el tratamiento de señal incluyen el filtrado y el análisis temporal o espacial de las características de las señales para extraer información relativa al contenido de mensajes, o para la 115
Sin ser exhaustivos podemos citar modelos de balística interior, interacción del proyectil con el objetivo, efectos colaterales, signatura del sistema de armas, modelos de corriente, olas y mareas muy precisos para operaciones en aguas poco profundas, modelos de sedimentos fluidos para enterramiento de minas.
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identificación y localización de objetivos. El análisis de imagen y la caracterización de su distribución espacial ocurre en dos o más dimensiones. Los patrones generados se pueden correlacionar con imágenes visuales o por representaciones sintéticas enteras de datos no visuales procedentes de múltiples sensores. Este análisis en dos dimensiones pueden incluir análisis de variaciones temporales como la imagen de un blanco móvil. El procesado de señal es una tecnología básica para todos los sensores y equipos de telecomunicación. La capacidad de controlar y explotar el espectro electromagnético se ha convertido en un elemento de creciente valor en el campo de batalla electrónico. La precisión y exactitud de estos datos, particularmente en entornos con un alto nivel de interferencias, son críticas para cumplir la misión. Esta tecnología incluye equipos de procesamiento de imagen, procesado de señal sonar, procesado de acústica terrestre, reconocimiento automático de objetivos y equipos de análisis de signaturas. Estos sistemas son fundamentales para lograr una detección, clasificación y localización de las amenazas rápida y precisa. 4.8.10 Software El software es la savia de incontables modelos, simulaciones, sistemas de decisión y sistemas de información en innumerables aplicaciones militares. La capacidad de desarrollo software de una nación se mide en la capacidad para aplicar un proceso de desarrollo software consistente en programas que requieren la integración de sistemas grandes o complejos y la capacidad de desarrollar código de un elevado nivel de calidad que garanticen su predictibilidad, fiabilidad, inmunidad frente a errores y un alto nivel de confianza. Las tecnologías de desarrollo del software y de soporte de su ciclo de vida como la gestión de la configuración, las pruebas, las métricas, la documentación integrada o la arquitectura no se consideran críticas, aunque son necesarias para lograr las propiedades citadas anteriormente. 4.8.11 Sistemas de Transmisión Este subapartado trata las tecnologías de los equipos y componentes usados para transmitir voz, datos, registros y otra información por medios electromagnéticos a través de la atmósfera, la atmósfera exterior, bajo el agua, mediante cable metálico o fibra óptica. La información que se intercambia es predominantemente digital para la voz, texto, gráficos, vídeo o bases de datos, lo que facilita el cifrado de la información. Estas tecnologías son de amplio uso en el sector civil. Las tecnologías críticas desde el punto de vista militar son la transmisión mediante láser, la radio transmisión operando con frecuencias superiores a 30 Ghz con un amplio espectro para una baja probabilidad de interceptación, antenas gobernadas por fase para formación del haz y anulación de señales perturbadoras y receptores de radio controlados digitalmente con capacidad superior a los 1.000 canales. Estas tecnologías son necesarias para las comunicaciones móviles. Las tecnologías que se emplean incluyen sistemas como el salto de frecuencia para minimizar la probabilidad de interceptar la señal por terceros y perturbarla.
4.9
Guerra de la Información
La guerra de la información se puede definir como las acciones tomadas para lograr la superioridad de la información afectando a la información, los procesos basados en información, los sistemas de información y las redes de ordenadores del adversario,
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mientras se defienden los propios. Su objetivo no es otro que reducir la capacidad de mando y control del adversario. La guerra de la información incluye acciones ofensivas y defensivas: guerra electrónica, destrucción física, engaños, ataques a la información, operaciones psicológicas, seguridad operacional, protección de la información y medidas de seguridad. Los virus informáticos constituyen elementos de la guerra de la información, ya que pueden dejar inoperativos o destruir la información de los ordenadores de un centro de mando y control. El papel creciente de los sistemas de información los convierte en objetivos altamente atractivos. La introducción de datos falsos en los sistemas enemigos puede confundirles, evitando daños sobre nuestras fuerzas. El ataque a los nodos de una nación, su sistema de telefonía, sus instalaciones radar, sus líneas de suministro de petróleo o sus redes financieras pueden trastornar a sectores enteros de la sociedad. La creciente dependencia sobre los sistemas de información estimula a ciertas naciones sin capacidad militar, organizaciones terroristas, e incluso individuos, a dañar naciones electrónicamente. Otras tecnologías relacionadas también con la guerra de la información se pueden ver en los apartados 4.5 Electrónica, 4.8 Sistemas de Información, 4.15 Sensores y Láseres, 4.16 Control de Signaturas y 4.17 Sistemas Espaciales. 4.9.1 Identificación en el Combate Estos sistemas son necesarios para identificar en el campo de batalla los potenciales objetivos como amigos, enemigos o neutrales. En unos casos la identificación requiere simplemente conocer si la fuerza es amiga o enemiga para decidir si se usa un arma. En otros casos es necesario saber la clase (un misil, un avión o un señuelo) para decidir la contramedida defensiva oportuna. En ciertos casos es necesario conocer, incluso, el tipo de plataforma y la intención para determinar el arma más indicada. Las soluciones tecnológicas se basan en sensores para objetivos no cooperativos como radares o medidas ESM, y en enlaces radio digitales para objetivos cooperativos como el Link 16 que, periódicamente o bajo petición, dan su identificación y posición (mediante por ejemplo el GPS) de forma que el tirador pueda correlacionar esta información con su sensor. El futuro se basará en la integración de la identificación con los sistemas de inteligencia. La fusión de datos, el reconocimiento automático de objetivos (ATR) o las ayudas al reconocimiento de objetivos son tecnologías fundamentales para la identificación en el combate, pues permitirán descargar a los operadores de las tareas tediosas y agotadoras que supone el tratamiento de la información en bruto. La interoperabilidad de estos sistemas será fundamental, en especial cuando se trata de operaciones multinacionales. 4.9.2 Ataques Electrónicos (o ECM) Los equipos de ataque electrónico contienen tanto equipos de recepción como de transmisión. Los primeros para detectar señales, principalmente sistemas radar y comunicaciones, y los segundos para interferirlas. Estos sistemas tienen un amplio uso principalmente en aviones y barcos. Debido a los cambios constantes de las armas en esta área, es necesario liderar esta tecnología para mantener la ventaja en la batalla. Estos sistemas requieren equipos de alta sensibilidad, procesamiento de señal, gran potencia de transmisión, ancho de banda y algoritmos para perturbar las señales.
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4.9.3 Protección Electrónica (o ECCM) La protección electrónica incluye las medidas empleadas para vencer un ataque electrónico. El equipo debe detectar la contramedida, como, por ejemplo, interferencias o engaños electrónicos, y usar señuelos activos, trampas de radiofrecuencia y sincronizadores, y dispositivos que sean capaces de leer a través del ruido espectral. La mayoría de estos elementos se derivan de los fabricantes de sistemas de armas electrónicos como medidas de autoprotección. Conforme los equipos de ataque electrónico se perfeccionan, se necesitan equipos de protección más inteligentes y capaces que los neutralicen. Estos sistemas requieren memorias de radiofrecuencia digitales, software de síntesis de señal y sistemas de filtrado. 4.9.4 Contramedidas Ópticas El creciente empleo de dispositivos ópticos en muchos sistemas de armas hace necesario dedicar un subapartado a esta tecnología. Las contramedidas ópticas incluyen láseres, televisión, dispositivos infrarrojos, sensores ultravioleta, espectómetros, radiómetros, dispositivos hiperespectrales y multiespectrales y un amplio número de señuelos. 4.9.5 Contra Contramedidas Ópticas Las contra contramedidas ópticas son medidas tomadas para contrarrestar las contramedidas ópticas. Al igual que los sistemas de protección requieren incluir en los sistemas ópticos de apuntado de armas, dispositivos que puedan detectar y contrarrestar la contramedida. Los dispositivos multiespectro, multibanda y adaptables en frecuencia son los empleados habitualmente, aunque éstos pueden, a veces, ser neutralizados por sistemas gran potencia y ancho de banda. 4.9.6 Operaciones Psicológicas Estas operaciones se basan en el empleo de medios de radiodifusión, televisión vía satélite, o redes informáticas de transmisión de datos mundiales como Internet, que se emplean para informar de la Política Exterior de una nación directamente a los ciudadanos víctimas de un conflicto bélico. De esta forma se consigue dar una visión diferente de la que los gobernantes de esas naciones exponen en sus medios de comunicación. Las tecnologías que se emplean en estos sistemas son básicamente civiles y están al alcance de la mayoría de los países desarrollados.
4.10 Manufactura y Fabricación Este apartado describe las tecnologías necesarias para la producción de material militar. En la mayoría de los casos estas tecnologías son de amplio uso en el sector civil. El nivel tecnológico que disponga un país afecta directamente al nivel de su material militar que puede producir, a su coste y fiabilidad. Se va a tratar varias tecnologías asociadas con una base industrial moderna como máquinas herramienta para una fabricación, producción o procesado avanzado, equipos de inspección y ensayo no destructivos, rodamientos y ciertos robots. Las tecnologías citadas en este apartado son críticas para el diseño y fabricación de ciertos equipos militares vitales, en particular para el desarrollo de armas modernas convencionales y de destrucción masiva. Los sistemas de fabricación, como el CAD/CAM, han sido tratados en un apartado 4.8.
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4.10.1 Fabricación y Procesado Avanzado En este subapartado se incluyen dos conjuntos de tecnologías. El primero incluye equipos para la fabricación de estructuras con varias técnicas avanzadas: máquinas giratorias, de flujo, y conformadoras por cizalladura, conformación en estado superplástico/adherencia de difusión, calentadores y hornos de alta temperatura, y máquinas de conformación por estirado. El segundo grupo incluye el desarrollo, refinamiento y producción de revestimientos no orgánicos para substratos no eléctricos. Estos revestimientos se requieren para proteger a los materiales de la oxidación, la corrosión por calor, el desgaste, la erosión y la fatiga, aislar térmicamente el interior, o modificar la reflectancia o transmisividad del substrato. El primer grupo se requiere para la fabricación de cuerpos de misil con paredes delgadas, coberturas de cargas huecas, y piezas de avión. Los equipos de conformación en estado superplástico se usan para la fabricación de planchas metálicas de aleaciones avanzadas. Los hornos de alta temperatura se usan para fundir el plutonio y el uranio y para convertir en grafito los materiales compuestos de carbono de las toberas de los motores cohete. Las máquinas de conformación por estirado se usan para la fabricación de estructuras de avión. Los revestimientos se usan para la protección frente a la radiación electromagnética, prolongación de la vida o evitar la detección radar. 4.10.2 Rodamientos Este subapartado trata la tecnología requerida para el desarrollo y fabricación de rodamientos. Los rodamientos y cojinetes son necesarios para que el movimiento relativo de dos piezas se produzca de forma suave, silenciosa y fiable. Los rodamientos se pueden clasificar en superficies deslizantes, elementos rodantes o magnéticos. Los primeros pueden incorporar materiales autolubricantes o introducir un lubricante entre las partes móviles. Los cojinetes rodantes pueden usar bolas, cilindros, conos, o agujas. Los rodamientos magnéticos se basan en la repulsión magnética que mantiene separadas dos superficies. Los rodamientos son elementos claves en los equipos militares que usan elementos rotatorios, en las máquinas herramienta y en equipos de metrología. La calidad del rodamiento tiene un efecto primario sobre la fiabilidad y vida operativa de los equipos mecánicos, eléctricos y electrónicos y en el mantenimiento de su potencia. Entre otras aplicaciones se usan en motores de propulsión, sistemas de tiro, giroscopios y acelerómetros. 4.10.3 Metrología Esta área tecnológica tiene una gran importancia para la construcción de sistemas que incorporan componente mecánicos o eléctricos que deban satisfacer tolerancias muy estrictas, fundamentales para el funcionamiento de ciertos equipos y para poder intercambiar piezas y componentes. La tecnología incluye equipos de medida linear y angular usando láser, luz natural, fotogrametría y técnicas sin contacto. La tolerancia de las piezas que hay que medir va desde 10 micrometros a un nanómetro.
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4.10.4 Inspecciones y Evaluaciones no Destructivas Este subapartado cubre las tecnologías para la detección y caracterización no destructivas de defectos116 como fracturas, porosidades, imperfecciones y deslaminaciones, y para la medida no destructiva o predicción de las propiedades mecánicas como la fuerza de adherencia o módulos de elasticidad en materiales, componentes y estructuras. En muchos casos, estas tecnologías proporcionan la base para el diseño y la determinación de la fiabilidad y los requisitos de mantenimiento para los sistemas militares. El uso de estas tecnologías es fundamental para detectar problemas en el diseño o en la fabricación y minimizar el número de fallos latentes en los sistemas suministrados. También hacen posible el cálculo de la vida residual de componentes mecánicos críticos. 4.10.5 Equipos de Producción En este subapartado se tratan las máquinas herramienta que incluyen máquinas de control numérico y no numérico. En las primeras un ordenador controla simultáneamente el movimiento de varios ejes para seguir un camino específico. Incluye fresadoras, esmeriladoras, máquinas de descarga eléctrica, máquinas de inyección de agua o líquido, máquinas cortadoras mediante el láser o un haz de electrones. Las máquinas no numéricas incluyen cortadoras de diamante y fresadoras de un solo corte. Estas últimas tienen aplicación en la producción de superficies de calidad óptica. Las máquinas de control numérico se usan extensivamente en la industria de defensa y aerospacial. Son vitales para construir estructuras de avión, hélices de barcos y submarinos especialmente silenciosas, y los álabes de turbinas y compresores. Algunas son críticas para fabricar armas nucleares. Las otras máquinas se usan para construir buscadores de misil y componentes del SDI. 4.10.6 Robótica Este subapartado trata las tecnologías de los robots que se emplean para la producción o prueba de equipos críticos. El robot se compone de tres elementos básicos. El ordenador de control, los sensores y los actuadores. Los robots se encuentran en una gran variedad de aplicaciones en la fabricación como soldadores, pintores, ensambladores, cargadores, etc., y son especialmente útiles en el manejo de materiales peligrosos o radioactivos, transportando armas o munición explosiva y realizando tareas en el espacio, evitando así los peligros y costes asociados con la ejecución de estas operaciones por seres humanos.
4.11 Materiales Este apartado identifica aquellos materiales que proporcionan ventajas militares específicas y cubre las propiedades físicas, mecánicas, de comportamiento y/o el procesado necesario para lograr esa ventaja. Se tratan tanto los materiales empleados para fabricar sistemas militares como los empleados para preservar su eficacia. Los materiales identificados son blindajes y antiblindajes, materiales magnéticos, ópticos, materiales de gran resistencia y materiales para funciones especiales. Estos materiales tienen propiedades específicas que son de uso militar. Se consideran críticos tanto los materiales como sus métodos de fabricación. Los biomateriales son materiales generados a partir de procesos biológicos, como la tela de araña. Esta clase esta siendo 116
Ejemplos de este tipo de tecnologías son los rayos X o los ultrasonidos.
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objeto de mucha investigación básica, aunque hasta el momento no se han encontrado aplicaciones en que sean militarmente críticas. Los materiales relacionados con el control de signaturas se tratan en el apartado 4.16. 4.11.1 Blindajes y Antiblindajes Se cubren bajo este subapartado materiales de blindaje, que incluye metales, cerámicas, fibras orgánicas y los materiales compuestos formados a partir de éstos. De especial interés son las cerámicas de gran densidad como carburo de silicio, diboruro de titanio o carburo de boro. Estos materiales se usan para proteger el cuerpo, vehículos y plataformas, satélites y cabinas tácticas. Los materiales contra blindajes incluyen acero, titanio, cerámica, y sus agrupamientos para aplicaciones y, en especial, molibdeno, tantalio, tungsteno y uranio reducido, bien sean forjados, formados explosivamente o laminados. El empleo de un blindaje más avanzado que el adversario y el uso de materiales antiblindaje más avanzados proporcionan un nivel superior de supervivencia y letalidad respectivamente. El éxito de un arma depende, en última instancia, de su efectividad contra los materiales de aviones, vehículos, barcos o vehículos espaciales. El resultado de estas tecnologías es un nivel de daños inferior que los de un potencial adversario. Para avanzar en esta área es esencial desarrollar modelos del comportamiento dinámico de los materiales para entender y optimar los efectos de los proyectiles sobre el objetivo o maximizar la protección de los blindajes propios como, por ejemplo, los códigos de ordenador que estudian estas prestaciones mediante las ecuaciones arbitrarias de Lagrange-Euler. 4.11.2 Materiales Eléctricos Este subapartado cubre un grupo limitado de materiales superconductores en forma de cable, que permiten que los imanes y solenoides de gran campo magnético tengan prestaciones inalcanzables por otros medios. Los materiales superconductores, que se pueden formar dentro de un cable fino a baja temperatura de transición, se consideran un componente esencial para el almacenamiento de energía inductiva de gran densidad para aviones o plataformas espaciales y los sistemas de propulsión silenciosos de submarinos y barcos. El cable de oxido cerámico de superconducción a alta temperatura de transición, se puede usar para el mismo propósito y también para el dragado de minas magnéticas. 4.11.3 Materiales Magnéticos Los materiales magnéticos tienen importancia porque su uso en sistemas militares permite unas mejores prestaciones. Tres tipos son de especial interés militar. Las hojas de aleaciones metálicas muy delgadas de alta permeabilidad relativa se usan para obtener escudos magnéticos ligeros para la electrónica de los satélites de navegación. Sin esta capacidad la precisión de los satélites GPS se reduciría debido a las interferencias electromagnéticas. Las aleaciones magnetostrictivas se necesitan para los sonares magnetoacústicos para detectar submarinos y otros objetos bajo el mar. Las tiras de aleación magnética amorfas o nanocristalinas se necesitan como un elemento crítico de fuentes de alimentación de muy alta velocidad, incluyendo las necesarias en los simuladores de pulsos electromagnéticos.
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4.11.4 Materiales Ópticos Este apartado incluye las tecnologías de material para transmisiones ópticas, lineales y no lineales, en el espectro visible o infrarrojo. Incluyen películas delgadas y revestimientos. Se debe hacer especial énfasis en materiales y revestimientos resistentes al severo entorno de las operaciones militares, como la exposición a lluvia o polvo a gran velocidad, elevadas temperaturas y cargas estructurales asociadas el vuelo y las maniobras a gran velocidad. Las tecnologías más relevantes son materiales ópticos infrarrojos, revestimientos infrarrojos para protección en entornos peligrosos, ópticas de germanio, materiales transparentes especiales para revestimientos y filtros, ópticas no lineales para conversión de longitudes de onda117, y substratos y finas películas para revestimiento de los componentes láser de alta energía como espejos, ventanas y separadores de haz. La detección de objetivos y el guiado de misiles mediante infrarrojos depende, en parte, de las prestaciones de los materiales ópticos y revestimientos. 4.11.5 Materiales de Alta Resistencia Los materiales de gran resistencia estructural se emplean para la fabricación de plataformas, vehículos y armas, mientras que los materiales de gran resistencia a elevadas temperaturas se usan primordialmente para los componentes de los sistemas de propulsión sometidos a fuertes tensiones mecánicas y térmicas. Las tecnologías incluyen un elevado número de aleaciones, superaleaciones118, materiales compuestos (fibras, resinas, cerámicas, matrices) y recubrimientos. Estos materiales tienen muchas veces aplicaciones civiles. Los materiales estructurales son la columna vertebral de las plataformas militares y a menudo proporciona capacidades adicionales respecto al control de signatura o las prestaciones ópticas. 4.11.6 Materiales para Funciones Especiales Este subapartado es un cajón de sastre de materiales con numerosas aplicaciones militares como fluidos y sellos hidráulicos, fluidos y sellos de lubricación de motores de turbina, lubricantes sólidos de alta temperatura, pinturas protectoras y revestimientos para evitar la corrosión, revestimientos antiincrustantes de barcos, revestimientos de misiles para protegerlos de la lluvia o la arena, fluidos para refrigerar circuitos electrónicos, sellantes de sistemas de combustible, fluidos para giroscopios flotantes y materiales retardantes de fuego. Estos materiales son necesarios para que los sistemas militares realicen su función con un nivel de eficacia superior y son vitales pues afectan a la sostenibilidad, fiabilidad y mantenibilidad de muchos sistemas.
4.12 Sistemas Navales Las misiones navales para el dominio del mar y la proyección de fuerzas requieren buques de superficie y submarinos cuyas capacidades son consecuencia de las tecnologías de este apartado. Para los buques de superficie el océano no ofrece escondite, lo que obliga a reducir su signatura para evitar o retardar su detección, disminuyendo así el 117
Estas ópticas se pueden usar para proteger la vista de la iluminación láser.
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Las superaleaciones son aleaciones basadas en níquel, cobalto o hierro con resistencia superiores a las aleaciones normales a temperaturas elevadas.
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riesgo de ser atacados. Sin embargo, las amenazas bajo el agua o en el fondo del mar no son observables sin un gasto substancial de esfuerzos y recursos. La posibilidad de que un adversario potencial disponga de éstas últimas tecnologías es especialmente crítica, pues el enorme coste de la búsqueda favorece al que actúa sumergido. Además las plataformas sumergidas pueden transportar armas de destrucción masiva. Tres tecnologías se consideran clave los sistemas y elementos de propulsión, el control de signaturas y la supervivencia, y los vehículos bajo superficie y gran profundidad. Las tecnologías relacionadas con los motores de turbina de gas marinos, que son una derivación de los motores de turbina de gas aéreos, se tratan en el apartado 4.1. El guiado, navegación y control se tratan en el apartado 4.7, mientras que los sensores se tratan en el apartado 4.15. Las tecnologías de salvamento oceánico o implantación en el fondo del mar no se consideran militarmente críticas. 4.12.1 Sistemas y Elementos de Propulsión Los sistemas de propulsión incluyen motores de turbina de gas y sistemas que no requieren aire. Estos últimos incluyen motores térmicos de ciclo cerrado o semicerrado y fuentes de potencia electroquímica que no necesitan aire para su funcionamiento, por lo que son candidatas para operar en submarinos. Existen cuatro tipos de motores térmicos anaerobios: Brayton de ciclo cerrado, Rankine de ciclo cerrado o turbina de vapor, motor de pistón Stirling de ciclo cerrado, y motor diesel de ciclo semicerrado. Los motores electroquímicos anaerobios incluyen células de combustible, baterías (recargables y no recargables), y dispositivos termoeléctricos. Los elementos de propulsión incluyen hélices, bombas de inyección e inyectores de agua. Hay muchos tipos de propulsores de hélice que se distinguen por su capacidad para acomodar los efectos de la cavitación119 que genera ruido y reduce su eficiencia. Los inyectores de agua nacen con el objeto de evitar estos efectos en naves de alta velocidad. El inyector se controla por una turbina de gas o un motor diesel de gran velocidad y proporciona una empuje reactivo debido a la expulsión de agua, a gran velocidad, a través de una tobera. Los sistemas de propulsión tienen una consideración primordial en el diseño de barcos de superficie o submarinos. La planta de propulsión tiene un efecto directo sobre el peso del vehículo, su tamaño, la velocidad, autonomía, resistencia y maniobrabilidad. Los motores anaerobios permiten a los submarinos una mayor velocidad y autonomía que la que pueda almacenarse en una batería eléctrica. 4.12.2 Control de Signaturas y Supervivencia Este apartado incluye varias tecnologías relacionadas con la reducción de signaturas como la acústica que puede ser detectada por sonares enemigos o que reduce la capacidad de escucha de los sonares propios, la infrarroja controlando la temperatura y emisión de las superficies expuestas del barco como las chimeneas, la electromagnética usando materiales absorbentes y formas de difuminen la energía incidente en vez de reflejarla, la estela de las hélices de los barcos que puede ser detectada por varios tipos de sensores, la magnética mediante métodos para eliminar o reducir el magnetismo, la visual mediante camuflajes y cortinas de humo. Las tecnologías de supervivencia incluyen medios para reducir la vulnerabilidad y mejorar el control de los daños. 119
La cavitación es un fenómeno físico que consiste en la formación de burbujas de vapor en el agua al evaporarse ésta por efecto de la disminución de presión que se produce en la zona de contacto con las hélices.
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Las signaturas activas y pasivas afectan a la probabilidad de ser detectado y atacado por el adversario. Si estas emisiones se controlan suficientemente se reduce la susceptibilidad a un ataque enemigo. Una vez alcanzada la plataforma la probabilidad de no realizar la misión queda afectada por la capacidad de controlar la degradación de las funciones vitales, mediante la separación, redundancia y blindaje y la recuperación de las funciones esenciales. Los sistemas automáticos de control de daños permitirán, también reducir el personal requerido a bordo. 4.12.3 Vehículos Bajo la Superficie y Gran Profundidad Este apartado trata las tecnologías asociadas con el desarrollo, producción y operación de vehículos sumergibles no tripulados y dos clases de equipos que se usan para realizar tareas militares, a saber, sistemas de visión bajo el mar, y robots y manipuladores. Los sistemas de visión se basan en sonares de gran resolución y televisión de bajo nivel de luminosidad. Los robots y manipuladores submarinos se pueden usar, en vez de buzos y sumergibles tripulados, para realizar trabajos bajo el agua, que incluyen inspecciones visuales, pruebas no destructivas, medidas, y manipulación de objetos demasiado peligrosas para el ser humano, como por ejemplo desminados. Las principales misiones de estos vehículos son la neutralización de minas, la vigilancia, la captura de inteligencia, la oceanografía táctica y simular objetivos para entrenamiento de guerra antisubmarina. Los robots y manipuladores se usan para implantar y recuperar equipos de medida el fondo del mar, intervenir sobre los equipos de medida del adversario y recuperar objetos militares del fondo del mar.
4.13 Sistemas Nucleares120 Este apartado trata las tecnologías para producir y usar energía nuclear de fusión o fisión. Incluye tecnologías para procesar materiales fisibles fabricados por el hombre, para procesar y manejar materiales altamente radiactivos y corrosivos, para producir plutonio y tritio en reactores, y para producir y ensamblar componentes de armas nucleares. Las tecnologías relacionadas con el enriquecimiento de materiales fisibles, la fusión por confinamiento inercial y los materiales relacionados con la tecnología nuclear no se consideran militarmente críticos. Estas tecnologías se usan para fabricar armas nucleares y sistemas de propulsión nuclear de buques y vehículos espaciales. Aun cuando estas tecnologías son conocidas, existen refinamientos específicos, al alcance de unas pocas naciones, que permiten una fabricación económica con una reducida detectabilidad. El acceso a estas tecnologías supone una barrera para aquellas naciones que desean desarrollar este tipo de armas. 4.13.1 Reactores de Fisión Este subapartado trata las tecnologías clave que incluye las técnicas de fabricación del combustible, la instrumentación y los sistemas de control. Los Estados con armas nucleares pronto descubrieron que el mejor material para los explosivos nucleares era el plutonio que se obtiene por irradiación de neutrones sobre el uranio. La tecnología para construir y operar un reactor de producción de plutonio es similar, pero más simple, que la requerida para un reactor civil. Además un reactor nuclear produce una cantidad significativa de plutonio durante su operación normal. Con este material se puede construir 120
La firma de España, en el año 1.986, del Tratado de no proliferación de armas nucleares impide la fabricación y el empleo de este tipo de armas.
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un arma nuclear. Los reactores de fisión también proporcionan capacidades operativas únicas para propulsión naval y espacial debido a su larga vida y a su compacidad. 4.13.2 Procesamiento de Materiales Nucleares Los materiales que producen los reactores nucleares pueden usarse para programas militares. Estos materiales se pueden usar mediante ciertas técnicas para producir tritio, plutonio y otros isótopos útiles en las armas nucleares. La tecnología de reprocesado de combustible usado puede también usarse para recuperar plutonio. Las tecnologías incluyen las necesarias para procesar y manejar materiales altamente radiactivos y corrosivos y las empleadas para la producción, manejo y transporte de tritio, uranio-233 y elementos transuránicos. 4.13.3 Armas Nucleares Si se dispone de suficiente uranio enriquecido, prácticamente es imposible impedir la construcción de un arma nuclear tipo cañón. Por lo tanto, las tecnologías criticas son las que permiten el desarrollo de un arma basada en la implosión. Este dispositivo usa explosivo convencional para comprimir fuertemente material fisible en una masa supercrítica que inicie el proceso de liberación de energía. Estas tecnologías incluyen prensas isostáticas e hidroestáticas, los componentes de las espoletas necesarios para activar este tipo de armas, las técnicas de fabricación de materiales y estructuras y los explosivos empleados en iniciar la explosión (precursores). Las capacidades avanzadas en materia nuclear son críticas. La proliferación nuclear y el terrorismo nuclear amenazan la seguridad mundial por lo que la tecnología, necesaria para construir explosivos nucleares, debe protegerse cuanto sea posible. Esto implica que, a veces, hay que proteger tecnologías con más de 50 años de antigüedad. Por otra parte, ciertas tecnologías civiles se pueden emplear para la fabricación de un arma nuclear.
4.14 Fuentes de Alimentación La alimentación eléctrica es necesaria para cientos de elementos usados en equipos militares. Los requisitos militares son un nivel adecuado de potencia, fiabilidad, resistencia al entorno y la capacidad para operar en diferentes entornos. A la vez la alimentación eléctrica está sustituyendo, en muchos casos, a otras fuentes tradicionales como las hidráulicas y neumáticas. La alimentación eléctrica permite un control más preciso y tiene mejores prestaciones, fiabilidad, compacidad y menor coste. Este apartado trata los sistemas convencionales de alta densidad que cubren fuentes de alimentación de hasta 500 Kw, las fuentes de plataformas móviles que aplican un conjunto de tecnologías de forma que la potencia eléctrica funcione de forma polivalente combinando la propulsión con los sistemas montados en la plataforma, y los sistemas de pulsos y gran potencia. La energía se requiere en muchos de los componentes, subsistemas y sistemas militares. Algunos como el avión E-3 Sentry, requiere grandes modificaciones para suministrar la potencia eléctrica que requieren sus subsistemas. Al nivel de dispositivos se necesitan baterías que proporcionen una alimentación continua hasta que suavemente se agoten. Ciertas baterías y condensadores requieren mantener su estado de carga durante años, antes de proporcionar un único y preciso pulso eléctrico para activar la espoleta de una munición. Estas fuentes se encuentran en cualquier sistema militar operativo La ten-
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dencia general es a aumentar la potencia de fuentes de alimentación eléctricas en los sistemas debido al mayor número de tareas realizados con energía eléctrica. La magnetohidrodinámica y las aplicaciones de potencia superconductiva constituyen dos tecnologías emergentes que pueden ser en el futuro críticas. 4.14.1 Sistemas Convencionales de Gran Densidad Este subapartado trata fuentes de alimentación hasta 500 kilowatios. Estas tecnologías están emigrando hacia cambios revolucionarios en densidad de potencia y precisión. Son críticos desde el punto de vista militar, porque son una contribución básica a las prestaciones de muchos sistemas y porque estos cambios los hacen menos vulnerables y más efectivos. La miniaturización es un elemento clave que ha llevado al microempaquetado y a un empaquetado distribuido para realizar funciones como controlar un motor o un sistema de control de vuelo. Los sistemas militares se caracterizan por una alta protección frente al entorno y una gran densidad de potencia. Tiene una importancia primordial es la resistencia térmica, así como la resistencia a choques. La gestión térmica es necesaria para reducir posibles fallos o mejorar las características de ocultación. 4.14.2 Potencia para Plataformas Móviles Eléctricas Los sistemas de este subapartado combinan las funciones de propulsión eléctrica y suministro de energía eléctrica. El efecto neto, a través de avances en la tecnología, es un sistema de potencia con una reducida signatura, mayor densidad, menor peso y volumen, mayor flexibilidad de configuración y mayor economía y fiabilidad. Los componentes se caracterizan por una reducción significativa de piezas móviles, eliminación de conexiones rígidas y una mejor capacidad para usar espacios pequeños e irregulares dentro de un vehículo. Los componentes de una plataforma incluyen los generadores de energía acoplados a sistemas de almacenamiento y componentes para gestionar la energía que hacen posible satisfacer las demandas instantáneas de energía que requieren la ejecución de la misión. Otros usos de estas fuentes son la guerra contra minas y las contramedidas electrónicas. La densidad de energía, la gestión térmica, el coste y el empacado son parámetros críticos de estos sistemas. 4.14.3 Sistemas de Pulsos y Alta Potencia La electrónica de alta potencia consiste en sistemas que convierten la potencia eléctrica primaria en pulsos cortos de energía eléctrica necesarios para las armas de energía dirigida, de energía cinética y a las microondas de gran potencia. La potencia pico alcanzada, la forma del pulso, su duración, su frecuencia de repetición, el tiempo de recarga y las restricciones de peso y volumen son los parámetros críticos que superan a las aplicaciones civiles.
4.15 Sensores y Láseres En este apartado se cubren la mayoría de los sensores que son de interés militar, excepto los inerciales, biológicos y químicos, pues se cubren en otros subapartados. También se tratan las tecnologías láser no comentadas en otros lugares. Los sensores incluidos son los acústicos para plataformas aéreas, terrestres y marinas, electroópticos, gravímetros y gradiometros, magnetómetros y gradiometros magnéticos y radares. Los obscurecedores se tratan como medio de contrarrestar algunos sensores ópticos. Los
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sensores acústicos se usan para militarmente para localizar submarinos, minas y objetos perdidos, exploraciones y cartografía del fondo del mar y guiado y activación de armas. Los sensores electroópticos se usan para visión nocturna y para guiado final de armas inteligentes. Los gravímetros miden la magnitud de la gravedad y los gradiómetros su gradiente. Estos sensores se usan para el guiado inercial de misiles. Los láseres militares de potencia inferior a 15 Kw se usan primordialmente para operaciones de visibilidad limitada y para mejorar la precisión de armas guiadas. Los sensores magnéticos detectan la presencia de campos magnéticos y miden su magnitud y dirección. Se usan militarmente para una detección encubierta de submarinos y minas, y para espoletas de proximidad. El radar se usa militarmente para todo tipo de plataformas e instalaciones fijas para detectar y localizar objetivos (aviones y misiles), para guiado de armas y para obtener información sobre la superficie de la tierra y las condiciones atmosféricas. Los sensores se necesitan para la mayoría de las acciones militares, pues proporcionan la información necesaria para llevarlo a cabo. El bando con mejores sensores tiene una ventaja significativa sobre su adversario por lo que es un objetivo tecnológico de primera magnitud. En muchos escenarios requieren su uso combinado. Los sensores activos se usan para obtener cantidades masivas de datos en tiempo real con gran precisión. Los sensores pasivos se usan para operaciones encubiertas. Algunos sensores se usan para una primera detección, mientras que otros se usan para confirmar o verificar los resultados. 4.15.1 Sensores Acústicos para Plataformas Terrestres y Aéreas Los sistemas acústicos pasivos se usan para detección de intrusos y para la detección y localización de vehículos - carros de combate, helicópteros - y armas de tiro directo. La correcta ubicación de los micrófonos y geófonos permite recibir y mejorar la relación señal ruido. El procesado de datos sísmicos ha sido desarrollado por las industrias dedicadas a la localización e identificación de las bolsas de petróleo. La capacidad de procesado de señal y de cálculo digital de los centros de proceso de datos sísmicos es similar a, y se pueden usar en, el análisis de datos de los sonares usados en la guerra antisubmarina. El desarrollo de sistemas acústicos pasivos para la detección de vehículos y armas de tiro directo a 5.000 m. mientras se opera en un entorno acústico de explosiones más cercanas es altamente especializado y crítico. Además estos sensores se necesitan para localizar y reducir el propio ruido generado por el vehículo (motor, vibraciones acústicas y otros equipos) que afecta a su detectabilidad e influye en la capacidad de sus sensores para detectar al adversario. 4.15.2 Sensores Acústicos Marinos - Sonares Activos La mayoría de los sensores marinos usan sonares - que emplean señales acústicas para localizar objetos bajo el mar y determinar sus propiedades. Los sonares son activos cuando generan sonido con el objeto de recoger el eco del objetivo o pasivos cuando escuchan el sonido radiado por el objetivo. Los sonares activos se usan militarmente para guerra antisubmarina, guiado de armas, defensa de torpedos, guerra de minas, salvamento del fondo del mar, comunicaciones y navegación bajo el agua. Las prestaciones del sonar activo dependen del entorno acústico y la frecuencia usada. Los sonares de guerra antisubmarina usan bajas frecuencias (entre 100 y 10.000 hertzios) para distancias que alcanzan 30 kilómetros. Para detección de minas se requieren frecuencias mayores (30 a 750 Khz) que tengan la suficiente resolución para distinguirlas del ruido de fondo (clutter). 104
La importancia estratégica de los sonares activos para guerra antisubmarina se ha incrementado por el mayor énfasis en las operaciones en el litoral frente a las aguas profundas y la proliferación de submarinos diesel/eléctricos silenciosos121. Con esta clase de submarinos, un entorno con un fuerte ruido de fondo y la presencia de barcos mercantes, el sonar activo es el sensor principal. Los sonares activos son también el sensor más efectivo para detectar, localizar y seguir a las minas marinas, torpedos o buceadores y para el guiado y activación de minas acústicas y torpedos. 4.15.3 Sensores Acústicos Marinos - Sonares Pasivos Los sonares pasivos se usan militarmente para la localización encubierta de objetos bajo el agua que radian energía acústica. Se usan principalmente para guerra antisubmarina y antisuperficie. Las funciones que realizan son detección, clasificación, identificación y localización de objetivos acústicos radiantes. Las prestaciones de los sonares pasivos dependen del entorno acústico. Las mayores interferencias son el ruido del propio barco o submarino, el sonido radiado por naves amigas cercanas y el ruido de fondo. Conforme los submarinos se han hecho más silenciosos, la banda de los sonares pasivos se ha extendido a cientos de hertzios. Con baterías de sensores arrastrados son posibles detecciones entre 30 y 60 Km. y con sensores colocados en sitios fijos se puede llegar a cientos de kilómetros. En las áreas próximas a la costa estas distancias disminuyen. Los mayores éxitos en la guerra antisubmarina se consiguen alternando el uso del sonar activo y pasivo, dependiendo del escenario, y, a veces, usando una combinación de ambos. Las baterías de hidrófonos remolcados son el método más efectivo de lucha antisubmarina en modo de vigilancia para lograr un contacto inicial. El sonar pasivo también constituyen el sensor principal de minas y torpedos. 4.15.4 Sensores Acústicos - Plataformas Marinas Las tecnologías acústicas de plataforma tienen como objetivo reducir el ruido propio generado por la maquinaria del barco o el fluir del agua alrededor de la plataforma que reduzca la sensibilidad del sensor. Las tecnologías incluyen aislantes, válvulas, transmisiones, bombas, ventiladores, montaje de instrumentación, revestimientos del casco y control del ruido de la estructura. Además se requiere aislar los hidrófonos y transductores cuanto sea posible del ruido barco y protegerlos del mar mediante una ventana con transparencia acústica. Desgraciadamente la integridad estructural, el aislamiento acústico y la transparencia acústica no son generalmente compatibles y se requieren un conjunto de materiales especiales y técnicas de aislamiento para resolver el problema. 4.15.5 Sensores Electro-ópticos Los sistemas que trata este subapartado son los sensores térmicos y las tecnologías de intensificación de imagen que se conocen comúnmente como sistemas de visión nocturna. Estos sistemas se emplean en misiones nocturnas o con una visibilidad limitada. La intensificación de imagen permite operar bajo condiciones reducidas de luminosidad tan débiles como la luz estelar. Los equipos abarcan desde las gafas de visión nocturna para uso individual a grandes telescopios y visores para el conductor del vehículo y el tirador del arma. La imagen térmica o infrarroja no depende de la luz ambiental visible pues ge121
Los submarinos parados en el fondo son difíciles de detectar por las condiciones de reverberación y ruido acústico (clutter) que crean un montón de falsos objetivos.
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nera imágenes basadas en las diferentes temperaturas de los objetos de la escena. Estos sistemas operan en las regiones de baja absorción atmosférica, generalmente en las bandas de 3-5 y 8-12 micrómetros, por lo que pueden operar en condiciones de lluvia o niebla. Se emplean en visores de todo tipo y en misiles con guiado de imagen o con doble buscador. Los sistemas críticos dependen de matrices de plano focal, siendo los más críticos las matrices de estrella. Las matrices de exploración refrigeradas continuarán siendo la principal tecnología. Las matrices no refrigeradas son útiles para aplicaciones no críticas de bajo coste como visores de tiro de armas individuales o visores para conductores, pues sus prestaciones no se pueden equiparar a las refrigeradas122. 4.15.6 Gravímetros y Gradiometros de Gravedad Esta tecnología se puede usar para medir el campo de gravedad terrestre. Sus aplicaciones son la detección y localización de distribuciones de masas, determinación encubierta de posición y compensación de la navegación inercial. El gradiómetro de gravedad se usa para medir la diferencia de gravedad sobre alguna distancia conocida. Puesto que la gravedad y las aceleraciones espaciales no son separables, todos los sistemas de navegación y guiado inercial requieren una compensación directa o indirecta basado en el conocimiento del campo gravitatorio. El método indirecto, más común, usa mapas de datos calculados a partir de mediciones. El método directo usa una compensación en tiempo real del vector de gravedad local para eliminar el mayor error no compensado por el sistema de navegación inercial. Para cancelar el ruido que produce el movimiento del vehículo se requiere software que anule los efectos del movimiento sobre el gravimetro. Los sistemas con esta compensación proporcionan a los militares con un sistema de navegación totalmente encubierto que no puede ser perturbado, ni emite ningún tipo de señal. Este tipo de sensores son fundamentales para la navegación inercial de armas de destrucción masiva como misiles balísticos y otras armas de largo alcance. 4.15.7 Láseres En este subapartado se tratan los láseres de baja potencia. La capacidad de variar de frecuencia y la diversidad de longitud de onda es crítica para las contramedidas ópticas y contra contramedidas. La intensidad y la colimación del haz contribuyen a un mayor alcance. Sus principales aplicaciones son para determinar distancias, designar objetivos (día y noche), guiado semiactivo de armas e imágenes para adquisición de objetivos. Los láseres empleados en la actualidad son de estado sólido, principalmente de Nd-Yag, y operan cerca del espectro visible. Su desventaja es que pueden ser detectados por visores nocturnos y pueden provocar ceguera. Para numerosas aplicaciones se están empleando láseres seguros para la vista, aunque su desarrollo es lento por no tener aplicación civil. 4.15.8 Magnetómetros y Gradiómetros Magnéticos Este tipo de sensores detecta campos magnéticos y puede medir su magnitud y dirección. Esta tecnología puede usarse para detectar y localizar a un adversario, detectar la orientación magnética, o determinar la posición propia comparando la lectura del sensor con la información del valor del campo magnético terrestre contenida una base de datos. Los sensores magnéticos se usan en muchas plataformas militares. Estos sensores 122
La refrigeración es necesaria para mejorar la relación señal/ruido del sensor.
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se pueden configurar para detectar la variación espacial de la intensidad campo magnético, esto es, el gradiente de la intensidad magnética. En este modo se denominan gradiómetros magnéticos. Las tecnologías incluyen dispositivos de interferencia cuántica superconductiva, resonancia del electrón/ópticamente bombeada, precesión nuclear, fibras ópticas, medidores de intensidad del campo magnético, bobinas de torsión o inducción. También son críticas las técnicas de cálculo para compensar en tiempo real y la medición en plataformas móviles. Empleando bases de datos de campo magnético, obtenido a través de matrices de sensores, se pueden usar para reducir el ruido de fondo del sensor mejorando su capacidad de detección y clasificación. Estos sensores son esenciales desde el punto de vista militar debido a su capacidad de detección y clasificación encubierta. Los sensores son elementos claves de los detectores de anomalías magnéticas (MAD) para guerra antisubmarina, espoletas de minas, detección de proyectiles, detección de proximidad, detección de minas bajo el agua y sistemas de desimanación. Los sensores magnéticos en un misil táctico se pueden usar para detectar y localizar un objetivo como un tanque por las variaciones del campo magnético. 4.15.9 Obscurecedores Los obscurecedores son materiales que limitan o impiden el reconocimiento, la vigilancia, la adquisición de objetivos o el guiado de un arma. Se pueden identificar por su impacto en el espectro electromagnético. Funcionan mediante la absorción y difusión de la energía. Los esfuerzos se orientan hacia obscurecedores en el campo visual, infrarrojo y ondas milimétricas para la protección contra el reconocimiento visual, visores de tiro, designadores láser, guiado infrarrojo, la detección radar y los misiles guiados por radar. Muchas armas inteligentes pueden ser neutralizadas usando obscurecedores. Los obscurecedores son, además, una contramedida relativamente barata. 4.15.10 Radares Los sistemas radar están formados por fuentes de alimentación, cadenas de transmisión y amplificadores finales, antenas, receptores y procesadores de señal y generalmente pantallas de presentación. Los radares son indispensables para una amplia variedad de usos militares, instalándose en tierra, en barcos, aviones y misiles para la búsqueda y localización de vehículos propios y enemigos e instalaciones de todo tipo. Las tecnologías importantes del radar son el control del ancho de banda, la estabilidad para una operación coherente y software avanzado para procesamiento de señal. Esta en experimentación el reconocimiento automático de objetivos mediante radar. Los radares milimétricos son los candidatos para el guiado de misiles y alguna arma de destrucción masiva. Otra tecnología emergente es el uso de ondas UHF de baja frecuencia para penetrar en el follaje y en el terreno. Todas las tecnologías radar son críticas, puesto que no hay otro esquema de detección capaz de calcular distancias y direcciones en la atmósfera a la distancia y variedad de condiciones meteorológicas y de iluminación. Los radares de largo alcance (cientos de kilómetros) se usan para detectar aviones, los de alcance medio para detección de barcos e interceptadores aéreos y los de corto alcance para detección de vehículos y misiles en el campo de batalla. Los radares abarcan desde la alta frecuencia (HF) a las ondas milimétricas. Los radares de apertura sintética (SAR) es otra tecnología crítica pues permiten detectar blancos estacionarios con ruido de fondo. Los avances en esta área siempre han estado impulsados por el sector militar
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aunque se emplean también para control de tráfico aéreo, navegación naval, análisis meteorológico y exploración de la tierra.
4.16 Control de Signaturas Este apartado trata el control de signaturas que incluye los aspectos relacionados con la signatura radar, infrarroja, visible, láser, magnética y acústica. El objetivo de estas tecnologías es reducirlas con el objeto de retrasar la detección. Para ello se requieren técnicas, procedimientos y equipos de prueba de una cierta complejidad para reducir la signatura de un sistema de armas. Estas técnicas requieren años de inversiones e investigación y el uso de sofisticados cálculos de ordenador. Las tecnologías de reducción de signatura son esenciales y pueden ser decisivas en el combate, pues hacen más difícil la detección del adversario al ocultarse de sus sensores. Cada sistema de armas tiene una mezcla de muchas signaturas diferentes con aproximaciones técnicas específicas para su control. Cada caso es una serie de compromisos y optimizaciones que se inician en la concepción del sistema y se mantiene en la ejecución de la misión operativa. La integración de un amplio y variado conjunto de elementos de signatura conseguida analíticamente gracias a los avances en la capacidad de cálculo de los ordenadores han logrado reducir en dos ordenes de magnitud la signatura inicial. En general, la signatura de radiofrecuencia recibe la mayor atención debido a que el radar es el sensor más empleado. La reducción de signatura infrarroja también recibe una atención substancial debido a los sensores que pueden detectar las emisiones de calor de los sistemas de propulsión. Los materiales para control de signaturas incluyen cerámicas, espumas, fibras metálicas monocristalinas, películas, materiales absorbentes, materiales magnéticos, etc.
4.17 Sistemas para el Espacio La tecnología espacial es vital tanto desde el punto de vista civil como militar. La mayoría de las tecnologías de esta área son de uso dual, aunque los sistemas militares requieren una mayor protección frente a radiaciones. Este apartado tratará tecnologías del espacio críticas como ordenadores y electrónica, optrónica, gestión de potencia y térmica, propulsión y sensores. Los aspectos relacionados con el control de signaturas se tratan en el apartado 4.16. Desde el punto de vista militar el espacio proporciona las ventajas de ver áreas de interés, conocer la meteorología, ser capaz de navegar y localizar con precisión áreas de interés y la capacidad de mandar y controlar fuerzas operativas en cualquier lugar para apoyar los objetivos nacionales de seguridad y defensa. Para soportar el entorno espacial los componentes deben operar en condiciones de ciclos térmicos extremos y exposición a radiación. Los requisitos de fiabilidad no se miden en días sino en años. El entorno extremadamente hostil del espacio supone un reto tecnológico significativo. Los satélites que son relevantes para uso militar son los siguientes: de vigilancia dotados cámaras ópticas o de infrarrojos y radares de apertura sintética (para situación nocturna o nubosidad), geodésicos para mejorar la precisión de los misiles balísticos, de comunicaciones a larga distancia al salvar la curvatura de la tierra, de detección de lanzamiento de misiles para alertar tempranamente de un posible ataque nuclear, de control de explosiones nucleares para vigilar el cumplimiento de tratados internacionales, meteorológicos para predicción del tiempo y detección temprana de huracanes y tifones, de inteligencia electrónica para la detección de emisiones de radiofrecuencia producidas por radares o sistemas de comunicación, de navegación para suministrar la posición de un objeto en la tierra como el GPS o el GLONASS. 108
4.17.1 Electrónica y Ordenadores En este subapartado se tratan los componentes, circuitos integrados y ordenadores necesarios para los satélites de inteligencia y vigilancia. Las tecnologías críticas en esta área se orientan a la protección antiradiación de los componentes electrónicos. Estos componentes, aunque realizan las mismas funciones que los sistemas terrestres, están sujetos a grandes vibraciones y tensiones durante el lanzamiento, a la radiación, a ciclos térmicos extremos, etc. La fiabilidad de los componentes es clave para las operaciones en el espacio por dos razones: por requisitos militares y porque no hay posibilidad de repararlos. Además de estar sometidos a radiación natural estos componentes pueden ser atacados deliberadamente con radiación electromagnética y láser. La protección requiere un mayor espaciado entre componentes y componentes adicionales en el circuito integrado que complica el diseño y reduce el número de funciones. Todas estas mejoras (protección, fiabilidad, resistencia a vibraciones y cambios térmicos) tienen que lograrse junto con la reducción del tamaño, peso y consumo de energía. Además, estas mejoras requieren también pruebas extensivas para su verificación. 4.17.2 Vehículos de Lanzamiento al Espacio Los vehículos de lanzamiento al espacio son necesarios para desplegar los satélites en el espacio, recuperarlos o reposicionarlos. Las necesidades actuales requieren reducir costes, reducir el tiempo necesario para hacer el lanzamiento, mejorar la capacidad de reposicionar en órbita los satélites, mejorar la capacidad de recuperar, reparar y lanzar un nuevo satélite (como el Space Shuttle). Para estos sistemas son necesarios mejoras en las estructuras, sistemas de propulsión y fuentes de alimentación compactas tecnologías que han sido tratadas en otras partes de este capítulo. La reducción de costes se basará en el desarrollo de vehículos de lanzamiento reusables. 4.17.3 Optrónica Las tecnologías de optrónica espacial se pueden dividir en cuatro áreas. La primera trata el diseño de los sistemas ópticos y sus componentes, la segunda trata los métodos de producción de componentes ópticos ligeros y de alta precisión, la tercera cubre los materiales especializados, y, a veces, exóticos usados, y la cuarta trata la metrología de precisión asociada a la fabricación y certificación de la óptica espacial. Las ópticas se dividen en refrigeradas y no refrigeradas. La refrigerada se usa en aplicaciones militares de láseres de alta energía. La que no es refrigerada incluye dos categorías básicas. La primera son espejos para aplicaciones de vigilancia, reconocimiento, adquisición, apuntado, seguimiento y comunicaciones. La mayoría de estas ópticas requieren revestimientos de alta reflectividad, revestimientos parcialmente transmisivos y selectivos en ciertas longitudes de onda, o revestimientos con elementos holográficos. La segunda categoría consiste en componentes transmisivos avanzados, tipificados por la óptica de silicio de cristal único, que permite la substitución de componentes caros, complejos y pesados por componentes baratos y ligeros de peso. Las condiciones que tienen que soportar son cargas de lanzamiento que alcanzan hasta 20 veces la fuerza de la gravedad, vibraciones superiores a 120 dB, contaminación en órbita, ataques de oxigeno atómico y degradación debido a impactos de micrometeoros y basura espacial. La optrónica es un componente crítico pues establece los límites de la detección, identificación y resolución. Si no tiene la forma y el acabado (pulido) apropiado no puede realizar las funciones que tiene encomendada. 109
4.17.4 Gestión de Potencia y Térmica Las propiedades clave de las fuentes de alimentación para el espacio son eficiencia, ligereza, larga duración y fiabilidad. Para la gestión térmica se han integrado numerosas tecnologías nuevas no sólo para gestionar la transferencia de calor sino para reducir el peso de forma notable. En las futuras aplicaciones del espacio se requerirán potencias superiores a un kilovatio, una operación sostenida superior a tres años y control de la temperatura de operación. La preferencia es hacia sistemas pasivos que no requieren mantenimiento y disipan el calor por radiación. La generación de potencia distinta de la fotovoltaica, requiere una gestión térmica a gran temperatura, mientras que los sensores y la electrónica requieren una gestión térmica a temperaturas entre moderadas y criogénicas. En células solares se usan normalmente silicio y arseniuro de galio. Se está experimentando con nuevos materiales más resistentes a radiación, más eficientes y de menor coste como películas delgadas, silicio policristalino o amorfo y células multibanda con huecos. 4.17.5 Propulsión de los Sistemas Espaciales Las tecnologías emergentes de propulsión críticas se agrupan en tres categorías básicas: química, eléctrica de bajo empuje y térmico-nuclear. Cada una de estas tecnologías tiene un considerable potencial de crecimiento. Los combustibles sólidos y líquidos de alta tolerancia o sus híbridos de bajo coste son los candidatos principales para el lanzamiento y puesta en órbita. Su objetivo es lograr colocar un mayor peso en órbita. La propulsión eléctrica puede proporcionar una conservación eficiente de la órbita y capacidad de maniobra. La propulsión térmico-nuclear es bastante atractiva para la fase final y para la cogeneración de potencia eléctrica. Las áreas de desarrollo futuro incluyen materiales de propulsión de alta densidad energética, mejoras en la adherencia del combustible, y crio-enfriamiento y almacenamiento avanzado. Las tecnologías de propulsión se necesitan para aplicaciones de misiles balísticos y vehículos espaciales. Para los misiles balísticos se necesitan niveles de pulso específicos para lograr las precisiones requeridas sobre el objetivo, para los misiles espaciales supone la capacidad de ubicar el satélite en la órbita apropiada a la velocidad requerida. Estas tecnologías proporcionarán capacidades críticas como sistemas con mejor adherencia del combustible que extenderán la vida de los sistemas militares e incrementarán su fiabilidad; estructuras del motor con mejor relación resistencia/peso; sistema de control del motor; toberas de corrosión reducida y combustibles ambientalmente neutros. 4.17.6 Sensores para Sistemas Espaciales Los sensores electroópticos actuales permiten examinar la actividad en cualquier punto de la tierra. La capacidad de recibir estos datos electrónicamente da a los satélites una vida indefinida en relación con los sistemas que se basaban en películas que estaban limitadas a la capacidad del depósito. En los casos en que la luz solar sea difusa o la radiación térmica no sea adecuada para formar imágenes de suficiente detalle y claridad, se puede usar iluminación láser. Estas capacidades son vitales para una alerta temprana de lanzamiento de misiles, para localizar detonaciones nucleares y la captura de datos estratégicos y tácticos. Los radares de apertura sintética son adecuados para las aplicaciones espaciales, ya que la distancia del objetivo tiene menos impacto sobre la resolución de la imagen que con otros sistemas radar. Los satélites de inteligencia electrónica se diseñan para recibir emanaciones radio o radar de buques en el mar, radares de defensa 110
aérea móviles, radares de alerta temprana estratégicos fijos y otros componentes militares vitales con el objetivo de identificar, localizar y analizar sus señales123. Algunas tecnologías críticas son: • Sensores infrarrojos pues son necesarios para detectar el lanzamiento de misiles124. • Matrices o baterías de sensores infrarrojos, que algunas veces se refieren como FPA incluyendo matrices de una, dos o tres dimensiones que permiten imágenes análogas a tubos vidicon para ver de noche y una mayor capacidad para penetrar la capa de nubes.
4.18 Efectos de las Armas y Contramedidas Este apartado trata doce áreas tecnológicas que se usan para evaluar la supervivencia y la protección de los sistemas militares contra los efectos de armas nucleares y otras armas avanzadas. La protección ha sido incluida dentro de la categoría más amplia de contramedidas reconociendo la tendencia a agrupar las tecnologías defensivas. Las ocho áreas nucleares incluyen ondas de choque inducidas por la detonación, pulso electromagnético a gran altitud, pulso electromagnético en la región de depósito, radiación nuclear y pulso electromagnético del sistema, radiación térmica, propagación electromagnética, simulación de los efectos de armas de potencia de pulso y pruebas bajo tierra. Debido a la prohibición de pruebas nucleares, incluso bajo tierra, es necesario desarrollar complejas aplicaciones de simulación, como único medio, para estudiar las áreas citadas anteriormente y, en particular, la física involucrada en la interacción entre arma y objetivo. Las cuatro áreas no nucleares incluyen: ondas de choque inducidas por armas de penetración, armas láser, armas de haces de partículas y microondas de gran potencia. Sólo la primera de estas últimas contiene tecnologías militarmente críticas pues el resto son todavía tecnologías emergentes. Estas tecnologías están impulsadas por el mundo militar y tienen escasas aplicaciones civiles. La evaluación de los efectos de los láseres de alta energía, los haces de partículas, las microondas de alta potencia y las nuevas armas penetrantes mediante el análisis y la simulación y la incorporación de las contramedidas apropiadas es un elemento crítico en el diseño de estos sistemas. Los láseres de alta energía pueden proyectar energía sobre el objetivo a la velocidad de la luz. Estos haces pueden destruir o incapacitar un objetivo a través de una deposición rápida de energía. Los haces de partículas viajan más lentamente pero pueden lograr exactamente el mismo objetivo que un láser. Las microondas de gran potencia proporcionan la posibilidad de usar radiofrecuencias como un arma de energía dirigida destruyendo el objetivo al desbaratar sus sistemas electrónicos. Las ondas de choque inducidas para armas de penetración avanzadas de gran velocidad pueden mejorar la destrucción de objetivos de superficie, atacar más efectivamente objetivos enterrados e interceptar objetivos de movimiento rápido como vehículos que reentran en la atmósfera.
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Estos satélites se basan en el principio de que las ondas de radares y enlaces de comunicaciones que usan frecuencias VHF, UHF o microondas son lineales y no se curvan en el horizonte.
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Estos satélites se basan en sensores de infrarrojos telescópicos que detectan la elevada temperatura de los gases de salida del motor del misil. Esta información se contrasta posteriormente por medio de radares. De esta forma se puede activar una respuesta acorde.
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4.18.1 Ondas de Choque de Armas de Penetración Las tecnologías en este subapartado tienen como objetivo lograr métodos para simular y evaluar los efectos de las armas de penetración en tierra, bajo tierra o en el espacio. Estas armas destruyen los objetivos rompiendo el material sobre el que hacen impacto. La gran energía cinética incidente por metro cuadrado de estas armas en el objetivo produce intensas ondas de choque. Las elevadas presiones y fuerzas de ruptura asociadas con las ondas de choque generadas por la interacción del proyectil y el objetivo tienen como fin superar su limite de elasticidad. Dependiendo del material esto puede resultar en una desfiguración permanente debido a la ablación plástica fluida, a la vaporización, craterización, e incluso ionización. Las tecnologías de simulación proporcionan una base cuantitativa para establecer la capacidad de sobrevivir de los objetivos. La importancia de estas armas se debe a que pueden atacar los búnkers y silos donde se guarden armas de destrucción masiva.
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5.
El Factor Tecnológico en España
En este capítulo se va a hacer un análisis de la situación española. Para realizar este análisis se ha estudiado en primer lugar, la situación geopolítica internacional que permite conocer el contexto en el que se mueve la defensa en España. En segundo lugar, se estudian los riesgos y amenazas que se ciernen sobre los intereses de España como nación. En tercer lugar, se analizan las misiones de las Fuerzas Armadas y sus necesidades tecnológicas. Por último, se analiza la capacidad nacional de satisfacer esas demandas tecnológicas y las inversiones que dedica España a la modernización del material y armamento de defensa.
5.1
Situación Geopolítica Internacional
El escenario actual es un mundo multipolar con una potencia hegemónica, Estados Unidos, con intereses mundiales y que no tiene otra nación que pueda suponerle un reto. Esto implica que su opinión sobre cualquier conflicto en el planeta tenga una gran influencia. Mientras que si en ese conflicto está envuelta una potencia nuclear Estados Unidos actuará con una mayor prudencia, no será el caso cuando los bandos dispongan únicamente de armamento convencional y no puedan arrastrar en su litigio a otras potencias nucleares. 5.1.1 Grandes Potencias 5.1.1.1 Europa Tras la II Guerra Mundial, en la que desaparece la vocación imperialista de unas naciones europeas sobre otros, la defensa en Europa se ha caracterizado por el desarrollo de unas fuerzas más moderadas fundamentalmente defensivas que se apoyan en la capacidad de las fuerzas de EE.UU. de transporte estratégico, fuerzas navales globales, comunicaciones y cobertura de inteligencia global y su capacidad de disuasión nuclear para protegerse de eventuales amenazas externas. Geográfica, política y económicamente hay que considerar que España forma parte del continente Europeo siendo miembro de la Comunidad Europea y de sus principales organizaciones de defensa (la OTAN y la UEO). Dentro de este contexto España, también, suscribe la Carta de las Naciones Unidas y, por lo tanto, renuncia a usar la fuerza salvo para defenderse de amenazas o agresiones externas. Los estrechos lazos que nos unen a las naciones europeas hacen que nuestro país se encuentre en un entorno de un alto nivel de cooperación y reducida conflictividad, donde existe una clara voluntad de resolver de una forma pacífica cualquier controversia y donde abundan los organismos supranacionales y foros de negociación para su resolución. El principal contencioso que mantiene España es la soberanía del Peñón de Gibraltar con el Reino Unido, problema que ambos Estados consideran debe solventarse en el ámbito de la diplomacia y no en el militar. Por lo tanto, este clima hace que pueda descartarse una eventual operación militar de algún Estado europeo contra España. 5.1.1.2 Estados Unidos Las relaciones de Europa con Estados Unidos están basadas en un clima histórico de cooperación y en una estructura de defensa aliada. Los lazos económicos y comercia-
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les con Estados Unidos y Japón son cada vez más fuertes y además existe un consenso básico para resolver las posibles cuestiones que se susciten de forma pacifica y mediante la vía diplomática125. La existencia de un Tratado de Cooperación y Defensa con los Estados Unidos es una indicación de la confianza existente entre nuestros dos Estados. Además, la integración de España en la estructura militar de la OTAN al final de 1.997 indica, si cabe todavía, un deseo de estrechar lazos. 5.1.1.3 Rusia La principal amenaza que tuvo Europa durante la Guerra Fría era un ataque procedente de la URSS cuyo escenario sería Centroeuropa. El ataque sería de tipo convencional, es decir, excluyendo el uso de armas nucleares con una progresión rápida para crear un colapso militar y político en Europa que impidiera organizar desde Estados Unidos un contraataque. Para contrarrestar esta amenaza se empleaban fuerzas terrestres, colocadas cerca de la frontera de la URSS o de sus países satélites (concepto de defensa avanzada), para impedir una agresión masiva de fuerzas acorazadas en una guerra que se presumía de alta intensidad. Estas fuerzas detendrían o ralentizarían un primer ataque mientras se movilizaban otras unidades de refuerzo. El resultado fue potenciar los programas de vehículos blindados, de helicópteros contracarro, de armas y misiles contracarro, de artillería autopropulsada y de blindajes. En estos planes se preveía que las fuerzas aéreas contribuirían ganando la superioridad aérea al interceptar y destruir los aviones de ataque y bombarderos enemigos que pretendieran atacar la retaguardia de la OTAN, para después destruir sus defensas aéreas, atacar las instalaciones clave de retaguardia (aeropuertos, puentes, depósitos de munición y estaciones de tren) y neutralizar las fuerzas terrestres enemigas bien con apoyo cercano (CAS) o atacando objetivos situados tras el frente de batalla (BAI) como unidades de refuerzo, rutas de ataque y líneas de comunicación críticas. De esta forma se conseguiría detener o ralentizar el avance enemigo, al paralizar sus fuerzas de segundo y tercer escalón. Esto dio lugar al desarrollo de un gran número de aviones que podían realizar misiones de superioridad aérea o de ataque al suelo. La desaparición de la URSS a finales de 1.991, la fuerte reducción y deterioro de su Ejército, sus crecientes dificultades económicas, la parálisis de su industria militar, la creciente obsolescencia de su material, la disolución del Pacto de Varsovia en Marzo de 1.991 - y en consecuencia la retirada de las fuerzas soviéticas desplegadas en estos países -, la disminución de las fuerzas armadas de los países pertenecientes a ese Pacto y los crecientes conflictos en el flanco sur del Cáucaso ha desvanecido esta amenaza. Una muestra fehaciente de este hecho es la desastrosa experiencia de las dos divisiones acorazadas del ejército ruso enviadas a Chechenia. Hoy la Federación Rusa tendría capacidad militar para actuar tan solo en áreas próximas a su frontera y siempre con un alcance limitado. Únicamente queda como un verdadero riesgo para Occidente su arsenal nuclear. A este respecto hay que recordar que Rusia no ha firmado, todavía, el tratado START II.
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Véase por ejemplo las discusiones sobre una ley como la Helms-Burton.
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5.1.1.4 China Aunque China es una potencia emergente, sus fuerzas y medios son débiles para actuar fuera de sus fronteras durante un largo plazo de tiempo. Su ejército está ampliamente basado en unidades pesadas, pero están dotadas pobremente de medios electrónicos e informáticos y sus fuerzas navales son relativamente modestas. Su principal peligro es su capacidad nuclear con misiles balísticos intercontinentales y submarinos nucleares. Además China, al igual que Rusia, es una potencia espacial, lo que le permite usar satélites espías y comunicaciones globales. En el futuro será un competidor en los mercados de materias primas, en particular del petróleo, que podría querer pagar con su armamento. Su principal reivindicación la isla de Taiwan. La estrategia de Occidente con China fundamentalmente la disuasión, evitar que entren en una carrera de armamentos y lograr que participen en todos los foros y acuerdos tanto regionales como multinacionales e incrementar las medidas de seguridad y confianza con esta potencia. Europa, y en menor medida España, están poco o nada involucrados en los conflictos de China con sus países vecinos. Sin embargo, una protección contra su armamento nuclear sólo es posible dentro de una organización supranacional como es la OTAN. 5.1.2 Potencias Regionales India y Pakistán son dos potencias con capacidad nuclear que arrastran un largo conflicto fronterizo en la zona de Cachemira. Ninguno de los dos países ha firmado el tratado de prohibición de pruebas nucleares. La participación directa de Europa en este conflicto es muy improbable. Improbable también sería una participación de Europa en el conflicto Arabe-Israelí, aunque no esté exenta de medidas de apoyo diplomáticas y económicas para la resolución del conflicto. Otras dos zonas de conflicto son el Golfo Pérsico y Corea. Ambos escenarios cuentan con la presencia de armas de destrucción masiva químicas y bacteriológicas. La inestabilidad de la zona hace que EE.UU. cuente con una defensa adelantada pues hay muchas fuerzas enemigas cerca de la frontera que podrían atacar con relativa facilidad a sus aliados. La posición europea no se alinea totalmente con la de EE.UU. y presta un cierto apoyo tanto a Corea del Norte e Iraq. No tanto con Irán. Ambas amenazas se están reduciendo debido a la creciente vejez y obsolescencia de su material y a los pobres resultados de sus economías. La fuerza naval iraní ha mejorado recientemente con la adquisición de submarinos Kilo soviéticos, lo que le permite un mayor control del estrecho de Ormuz. Un conflicto en el área del golfo posiblemente requeriría el apoyo de Estados aliados del entorno OTAN como fue el caso de Gran Bretaña, Francia o España en 1.991, mientras que en Corea la participación de naciones europeas sería más improbable.
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5.1.3 Naciones en Nuestra Región 5.1.3.1 Marruecos Las fuerzas armadas marroquíes se caracterizan por un ejército de tierra más numeroso y profesional, pero una Armada y una Fuerza Aérea considerablemente inferiores a las nuestras. Los principales contenciosos con Marruecos son los relativos a la pesca y la reivindicación de las ciudades de Ceuta y Melilla. Es posible que en caso de un conflicto sobre estas ciudades Marruecos contara con apoyo de algún país norteafricano. Este problema se complica al no estar incluido en el tratado OTAN la defensa de estas plazas. No así en la UEO lo que se podría interpretar con que contaríamos con el apoyo de las naciones europeas, aunque probablemente este apoyo fuera velado debido al elevado número de la población musulmana que tienen algunas naciones y el deseo de no enemistarse con Marruecos. Sin embargo, parece poco probable, mientras continúe el conflicto con el Frente Polisario, que este país se lance a nuevas aventuras militares. Los estrechos lazos económicos que le unen con España y con la Unión Europea son también otro factor disuasor de una aventura de este tipo. Un elemento importante en un posible conflicto de esta naturaleza sería el posible e importante papel de la VI Flota norteamericana en un conflicto de este tipo, ya que la V Skadra con la disolución de la Unión Soviética ha desaparecido del Mediterráneo. Una actuación no neutral de la VI Flota comprometería gravemente la capacidad de España en el área del Estrecho. 5.1.3.2 Argelia El principal problema de Argelia son posibles conflictos fronterizos con Marruecos, el apoyo a los campamentos del Frente Polisario situados en su territorio y un preocupante clima de guerra civil con más de 60.000 muertos en seis años desde la interrupción del proceso democrático y la ilegalización del Frente Islámico de Salvación en enero de 1.992. Un recrudecimiento del conflicto podría generar un masivo flujo de refugiados a países limítrofes o a Europa. Esta situación le impide realizar acciones agresivas en el exterior pero sí puede perjudicar a los intereses españoles en la zona resumidos en posibles ataques al gasoducto126 o ataques a la colonia española residente en este país. No hay que olvidar la cuestión de las aguas territoriales en el Mediterráneo que, todavía, están sin definir. Esta cuestión podría generar también algún tipo de conflicto con España si aparecieran en la zona recursos naturales de interés. 5.1.3.3 Otros Estados del Norte de África Túnez y Libia son naciones que quedan más lejos de nuestra área de influencia, aunque nos unen importantes lazos comerciales. Tienen importancia en la medida que pudieran apoyar a naciones como Marruecos y Argelia - en especial Libia - ante un eventual conflicto con España. Sus fuerzas navales tienen escasa capacidad para bloquear el tráfico marítimo en el Mediterráneo. 126
Argelia exporta 1.1 millones de barriles de petróleo al día y 20.000 millones de metros cúbicos de gas natural al año.
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5.1.4 Naciones y Estados en Dificultades En los últimos años se están produciendo, con relativa frecuencia, colapsos en naciones con fuertes problemas internos ocasionados por conflictos étnicos, tribales, religiosos, económicos con un débil poder estatal que degenera en una situación de ignorancia de la ley. Ante esta situación las naciones solicitan ayuda a organismos internacionales. Candidatos son algunos Estados africanos como Somalia o Ruanda, la antigua Yugoslavia, Albania y alguna república centroamericana. La resolución de estos conflictos se basa en una coalición de fuerzas multinacionales apoyadas por una gran variedad de organizaciones civiles. Comprende una combinación de medidas humanitarias, económicas, diplomáticas, políticas y de seguridad que evite una escalada del conflicto.
5.2
Riesgos y Amenazas sobre España
La determinación de los riesgos y amenazas está sujeta a un cierto azar, pues es difícil hacer previsiones rígidas sobre el posible proceder de las naciones en un mundo tan cambiante como el actual, en el que existe un cierto desorden en las relaciones internacionales. 5.2.1 Riesgos Directos La principal amenaza sería un eventual ataque sobre las ciudades de Ceuta y Melilla. Una escalada del conflicto podría extenderlo a agresiones aéreas sobre la Península en especial en el sur -, o Canarias, y contra nuestro tráfico - marítimo y aéreo - por el Estrecho y sus accesos, y hacia Canarias. Un operación anfibia de Marruecos sobre las Islas Canarias es difícil, ya que tiene una reducida capacidad anfibia que no alcanza el batallón, ni tiene capacidad de organizar un bloqueo naval eficaz contra estas islas. Para Marruecos sería muy arriesgado efectuar incursiones contra Canarias o la Penínsulas al ser zonas de amenaza compartida con nuestros aliados. Más probable es que las amenazas en una crisis de este tipo se centrarían posiblemente en ataques al trafico marítimo entre las Islas y la Península bien aéreos, bien navales. Aunque la Fuerza Aérea marroquí es inferior en aviones y calidad de armamento podría contar con algún apoyo encubierto de algún país norteafricano como Argelia o Libia. Los posibles ataques navales podrían producirse también con lanchas rápidas con misiles SSM como las que tiene Marruecos (clase Lazaga y misiles Exocet) o la de sus posibles aliados como Argelia (clase Osa127), Libia (Osa II y Fr Combattante II con misiles Otomat) y Túnez (Fr Combattant y misiles Exocet). Otra amenaza podría estar constituida por minas a la deriva baratas y fácilmente desplegables, principalmente en el Estrecho, y desde tierra contra fuerzas operando cerca del litoral. La desaparición de la URSS y el estado inoperativo de los submarinos Foxtrot libios hace que el único riesgo en la lucha antisubmarina sean los dos submarinos Kilo de Argelia. Otra amenaza sería ataques al libre comercio mediante el bloqueo de materias primas en especial productos energéticos o el cierre de los mercados exteriores de venta de productos al tercer mundo. Este tipo de actuaciones afectaría probablemente a toda Europa por lo que probablemente se resolvería con una operación multinacional. 127
Esta lancha dispone del misil SS-N-2 Styx con un alcance de 40 kilómetros y varios sistemas de guiado.
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Una última amenaza sería sobre las colonias españolas en naciones en conflicto como Argelia o Guinea Ecuatorial que obligaran a plantear una operación de evacuación y rescate de nuestros ciudadanos. Un ataque con misiles balísticos de corto alcance tipo Scud con ojivas químicas parece bastante improbable, ya que los países en la zona carecen de este tipo de armas, excepto Libia. Por otra parte la imprecisión de estas armas las haría poco efectivas. Por otra parte, Marruecos, Túnez y Libia han firmado la convención de armas químicas, mientras que Túnez y Libia han firmado las Biológicas. 5.2.2 Riesgos Derivados de Acuerdos de Seguridad Un conflicto derivado de una agresión en Europa Oriental obligaría a participar a España como miembro de la OTAN dentro de una fuerza multinacional. Las posibilidades de un conflicto de esta naturaleza como hemos comentado son mínimas. Voluntariamente, como resultado de resoluciones de las Naciones Unidas, España podría verse involucrada en un conflicto fuera del área de Europa como en Oriente Medio dentro de fuerza multinacional bajo mando de la OTAN, la UEO o una coalición. También podría verse envuelta en algún conflicto entre naciones norteafricanas en los que, también voluntariamente, actuara como fuerza de pacificación. 5.2.3 Riesgos sobre la Seguridad Los principales riesgos para España estarían relacionados con acciones terroristas en España o en el extranjero contra nuestros intereses (ataque a ciudadanos, embajadas, instalaciones), el crimen internacional (por ahora con escasa incidencia en España), el contrabando de material nuclear, el narcotráfico. Este tipo de riesgos requiere el apoyo de órganos de inteligencia, de policía y judiciales. Son misiones que caen más en el ámbito de las Fuerzas de Seguridad del Estado. La reducción de estos riesgos requiere en muchos casos una adecuada coordinación internacional. Probablemente esta sea un área en la que los riesgos tiendan a crecer más en el futuro. 5.2.4 Otros Riesgos de Menor Entidad La inmigración ilegal desde el Norte de África originada por la combinación de la explosión demográfica, dificultades económicas y regímenes no democráticos con un nivel de represión sobre la población civil es un problema de menor entidad. Pero, a largo plazo, pueden generar problemas étnicos en un país de acogida como es España. También es creciente el éxodo forzado de población de países que huyen debido a la guerra, a conflictos étnicos en los que son minoría, o a que son perseguidos debido a su raza, religión, nacionalidad u opinión política. Las Fuerzas Militares también se pueden ver implicadas en calamidades y desastres naturales o tecnológicos como terremotos, huracanes, tifones, inundaciones, incendios, sequías, fallos de plantas nucleares, escapes de petróleo. En estos casos colaborarían con agencias humanitarias en el exterior y dentro de España en apoyo a Protección Civil. Otro tipo de riesgos podría ser conflictos medioambientales relacionados con el agotamiento de los recursos de pesca debido al exceso de flotas, que puede obligar a realizar misiones de protección.
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5.3
Principales Misiones de las Fuerzas Armadas
5.3.1 Obligaciones Legales Para determinar las misiones que tienen encomendadas nuestras Fuerzas Armadas vamos a analizar los textos legales que se han publicado al respecto. En primer lugar la Constitución Española de 1.976 establece en su artículo 8.1 que: “Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”. En segundo lugar el artículo 2 de la ley 6/1980 de criterios básicos de la Defensa Nacional, que desarrolla el artículo 8 de la Constitución, define la Defensa Nacional como “La disposición, integración y acción coordinada de todas las energías y fuerzas morales y materiales de la Nación, ante cualquier forma de agresión, debiendo todos los españoles participar en el logro de tal fin. Tiene por finalidad garantizar de modo permanente la unidad, soberanía e independencia de España, su integridad territorial y el ordenamiento constitucional, protegiendo la vida de la población y los intereses de la Patria, en el marco de lo dispuesto en el artículo 97 de la Constitución”.128 Como se puede observar las misiones encomendadas en estas leyes son muy genéricas, como corresponde a una ley que tiene que acomodarse a una realidad cambiante, y, aunque establecen el marco de actuación, no ayudan a establecer las misiones que, en la práctica, se deberán realizar que son las que, en definitiva, interesan a este estudio. En tercer lugar se analiza la Directiva de Defensa Nacional 1/96. En esta directiva hay dos párrafos que definen con mayor claridad las misiones. El primero en el preámbulo dice: “..., España se encuentra plenamente comprometida en la consecución de un orden internacional más estable y seguro, basado en la convivencia pacífica, en la defensa de la democracia y de los derechos humanos y en el respeto a las normas de derecho internacional. Este compromiso se hace evidente con nuestra presencia y decidida participación en operaciones de paz”. El segundo, en los objetivos de la política de defensa, dice: “La finalidad de la política de defensa es dotar a España de un eficaz instrumento de disuasión, prevención y respuesta para garantizar de modo permanente su soberanía e independencia, su integridad territorial y el ordenamiento constitucional, así como proteger la vida, la paz, la libertad y la prosperidad de los españoles y los intereses estratégicos nacionales allí donde se encuentren”. Aunque la concreción es mayor, todavía es bastante general. Sin embargo, la Directiva de Defensa Militar 1/97 es más explícita y marca cuatro objetivos o misiones fundamentales: • • •
Salvaguardar el territorio nacional y el espacio aéreo y marítimo de soberanía. Proteger los intereses nacionales y la seguridad de los españoles contra cualquier riesgo, amenaza o agresión129. Contribuir con los aliados a la seguridad y defensa colectivas según nuestras posibilidades.
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Como se puede ver esta definición encaja bastante bien con el concepto de guerra total acuñado desde la Revolución Francesa.
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Este concepto de defensa podría ampliarse a la defensa de nuestros intereses - fundamentalmente de tipo económico- en el exterior pero la decisión de una acción fuera de nuestro territorio actual sería siempre condicionada. Este tipo de amenazas afectaría muy probablemente a los intereses económicos de otras naciones europeas, por lo que probablemente España participaría como un miembro más de una fuerza expedicionaria.
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•
Colaborar en el mantenimiento y estabilidad internacional especialmente en nuestro entorno geográfico y cultural, así como las naciones con las que mantenemos vínculos históricos.
Las misiones que España se comprometió con la OTAN, fruto de los acuerdos de coordinación entre España y los Mandos Supremos de la Alianza, quedaron recogidos en el documento MC 313 y son, en síntesis, las siguientes: • • • • • •
Defensa del territorio nacional español situado dentro de la zona del Tratado Defensa del Espacio Aéreo Español correspondientes a la Península y los Archipiélagos áreas adyacentes (en cooperación con Francia, Italia y Portugal) Defensa y Control del Estrecho de Gibraltar y sus accesos Desarrollo de Operaciones navales y aéreas en el Atlántico Oriental (Área de Iberlant). Operaciones navales y aéreas en el Mediterráneo Occidental (Área de Medoc) Provisión de territorio e instalaciones españolas para recepción y tránsito de refuerzos, y apoyo logístico aéreo y marítimo.
Las misiones dentro de la UEO serían equivalentes a las de la OTAN sin la limitación de actuar dentro de Europa y de sus mares circundantes. Dentro de los acuerdos tendentes a lograr una defensa común europea España tiene suscritos acuerdos para constituir unidades multinacionales permanentes. En una situación de crisis estas unidades se pondrían bajo mando operativo de la organización que condujera la crisis como la OTAN, la UEO o la OSCE. Así, por ejemplo España firmó un acuerdo en 1994, con el Cuerpo de Ejército Europeo EUROCORPS participando con una División Mecanizada; en Mayo de 1.995 se crearon EUROFOR y EUROMARFOR en la que España participa con una Brigada y una Fuerza Aeronaval con capacidad anfibia hasta nivel de Batallón respectivamente. Con Italia se ha firmado un acuerdo para constituir la SIAF (Spanish Italian Amphibious Force). Dentro del compromiso español a que se respete el derecho internacional España podría participar en misiones en el exterior, fuera de área, bajo mando de la OTAN o coaliciones multinacionales apoyadas por Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Estas fuerzas se caracterizarían por disponer de armamento de alta tecnología dentro de una fuerza operativa conjunta combinada130 lo que obligaría a empeñar nuestro personal más preparado y el mejor material. De primordial importancia sería la necesidad de poder interoperar con nuestros aliados en armamento y comunicaciones. La principal área de contribución militar española a las Naciones Unidas será en operaciones de paz con sus diferentes variantes. Estas operaciones se pueden realizar en un entorno benigno, de bajo riesgo o en un ambiente hostil. Pueden incluir operaciones directas como separación de fuerzas hostiles, apoyo y protección - y en su caso evacuación - de no combatientes, bloqueos, embargos, zonas de exclusión aérea, zonas de tránsito seguro, vigilancia de acuerdos de alto el fuego o de paz alcanzados, desmilitarización de zonas, vigilancia de fronteras. También pueden incluir operaciones de apoyo logístico como ayuda médica, distribución de alimentos, agua y medicinas y otros productos críticos, transporte, evacuación. Superada la crisis se pueden requerir actividades complementarias como desarme de las facciones, organización de elecciones, reconstruc130
Conjunta se refiere a los tres ejércitos tierra, mar y aire, mientras que combinada se refiere a fuerzas aportadas por varias naciones.
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ción de la administración local, limpieza de campos de minas. Algunas de estas misiones se podrían realizar dentro de la estructura OTAN como la SFOR en Bosnia. Otras como el mantenimiento de la ley y el orden podrían ser encomendadas a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Este tipo de operaciones requiere equipos de comunicaciones, sistemas de vigilancia e inteligencia, sistemas de información para apoyo a los Cuarteles Generales, transporte y logística. La contribución de España en una organización como la OSCE se centraría en misiones de verificación de los acuerdos sobre control de armamentos y desarme (medidas de confianza y seguridad) o misiones diplomáticas de prevención de conflictos, problemas humanitarios - relatores (enviados especiales para investigar hechos), códigos de conducta sobre derecho internacional, instituciones democráticas y derechos humanos como vigilancia de elecciones. Son misiones que se realizan en un ambiente menos agresivo y no requieren, en general, tecnologías sofisticadas. Su carencia de recursos, capacidad de respuesta limitada, requerimiento de consenso y varios centros de operación le impiden actuar en conflictos de mayor extensión como misiones de mantenimiento de paz, aunque la OTAN podría actuar bajo su autoridad. Basándose en las misiones legalmente establecidas, podemos suponer las siguientes misiones especificas para nuestras Fuerzas Armadas. 5.3.2 Misiones Específicas del Ejército de Tierra La principal misión del Ejército de Tierra sería la defensa de nuestro territorio. Lo que requiere capacidades contracarro (carros de combate, misiles contracarro, artillería autopropulsada, helicópteros), de ingenieros para movilidad / contramovilidad, y de defensa de punto para protección de objetivos de alto valor. Como misión secundaria el ejército podría realizar operaciones vigilancia y protección de objetivos de alto valor cuando las Fuerzas de Seguridad del Estado se vean sobrepasadas. Como se ha comentado una acción contra nuestro territorio es muy improbable, con la excepción de nuestras plazas en el Norte de Africa. De acuerdo con sus nuevas misiones se está intentando cambiar de un ejército territorial a unas fuerzas con gran capacidad de proyección en el exterior. Esta capacidad actualmente se mide en sostener 5.000 hombres en un escenario o 1.500 hombres, a la vez, en dos diferentes. En el futuro se pretende incrementar este número hasta 15.000 hombres actuando como una división o dos brigadas separadas. Los escenarios exteriores de actuación típicos serían operaciones de paz y la participación en algún conflicto regional donde Europa tuviera intereses vitales integrados en una fuerza multinacional. La defensa de nuestras plazas y la participación en un conflicto armado internacional, demandarían las mayores capacidades, mientras que las necesarias para una operación de paz serían menores. 5.3.3 Misiones Específicas de la Armada La principal misión de la Armada la podríamos resumir en “adquirir y ejercer el dominio del mar para asegurar las comunicaciones marítimas vitales131”. En caso de conflicto su misión sería además negar su uso al adversario y desembarcar una fuerza en un lugar estratégico. Este dominio, en nuestro caso, se circunscribe al espacio territorial propio e inmediato (península, estrecho e islas), ya que no es alcanzable cuando la zona a 131
En particular la protección del flujo de materias primas, mercancías, personas, servicios, etc. derivados del comercio exterior.
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controlar es grande o está muy alejada de nuestras costas. Nuestro dominio es relativo y sólo se puede conseguir en el caso de que las grandes potencias sean neutrales. Dentro de las misiones OTAN esta misión se extendería a realizar acciones de protección de convoyes aliados en las zonas de Iberlant y Medoc. Fuera de área podría participar en misiones de bloqueo naval dentro de una fuerza multinacional. La proyección del poder naval en tierra estaría constituida por ofensivas aéreas y proyección anfibia que se mide en la apertura de una cabeza de playa de 8 Km. de perímetro con una fuerza aproximada de 2.500 personas. Esta misión requiere sistemas de defensa antiaéreos por la creciente vulnerabilidad a ataques aéreos mediante aviones y misiles al acercarse a la zona de desembarco. Otras misiones son la protección de nuestros intereses marítimos que pueden estar relacionados con los recursos de nuestra zona económica exclusiva o con otras zonas del Atlántico, como la protección de nuestros barcos de pesca en el área regulada por la NAFO; velar por el cumplimiento de las Leyes y Convenios nacionales e internacionales en el ámbito marítimo; la vigilancia y defensa de costas132; y la defensa de puertos. Estas misiones requieren, en general, unas capacidades más reducidas que las citadas al principio. 5.3.4 Misiones Específicas del Ejército del Aire Las principales misiones del Ejército del Aire sería la defensa del espacio aéreo y la capacidad de realizar acciones de contrafuerza. Otras misiones serían guerra electrónica, patrulla marítima, reconocimiento, transporte e interdicción aérea (BAI). Estas cuatro últimas son para operaciones combinadas. El requisito más severo para el transporte sería el movimiento de la Brigada aerotransportada, o la realización de una operación de evacuación o rescate aérea. La vigilancia de los espacios aéreos y marítimos de nuestras zonas de interés requiere una red de vigilancia y alerta dotada de radares, Centros de Operaciones de Combate con sistemas de información de alta capacidad de procesamiento, un sistema de comunicaciones que permita el enlace con las unidades de vigilancia y las unidades aéreas y sistemas de defensa antiaérea (artillería y misiles). Nuestros compromisos obligan a que este sistema esté integrado con el sistema ACCS de la OTAN. La defensa del espacio aéreo nacional es especialmente crítica en el flanco sur. El objetivo sería destruir dos tercios de la fuerza atacante antes de que alcanzara sus objetivos. Esta defensa requiere aviones de superioridad aérea armados con misiles aire-aire y un enlace el sistema de vigilancia del espacio aéreo. En este caso se requiere capacidad de realizar una respuesta acorde al ataque sufrido (incursiones de castigo) ganando la superioridad aérea y destruyendo la infraestructura enemiga: red de vigilancia, baterías de defensa aérea, aeródromos. Requiere el uso de bombarderos y cazabombarderos dotados de misiles aire-tierra y aire-aire. España no cuenta con los medios necesarios para realizar este tipo de acciones en el exterior, por lo que en una coalición multinacional sólo podría aportar aviones y pilotos que actuaran dentro de formaciones mayores.
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Esta actividad la comparte con otras organizaciones estatales en lo que respecta a la lucha contra el contrabando o la inmigración ilegal.
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5.3.5 Misiones Conjuntas y Combinadas Las futuras operaciones de gran envergadura que tuviera que realizar las Fuerzas Armadas sería con fuerzas de los tres Ejércitos bajo un mando unificado. La idea sería aprovechar las ventajas que ofrece la integración de las tres fuerzas. Este sería el caso de una defensa de las ciudades de Ceuta y Melilla que requeriría acciones de los tres Ejércitos para su Defensa. Probablemente la Marina realizaría algún tipo de bloqueo naval, mientras que las Fuerzas Aéreas se emplearían en operaciones de protección y castigo. Un desembarco anfibio de una Brigada probablemente seguido de fuerzas terrestres trataría de conquistar un objetivo para disminuir la presión y negociar. España podría participar también dentro de una fuerza multinacional con fuerzas de los tres Ejércitos para realizar una misión fuera del área de Europa, aunque nuestras unidades probablemente se incorporarían separadas dentro de la estructura de fuerza multinacional. Otra probable operación combinada sería una operación de evacuación y rescate. Las capacidades para este tipo de acciones son inferiores a las anteriormente citadas.
5.4
Material y Tecnologías de las Fuerzas Armadas
El análisis que se va a realizar no va a abordar el estado de disponibilidad del material de nuestras Fuerzas Armadas. Un inadecuado estado de este material supone un factor limitativo de primera magnitud a la hora de realizar una operación militar. Pero esta cuestión, de gran interés, en la que se podrían aparecer posibles cuellos de botella en las funciones logísticas de abastecimiento y mantenimiento no va a ser tratada al carecer de datos. Otro tema de suma importancia para un posible conflicto que puede incidir muy negativamente es la disponibilidad de munición, la denominada reserva de guerra. Por ejemplo, el plazo de suministro de nuevos misiles es largo y es probable que hubiera que acudir a las existencias de otras naciones en el caso de un conflicto armado con lo que supone de aumento de la vulnerabilidad133. No se ha considerado en el estudio el material con valor operativo o táctico secundario, como pudiera ser material para instrucción inicial, lucha contra incendio, salvamento, etc. 5.4.1 Ejército de Tierra El principal armamento del Ejército de Tierra se puede ver en el siguiente cuadro: Carros de Combate
Vehículos de Reconocimiento
Vehículo de Infantería y Caballería Transportes Acorazados 133
210 AMX-30 164 M-48A5E 294 M-60 108 Leopard 2 A4 100 BMR-625 VEC (90 mm.) 208 BMR-625 VEC (25 mm.) 32 BMR-625 VEC (20 mm.) Algunos Pizarro 1313 M-113 (oruga)
Las Fuerzas Armadas españolas han preferido, en muchas ocasiones, sacrificar la logística frente a la adquisición de nuevo armamento.
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Artillería Remolcada
Artillería Autopropulsada
Artillería de Costa
Lanzacohetes Múltiple Morteros Armas Contracarro
Cañón sin retroceso Defensa Aérea
Misiles Superficie Aire
Helicópteros
Obtención de Inteligencia
682 BMR-600 (ruedas) 283 M-26 (105 mm.) 170 M-56 (105 mm.) 84 M-114 (155 mm.) 48 M-108 (105 mm.) 96 M-109A1 (155 mm.) 64 M-110A2 (203 mm.) 44 (152,4 mm.) 6 Vickers (305 mm.) 3 Vickers (381 mm.) 14 Teruel (140 mm.) 465 L-65 (120 mm.) 1314 L-65 (81 mm.) 442 MILAN 28 HOT 200 TOW 638 (106 mm.) 329 GAI-BO1 (20 mm.) 92 Oerlikon 35/90 GDF-002 bitubo (35 mm.) 183 Bofors L 40/70 (40 mm.) 24 I-HAWK 18 Roland 13 SkyGuard/Aspide 108 Mistral 53 UH-1H 31 Bo-105 (20 mm.) 28 Bo-105 (misil HOT) 18 Superpuma SA-332 17 Chinook 2 AN/TPQ-36 (radar detección artill. 3D)
Se encuentran en fase de adquisición el carro de combate Leopard 2 y el Vehículo de Combate de Infantería y Caballería Pizarro. Su destino principal será para dotar a las unidades que constituyen el Eurocuerpo. 5.4.2 Armada El principal armamento del Ejército de Tierra se puede ver en el siguiente cuadro: Portaaeronaves Fragatas
1 Príncipe de Asturias 6 de la clase Santa María (US Perry) 5 de la clase Baleares (US Knox) Corbetas 6 de la clase Descubierta Transportes de ataque 2 de la clase Castilla (US Paul Revere) Buques de desembarco anfibio de 2 la clase Hernán Cortés (US Newport) carros (LST) Barcazas de desembarco 3 LCT 2 LCU 8 LCM Submarinos diesel/eléctricos 4 de la clase Galerna (Fr Agosta)
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4 cuatro de la clase Delfín (Fr Daphne) Medidas contra minas 4 cazaminas oceánicos de la clase US Aggressive 8 dragaminas costeros de la clase US Adjutant Petrolero 1 Marqués de la Ensenada Buque de Aprovisionamiento de 1 Patiño Combate (AOR) Transporte 1 Contramaestre Casado Patrulleros 4 de la clase Serviola 2 de la clase Chilreu 10 de la clase Anaga 6 de la clase Barceló 1 de la clase Cormorán 4 de la clase Conejera El arma aérea está compuesta de dos escuadrillas de aviones AV-8 Harrier (10 modelo B y 8 modelo B+) y 25 helicópteros: 15 antisubmarinos (6 SH-60 LAMPS y 9 SH-3D), 3 SH-3D de alerta temprana y 10 AB-212 para transporte. Como armamento dispone de torpedos MK-44, MK-47, MK-37, misiles Harpoon y Standard MR-1, torpedos franceses L-5, F-17 (filoguiado) y E-18, misil contracarro AS-12, el Harrier puede llevar el mismo armamento del Ejército del Aire excepto el misil HARM y las bombas de guiado láser. No se conoce el número y tipo de minas que posee la Armada. Estas fuerzas están organizadas de la siguiente forma: El Grupo Alfa tiene como cometido principal adquirir el dominio del mar en la zona que interese. Esta constituida por el Portaaeronaves Príncipe de Asturias, seis fragatas de escolta de la clase y buques logísticos. El Grupo Delta tiene como cometido realizar operaciones anfibias. Esta compuesta por los transportes de ataque de la clase Castilla, los buques de la clase Hernán Cortés134 y las barcazas de desembarco. El cometido principal de la fuerza de protección directa del tráfico es realizar actividades de escolta y protección del tráfico marítimo español. Lo componen las fragatas de la clase Baleares y las corbetas de la Descubierta. El cometido tradicional de la fuerza de submarinos es atacar el tráfico marítimo adversario impidiéndole el uso del mar. También se puede emplear en lucha antisubmarina. Como misión secundaria puede realizar misiones de vigilancia y minado ofensivo. La misión de la fuerza de medidas contra minas es mantener libres los puertos y bases al tráfico marítimo, que se cuantifica en dos puertos y una base naval, y apoyar las operaciones en el litoral. El cometido de la fuerza de vigilancia marítima es velar por el cumplimiento de las leyes Nacionales e Internacionales en el ámbito marítimo y defender nuestros recursos naturales e intereses. Esta compuesta por patrulleros de las siguientes clases Serviola, Chilreu, Anaga, Barceló, Cormorán y Conejera. Se encuentra en fase de adquisición cuatro fragatas F-100 se desconoce si sustituirán a otras fragatas o ampliarán la flota. Su coste de adquisición se sitúa en torno a los 280.000 millones de pesetas. En fase final de construcción está un buque LPD y se tiene previsto construir un segundo LPD. También está en proceso de construcción dos cazaminas de un total previsto de ocho.
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Estos barcos están alquilados a EE.UU.
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5.4.3 Ejército del Aire El Ejército del Aire dispone de los siguientes sistemas de armas: Aviones de Caza y Ataque Aviones de Patrulla Marítima Aviones de Reconocimiento Aéreo Aviones de Transporte
Reabastecimiento en vuelo Helicópteros de Salvamento y Rescate Helicópteros de Transporte Guerra Electrónica Inteligencia Mando y Control aéreo
92 EF-18 A/B 66 Mirage F-1 C/E 2 Lockheed P-3A Orion 5 Lockheed P-3B Orion 14 Phantom RF-4C y algún F-5 7 C-130H Hércules 26 CN-235 66 CN-212 Aviocar 5 KC-130 2 B-707KC 5 Superpuma SA-330 10 Superpuma SA-332 6 Superpuma SA-332 2 Mystère Falcon 20 B-707 (Programa Santiago) SIMCA
Como armamento se dispone de misiles AIM-120 AMRAAM, AIM-7P Sparrow, AIM-9 Sidewinder, AGM-84 Harpoon, HARM, AGM-65 Maverick, y bombas guiadas láser. El sistema de defensa aérea, denominado SADA (Sistema de Defensa Aérea Semiautomatizado) esta en proceso de sustitución por el SIMCA derivado del ACCS. Esta modernización incluye sustituir con radares 3D los antiguos radares del sistema de vigilancia aérea de los años 50. Otros proyectos son la creación y equipamiento de un Sistema de Inteligencia Aérea y un sistema de planificación de misiones aéreas (SIPMA). Se encuentra en fase de adquisición el avión EF-2000 que sustituirá al Mirage F-1, el avión FLA de transporte, sustituto del Hércules con doble capacidad que éste. El avión AX sustituto del F-5 A/B de enseñanza es un proyecto que no tiene asignado presupuesto. 5.4.4 Material Conjunto El Sistema Conjunto de Telecomunicaciones Militares SCTM constituye la red de comunicaciones de los tres ejércitos. Dentro de esta red hay que incluir el satélite Hispasat que dispone de una serie de transpondedores para comunicaciones militares denominado SECOMSAT. Para el reconocimiento militar en las franjas del espectro visible se dispone del satélite Helios desarrollado por Francia (80%), Italia (14%) y España (6%). Lanzado en Julio de 1.995 se espera que tenga una vida operativa de 10 años. España ha mostrado su deseo de participar con un 3% en el satélite Helios II una versión mejorada de este satélite, con capacidad infrarroja, que se lanzará en el año 2.002. El centro de explotación de las imágenes de este satélite se encuentra en Torrejón. El Meteosat es un satélite meteorológico desarrollado por la Agencia Europea del Espacio. Aunque su uso es civil tiene importancia para la planificación de operaciones militares.
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Alemania tiene en proyecto un satélite de reconocimiento basado en un radar SAR. Su participación se situará en torno al 60%. Las discusiones con otros socios europeos, en especial con Francia, que se hagan cargo del resto impide de momento que pase de ser un mero proyecto.
5.5 Evaluación de la Fuerza en Función de Misiones, Material y Tecnología. Determinación de Vulnerabilidades. 5.5.1 Operaciones Terrestres Los carros de combate como el AMX-30 y el M-60 son de la penúltima generación. Tenemos un número excesivo de tipos de carros, que complica su mantenimiento y logística. La compra de carros Leopard II sólo se puede justificar por los compromisos de España en el Cuerpo de Ejército Europeo, pero su probabilidad de uso parece bastante escasa. La defensa de costa se basa en una artillería de largo alcance fija. No se dispone de sistemas de misil basados en vehículos móviles para su defensa. Aunque están situadas en búnkers y pueden actuar disparando salvas su precisión no es elevada. Su radar puede ser objeto de perturbaciones. Se carece de una verdadera fuerza de helicópteros de combate que permita el combate aire-aire y misiones de apoyo aéreo próximo (CAS). Los helicópteros anticarro actuales tienen una vida media elevada y no pueden hacer tiro nocturno. No se dispone de artillería antiaérea móvil de corto alcance que dé cobertura aérea a una operación terrestre. Los cañones de artillería antiaérea GAI-BO1 se operan de forma manual. Dada la velocidad y maniobrabilidad de los aviones actuales hay que considerar su eficacia muy reducida. Los lanzacohetes múltiples Teruel operan sobre vehículos de ruedas, no sobre orugas. Carecen de un sistema de información para la dirección de tiro que pueda controlar una batería. No se han vendido unidades al exterior, lo que parece indicar que se trata de un sistema poco competitivo. La eficacia de los cañones sin retroceso es reducida frente a otras armas de precisión y son mucho más indiscretos. La principal carencia son los sistemas de Mando y Control, pues los desarrollos de I+D actuales (SIS, SIMACET, COAAAS, PCGACA) no pasan de ser meros prototipos. En cuanto a las comunicaciones tácticas se está en proceso de adquisición de la Red Básica de Area (RBA). Por otra parte los medios de simulación son muy pocos, así por ejemplo la FAMET sigue sin disponer de simuladores de vuelo para entrenar a sus tripulaciones. Una de nuestras principales limitaciones para la proyección de fuerzas es la capacidad de transporte aéreo y marítimo. Para el transporte de fuerzas pesadas el Ejército de tierra solo dispone de un barco el Martín Posadillo para realizar este tipo de misiones. Para el transporte aéreo de fuerzas las FAMET disponen de helicópteros de transporte pero su número es reducido - aunque se está ampliando - para transportar una gran unidad, por lo que se requeriría apoyo de los aviones del Ejército del Aire. Aunque el riesgo de un ataque químico o bacteriológico es reducido, no sería este el caso en una misión exterior en la que España participara en una coalición multinacional. Para esta situación España cuenta con escasa capacidad para operar en un ambiente de este tipo debido a la insuficiente dotación de este material, de sensores de estas armas y de medios de descontaminación. La protección de vehículos en NBQ también es deficiente.
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Por el momento se carece de una defensa contra misiles balísticos de corto o medio alcance. Aunque no parece por el momento de alta prioridad adquirir, pues los países de nuestro entorno carecen de este tipo de armas. 5.5.2 Operaciones Navales Limitada capacidad del portaaeronaves pues sólo permite el uso de aviones STOL/VTOL. Los aviones Harrier no pueden realizar misiones nocturnas o con mal tiempo excepto el AV-8 Plus. El reducido número de aviones Harrier que puede transportar y el no ser un avión supremacía aérea, sólo le permite enfrentarse a una baja amenaza aérea. La defensa antiaérea del Grupo Alfa es débil frente a un ataque de saturación. El Meroka muy cuestionada su eficacia operativa. No se dispone en el portaaeronaves de misil antimisil. Las fragatas Santa María tienen buenas capacidades de lucha contra submarinos aunque tienen un número de helicópteros LAMPS reducido. Su número quizá en este momento, de baja amenaza submarina, sea excesivo. Las corbetas de la clase Descubierta ya bastante antiguas, sólo tienen capacidad de defensa antiaérea inmediata por lo que son vulnerables a ataques aéreos. Los buques de la fuerza anfibia rondan una edad de 40 años y hay que considerarlos anticuados. Por otra parte se carece de helicópteros pesados de transporte y helicópteros de combate para realizar asaltos anfibios desde el aire y en suficiente número. Los helicópteros AB-212 son bastante antiguos. La Infantería de Marina sólo dispone de un sistema de defensa aérea inmediato basado en el misil Mistral, lo que la hace muy vulnerable a un ataque aéreo ya que en este caso el objetivo principal de los AV-8 sería la protección de la flota. El apoyo de fuegos naval de muy baja entidad dado el armamento existente en nuestros buques. España dispone únicamente de submarinos convencionales que parecen adecuados para las misiones que se requerirían de prohibición del tráfico. Sin embargo, no puede competir contra submarinos nucleares. Los submarinos de la clase Delfín están en la última fase de su ciclo de vida. Estos submarinos llevan 23 años de servicio y se requieren entre 10 y 12 años para fabricar un sustituto. No disponen de capacidad de lanzamiento con torpedo de misiles contra buques de superficie. No se dispone de un simulador de submarino para el entrenamiento de las tripulaciones. La fuerza de Medidas Contra Minas es vieja e insuficiente. Se está procediendo a su sustitución. Esto significa que se tiene escasos medios para combatir minas de fondo basadas en espoletas de proximidad o minas torpedo que son las que probablemente se usarían en un conflicto. Las Fragatas F-100, que estaban originalmente orientadas a la guerra antisubmarina contra submarinos soviéticos, han sido reorientadas a operaciones antiaéreas en el litoral que proporcionen una buena defensa de área con el sistema norteamericano AEGIS cubriendo de esta forma uno de los flancos más débiles de nuestra Fuerza Naval. El requisito de disponer de dos grupos de combate, como alguna vez ha manifestado la Armada, para actuar dos teatros de operaciones, o disponer de uno de reserva, parece un requisito excesivo a la vista de los riesgos actuales. 5.5.3 Operaciones Aéreas La configuración del avión Mirage F-1 esta obsoleta. Los retrasos en el EF-2000 han obligado a modernizar su aviónica que incluye mejoras en identificación, comunica-
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ciones, sistemas de navegación y armamento, y autoprotección electrónica. El número aviones de combate es superior a Marruecos y Argelia. No así de Libia. No se dispone de aviones de alerta temprana tipo AWACS como el E-2C Hawkeye o el E-3C Sentry que permitan dirigir una operación aérea en el exterior o proteger zonas de sombra. Tampoco se dispone de aviones con capacidad de perturbar señales y que puedan apoyar una misión de incursión. Ni tampoco de aviones no tripulados para realizar misiones reconocimiento, importantes para preparar una operación de incursión. No se dispone de armas stand-off que puedan ser lanzadas a una distancia fuera del alcance de las armas enemigas como el misil crucero Tomahawk que pudieran generar un ataque de represalia con un reducido riesgo. Los aviones de patrulla marítima son escasos y necesitan una modernización. La versión C actual de estos aviones tiene mejoras sustanciales en sensores, procesamiento de señal y misiles, que España no tiene al disponer de la versión B. La flota aérea es insuficiente para transporte de grandes unidades a lejanas distancias. Los aviones C-130 Hercules tienen más de veinte años de vida y se está procediendo a su modernización que incluye mejoras en identificación, comunicaciones, navegación y autoprotección electrónica. Su número es inferior al de Marruecos. Los aviones C-212 tienen una larga vida. Su aviónica es reducida y no se le dotó de alertadores radar hasta que sufrió un ataque en Bosnia. Por otra parte su capacidad de transporte es muy limitada. Se está en proceso de adquisición de sistemas de defensa aérea de bases e instalaciones del Ejército del Aire, pues hasta ahora tenían que apoyarse en los sistemas del Ejército de Tierra. La capacidad de hangares resistentes a ataques aéreos se debería mejorar. Los radares del SADA son muy anticuados. Impiden la detección a baja cota. No tienen capacidad ECCM. Los centros de mando y de las comunicaciones son vulnerables a ataques que saturen los centros de proceso de datos. La adquisición del EF-2000 (antiguo EFA) ha sido muy controvertida ya que se trata de un avión de coste elevado que lo sitúa fuera de mercado. Originalmente concebido en la Guerra Fría como caza de superioridad aérea, se le considera excesivamente sofisticado para la situación estratégica actual. Se desconoce si todos los aviones poseen equipos IFF y sí estos son compatibles con nuestros aliados. 5.5.4 Operaciones Conjuntas y Combinadas Para las comunicaciones en operaciones conjuntas de tierra y aire existen problemas de incompatibilidades entre equipos y sistemas. No se dispone de Centros para dirección de este tipo de operaciones que integre información de los tres Ejércitos. No se dispone de un satélite de inteligencia electrónica. El único satélite ELINT en Europa es el Cerise lanzado por Francia en 1.995 en el que España no ha participado. Esto impide la captación de inteligencia de forma encubierta.
5.6 La Industria Española de Defensa como Suministradora de Tecnologías Si se tuviera que caracterizar nuestra industria de defensa habría que decir que es pequeña, tanto en su participación sobre el PIB, como en su dimensión excepto algún grupo estatal importante. La productividad es, en muchos casos, reducida y muchas de las empresas se mantienen más por razones estratégicas, que de rentabilidad.
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La industria de suministradores de defensa también se caracteriza por un débil tejido industrial. Esto no es sino una consecuencia de nuestro desarrollo industrial tradicionalmente deficitario en tecnología y con un bajo porcentaje de inversión en I+D135. La tecnología militar no está separada, ni aislada de la tecnología civil y en buena medida esta relacionada con ella. La falta de capacidad tecnológica de nuestra industria nacional de armamento y material hace que el grado de cobertura de la demanda nacional de material de defensa136 por nuestra industria sea insuficiente, teniendo que recurrir a la importación. A su vez la reducida demanda interior de productos de defensa y su propia irregularidad137 impide una dimensión óptima de la empresa y genera unos costes de producción elevados que nuestra industria no es capaz de absorber a través de las exportaciones138. En efecto con la tendencia al incremento de costes en las fases de investigación y desarrollo, el empresario se encuentra que tiene que amortizar esta actividad con las escasas unidades que venda, sin llegar en ningún momento a alcanzar el umbral de rentabilidad139. Si además existe una competencia del mercado exterior con naciones que disponen de una demanda interior de su ejército más grande (como por ejemplo Estados Unidos) nos encontramos con que el empresario tampoco puede trasladar al completo sus gastos de I+D al desplazar las empresas más fuertes el umbral de rentabilidad a una cifra de unidades mayor. El efecto final es una industria que no consigue los retornos esperados de sus inversiones y, por lo tanto, se capitaliza muy despacio o bien no encuentra alicientes suficientes en el sector de la defensa para entrar o continuar en él. Un mercado tan enrarecido como el de la defensa hace que los riesgos de una inversión se perciban como elevados. Es por ello que nuestra industria se orienta hacia tecnologías convencionales que no requieren fuertes inversiones, y no busca una excesiva especialización que le permita alcanzar el liderazgo. La búsqueda de la diversificación es otra medida para lograr la supervivencia ante posibles caídas de la demanda, lo que reduce la productividad e incrementa los costes. Por ello estas empresas no están en condiciones de suministrar los productos con tecnologías avanzadas y altamente especializadas140 que demanda la defensa. 135
España dedica un 0,85% de su PIB a investigación y desarrollo, mientras que en Europa este valor sube a 1,84% y en EEUU al 2,54%.
136
El tratado FACE ha hecho que los países europeos hayan trasladado a otros países OTAN, como es el caso de España, el exceso de armamento lo cual se traduce en una reducción de la demanda nacional de nuevo armamento. Mediante este tratado España se ha beneficiado con la adquisición sin coste de 260 carros de combate M60, 100 TOA M-113 y 24 Obuses de 155 mm. autopropulsados M-113. La revisión del Tratado en 1.998 va a generar una nueva reducción de los límites de armamento actuales.
137
La desaparición del equipo humano que ha trabajado en un proyecto al interrumpirse su desarrollo supone una perdida muy importante para la empresa y supone una fuente de deseconomías (perdida del “saber hacer”, recolocación de los empleados en otras áreas e incluso el despido).
138
La exportación de material militar es compleja pues requiere un fuerte apoyo estatal, además de estar limitada por éste. La creciente competencia internacional, la reducción de gastos militares en la mayoría de los países desde el fin de la guerra fría con la consiguiente reducción de los mercados nacionales y el control internacional de las ventas de armamento va a hacer más difícil exportar material de defensa.
139
Los costes no recurrentes de investigación y desarrollo unidos al sobrecoste de producción de las primeras series debido a la curva de aprendizaje son las causas principales. El umbral para entrar como suministrador se eleva ya que el desarrollo y la producción de ciertos elementos lleva aparejado el cumplimiento de unas normas militares, unos estándares de calidad y unas pruebas generalmente más estrictas que en el mercado civil. Nuestras exportaciones, en general, se han caracterizado por su reducido valor técnico añadido y su orientación a países del Tercer Mundo.
140
Un ejemplo podría ser los instrumentos de vuelo y navegación de los aviones.
130
De las 84 tecnologías críticas citadas en el capítulo cuatro, las empresas españolas disponen de capacidades tecnológicas en 18. Éstas son las siguientes: Sistemas aeronáuticos Aviones de ala fija (3) Motores (1) Sistemas para la tripulación (1) Guiado, Navegación y Control del Vehículo Sistemas de Control (2) Sistemas basados en radio y bases de datos (2) Sistemas de Información CAD/CAM (2) Redes de Datos y Conmutación (2) Manufactura y Fabricación Fabricación y Procesado Avanzado (2) Cojinetes (2) Metrología (1) Inspecciones y Evaluaciones no Destructivas (1) Equipos de Producción (2) Materiales Blindajes (2) Materiales Magnéticos (1) Materiales Estructurales (1) Materiales para Funciones Especiales (1) Sistemas Marinos Control de Signaturas y Supervivencia (1) Control de Signaturas Aplicaciones a Sistemas Integrados (1) Los valores entre paréntesis tienen el siguiente significado: 1 - Algunas capacidades, 2 - Varias capacidades, 3 - La mayoría, 4 – Todas. Como se puede observar sólo tenemos capacidades en un 21% de las tecnologías críticas, siendo, en cualquier caso, bastante reducidas las capacidades que poseemos en esas áreas. También hay que observar que en la fabricación de algunos sistemas pueden ser necesarias tecnologías no críticas en las que España no tenga capacidad industrial con lo que tampoco se podría fabricar, a partir de componentes nacionales el sistema de armas. Las naciones europeas como Francia, el Reino Unido y Alemania con algunos pequeños países como Holanda, Suecia o Suiza tienen un dominio elevado de estas tecnologías, aunque es ligeramente inferior y no tan completo como los EE.UU. Por consiguiente, España carece del dominio suficiente en estas tecnologías para poder garantizar la fabricación nacional de armamento moderno. Por esta razón, si España quiere disponer de un arsenal de armamento moderno tiene que acudir al extranjero bien para comprar el armamento completo, bien para, mediante la obtención de una licencia de fabricación, adquirir los elementos tecnológicos claves que no posee y fabricar nacionalmente los elementos más convencionales que requieren una menor especialización y ensamblar el conjunto. La ventaja de este método es que permite reducir el coste de las importaciones de material al ser las industrias nacionales las que desarrollan algunos de los subsistemas y ensamblen los diferentes componentes. Además estas industrias
131
pueden mantener el sistema a lo largo de su vida. Como contrapartida se sigue teniendo una dependencia exterior que puede ser estrangulada, en cualquier momento, por el país proveedor. En muchos casos la administración o el fabricante bajo licencia exige algún mecanismo de transferencia de tecnología como complemento a la compra, aunque el país suministrador suele ser reacio a esta transferencia, muchas veces por temor a la aparición de un segundo competidor, y sólo esta dispuesto a transferir tecnologías que tengan un cierto grado de obsolescencia y no le resulten rentables. En otros casos se obliga al fabricante original a tomar una fuerte participación en el capital de la empresa nacional como método forzado de financiar y potenciar la industria nacional. Sin embargo, la experiencia demuestra que al finalizar el programa el fabricante extranjero pierde interés por esa industria141.
5.7
Las Inversiones Españolas en Armamento y Tecnología
España dedica, hoy en día, un 1,4% del PIB muy inferior a la media de las naciones de la OTAN que se sitúa en un 2,2%142. Los gastos de personal suponen la partida más importante de los gastos143 que necesariamente, una vez descontadas las cantidades dedicadas al mantenimiento, se traducen en unas dotaciones insuficientes, sólo el 14%, para la adquisición de armamento y material para nuestras Fuerzas Armadas. El declive presupuestario, iniciado en 1.989, ha afectado fundamentalmente al capítulo de compras y ha supuesto la cancelación de muchos programas generando una demanda decreciente, y a veces errática, de productos de defensa que ha tenido un impacto negativo sobre nuestra industria. Si añadimos la prevista profesionalización las Fuerzas Armadas para el año 2.002, que comportará un aumento de los gastos de personal, la situación se agrava aún más. Los criterios de Maastricht, que fuerzan a una gestión de las finanzas públicas con una limitada capacidad de endeudamiento para cumplir los planes de convergencia, tampoco contribuyen a mejorar la situación. El resultado, como se ha visto, es un material con una creciente obsolescencia que limita la operatividad de las Fuerzas Armadas. La magra parte del presupuesto dedicada a defensa no es del todo ajena a una percepción de unos riesgos más reducidos que en el pasado, que colocan las necesidades de defensa en una baja prioridad. Sin embargo, España no gozó en la Guerra Fría de un elevado presupuesto de defensa que le permita, hoy en día, unas menores inversiones en armamento y material. La contribución española a la defensa europea en la que España ha apostado por tener un peso acorde con su tamaño y dimensión económica, y el deseo de contribuir activamente a la paz y seguridad internacional hará cada vez más difícil mantener esta situación144.
141
Este tipo de acuerdos recibe el pomposo nombre de “justo retorno”. Su objetivo principal es lograr que la adquisición no tenga efectos negativos sobre la balanza de pagos y como objetivo secundario se busca una cierta transferencia tecnológica que potencie la industria nacional relaciona con la compra. Las secuelas de estos programas, en general, no suelen dejar satisfechas a ninguna de las partes.
142
Por ejemplo el presupuesto de defensa de Estados Unidos se sitúa alrededor de 3.6 % del PIB en 1.997 aunque con una tendencia decreciente que lo situará alrededor del 2.8% en el año 2.002. Sólo un país Luxemburgo dedica un porcentaje del PIB a la defensa inferior al de España.
143
Este valor se sitúa en torno a un 67 % del presupuesto. Un porcentaje del 40% de gastos de personal sería más deseable.
144
Aunque este concepto es ambiguo la decisión de España de integrarse en la estructura de mando de la OTAN parece una muestra clara de este deseo. Por otra parte una organización como la OTAN no puede admitir países que sean meros consumidores de seguridad.
132
Por otra parte las inversiones en I+D para la defensa en España son reducidas (4.600 millones de pesetas en 1.997, si excluimos el programa EF-2000 y el INTA) y con una tendencia a la baja en pesetas constantes. En general, estas inversiones están orientada a la investigación aplicada que generalmente consiste en el desarrollo de nuevos sistemas, parecidos a otros ya existentes fuera de España, con tecnologías conocidas y en los que la inversión suele tener un riesgo reducido. Con todo se da el caso que el prototipo desarrollado tiene prestaciones inferiores a los sistemas de otras naciones145. Respecto a la investigación básica podemos decir que prácticamente no existe. El Ministerio de Defensa junto con el Ministerio de Educación y de Industria ha creado el programa denominado COINCIDENTE (Cooperación e Investigación Científica y Desarrollo Nacional en Tecnologías Estratégicas) que parece un intento de apoyar el I+D de tecnologías duales en los centros de investigación del Estado. Se conoce poco sobre los resultados de este programa.
145
Muchos programas de I+D han fracasado o no han tenido continuación. Por ejemplo podemos citar el RADITE, el Buque de Efecto Superficie, el simulador de Infantería de Marina. Otros programas nacionales de modernización también han tenido una vida azarosa y al final han sido cancelados. Como ejemplo podemos citar la modernización del Mirage III, el P-3 Orion o el carro de combate M-60 A1.
133
6.
Conclusiones
Este documento ha intentado mostrar el papel que tiene la tecnología en el área de defensa. Se ha visto cómo la tecnología ha evolucionado, y cómo el cambio tecnológico se ha acelerado desde mediados del siglo XIX y ha alcanzado un importante peso en el área de la defensa y en la carrera de armamentos. Se ha podido conocer las tecnologías que son actualmente claves y cuál es el estado, tanto de empleo, como de capacidad de producción en España. Antes de finalizar, se va a extraer algunas conclusiones a la luz de todos los temas tratados que se consideran de interés.
6.1
Vulnerabilidad Tecnológica Española
Como se ha podido ver en el capítulo anterior, España carece de capacidad tecnológica en muchas áreas militarmente críticas. Esto le impide fabricar su propio armamento. La consecuencia estratégica de este hecho es que se reduce notablemente la libertad de acción de España, ya que en caso de conflicto armado, se dependería de otras naciones para mantener el esfuerzo de guerra. Un cambio de alineamiento de estas naciones, aunque improbable, podría limitar el suministro de ciertos productos incrementando nuestra vulnerabilidad146. Sin embargo, lograr una autonomía en la industria del armamento es imposible, hoy en día, frente a la dimensión de otras potencias y sólo se puede lograr dentro de entidades supranacionales como puede ser la Comunidad Europea. Las economías de escala que aportan estas entidades son claves para lograr esta deseable autonomía. Otra cuestión es si Europa debiese tener su identidad propia en la industria del armamento. También se ha podido ver que nuestro material está, casi siempre, al límite de la obsolescencia, lo que hace que, en muchos casos, su eficiencia sea reducida frente a sistemas más modernos. Los escasos presupuestos hacen que el ciclo de renovación de nuestro material sea excesivamente lento. En otros casos la cantidad de material es claramente insuficiente para soportar las misiones previstas. Por otra parte, existen carencias importantes de equipamiento que limitan seriamente la capacidad de nuestras fuerzas para realizar misiones de una cierta envergadura, lo cual se traduce en una perdida del efecto disuasor que las fuerzas armadas deben mostrar a otras naciones y una limitada capacidad para defender nuestros intereses o participar en operaciones multinacionales. Las carencias más importantes se centran en sistemas de mando, control, comunicaciones y simulación, y en medios de proyección de fuerzas. La importancia actual de la tecnología no se corresponde con el reducido personal técnico que disponen nuestras Fuerzas Armadas para apoyar sus programas de adquisición y la escasa formación técnica que, a veces, muestra el personal de operaciones. Esto se traduce, en muchos casos, en una escasa capacidad para gestionar programas de cierta complejidad. El escaso peso de la Ingeniería de Sistemas o la Investigación de Operaciones en las Fuerzas Armadas es también una prueba del escaso interés que suscita la tecnología en nuestras Fuerzas Armadas.
146
España adquiere su principal armamento de Estados Unidos de Estados Unidos, Francia y Alemania. Como ejemplo de material americano podemos citar el avión F-18 y el P-3 Orion, los helicópteros CH-47 Chinook y UH-1H, las Fragatas clase Knox y Perry y el Portaaeronaves Príncipe de Asturias. De material francés son los helicópteros Superpuma y Cougar, los submarinos y de material alemán el carro Leopard 2.
135
6.2
Hacia un Nuevo Desarme Estructural
Los reducidos presupuestos de defensa y el coste creciente de los sistemas de armas, que cada día requieren tecnologías más complejas y una mayor integración como se ha visto anteriormente, va a obligar a que las empresas sólo tengan sentido en un gran mercado como podría ser el europeo, en el que la perdida de autonomía se compense con acuerdos de seguridad colectiva. En este mercado, menos enrarecido, las empresas podrían alcanzar una mayor especialización al encontrar una mayor demanda para sus productos, logrando la eficacia y la rentabilidad en el nicho de mercado elegido y formando un mejor tejido industrial de suministradores de subsistemas y componentes. El retraso tecnológico de Europa respecto de los Estados Unidos es, en parte, fruto de la atomización del mercado europeo, del autoconsumo nacional en la defensa, y de las fuertes rigideces de sus programas internacionales. En este sentido la idea del Ministerio de Defensa de nacionalizar el 70% de la fabricación de Armamento y Material147, o las decisiones de construir las fragatas F-100 en solitario o el vehículo de combate Pizarro, sin colaboración con otras naciones europeas, no parecen el mejor camino de actuación.
6.3
Necesidad de una Industria Europea de Defensa
La solución, como se ha visto, sólo es posible ampliando el mercado148 donde estos productos se puedan comercializar de forma que las series sean lo suficientemente numerosas para que los costes puedan reducirse hasta ser competitivos. El camino lógico es conseguir un mercado europeo de la defensa único, que acabe con la fragmentación actual, en el que se puedan garantizar las adecuadas economías de escala y donde se evite la duplicidad en los proyectos de sistemas de armas. Sin embargo, originalmente, en el artículo 223 del Tratado Constitutivo de la Comunidad Económica Europea de 1.957, se hacía una excepción para evitar que el material de defensa formara parte de este mercado común, lastrando desde el inicio cualquier iniciativa en esta área149. A pesar de ello, en los últimos años, asistimos a movimientos en la dirección opuesta y a intentos de coordinación en la adquisición de armamento. Así la Conferencia de Directores Nacionales de Armamento de la OTAN (CNAD), la experiencia del Grupo Europeo Independiente de Programas (GEIP) en el ámbito de la OTAN reconvertido en Mayo de 1.993 en el GAEO (en Noviembre de 1.996 cambió su denominación por OAEO) bajo el amparo de la UEO que dieron lugar al programa multinacional de investigación y desarrollo en defensa Euclid. Los proyectos multinacionales de la industria aeronáutica civil y militar, como el Airbus, Tornado, EFA, Tigre, NH-90 o FLA, son ejemplos de la línea a seguir150. Sin embargo, este tipo de programas todavía adolece de fuertes rigideces para conseguir que 147
Ver referencia 17 página 301.
148
Otra alternativa sería la subvención estatal a las empresas. Pero esta alternativa es cada día más difícil en una Europa Comunitaria que vigila cualquier alejamiento de la libre competencia. Por otra parte toda subvención supone en tanto que distorsión del mercado un nido donde se puede cobijar la ineficiencia.
149
No son ajenos a esta situación las presiones de los grupos industriales de defensa de cada nación temerosos de soportar una competencia directa de las otras naciones, estimulados por gobiernos que desean mantener una cierta autarquía en los productos de defensa, mantener el empleo y conservar la base industrial y tecnológica existente. Este artículo ha dado pié a un fuerte proteccionismo en este sector que ha tenido su razón de ser más en factores políticos y económicos que de seguridad nacional, lo cual no ha hecho más que, a largo plazo, aumentar sus males.
150
España lamentablemente sólo participa en los proyectos Airbus, EFA y FLA.
136
cada nación tengan retornos equilibrados con su inversión. Estos retornos, en muchos casos, encarecen innecesariamente el programa y no permiten obtener los beneficios que proporcionan las economías de escala de una mayor producción151. Por último, la creación de la JACO (Joint Armament Cooperation Organization) en Noviembre de 1.996 por Francia, Alemania, Inglaterra e Italia, una organización similar la Agencia Europea del Espacio (ESA), con aspiraciones a convertirse en una Agencia Europea de Armamento y con una política basada en la libre competencia, constituyen tímidos pasos en la dirección correcta152. Sin embargo, esta iniciativa coloca como países aventajados al Reino Unido, Francia y Alemania frente a otros como España. Recuperar este desfase tecnológico no es fácil ya que cada día más los resultados de la investigación aplicada requieren una investigación básica financiada por el Estado y unas fuertes inversiones en capital.
6.4 Necesidad de un Mejor Planeamiento en la Adquisición del Material Aunque no es la panacea que cure todos los males, una ayuda importante sería la publicación de un Plan Director de Armamento y Material (sólo existe de momento en borrador) que estableciera las previsiones de adquisición de material de defensa a corto, medio y largo plazo. Este plan debería basarse en un análisis de las misiones de nuestras Fuerzas Armadas y en la identificación de las principales deficiencias y requisitos operativos. El plan debería, también, ir acompañado de cifras económicas, áreas de adquisiciones, tecnologías prioritarias, estimaciones a largo plazo, etc. La existencia de un plan realista - dotado económicamente con fondos - de este tipo permitiría un mejor ajuste de la capacidad productiva de material de defensa que evitaría, tanto excesos de capacidad, como posibles cuellos de botella. Por otra parte, sería necesario un Plan Científico y Tecnológico para el Ministerio de Defensa que incluyera planes de investigación y desarrollo. Estos planes deberían dar relevancia a un I+D militar que genere aplicaciones civiles. La selección de los programas y de las empresas debería ser especialmente cuidadosa para evitar la dispersión de esfuerzos y los escasos resultados de los programas nacionales de I+D que impiden disponer un armamento moderno, no genera beneficios a la industria y no crea subproductos civiles de interés. En definitiva, una mayor transparencia en el proceso de adquisición de material por el Ministerio de Defensa, en un mercado en el que es el principal regulador, permitiría a las empresas vislumbrar un mercado con un menor riesgo, y les permitiría optimizar sus decisiones inversoras.
6.5
Necesidad de Aumentar las Inversiones en Material
También parece claro la necesidad de unas mayores inversiones en material, pero los reducidos presupuestos de defensa no parecen arrojar mucha esperanza sobre esta 151
No todos los programas de este tipo han sido un éxito, pues han fracasado los intentos de desarrollar un carro de combate conjunto, la fragata NFR-90 o el misil TRIGAT. España en este sentido ha mantenido una política errática comprando, a veces, a Estados Unidos y otras veces a Europa.
152
Sin embargo debemos decir que probablemente cuando se consolide una Política Exterior y de Seguridad Común dentro de la Unión Europea se podrá avanzar seriamente en el desarrollo de un mercado una industria europea de defensa, ya que la política de armamento no es sino una subpolítica de la Política de Defensa y esta de la Política Exterior.
137
posibilidad. El tránsito de unas Fuerzas Armadas más intensivas en capital que en personal, con unos escasos recursos será el dilema que tendrán que afrontar los gestores en Defensa en los próximos años.
138
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139
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ABREVIATURAS a.C. AOR ABM ACCS AEGIS AGM AIFV AIM AM AMRAAM APC APDS APFSDS ASIC ASROC ATGM ATR AWACS B BAI BMR C4I CAD CAE CAM CAT&E CAS CCD CESEDEN CH CNAD CNN COCOM COAAAS DIP dB d.C. ECM ECCM EEUU EFA ELF ELINT ENIAC EO ERA ESM
Antes de Jesucristo Auxiliary, Oiler, Replenishment Anti Ballistic Missile Air Command and Control System Airborne Early Warning/Ground Environment Integrated System Air Ground Missile Armoured Infantry Fighting Vehicle Air Intercept Missile Amplitude Modulation Advanced Medium Range Air to Air Missile Armoured Personal Carrier Armour Piercing Discarding Sabot Armour Piercing Fin Stabilised Discarding Sabot Application Specific Integrated Circuit Anti Submarine Rocket Anti Tank Guided Missile Automatic Target Recognition Airborne Early Warning and Control System Bomber Battlefield Air Interdiction Blindado Medio sobre Ruedas Command, Control, Communications and Intelligence Computer Aided Design Computer Aided Engineering Computer Aided Manufacturing Computer Aided Test and Evaluation Close Air Support Charged Coupled Device Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional Cargo Helicopter Conference National Armament Directors Cable News Network Co-ordinating Committee for Multilateral Export Controls Centro de Operaciones de Artillería Antiaérea Semi-automática Digital Image Processing Decibelio Después de Jesucristo Electronic Counter Measures Electronic Counter Counter Measures Estados Unidos European Fighter Aircraft Extreme Low Frequency Electronic Intelligence Electronic Numeric Integrator and Calculator Electro-Optical Explosive Reactive Armour Electronic Surveillance Measure
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EUCLID EUROFOR EUROMARFOR F FACE FADEC FAMET FCS FLA FLIR FM FPA GAEO GHz GLONASS GPS HARM HEAT HELLFIRE HESH HF HIMAD HOT HUD I+D ICBM IR ISR IRBM IFF IW JSTARS JTIDS KE LAMPS Láser LCT LCU LCM LVT LLLTV LPD LST MAD MCM MMIC MOUT Medoc MILAN
European Co-operation Long-term In Defence Eurofuerza Operativa Rápida Fuerza Marítima Europea Fighter Fuerzas Armadas Convencionales en Europa Full Authority Digital Engine Control Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra Flight Control System Future Large Aircraft Forward Looking Infrared Frequency Modulation Focal Plane Array Grupo de Armamento Europeo Occidental Gigahertz Global Navigation Satellite System Global Position System High Speed Anti Radar Missile High Explosive Anti Tank Heliborne Launched Fire and Forget High Explosive Squash Head High Frequency High to Medium range Air-Defence Haut Subsonique Optiquement Teléguidé Tire d´un Tube Head Up Display Investigación y Desarrollo Inter Continental Ballistic Missile Infra Red Intelligence, Surveillance and Reconnaissance Intermediate Range Ballistic Missile Identifier Friend Foe Information Warfare Joint Surveillance and Target Acquisition and Radar System Joint Tactical Information Distribution System Kinetic Energy Light Airborne Multi Purpose Sonar System Dispositivo emisor de luz coherente Landing Craft Track Landing Craft Utility Landing Craft Mechanised Landing Vehicle Tracked Low Light Level Television Landing Platform Dock Landing Ship Tracked Magnetic Anomaly Detector Multi Chip Module Microwave / Millimetre wave Integrate Circuit Military Operations in Urban Terrain Mediterráneo Occidental Missile d´Infanterie Leger Anti-Char
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MIRV MLRS MMW NAFO NADGE NAVSTAR NBQ Nd OAEO OSCE OTAN P-3 PCGACA PETN PIB PGM PPBS Radar RITA RF SACLOS SAGE SALT SAM SAR SDI SECOMSAT SFOR SHORAD SIMCA SIS SIMACET SLBM Sonar SSM START TNT TOW TRIGAT TV U-2 UH UAV UEO ULSI URSS UUV UV V-1
Multiple Independent targetable Re-entry Vehicle Multiple Launch Rocket System Millimetre Wave Northwest Atlantic Fisheries Organisation NATO Air Defence Ground Environment Navigation Satellite Timing and Ranging Nuclear, Bacteriológico y Químico Neodypnium/Neodimio Organización de Armamento Europeo Occidental Organización de Seguridad y Cooperación Europea Organización del Tratado del Atlántico Norte Patrol 3 Puesto de Mando de Grupo de Artillería de Campaña Penta-Erythritol-Tetra-Nitrate Producto Interior Bruto Precision Guided Munitions Plan, Programming Budgetary System Radio Direction and Ranging Réseau Intégré de Transmission Automatique Radio Frecuencia Semi Automatic Command Line Of Sight Semi Automatic Ground Environment Strategic Arms Limitation Talks/Treaty Surface Air Missile Syntethic Aperture Radar Strategic Defence Initiative Sistema de Comunicaciones Militares por Satélite Stabilisation Force Short Range Air Defence Sistema de Mando y Control del Ejército del Aire Sistema de Información de Superficie Sistema de Mando y Control del Ejército de Tierra Submarine Launched Ballistic Missile Sound Navigation and Ranging Surface-Surface Missile Strategic Arms Reduction Treaty Trinitrotolueno Tube launched Optically tracked Wire guided Third Generation Anti-Tank Televisión Utility 2 Utility Helicopter Unmaned Aerial Vehicle Unión Europea Occidental Ultra Large Scale Integration Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas Unmaned Undersea Vehicle Ultra Violet Vergeltungs-Waffe 1 (Arma de Represalia 1)
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V-2 VEC VHF VHSIC VLF VLSI VSHORAD VTOL/STOL WMD YAG
Vergeltungs-Waffe 2 (Arma de Represalia 2) Vehículo Especial de Caballería Very High Frequency Very High Speed Integrated Circuit Very Low Frequency Very Large Scale Integration Very Short Range Air Defence Vertical / Short Take Off and Landing Weapon of Mass Destruction Yttrium/Aluminium Garnet
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