A LEXANDER VON HUMBOLDT EN COLOMBIA EXTRACTOS DE SUS DIARIOS
Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
Obra suministrada por la Biblioteca Luis Angel Arango, Colombia
Índice
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1.
Fin del viaje de Cuba hacía la Colombia de hoy
2.
Puerto de Cartagena
3.
Estadía en Cartagena y Turbaco
4.
Viaje a Turbaco
5.
Volcanes de aire de Turbaco
6.
Viaje por el río de la Magdalena (hasta Mompox)
7.
Sobre los Bogas y Remeros.
8.
Llegada a Mompox
9.
De Mompox a Honda
10.
Experiencias sobre la respiración del Cocodrilo
11.
Comercio en el Río Magdalena
12.
Mapa del río de la Magdalena
13.
Arribo a Honda
14.
De Honda a Santa Fe
15.
Arribo a Santa Fe
16.
Descubrimiento de la Quina cerca de Santa Fe
17.
Cerveza de Quina
18.
Educación en Santa Fe
19.
Ciudad de Santa Fe
20.
Viaje al Cerro de Guadalupe cerca de Santa Fe
21.
Viaje a Monserrate cerca de Santa Fe
22.
Materiales para conformar el plano topográfico de la Sabana de Bogotá
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23.
Viaje por el Meta desde Carichana hasta Santa Fe
24.
Viaje a Zipaquirá y a la Laguna de Guatavita
25.
Viaje al Salto del Tequendama
26.
Viaje de Santa Fe a Popayán
27.
Estadía en Pandi y camino a Ibagué
28.
Ibagué
29.
Medición del Tolima
30.
Volcán de Puracé
31.
Materiales para hacer el plano de Popayán
32.
Viaje al Volcán de Puracé y la tetilla de Julumito
33.
Viaje de Popayán a Almaguer
34.
Chocó
35.
Entrada a Santa Fe
36.
Viaje por la cordillera de los Andes
37.
Santa Ana
38.
Sobre el barniz de Pasto
39.
Volcán de Pasto
40.
Vegetación Ideas
41.
Viaje de Pasto a Quito
Diario II y VI : Fin del viaje de Cuba hacia la Colombia de hoy 26-28 de marzo de 1801. Dado que la brisa nos impidió materialmente proseguir el camino hacia Cartagena, definitivamente se consideró aconsejable obtener información sobre este puerto: los piratas .... acampamos en el río Sinú, propiamente en el Zapote, unas pocas casas en el gran golfo del mar, en el cual desembocaba el río. (véanse principalmente los manuscritos (???). Aquí todas las observaciones de longitud eran imposibles debido a un tiempo tormentoso y lluvioso. En realidad llama la atención que columnas de aire tan próximas no comuniquen sus movimientos entre sí. Hasta los 10 de latitud habíamos luchado continuamente con la calma y débil corriente de aire, y desde hace 10 días en la costa bramaba y rabiaba una brisa tan frenética que en Zapote, de 6 a 8 canoas (aproximadamente de 60 pies de largo, de una sola pieza, en forma de piragua totalmente planas en la parte inferior, por lo cual no se hunden ni se voltean) cargaban pesadamente con pollos, plátano, maíz. Cada una de ellas transportaba más o menos 2.000 piastras de víveres; pertenecen a los hacendados de Lorica, o más arriba, en el río Sinú. Cartagena no podría existir sin el río Sinú, y una fragata inglesa, a principios de la guerra con Inglaterra, se estacionó sabiamente en el golfo, entre Tigua y el Estero, para interceptar todos los víveres. Pero se olvidaron que las lanchas cañoneras podían venir por el canal poco profundo de Pasacaballos. Esas lanchas molestaron tanto a la fragata, que esta se retiró. En Zapote estábamos muy poco seguros porque desconocíamos el lugar y estábamos demasiado en la corriente, demasiado cerca de la entrada del canal. Era muy peligroso remar nuestro miserable y pequeño bote hacia la embarcación del piloto, especialmente porque una vez, a medio camino, se nos quebró un remo. De noche el movimiento era monstruoso y una segunda ancla estaba lista para ser lanzada en caso de que se rompiera la primera. El 27 en la mañana amainó el viento y por eso nos pusimos bajo vela. Hasta Tigua, desde el río Sinú, se arrastra una cadena montañosa distante 5 leguas de la orilla del río; esta cadena frecuentemente tiene cumbres y hasta conos, así las de San Antero, Tolú hasta San Martín. Es una cadena montañosa cuyas cúspides se elevan y en su forma gemela, una junto a otra, recuerdan los senos (tetas) de Managua en la Isla de Cuba. En El Rincón, Puerto Boquerón y Tigua, la cadena montañosa se acerca totalmente al mar. Las tetas del Tolú aparecieron a 21 millas de distancia 0° 37’ de altura no corregidas. Corrijo 1) mediante refracción, 2) curva terrestre, 3) la altura fue medida con sextante sobre el horizonte del mar, el que estaba a una distancia de solamente 9 millas, indicando un ángulo demasiado grande, lo que hay que calcular. La distancia según el plano de Fidalgo es muy exacta. Las tetas
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del Tolú no son más altas de 200 toesas. Entre Tolú y esas tetas hay los excelentes y enormemente gruesos troncos de Toluiferra, los cuales se yerguen individualmente sobre la hierba. Los habitantes del Tolú, Corozal, Caimito y Villa Tacuasán negocian con el bálsamo. En las sabanas altas de Tolú hay reses y mulas, no en grandes cantidades; cada una vale 30 piastras. Bordeamos el interior de las islas de San Bernardo, entre Salamanquilla y Puerto Boquerón; cuando nuevamente llegamos al mar abierto se levanto una brisa tan impetuosa que las olas en todas partes inundaban nuestra pequeña embarcación (de 20 toneladas). Al capitán le dio miedo, viró y quiso anclar en las inmediaciones del cerro Tigua, al Norte del pueblito Rincón. Encontramos 5 brazas de barro. Quiso acercarse a la costa y echar el ancla, encontrándose asustadísimo con que ya se había lanzado el ancla y que estábamos encallados sobre un escollo. Qué griterío, qué zozobra, qué falta de decisión, qué diferente el cuidadoso carácter alemán y el perezoso español, el de los ingleses que se portan con serenidad. Elevaron el ancla. Entre tanto se acercó a la costa la embarcacioncita sin vela. Había una clara luz de luna, mas embate de las olas, de la corriente salpicante que fluía en contra del viento, corriendo hacia el Este. La agitación de las aguas era mas fuerte que el viento. Al parecer el peligro no era inminente, pero el capitán estaba descontrolado. Con mucho griterío nos pusimos al fin bajo velas y pasamos la noche en un lugar donde el mar estaba apaciguado, y el capitán no perdía la oportunidad de alabarse personalmente sobre sus conocimientos de la costa, y maldecir el plano de Fidalgo que, según él, le había desorientado. 28 de marzo. Desafortunadamente, casi siempre hubo viento en calma. Anclamos a las 3 de la tarde, cuando la brisa nos impidió llegar a Bocachica, en la Isla Arenas. Nosotros vimos la Isla y el pueblecito de Barú cerca. En el meridiano de la isla Arenas (al Oriente de la Isla Rosario), latitud 10° 12’, observé dos veces la longitud por la altura del Sol.
6h
11’ 58’’ - - - 59 32 20 12’ 35” - - - 23 10 av. 4h 8’ 23” 13’ 20” - - - 14 50 51” - - - 5 5
7h
26’ 32” - - - 41° 22’ av. 4h 8’ 24” 27’ 13” - - - 10 10 44 - - - 3 15 lg.78 15’ 0’’
Ya que Fidalgo indica esa isla Arenas 11’ al Oeste del cerro de la Popa (en el meridiano de Cartagena), encuentro, según eso la longitud de Cartagena a 78° 4’ 0’’ (las observaciones astronómicas francesas e inglesas dieron 77° 41’), si tomo en cuenta un retardo mayor de 26” del cronómetro, me resulta más hacia el Occidente. A no ser que mi cronómetro se haya retrasado 25”, en el mar más que en la tranquilidad de la Habana, ya que el bote del piloto casi no se movía en el eterno viento en calma. En Cartagena examinaré la marcha del reloj y decidiré eso. Encontré previamente la diferencia de longitud entre la Habana y la Isla Mucará de 6° 18’ 45” y con mas seguridad entre la Habana e Isla Arenas 6° 28’ 48” y los satélites me han dado la Habana 84° 43’ 45” de París, ó a 76° 11’ 15” del nuevo observatorio de Cádiz (que está 4’ 57” al Oriente del antiguo ó a 6° 12’ 15” al Occidente de Greenwich). Para los desconocedores, la Recalada de Cartagena puede ser peligrosa; las piedras de Salmedina, las profundidades enormes de las islas del Rosario y de San Bernardo, y un
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sólo placer entre los dos mencionados grupos de islas, latitud 10° 5’ y 19’ de arco al Occidente de Cartagena, como a Barlovento del bajo del promontorio la Galera. El 29 de marzo. Hablamos frecuentemente en el año pasado y especialmente en esta navegación del Domingo de Ramos y del cercano peligro de muerte del que habíamos escapado con don Nicolás Soto en el año de 1800, precisamente ese domingo, en el Orinoco, en la playa de Uruana, cuando en la mitad del cauce del río estuvimos rodeados de cocodrilos y se volcó la piragua !Dijimos bromeando que este domingo no quisiéramos estar en el agua! ¿Y quien lo hubiese creído cuando el 8 de marzo salimos desde Batabanó con todas las velas en alto? A las 7 levamos anclas en la Isla Arenas, donde pasamos una noche muy intranquila y borrascosa, tratamos de navegar entre la isla y el continente. En vano, la tenaz brisa lo impedía. Se empezó bordeando hacia fuera, en dirección al occidente desde las islas. Cada hora el mar estaba más impetuoso. Las olas se encrespaban altísimas: El velero de nuestro practico (del que escuchamos, además ahora para consolación nuestra que sus mástiles y velas estaban en malas condiciones y que todos los marineros dudaban de la resistencia de estas al embate de las olas) parecía una cáscara de nuez en el Océano. A las 2 de la tarde, el capitán y don Mariano, quienes decían conocer la costa como su propia mano, nos afirmaban que habíamos remontado felizmente la isla del Tesoro y que dormiríamos sin duda en Bocachica. Señalaban el cerro la Popa, la Boca Grande.. y aseguraban que llegaríamos inclusive al Noroeste de la Bocagrande, ya que es típico que uno se equivoque al arribar a la costa, exprese mis dudas. Se observó más detenidamente la costa y se encontró que realmente se había confundido el cerro la Troaca con la Popa y que no encontrábamos Bocachica! Nos acercábamos cada vez hacia tierra. El mar estaba terriblemente alto. La brisa bramaba y el cielo estaba amablemente azul. Se quiso virar de borda y nos aconsejaron que durante la maniobra bajásemos a nuestro pozo (que se denomina camarote de pozo) por cuanto todo se desarrollaba tumultuosamente y en reducido espacio. Lo hicimos y con Bonpland hablé bromeando del peligro, el cual es inferior a la inutilidad de nuestros marineros —cuando en efecto se repitió el terrible espectáculo de los años pasados. No vimos nada pero sentimos que la embarcación se inclinó sin volverse a levantar. Al mismo tiempo oíamos salvajes y persistentes gritos de miedo en la cubierta. Sacamos la cabeza de la escotilla cuando precisamente había pasado ya el peligro. Pero todas las caras estaban pálidas y 5 horas después seguían conversando sobre el peligro. Por inadvertencia del piloto so dejó (íbamos fuertemente a la bolina) golpear por una enorme ola en el costado del barco en vez de cortarla; en ese momento llegó un ráfaga de viento. El barco escoró y sin enderezarse quedo sumergido a medias. El timonel quiso maniobrar pero dijo a gritos que era inútil. En ese instante se trató de zafar la vela, un remedio que seguramente era demasiado lento, cuando don Mariano, quien era el más resuelto, vio que el piloto estaba totalmente confuso, el le arrebató el timón de las manos para enderezar el barco, lo que felizmente logró. Según todas las declaraciones, el peligro fue muy grande, es decir nuevamente un Domingo de Ramos... Se me puede llamar superticioso. Pero mi fantasía se ha llenado con ese suceso como con historias de fantasmas. El peligro de esos días no había terminado todavía. Se entró (con viento en popa) en la ensenada que forma la costa de la isla de Barú, al Sur de la punta Gigante; Ahí anclamos. Hoy hay eclipse lunar, mañana (lo que es sumamente importante para la determinación de la longitud, tan útil para la geografía, como el eclipse de Aldebarán observado en Puerto Rico, Ferrol, París, Cádiz. . .), 30 de marzo hay una ocultación de Virgo. Hay que temer que Fidalgo no tenga un almanaque marítimo; tal vez no sospecha del eclipse. Seguramente llegaré muy tarde a Cartagena. Se discutió si yo debería hacer o no el camino por tierra desde Punta Gigante hasta Bocachica o al Canal Pasacaballos. Por la
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espesura del bosque, lo deshabitado de la región, se prescindió de ese proyecto. Entre tanto el capitán sugirió remar hasta tierra para buscar plantas. Vimos salir a un negro del matorral. Observando más de cerca distinguimos en él a un negro joven, gordo, totalmente desnudo, cargado de cadenas en los hombros, cintura y pies; un carcaj de flechas en la espalda y un machete en la mano. A nuestras preguntas contestó ladinamente y sonriendo con descaro. Nos dijo que estaba paseándose. Nos invitaba hacia la orilla y quería ir con nosotros si le dábamos ropa, preguntándonos si realmente no éramos españoles... Durante esa conversación, usando palabras incomprensibles para nosotros, hablaba con sus compañeros en el matorral; a ellos no los veíamos. Hubiese sido una imprudencia llegar a tierra sin armas. Era una banda de esclavos negros fugitivos, cimarrones, cuyo amor a la libertad y justo odio contra el blanco les vuelve capaces de todo. Seguramente nos quisieron atraer para adueñarse del bote, y en que peligro hubiésemos estado si nos permiten llegar a tierra sin descubrirse, atacándonos después (nosotros éramos cuatro). Las cadenas, por lo demás, juzgando según la forma como las tenían colgadas, de acuerdo a su cantidad y la facilidad que tienen todos los negros para limarlas, seguramente eran una mascarada. Se las colocaría para atraemos guiados por la compasión?. Retornamos sin bajar a tierra. Que deseo canibalesco tenían todos los marineros, inclusive el cocinero, un negro francés, de atrapar a los infelices o meterles por lo menos una docena de balas en el cuerpo. Se tasaba cuánto valdría un negro de esa clase para la venta... Fuge fuge littus. ¡Que inhospitalario hace al mundo la crueldad europea! Quise observar el eclipse lunar con el sextante oscurecido, midiendo limbos. Obtuve un tiempo seguro por 1’’. Altura del Sol:
lat. 10° 17’ 8h
32 17 - - - 24° 57’ 30” 33 24 - - 41 20 55 - - 33 10 34 27 - - 25 25 35 0 - - 17 10
Avancé el cronómetro sobre el tiempo medio de Punta Gigante 4h 7’ 20”, longitud 78° 6’ 20”, lo que da Cartagena a 78° 2’, mi cronómetro de 0° 8’ 40” de diferencia de longitud entre Punta Gigante e Isla Arenas, el mapa de Fidalgo da 0° 7’ 0’’ Diferencia de longitud entre Punta Gigantes y la Habana: 6° 37’ 25”.
[EL 29 DE MARZO DE 1801] Cartagena y Calamar, Cieca, p. 20 El Domingo de Ramos de 1801 (29 de Marzo) casualmente el día del aniversario de nuestro naufragio en el Orinoco, estuvimos en peligro de muerte a una distancia de 3 millas marinas del puerto de Cartagena. La brisa azotaba violentamente, y las olas golpeaban de tal manera al barco, que el timón cesó de dirigirlo. Si no hubiéramos rasgado las velas, el barco no habría podido enderezarse. Consternados, viramos y buscamos refugio detrás de Punta Gigante en la Isla de Barú, donde pude observar el eclipse total de la luna. ¡Qué extraño! Todas las noches habían sido serenas y claras. Precisamente el 29 de Marzo negros nubarrones impidieron en parte la observación. Yo nunca creí que el disco lunar permaneciera tan claro en un eclipse total de luna. Una vez que transcurrió la inmersión total, el cielo se serenó, y todo el disco lunar apareció
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envuelto en una luz ígnea de un color rojo melancólico tal, que en Europa la luna llena cuando el cielo está nuboso, aparece menos iluminada. Los contornos de la luna roja en eclipse flotaban ondulantes, algo así como el borde del sol, cuando éste se levanta en el horizonte brumoso. En el centro del disco lunar, así extrañamente iluminado, se veía en la mitad una sombra circular de color negro grisoso, posiblemente el centro del núcleo sombreado de la tierra. Esta sombra se dirigió poco a poco hacia el lado occidental de la luna, de tal manera que el lado que primero debía recibir de nuevo la luz, parecía mucho, muchísimo más claro. En el momento mismo de la emersión fue sorprendente el efecto del contraste de los colores y la desaparición de los colores uno después de otro. Apenas brilló el primer rayo de la recuperada luz, el resto del disco perdió su anterior resplandor. Lo que antes nos había parecido una bella luz lunar, rojiza y plena, era ahora una luz cenicienta. 30 de marzo (Aquí se interrumpe la anotación).
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Puerto de Cartagena En el año 1776 se gastaban en Bocagrande 8.000 pesos mensuales por trabajo.
Cartagena Los ingleses se habían tomado la Popa y la contra - guardia, pero jamás la ciudad. Se culpaba a Bocagrande, porque quedaba demasiado cerca de la ciudad, y se decidió cerrarla; esto constituía un monstruoso trabajo de 1/3 de milla marina, o más de ancho, y 20 brazas de profundidad. Afortunadamente se encontró en la entrada, como en todas las desembocaduras, un bajío de 5 brazas de agua, y sobre éste (sacrificando las vidas de cientos de prisioneros a causa del trabajo y de la humedad, por lo cual se dice que la boca fue cerrada con sangre) se levantó una muralla que emergía del agua, una monstruosa empresa de romanos. El mar se estrellaba espumante... La boca estaba totalmente cerrada. Para los pescadores y contrabandistas eso resultó incómodo. Movieron las piedras; el mar hizo el resto y así se abrió secretamente un canal de 20 pies de ancho y 9 pies de profundidad, a través del cual entraban y salían las lanchas (barcas). Fidalgo, como Comandante del puerto, quiso cerrar la brecha durante la guerra. Pero nadie le creyó hasta cuando hizo zarpar, para gran perplejidad de los habitantes, todas las lanchas cañoneras a través de Bocagrande. A partir de entonces, fueron rellenando nuevamente el canal, y ahora solo tiene 3 pies de agua. Don Jorge Juan se había opuesto al cierre de Bocagrande, según Fidalgo y muchos otros... porque la naturaleza ha sido destruida, las fortificaciones que levantaron en Bocachica, habrían podido ser construidas en Bocagrande, el arribo a través de Bocachica es muy incómodo a causa de Salmedina, el canal que va a la ciudad muy largo (2-3 horas), con frecuencia peligroso por las bordadas (allí precisamente la dirección dominante del viento del este es contraria al canal) y está lleno de bajíos (de ahí la necesidad de un práctico) — pero lo más grave es que Cartagena pronto quedará sin puerto, pues Bocachica se obstruye cada día más con la arena, no de Salmedina, sino por la arena que arrastra la corriente costa arriba, con los vientos del Oeste. Los nuevos fuertes de Bocachica estaban antes en el agua, pero ahora tienen ambos unas 70 - 80 varas de tierra firme, lenguas salientes de tierra. La base se eleva igualmente, aún cuando hasta ahora la corriente del canal central se mantiene aún libre y profunda. Seguramente vendrá una época no lejana, en que la Bocagrande deberá ser nuevamente abierta y fortificada. Ahora se proyecta consolidar mejor la Medialuna —el lado de tierra firme— (contra la Popa) y destruir el castillo de San Lázaro. El castillo de San Lázaro, que de lejos presenta un aspecto horrible pues parece una pirámide egipcia, una roca artificial— es una construcción inestable e inconsistente, una montaña de arena (greda perteneciente a
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una formación de Nagelfluh), que está revestido en la base y en la cima con ladrillos de * piedra muy delgados. Este castillo so caerá posiblemente pronto por si sólo.
Bosquejo de mano de Humboldt
Para la ciudad es muy perjudicial ya que es fácil de tomar una vez que se haya desembarcado, y tan cerca de la ciudad que, desde allí (tiene 3 - 400 pies de altura) puede derribar todo a cañonazos. Más hacia el oeste se levanta la Popa con la imagen de Santa María de la Popa, muy visitada por los navegantes, y según Fidalgo un vacío sobre el mar, una loma larga que termina en la parte oriental en una especie de cono (similar a la popa del barco). Allí está el vigía, que debe mirar a través de un horizonte muy brumoso, ya que está demasiado alto. Y allí hay un monasterio, ¡Qué por milagro! no se ha caído aún, ya que la roca está bastante desgastada. Desde el río Sinú, Punta Gigante y toda Tierra Bomba, todo es formación calcárea (más reciente que la formación jurásica de las Islas Caimán) muy parecida a la de Punta Araya en el puerto de la Habana... llena de Meandritas, con pocas conchitas, pero absolutamente ninguna amonita, de la cual aún no he visto en toda Suramérica (*). Aquí y allá, en los valles, se extiende sobré la cal (como por ejemplo al pié de la Popa) un conglomerado de argamasa calcárea (lleno de piedras de Lidita). Sobre la Popa hay una batería de artillería poco utilizada debido a la altura. Tierra adentro al sur de Galerazamba hay una colina cónica (de barro, muy erosionada, con azufre sobre el yeso en el barro), que se denomina el Volcán y sobre el cual dice la leyenda que (hace 60 ó 70 años), de vez en cuando arrojaba llamas. Fidalgo no vió allí nada que pudiera parecerse a un volcán, excepto una charca en la cima, en la cual subían burbujas (hidrógeno sulfuroso?). El * En Tocaima se encuentran amonitas petrificadas y esqueleto, de cocodrilo en piedra calcárea. (Fin de la anotación).
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agua es fría, aunque a causa de las burbujas el vulgo dice que hierve. Tal vez es un volcán como el de Cumacatar, un volcán de aire inflamable! Una noticia cierta: Arévalo cerró la bocagrande. De acuerdo a las cuentas de la Contaduria de Santa Fé, el trabajo costó 1 y ½ millón de pesos; pero se deben calcular 2 millones, ya que Arévalo sacrificó una parte de los fondos destinados para otros trabajos en el fuerte de Cartagena a su obra preferida. La bocagrande, hasta donde fue cerrada, tiene 2640 varas de ancho, no fue cerrada por medio de compuertas, sino con un pilote alrededor y encima del cual se construyó una muralla con un declive de 45° hacia el mar. La altura del muro y por tanto la profundidad de la boca son 18 pies de Burgos. En el limito sur de los actuales hoyos, porque se dio menos inclinación a la muralla. Se creyó que la boca se cerraría seguramente con los sedimentos arrastrados por la marea de Punta Zamba, en la medida en que estos atajaran la arena, así como de hecho, una de estas sedimentaciones aumentó el banco de arena que se extiende desde Cartagena. Bocachica tiene apenas 140 varas de extensión. Al perjuicio causado por el cierre de Bocagrande, se añade especialmente la circunstancia de que cuando los barcos deban proteger el fuerte por la salida, solo podrán arribar y zarpar con mucha dificultad. Cartagena requiere de 7.000 a 8.000 hombres para su defensa. El castillo de San Lázaro es más útil de lo que se cree, pues detiene y si se ganan dos meses, el sitiador perece. fait (?) par Espeleta, pag. 119, 127 otros (?)plan (?)
(Notas adicionales) Cartagena llamada Calamari, Her. Dec. I, pag. 346, mais Calamar Cieca, pag. 20 mi Tomo III, pag. 162 descubierta por Rodrigo de Bastidas en 1501 y Alonso de Ojeda, Her. I. pag. 148. Her. Dec. V, Libro II, capítulo 4. mejor defensa Cramer, pag. 118. Guimanil
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Estadía en Cartagena y Turbaco = nivel barométrico, Anales, I. pág. 64. Jaruaco? Cieza, pág, 20. Turbaco. =
En Cartagena (a pesar de todas las recomendaciones españolas) pasamos 6 días muy incómodos en un albergue miserable. Allí había varios oficiales refugiados de Santo Domingo, enfurecidos con el general negro Toussaint, un general pedante de lrigoin que tenía un gran talento para disecar aves (con cuernos de madera, de una especie de madera de balso, tan resistentes, que el tira las aves contra el suelo sin que se estremezca una sola pluma), había también un tal Angulo, sobrino de don Francisco Angulo, (Director de minas de Madrid), un joven afable lleno de inteligencia, de espíritu y deseo de aprender. - Como de costumbre toda la ciudad nos visitó. El tesorero Angulo, exoficial de la marina, con su pretenciosa y necia esposa, que como todas las damas españolas en América, sólo sabía hablar de la reina y las duquesas. - Don Domingo Esquiaqui, un brigadier napolitano, maravillosamente instruido en matemáticas, arquitectura, metalurgia, que posee una casa llena de instrumentos, libros y modelos, una hermosa colección (los duplicados de ella se hallan en el museo de Madrid) de los minerales cupriferos de Villeta, de cobre piritoso, de mineral de cobre gris - Don Ignacio Cavero, oriundo de Honduras, que fuera una vez, junto con Alonso, secretario del Virrey Góngora y que no salió nunca de América, indiscutiblemente el hombre más interesante y más talentoso de toda Cartagena - Don Ignacio Pombo, comerciante de Popayán, un segundo ejemplo del genio americano. Estuvo por corto tiempo en Cádiz, habla todas las lenguas, conoce todas las literaturas europeas, educa él mismo a sus hermosos hijos cosa de gran mérito en América -. En su casa no se toma nunca te, ni dulces por las tardes, y hace que los niños reciten una fábula. En algunas casas en la Habana, le preguntan a uno “quiere V. refrescarse” y llaman a la esclava para que abra la ventana que da al oeste (de allí viene el viento fresco del este).- El monje franciscano y profesor Padre Francisco Barragán de Santa Fé.- Lo más importante para mí en Cartagena fue la expedición de Fidalgo. Poco antes de la caída de Valdez fueron enviados 4 bergantines para levantar un Atlas hidrográfico de América, tal como el de Tofiño. Cada bergantin tenía un cuadrante grande (3 pies) de Ramsden. sextantes de Stancliff y Troughton sin limbo de plata, innumerables cronómetros de Arnold... En Trinidad, donde fijaron el primer meridiano de Puerto España, se separaron, el pendenciero y apresurado Churruca iría a las islas de las Indias Occidentales, Fidalgo y Castillo se dedicarían ala costa Suramericana hasta Portobello. Fidalgo escogió la costa, Castillo y Tiscar las
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pequeñas islas: Margaritas, Orchilla e Isla Blanca... Churruca se encolerizó con el Capitán General de Puerto Rico y con Aristizábal, fueron demandados los gastos, y la expedición de Churruca fue suspendida por orden real. Fidalgo y Castillo tuvieron dificultades al comienzo de la guerra. Finalmente, en Jamaica obtuvieron pasaportes que resultaron favorables. El trabajo avanzaba lentamente porque murieron muchos pilotos, hacían falta trabajadores, la corte no respondía, algunos dicen que porque los Comandantes estaban demasiado bien pagos (5.000 piastras anuales). Fidalgo fue designado por algunos años Comandante de la marina en Cartagena, y como tal combatió al Gobernador Zejudo, el cual, para obtener noticias de Jamaica hacia enormes contrabandos (el nunca arriesgaba su propio capital, el permitía la especulación, otros adelantaban dinero en su nombre y el compartía la ganancia). De allí el odio mortal de Fidalgo contra el Gobernador y contra Carranza el nuevo Comandante ... En medio de todo esto Fidalgo es un español muy sencillo, modesto, tranquilo y amable, lleno de iniciativa. El siempre hace los sondeos con su propia mano y tiene el gran mérito de haber logrado sostener durante 8 años una expedición en costas insalubres llenas de mosquitos. Pero desde hace 5 años la comisión se encuentra en Cartagena y sólo hasta este año se piensa terminar con el Archipiélago de las Islas Mulatas. El trabajo en si es excelente y ninguna nación europea puede ostentar una obra de tal envergadura! De cada puerto y de cada bahía un mapa especial. Fidalgo se lamenta de que los cronómetros se hayan averiado. Para cuidarlos, los ha dejado en el continente, ya que ellos nunca toman el mismo curso de nuevo y vacilan largo tiempo antes de establecer un curso fijo. Fidalgo y todos sus compañeros fueron sumamente generosos y comunicativos conmigo y les debo momentos felices, dando testimonio de la exactitud de ambas partes, pues encontramos una maravillosa identidad de la fijación de longitudes y latitudes. Más elegante que Fidalgo y no menos instruido es Don Noguera, un valenciano que viajó mucho tiempo por Italia, el cual (cosa que me alegró mucho) compartía conmigo el entusiasmo por el Padre Eximenes, el ex-jesuita. - Paseo a la Pepa, desde donde se contempla un majestuoso panorama de la ciudad, del mar y de la campiña. Tanto desde aquí como desde Turbaco y a veces incluso desde Bocachica, se ve la Sierra Nevada de Santa Marta, probablemente con mayor frecuencia desde la Popa que desde la parte del mar que le queda enfrente. Pues, especialmente en la época de brisa fuerte, el mar de Santa Marta está un poco cubierto de nubes, de tal manera que esta enorme sierra, seguramente visible a unas 60 o 70 leguas de distancia, no puede servir de faro al navegante. La expedición de Fidalgo, por ejemplo, habiendo trabajado allí tanto tiempo, solo pudo verla una vez y no muy claramente, nunca pudo medirla.- En Cartagena esperamos las maravillosas procesiones. Una figura disfrazada con un vestido de seda que le oculta la cara y las manos... con corona de espinas, entra a la posada con un crucifijo en la mano a recoger limosna. Uno de estos tipos, si da la Iglesia 2 o 3 piastras, toma para sí el resto de las limosnas y se compra el derecho de mendigar en la santa Comparsa. En las procesiones van Pilatos con vestido de seda listado y los Apóstoles van sobre una mesa cargada de excelentes dulces. Qué travesuras les juegan la muchedumbre de mestizos, mulatos y zambos en estas procesiones! Un soldado se subió una vez al andamiaje con los Apóstoles para encender una vela. Se dio la señal, los cargadores no se dieron cuenta y cargaron con el soldado y los Apóstoles. El soldado rodó de la mesa, fue cubierto de flores arrojadas desde los balcones, las que recibió de rodillas... Qué indescriptible cantidad de Plumeria alba y de Plumeria rubra se esparce en estas festividades! Cada casa utiliza diariamente una canasta grande llena! Después de la Resurrección, en todas las calles colgaban judíos vestidos de franceses y rellenos de paja. Tenían voladores puestos en el trasero y a una señal convenida queman estos judíos ahorcados. La muchedumbre aguarda por largas horas la ejecución de este auto de fé. Triste alegría la del pueblo, colgar y quemar un judío de paja!
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Viaje a Turbaco El 6 de Abril Cartagena, para pasar 8 días en Turbaco, un pueblo indígena en las montañas, donde vivía nuestro amigo Don Louis de Rieux, quién había sido acusado equivocadamente de revolucionario, maltratado durante 3 años en la cárcel, finalmente absuelto y nombrado por la Corte, Inspector de Quinas. Nosotros nos habíamos conocido en La Habana, y entonces había rogado, sin resultado que viniese conmigo su hijo quien dibujaba muy bien. (Mi loco entusiasmo por llevarme un pintor a las Filipinas, fué tan lejos en aquella época que ofrecí, también en vano, 1.000 Piastras anuales al pintor mejicano Echaveria, quien estaba en la comisión de Sesse y ahora en la de Jaruco e indiscutiblemente el más grande de todos los pintores de la naturaleza contemporáneos. El temía perder su pensión real). Es costumbre de todos los enfermos de Cartagena ir a convalecer a Turbaco. Pombo, quien compro la casa del Arzobispo Góngora, nos la cedió, y nunca estuvimos mejor hospedados ni nunca hubiéramos podido estudiar con mas tranquilidad y con mayor amplitud los magníficos productos. Que felices han transcurrido hasta ahora los días en Turbaco! El clima es fresco, el aire (aire de la montaña) celestialmente puro y refrescante, el pueblo está sobre una loma, en medio de valles boscosos donde manan pequeños riachuelos. Qué panorama ofrece nuestro jardín! Una terraza escarpada se inclina hacia un abismo. Se ve un profundo valle rocoso, encerrado desde el oriente hasta el mediodía por cercanas y lejanas cadenas montañosas. El valle y las montañas, todo está cubierto de espesa vegetación, con los majestuosos árboles de los Andes. Plantaciones de plátano guíneo y grandes cantidades de Bambúes sonríen desde el desierto con amistoso verdor. Poco después de la salida del sol reposa la niebla en él valle. Las copas de la alta Ceiba, Ocotea y Anacardium Caracoli Mut. descollan como archipiélagos sobre este mar brumoso. A cada hora del día se transforma la escena, pero siempre está animada con los trinos de las aves silvestres. En ningún sitio de Suramérica oí cantar las aves tan tiernamente, con gorjeos tan hondos, como en los alrededores de Cartagena. Pero en Europa se afirma y se afirma de nuevo que hacia el Ecuador la raza humana se degenera (mientras que los Caribes que viven en latitud 2° - 8’, son un gallardo y excelente pueblo de gigantes, semejantes a Júpiter Olímpico en fuerza y conformación), se afirma que en los trópicos todas las aves graznan... Así como en el caso de la elevada estatura, sucede con las plantas en el trópico, que cada tronco endurece convirtiéndose en madera fibrosa, y la tierna y delicada legumbre de Europa, cuando se transplanta acá, se degenera, así la gran naturaleza del trópico es más rica en aves de órgano vocal fuerte, faisanes, guacharacas, papagayos.., que Europa. Nuestra agricultura y floricultura atrae una cantidad de Passeres granívoros,
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todos aves cantoras. En el trópico las aves cantoras ocupan un menor espacio, ya que las gallinae picae... son más abundantes. Las aves más grandes, el indescriptible parloteo del Psittacus, el chachareo de las guacharacas (Phaisanusgnianensis), que se paran durante horas sobre una rama, apretujados uno junto a otro como gallinas, y chillan moviendo la cabeza, la enorme chicharra, todo sobrepasa el delicado canto de los Passeres. Cuántas horas pasé escuchando el canto de los turpiales, del arrendajo, de la gran artista Paraulatta, y la Sitta de colorido plumaje, la tanagra, la fringílla. También la enorme cantidad de monos (por ejemplo en Orinoco, Rionegro) disminuye prodigiosamente los pobres pájaros cantores, porque se comen sus huevos. Todas las mañanas de 5 ½ a 10 u 11 a herborizar. Qué riqueza de nuevos objetos! Ya en el primer manantial no causaron admiración 2 enormes árboles, árboles desconocidos en Europa, junto a los cuales nuestros robles parecen enanos, en Anacardium Caracali (sólo descrito en el MSS. de Mutis) y la Ocotea Aublet, semejante en estatura a un árbol de laurel grande. El Caracolí es el árbol de los manantiales. Se dice que atrae el agua y hace surgir manantiales. De todas maneras su copa es tan alta, de una sombra tan amplia, que no sólo puede atraer más vapores, y recibir más gotas de rocio, sino que esta sombra impide también la evaporación de la tierra. - Cómo pudieron escapársele al excelente Jacquin, estos 2 arboles y especialmente la enorme y majestuosa Canivalesia Flor. Peruv. de tronco grueso, de fruta cítrica (la vimos cerca del volcán). Y en Europa se cree que conocemos mas de 2/3 de la vegetación existente! Cerca de allí, camino de la montaña, hay todo un bosque de Gustavia augusta (Membrillo), cuyas flores ninfáceas son tan espléndidas como aromáticas. Desde la terraza de nuestro jardín se ve, cuando la atmósfera está serena, la Sierra Nevada de Santa Marta, y la época de brisa (viento del este) es indiscutiblemente la estación más saludable en Cartagena porque en este tiempo el viento sopla sobre la Sierra Nevada. Alrededor de Turbaco, pueblo indígena, mezclado desde hace 230 años con familias españolas, situado a 4 leguas de Cartagena, y lugar de veraneo de los habitantes del puerto, aún todavía (1801) llega el espeso bosque (selva en todas partes) hasta las casas. Los indios, a pesar de ir vestidos, tienen conucos, como los indios de Guainía, distante mediodía de viaje por la selva. Las casas son de caña de bambú, tal como las construían antes de 1492 los indios. Una cantidad de delgados troncos de bambú alineados uno junto al otro y encima un techo de hojas de Palma amarga fol. palmatis. La parte de la casa donde duerme el indio, está (porque este pueblo busca mucho el calor) embadurnada de barro en las hendiduras entre las cañas. El resto de la casa está lleno de hendiduras, medio transparentes, es por lo tanto muy fresco en verdad. Estos son los progresos que hacen los indios bajo la dominación española! Los españoles mismos, por el contrario, han tomado todo de los indígenas Los primeros aventureros (grosera chusma), en lugar de elegir sitios donde se pudieran ubicar grandes poblaciones, pensando en un comercio futuro, se radicaron en los grandes caseríos de los indios. Por eso surgieron grandes ciudades donde uno menos lo espera en Santa Fé, Caracas, sobre los terrenos más accidentados. Los recién llegados aprendieron a construir las casas de los indios, aprendieron su cocina, a preparar jugos fermentados, a dormir en hamacas, a sentarse en las sillas curiosamente reclinadas y bajas, en butacas, a hacer ollas sin torno, a cocinar sin horno, a construir canoas; ellos aprendieron que quemar los cultivos significa que se puede vivir sin sembrar, pues la naturaleza produce todo por si misma ... Ellos impidieron con la intolerancia religiosa y las leyes, el progreso espiritual de la cultura, la espontaneidad del indio, ellos impidieron que, entre ellos mismos, una antigua y culta sociedad (Inca), hubiera despertado a las demás de su sopor por medio de guerras, y ellos mismos, los españoles, no compartieron absolutamente nada de su propia cultura europea, ya de todas maneras
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reducida, —no introdujeron ni el torno alfarero, ni el arado, ni el horno para quemar la cerámica. Puesto que el bosque en Turbaco está por todas partes tan cerca, en tiempo de lluvia se padece enormemente a causa de los zancudos, lluvia ... el pueblo también está lleno de culebras, tan grandes que hasta comen gallinas. Todas las noches los murciélagos provocan un atroz alboroto, porque las culebras trepan al techo de nuestra casa, se deslizan en el cuarto y persiguen a los murciélagos. En Europa se aterraria uno seguramente, ante la sola idea, tampoco es aquí raro como en la Provincia de Cumaná, que de noche caigan culebras del techo en la hamaca o en la cama. Aquí la larga costumbre familiariza con todos los peligros.
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Viaje a Turbaco El 6 de Abril Cartagena, para pasar 8 días en Turbaco, un pueblo indígena en las montañas, donde vivía nuestro amigo Don Louis de Rieux, quién había sido acusado equivocadamente de revolucionario, maltratado durante 3 años en la cárcel, finalmente absuelto y nombrado por la Corte, Inspector de Quinas. Nosotros nos habíamos conocido en La Habana, y entonces había rogado, sin resultado que viniese conmigo su hijo quien dibujaba muy bien. (Mi loco entusiasmo por llevarme un pintor a las Filipinas, fué tan lejos en aquella época que ofrecí, también en vano, 1.000 Piastras anuales al pintor mejicano Echaveria, quien estaba en la comisión de Sesse y ahora en la de Jaruco e indiscutiblemente el más grande de todos los pintores de la naturaleza contemporáneos. El temía perder su pensión real). Es costumbre de todos los enfermos de Cartagena ir a convalecer a Turbaco. Pombo, quien compro la casa del Arzobispo Góngora, nos la cedió, y nunca estuvimos mejor hospedados ni nunca hubiéramos podido estudiar con mas tranquilidad y con mayor amplitud los magníficos productos. Que felices han transcurrido hasta ahora los días en Turbaco! El clima es fresco, el aire (aire de la montaña) celestialmente puro y refrescante, el pueblo está sobre una loma, en medio de valles boscosos donde manan pequeños riachuelos. Qué panorama ofrece nuestro jardín! Una terraza escarpada se inclina hacia un abismo. Se ve un profundo valle rocoso, encerrado desde el oriente hasta el mediodía por cercanas y lejanas cadenas montañosas. El valle y las montañas, todo está cubierto de espesa vegetación, con los majestuosos árboles de los Andes. Plantaciones de plátano guíneo y grandes cantidades de Bambúes sonríen desde el desierto con amistoso verdor. Poco después de la salida del sol reposa la niebla en él valle. Las copas de la alta Ceiba, Ocotea y Anacardium Caracoli Mut. descollan como archipiélagos sobre este mar brumoso. A cada hora del día se transforma la escena, pero siempre está animada con los trinos de las aves silvestres. En ningún sitio de Suramérica oí cantar las aves tan tiernamente, con gorjeos tan hondos, como en los alrededores de Cartagena. Pero en Europa se afirma y se afirma de nuevo que hacia el Ecuador la raza humana se degenera (mientras que los Caribes que viven en latitud 2° - 8’, son un gallardo y excelente pueblo de gigantes, semejantes a Júpiter Olímpico en fuerza y conformación), se afirma que en los trópicos todas las aves graznan... Así como en el caso de la elevada estatura, sucede con las plantas en el trópico, que cada tronco endurece convirtiéndose en madera fibrosa, y la tierna y delicada legumbre de Europa, cuando se transplanta acá, se degenera, así la gran naturaleza del trópico es más rica en aves de órgano vocal fuerte, faisanes, guacharacas, papagayos.., que Europa. Nuestra agricultura y floricultura atrae una cantidad de Passeres granívoros, todos aves cantoras. En el trópico las aves cantoras ocupan un menor espacio, ya que
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las gallinae picae... son más abundantes. Las aves más grandes, el indescriptible parloteo del Psittacus, el chachareo de las guacharacas (Phaisanusgnianensis), que se paran durante horas sobre una rama, apretujados uno junto a otro como gallinas, y chillan moviendo la cabeza, la enorme chicharra, todo sobrepasa el delicado canto de los Passeres. Cuántas horas pasé escuchando el canto de los turpiales, del arrendajo, de la gran artista Paraulatta, y la Sitta de colorido plumaje, la tanagra, la fringílla. También la enorme cantidad de monos (por ejemplo en Orinoco, Rionegro) disminuye prodigiosamente los pobres pájaros cantores, porque se comen sus huevos. Todas las mañanas de 5 ½ a 10 u 11 a herborizar. Qué riqueza de nuevos objetos! Ya en el primer manantial no causaron admiración 2 enormes árboles, árboles desconocidos en Europa, junto a los cuales nuestros robles parecen enanos, en Anacardium Caracali (sólo descrito en el MSS. de Mutis) y la Ocotea Aublet, semejante en estatura a un árbol de laurel grande. El Caracolí es el árbol de los manantiales. Se dice que atrae el agua y hace surgir manantiales. De todas maneras su copa es tan alta, de una sombra tan amplia, que no sólo puede atraer más vapores, y recibir más gotas de rocio, sino que esta sombra impide también la evaporación de la tierra. - Cómo pudieron escapársele al excelente Jacquin, estos 2 arboles y especialmente la enorme y majestuosa Canivalesia Flor. Peruv. de tronco grueso, de fruta cítrica (la vimos cerca del volcán). Y en Europa se cree que conocemos mas de 2/3 de la vegetación existente! Cerca de allí, camino de la montaña, hay todo un bosque de Gustavia augusta (Membrillo), cuyas flores ninfáceas son tan espléndidas como aromáticas. Desde la terraza de nuestro jardín se ve, cuando la atmósfera está serena, la Sierra Nevada de Santa Marta, y la época de brisa (viento del este) es indiscutiblemente la estación más saludable en Cartagena porque en este tiempo el viento sopla sobre la Sierra Nevada. Alrededor de Turbaco, pueblo indígena, mezclado desde hace 230 años con familias españolas, situado a 4 leguas de Cartagena, y lugar de veraneo de los habitantes del puerto, aún todavía (1801) llega el espeso bosque (selva en todas partes) hasta las casas. Los indios, a pesar de ir vestidos, tienen conucos, como los indios de Guainía, distante mediodía de viaje por la selva. Las casas son de caña de bambú, tal como las construían antes de 1492 los indios. Una cantidad de delgados troncos de bambú alineados uno junto al otro y encima un techo de hojas de Palma amarga fol. palmatis. La parte de la casa donde duerme el indio, está (porque este pueblo busca mucho el calor) embadurnada de barro en las hendiduras entre las cañas. El resto de la casa está lleno de hendiduras, medio transparentes, es por lo tanto muy fresco en verdad. Estos son los progresos que hacen los indios bajo la dominación española! Los españoles mismos, por el contrario, han tomado todo de los indígenas Los primeros aventureros (grosera chusma), en lugar de elegir sitios donde se pudieran ubicar grandes poblaciones, pensando en un comercio futuro, se radicaron en los grandes caseríos de los indios. Por eso surgieron grandes ciudades donde uno menos lo espera en Santa Fé, Caracas, sobre los terrenos más accidentados. Los recién llegados aprendieron a construir las casas de los indios, aprendieron su cocina, a preparar jugos fermentados, a dormir en hamacas, a sentarse en las sillas curiosamente reclinadas y bajas, en butacas, a hacer ollas sin torno, a cocinar sin horno, a construir canoas; ellos aprendieron que quemar los cultivos significa que se puede vivir sin sembrar, pues la naturaleza produce todo por si misma ... Ellos impidieron con la intolerancia religiosa y las leyes, el progreso espiritual de la cultura, la espontaneidad del indio, ellos impidieron que, entre ellos mismos, una antigua y culta sociedad (Inca), hubiera despertado a las demás de su sopor por medio de guerras, y ellos mismos, los españoles, no compartieron absolutamente nada de su propia cultura europea, ya de todas maneras
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reducida, —no introdujeron ni el torno alfarero, ni el arado, ni el horno para quemar la cerámica. Puesto que el bosque en Turbaco está por todas partes tan cerca, en tiempo de lluvia se padece enormemente a causa de los zancudos, lluvia ... el pueblo también está lleno de culebras, tan grandes que hasta comen gallinas. Todas las noches los murciélagos provocan un atroz alboroto, porque las culebras trepan al techo de nuestra casa, se deslizan en el cuarto y persiguen a los murciélagos. En Europa se aterraria uno seguramente, ante la sola idea, tampoco es aquí raro como en la Provincia de Cumaná, que de noche caigan culebras del techo en la hamaca o en la cama. Aquí la larga costumbre familiariza con todos los peligros.
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Volcanes de aire de Turbaco Volcán de aire. Frecuentemente oímos hablar en Turbaco, acerca de los volcanes de Turbaco, sin podemos formar un concepto preciso al respecto. El muchacho que nos guiaba, decía que eran cavernas (cuevas) que hacían bu, bu. El sensato párroco aseguraba que eran aguas termales, minerales, en las que flotaba azufre ... - Nosotros examinamos esos volcanes detalladamente. Quedaban a unas 6.000 varas al Este de Turbaco, en el camino (a través de la selva) a la montaña. El terreno al pie del volcán se va elevando paulatinamente unas 18 a 20 toesas sobre Turbaco. Se ve poca roca sobresaliente, ya que todo está cubierto de plantas y bosque, pero a poca distancia del volcán, sobresale de nuevo una roca de piedra caliza, la misma formación de piedra caliza estratificada de la que está constituída la costa de Tolú, en el río Sinú, en La Popa en Cartagena ... La misma que hoy en día aparece en el pequeño Caimán, en las lomas de San Juan, Batanabó y la Habana en la Isla de Cuba, lo mismo que en Punta Araya, una formación mezclada con enormes cantidades de Corales (Meandritas), en Turbaco contiene pocas conchitas y muchas en Punta Araya, y parece que a unas 10 o 12 millas de la actual costa marina (en Bergantín, Cocollar, Timiriquiri, en la provincia de Cumaná, bien adentro de la Isla de Cuba en San Antonio, Rioblanco, los Güines...) nunca contiene corales y sólo pocas conchas. Los volcanes de Turbaco son un lugar desierto y desolado en medio de la selva, donde no crece ningún arbusto en una extensión de más de 800 pies, lo mas cercano es la Bromelia Karatas. Este lugar desértico es de barro grisoso, arcilla que (según la teoría del Basalto de Werner!) está, en todas partes, quebrada en figuras de 5 y 6 lados. Sobre esta capa de arcilla se levantan muchos conos grandes y pequeños de formas maravillosas. El aislado, que está situado más lejos hacia el mediodía (precisamente el que dibujó tan bien el joven Louis de Rieux) se eleva poco a poco sobre una base sumamente ancha a una altura de 3 o 4 toesas. En la cima del cono hay un hueco circular con un borde crateriforme de algunas pulgadas de alto. Este hueco tiene a duras penas 28 pulgadas de ancho y esta lleno de agua, de él brotan en lapsos irregulares, aproximadamente cinco veces cada 2 minutos, con un gran ruido sordo, enormes burbujas de aire. Cada una de estas burbujas contiene (según medí, ya que recogi aire) más de 10 ó 12 pulgadas cúbicas de aire. El agua borbotea elevándose varias pulgadas y salpica con frecuencia alrededor durante la ebullición. Cuando uno se inclina sobre el cráter, se oye muy claramente un rugido sordo a una gran profundidad, una explosión de aire sucede con frecuencia apenas a unos 15 o 18 segundos después de la ebullición del manantial. De esta clase de cráteres y conos pequeños hay aquí unos 10 ó 20, todos
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entre 5 y 20 pulgadas de diámetro. La mayoría quedan en la cima de pequeños conos, pero algunos están en terreno plano. Todos tienen bordes elevados, y en algunos la pared que rodea el embudo tiene más de 14 pulgadas de altura. Inclusive en 2 cráteres situados a menos de 2 pies de distancia entre sí, se sucedían irregularmente las explosiones de aire. Cada cráter parece tener sus propios canales de aire, que talvez convergen todos en una bóveda, pero que según sean mas cortos o más largos, más sinuosos, más estrechos o más anchos, dejan paso y libertad al aire comprimido más pronto o con mayor rapidez. La forma de las burbujas, la porosidad del suelo arcilloso alrededor de cada cráter, especialmente del descrito, en un alto cono de 80 pies de ancho y 3 o 4 toesas de altura muestran con la mayor claridad que este terreno aquí, es levantado por una fuerza que actúa desde abajo, y que esta fuerza es el mismo aire comprimido que busca la libertad y que ocasiona en el agua la explosión periódica que provoca el rumor sordo. Nosotros nos esforzamos en obstruir algunos de los orificios mas pequeños con barro, y los muchachos indígenas nos aseguraron que habían hecho con frecuencia lo mismo, pero el aire que se evadía, abría siempre el embudo exactamente en el mismo lugar. Las primeras burbujas lanzan consigo la tierra al aire y uno ve ante sus ojos cómo se forma el borde del cráter. Quién no piensa aquí en los dibujos de volcanes lunares de Schröter? La naturaleza se iguala a sí misma en todo lugar en sus operaciones, ya sea que plasme masas de pulgadas cúbicas o de millas cúbicas. Piedras de granizo se apelotonan, se arremolinan y se aplanan, tal como los planetas en el universo. No se advierte alrededor de este volcán de aire más que un sensible calor (que tiene algún parecido con el descrito por Dolomieu en Agrigento en Sicilia, ver también a Estrabón). El termómetro señalaba en el cercano riachuelo, pero bajo la espesa sombra de árboles frondosos altos, 19° Reáumur, en el aire del volcán 22° y en el agua de todos los cráteres 21°.7 Réaumur, un calor moderado que bien podía atribuirse el calor al sol. Así de diminutas y de inestables como parecían ser estas pequeñas bocas, todos los indios aseguran (y los volcanes puesto que quedan sobre el camino, son observados diariamente), que desde hace 15 a 20 años no se ha advertido ningún cambio ni en número ni en la forma de los cráteres. Y que además, en cuaquier época del año, incluso en la de gran sequía, siempre están llenos de agua. Los embudos son difíciles de medir, pues el agua disuelve el barro y porque con una vara se puede llegar a muchos pies de profundidad a través del lodo. En la mayoría de los cráteres el embudo tiene apenas unas 30 pulgadas de profundidad, a esta profundidad comienza el suelo fangoso flojo. Puesto que las burbujas suben a lo alto a través del barro, revuelven éste, y el agua del embudo es un lodo negro-grisoso, que nos embadurnó la cara, las manos y los vestidos... mientras recogíamos aire. Además, el aire sale con tal fuerza, que a pesar del embudo que preparamos según auténtico arte indígena (ver mi MSS; sobre curare en Esmeralda) con hojas de plátano, entró con mucha dificultad en las botellas. Yo analicé muy detalladamente el aire recogido. La prueba eudiométrica fue realizada en un agua (agua de lluvia) que, como el agua destilada, de 100 partes de gas nitroso muy puro absorbía 11 partes. El aire de los volcanes contiene a duras penas 0.014 de oxígeno, pues 100 partes de gas nitroso absorbieron solamente 5 partes. El aire atmósferico era ese mismo día en Turbaco (con cielo nuboso) de 0,267 de oxígeno o 105 grados eudiométrieos. Cuando uno piensa que todos estos pequeños volcanes de aire juntos envían a la atmósfera en un minuto por lo menos unas 400 pulgadas cúbicas en promedio (casi 10 botellas normales de vino) de este aire irrespirable, es decir, más de 3.000 pies cúbicos en un día, se asombra uno ante la actividad de un proceso natural que a primera vista parece ser tan pequeño. Por lo demás, no se teme que esta cantidad de aire pueda hacer insalubre el pueblo mismo. 3.000 pies cúbicos de nitrógeno son unas pocas gotas en el inmenso mar de aire eternamente agitado, que todo lo arrastra consigo. Si se calcula la cantidad de aire que descomponen, en una sala de ópera, 2 o 3.000 personas haciendo un gran esfuerzo muscular durante 4 o 5 horas, se
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aterra uno de la absorción de oxígeno y la producción de anhídrido carbónico — a pesar de esto, en el análisis eudiométrico se encuentra apenas un poco mas de 0.04 de ácido* carbónico y apenas un poco menos de 0.03 de oxígeno. En un cuarto medio cerrado, el aire exterior compensa la falta de oxígeno. Nuestros cuartos son como agujereadas nasas de pescadores en una corriente. En la atmósfera se suceden onda tras onda, y aquellos 3.000 pies cúbicos esparcidos en la atmósfera libre, no disminuye en 0.008 la calidad del aire. Si el aire de los volcanes de Turbaco contiene solo 0,01 de oxígeno, el problema es, qué es entonces el resto de los 0,99? Esta pregunta es difícil de responder en el actual estado de nuestra química analítica del aire, que no sabemos separar el nitrógeno del hidrógeno. El aire no contiene ácido carbónico, pues no enturbia el agua de cal. No es tampoco, como creí al principio, gas hidrógeno sulfurado, hepar sulfuro potásico, pues en contacto con el oxígeno de la atmósfera no deposita una película de azufre, como lo hacen los grandes manantiales de Mariara, Las Trincheras de Puertocabello, las de Bergantín en Nueva Barcelona. Las partículas problemáticas parecen ser puro nitrógeno, puesto que una vela encendida no prende absolutamente nada (*). Pero yo sé por el análisis del aire de las minas, que un gas hidrógeno muy ligero purificado de todo ácido carbónico, que sólo existe en la cumbrera del socavón, tampoco se prende cuando está mezclando con nitrógeno. Es, pues, probable que el aire arrojado por el volcán este compuesto de:
Posiblemente nada de oxigeno 0,014 de oxígeno 0,986 nitrógeno y algo de gas hidrógeno 1.000 mezclado.
En el agua que está contenida en el cráter y que con el aire sube en menor cantidad (casi nunca se desborda) no pude descubrir más que un poco de sulfato de alúmina alumbroso. Es sumamente transparente cuando se deja asentar y cuando por el reposo se separa de las partículas de arcilla suspendidas. Con tan pocos datos, ya que todo el terreno circundante está cubierto de selva parece osado afirmar algo sobre el misterioso proceso por el cual la naturaleza produce esa cantidad de nitrógeno. En la formación de estratos de piedra caliza suramericana (Cuchivano) aparecen, tal como en la calcita de los Alpes Europeos, capas de esquisto margoso bituminoso, barro rico en carbón. En el río Sinú encontramos esquisto de carbón brillante y endurecido, tal vez de una de esas capas; (pues en el lago Thuner hay hulla debajo de la calcita, como la sal gema en Hall en el Tirol). Alrededor de Cartagena se encuentra con frecuencia en varios lugares, yeso mezclado con barro y en esta formación yesosa (Punta Araya) el barro está frecuentemente carbonado y mezclado con betún. Si debajo del volcán, donde existe barro negro-grisoso, marga o esquisto de carbón, o alúmina, o esquisto aluminoso, las aguas formaron estas cavidades, a las que el aire atmosférico entra desde arriba por pequeñas grietas o desde otras cavidades, el esquisto aluminoso húmedo o la sola ardilla húmeda (ver mis Memorias sobre las tierras) ¿habrá acaso descompuesto este aire atmosférico y absorbido todo el oxígeno de allí, como ocurre en nuestras minas de sal por medió de arcilla salífera? Así podría formarse una gran cantidad de nitrógeno sin * (Anotación al márgen) Ahora (1852) Puede encenderse el gas. Carta de Acosta a Bouasingault. Cómo pude equivocarme? O es que el gas es distinto en las diferentes épocas, tal como había sospechado?
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calentamiento, es decir, podría separarse del oxigeno atmosférico, entonces al agua podría contener algo de alumbre disuelto. Pero, no se oponen a esta hipótesis la tensión y la elasticidad con que sale el aire comprimido, después del cual se forman muchos más espacios de aire enrarecido? El calor se produce de todos modos (Incluso nuestras minas lo confirman) por la descomposición del aire atmosférico a través de la roca; pero es este calor suficiente como para compensar la falta de presión que ocasiona la pérdida de 0.28 de oxigeno! El termómetro señala sólo 21°.7 en el volcán, ¿ o es que el aire se enfría en el largo trayecto...? No señala con mayor razón, la fuerza con que sale el aire que, o el aire es empujado por el agua, (lo cual puede pensarse en esta parte del mundo tan rica en agua y tan rica en corrientes subterráneas), o la naturaleza posee otros medios que desconocemos para producir realmente nitrógeno? En Cartagena sólo se toma agua de lluvia recogida, y aquí en Turbaco agua de manantial. Puesto que aquí convalecen los enfermos, los médicos discuten mucho acerca de la ventaja del agua, aunque en las colonias españolas, donde los hombres, parecidos a las aves de rapiña, beben poca agua, como todos los españoles, el problema no tiene mucho interés. Las aguas de Turbaco contienen increíblemente mucha tierra de loza oxigenada disuelta, tal como lo analicé por medio de ácido bioxalato de potasio, especialmente la fuente de Arroyolejos. Sin duda el agua de Cartagena, como agua de lluvia debe ser más pura, pero debido a la cercanía del mar, contiene algo de cloruro de sodio disuelto, que talvez compensa la falta de ácido carbónico que tiene toda agua de lluvia. El agua de Arroyolejos absorbio 0.045 de gas nitroso, mientras que el agua de lluvia (una lluvia eléctrica) absorbió 0.114, así de más rica en oxígeno fue el agua de lluvia. (El agua de lluvia qué chorrea de los techos de palma amarga, se vuelve a un color amarillo - dorado, espumea como toda agua viscosa, sabe como tisana, viscosa y amarga). Cada vez que analicé el agua de lluvia en Turbaco durante una tormenta, con excelente ácido bioxalato de potasio, nunca contuvo ni huella de tierra caliza. Otras experiencias hechas con el agua y el aire del Volcán de Turbaco, recogidos 2 horas antes. El aire del Volcán contiene menos de un centésimo de oxigeno. Quizá en la experiencia anterior este oxigeno se desprendió del agua sobre la cual el aire permaneció durante 1 día. Quizá el Volcán no siempre expele el mismo aire? Hoy (17 de Abril de 1801) quedaron 202 partes en el Eudiómetro No hubo ninguna absorción. El Fósforo brillaba menos de 400, absorbía menos de 0.01 de oxígeno. El aire del Volcán no es hidrógeno sulfurado. No disminuyó al mezclarlo (agitando) con el agua, ni con el aire atmosférico. Un Elater muy fosforecente se colocó bajo el agua. No brillaba sino 18 después de absorber el poco oxigeno que arrastraba en las alas, aire atmosférico que se adhiere sobre todos los cuerpos, su luz se perdió casi por completo. Hice entrar aire atmosférico en el frasco y al momento la fosferecencia del Elater fue muy viva. También el Elater nada bastante brillando bien bajo el agua en el frasco, mientras que se apaga totalmente en el aire nitrogenado del Volcán. Todo esto es análogo a mis experiencias con la madera que brilla. El Elater enfermó en el aire del Volcán. Estaba moribundo, brillaba débilmente aún al aire libre. Cada vez que se le sumergía en el agua, recuperaba toda su luz por algunos instantes (esto no era mas que la irritación del agua y del frío). También la excitación galvánica hace aumentar su luz, pero simplemente como si irritara los nervios. El animal p.e. cuando este quieto brilla muy poco, tan pronto como comienza a caminar brilla muy fuerte, más aun cuando se lo pellizca. Las 2 placas redondas son ventanas de una
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transparente córnea, rodeadas de pelos setae rigidae! La materia fosforecente esta contenida en una masa mucilaginosa que tapiza interiormente esta ventana. Se puede untar sobre los dedos, como grasas, el dedo brilla 3-4 minutos. 1. El agua del Volcán tiene un sabor a sulfato, a alúmina y sulfato de soda. 2. Precipita poco a poco la disolución de Nitrato de Cobre. 3
Pero no ennegrece el nitrato de plomo, el nitrato de cobre, no contiene entonces sulfuros de cal o de potasio.
4. Mezclándola con ácido oxálico produce un fuerte olor a ácido sulfúrico. Se descompone el sulfato de alúmina ó de cal? Se precipita poco a poco una materia blanca, oxalato de cal? Agua pura de la fuente de Arroyo Lejos agitada con 100 aire atmosférico de 102, agua de Torecillo, muy rica en cal, de 100 y no más. El aire atmosférico de Turbaco el 17 de abril durante una neblina muy espesa sensiblemente sin electricidad estaba a 113°, quedó todo el día 114°, cielo obscuro. El bejuco del Guaco al sol desprende mucho aire de la parte inferior de su hoja, nada de la superior. 25 partes de este aire con 100 p. de gas n. dan 98° de residuos cuando 24 p. de aire atmosférico con 100 g. n. dan 105 de residuo. El aire no era muy puro! [Adición posterior]: pintoresco, p. 73. Guaco Serpent, p. 89 astron. muy rosée.
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Diario VII a y b : Viaje por el río de la Magdalena (hasta Mompox) Después de una larga permanencia en Turbaco, inmensamente rica en observaciones sobre plantas, anatomía animal y química del aire, iniciamos finalmente nuestro viaje a Quito el 19 de Abril de 1801, a las 11 de la noche. Nuestros acompañantes hasta Santa Fé fueron el médico Don Luis de Rieux con su simpático hijo, de Carcasona; una joven mulata, que debía servir de querida al padre, y un comerciante muy instruido de Popayán, Don Mariano Montenegro, con su pequeño sobrino, el hijo del infortunado (Nariño). De Rieux, quien fuera médico de cabecera del Obispo Góngora, había sido acusado de traidor a la patria y después de sacarlo por la noche de su casa fue arrastrado desde Honda hasta Cartagena cargado de cadenas. No pudiéndosele probar nada, lo dejaron consumirse durante 1 año en la cárcel de la Inquisición; luego fue enviado a Cádiz, con una camisa, sin haberle permitido escribir ni una línea a madre e hijo. Mientras tanto los jueces dilapidaron 40.000 piastras de su fortuna. Su esposa y su madre murieron de pena. El hijo quiso seguir al padre, pero fue apresado por los ingleses y enviado a la Habana... El padre huyó de la prisión de Cádiz cuando vio que nadie se ocupaba de su proceso. Huyó a Tánger, de allí se dirigió a Madrid, y después de 2 años de peticiones, por intercesión del embajador Francés Toupet (?) no sólo fue absuelto, sino que recibió una pensión de 2.000 piastras para enviar quina a Cádiz y plantar canela y otoba. Con que sentimientos entrará un hombre, en estas condiciones, (y el era profundamente sensible), a un país donde, por miedo y codicia, se juega tan infamemente con la felicidad de los hombres. Una muda tristeza se había impreso en su rostro. Nosotros salimos de Turbaco por la noche. El camino va mucho tiempo a través de la selva, no sólo hasta Barranca sino hasta Honda. También toda esta región es selva espesa, en la que los ríos han cavado su lecho. Allí donde los hombres alzaron sus viviendas, la selva llega casi hasta las casas. Nadie conocía el camino estrecho e irregular que serpeaba por la espesa selva. El fosforescente (Pyrophorus electricus), cocuyo, nos servia frecuentemente de guía. Las altas copas de los árboles estaban engalanadas con mil luces azulosas. Esto nos recordaba las soleadas del Casiquiare. Al romper el día estábamos en Arjona. Un inmenso bosque de bambúes, igual al que hay entre Ternera y Arjona. Raro que en ningún lugar, excepto aquí, hayamos visto estos bosques de Bambusa arundinacea que tan espléndidos y ligeros se tienden al cielo (tan supremamente indio y bello). En la parte noreste de Suramérica, en la Provincia de Cumaná y en Caracas, y aún en Rionegro, sólo se ven pies aislados de caña de Bambú.
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Un cuarto de milla arriba de Mahates embarcamos en el Dique, un brazo del Magdalena que fluye al mar desde Barranca Nueva por Mahates hacia el estero de Pasacaballos. Como la desembocadura del Magdalena se ha obstruido en forma tal con arena que, a duras penas, puede entrar bien una canoa pequeña, y además, como la posición oriental de esta desembocadura respecto de Cartagena (contra la brisa), es muy incómoda, el dique es sumamente importante para el comercio entre Cartagena y Santa Fé. Pero este dique está más de 7 meses al año sin agua, y la caída desde Barranca hasta Mahates es muy grande. Naturalmente, porque el río busca al mar en un trayecto que es más de la mitad más corto en comparación con la gran desembocadura en Barranquilla. Este corre en medio de un terreno pesado que se desvolcana fácilmente y el mismo río llena de arena el canal... La mano del hombre no ha contribuido absolutamente en nada, todo es, hasta ahora, obra de la naturaleza. Por fin se han hecho planes de ensanchar el canal en forma duradera a un costo de 80.000 piastras... Pero el Consulado no tiene dinero, porque Cartagena, a causa de mil vejaciones y restricciones, no tiene comercio (la aduana aporta poco, ya que más de 1/3 de todas las provisiones llegan de contrabando al Virreinato desde Jamaica, por Santa Marta y Mompós. Los comerciantes quieren aportar entre todos, el dinero, pero la Gobernación debería entonces asegurarles algún derecho por carga. Así que el bello plan quedará sin ser ejecutado, como todo. Esta ejecución supondría también conocimientos hidráulicos no comunes. Se debería invitar a los excelentes matemáticos y constructores prácticos Don Francisco y Félix le Maur de la Habana, para la ejecución. En las provincias españolas no hay nadie en quien se pueda tener mas confianza, y ellos podrían realizar aquí, lo que, para el no menos importante canal de Batabanó en la isla de Cuba, será aún durante largo tiempo un bello sueño. Cuando el río grande tiene un nivel bajo, con poca agua, el dique está seco, cuando el río grande crece, se precipita con tal violencia en el dique que excava su ribera y llena el lecho de arena. Aquí serian indispensables esclusas para mantener agua y desviar la superflua. La desembocadura del dique en Barranca está también bajo un ángulo demasiado obtuso y demasiado estrecho.
_______________ Cranes de Pentlénd, otro pueblo o poblado de Chulpas junto a Titicaca. Comercio. Monsieur Don Ignacio de Pombo, uno de los hombres más instruidos y amables de América, me escribió en Febrero de 1803, que la importación de Cartagena en géneros y frutos de Europa llega a 3 millones de pesos, de lo cual se pagan 2 y ½ millones de plata contante que producen las 2 casas de moneda de Santa Fé y Popayán, y ½ millón (nada más) en productos del país tales como Cacao, Quina, Cueros, Brasilete y Dinde. Ganges. A 500 millas inglesas de distancia al mar por el cauce, tiene aún 80 pies ingleses de profundidad. La corriente principal de 400 yardas hasta 5/4 millas inglesas de ancho, normalmente 3/4 millas inglesas de ancho. Celeridad media 3 millas inglesas por hora, en tiempo de lluvia de 5 a 6 millas inglesas por hora. Pendiente de 4 pulgadas por 1 milla inglesa en el llano (en el Mapa de la India, de Arrowsmith, 1804). Caída. Se supone la longitud del río Magdalena desde Honda hasta la boca con sinuosidades, de 130 leguas marinas 371,020 toesas y Honda 135 toesas, el río tiene una caída de ot, 36 por 1.OOOt. Baja la pendiente mis rápido que el Canal del Mediodía. _______________
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Allí donde cruzamos el dique hacen nadar los caballos. El equipaje va en una pequeña canoa que pasa 10 o 12 veces. Demora ¿Por qué no un trasbordador y con cuerdas? Mahates, un pueblito con una plaga terrible. A partir de aquí no más brisa estando el mar tan cerca. Un aíre sofocante, lo mismo que en el río Magdalena en el que tampoco golpea jamás una ola. Pasamos un día miserable en tierra, durmiendo sobre el abrigo. Yo seccioné un cerebro de guacamaya. Las mulas llegaron por la noche. Al cruzar el dique me habían destrozado el barómetro que con tanto trabajo había llenado en Turbaco. Nada resiste tales viajes terrestres! Así pues no habrá medición de la pendiente del río hasta Honda!. 20 de Abril. A las 3 de la mañana salida de Mahates. Siempre selva. No más la formación reciente de piedra calcárea llena de madréporas, que se encuentra cerca de Cartagena, la Popa, río Sinú, Turbaco... por todas partes. A partir de Mahates aparece piedra arenisca con argamasa arcillosa debajo de esta nueva piedra calcárea. St. de 3 a 4 con 70° apuntando muy regularmente hacia el Noroeste. Hasta ahora esta arenisca nos ha seguido hasta Tenerife y más al Sur. La mayoría de las veces es de grano fino y, como tal, contiene piedra refractaria y nódulos de piedra férrica de color castaño (idéntico a las formaciones areniscas de Donfort cerca a Bayreuth) Estas piedras refractarias están a la orilla del río, frecuentemente como cornisas (o balcones) que sobresalen 2 o 3 pies, porque la floja arenisca circundante está erosionada. Así, por ejemplo en Zambrano sobre la ribera occidental. La arenisca contiene, además, esferas de arenisca de grano algo más fino, con fragmentos escamosos separados, esferas de 2 o 3 pies de diámetro en las cuales so reconocen de 12 a 13 capas análogas a las esferas de arenisca que observé con el señor Freiesleben en Lausana. Tales esferas sobresalen (cuando la floja arenisca circundante se erosiona), puesto que no son redondas sino esferoides y alargadas del suelo como pequeñas velas. Un singular panorama en el desembarcadero de Barranca Vieja. Con la arenisca de grano fino alterna, con menor frecuencia, una breccia de grano grueso, llena de morillo de cuarzo y piedra de Lídice. _______________ En los alrededores de Tunja hacen un queso excelente parecido al holandés. Allí hay tantas ovejas y lana, que sin ser elaborada es desperdiciada en almohadas, que de allí podría lograrse un no despreciable artículo de exportación. _______________ Desde Mahates hasta Barranca Nueva todo es un bosque lleno de bellas mimosas, Cavanillesia, palma amarga, Pothos, troncos singularmente monstruosos de Bombax y Cavanillesia, una forma deliciosa y pintoresca de formas vegetales majestuosas. A mitad de camino, un nuevo pueblito infeliz. Chozas de caña de bambú habitadas por zambos. En ningún lugar del mundo americano hay tantos zambos como aquí, porque las mujeres indígenas, hastiadas de los fríos indios, buscan voluptuosamente a los negros, y porque aquí (venidos del Chocó) muchos negros han comprado su liberación de la búsqueda de oro. En Barranca Nueva al dique se separa del río Magdalena. El dique estaba sin agua, porque su fondo es muy elevado. En el río Sinú encontré un carpintero pomeranio de Wollin, y aquí, un soldado de Silesia, alemanes bondadosos, pero ambos habían olvidado su idioma. En Barranca Nueva encontramos el champán que habíamos hecho venir desde Mompós. El panorama del río es grandioso y majestuoso, aún cuando desde allí la mirada solo abarca un brazo del mismo. Pero esto no puede asombrar a nadie que esté acostumbrado a la grandeza del Orinoco, del Guaviare y del Guainía. En general,
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en estas hojas pareceré con frecuencia injusto con el río Magdalena (R.M.) porque mi imaginación aún está llena de los grandes cuadros del mundo del Orinoco. Uno debería dejar siempre para el final lo más grandioso. Nuestro champán tenía 23,5 metros de largo y 2 metros de ancho en el centro, ambos extremos terminan en punta. El piso es exactamente rectangular, una forma muy incómoda pero ciertamente necesaria para la estabilidad. El centro del champán (3/5 del mismo) es curvado, cubierto con un elevado toldo a 6 pies de altura, de palmera tupida. En el extremo posterior libre, so hace fuego, y allí, mudos y con expresión de misteriosa importancia están el timonel y delante de él el piloto. El timonel dirige con el remo, a una orden de piloto. En la parte delantera libre (parte descubierta) trabajan 6 hombres, arriba sobre el toldo 4, todos a la palanca con varas bifurcadas en el extremo, de 12 a 18 pies de largo. La forma en que estos bogas trabajan es muy uniforme. Mientras que una mitad (3 en la parte de abajo, por ejemplo) avanza hacia el toldo con la palanca apoyada contra el pecho, los otros tres caminan en dirección opuesta con los brazos levantados, (sosteniendo la palanca horizontalmente por encima de la cabeza de los que trabajan), hacia el extremo del champán. Cuando una mitad alcanza esto extremo, mientras la otra llega a b, en ese momento aquellos ponen la palanca en el agua en tanto que los de b, agitan la palanca en lo alto y el champán en este eterno vaivén nunca puede ganar tiempo para deslizarse corriente abajo. De este modo se alternan los bogas sobre el toldo, y puestos que éste forma un piso curvado, cubierto de hojas secas de palma, no es nada extraño que de arriba caiga algún hombre abajo. Junto con el de amurador de cubierta no existe indiscutiblemente ningún trabajo de mayor esfuerzo muscular que el de los remeros del río Magdalena. Los champanes van muy cargados (los grandes llevan 100 a 110 fardos do 10 arrobas, el nuestro 80 fardos) y el piso tiene una forma muy incómoda; sólo su estrechez en los extremos son favorables. El río tiene una corriente impetuosa, la mayoría de las veces similar o más fuerte que la de Casiquiare, no porque tenga más agua que el Orinoco, sino porque éste se halla dividido por islas y por muchos brazos; tiene trechos de 1.000 varas de ancho, que tienen apenas 3 píes de profundidad; la corriente está sólo reducida a un trayecto estrecho de agua navegables de 6 a 700 varas de ancho, y en éste podrían navegar buques de guerra... El es tan sumamente ancho y en general más tranquilo en una parte de su lecho, porque fluye en medio de una llanura abierta, paralela a la ribera (ver mis Memorias sobre la construcción del Globo) y a la cadena de cataratas. En cambio el río Magdalena es un torrente, un raudal, que ha labrado su lecho profundo en ángulo recto respecto a la cordillera. Tiene un lecho más estrecho y por lo tanto más rico en agua. Los champanes suben la corriente por lo regular 1 – 1 ½ pies de la ribera, apoyando la palanca en las raíces y troncos de árboles, pues más lejos de la ribera, con 10 pies de profundidad, es casi imposible encontrar fondo. El río Magdalena tiene pocas revueltas, casi ningún brazo, muy pocas islas, así que faltan todos estos factores, que originan, (especialmente los ángulos salientes), una contracorriente cerca a la ribera. A pocas pulgadas de la ribera se observa también aquí el curioso fenómeno de la contracorriente, pues yo lancé madera al agua y pude ver cómo flotaba cerca a la ribera, hasta 30 pies de distancia corriente arriba algunas veces, hasta que alejada de la orilla seguía la corriente regular. Pero en general, el río Magdalena tiene una corriente sumamente fuerte, aun cerca de la orilla por donde van los champanes, que es poco diferente, (pues aquí todo es agua navegable), de la del centro! Considerada aisladamente, la corriente no es exagerada. Yo la medí por medio de bases en la ribera (ver observaciones astronómicas abajo), y por medio de cuerpos que pasaban flotando a nuestro lado cuando el champán estaba quieto, ya que conocía su posición. En Barranca Vieja encontré una corriente de 1,8 metros por segundo. Más abajo de Zambrano la velocidad era aún exactamente la misma. Puesto que todos los cuerpos flotaban en 30-33 segundos de 23,5 metros de longitud de nuestro champán.
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Bosquejo de mano de Humboldt _______________ Rio Magdalena, de donde el nombre Yuma... otras veces río de Santa Marta; Cuca, 51, 52, pág. 63 confundido con Cauca, pág. 64. Lerma. _______________ Quina. A Europa han sido importantes 60.000 arrobas en tiempos de paz, a través de los puertos españoles, en Europa es a 50-60 piastras cada arroba (además también por Inglaterra entra Quina de las Islas Occidentales qué cantidad?) En Honda, a los empresarios que mandan talar y descortezar Quina de los bosques de Mariquita y Santa Fé, les cuesta la arroba de 2 a 3 piastras, y ellos venden la misma a los comerciantes de Mompós y Cartagena por 10 piastras. El rey permite talar Quina en las cantidades que se quiera en el reino de Nueva Granada a cualquier persona naturalizada. Nueva Granada aporta anualmente 200.000 libras de Cinchona indígena. Pombo; Viaje a Lima, pág. 69. _______________
La palanca tiene de 12 a 15 pies de largo y en el extremo inferior tiene amarrada una horqueta, de 8 ó 9 pies de largo. Esta se rompe con frecuencia; por eso hay siempre provisión de ellas en el champán. La gente cree que el hierro es demasiado pesado! Un vehículo más grande, con piso no plano sino curvado (como la Piragua) es llamado bote; estos llevan 200 cargas. La amplitud del río en Barranca Vieja es de 901 metros. De acuerdo a eso, calculo en Barranca Nueva una amplitud de 700, y entre San Agustín de Plagas y Santa Martica unos 1.200 metros sin islas¡
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Sobre los Bogas y Remeros Puesto que los bogas apoyan la palanca contra el pecho arriba de las tetillas, todos tienen allí una terrible callosidad, y no utilizan plastrones de cuero hasta cuando (lo que es muy raro), les aparecen heridas. Por suerte los hombres tienen poca predisposición al cáncer del pecho. Los remeros son zambos, pocas veces indios y van desnudos a excepción de guayuco; de fuerza hercúlea. Es muy pintoresco cuando estas figuras bronceadas de fuerza atlética, avanzan poderosamente apoyados en la palanca. La forma como se les hincha cada vez la vena yugular, como chorrean sudor diariamente durante 18 horas en un clima cálido, ardiente, en la cuenca de un río en el que casi nunca sopla un airecillo bienhechor que mueva los hojas. A pesar de lo admirable de esta demostración de fuerza humana, yo hubiera deseado admirarla por menos tiempo. No es que estos hombres despertaran compasión, pues aunque mal pagados (la comida y un sueldo de 1 ½ real de plata diarios) son hombres libres, y al tiempo muy insolentes, indómitos y alegres. Su eterna alegría, su buena nutrición ... todo esto disminuye el sentimiento de compasión. Pero lo más enojoso es la bárbara, lujuriosa, ululante y rabiosa gritería, a veces lastimera, a veces jubilosa, otras veces con expresiones blasfemantes, por medio de las cuales estos hombres buscan desahogar el esfuerzo muscular. Sobre este punto pueden realizarse aquí observaciones psicológicas no poco interesantes. Como todo esfuerzo muscular grande descompone más aire en el pulmón, que durante el reposo. El movimiento muscular es un proceso de oxidación en el que se produce agua, ácidos... (Ver mi libro sobre los nervios, Parte 2). Para aspirar más aire en los pulmones, es también necesario expeler más aire viciado. Por eso en el trabajo pesado son muy naturales los quejidos y la emisión de sonidos. Si el trabajo (esfuerzo) tiene cierta cadencia regular, (tala, perforación en minería, halar de las velas los marinos), se añade un factor psicológico. El placer por la cadencia hace que los tonos sean expresados en una forma más determinada, Hau, Hau... Ham, Ham... Halle, Halle... Si se agrega todo lo imaginable, el inarticulado tono se convierte en canto y aún diálogo. Así, mientras más pesado sea el trabajo, más rabiosa será la gritería que harán los bogas, en la que la cadencia se verá a veces afectada por el capricho. Ellos comienzan con un silbante has, has, has y terminan con prolijas blasfemias. Sobre todo, cada arbusto de la orilla que pueden alcanzar con la palanca es saludado en la forma más descortés, o el Has se convierte bien pronto en un mugiente alboroto, en un juramento... El estruendo que se oye ininterrumpidamente durante 35 días hasta llegar a Santa Fé es tan molesto como el pisoteo de los remeros sobre el toldo, que pisan tan fuertemente que a menudo amenazan traspasarlo. Nuestros perros necesitaron muchos días para acostumbrarse a este descomunal estruendo. Sus ladridos y sus aullidos aumentaban el escándalo. A todo esto, el movimiento es muy desigual. El Champán
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nunca escolla ni se balancea como nuestras piraguas en el Orinoco, pero brinca como un coche muy cargado pues se siente el irregular movimiento de la palanca y porque a causa de la cercanía de la ribera, choca siempre contra árboles y raíces. La “pagaya” que es el canalete indígena sólo es utilizada por la gente en caso de emergencia, cuando la profundidad del río no permite la utilización de la palanca, o cuando cruzan hacia la otra orilla, buscando corrientes menores. También reman con el canalete corriente abajo, aun cuando raras veces, pues los bogas prefieren abandonarse a la corriente del río en cuyo centro navegan entonces. __________________ Cerca de San Gil, Girón y el Socorro los hombres más industrializados cultivan y tejen en algodón, 30.000 Ct., (I C. son aquí de 22 a 30 piastras), son exportados de esta región a través de Mompós y Cartagena, esta cantidad y seguramente más es tejida en el país. Durante la remada, los bogas se nos han caído desde el toldo en el agua, varias veces. Uno presta poca atención a estos accidentes, y el caído nada contra la corriente hacia el champán. El accidente no esté exento de peligros a causa de los cocodrilos que con frecuencia siguen al champán atraídos por el olor del tasajo (carne cecina). Cacao. En el Magdalena más arriba de Mompós y el Banco, pero ahora menos, pues desde la expulsión de los Jesuitas esta rama de la industria ha disminuido mucho, y sus haciendas se han convertido en ruinas. Aquí se cultiva (como también en Valencia en España ahora) Arachis hypogea, (Mani) cuya almendra tostada es comida como chocolate. Los bogas están muy expuestos a picaduras de culebra, ya que por lo regular no están a más de 3 palmos de distancia de la ribera. La culebra, que tiene sus cuevas en la orilla se ve molestada por la palanca y salta irritada sobre los remeros. ________________
Durante un periodo del año, desde junio hasta septiembre, cuando el Orinoco está crecido y no sopla brisa, el navegar corriente arriba desde Guayana hasta San Fernando de Apure y Barinas, es tan fatigoso, impius labor, como la subida del río de la Magdalena. Entonces se necesitan hasta Barinas de 3 a 4 meses, cuando corriente abajo, si se navega seguido, se necesitan de 20 a 25 días. Entonces buscan los sitios donde el río sale y la corriente es menos rauda fuera del propio lecho, para poder ayudarse con la palanca, pero esta es por lo regular demasiado débil y entonces un remero se lanza al agua desafiando a los cocodrilos, y nada, sosteniendo en la boca una cuerda, hasta un tronco delgado que la corriente ha arrastrado y que se ha enterrado en la arena... La cuerda es amarrada a este tronco y así son halados piragua o bote (en el bajo Orinoco hay unos grandes que son llamados bergantín) corriente arriba. La cuerda se rompe con frecuencia en esta peligrosa maniobra y sólo se adelantan 1.000 pasos en un día. Durante esta época del año es pues, el trabajo en el Orinoco aún más fatigante que en el Magdalena, pero el período sólo dura unos pocos meses. Desde noviembre hasta mayo soplan los vientos del Este, y la amplitud del río permite navegar corriente arriba a la vela. Por el contrario, en el río Magdalena cuya dirección es sur-norte, nunca sopla la brisa. Durante todo el año hay que impulsarse corriente arriba con la palanca. _______________
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Es sorprendente que este trabajo del río en lugar de afectar la salud, robustece. Todos los remeros son de una fuerza hercúlea, comen enormemente, siempre están de buen humor y tiene el pecho arqueado, muy ancho y bien desarrollado. El eterno gritar, y el respirar profundo durante el apoyarse en los remos, en 20 años de trabajo ininterrumpido, hace que los pulmones de estos hombres se ensanchen admirablemente, las costillas se vuelven más ágiles y el esternón más suelto... Yo opinaría que un anatomista podría diferenciar el aparato respiratorio de un remero del río Magdalena de cualquier otro individuo. El boga va completamente desnudo, tiene los pies siempre húmedos (continuamente se lava y se humedece la parte de la cubierta donde pisan, para sacar la tierra y las ramas que caen de la orilla...) El boga trabaja desde las 5 de la mañana hasta las 6 de la tarde, de lo cual se descuentan 5/4 de hora para el desayuno y ½ para el almuerzo. La mayoría pasa la noche sin dormir, en lugares donde los mosquitos son abundantes y muy venenosos. (Pinto, Chilloa, Tamalameque...) Puesto que ellos se beben todo el sueldo ganado y pagado por anticipado antes del inicio del viaje, sólo los más ordenados y los más ahorrativos tienen un toldo, una especie de talego, o carpa. Se tiende una cuerda de árbol a árbol a 2 pies del suelo. A esta cuerda está amarrado un saco, que sólo está abierto a todo lo largo por un lado. Debajo de este saco se acuesta el boga sobre una estera de paja. El borde del saco se mete en todas partes debajo de la estera; la parte superior del saco se estira dentro con 1 estaca de madera. Una invención muy significativa: el toldo forma un tonel de lienzo. Pero la mayoría de los bogas yacen desnudos sobre el suelo, a merced de los zancudos ávidos de sangre. _______________
Cualquier trabajo que esté relacionado con una forma de vida errante y vagabunda encuentra hombres que lo prefieren más fácilmente y con menor resistencia. Por ejemplo, la vida de marinos, de soldados... Un remero gana en 40 días apenas 12 pesos. Hay qué pagarles por adelantado en Mompós y darles 3 días después de la paga, con el pretexto de que tienen que mandarse hacer una camisa y un pantalón para el viaje. Estos días los emplean en beberse el dinero, y antes de que se hayan gastado todo, recoge uno sus bogas (rara vez, después de 4 ó 7 días de espera). Mejor sería si se mezclara la policía en el trabajo del barco o se pagara la mitad del dinero en Honda. Uno es esclavo de sus remeros. El panorama que se disfruta desde Barranca hasta Mompós es relativamente monótono. El lecho del río no es vadeable como en el Orinoco, donde se goza del amplio panorama de la selva y donde se ve a las fieras salvajes acercarse a beber detrás de los breñales de sauces. Aquí la ribera tiene unos 15 ó 18 pies de altura formando una pared de Letten o de arenisca, sobre la que hay altos sauces, bellas mimosas... Aquí y allá un pueblito como Santa Ana, con palmas pintorescas; por la mañana el fresco verdor de la ribera, especialmente en las islas, siempre sonriendo y alegrando a los hombres, pero en total monótono y de ninguna manera grandioso, como el Orinoco en las cataratas o a la vista de Duida. Por la noche y aún en el día, zancudos rabiosos, (Tempraneros), color castaño oscuro. Mosquitos con anillos blancos en las patas, llenos de venenos febríferos. La misma familia que hace inhóspites todos los ríos en el trópico. Los verdaderos mosquitos, las pequeñas moscas del Orinoco, no las vimos nunca. ¿Dónde es mayor la plaga? A mí me parece que uno pasa el día más tranquilo en el Magdalena, y la noche más tranquilo en el Orinoco. Aquí se puede escribir. Por mucho, lo pica a uno de vez en cuando un zancudo, pero en el Orinoco (Sanborja, Maipure, Esmeralda, Casiquiare) nos fue imposible, excepto al pie del horno de las chozas indígenas, disecar una flor o dibujarla. Los mosquitos, (pequeñas moscas), llenan allí el aire y dejan
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pequeñas ronchas con un punto negro en el centro. Pero de noche hay aquí muchos muchísimos más que en el Orinoco. Las noches fueron hasta ahora muy desfavorables para observaciones astronómicas. Por lo general, nublado y tormentas hacia el sur, especialmente un 10’ antes de que entre la culminación del a de la Cruz austral. En vano esperé con frecuencia a y b del Centauro. Los zancudos me llenaron de picaduras los miembros, yo esperé inútilmente y no vi nada. Y con todo esto, uno debe permanecer de buen humor. El hecho de que continuamente haya tormenta en el Sur (aquí, en Cumaná, Esmeralda, Rionegro...) precisamente allí donde las más grandes y las más claras estrellas invitan a la observación, es fatal para el astrónomo. _______________ En Mompós, inclinación magnética cara al Este 87°, 60’. Oeste 37°, 40’ Oscilaciones por minuto 13,1. Antes en Mompós altura barométrica 326,7 líneas, en el mar alrededor de las 2 de la tarde luego 338 líneas, es decir Mompós 140 toesas sobre el mar. En Mompós 14.000 habitantes. _______________
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Llegada a Mompox El 25 de abril llegamos a Mompós, la villa de Santa Cruz de Mompós, y allí * permanecimos hasta el 5 de mayo, hasta disponer de nuevo champán, bogas y alimentos. Mompós es una ciudad bien construida, una villa aproximadamente con 14.000 habitantes. Su posición junto al río la hace muy apta para el comercio hacia el interior y hacia el exterior. Aquí se hacen tantos negocios, si no más que en Cartagena, pues los comerciantes realizan en Mompós grandes contrabandos con Jamaica y Curazao a través de Santa Marta. Importación de artículos ingleses y exportación de artículos de algodón de Socorro, San Gil, Girón; y también de oro de Guamocó, viejas minas, (oro lavado), que con gran suerte e industria fueron nuevamente recuperados hace 6 u 8 años (*). Mompós abastece de productos todo el interior del reino, y especialmente queda muy bien situado para la pobre provincia de Antioquia, a la cual, (ya sea sobre Pinto o a través del Caño de Loba), se llega por el río Cauca. Mompós está junto al río, arquitectura de casas bajas, parecido a Cumaná, calles regulares, hermosas plazas cuadradas, muchas iglesias, 3 conventos, entre los cuales el San Juan de Dios, con asistencia de enfermos, es muy útil. Al lado del río un hermoso paseo, la Alvarada, un muelle parcialmente sembrado de naranjos y ceibas, en la ciudad, más de 2.400 pies de París de longitud. El río dividido en 2 brazos por una isla. Excelentes frutas, Achras, Mammea, Melones, e incluso uvas; también plantaciones de azúcar en los alrededores. Al sur de Mompós sólida calcárea fétida negra-grisosa, sin petrificaciones, en Morrocoyo; pero todo anuncia ya la cercanía de la montaña originaria. * Comercio del oro. (falta texto) Considerable (falta texto) busca mucho (falta texto) 7-8 (falta texto), visto, cada uno con un valor de 1.000 piastras. Las principales minas de oro son en su orden. Cáceres, Zaragoza y Guamocó, especialmente la primera, el oro muy fino en laminitas, aunque pedazos aislados esquinados con espesor de 2 a 3 líneas. Se da dinero por adelantado a los propietarios pobres de minas, y éstos pagan con oro en polvo... Comúnmente se compra oro de 20 a 21 quilates que representan 2 pesos de castellano de oro (de donde 1=100 castellanos). Después de pagarle al rey un tributo de 3 p.C. y de pagar los costos de barniz, se ganan 12 p.C. netos, y el oro de más de 21 quilates representa de 16 a 18 p. C., y puesto que la operación puede repetirse en 1 año de 6 a 7 veces, ya que no corre ningún peligro, y uno está seguro de poder cambiar granos de oro por oro acuñado; este negocio en el que se pueden ganar de 70 a 80 p.C. anuales, es pues, más lucrativo que el comercio de contrabando con ropa (telas) que con frecuencia se queda sin ser vendida, o difícilmente es vendida en efectivo. En todo el reino se compra 1 castellano 2 pesos por... así como a 19 quilates por el de Antioquia. Sólo del oro de Marmato se compra 1- ½ castellanos de 2 pesos fuertes, debido a los 15 quilates.
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La ciudad empedrada con granito, gneis y micacita, todo lleno de persulfuro de hierro que contiene oro. Toda la sierra de la provincia de Antioquia es granito, gneis... Cerca de Mompós, especialmente en el Banco, excelente Letten y Bol. Yo vi crisol, muy mal amasado, secado en el sol, en el cual se fundía oro y plata 6 y 7 veces. Don Ramón del Corral posee al extremo sur de la ciudad una fábrica de alfarería. Se trabaja despacio y mal con esclavos! Es corriente que a las vasijas, en las cuales se enfría el agua por la noche, se les pone barniz. Poca evaporación. Horno redondo cilíndrico de 8 a 9 pies de altura para poner al fuego sin parrilla; la llama entra al horno a través de arcos. En el Banco en Neiva... la misma voluptuosidad de las mujeres que observamos, entre los niños, cerca de comer Letten aromático y húmedo. Por esto se vuelven barrigones y se enferman. Singular voluptuosidad, y costumbres, (Otomacos), en un clima en el que la naturaleza produce la materia orgánica comestible en tan enorme cantidad! En general, yo me asombro de lo rica en excelentes clases de arcilla que es toda América. Con tan mala manipulación, sin purificación, sin horno, en todas partes, se ve entre los indígenas la más hermosa loza, platos de fayenza, tinajas para jugos fermentados de maíz, Iatropha (Yuca); jugo de palmas, azúcar, (aquí todo produce vino); de 5 pies de altura y 3 pies de ancho. En la Mancha se hacen vajillas de barro apenas un poco mejores. Mompós es uno de los sitios más calientes de América En las calles el majestuoso y monstruoso tronco de Bombax piramidalis foliis quinquelobis, balso (cuya madera sirve para afilar el cuchillo del barbero), por todas partes aromáticos árboles de Plumeria obtusa, Plumeria alba, cuyas flores con aroma de naranja son utilizadas en las procesiones por canastadas. Además, los zancudos aportan lo suyo por el acaloramiento de la piel y de la sangre. Como nuestra vivienda quedaba en La Alvarada, nos devoraban día y noche. A esto se añadía el olor a cocodrilo. Había tantos en el río, y se acercaban tanto al muelle por la noche, de 7 a 8, (pues las muchachas sacaban agua y él siento el olor de carne humana), que a las habitaciones llegaba al insoportable olor a almizcle. A veces uno cree que el cocodrilo está en la habitación contigua. Así de fuerte es su hedor. A pesar del calor y de los mosquitos, (ellos pican a través de 4 pantalones de algodón, yo hice la prueba..), trabajé mucho en Mompós. Hermosas plantas, especialmente la mimosa flotante en el tejar, y (Neplumia) muy excitable, parece un prado viviente; rajé 12 o 14 cocodrilos jóvenes, estudié su anatomía, dibujé y principalmente hice análisis sobre la respiración del cocodrilo, análisis realizados muy cuidadosamente. (Continuación) _______________ También Mompós Cica (chicharra) _______________
Mompós. Ya he mencionado arriba el espantoso calor de este lugar. Pero la sensación de este calor es mucho más fuerte de lo que permite suponer el nivel del termómetro. La causa de este fenómeno es la irritación de la piel por la enorme cantidad de mosquitos. Yo creo que un invierno ruso podría reducir estos animales al silencio. Cuando uno tiene todas las partes de la piel heridas y llenas de veneno de mosquito, (que inoculan los animales), la irritación de la piel aumenta en forma tal que uno se vuelve mucho más
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sensible a la penetración del calor del sol. Además el aire de Mompós parece ser rico en aterradores miasmas. Todos Los que navegan por el río, fundamentalmente los medio enfermos se sienten más enfermos en Mompós. La gran humedad, una ciudad populosa, a 8 pies del río; un valle en el que casi nunca sopla un airecito; el agua llena de cocodrilos, la atmósfera llena de mosquitos, la ciudad rodeada por todos los lados de ciénagas medio secas de los ríos Cicuco, Perico, Caño de Loba: una vegetación tupida, sustancia orgánica de descomposición. También reinan las fiebres después de los desbordamientos de los ríos Magdalena y Cauca, cuando con una humedad media, (demasiada y muy poca humedad impiden la descomposición), empieza el proceso de descomposición de la sustancia orgánica, cuando la tierra húmeda descompone el aire, disminuye la fuerza de atracción entre el oxígeno y el nitrógeno, la cual mantiene a ambos unidos en la mezcla atmosférica, y cada uno de estos poderosos elementos que traen la vida y la muerte, permite que se inicien las nuevas combinaciones con el hidrógeno y el carbono... Por medio de la prueba eudiométrica, con cielo azul, nunca encontré menos de 0.274, la mayoría de las veces 0.269 y 0.260 de oxígeno. Pero las pruebas fueron pocas y la cantidad de oxígeno no indica la existencia de miasmas. El convento jesuita que está casi en ruinas, será ahora reconstruido con un fin útil. Un hombre rico y bien intencionado, Don Pedro Pinillos, sacrifica 40.000 piastras para levantar una casa de trabajo en el convento de Mompós. El ha puesto como condición que la gobernación no debe mezclarse en nada hasta que el plan esté realizado.
_______________ Pero a un profesor y un discurso. Seman, II. pág. 381. Don Pedro Pinillos, el Colegio en Mompós o en el templado Ocaña. Ver Seman 1, pág. 3. Apenas el Cauca desemboca en el Magdalena no hay más bocio, será por causa del vinagre. Ninguno en Cauca. Seman, I. p. 263-4. Qué poco ha cambiado la declinación magnética desde Bouguer. Figura de la tierra, pág. LXXXII. Así Jamaica. El río nunca sube más de 13 pies, Bouguer, pág. LXXXIX. ________________
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De Mompox a Honda El 6 de mayo queríamos salir de Mompós. Todos los remeros estaban reunidos. Tan pronto vieron que queríamos subir al champán, recordaron que todavía no se habían bebido todo el sueldo que se les había adelantado, 8 de ellos se largaron y nosotros pernoctamos en el rancho del ladrillo, a un cuarto de milla de la ciudad. Una de las más venenosas y de las más osadas serpientes, la pequeña coral, cayó por casualidad entre nuestras camas. Ella trató de esconderse debajo de las almohadas. El ruido la puso furiosa. Saltó sobre los que la perseguían y sólo la habilidad con que los indígenas la arrojaban lejos de sí, hizo que no mordiera a nadie. Estos incidentes son inquietantes, pero muy comunes; de allí que yo los mencione raras veces en este diario y en el de Río Negro. Aquí se conocen tan bien los antídotos, y la naturaleza es tan rica en ellos, que en total, muy pocos hombres mueren por mordedura de una culebra, sólo aquellos que no saben utilizar con suficiente rapidez el remedio. Por ejemplo, en el Chocó (la región más húmeda, más caliente y por lo tanto más rica en culebras), han sido encontrados frecuentemente en el camino, viajeros, indios y negros, muertos por estas mordeduras; con frecuencia encontraron también hombre y culebra muertos, pues aquel se había defendido ya moribundo. La mayoría de las picaduras de culebra, especialmente las del pecho, (cuando la serpiente cae de un árbol), hace perder el conocimiento, y la culebra se dispone entonces a matar a su enemigo. De Mompós hacia arriba, el paisaje que se disfruta desde el río es más variado, más verde y agradable. Las riberas son menos altas en largos trechos y el panorama está entonces menos restringido. La región está construida a la manera de las colonias españolas, bastante cultivada en comparación con el Orinoco. Se ven muchísimas casas y plantaciones aisladas junto a la ribera. La vegetación aumenta a cada paso a partir del 9. grado de latitud. Desde Munchiques hacia arriba es realmente muy bello. El río forma apacibles islas, cubiertas unas veces con altos y espesos árboles de grueso follaje cual bosque flotante, otras veces coronadas de aislados sauces de tiernas hojas, brindando una pradera de juncos. Estas islas de Sauces son en verdad, de una gran belleza y una ventaja del río Magdalena, pues esta especie arbórea, este Salix, falta en el Orinoco y Rionegro. Este sauce tiene ramas que cuelgan casi como Salix babilonica, pero sólo las ramas jóvenes, no las más viejas, están inclinadas. Su hoja es siempre delgada y de verde más claro y delicado. Están diseminados en pequeños grupos, no muy apretados sobre llanos húmedos ricos en cañas; casi nunca tienen más de 12 a 15 pies de altura y contrastan agradablemente frente a la ribera de bosque denso. Estos bosques tienen un carácter grandioso, solemne y severo, por la fastuosidad y cantidad de vegetación, por la
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dimensión del gigantesco Bombax, Anacardio caracolí, Ficus indica... Este carácter es, en general propio de las regiones cercanas al Ecuador, desde 0° hasta 9° de latitud. La legión de plantas trepadoras, las grandes hojas poco complicadas de las heliconias, cañagria, que cubren el suelo, llenan, por decirlo así, todos los espacios intermedios. A los animales más grandes les falta espacio para moverse, pues las plantas lo llenan todo. En Casiquiare los tigres aúllan desde los árboles. Esta es la casa de los animales de la clase de los monos y de las aves que viven eternamente sobre los árboles y no conocen el suelo en que éstos están arraigados. Allí donde la materia orgánica encuentra un espacio allí se extiende (Goethe, Metamorfosis) y estimulada continuamente por la luz solar y el calor húmedo, sólo condiciones internas, (fruto y flor), ponen término a esta expansión orgánica. Pero precisamente esta visión de plenitud, este gigantismo de las formas, esta falta de lugares claros, esta medrosa oscuridad impenetrable que causa aquellos techos de follaje, trae al espíritu serias y escalofriantes emociones. A esta región del trópico le falta el amable carácter de nuestros praderas alemanas, de nuestras campiñas nórdicas. Nosotros anhelamos casi un curso de ideas más ligero, una naturaleza menos grandiosa, menos solemne y menos rica. De allí la bienhechora impresión que hace a nuestro ánimo una isla de sauces, una ribera llena de arbustos de mimosa pequeños y de hojas delicadas, una pradera de hierba cubierta de palmos y tamarindos aislados. Sobre todo los sauces, una forma nativa tan fielmente repetida como si fueran sauces de la ribera del Oder o del Sena. La naturaleza que dio a los hombres un espíritu inquieto y una fiebre intermitente de emigrar sin descanso de una zona a otra, la naturaleza ha mezclado la forma de las plantas tan amorosamente, que en cada región, una hoja, una flor, un fruto, recuerdan al extranjero su lejana patria. Qué agradable es esta remembranza, con cuánto gusto escucha el hombre cada voz de la naturaleza, se reconoce incluso en los hombres que los agricultores del norte han dado en todo el sur a los productos desconocidos para ellos. Los europeos han encontrado en todas partes ciruelas, cerezas, aceitunas, manzanas... El más lejano parecido de las plantas del trópico con las plantas de la patria ha sido captado por ellos. El danés ve en todas partes abedules, abetos, sauces, y robles; el español olivos y algarrobos (Ceratonia silliqua); a cada uno se le aparece en todas partes el cuadro de su patria ante los ojos. Para llenar la fantasía con sueños agradables, el recién llegado da el nombre de su ciudad natal al nuevo lugar de su residencia. Ríos, lagos y montañas, todo el ambiente es saludado con nombres de la patria. Cada colina de Cataluña y de Vizcaya, cada vega de Andalucía tiene su nombre hermano en ambas Indias. Así los vástagos de aquellos pueblos, que una vez asombraron al mundo con sus descubrimientos, españoles y portugueses, tienen la ventaja de encontrar en ambas Indias no sólo su idioma y conciudadanos, sino también recuerdos de los productos y de las relaciones locales de su patria. _______________ Raya sangradora (Rocher jaune) _______________ Hasta Badillo se encuentra a cada singladura (cada 6-7 leguas) un pueblo y además muchas casas, estancias y conucos aislados. _______________ Desde el nacimiento del Orinoco, desde la estruendosa caída del Caroni hasta el lejano Ventuari, desde Guainia hasta el Marañón rodeado de bosques, un techo de follaje ligado cubre (en el verdadero sentido de la palabra) el suelo. Así como en el norte frío las masas de hielo, formando puentes, unen por encima del océano insondable, países lejanos, así los árboles selváticos atienden sus ramas la una
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hacia la otra en el amistado mundo de las palmas y forma arriba en los aires un segundo tapiz de copa a copa tejida tupidamente, adornada con variadas flores y frutos. ________________
Más arriba del Caño de Loba, es decir, más arriba del punto en que el río Magdalena se divide en 2 brazos, de donde uno, el más angosto (Caño de Loba), nuevamente dividido, va a caer en el río Perico y en río Cauca, más arriba de este punto, aumenta sorprendentemente la cantidad de vegetación, especialmente allí donde el río se divide en varios brazos, como en un brazuelo de Batallez y en Rioviejo hacia Morrocoy. Una espesa pared de follaje acompaña al río y uno recuerda aquí inconscientemente la solitaria ribera del Casiquiare, en la que la vegetación impide el desembarco. Un bello ornato de esta región es la palma de vino que crece salvaje en grandes cantidades más arriba del Peñón y que rompe agradablemente el verde oscuro de los árboles frondosos. La misma palma que habíamos descrito en el Sinú, foliis pinnatis, Cocos butyracea (ver la Botánica MSS, Tomo III, n. u. Diario de mi viaje de Batabanó a Cartagena, pág...). El tamaño de esta palma tiene la hermosura propia de las palmas de coco jóvenes, el tronco bajo, corto y grueso y una alta copa enormemente frondosa. El follaje rizado, algo herbáceo y las ramas frondosas, extendiéndose en ángulo agudo; solo la punta superior arqueada, empenachada, como cola de avestruz. Esta palma, para ser palma, crece demasiado rápido. En Batallez vimos una de gran belleza que tenía 18 años. La copa sombreaba un espacio de 88 pies de diámetro y el alto tronco, de unos 40 pies, tenía 15 pies de alto. A la numerosa familia que había levantado su cabaña de cañas de bambú debajo de esta palma autofecundada, le servía este árbol como todo un viñedo. La madre me dijo que la palma se ve todo el año, como ahora, cargada de racimos. Un racimo de estos pesa de 20 a 30 libras y allí están apretujados muchos miles de frutos. “Yo vendo vino de palma (exprimida la fruta, el jugo fermenta) a los remeros que se detienen aquí, mis hijos comen todos los días de las frutas y nunca tengo que temer que a las aves salvajes no les queda su parte”. De donde el suelo favorece el excepcional crecimiento, la palma de uva se eleva (es decir raras veces entre Morales y Badillo) a una altura de 60 a 70 pies. También hay mucho corozo con cuyos frutos ceban los cerdos. (Un marrano gordo cuesta 8 piastras en Badillo)
________________ Entre los idiomas europeos aquel que es menos conocido en Europa, es hablado por el mayor número de personas. Ninguna, absolutamente ninguna lengua, sin exceptuar el árabe y el chino, está tan extendida en un área espacial tan desmesurada desde Nueva Galicia y California hasta Cabo de Hornos, Filipinas y Molucas, como la castellana. Si a esto se agrega, corno se puede agregar, el idioma portugués como un dialecto del castellano (en realidad es menos diferente del castellano que el catalán y el valenciano), entonces se pueden sumar como territorios de habla española, toda la India Oriental, Persia y el mundo de las Islas Asiáticas en las cuales el portugués es el idioma comercial y de negocios. Junto al español, el inglés es la lengua más extendida, la mayor parte de Norteamérica y las Islas de las Indias Occidentales, Bengala y Orisa, la costa de Madras. Si la nación española adquiere alguna vez libertad política y formación intelectual, la extensión del idioma de la nación le dará una gran ventaja sobre los otros
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países europeos. En América del Sur esto será especialmente notorio. Lo que se imprime en México puede ser leído en Caracas, Lima, Buenos Aires y Manila. Qué facilidad para la difusión de ideas y sentimientos! _________________
Considero de mucha importancia para la Geografía de las plantas registrar las más comunes de todos los lugares. Las más subrayadas son las más frecuentes, así puede hacerse fácilmente sensible el grado de abundancia (extensión). La Latta en forma de abanico, a veces de 18 pies de altura, en grupos. Salix pero apenas al sur de Minchiqueo, nunca en grupo Sauzo, el Monoccest sólo abundante y más frecuente que el Salix al norte de Mompós, en grupos. Bacharis especialmente frecuente al sur de Morales, el más agrupado, con pequeños olivos. La Cassia de hoja grande, La Mimosa, una sensible, espinosa, foliada recompuesta pinnatis, flosculis capitato-globosis rubris. Todas estas aún sobre riberas de arenas, playas. Heliconia Bihai, en grupos, barranca; Heliconia hirsuta sobre las riberas altas. Cañagria; Cecropia peltata debajo de todos los árboles de vegetación más fresca, la más abundante. Cogollos (folia 9-12 muy ricos en hojas) tronco bajo, es decir, totalmente contrario a la naturaleza del árbol. La causa es la falta de hormigas Ata. Debido a la humedad la superficie inferior de las hojas es casi verde, al contrario del bellísimo color blanco como la nieve y mucho más brillante de las de la isla de Cuba, en el Sitio de los Molinos junto a Caño de la Chorrera, donde el río cava solpas... Bombax septenatum aculeatum; Bombas Ceiba; Ficus indica de gran belleza; Anacardium Caracoli raras veces, pero colosal; Hypomane biglandulosa; Theobroma; Guacima Species de Hibiscus con flor como nuestra mata de rosa; Mimosa Carita de copa alta, cuyas ramas se extienden a menudo unos 50 pies sobre la superficie del agua. Piper como especie arbórea; Mimosa lnga; Quasia amara raras veces. Bonpland halló este hermoso árbol florecido algo más al sur de Rioviejo. La corteza de las ramas y de las raíces y los frutos de un amargo rabioso, conocido aquí como “contraculebra”. Aquí vimos por vez primera el tan deseado árbol. Así nos favoreció la casualidad. En la provincia de Caracas llaman a la Quassia amara (o según Aublet probablemente a especies cercanamente emparentadas), Simaruba, venden la almendra aromática del Jape bajo el nombre de fruta de Simaruba (para perfumar la ropa y para imitar el licor de Madame Anfous). En Carichana donde crece el Jape en grandes cantidades, nos dimos cuenta de que el Jape no es una Cuasia y de que la verdadera Simaruba no crece en ningún sitio del Orinoco, sino solamente en el río Caurá. En Uruará estuvimos casi decididos (mayo 1800) a no pasar de largo por la boca del Caurá, sino a visitar las primeras misiones para ver la Cuasia.
________________ El Marañón tiene una anchura según La Condamine cerca del río Chuchunga de 185 toesas; al Este de Coarí 1.200 toesas. Idem cerca del Río Negro. La estrechura de Pongo de Manzerieche tiene 25 toesas de ancho y 2 leguas de largo; los barcos la pasan en 57’ así pues la celeridad del río es de... en un segundo. Relación del Viaje a la América meridional. Tomo II, 883. La Condamine (Loco citato 880 dice que el Caquetá nace cerca de Mocoa, (Jurisdicción de Almaguer), y se divide en dos brazos de los cuales el occidental, el Yapurá va a Noroña y el oriental se sub-divide en dos brazos de los cuales uno va al Orinoco y el otro forma el Rionegro. ¿Por qué en San Carlos del Rionegro no se ve nada de todo eso? Allí se cree que las fuentes del lnírida y del Rionegro están cercanas sin comunicación.
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El barco de que la Condamine dice que va al Orinoco ¿será el lnírida? Ver su Memoria en el libro azul. _______________ Compárese con el del Oder. Oyenhausen. _______________
Sólo el temor ante las terribles fiebres palúdicas que atacan en este valle insalubre a todos los europeos, y a casi todo hombre que no sea negro, por lo cual se han levantado allí aldeas de negros, hizo que abandonáramos nuestra decisión. Así es como con frecuencia uno hace largos rodeos llenos de peligros para analizar productos que uno luego encuentra casualmente en su camino, donde menos lo sospechaba. El Palo Maria asediado por una especie terrible de hormigas, propias de él; de pocas hojas (llamado aquí Barba de Mono), Lecythis minor, agrupaciones de Convulvulus, Paullinia y otras cucurbitáceas que llenan todos los espacios. Paspalum, Cleome del tamaño de hombre; Palma de vino. Passiflorae, especialmente una de maravilloso color rojo púrpura. Gardenia, Mussaenda, olorosos Pancratium, la Hexandria palustre p. nos siguió desde Barrancha hasta Mompós: Mimosa Guama; la Leguminosa bipedalia comestible, de vaina larga. Ni un árbol Cavanillesia ni una Gustavia, y desde Cartagena absolutamente ninguna especie de Melastoma ni de Malpighia, que son tan comunes en Guayana, Orinoco, Rionegro, Caracas, Cumaná y aún en Cuba! En el río Magdalena, como en todos los lugares cuando uno se aleja del mar, no hay casi Cactus, pero en general, el género de los Cactus es más propio de las riberas del noreste de Sur-América que de las del noroeste. En los alrededores de Cartagena, donde, por lo demás, la vegetación es tan similar a la de Cumaná, Cariaco, Margarita, Barcelona y Portocabello, no se conoce el Cactus ni en las cantidades ni de grosor tal, que permita obtener almidón, del de Cumaná, Barcelona y Coro! Estando el Orinoco y el Magdalena en la misma latitud, sólo tienen en común la cantidad de Sauzo, aunque el primero tiene muchísimos mas árboles de Guama y Heliconia, Bombax. Todas las demás plantas nombradas faltan en el Orinoco, especialmente Baccharis, Cecropia, Latta... ¡Y qué diferentes mundo de palmas en el Orinoco! Desde el 4° de latitud en el Orinoco, Atabapo, Tuamini y Guainia es sorprendente cómo hacia el sur, casi todos los árboles tienen folia coriácea, allí hay muchos mirtos y plantas laureacéas, la Melastoma foliis coriaceis... Las pocas viviendas, las casas dispersas en el río Magdalena tienen en alto grado la belleza de todas las plantas del mundo tropical. En lugar de que en las zonas frías el hombre vuelva a la naturaleza monótona y desierta, destruye bosques, para ofrecer a la vista campos roturados y trigales (que sólo son pintorescos una parte del año), en los trópicos el hombre no impide el avance de la naturaleza, pues sólo necesita transformar un reducido espacio para satisfacer sus necesidades) sino que aún las plantas útiles aumentan el encanto del lugar. La delgada espiga de trigo que proporciona la sustancia alimenticia a los pueblos nórdicos, se hincha hasta parecer un retorcido racimo de bananos de color amarillo - dorado (Racemus spiraliter convolutus) El tupido tejido de las hojas de las gramíneas (Cereales), empalidecido por los escasos rayos de sol, se extiende aquí exhuberante en una superficie de hojas ralas, jugosas, color verde brillante que pueden cubrir a un hombre y que manan aire vital por mil poros. Los ribereños del Magdalena cultivan menos yuca (Jathropha Manihot), que los pueblos incluso indígenas salvajes, que habitan la selva) del Orinoco y Guainía. El casabe y la harina de mandioca son raros aquí. Todos viven de banano, fruta de palma, pescado y algo de maíz. La cercanía de las viviendas humanas se anuncia por las matas de plátano que son aquí mucho más bonitas porque en un aire nunca movido por el viento, las hojas
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desarrolladas conservan la belleza prístina que tenían cuando estaban enrolladas en la vaina. A lo largo de la costa, en las islas de la India Occidental y las Canarias, las hojas de plátano están siempre desflecadas y son sacudidas de un lado a otro por el viento; se pudren en el tronco como fermentadas, el hidrógeno escapa con el agua, se libera el carbono y las hojas se negrean. En los valles de los ríos del interior de Suramérica, por el contrario, donde nunca sopla el viento, en los ríos Orinoco, Magdalena y Guainia, al sur de las cataratas de Ature y Maipure, puede uno llegar a conocer por primera vez toda la belleza de una mata de plátano. En primer lugar hay alrededor de las viviendas un lugar despejado que uno anhela verdaderamente en la profusión de la vegetación del trópico en el que hay pequeños grupos de árboles útiles. Los ciruelos nativos, Spondias Mombin cargados de frutos oliváceos, con un tronco esponjado y a menudo postrado (siempre enano y ramificado cerca a la tierra) que contrasta frente a las hojas de raquis fino; Crescentia Cujete cargada con inmensas bayas; Achras Sapota en el que las hojas están apretadas en graciosos ramos; naranjos; Mamey (un colosal árbol lauráceo, cuyo fruto de gruesa cáscara une el aroma del ananás con el del melocotón) Chrysophyllum Caimito, la aromática Plumeria alba, Cocos nucifera muy fructífera en todos los lugares de aquí! En nuestros jardines ingleses las plantas no están agrupadas más pintorescamente que en está naturaleza india donde la casualidad las ha congregado. Desde Mompós hasta Badillo la región no está mal construída para ser del continente español. Chilloa, el Peñón, Banco, San Pedro, a donde llegamos de noche en medio de una terrible tormenta y donde a causa de la necesidad tuvimos qué ingeniamos faroles de papel y colgarlos en el champán, y sobre todo en Morales donde hay una hermosa y larga avenida de palmas de coco, son todos considerables pueblos de 300 a 600 habitantes. La gente se llama india, pero pocos son legítimos y puros como en el Orinoco; casi todos están mezclados con raza negra. Desgraciadamente casi todos estos pueblos están situados demasiado cerca del río, y a un nivel muy bajo, por lo cual se inundan a menudo y las plantaciones de maíz, que son sembradas corriente arriba lejos del pueblo, a la antigua manera indígena, son afectados con frecuencia. En el Peñón observamos un terrible ejemplo de tiranía del Corregidor, algo así como escribano del Palatinado. Esta ralea es semejante en todas las zonas. Una muchacha india estaba con los pies en el cepo y tenía los pies tan altos que le quedaba la espalda contra el suelo, y el cepo (que tenía los huecos del madero muy estrechos) le hinchó los pies. Todo el crimen consistió en que la pobre muchacha, al recoger agua, le dijo a su amiga que el Corregidor vivía en intimidad con su cocinera, lo que, por lo demás, era conocido de todo el pueblo. El Corregidor había viajado por la mañana, nadie sabia cuando regresaría, y antes de su regreso no podía pensarse en la liberación. Piensese en la situación de esta muchacha, expuesta a los mosquitos, desnuda en este clima ardiente, y sin poder valerse. Una india vieja, esposa del Capitán indígena, quemo estiércol cerca a la muchacha por compasión, para espantar un poco los mosquitos. Nuestro acompañante se ganó con dinero a la vieja y pusieron por la noche en libertad a la muchacha abriendo el cepo. La vieja prometió hacer todas las noches lo mismo hasta la llegada del Corregidor. Las casas todas de caña de bambú y la misma forma. (Geognosia). Cerca de Cartagena y Río Sinú nueva piedra caliza llena de madréporas. Debajo de esta en Turbaco pasando por Mahates, colinas de las altas sabanas de Tolú, formando las montañas de Maria... arenisca con roca férrica color castaño. Esta arenisca es visible en la ribera del río Magdalena hasta Tocomocho. Desde Mompós hasta el Banco no se ve ninguna roca sobresaliente, sólo capas de Letten. Las grandes inundaciones que han ocasionado las aguas en este bit, y acerca de los cuales aún atestiguan los brazos del Caño de Loba y Cicuco, parecen haber arrasado toda la roca. Pero los muchos granos estañosos de
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roca férrica que arroja el río en el Banco, confirman que aquí aún continúa aquella formación arenisca. En el Banco y en Caño de Loba los depósitos de Letten son de excelente calidad. Un par de cientos de toesas al sur de la iglesia del Banco están los yacimientos de Letten de donde los indígenas extraen el bol, cal férrica roja, que estos y los habitantes de Mompós utilizan como esmalte. Esta vajilla parece porcelana de tonelería. Este bol de hermoso color púrpura forma grupos de pequeños caminos de 3 a 4 líneas en el Letten blanco-grisoso, trazos brillantes de grano muy fino, de tierra fina que invitan a comerlo. Este bol lo comen grandes y chicos también en el Banco. En el Banco y en el Peñón hay mucho comercio de vajillas de barro pues en este clima caliente hay gran necesidad de agua, y el agua del río hay que dejarla asentar, ya que contiene mucha tierra en suspensión. Las ollas se cuecen colocando hogueras alrededor de las ollas y después de 2 ó 3 horas las retiran rápidamente. Desde el Peñón hacia el noroeste se tiene un magnífico panorama de la Sierra de Chiriguaná. Esta sierra parte de la Sierra Nevada de Santa Marta y se une más al sur con la Sierra de Ocaña. Las estribaciones de esta sierra parecen pertenecer a la formación de la estepa. Por lo menos la roca que forma el remolino (chorro) del Peñón, y toda la rocalla de las cercanías, están compuestos de verdadero esquisto porfídico de esquisto grueso, masa básica de fonolita de color verde - puerro, con muchos cristales de espato pasado vidrioso parecido al de Bilmerstein y al de Villa de Cura en el Valle del Orinoco.
Bosquejo de mano de Humboldt
_______________ En la isla de Cuba se saca gran provecho de los frutos de la palma real, con la que está adornada toda la parte occidental de la isla, para cebar cerdos. La raicilla era... (Psychotria y Calicocca. V. Pombo libro sobre Cartagena, pág. 81. Pelletier cree que la ipecacuana es la Calicocca spec. de Brotero, la ipecacuana... la Psychotria emetica que encontramos cerca de Badillo cultivada (quizás inculta) la Calicocca No. 1551 y cerca de Nare, salvaje, la Psychotria emetica No. 1649. Sinembargo bajo el mismo número con la Calicocca de Badillo se encuentra en el Herbario la Psychotria emetica Mutis había encontrado, y sin duda después de buenas investigaciones, que la raicilla era la Psychotria emetica. Nuestras plantas silvestres de Nare, bellos ejemplares están en flor e idénticas al bello dibujo que Mutis nos regaló. Hemos constatado pues, conjuntamente con Mutis, que se encuentran salvajes y cultivadas a la vez, en el Magdalena, la Psychotria emetica y la Calicocca. La Viola emetica, no vive también en Cartagena? Mutis cita la Viola parviflora; no entendí que distinga diferentes especies de raicilla; o si él se basa en la cosecha. Hay qué preguntarle. _______________
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Nada más terrible que la rapidez con que se agravan, pudren... las heridas en el valle del Magdalena. Nosotros tuvimos en el champán bogas que se rascaron una picada de mosquito, la herida no sangraba casi y tenía ½ línea de ancho, y a los 4 días estas heridas del tamaño de una pulgada infestaban nuestro bote con un hedor nauseabundo. En las pequeñas plantaciones de Cacao vimos hombres desgraciados que tenían largas heridas y ulceraciones de 18 a 20 pulgadas en las piernas; el pus corría hasta la tierra... Es esto propio del valle del Magdalena? En el Orinoco que es igualmente caliente y húmedo, no vimos nada parecido. Pero allí viven solamente indios que resisten mucho a todas las enfermedades de la piel. En el valle del Magdalena casi solo razas mezcladas. Las llagas, ulceraciones, son más espantosas al sur de Badillo. _________________ La roca sobresaliente va decreciendo irregularmente en imponentes capas de 3 a 4 pulgadas, generalmente erosionadas, con revestimientos de arcilla amarillo – grisosa, (como en el basalto), en el Sur, y en el Oriente, pero también hacia el Occidente y sobre los desprendimientos. También aparecen depósitos que no contienen casi ningún feldespato y en los que la fonolita adquiere un color verde azuloso. ¿No serán la colina cónica (debajo de San Pedro), el Cerro del Banco también esquisto porfídico? Tanto esto esquisto porfídico como la arenisca ambos asentados sobre granito, existen ya mas abajo del Banco, en el Peñón de Rosa, en pequeñas cimas de grano fino. En el Peñón hay también rocalla de granito con turmalina negra y granito de grano fino adherido. Algo más al Norte de Morales, en la embocadura del Cabo Morrocoyo en el río Magdalena hay roca fétida por lo que parece asentada sobre esquisto porfídico: roca fétida compacta, gris azulosa, a veces negro azulosa, aglomerada con pedazos aislados de espato calizo. Allí son raras las petrificaciones, aunque Bonpland encontró una Pretinita que nosotros tomamos por una Amonita y por eso la cincelamos cuidadosamente. Así pues hasta ahora aún no hemos visto ninguna Amonita en América. Yo sospecho que esta roca fétida pertenece a esquisto margoso bituminoso que aparece en los más antiguos estratos de piedra caliza (piedra calcárea), análoga a la de Cuchivano en Cumanacoa. Desde San Pedro el lecho del río ya no es de Lotten sino de arena de granito rica en mica. Entre 8° 20’ de latitud, el río Magdalena atraviesa una alta cordillera rica en oro. El forma un ancho valle entre la Sierra de Ocaña, donde aún viven Motilones indómitos y salvajes (uno ve esta sierra desde Regidor hacia el Este en la azul lejanía y la Sierra de San Lucar).
_______________ lndus angosto de 170 t. de largo en cablo [?] Bough. El phinstone, Bib. brit. 1816, Febrero, p. 146. _______________ Bocio. En Mompós, Honda, el bocio es común aún en los perros. _______________ Por fin encontré las amonitas en la montaña del Perú, 1832.
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Experiencias sobre la respiración del Cocodrilo La ferocidad, la enorme fuerza de este animal monstruoso no permito hacer experiencias sino sobre individuos muy jóvenes. Como un cocodrilo joven de 15-20 días ya está del todo formado en todas sus partes, las costumbres, la voracidad de los grandes, se debe creer que su respiración no es diferente de la de los animales más adultos. En los animales de sangre caliente los individuos jóvenes no difieren de los grandes sino en que descomponen mayor cantidad de aire. Puse el 8 de Mayo de 1801 (en Mompós) un caimán de 11 pulgadas de largo en contacto con 20 medidas de aire, (mi medida por el eudiómetro de Fontana tenía 0,7 pulgadas cúbicas). Vimos que aumentó la masa de este aire, se ahogó en el aire que él mismo había corrompido, pero el aparato se dañó y no pude analizar el aire. El animal se puso rígido mientras que yo vi morir a otros cocodrilos de muerte natural, que seguían muy flexibles. Esta experiencia me enseñó que para no mezclar el gas que el cocodrilo expira en un estado natural con el que desprende al morir (momento en el cual quizás el estómago mismo se vacía en rictus convulsivos) hace falta retirar al cocodrilo de su prisión desde que da señales de malestar o de respiración angustiosa. El 5 de Mayo até un cocodrilo de 15 a 16 días sobre un pedazo de bambú. Tenía el cuello y el pecho libres; no quedaba sostenido sino por las piernas y los brazos. El aire atmosférico contenía ese día 0,274 de oxígeno. Puse bajo una campana 1.000 partes de aire atmosférico, introduje al cocodrilo en una posición tal que toda su cabeza y el cuello estaba necesariamente por encima del agua. Coloqué el aparato al sol y vi desde ese momento que el animal se aquietaba y abría las fauces tal como lo hace en las playas. El movimiento de sus fauces, las narices semilunares, el tapón que se replegaba de tiempo en tiempo, todo probaba que la inspiración se hacía como de ordinario. Mas una hora después de que el cocodrilo había entrado bajo la campana daba signos de malestar, buscaba sumergir su cabeza bajo el agua para sustraerse a la influencia deletérea del gas que había producido él mismo; parecía optar por el recurso de las ranas que prefieren no respirar absolutamente nada o muy poco, a respirar un gas demasiado impuro. El cocodrilo disminuyó su respiración, pronto inclinó la cabeza, cerró los ojos, hizo movimientos convulsivos. Lo retiré aprisa del aparato hidroneumático, (una totuma), donde había estado 1 h 43’ en contacto con las mil partes de aire atmosférico. Devuelto al aire libre, abría la garganta y los ojos, volvió en si, las palpitaciones del corazón aumentaron, inspiraba mucho aire y su malignidad natural reapareció. Amenazó morderme luego que me acercaba a él, gritaba de rabia al pincharle la cola. Por pequeños que sean estos animales es menester tenerles siempre cuidado ya que tienen una fuerza enorme en la mandíbula y la cierran con una fuerza tan grande que
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presentándoles una caña para que muerdan más bien quedan suspendidos de los dientes de 3 a 4 pies de alto, que soltar la presa. ______________ Sobre la diferencia entre cocodrilo y caimán de Batabanó, ver mi Viaje de Cartagena. ______________
Medí el aire donde el cocodrilo había respirador durante 1 hora 43 minutos dejando descender a la misma temperatura de 20° de R. en la que las 1.000 partes habían sido introducidas bajo la campana. Se hallaron 1.124 partes; el aire había aumentado 124 partes en volumen, lo lavé con agua de cal preparada media hora de antemano y muy activa, se encontraban 0,07 de ácido carbónico pues la absorción aparente era de 0.05, el volumen había aumentado 0,02 al sacudir el agua de cal tal como yo lo encontré en las experiencias comparativas hechas con el aire atmosférico. Cada vez que uno no se sirve del antracómetro o del contacto de la sosa caústica expuesta soca, se debe tener en cuenta el aire que sale de los intersticios de un fluido cuando se lo sacude. Después de haber separado el gas carbónico analicé el resto por el gas nitroso. Este gas que había preparado con un ácido de fuerza conocida no contenía sino 0,05 de nitrógeno, de suerte que se pueden reducir las experiencias al cálculo que presenté en mi memoria sobre el gas nitroso mezclando 100 partes de gas nitroso a 100 partes del residuo de la campana. Quedaron en el eudiómetro de Fontana 165 partes. La misma experiencia repetida 3 veces dio 165, 166, 167. Este gas pues, no contenía sino 0.095 de oxigeno. Analicemos los resultados de estas experiencias. El aire con el cual entró el cocodrilo en contacto contenía: 0,274 de oxigeno 0.015 de ácido carbónico 0.711 nitrógeno 1.000
en otros 1.154 p. en total
Encontré en este aire (aumentado con 0,124 en volumen) 0.095 de oxígeno
a)
,095 carb.
0.070 de ácido carbónico
0,060 ox.
0.835 nitrógeno
0,855 nitr.
1.0 00
b)
0,082 carb. 0,076 oxi. 0,842 nitr.
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Así pues, cada 100 partes contenían estas sustancias en la proporción expuesta y el volumen que era de 1.124 partes se debe discriminar así:
en el residuo de 1.124 partes después de en las 1000 partes de aire en las cuales el que el Cocodrilo estuvo allí cocodrilo entró 106,8 oxígeno 79,0 ácido carbónico
274,0 oxígeno 15,0 áci do carb.
938,2 gas nitrógeno
711,0 nitrógeno
1.124,0
1.000
El cocodrilo pues, 1) produjo en 1 h 43’ cerca de 64 partes de ácido carbónico; 2) Absorbió 163,2 partes de gas oxígeno, de donde produjo 46 partes contenidas en las 64 partes, de ácido carbónico expirado, de suerte que la pérdida de oxígeno no sería sino de 121,2 partes; 3) produjo 227,2 partes de gas nitrógeno y además una sustancia gaseosa que no fue absorbida ni por el gas nitrógeno ni por el agua de cal. ______________ Denon. Voyage en Egypte en 4o. 1802, pág. 176 se sorprende de la masticación del cocodrilo por no tener dientes incisivos. (Devora toda entera su presa; encontramos grandes pescados y guijarros graníticos de 7-8 pulgadas de largo, en su estómago) Denon dice haber visto en el Nilo algunos de 26 pies de largo; los oficiales pretenden haberlos visto de 40 pies. Mas visto, no medido sobre el animal muerto. Y el miedo, el horror que inspira el animal vivo, aumenta la apariencia del tamaño. El general Byllard vio cocodrilos pequeños de 6 pulgadas que no nadaban a los 4 meses. Nosotros observamos lo mismo. Pero lo que me asombró es haber leído en Denon que ciertamente Rosette Asyene había tenido la fortuna de estudiar el carácter del animal y que el caimán más mansito de la Nueva Barcelona o de Jagua, es más feroz, más temible que el cocodrilo del Nilo. Denon dice que el se bañaba en medio de ellos y pone en duda que comiera por casualidad cadáveres. Qué diferente es todo esto de lo que creíamos del cocodrilo de Egypto. ________________ Mayor deleite por la tarde siguiendo 1.000 a 1.154 pies. ________________ Se nos asegura que el cocodrilo de Veracruz tiene el corazón unilocular. Ver Animalia, manuscrito pág. 63. ________________
Véanse pues estos fenómenos bien curiosos. El cocodrilo en el cual encontramos, como Hasalquist, corazón biauritum biloculare, absorbe como los otros animales de sangre roja (los mamíferos, los caracoles, las conchas) el oxígeno de la atmósfera. Ellos
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producen ácido carbónico verosímilmente tanto como agua en forma de vapor... Esta agua contendrá el resto de oxigeno absorbido, una parte del cual se fija en la sangre arterial, de un bello rojo, pero esta agua se mezcla al agua, se condensa en ella y no habría qué sumarla (por separado) sino usando una máquina de respiración a la Beddoes, aplicándola a la trompa de un cocodrilo, cosa que desafío a cualquier físico que lo haga... Pero a pesar de la analogía que estas experiencias nos prueban entre la respiración de los cocodrilos y de los animales de sangre caliente, estas mismas experiencias nos indican, también grandes diferencias. El hombre y otros animales mamíferos disminuye, sea 0,015; el cocodrilo lo aumenta al contrario 1/8 o 0,12. Este aumento de volumen pertenece absolutamente a las funciones de sus pulmones. Como es constante viene gradualmente y hace más de 0,9 pulgadas cúbicas. El estomago de este pequeño animal, aunque se lo imagine lleno, todo extendido, por el viento, no contiene 0,2 pulgadas cúbicas, de suerte que el aumento no puede sor atribuido a un rictus, a un desprendimiento de aire por el esófago. Hemos retirado el animal desde que lo vimos incomodado. Todo gas que no es absorbido por el agua de cal y las bases acidificables no es tal por causa del nitrógeno. Ignoramos los medios de separar el oxígeno del nitrógeno, quizás en un animal que no suda, que es de una constitución casi soca, el hidrógeno de la sangre venosa, en lugar de combinarse con el oxigeno inspirado para formar vapores de agua (tal como sucede en el hombre), quizás, digo, que en el caimán este hidrógeno so escapa en forma de gas y aumenta el volumen del aire en que el animal ha respirado. En este caso la sangre arterial del cocodrilo ganaría en oxígeno; como esto, no seria empleado sino en la formación de ácido carbónico quizás en una pequeña cantidad de agua. Es sorprendente ver que en 1 h 43’ el cocodrilo ha absorbido tan poco oxigeno, sólo 167 partes aproximadamente 1,2 pulgadas cúbicas de oxígeno. Un niño descompone en el mismo tiempo cerca de 4.000 pulgadas cúbicas de oxigeno. Vemos así que el cocodrilo puede mantenerse (vita mínima), por el frío (En Egipto), o por la falta de agua, en los fangos desecados de la América meridional, así como vemos que duerme 2 ó 3 horas bajo el agua. El corazón de un cocodrilo al que se le cortó la cabeza, pulsa como el de la rana 60-62 veces por minuto. Ha sido imposible contar las inspiraciones siendo así que el movimiento de las fauces era siempre irregular ya sea 180 en un minuto, ya apenas 2 a 3. El tapón 15-25 veces. ______________ Entre los animales de sangre caliente la inspiración del aire atmosférico no puede ser interrumpida, porque la sangre arterial no se purifica de la gran cantidad de hidrógeno carbonado que contiene sino por medio del oxigeno que los pulmones le presentan para formar agua y ácido carbónico. En los animales de sangre fría al contrario encontramos sangre venosa de un bello rojo aunque la inspiración haya sido suspendida durante largo tiempo. Parece que estos tienen la propiedad de liberarse de su hidrógeno exhalándolo bajo forma de gas sin combinarlo con el oxígeno. Yo creo que los hombres mismos expiran también gas hidrógeno mezclado con el nitrógeno. Las experiencias no prueban por lo menos lo contrario y según Abernetty el hombre no devuelve todo el nitrógeno que aspira. _______________
¿Qué es lo que hace morir al cocodrilo en un gas que no se ha renovado? No me puedo persuadir que es la falta de oxigeno; había más de 1/3 restante y el oxígeno que el cocodrilo dejaba desprender de los intersticios del agua durmiendo en ella no debe ser muy abundante. No puedo creer que 0.07 de ácido carbónico mate al cocodrilo ya que cuando tiene la nariz entre los juncos podridos expuestos al sol vive ciertamente en una atmósfera que contiene más de 0.07 ácido carbónico. Así que probablemente este gas
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desconocido que aumenta el volumen del aire bajo la campana es donde se debe buscar la propiedad deletérea. Puede ser que el hidrógeno que mezclado con el carbono de la sangre venosa o con el hidrógeno en la atmósfera forma miasmas hullosos o amoniacales, carburos de hidrógeno, nitritos de carbono.., puede ser que el caimán desprende una parte de estos miasmas por el esófago y que el olor pestilente y almizclado con que los caimanes infestan todo a su alrededor contribuya a aumentar el volumen del aire. _______________ Se pretende que cuanto más grande es el corazón de un animal, es más voraz. En este caso no está ciertamente el cocodrilo porque un individuo de 11 pulgadas de largo tiene el corazón más pequeño que una rana, de 2 y ½ pulgadas. (Rana esculenta) pero también la vida del cocodrilo, los insectos que constantemente hemos visto llenando su estómago, la pequeñez de su estómago, la pequeña longitud de sus intestinos (el Ciudadano Bonpland, encontró todo el canal del sistema gástrico, sólo 1/10 más largo que el cuerpo). Todo lo cual indica un animal cruel pero no voraz. Así que no habría en animales los ríos de América Meridional si el cocodrilo fuera tan voraz como es cruel. Mientras más pequeño es el corazón de un animal en relación con su cuerpo, más pequeño el volumen de su sangre y más imperfecta su respiración, menos grande es su necesidad do absorber oxígeno. En el cocodrilo todas estas circunstancias se aúnan. Tiene el corazón muy pequeño y poca, muy poca sangre. Es por ello que es un animal que se mueve poco, que dura de 3 a 4 horas como una roca, en una apatía de absoluta inmovilidad. Pero tiene de común con todos los animales en los que el fluido galvánico se acumula, que cuando pasa de esta inmovilidad al movimiento, este es de una fuerza y de una vehemencia sorprendentes. Seria muy interesante hacer experiencias sobre el olor de almizcle que sería un cierto estado de carburo de hidrógeno nitrogenado... Es sorprendente cómo se forma este en todas partes en el trópico. Digo nitrogenado porque no lo encuentro sino en los animales. Pero los tigres, los gatos monteses, los leones, los Vultur aura, algunos pelícanos, las serpientes, los cocodrilos lo tienen en gran cantidad. Estos animales lo exhalan durante su vida, pero parece que también expelen el olor almizclado después de su muerte. La tierra vegetal será llena de residuos de estos animales. Cuando en Cumaná, donde hay tantas serpientes cascabel, llueve intensamente, al remover la tierra, esta expele un olor muy fuerte de almizcle. ________________ La masa no puede ser pequeña y tal vez es contraria al caimán mismo, tal como los vegetales se mueren en campanas llenas de su aroma (exhalaciones de los flores). Quizás este olor fétido es el que sale de la garganta del caimán cuando se lo ve acostado con la boca abierta sobre las playas y los insectos, aturdidos por este olor y llamados por el color amarillo de la garganta, caen en ella. Al menos las serpientes (boas) hacen creer esto. El cocodrilo tiene glándulas bajo las axilas que no exhalan sin embargo más almizcle que la carne del animal. El pueblo cree que es debajo de las axilas que sale el olor de almizcle: esto no se funda sino sobre (falta texto); la piel del animal es allí menos dura, aunque más apropiada a la
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transpiración cutánea. La enorme quema de almizcle que encontramos en todos los caimanes depende de los intestinos y esto es tanto más probable que suponer que viene de las fauces o del esófago. Corríjase comparando manuscritos Animalia. pág. 29, pág. 64. Esta pelota alimenta al animal joven; los verdaderos órganos del almizcle están cerca del ano y bajo las mandíbulas. Habiendo tenido el animal toda la cabeza, hasta el cuello, en el aire analizado no se podría, en consecuencia, decir que estas glándulas hayan contribuido a aumentar el volumen del aire, pero dudo que los olores, aromas, aumenten el volumen visiblemente.
SOBRE LOS MOSQUITOS DE AMERICA Este mal no es tan general en los trópicos como se cree en Europa. En las regiones muy elevadas sobre el nivel del mar, en las partes muy secas, en los países dejados de la costa o de los valles de los grandes ríos, hay muy pocos; menos que en muchas partes de Europa. Incómoda más al extranjero que al indígena porque la irritabilidad de aquel está constantemente exaltada. De dos lugares igualmente cálidos, aquel en que hay más mosquitos parece ser mas caliento porque la irritación aumenta el calor de la piel y esta piel inflamada, como es mas irritable, se resiente más de impresión calórica de la atmósfera. Con la disminución de agua y de humedad, con la cultura, destrucción de bosques, disminuye y disminuirán día a día los mosquitos. Mas los hombres prefieren sufrir más a remediar el mal. Se dejan crecer bosques hasta las casas: Turbaco, Panamá, Mompós. Hombres nacidos en un país lleno de mosquitos no sienten menos que nosotros. El sentimiento momentáneo de la picadura es igualmente grande; se quejan lo mismo se cubren de arena; se entierran para pasar la noche (Higuerote, Provincia de Caracas). Mas la hinchazón que causa la picadura a los indígenas sobre todo en grado de calor, es menos fuerte, menos dolorosa. Así que el frío hace inhabitable el norte, más los mosquitos impiden a los hombres establecerse en países donde abundan los mosquitos porque estos países y los gobiernos no ofrecen recursos, tal como lo prueba el progreso de la población en Santa Manta, Riohacha y sobre todo, en Mompós. Los mosquitos no tienen temor a los que vienen de los países donde apenas hay zancudo. Culex cyanopterus nov. spec. En el Orinoco y en el Rionegro se distingue entre mosquitos, zancudo y tempranero. El primero es una pequeña mosca cuya picadura deja un punto de sangre coagulada, negruzca; el segundo no llega sino por la noche; el tercero solamente a eso de la oración (una hora antes de ocultarse el sol). Nos convencimos que el zancudo y el tempranero son el mismo Culex que en el Orinoco se esconde todo el día, aparece en gran número una o media hora antes de ocultarse el sol; se retira de nuevo precisamente al ocultarse, reaparece y atormenta a los hombres hasta media noche; desaparece de 4 a 5 y vuelve en innumerable cantidad una hora antes de amanecer. Esta costumbre de ocultarse y reaparecer 3-4 veces, es muy característica y es muy raro en el Orinoco ver un zancudo durante el día. Más en el río Magdalena, al contrario, es más activo. Pica todo el día y no es sino en el gran calor del día cuando uno se encuentra libre de él. Por la noche este Culex sigue las mismas épocas de reposo que en el Orinoco, Linné, no Blumenbach ni Cuvier, lo confunde con el Culos pipiens de Europa del cual se distingue, no digo por la actividad del veneno que podría atribuirse al calor de los trópicos, sino por el calor de las alas y las patas. Yo lo describiría bajo las características siguientes y reuniría en una descripción este animal detestable. Culex cyanopterus abdomine fusco piloso, annulis sex albis notato, alis caeruleis ciliatis, pedum extremitate atrofusca annulis albis variegata. Hab. Locis Paludosis, ad fluvios,
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maris littora, Americae australis. Desaparece en la Habana cuando el termómetro desciende a 8-9° R. Thorax fuscoater pilosus. Abdomen superne fusco-caerulecens, annulis 6 notatum, hirtum. Alae caeruleae, nitore semimetálico, venis virescentibus (saepe vulverulentis) margine interiori ciliato. Pedes fusci, cruribus hirtis, extremitate nigriores, annulis 4 niveles. Maris antenas pectinatae. Los machos son muy raros. _______________ Otras descripciones de Culex en mi Voyage de Guayaquil a Babahoyo (cuaderno 8vo). _______________
Un animal que hace casi inhabitable la más bella parte del mundo, contra el cual el hombre busca siempre resguardarse, que ocupa a cada instante, bien merece ser conocido y distinguido de los demás, desde San Carlos de Rionegro a la Provincia de Barinas, en las de Caracas, Cumaná, La Guayana, en la Isla de Cuba, en el reino de la Nueva Granada. El mosquito común de que la gente se queja no es sino el mismo Culex que no varía ni en forma ni en color. Es uno de los seres más difundidos en el Universo. Como pasa más de 2/3 de su vida, toda su juventud en el agua, no es menester asombrarse que los lechos de los ríos y los bosques muy húmedos abunden en él. Se observa que los bosques donde corre un gran río tienen poco o ninguno. Que es lo que los indios salvajes que se refugian en las misiones de los Padres de San Francisco del Orinoco nos han asegurado; es lo que se observa en Maipure y Uruaná; es lo que sentimos nosotros mismo en el lugar más renombrado por la cantidad de mosquitos y zancudos, La Esmeralda; mientras más uno se acerca al gran Duida, cuanto más se aleja del río, menos se encuentran estos insectos; se asegura que al pie de Maraguaca no hay ninguno. La ignorancia es una de las causas físicas (las causas morales son la inmoralidad de los monjes, su tiranía, su espíritu mercantil), de que las Misiones del Orinoco aumenten tan poco. Todas se las ha colocado tan cerca del río, en sitios donde hay más mosquitos. Los indios salvajes, los monteros que no se han acostumbrado a la picadura de estos insectos no quieren establecerse en localidades tan desagradables y malsanas. Muchos huyen a causa de los mosquitos. Las pequeñas modificaciones del agua y del aire cambian mucho la actividad del veneno y la voracidad de los mosquitos, así como el escorpión en Cartagena de Indias, donde la mordedura del escorpión es muy temible porque el enfermo cae durante 24 horas en tumescencia de la lengua, balbuce como hombre que tiene un ataque de apoplejía aunque la picadura sea en las piernas, y la misma especie muy dañosa en Jamaica, en Trinidad, pero en Italia es muy inocente; en Cumaná, Barcelona; lo mismo que el tigre de Panamá o de Cumaná es flojo en comparación del Alto Orinoco; así como el caimán de La Guayana ataca los hombres, cuando el de Nueva Barcelona lo ve bañarse tranquilamente a su alrededor; tal como los indios saben que los menos de tal o cual bosque, isla o montaña se domestican mientras que otros de la misma especie mueren más bien de hambre que soportar la esclavitud; así el mosquito de una región causa en el mismo individuo, a la misma temperatura, más grande inflamación que el mismo Culex de otra región. En el Orinoco se conocen los mosquitos de La Esmeralda, de Mandavaca, de Maipure y de Atures; en el río Magdalena los de Mompós, de Chilloa, de Tamalameque, como los más feroces. Las localidades que tienen ríos negros tales como el Atabapo, el Temí, Tuanimí, el Guainía, aunque muy húmedas y bastante calientes no tienen ni mosquitos ni caimanes; la naturaleza de esta agua amarilla límpida es contraria al joven Culex que vive en el agua. Hemos visto que el Culex Cyanopterus (lo nombro tal a causa de sus
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alas) es más grande, tiene las patas más negras, en aquellos lugares en donde es más malvado; su sonido semeja al de Europa, al del Culex pipiens que no he visto aun en ninguna parte de América. Vuela largo tiempo alrededor del cuerpo antes de sentarse; una vez que ha comenzado a chupar nada lo perturba; es de gran torpeza y en la cúspide de su festín banquete se lo ve inflarse hasta tres veces el volumen que tenía; se le pueden tocan las alas sin que so mueva. Después de la hinchazón que dejan los Culex y después del dolor extraordinario que producen no parece dudoso que estos insectos, así como las Cantaridas, las hormigas, posean un veneno particular para inocularlo en la herida que han causado. Uno no se atreve a creer que se trate de un instrumento de succión que produzca el dolor; la irritación extraordinaria que uno siente 14 a 15 horas después de la picadura.
_______________ Enfermedades de Colombia. Elefantiasis o mal de San Lázaro. General Morales, 1815, quemó el Hospital de Cartagena junto con los enfermos, algunos huyeron y propagaron el mal. También hay coto en Socorro, Tunja, no sólo en los valles templados, pues no están exentos de coto los habitantes de las cimas heladas de nuestra cordillera ni los que habitan las llanuras abrasadoras del Magdalena y del Meta. La enfermedad está en aumento. Restrepo, pág. 18. Caminos. En el vasto territorio de la república no hay un solo camino de ruedas. Restrepo, p 21. Ha sido terminado el camino de mulas (a caballo) de Medellín a Nare, tan útil para la provincia de Antioquia. _______________ Al chupar mantiene en alto las dos patas de atrás. _______________
Sin embargo ensayamos frecuentemente que no hay otro remedio que dejar chupar al Culex hasta el fin, hasta que ya no quiera más, para evitar toda hinchazón; entonces ningún, ningún dolor. He aquí un hecho curioso: creo haber oído la misma cosa en Europa del Culex pipiens; pero no concibo la razón; el animal no deposita su veneno sino cuando uno lo perturba o más bien cuando él lo reabsorbe. ¿Lo absorbe él mismo de nuevo? se debería creer lo último, porque ofreciendo tranquilamente la mano a la picadura, sin turbar al animal, el dolor al comenzar es siempre igualmente fuerte, pero disminuye a medida que el Culex chupa. Me propongo reunir muchos mosquitos en un frasco para hacer experiencias sobre la naturaleza de su veneno. ¿Formarán amoniaco? ¿Tendrán un ácido particular como las hormigas? He ensayado picarme con alfileres y frotar la pequeña herida con mosquitos machucados. No siguió ninguna hinchazón, ningún dolor particular. Los lugares donde en las Indias hay mayor cantidad de mosquitos se dan por malsanos. Se dice que ellos nacen y experimentan una gran corrupción del aire. Esto es enunciar mal un hecho muy verdadero en si mismo. Todo cuanto contribuye a la fertilidad del clima, a la insalubridad, mucha humedad y calor, una gran cantidad de materias organizadas en descomposición, contribuye también a la multiplicación del Culex. Rehuyen las aguas
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claras, el mediodía y el viento; las aguas estancadas, un aire infecto, un aire que jamás se agita por los vientos, esa media luz, ese grado medio de humedad, de luz y de calórico tan favorables al progreso de la putrefacción y al juego de las afinidades químicas, he ahí los elementos de estos insectos enemigo de los hombres. Bajo este punto de vista los mosquitos no serían sino un signo, un símbolo de la insalubridad del aire, pero creo también que ellos contribuyen a ella; la innumerable cantidad de ellos que nadan en los aires, al mismo tamaño del Culex Cyanopterus que tiene de la cabeza al ano, sin piernas, hasta 1,7 líneas, las aguas llenas de sus larvas; la putrefacción de tantos animáculos que contienen un veneno tan activo en su interior, deben difundir, sin duda, miasmas particulares en la atmósfera. Además de esto los mosquitos disponen el cuerpo a hacer más fácilmente afectado por los miasmas atmosféricos. Aumentan la excitabilidad de los tegumentos, irritan y recalientan la sangre; estas causas se manifiestan principalmente en los viajeros, en los extranjeros, que navegan en los ríos célebres por sus mosquitos. A la irritación del viaje se junta la de la picadura. Tiene uno los sentimientos febricitantes que acompañan toda herida. Por la irritación de la piel disminuye el vigor (la energía) de las partes internas; no se siente sino la piel, que está inflamada por todas partes. El fluido galvánico corre por de fuera; las funciones del sistema gástrico van mal puesto que la respiración de la piel aumenta, y uno deja desprender más calórico por la absorción del oxígeno; la inflamación de las partes externas, la debilidad de las partes internas aumenta y no hace falta sino una ligera causa: una fruta, una bebida tomada a destiempo para caer peligrosamente enfermo. Por estas razones expuestas, los naturalistas viajeros deben temer más la navegación de ríos tales como el Orinoco y el río de la Magdalena. El trabajo continuo al que se invita y en el cual entretienen las producciones de una naturaleza tan rica y bella, se convierten en nueva causa debilitante para ellos. La mala comida, la falta de vino y de otros estimulantes, la falta de movimientos musculares, el aire tranquilo y húmedo de un valle repleto de árboles espesos, desordena las funciones del sistema gástrico. Las picaduras de los mosquitos, la gran cantidad de veneno activo de que uno está inoculado, la inflamación de la piel el recalentamiento de la sangre, la impaciencia todo predispone los nervios, cuya irritabilidad se encuentra peligrosamente exaltada, a sucumbir a la influencia de esos miasmas. _____________ En la Isla de Barú y en el estero hay una pequeña mosca blanca, “Cafifi”, que uno descubre apenas con sus ojos y que produce hinchazones crueles. Sube en enero hasta Morales; hace falta mojar los toldos porque sin esto ella pasa por la tela más densa. Los Culex viajan por épocas. Su venida se mira como un año malsano, una peste, pero sin razón. En Simití por ejemplo, no se conocía sino el jején y no el zancudo. Tranquilamente so dormía porque el jején no es animal nocturno; esto año 1801 no se sabia dónde refugiarse durante la noche en Simití. Con tanta abundancia llegó el Culex Cyanopterus. Los hombres se consuelan de todo. En el río del Magdalena el bajo pueblo cree que la picadura de los mosquitos es sana, porque preserva del tabardillo, de toda enfermedad inflamatoria ya que causa una sangría continua. Más ay! que más bien inocula un veneno muy activo y recalentante que puede causar tabardillos. Al sur del caño de Tamalameque, en el río Magdalena, comenzó a mostrarse un nuevo mosquito que no habíamos visto, en el Orinoco y cuya picadura es cruel. Culex lineatus para mi. Culex... violaceo-fuscescens, thorace lineolis latoralibus argenteis longitudinaliter notato. Alae virescentes. Abdomen annulis 6 argenteis. Pedes posteriores cruribus albis, extremitate alba, caeterum (ut cateri pedes) atro fusci. Thonax fuscus quoqumque latere línea argenteo alba et inferius maculis argenteis notatus.
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No hay ningún remedio contra la picadura. Se ha aliviado el hombre desnudo pintándose el cuerpo con ciertos ungüentos grasos que usa de dos maneras; tanto para espantar (manteca de caimán, grasa de la cola del cocodrilo en el Orinoco) como para garantizar la piel como se hace con la pintura usada en el Orinoco y el Guainia. Tierra de bol, achiote o chica mezclados a la manteca de tortuga y a la sustancia aceitosa que sacan de los huevos de la tortuga. Los pueblos que no cultivan la chica pagan más de ½ piastra (en manioca, vinos de palma, cordelería, telas de algodón, en hubia y en curare) para tener una cantidad de chica que basta apenas a un individuo grande para pintarse toda la figura, sin exceptuar el trasero y los dedos de los pies. Una lluvia fuerte destruye este vestido en una hora; de ahí el temor de los indios pon la lluvia. En el Erebato se mezcla mica a los colores y los salvajes parecen a primera vista, como señores de antigua corte; más todas estas pinturas alivian solamente, no garantizan. Nosotros mismos nos hemos untado las manos con el aceite de tortuga; las hinchazones se hicieron menos grandes; sinembargo los indios pintados de pies a cabeza se quejaban tanto de los mosquitos, y el remedio de la manteca de caimán, muy repugnante en si mismo, no es mejor. Nos picaron furiosamente en Batallez cuando me ocupé de la anatomía de un gran cocodrilo rajado que esparcía un olor espantoso a su alrededor. Mejores remedios son el viento, el humo muy fuerte (se sacrifican los ojos y la garganta, para aliviar la piel); sobre todo la boñiga de vaca quemada, las exhalaciones de los bueyes y de las mismas vacas. Los indios y los bogas del Magdalena que duermen completamente desnudos cubriéndose simplemente con un sombrero de paja se acuestan cerca a las vacas donde las encuentran. En las Indias se hace gran caso de las exhalaciones de las vacas, porque, (provincia de Barinas, pantanos del Meta, Apure) se pretende que los sitios donde se introduce ganados, se convierten en más sanos, menos “calenturiosos”. Es una opinión generalmente recibida. _______________
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Comercio en el Río Magdalena Todos los artículos de algodón, tejidos de seda, sombreros.., en resumen, todos los productos de fábrica (el país mismo no elabora nada) vino, aceite... que necesitan Santa Fé, Popayán y en parte también Chocó, son importados a través del Río Grande. La importación permitida entra por Cartagena y Santa Marta... Mompós es el lugar de depósito para ambos, principalmente para Santa Marta, este último goza de grandes privilegios e inunda el Reino de Nueva Granada con contrabando de Jamaica, Curazao... La mayor parte de este contrabando entra por el puerto de Ocaña y por Vélez hacia Santa Fé. En tiempo de paz navegan de unos 50 a 60 champanes y botes con 80 y 100 cargas sobre el Río Grande; los dueños de éstos viven por lo regular en Mompós y los alquilan. Auncuando de Cartagena a Honda no se paga aduana, la navegación no está de ninguna manera exenta de derechos de aduana. La aduana se paga en Cartagena, y una parte en Honda. En la Angostura (en el resguardo) el registro es sólo una ceremonia inútil. Así como en Mompós es muy fácil igual que en todos los puertos españoles, sobornar guías para los artículos prohibidos. En Cartagena se paga por la mercadería (todos los artículos tejidos, ropa, son diferenciados, en el registro de aduana, de la especiería, artículos comestibles, que apenas pagan 1/3 de esta cantidad). Cuando entran al puerto, 7 pesos castellanos de derecho de entrada, más 2 pesos castellanos de alcabala cuando pasan a otras manos y luego deben ser embarcados para Honda en el estero.
_____________ Simití, Cacao, Pombo. Informe pág. 55, p. 331. _____________
Derecho de avería por 1 arroba... 8 reales y 3 cuartos dique entero... 1 ½ real (esto es, cuando hay agua en el dique de Mahates a Barranca, pues desde Mahates hasta el estero siempre hay agua, cuando no, o en aguas marítimas, sólo se paga por medio dique) derecho de Consulado ½ peso castellano.
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Sin embargo, por la navegación sobre el Magdalena los comerciantes pagan en total de aduana 2 pesos castellanos, por derechos de avería, de dique y de consulado. Este derecho de dique, cuyo origen se debió a la idea de que el rey debía mantener el dique, este derecho asciende en tiempo de paz ó 30 6 40.000 pesos anuales; el rey ha invertido realmente, de tiempo en tiempo, considerables sumas para su mejoramiento, pero nunca fue emprendido un trabajo de fondo, planeado, sino que hombres ignorantes buscaron enriquecerse, y el dique está ahora peor que nunca. El contrabando llega al río principalmente 1) por las bocas o desembarcando al Este de Galerazamba al pie del volcán que nunca arde y transportando la mercancía al río. 2) Por San Agustín de Playas Blancas donde uno está muy cerca del mar en el estero y de las islas del Rosario tan cómodamente situadas para el contrabando, 3) a través del Caño Cesar cerca del Banco saliendo de Riohacha, fuente principal de todo contrabando, a través de Valledupar. Gran cantidad va también directamente por el río Catatumbo desde Riohacha y Maracaibo y hacia Ocaña y Vélez. Esta mercancía prohibida se reparte a Antioquia por las vías de Mompós (río Cauca corriente arriba, por San Bartolomé y principalmente por el río Nare; a Santa Fé por el brazo de Ocaña y Puente Real o Vélez; hacia Socorro, por el río Sogamoso; hacia Popayán sobre la bodega de Honda, entendiéndose con los respectivos administradores hacia Neiva, por el Río Grande, más allá, corriente arriba. ______________ La dificultad de la navegación por el río Magdalena se debe a 1) la falta de agua del dique de Mahates, 2) falta de recursos arriba de Badillo, donde no hay hombres en 80 leguas a pesar de que podrían fundarse pueblos fácilmente, 3) la incomodidad de los champanes que fueron imitados a los indios, cajas cuadras con 2 puntas que prestan una desmesurada resistencia al agua. Botes en forma redondeada, navegan más rápido, aunque comúnmente les adjudican una tripulación menor, 4) la demora en la angostura de Carare. Yo propuse mejorarla por un canal subterráneo (socavón). Ver mi plano del río Magdalena en el cual está exactamente detallado el proyecto. El Virrey Don Pedro Mendinueta demostró interés por su ejecución. La Secretada del Virreinato y D. Mutis conservaron copia del plan. ______________ [Nota marginal izquierdo A través del Valle de Upar mucho, mucho pasa también sin autorización a través del río Catatumbo del río la Hacha y Maracaibo y hacia Ocaña y Vélez. ______________
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Mapa del río Magdalena Yo permití al señor Mutis hacer una sola copia de mi mapa en Santa Fé. Parece que el señor Cabrer hizo una copa para el Virrey Mendinueta, y que otra copia le fue enviada a Cartagena al señor Pombo. El señor Mendinueta me contó en la Habana (marzo de 1804) que había enviado a la Corte, con grandes elogios, mi Memoria sobre Zipaquirá y que había hablado sobre mi mapa del río. Negó haber enviado una copa a Madrid; en Cartagena dicen que lo hizo. Lo cierto es que él vio una Orden del Rey hacia fines de 1803, que sabiendo que el Barón de Humbolt había levantado planos del Reino de la Nueva Granada, su Majestad quería saber si tales mapas eran exactos o no. (La idea del plano de todo el Reino probaría que no se conocía mi mapa). El Ingeniero mayor de Cartagena hizo saber que sin haber visto el mapa y el río no podía juzgar. Y se encargó (enero 1804) a un ingeniero (catalán) Talledo, muy ignorante y hablador, se dice, para que examinan mi mapa y el río, acompañado de un piloto de la expedición del señor Fidalgo (quien debía encargarse de las observaciones astronómicas). El señor Cabrer los vio en Honda y le dijeron que mis observaciones astronomicas eran acertadas, pero que las curvas del río eran a menudo falsas. El señor Cabrer les hizo notar que sí convenían en la exactitud de las posiciones astronómicas la curvatura general del río, debía ser correcta, que en mi mapa no se trataba de esos detalles. Además, agrego yo, estando dividido el río en varios brazos que cambian de dirección y no siendo las dos riberas paralelas, dudo que el señor Talledo haya podido hacerlo mejor a no ser que se hubiera quedado 6 u 8 meses. El señor Cabrer observa también que el señor Talledo y el piloto no tenían cronometro. ¿Cómo calcularon las longitudes? ¡El tiempo les permitió tomar las distancias del Sol a la Luna y esas distancias no darían sino aproximadamente la diferencia de longitud entre Honda y Cartagena!
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Mapa 1
Mapa 2
Mapa 3
Mapa 4
El señor Luis de Rieux me escribe desde Honda el 19 de febrero de 1804 que el piloto usaba un horizonte artificial que construyó en Cartagena (sin duda con mercurio y un “tort” de vidrio!) y que el señor Talledo decía: 1) que la situación de los diferentes lugares está mal determinada (diferentes?, no lo dudo, ¿pero de cuánto es el error? y observando las estrellas, ¿calculó el piloto rigurosamente las declinaciones?, ¿se encuentran diferencias en los lugares en que yo observé?, porque es probable que las tormentas no permitieron a estos señores observar el paso de las estrellas en los mismos sitios que yo. 2) Que el canal que propuse en Carera es impracticable (por qué?), en el sitio donde lo propuse, que el gasto excedería en mucho mis cálculos (que se lea lo que dije en el mapa, no se trata sino de distancias, ni una palabra de costos), que hay que hacer el canal en la ribera oriental (entonces el señor Talledo adopta la idea de un canal del cual nadie habló en Santa Fé antes que yo, pero frente a la Aduana sería muy incómodo a menos que se sitúen las casas al este y además habría que atravesar el río para ir a Peñones!). Mi mapa fue hecho de prisa, mientras me ocupaba de Botánica, de Anatomía comparada, en una estación en que las lluvias impedían multiplicar las observaciones astronómicas. Yo se que los detalles son correctos, las laderas más pequeñas están indicadas; es el primer mapa que se ha hecho de este río, a pesar de tantos ingenieros que lo han recorrido desde hace 800 años. Tengo la desgracia de ser extranjero. *
lo seré de todas maneras aun siendo español, sino soy de la misma provincia que mi juez. Por más exacto que yo crea mi trabajo, siempre será juzgado malo, porque es hecho por un Prusiano. Además, mi mapa no es sino un primer ensayo (*) que sin duda se puede rectificar. Es muy fácil agregar a lo que está hecho, más fácil aún hacer pasar una copia por un original. . . Pero lo que me sorprende es que el mismo gobierno no haya tenido la confianza de pedirme mi mapa; debió imaginarse que las copias hechas furtivamente no podían ser muy exactas, sobre todo copias de copias. Además la palabra Primer Esbozo, que agregué al mapa que dibuje rápidamente en Santa Fé, ¿no indica suficientemente que mis cálculos no estaban terminados? ¿Qué yo mismo corregiría el trabajo? (**). En los Anales de Ciencias Naturales tuvieron la ocurrencia de publicar mi perfil del camino de Cartagena a Santa Fé, también según copias de copias muy falsas! De esta manera se dispone de mi propiedad, y mientras tanto continúo comunicado lo que se me pide. ¡Más vale sufrir semejantes sinsabores que hacer mal a las ciencias por causa de Virreyes desconfiados! En la Habana vi (marzo 1804) varios apartamentos adornados con un mapa de la Isla de Cuba basado en las observaciones astronómicas de don Tomás Ugarte y del Barón de Humboldt (Sic), viajero prusiano. Esto también es mío, se envió a Madrid y aparece en las Novelas Geográficas del señor López.*
* Debe sor apreciado por un gobierno que sólo ha visto mapas que muestran sitios que no existen. ** Efectivamente tengo motivos para cambiar la longitud de Cartagena y en consecuencia la de Santa Fé. Véase mi carta a Espinosa.
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Arribo a Honda Honda una pequeña ciudad de 4 a 5.000 habitantes, está situada en un profundo valle encajonado, rodeado de elevadas cumbres de roca arenisca, al pié de la desembocadura del río Gualí en el Río grande. Hacia el sur, el camino de la Bodega de Honda atraviesa una extensa llanura, una pradera herbosa. A la izquierda se oye el río Magdalena abriéndose paso tumultuosamente entre las peñas. La ciudad se divisa hacia abajo en lo profundo apenas cuando uno está bien cerca de ella; queda en la falda de un despeñadero casi vertical. Este punto es sumamente pintoresco. Altas crestas rocosas circundan el valle, en la pequeña ciudad hay en primer plano casas y árboles de plátano mezclados. Hacia el sur, el valle del río Magdalena se abre en una planicie sobre la que se alzan cimas aisladas, en forma de fortines, de roca arenisca (en Adersbach — propia de esta formación — grotescas figuras). En la azul lejanía la vista alcanza las crestas de los orgullosos Andes. Masas de granito cubiertas de nieve perpetua y de hielo, se elevan sobre las nubes. La alta cadena de la Cordillera Real se extiende desde el norte de Riobamba sobre Juan de Pasto, Popayán, Páramo de Guanacos y Quindio, Ibagué, hacia el Páramo de Herveo en el que nacen el Gualí y el Guarinó y que sirve de límite entre la provincia de Mariquita y Antioquia. Herveo (aproximadamente en 4° 50’ de latitud y unas 8 leguas al occidente del meridiano de Mariquita) es en el norte el último pico de los Andes que alcanza el nivel de la nieve. En la provincia de Antioquia y en el Chocó hacia el Sinú y el Atrato, la cordillera decrece paulatinamente. El páramo (montaña nevada) que se ve desde Honda cuando hace buen tiempo, sobretodo a las 6 de la mañana (desde la Popa, desde la Mesa de Medina...) es el Páramo del Ruiz en el cual había antiguamente una hacienda de ganado. Las reses se volvieron salvajes, atacan a los hombres, y a veces las matan a tiros. Son exageradamente gordas a causa del excelente pasto y no se sabe a ciencia cierta que cantidad de reses salvajes hay. Juan d’Elhuyar hizo una especie de viaje de descubrimiento al páramo y encontró huellas de antiguas viviendas humanas en medio de Jatropha, Manihot y Maíz. Ver mi plano de posición de Honda. ________________ (Anotación al margen izquierdo de la pág. 45:)
Mal de San Lázaro. La elefantiasis frecuente en Caracas, Cumaná... no parece ser contagiosa. Mujeres casadas con lazarinos no sólo no se enferman sino que incluso procrean hijos sanos.
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Por esa razón se ha propuesto infructuosamente varias veces al gobierno quebrantar el prejuicio y no expulsar más a los infelices leprosos de la sociedad, ni relegarlos a lugares solitarios, no asesinarlos en las asquerosas casas de Lazarinos. Por ejemplo, yo he visto (Barinas) cómo acusaron de poseer el mal a un hombre distinguido para robarle su cargo, casi como el cura en Guigue, quién para impedir un matrimonio declaró impotente al novio y lo obligó a recorrer como loco toda la región para recoger testimonios de su virilidad! _________________ Honda, fundada en otros tiempos por habitantes de Mariquita, una vez poseedora única del intercambio entre la costa marítima (Cartagena, Santa Marta) y Santa Fé, Popayán y la provincia de Antioquia, desde hace 10 o 12 años ha ido perdiendo enormemente su antiguo esplendor, en parte a causa de circunstancias fortuitas, porque en estas regiones sin industria por lo general todo el tráfico descansa en la actividad de 4 o 5 personas que son difíciles de reemplazar cuando se retiran del comercio, mueren..., y en parte porque se han abierto nuevas vías de comercio. Santa Fé recibe mucho contrabando de Santa Marta por Opón y Vélez, camino más frecuentado ahora que antes. Popayán tiene más comercio con el mar del Sur (Lima y Panamá) y especialmente por el río Atrato. La vía de Mompós a Espíritu Santo sobre Cauca, era no sólo menos conocida antes del Virrey Góngora, sino dificultada y obstaculizada por orden real (más o menos como el comercio entre Santa Fé y Casanare con el Orinoco a través del Meta, con el pretexto de que la entrada furtiva del contrabando estaba prohibida). Desde Góngora, la Provincia de Antioquia con una política más razonable, ha sido liberada a todas las vías comerciales, y por eso una gran parte del comercio ha sido atraído de Honda a Mompós. El rápido crecimiento de Mompós (a pesar de su ardiente clima y sus insoportables mosquitos) y el incremento del comercio en Santa Fé han perjudicado a Honda. Honda está situada en un lugar malsano, en un valle cerrado que concentra los rayos del sol. El aire es aterrador, aunque el termómetro suba menos de lo que se cree (ver pág. 123). La cercanía del nevado enfría el aire, pero al mismo tiempo lo hace más insalubre. En la mañana se ve aquí niebla fría y húmeda como en las montañas. Media hora después aparece el disco del O y calienta al suelo. Por la tarde los habitantes pasean, buscando el fresco, por la Mesa de Medina que se alza al occidente de la ciudad a unos 200 pies sobre la ciudad. Después de la puesta del O sopla aquí desde el Páramo un aire fresco, penetrante y rico en oxigeno al cual los habitantes de este valle encajonado, lleno de aire viciado, (surgido por deslizamiento de tierra?) no están acostumbrados. De allí los resfríos y fiebres constantes. Los habitantes son también (especialmente la raza blanca y los mestizos) excepcionalmente pálidos, muchas llagas, heridas y -cotos, no solo en cantidad desmesurada (seguramente 80 cotos entre 100 personas), sino deformemente grandes, como no he visto ni en Valais, ni en Aigle, ni en el Tirol ni en Salzburgo... - ya una bola grande, tirante, colgada hacia adelante o hacia un lado, de 8 a 10 pulgadas de diámetro, ya 2 en agradable simetría, ya una protuberancia en forma de morcilla, o bien una cantidad de nudos en forma de racimos sobre la bola grande. Algún habitante de Honda debería escribir la historia de la glándula tiroides y de su crecimiento. La deformidad es mas desagradable puesto que en la tierra de los cotos un coto es casi un adorno, y del saco del coto cuelgan cadenas, cuadros de santos... Lo que en Wallis es considerado un coto, de eso se dice aquí, tiene el pescuezo hinchado no es coto (*)... Sorprendente desde el punto de vista fisiológico es que entre los indios el coto sea raro y casi desconocido, y es más raro entre los negros... Qué disposición * Así como un tullido se burla siempre del otro, asimismo los habitantes de Honda creen que tienen el coto más pequeño que los habitantes de Marquita, aún cuando a mi me pareció lo contrario. *
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tan diferente a ese engrosamiento del sistema glandular! Es curioso que familias enteras * cuya forma de vida no se diferencia en nada, permanezcan libres de coto (**). Se ha dicho no sin humor, que los habitantes de Honda no se hunden en el agua porque todos tienen una vejiga natatoria exterior. _______________ (Anotación al margen derecho de la pág. 46:) Caldas comunicó el terremoto de Honda, junio 16 de 1805. El Ruiz, muerto, ya que jamás ha visto humo. Seminario, II. 175. ________________ Así pues, cotos, feas llagas.., desde Mompós a lo largo del río Magdalena hasta Honda y Mariquita. Con el clima más fresco de Guaduas ya no aparecen más cotos. Aquí como en todas partes se buscan las causas, con muy poca razón, en las aguas, porque contiene cal en cantidades. Cuántas regiones con granito donde abunda el coto; incluso los habitantes de Mariquita toman agua que brota de granito de grano grueso. Yo precipité oxalato de cal en Turbaco, Mompós y Honda, las aguas de estos 3 lugares tienen cal aproximadamente en proporción = a 8:3:1, y en el primero no hay bocio, en el último hay 3 veces más que en Mompós. Cuanta tierra calcárea en el agua cerca de Gotinga, Bayreuth, Jena y no hay bocio! Como en toda patología, es más fácil decir apodícticaniente dónde no está la causa, que dónde reside. Los factores locales del valle del Magdalena, la quietud del viento, el aire viciado, el calor húmedo en Mompós, de las plantaciones de Cacao entre Morales y Boca de San Bartolomé, la posición de Honda, reafirman lo que dije en mi obra sobre las fibras musculares, Tomo II, sobre bocio y cretinismo. Ambos son fenómenos de valles húmedos y sombreados, una consecuencia del tono cambiante de las fibras nerviosas. A las glándulas les falta fuerza para impeler los jugos que se espesan dentro de ellas, en la reducción de la pulsación de las fibras musculares de forma de anillo. En Wallis, los jóvenes aspiran un aire más puro, más seco, más eléctrico en las altas cimas de las montañas, y así disminuye el cretinismo... Con razón, se pregunta uno, ¿por que Mariquita, - construida en una planicie libre y agradable, lejos de los árboles húmedos y de sombra tupida, tiene bocio lo mismo que Honda? Uno puede responder que en los lugares donde existe el bocio desde hace siglos, hay ya en todas las generaciones una debilidad congénita y hereditaria de las glándulas, una predisposición hereditaria al crecimiento desmesurado de la glándula tiróidea... Dondequiera que se establezcan los niños, adquieren el bocio, aún en aire puro, con factores exteriores más débiles. Indudablemente! Pero, ¿por qué los padres de Santa Fé procrean hijos en Mariquita que tiene bocio? Y Mariquita tiene un clima saludable, bastante fresco (17 – 21° Reaumur), agradable de respirar... ______________ (Anotaciones al margen de la pág. 47:) Camino de Honda a Santa Fé: Los últimos cálculos del señor Mathieu, basados en las alturas barometricas de Boussingault, comunicadas por Roulin, dan: Villeta 424 t.: Guaduas, 537 t.: Honda 145 t.: Mariquita 285 t. (París, noviembre 1880). ________________
** Es raro que algunas personas pierdan un bocio crecido por medio de (sales) completamente puras, mientras que las mismas sales, sulfato de magnesio, no actúan sobre todos los demás, y el bocio es tenido por incurable. *
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Clima de Honda p. 123 ________________
La formación de roca arenisca cerca de Honda, una continuación de la de Turbaco, Tolú, Banco... pág. 11, estratos de grano fino en su mayoría de caída soleada irregular, alternando con breccia de grano grueso, al parecer, más antiguo aquí que todas las formaciones de estratos, nada más que granos de cuarzo, mucha roca de Lídice en parte en pedazos cuadrados, de 3 pulgadas de espesor, es decir que no han rodado lejos del cercano depósito, algo de gneis y esquisto arcilloso apelmazado, y en parte grafito de grano supremamente fino, excelente grafito (como lo descubrió Bonpland), en argamasa arcillosa y silícica. La piedra de Lídice está poco mezclada con residuos de cuarzo y es de un magnífico color negro. Yo nunca he visto una piedra de toque que reciba con tanto brillo el grabado metálico, ni he visto arenisca que contenga una cantidad tan grande de piedra de Lídice. No he encontrado petrificaciones. Así, la antigua formación de arenisca, idéntica a la de los muertos yacentes de Turingia, está enterrada sobre la roca calcárea (roca fétida de Morrocoyo), sobre el gneis inmediatamente junto a Santa Ana en el río Lumbi, y en Mariquita, junto a la caída de agua llamada la Peña, está asentada sobre granito de grano fino. Se eleva con una considerable imponencia. Los estratos más profundos los hemos visto en la llanura de Mahates que está casi al mismo nivel del mar, cerca del dique, y en el alto del Sargento se alza hasta un nivel barométrico de 278 lineas, es decir, hasta 4.800 pies de altura, [no diferente al del Rigi en Lucerna,] solo que el del Rigi es de origen más reciente. En la arenisca: en todas partos hay Nester de roca férrica compacta de color castaño, y en Honda, rocas refractarias, esferas (como balas de cañón) de 6 a 8 pulgadas de diámetro, y más lejos, capas de Letten endurecido en el que erosiona la famosa. sal purgante de Honda, un sulfato de magnesio, al occidente de Honda en la mesa de Palacios donde está, a unos 1.000 pies sobre la ciudad, la elevada pendiente de la montaña que es llamada la mina de sal. La sal es refinada por medio de disolución y de cristalización para poder ser vendida. Esta sal es utilizada como purgante en una región bastante extensa. En las Bodeguitas, por el camino que va a Santa Fé, aparece el mismo sulfato de magnesio pero en cantidades menores. _______________ Nota al margen de la página 48. Honda completamente arruinada durante el terremoto del 16 de junio de 1805; continuó hasta diciembre y local solamente, en ninguna otra parte. Restrepo, II pág. 76. _______________
El Páramo de Herveo, un macizo de imponente extensión, está constituido de una clase especial de roca, que rueda por el Gualí cuesta abajo, y de la que envié gran cantidad a España. Un pórfido granítico, a veces granito porfídico, una mezcla de turmalina en barras, algo de mica color castaño tombac, feldespato anacarado, vidrioso, aunque claramente foliado, blanco como leche, y una masa básica magnésica color grisverdoso. El conjunto, especialmente el feldespato, se ve muy parecido al denominado granito volcánico del Vesubio, algunas veces la masa básica gris-verdosa se ha solidificado y es retinitosa de fragmentos como pequeñas conchas, otras veces esta masa básica es blanco-verdosa y de fibra delgada como la piedra pómez. Está
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constituída esta masa pumitosa por retinita obsidiánica, como pudimos observar claramente en el Pico de Tenerife. Los mismos enigmáticos morillos se encuentran en el Río de la Magdalena, arriba de la boca de Nare. Esta especie montañosa pertenece probablemente a la roca verde, retinita y pérfido de Leucita, a las formaciones de pozo, saxo-metalíferas, cuya naturaleza aún es poco conocida por los mineralogistas sajones y que se puede estudiar en el apéndice sur de los Cárpatos (Fichtel) y en las montañas eugenésicas (donde las reconocí cerca de Abano).
_____________ Quindío, pág. 25 _____________
El valle del Magdalena es muy parecido en su forma exterior al Orinoco, especialmente en Atures y Maipures. Una extensa llanura en la que se alzan, como antiguas islas, peñascos en forma de fortificaciones, o más aún, muchas de estas extensas llanuras que se alzan en forma de pisos la una sobre la otra. Todo anuncia un suelo donde había antiguamente un lago, una larga permanencia de aguas en reposo, que se fueron retirando lentamente y llenaron profundos depósitos. Así, una planicie (aquí las llaman mesas) está a menudo elevada unos 800 pies sobre otra. La violencia del agua ha derrubiado en ellas profundos valles, ha separado crestas de montañas, de forma tal que en las dos riberas del Gualí y del río Magdalena aún se pueden reconocer los estratos que una vez estuvieron unidos. Lo mismo en el Orinoco, donde las oleadas llanuras de Maipures y Atures están constituidas por la misma formación arenisca de grano grueso, con la sola diferencia de que allí esta formación ocupa una menor extensión y en el actual valle del río sobresale, como en todas partes, el desnudo granito descubierto. ¿Por qué se construyó Honda en el valle cerrado y no en una de las mesas aireadas y hermosas? Así se pregunta uno en América ante cada ciudad, Caracas, Trinidad de Cuba, Habana... Porque la posición de una ciudad es siempre casual, porque los españoles han seguido ciegamente a los indios, y en todas partes se han radicado allí donde los indios ya tenían poblaciones considerables. Honda debe [esto] a los pescadores y después de la conquista a los indios que descargan la mercancía cuando los champanes deben cruzar el raudal de Santa Marta (champanes que se dirigen a Neiva y que solo pueden pasar vacíos el raudal). Los indios Hondas (pues el nombre no es español) y los Gualis dependían de los Panches y no del Cacique de Bogotá, no eran pobres en oro, que recogían en Mariquita para accesorios de adorno. Esta circunstancia ha hecho que se busquen mucho Guacas en Honda (bóvedas subterráneas de los indios) - una especie de minería que no deja de parecerse a la búsqueda de tesoros de los turcos en Oriente, y que degenera en muchos en una especie de vicio lúdico. Ejemplos aislados de utensilios de oro por valor de 6 a 8.000 piastras que han sido hallados en las tumbas indígenas en Chocó, Perú, Popayán, Santa Marta, son muy seductores y la incertidumbre aumenta el entusiasmo. Familias enteras se han arruinado en América por esa locura. Los indios consideran aún hoy día esa búsqueda de guacas como una impía labor. Ellos se burlan de la búsqueda de oro de los europeos que perturba la tranquilidad de. Los muertos, y en una zona en la que todo trabajo agrícola es bendecido con muchos años de repetidas y ricas cosechas, prefieren revolver el interior de la tierra para obtener un hueso, o una olla de barro, o flechas envenenadas. Pero la búsqueda de oro es una enfermedad europea que linda con el delirio. Cuando estuvimos en Guarumo, llegaron allí 3 hombres fuertes como robles que se hacían pasar por mineros y habían llegado desde la Palma, a todo lo largo del Río Negro y a través de
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desconocidas quebradas, hasta el río Magdalena. Tenían los rostros pálidos y aseguraban que habían vivido durante largos meses en las montañas de frutas de palma y de peces, para descubrir minas de oro. Hablaban misteriosamente de los ilimitados tesoros que habían descubierto, y en 2 meses habían encontrado granos de oro por valor de 8 piastras. Estos son los placeres de una fantasía excitada. En un país donde cualquiera de ellos podría ganar con poco esfuerzo de 4 a 6 reales por trabajo manual, los buscadores de oro (mazamorreros) prefieren esta vida miserable, sin pan, vagabunda, a cualquier otra comodidad. En la alta cresta montañosa, en Cacao en Pelota, junto a Honda se ven pasillos subterráneos artificiales de los indios, que se tienen por viviendas de antiguas divinidades indígenas. En Honda una amable familia, la de Don Pedro Diago y Doña Bárbara (ella es habladora, sin coto y con huellas de antigua belleza; ¡Allí me regalaron un termómetro inglés! ¡En la casa hay un gnomon errado en 20’!). Don Louis Rieux no pudo acompañarnos hasta Santa Fé; contrajo una violenta fiebre como consecuencia de la navegación y se quedó gustoso para no dejar sola a su querida, Doña Manuela de Castro, a la que encerró como en un claustro. El compró la hacienda de la Egipcíaca, una plantación de cacao de los jesuitas con 80 negros, una raza esbelta fuerte como el roble, mientras que allí todos los hombres blancos mueren. Así de diferente es la sensibilidad a los estímulos patológicos... Me pareció indignante la forma como el inmoral Doctor Rieux (el mismo que fue encarcelado largos años a causa de sus ideas. (Anotación al margen izquierdo de la pág. 51) En Honda se ven los restos de un puente de piedra, un audaz arco solitario de más de 130 pies de extensión y 5 pies de altura, que fue arrastrado por el Gualí hace años. Ahora han tenido un puente colgante (de madera) sobre el resto del arco. Cuando la nieve se derrite sobre el glaciar del Herveo, el Gualí se crece monstruosamente y causa grandes estragos en sus riberas. Una de las causas principales de estos estragos es el ángulo de 90° de la desembocadura en el Río grande. Las aguas se devuelven tronando. Se debería profundizar el lecho en la ribera izquierda del Gualí, agudizar el ángulo. Pero naturalmente esto exige un trabajo muy sólido, puesto que yo vi una masa de arenisca de 11 a 12.000 pies cúbicos que fue arrancada hace 3 años por el Gualí y siguió rodando tranquilamente unos 300 pies! revolucionarias, el mismo que en ese entonces hablaba de libertad para los esclavos, y mientras le fué útil, representó el papel de ciudadano francés) a sangre fría hacia caer de rodillas, ante si, a los negros de la Egipcíaca. Miserable canalla humana que os hacéis pasar por filósofos en Europa...
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De Honda a Santa Fe El 23 de Junio partimos de Honda. Como el paso arriba del raudal de Santa Marta es bastante peligroso (en los 8 días que estuvimos en Honda se ahogaron allí 6 personas) viajamos corriente arriba, como los virreyes, hasta las Bodeguitas - en una pequeña canoa. Hay que pasar muchos pequeños remolinos, así que uno cambia un peligro grande por varios peligros menores. Nosotros vimos claramente la rompiente del río a través de la larga cuesta de roca arenisca, una alta muralla de 1.000 pies que se ve exactamente horizontal en el meridiano 12, desde la Vuelta de la Madre de Dios o del pintoresco Golligon hasta el Cacao en Pelota. ¿Por qué, en el paso hacia Santa Fé, no se tiende sobre el raudal una cuerda de orilla a orilla?, (el río no tiene 100 varas de ancho) así no sería de temer que las canoas (amarradas a la cuerda) se fueran corriente abajo. Pues cuando esto sucede, todos se vuelcan al río, y el pasajero no puede hacer nada más que saltar antes al agua y así probar suerte. Puesto que en el camino de Honda a Santa Fé, se asciende desde el valle del Magdalena hacia el occidente, naturalmente el camino desde las Bodeguitas sube siempre con una pendiente de 70°. Casi nunca tiene más de 14 a aún de 10 pulgadas de ancho, serpentea sobre rocas desnudas, a veces en escalones sobre roca saliente, a veces sobre cantos rodados. Uno tiene que admirar la inteligencia de las mulas cuando trepan de escalón en escalón. La cresta de la montaña, limitada por el río Magdalena, tiene naturalmente el nivel del valle horizontal 12. Su _____________ Honda Barómetro 316 líneas, no! v. p. 126. _____________ descansa y disfruta un precioso panorama. Barómetro 302 líneas. El Salto del Fraile 283,3. La cumbre más alta 278. Hasta la cumbre más alta nos siguieron todos los productos de la zona caliente. Caryota virens que vimos en el Casiquiare y Rio negro en un llano casi al nivel del mar, caña de azúcar, plátano, y lo que más me sorprendió ya que ambas plantas exigen humedad, Bambúes en conjuntos boscosos, y la nueva especie de hierba Latta (Caña brava) que cubre toda la ribera del Magdalena. El panorama desde el alto del Sargento (donde la roca arenisca está cubierta tupidamente con liquen), (Anotación al margen derecho de la pág. 52:)
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En el Guali, las casas tienen una vista agradable, y en todas las calles se oye el agua murmurar entre las rocas. De día se sufre mucho en Honda por el jején (una pequeña mosca), en la noche es muy escaso el zancudo. La noche es fresca y agradable.
pico más alto se llama el alto del Sargento. Esta áspera región montañosa está bastante habitada uno encuentra cada cuarto de hora cabañas de hombres libres, con plátano- y plantaciones de azúcar. La estación principal es Las Cruces, donde uno pertenece a las grandes formas de la naturaleza que yo he visto en alguna parte en los Pirineos, Cárpatos, Alpes saboyanos y tiroleses. Comparar el mapa de situación. El punto de vista es muy importante para geógrafos. Se tiene ante si la Cordillera de los Andes y distingue dos glaciares con hielo resplandeciente, de los cuales sólo es conocido el que está más al norte, el Páramo de Ruiz. El que queda más al sur es el Nevado de Tolima en Quindio, más alto que el Páramo de Ruiz, con forma grotesca de fortificación con una cima cónica, parecida al Dru. Se ve el curso del río Magdalena desde Ambalema hasta Honda. Uno capta en una ojeada, que al antiguo canal, el verdadero valle del río, tiene más de 6 millas de ancho, que las imponentes masas rocosas, ahora alejadas del río, se alzaban antes como islas sobre el río, y que el actual río es solo un hilito de agua, unas gotas de aquél que una vez labró este valle. Lo mismo en el Orinoco, en el Rhin. Ver mis papeles y artículos geognósicos sobre valles, dejados en Europa. El camino del Sargento hacia abajo en el Valle de las Guaduas es muy malo, especialmente en la época de lluvia. Los estratos de roca arenisca apuntan hacia el sur y el oriente con 45°. Sobre estos desprendimientos, lisos como espejos, descienden las mulas. El valle es paralelo al lecho del Magdalena, pero unos 2.000 pies más alto. Sus aguas van al Río Negro, y sería más fácil hacer un camino desde aquí hasta Guaramo, no sólo más corto, sino que evitaría a los champanes que van corriente abajo los trechos más peligrosos para la navegación, el Prete, la Boca de Guarina y los Chorros, cerca de la actual Bodega de Santa Fé. El valle, extenso como el valle Hasli y como todos los suelos donde anteriormente había lagos, lleno de plantaciones de azúcar, casas de campo esparcidas alrededor de las cuales se eleva el Salix grenadensis cupresáceo, una vista totalmente reconfortante y alegre. La pequeña ciudad villa está miserablemente construida. El alto convento de los franciscanos le sirve de adorno. Desgraciadamente! aquí toda la tierra de los alrededores está en manos de un sólo dueño nuestro anfitrión Don José de Acosta, que tiene mucha fama de hospitalario y que domina este valle como un rey pues es el Corregidor. El es capitán de la milicia y materialista. En su tienda se compra Brandy por ½ real. El es el acompañante de la Virreina en Santa Fé - así de caóticas son las ideas sobre la decencia social en América! A pesar de esto disfruta en un buen nombre. El hospeda a todos los virreyes entrantes y salientes, quienes se detienen aquí, 8 o 10 días al llegar, para acostumbrarse al clima frío, y de 18 a 20 días al salir, para ordenar sus papeles. Las gentes libres que cultivan azúcar en sus campos pagan tributo hereditario, de manera que él no puede echarlos, pero trata de adelantarles dinero y así sacarles el azúcar a poco precio. Este es mal general en América con el algodón, el cacao, el añil y el azúcar. Así busca un hombre rico y astuto hacerse señor de los que lo rodean. Y cuán poco protegen las leyes al más pobre del más rico, especialmente cuando este mismo (como sucede casi en todas partes) es el administrador de las leyes y de la autoridad real, Teniente, Corregidor.., cuándo sólo él tiene acceso a los Virreyes y a los Oidores y so convierte en el único poseedor del comercio tanto grande como pequeño (en peniques). Por lo demás, Acosta no tiene la peor reputación, y abusa de su influencia y de su posición menos que otros. En el valle de las Guaduas, ½ almud de tierra da 80 arrobas de azúcar blanca. El valle en su totalidad, o más bien el Corregimiento de Guaduas produce anualmente 80.000 arrobas de azúcar (a 8 o 9 reales aquí) más 40.000 piastras de miel, actualmente en 156
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trapiches, pequeños molinos de azúcar. Así pues, el valle gana anualmente 120.000 piastras. Puesto que el rey sólo permite fabricar aguardiente, los habitantes no pueden utilizar la miel para hacer brandy como en Cuba. Cuánto más útil es la región en que este cultivo de azúcar está en manos de familias individuales, donde el mismo padre y los hijos cultivan la tierra, que las grandes haciendas de negros en las que cada gota de zumo de azúcar cuesta sangre y gemidos. Naturalmente esta repartición tiene los defectos técnicos de toda manufactura dispersa, que en los cilindros de madera (los de hierro cuestan de 2 a 3.000 piastras) la caña no es totalmente exprimida, que en las míseras pailas se desperdicie inútilmente jugo y madera, pero por otra parte, cuán grande es la ventaja moral y política al no tener que utilizar a los esclavos negros, y al ver la tierra trabajada por manos libres. Por qué no se puede construir con un préstamo un trapiche para muchos vecinos! De dos a tres grandes haciendas en la isla de Cuba, producen evidentemente tanta azúcar como las muchas familias que viven dispersas en el valle de Guaduas. Pero esas 2 3 haciendas caen en la ruina por el derroche o por la muerte de 2 3 personas. En el río Magdalena la orden de los jesuitas, como persona moral, mandaba sobre las grandes plantaciones de cacao, la Egipcíaca, Hierro, Buenavista. Ganganelli acabó con esta muy inmoral persona moral, y desde ese momento, se perdió el cultivo de cacao. Esto no hubiera sucedido si el cacao hubiera sido cultivado por muchos particulares. Solo grandes y especiales acontecimientos pueden destruir una industria que descansa sobre la actividad de muchos. Además: una hacienda de caña, asentada en la isla de Cuba, no produce casi nada excepto azúcar. Sin carne de Barcelona y Buenos Aires muere de hambre la isla de Cuba. Ella depende de factores externos. La familia que cultiva azúcar en pequeñas cantidades, siembra al mismo tiempo su conuco, y se alimenta a sí misma. Las haciendas de esclavos presuponen condiciones antinaturales, y fundamentan otras aún más antinaturales. Pero lo que está contra la naturaleza, es injusto, malo y poco duradero. La isla de Cuba, o más bien, las 100 leguas cuadradas que están sembradas con caña de azúcar, entre Habana, Matanzas y Batabanó, lo mismo que muy cerca de Trinidad y Santiago de Cuba, producen anualmente 3’200.000 arrobas de azúcar. (en 1810 la Habana exportó 142.000 cajas de 16 arrobas que valen 40 pesos). La mayor parte de esta monstruosa suma se reparte entre unas 30 familias. Estas viven disipadamente... y la isla es un desierto cubierto de selva desde Batabanó y Matanzas hasta Jagua, Villa Clara y Santiago de Cuba. Qué distinto seria si la Isla Cuba produjera sólo 1/6 de los 3 millones de arrobas en pequeñas haciendas de gente libre. Una plantación de café de 60.000 árboles produce un excedente de 25.000 piastras y es trabajada por 40 esclavos. Cuarenta y cien familias podrían vivir holgadamente de este ingreso que ahora despilfarra una sola. Qué diferente seria la población y el cultivo de la isla Cuba. Pero la costumbre vence y la gente está convencida en forma apodíctica que la felicidad de una isla de las Indias Occidentales reside en la cantidad de esclavos y del azúcar que produce, no en la cantidad de brazos libres activos, no en la mayor cantidad de felicidad doméstica de muchos! Veinticuatro valles, como el pequeño valle de las Guaduas, producen tanta azúcar como toda la isla de Cuba, y ahora compárense la provisión de instrumentos metálicos comprados a los ingleses (cilindros, pailas de cobre, tachos, pailas, clarificadoras, muros de piedra, trenes, técnicas bailicas) de las haciendas de esclavos, frente a la poca provisión de utensilios de estos pobres cultivadores de azúcar nativos. El cultivo de azúcar ha aumentado tanto que antes de 1780 se lograban a duras penas 6.000 arrobas anuales. Anualmente son embarcadas de aquí para Cartagena 40.000 arrobas. La pequeña ciudad ha aumentado muchísimo su bienestar. Estuvimos en Guaduas más tiempo de lo que quería por que el pobre Bonpland tuvo exactamente el mismo acceso de fiebre con vómito que hace un año y un día nos detuvo
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en San Thomé de la Nueva Guayana durante todo un año. Era, según aseguraban, la época más caliente del año, y el termómetro se mantenía en 15 – 16° desde las 4 hasta las 8 de la mañana, el resto del día y comienzos de la noche en 18°, a lo más 18°, 2 Reaumur. En el Valle de Guaduas sólo hay indios en el pueblo del Guayacán. Tampoco ha habido nunca muchos aquí, pues después de 1.556 se llamaba el desierto a este hermoso valle cultivado que ahora habitan 3.000 personas. Montaña estratificada - En el río de la Magdalena y en Guaduas todo anuncia la formación estratificada de Turingia; es decir, todo prueba que también aquí las sedimentaciones estratificadas se superpusieron las unas a las otras en el mismo orden cronológico que en Europa. Los fósiles, la antigua formación de roca arenisca amarillogrisosa (surge) en todas partes descubierta, alrededor de (Anotaciones al margen izquierdo de la pág. 55:) Es curioso lo que se observa en Guaduas: que el caña de azúcar en las más frías plantaciones (a 5 o 6.000 pies de altura sobre él nivel del mar), en un clima tan frío que nunca brota una espiga, no solo llega a ser más gruesa, sino que también da jugo (sobretodo guarapo) de azúcar en igual volumen. Sin embargo crece muy despacio y por eso el jugo es menos rico en agua! pág. 160. Sobre Mutissia Barnadosia Ch (?) irage vide Diss. de Don (?) 1832. El desconocimiento de la Geografía es en Madrid tan grande que en Lima conservan una Cédula Real, que ordenaba que en Guanacavelica debían embarcar mercurio desde allí hasta el mar, para ahorrar el costo de las bestias de carga; en Quito se conserva una Cédula Real, ordenando que los canónigos fueran llamados a Santa Fé para ser juzgados; estos viajaban hasta Popayán y desde allí objetaban que no podían continuar a causa de su edad... Venia la respuesta, de que so les disculpaba y permitiera ir a Cartagena en vez de Santa Fé, como si la primera estuviera más cerca que la última. Honda, Guaduas, Banco, pág. 11. 48. En esta roca arenisca aparecen alternadamente capas de conglomerados de grano fino y de grano grueso, y capas secundarias 1) sólida roca férrica color castaño, en parte adherida a roca refractaria, Artitas (?) (Maracaibo, Honda), en parte en montones de residuos formando pisos, como al norte de las Guaduas y la ciudad de la Palma, donde incluso han fundido un poco de hierro los vizcaínos (En la Palma aparece montaña originaria debajo de la roca arenisca, y en ésta, suscritando gran sensación, huellas de minerales de oro y plata, amianto, tierras colorantes, sobre y cales férricas. 2) Estratos de hulla en gran cantidad y extensión. Yo examiné el estrato en la quebrada negra, 1 ½ leguas al norte de Guaduas. El estrato está a unos 8.000 pies sobre el mar, descubierto a flor de tierra y revestido con arcilla de esquisto. Tiene más de 6 toesas de espesor, hora 10., cae con 30° hacia el sureste. Es carbón esquistoso excelente mezclado con hulla brillante y azabache, la primera pierde el color fácilmente, sin huella de persulfuro de hierro. Los herreros utilizan esta hulla desde hace 20 años y la hacen extraer (como arcilla, a flor de tierra), excavar. Lo más sorprendente es que el estrato de hulla, a flor de tierra y directamente debajo de la cubierta (mas arenisca esquistosa que verdadera arcilla de esquisto) sea puro. Este azabache está inmediatamente debajo de la cubierta, dónde en Europa se esperaría encontrar esquisto quemado. Estos estratos de hulla, que alguna vez serán de gran importancia en una región en la que los bosques son asolados furiosamente
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(incendiados) y no se piensa en cultivo forestal, no son estimados ahora en absoluto por el pueblo. A pesar de que hay madera, bosques, en exceso, el transporte y el jornal de los taladores son aquí tan altos que, en general, la madera no es tan barata como se puede pensar en Europa. En la minería de Mariquita se quejan mucho de la carpintería cara (además la madera es muy difícil de astillar, muy nudosa, se destrozan muchos instrumentos). A causa de la carestía de la manera, en Villeta se ha intentado, para la fundición de cobre, fundir con hulla. Se asegura que es imposible porque se tiene un fuelle muy débil y la hulla no deja suficientes espacios intermedios... Si alguna vez esta región prosperara se tendrían muchas razones para utilizar la hulla. Y en qué cantidad la ha repartido la naturaleza aquí. Entre la Palma y Guaduas, en la quebrada de la Carbonera, hay un estrato de hulla tan extenso y descubierto que forma toda una elevada montaña. Otros extensos estratos asimismo de más de 4 y 5 toesas están en San José, cerca a Guaduas; muchos en la jurisdicción de Vélez y de Villa de Leiva. Allí se podría fundir plomo con hulla como en Tarnovitz, pues no lejos de Vélez, en San José de Pare, está el Ceno de Alcohol donde hay ricos filones de galena (el pueblo llama alcohol a la galena). En Santa Fé, donde ya se sufre por la falta de madera, (falta de madera, lo repito, no a causa de falta de bosques, pues toda Suramérica es un bosque; sino a causa de lo caro del jornal de la mano de obra; por la falta de vías, porque se han situado grandes poblaciones en ásperas cumbres montañosas de vegetación pobre!); en Santa Fé aumenta paulatinamente la utilización de la hulla. En el río Sinú encontré pedazos de esquisto de carbón que se decolora, en el río. Era realmente esquisto de carbón y no esquisto margoso mezclado con carbono en la formación caliza (lo que no se puede reconocer en morillos), igualmente esto anunciaba allí hulla. No es menos probable que se la encuentre en las colinas areniscas alrededor de Turbaco, Tolú, es decir, en la cercanía de Cartagena; ¡Qué comercio tan ventajoso se podría hacer con este producto con Jamaica! Alrededor de Neiva, en el valle, se encuentran troncos de madera fósiles en la arenisca, exactamente como en todo el llano de Calabozo, de la villa del Pao - y en Turingia. Donde el clima tropical genera por medio de fuerza orgánica una masa tan gigantesca de materias vegetales, no se debe uno asombrar de que el interior de la tierra contenga tan grandes tesoros de vegetación enterrada. ¿Y que papel no jugarán estos estratos de hulla (*) en las erupciones volcánicas, terremotos y manantiales calientes que asolan esta parte del mundo? De todas maneras el asiento principal de aquellas revoluciones están en el terreno primario, pero también en todas partes las montañas estratificadas yacen sobre terreno primario, y aún la montaña estratificada tiene asimismo (Provincia Cumaná) sus movimientos de tierra característicos, incluso revoluciones en que lanza llamas. Sobre la antigua formación arenisca se superpone caliza (análoga a piedra calcárea) en Nueva Barcelona, la de Cocolar se superpone a la arenisca de los Llanos; como la roca fétida de Caño Morrocoyo. Con algunas petrificaciones terebrantes. En el río Magdalena; la caliza de la Popa en Cartagena... Entre 5 y 6° de latitud. ______________ (Anotaciones al margen izquierdo de la pág. 57:) Capa de paja de hojas y... árbol de Cajam en China. Daniells p. (?) viaje a China. 1803. Pl. 20.
* al lado de la gran cantidad de persulfuro de hierro, azufre natural, betun (Chapapote), esquisto margoso mezclado con carbón, arcilla salífera bituminosa.
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Esta formación arenisca del valle del Magdalena es idéntica a la del llano de Bogotá, más de 1.700 toesas de espesor, posiblemente más extensa aún, de grano más fino en alturas mayores. En la arenisca menos, o casi ninguna petrificación, sólo traquitas en Qualamaná, pág. 158. En la arenisca hulla de Canoas. En el yeso sal gema de Zipaquirá. ______________ alrededor de Guarumo, Boca de Nares, Honda y Guaduas los fósiles (viejas formaciones de roca arenisca) están casi en todas partes descubiertos y muchas poblaciones buscan arduamente cal. Esta sólida (pero sin petrificaciones) caliza viene superpuesta sobre roca arenisca en Río Seco entre Honda y Guaduas y en Río Negro, el cual brota en el Páramo de Zipaquirá, se une con el río de las Guaduas más abajo del pueblo indígena Caparrapí, y se desborda en mil cascadas sobre la escarpada montaña, frente a Guaramo, para lanzarse en Río grande. En esta misma montaña estratificada, y muy cerca, aparece también yeso, sal gema y manantial salino, sobre cuyas relaciones locales aún no puedo decir nada específico. Yeso foliado (yeso antiguo?) en Rio Negro, al occidente de Caparrapi y cerca a Santa Fé, en grandes cantidades. Manantiales de cloruro sódico en el río Pinceima allí donde cae en Río Negro, es decir, posiblemente fluyendo en el yeso (como en Turingia). Así la naturaleza inorgánica se iguala en sus producciones en las más alejadas regiones del mundo. Todo denuncia una formación simultánea independiente de la influencia del clima, endurecimiento del cuerpo terrestre desde el polo hasta el Ecuador! ________________ Calor, lo más caliente, Neiva, desacreditada en Nueva Granada, allí nunca puede levantarse a volar el genio! Semanario 1. pág. 294. ________________ La raza humana allí muy grande, pág. 295, habitantes colosales, que las ciencias nunca florecerán en Mompós. ________________
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Arribo a Santa Fe
Apenas se llega al Alto del Roble, se divisa enseguida una llanura cuyo término no alcanza la vista. Aún cuando uno esté muy preparado para esta escena natural, no se asombra menos de encontrar a esta altura una planicie tan parecida a las marinas. Uno ha pasado cuatro días encerrado en desfiladeros en los que a duras penas cabe el cuerpo de la mula; ________________ Santa Fé mi Orinoco pág. 373 ________________ Los ojos están acostumbrados a los espesos bosques, precipicios y montes rocosos y de repente ve ilimitados campos de trigo en la planicie sin árboles. Y exactamente a esa altura, a la altura de los más altos Pirineos, el Canigou, en esa atmósfera encarecida han levantado los hombres una gran ciudad... En esta planicie se encontraron por casualidad, sin acuerdo, 3 Conquistadores en 1535, Federman y Belalcázar desde el sur y el osado Gonzalo Jiménez de Quesada desde el Opón, este último por caminos ahora desconocidos y que no han vuelto a ser pisados, después de que saliendo de Santa Marta, había pasado 6 meses sobre barcos de quilla en el Río Magdalena, y ya al querer abandonar la expedición, fue animado a continuar en el Opón, debido a esta sal gema que anunciaba la presencia de minas, y por malinterpretadas noticias acerca del Dorado y de la Laguna de Guatavita. La mayoría de sus acompañantes murieron de hambre en el camino entre Opón y la elevada planicie de la sábana de Bogotá, ellos se comieron los cueros sobre los que dormían... En esta planicie disputaron los conquistadores por el premio del Emperador y sin tener en cuenta la distancia, decidieron buscar en Viena al Emperador para que zanjara la disputa... Qué ideas, despierta la vista de estas praderas. Aun cuando estos trigales sonríen amablemente al europeo, sin embargo la meseta tiene un carácter serio, triste y aún monótono a causa de la falta total de árboles y la severidad del clima. Al Oriente se divisa una cadena de montañas a cuyos pies está situada la capital. _______________ Comparar con Cachemira aldeanamente; yo la he reunido en nota de mis Lineas isotermal, MSS.
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_______________ En Santa Fé, la expectativa por nuestra llegada fue singularmente excitada. Yo había escrito desde Turbaco al famoso Mutis que el sólo deseo de verle y de admirar su obra me habían movido a preferir el camino por Popayán al inmensamente más corto por Panamá y Guayaquil. Este sacrificio (y en realidad a causa del río Magdalena, no fue pequeño) movió al Señor Mutis y a sus amigos a movilizar todo para proporcionamos un recibimiento honroso. Habían situado botes a todo lo largo de todo el camino a partir de Guaduas, para conocer el día de nuestra llegada. La fiebre de Bonpland y nuestra permanencia en Guaduas hicieron que Don Pedro Groot y sus amigos nos esperaran durante 10 días en Facatativá. Tan pronto como en el alto del Roble salimos del bosque a la ilimitada planicie (las sabanas de Bogotá), ya encontramos carruajes y caballería para continuar más cómodamente el viaje. De hecho, uno se asombra de encontrar en la cumbre de una montaña de unas 1870 toesas de altura, coches de Londres con resortes, y en la ciudad una cantidad de barómetros, termómetros, máquinas de electrización, en la casa de Mutis telescopios acromáticos, que fueron enviados a Londres en reparación y los cuales recorrieron felizmente el enorme camino dos veces. A cuántos accidentes están expuestos todos estos instrumentos en el río Magdalena y en el camino rocoso de Honda al Roble a veces apenas de 7 pulgadas de amplitud. ______________ [Anotaciones al margen izquierdo de la pág. 61:] Después que los españoles habían hecho establecimientos en Panamá, Darién, Santa Marta y Cartagena, Quesada, en abril de 1536, so situó con 600 hombres de infantería y 100 de caballería, en las montañas de Opón y luego de haber perdido 500, pasó por Vélez hacia las llanuras de Ubaté, y Bogotá. Seminario I, pag. 401. _______________ Historia. Historia de la Provincia de la Compañía de Jesús del Nuevo Reino de Granada en la América por el Padre Joseph Cassani, Madrid 1741, escrita en España, basándose en 2 MSS americanos del Padre Pedro Mercado y Padre Juan de Rivero. _______________ Ver arriba pág. 12. Exportación a China 1802 - 1804. Sem. II. pág. 28. _______________
En Facatativá, una aldea india en la que los habitantes comercian con el Cinchona descubierta por Mutis (se ve secarla delante de todas las casas), encontramos al Secretario de Mutis, Carbonel, a algunos pintores, al joven Rublas de Antioquia y pariente de Montenegro, todos con ruanas de lana según costumbre de la región. Uno cree ver una reunión de mendigos cuya cabeza sobresale del saco. La aldea denuncia tan poco como Fontibón, de donde partimos el 7 de julio, la cercanía de una capital. Casas de caña de bambú y pegadas con greda. El nivel termométrico por las noches de 6° Reaumur y este frío nos ha caído muy pesado lo mismo que el aire enormemente enrarecido. El camino a Fontibón va siempre a través de la planicie sin árboles llena de papas, trigo y avena, pues aquí se alimenta a los caballos con avena. Un poco más al suroeste del Roble desaparece el esquisto arcilloso y sobre éste se superpone una formación estratificada que llena la alta cumbre de la montaña, la Sabana de Bogotá. Sobre el
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esquisto de arcilla fósiles, arenisca vieja llena de cuarzo y de piedra de Lídice, sobre éste, depósitos de Letten con yeso foliado y sobre éste, caliza. La última, muy parecida a la formación jurásica, está en la mayoría de los puntos a flor de tierra, especialmente en las colinas que están situadas contra las altas crestas de las montañas. Estas sabanas de Bogotá son en verdad (como lo denuncia su ilimitada extensión, el Letten y el lodo del que están cubiertas, y también la vieja tradición) el suelo de un antiguo lago extinguido. El desbordamiento (salida del agua) parece especialmente haber sido en Canoas. Es un fenómeno común a todas las regiones del mundo, encontrar lagos sobre altas cumbres de montañas, especialmente en valles altos, como en los Pirineos, en los Alpes saboyanos, en los Carpatos. Donde ya no existen grandes lagos, por lo menos se ven claramente sus huellas, (por ejemplo en el valle de Urser antes de que ocurriera el desbordamiento del Reuss en al agujero del Urser y el del Diablo, asimismo la planicie inmediatamente debajo de la cima del Monteblanco), o pequeños residuos de agua, como por ejemplo en Gothard donde lagos escalonados están unidos a través de las gargantas en San Bernardo en los Cárpatos en Oiçow y Trescemiensciz, y en otras montañas que he escalonado. ¡Ver mis papeles geognósicos en Europa! En la parte de los Andes que se extiende desde Popayán hacia Santa Marta existen, aún ahora, considerables lagunas (lagos) en grandes alturas de 1 a 2.000 toesas, tal como la de Tota, circular y de 5 millas de circunferencia, en la que vive legendario pez cetáceo Buey, la laguna de Fúquene a la que el Obispo Piedrahíta (Historia general del Nuevo Reino de Granada, pag. 5) da 10 leguas de longitud, la laguna de Guatavita en la que los principes de antaño sacrificaron tantos tesoros.... _______________ Vientos solo sur y este (?) en Nueva Granada tiempo sereno. Sem. I. p. 260. _______________ Cómo orinan los habitantes de la costa en Santa Fé, descaman la piel, se les inflaman los ojos (estado inflamatorio) Seman. I, p. 252. _______________
En Fontibón encontramos un recibimiento esplendoroso. Se había reunido lo más distinguido de la ciudad para damos la bienvenida según la costumbre española, el asesor de Virrey, el Secretario del Arzobispo, el Rector del Colegio del Rosario, el marqués de San Jorge, Don José María Lozano (educado en España como su hermano Don Jorge, inteligente, muy instruido, especialmente lo último, en Química antiflogística, alumno de Proust)... Cerca de Fontibón admiramos las avenidas de árbol loco muy común aquí, una Polymnea de 20 pies de altura, hueca por dentro, de tal manera que un adolescente rompe el árbol con una mano, la bella Vallea stipularis, junto a los caminos la borrachera o Datura de flores grandes. _____________ (Anotaciones al márgen izquierdo de la pág. 63:)
Solís El Virrey Solís ingresó, después de que terminó su gobierno, como lego en el convento franciscano de Santa Fé. Allí fue fraile lego durante 8 años. En el noveno año se hizo consagrar sacerdote y en el décimo año murió siendo guardián de este convento.
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Creencia ciega en las Ciencias. Caldas propone pasear a caballo con un turbán eléctrico para fortificarse. Sem. I. pág. 256. _____________ En los caminos de las afueras de Santa Fé en todas partes Borrachera, la Datura arbórea de flores blancas (en Almaguer descubrimos otra más eficaz, de flores amarillas). Por la tarde sus flores difunden un exquisito aroma. Los indios preparan una bebida mágica con la semilla del Borrachero, unas veces para ver arder las Guacas (túmbas que esconden tesoros de los antepasados indígenas), a veces para narcotizar una muchacha y violarla. La bebida se llama Tongo. Cuando Quesada llegó a Nemocón en el Llano de Funza con sus guerreros, los indios dieron maliciosamente a los españoles la bebida embriagante del Borrachero. Quesada, (así lo dice el mismo en la Historia de sus expediciones. Véase Piedrahíta, quién utilizó el MSS.), se asustó cuando vio a todos los suyos, todo el ejército enloquecido y aletargado, sin encontrar la causa. A la mañana siguiente recuperaron el sentido; sinembargo (agrega el tan ingenioso como valiente joven en sus MSS), me parece, “como si nos hubiera quedado a todos una buena porción de locura, pues que otra cosa puede ser sino locura guerrear contra indios inocentes, y abandonar su patria para robar objetos sobre los cuales no se tiene el menor derecho”. Una singular confesión en boca de un conquistador. El sacerdote que daba los oráculos en el templo del sol de Sogamoso masticaba igualmente la semilla de la Datura! Cotos, como aparecen en las montañas, despiertan gran temor, Caldas. _______________ Semanario 1, páginas 262 – 267 en Corazón, página 265. _______________
(Desde
apéndice complementario): <En el Chocó, un barril de 6 a 7 arrobas de harina norteamericana cuesta de 64 a 100 pesos. Una carga de harina pura de Santa Fé, de 64 a 70 pesos. Véase páginas 172 y 194?>
Cereales En América pocos países, tal vez exceptuando sólo a Chile, producen tanto y tan excelente cereal como el Reino de Nueva Granada. Aún en el Llano de Bogotá, donde el suelo es arenoso y el clima muy frío, se cuentan 10 y 12 cereales. (Injustamente se compara a las regiones frías del trópico, planicies de 1.000 a 1500 toesas de altura en las montañas) con Polonia y Rusia, se dice, inexactamente, que en Polonia y Rusia el aire es más frío que aquí cerca al Ecuador... Por lo que éste o aquel fruto deberían desarrollarse igualmente bien. Evidentemente el termómetro nunca desciende aquí bajo 0°, pero en Europa del Norte el aire es durante 3 meses casi tan caliente como en Cumaná y Cartagena. En las cortas noches de verano (en las que el aire y la tierra no tienen tiempo de enfriarse) el termómetro está casi ininterrumpidamente durante 3 meses entre 20 y 26° Reaumur, en tanto que en las regiones montañosas del trópico se eleva a duras penas hasta 18°, la mayor parte del día está en 14 – 15° y todas las noches desciende hasta 6 u 8°. Así pues, aquí falta decididamente el calor que incuba y que mezcla los jugos necesarios para el crecimiento y la maduración de los frutos. Aquí
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reina una eterna primavera, la primavera que soñaron algunos astrónomos con una posición correcta del eje terrestre y la que en efecto podría ser igual a un eterno invierno, una temperatura media en la que todos los seres orgánicos enferman). La región alrededor de Ocaña, Tunja y Santa Fé, produce en su mayoría trigo. Ver las Memorias de Cavero para el Virrey Góngora en Octavo de mi diario de Viaje de Habana a Cartagena. El cultivo de grano debería ser para el Reino de Nueva Granada un artículo como el azúcar para la isla de Cuba, el Reino podría abastecer de cereales a las islas de las Indias Occidentales y aún a España, si no se opusieran a este comercio de grano los comerciantes y contrabandistas favorecidos por el Gobernador de Cartagena. Para efectuar el tráfico ilícito con las colonias extranjeras, Cartagena pretende que el cereal (harina) del Reino de Nueva Granada no se conserva, simplemente un pretexto falso para traer artículos de contrabando de Santo Domingo y Jamaica con el pretexto de la harina norteamericana. A menudo se ha encontrado ropa debajo de la harina. De allí que la harina del reino sea tan barata a causa de la escasa venta, en tal forma que los hacendados reducen su siembra a la 8ava, parte de lo que podrían sembrar. En Santa Fé, 1 carga de trigo, o sea 10 arrobas, vale entre 3 y 4 piastras, con frecuencia solo 20 reales; 1 carga de harina refinada, harina floreada, 10 arrobas, vale de 8 a 9 piastras, harina mezclada, con salvado o harina con afrecho, 1 carga, 5 o 6 piastras, esta última a menudo vale apenas 3 piastras, en Tunja. En Cartagena se puede suministrar harina refinada de Santa Fé, 1 carga, 10 arrobas, por 18 o 19 piastras. Así lo recibe la pequeña Morine de Cartagena, según contrato con empresarios de Santa Fé. Por el contrario en Cartagena, 1 barril de 6 a 7 arrobas de harina refinada extranjera (en su mayoría norteamericana) cuesta de 25 a 30 pesos, y como los negociantes que efectúan el comercio (y el contrabando) de harina americana, tienen bajo su poder a los pocos panaderos por medio de adelantos, pues los panaderos son en parte empleados dependientes de ellos, y nadie hornea en casa, así la harina barata del Reino de Nueva Granada no tiene venta en Cartagena. Se cree que si en Cartagena se prohibiera por algún tiempo la importación de grano extranjero, entonces tendría aceptación la harina de interior y el público perdería el arraigado prejuicio. En tiempos del Virrey Flórez existió de hecho una prohibición semejante, aumentó el cultivo en tal forma que la Habana era abastecida en gran parte con harina del reino. Pero los negociantes más adictos al contrabando supieron presionar en España para obtener nuevas órdenes y la importación de harina fue permitida para estimular el comercio de la metrópoli, tal como si España tuviera que exportar su propio grano. Apertura y mejoramiento de caminos (como el que pasa por Tegua y Medina hacia el Llano de Casanare) y libre comercio sobre el Meta estimularían así mismo el cultivo, para abastecer con harina a Guayana.
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Descubrimiento de la Quina cerca de Santa Fe (Ver Viaje a México, pág. 21)
Acerca de la prioridad en el descubrimiento de la Cinchona en las cercanías de Santa Fé, ha habido una discusión de muchos años. El discutidor Don Sebastián José López Ruiz de Panamá hizo llegar a mis manos en Quito, enero de 1802, una sede de documentos en los cuales conocí los siguientes hechos. El Superintendente de Moneda de Santa Fé, Don Miguél de Santistevan que viajó de Loxa a Madrid a presentar su proyecto sobre el estanco de la quina, menciona ya en 1753 en un plan dirigido al marqués de Villar, que él no sólo ha encontrado Quina cerca de Loxa, Ayacaba, Guancabamba, Jaen, Riobamba, Angas, Chillanes, Villa Paute, Gualaseo, Cuesta de San Antonio y Oliva, sino también en casi toda la región entro Quito y Santa Fé, donde el terreno está a 800 toesas sobre el mar (la misma altura de Loxa), lo mismo que en el río Juanambú, en las montañas de Berruecos, cerca a Popayán, y entre el Pueblo de Guanacas hasta el Sitio de los Corrales. El mismo Don José Celestino Mutis dice en un informe al Virrey Don Manuel Antonio Flórez, que en 1761, gracias a la bondad de Santistevan consiguió un esqueleto de verdadera Quina de Loxa con flor y fruto para su herbario, en razón a lo cual determinó el género Cinchona y comunicó a Linneo que a pesar de sus esfuerzos no había podido descubrir Quina en el Reino de Santa Fé hasta 1772, porque todas sus excursiones botánicas habían sido realizadas fuera de los 5° de latitud norte, pero que en 1772, en presencia de Don Pedro Ugarte, había finalmente descubierto Quina de Monte de Tena y en 1773 en los alrededores de Honda y que él había entregado ramas de la Quina en 1778 al Virrey Don Manuel Guirior, bastante raro que Mutis, a pesar de la descripción y esqueleto, recorriera varias veces el camino entre Honda y Santa Fé, viera los árboles y no los reconociera. La baso de los 5° es falsa ya que la Quina crece alrededor de la boca del Opón y Santa Marta pero López dice que él conoció la quina de Loxa en el herbario de los Jussieu en Lima, que poco después, en 1774, la vió cerca a Honda, pero que apenas en 1775 se hizo traer corteza y al utilizarla como quina la encontró buena. Poco después, Santistevan contó que había visto quina de verdad, y precisamente la misma especie que la de Loxa, cerca a la Mesa de Juan Díaz, Guayabal y Tena. Esto confirmó a López, quien viajó en persona a la Mesa, encontró los árboles y en 1776 presentó la quina al gobierno de Santa Fé y de Madrid.
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Por ello recibió 2.000 piastras de pensión. Góngora insinuó que todo era mentira, que Mutis la había descubierto; tomó 1.000 piastras de la pensión y también la otra mitad cuando López se negó a viajar al Darién a descubrir allí quina. En un nuevo viaje a España, López ganó nuevamente 1.000 piastras. Sin duda después del descubrimiento de Mutis en 1772. Es raro que el vanidoso Don Antonio de la Torre Miranda en su Noticia individual de las poblaciones nuevas fundadas en la provincia de Cartagena, no presente un testimonio de que él descubrió la Quina en Fusagasugá en 1783. ________________ Cuatro años después de 1776 fue descubierta la Cinchona en Panatahuas y en 1779 Ruiz y Pavón la examinaron ya. Suplem. a la Quinología pág. 41. ________________ El señor Mutis, nativo de Cádiz, pasó tres años en Madrid antes de 1760. Como médico del Virrey Pedro Mesía de la Cerda llegó a Santafé. Largo tiempo estuvo en Cartagena. Después en las minas de Pamplona en la Montuosa, de la cual Linneo hizo localidad mexicana. Después de 1787 a 1782 en el Sapo y Mariquita. Gastó todo lo que ganó por vía de la medicina y de las minas en libros de botánica. Mantuvo muchos pintores a sus propias expensas hasta que en Marzo de 1783 representó al Virrey Antonio Caballero y Góngora la importancia de una Expedición Botánica que el Rey resolvió a fines de 1783. Su discípulo Don Eloy Valenzuela se le unió. Ruiz y Pavón (Suplemento a la Quinología pág. 81) dicen que las colecciones del señor Mutis suben a 4.000 dibujos y son un fitotafio o sepulcro de platas. Para nosotros no lo fueron. Hemos visto todo, y el señor Mutis nos trató con la más grande franqueza y liberalidad. _______________ Mutis mismo dice 2.080. Ver Manuscritos botánicos, Tomo 4 pág. 98. _______________
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Cerveza de Quina El señor Mutis ha descubierto que la quina fermentada posee propiedades medicinales extraordinarias. Se disuelven en agua 32 (libras) de azúcar moreno bruto, llamado en América papelón o panela; se evapora por ebullición hasta lograr la consistencia de un almíbar que se diluye con clara de huevo. Se mezclan a este almíbar 15 botellas de agua (de 40P cúbicas) y se le agrega de media a 3/4 de libra de quina pulverizada (preferible quina blanca). En las regiones frías la mezcla fermentada por sí misma, se convierte (a 13° - 15° R) en una cerveza muy agradable en 20 días; en las regiones cálidas (en Cartagena), a 22° - 23° R, requiere de 11 a 12 días. Raras veces he tomado una bebida tan agradable. No sabe a quina ni es amarga y sin embargo tiene las mayores virtudes febrífugas y reconstituyentes. El señor Mutis dice que la fermentación es el mejor medio de colmar un licor de todos los elementos benéficos de una corteza; es un medio más suave y manejable que el fuego. el extracto... ¡Esta cerveza es preferible a los licores vinos de quina que preparan los ingleses!; acalora un poco de tal manera que no se la debe tomar sino cundo la fiebre ha dejado al enfermo, como, después de la cura se puede conservar en botellas hasta 4 o 5 meses. Cuán útil seria como preservador y remedio antiescorbútico en los ejércitos, en las escuadras navales... Si se deja la mezcla (de cerveza) al aire libre y se acelera la fermentación echándole un pedazo de plátano de Guinea (musa paradisiaca) se convierte la cerveza en un vinagre de quina, gran remedio para las enfermedades inflamatorias; se mezclan algunas cucharadas en una infusión de scoparia dulcis (escobilla)... Los habitantes de Santa Fé han sido testigos de los grandes efectos de la cerveza y del vinagre de quina. El señor Mutis hace una preparación con la zarza (Smilax zarzaparrilla), parecida a la de la quina; el éxito de la cerveza de zarza o zarzaparrilla fermentada no es inferior al de la quina. Parece que la fermentación no es sino un medio análisis de la sustancia fermentante, parece que el azúcar disuelto y fermentado extrae de la quina todas las partes saludables resinosas y gomosas; si fuera un análisis, una solución de quina en sus elementos primarios, no tendría yo confianza en el remedio. La Quina no presentaría sino hidrógeno, carbono, oxigeno puro; la Quina no seria más saludable que todo otro vegetal. Es el estado de semicombinaciones, los carburos de hidrógeno oxidan el remedio. La Quina no presentaría sino hidrógeno, carbono, oxigeno puro; la Quina no sería más saludable que todo otro vegetal. Es el estado de semicombinaciones, los carburos de hidrógeno oxidados, los óxidos de carbón... los que diferencian la quina de cualquier otra sustancia y los efectos que produce la cerveza prueban que es el azúcar el que fermenta y no la quina; que es el azúcar fermentante el que se impregna, disuelto, se une a esos carburos, óxidos... que nosotros denominamos con bastante veguedad las partes gomosas y resinosas de la quina.
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______________ (Nota margen izquierdo): Coto no es afección del sistema glandular code coindet Bibli. Brit. 1820, julio, p. 190. ______________
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Educación en Santa Fe En Caracas, Santa Fé, Cartagena, en todas partes se oye hablar de la nueva Filosofía; así es llamada la esencia de la nueva Física, Mecánica, Astronomía. La juventud americana está en un estado de efervescencia espiritual que no se conoce en España. Todos quieren sacudir las cadenas que los monjes imponen a la razón. Aún entre los monjes hay modernos... Mutis, quien ha tenido una influencia tan grande en la ilustración de esta región, fue el primero que se atrevió, en Santa Fé, 1768 a demostrar, en un programa, las ventajas de la Filosofía newtoniana sobre los peripatéticos y enseñó la primera públicamente como catedrático de matemáticas del Colegio del Rosario. Los dominicos, que juran sobre los escritos de Santo Tomás, quisieron acusarlo de hereje y denunciarlo a la Inquisición, pero sin éxito. Entonces, se preguntaba en Santa Fé quien sería ese Newton y hoy, 1801 yo mismo he visto en el convento de San Francisco una edición completa de las obras de Newton. Así cambian las costumbres. Desde entonces, se ven los escritos de Sigaud la Fond, Wallerius, Bergman, Ingenhousz, el diario de Roziero, termómetros y barómetros, en la casa de Mutis en Santa Fé; y entre la juventud aumenta cada día el gusto por los conocimientos de física. El Arzobispo Góngora dice en su Informe al Rey que es más útil medir montañas que defender el absurdo peripatético del ens y la qualitas. ¡Qué clase de Arzobispo! Pero otro Arzobispo, y que era posiblemente mas instruido que el mismo Góngora. Compañón. destruyó todo. La revolución que planeó la Audiencia, para ganar méritos ante la Corte, hizo perder la cabeza a todos. Se atribuyeron a la nueva Filosofía y al sistema copernicano los más revolucionarios pensamientos y el Arzobispo reunió una Junta en la que fue prohibida la nueva Filosofía con el castigo de Casación de los Catedráticos! Así desde 1794 hasta 1801. La juventud continuó estudiando por su cuenta y se burlaba del absurdo de los peripatéticos. En el verano de 1801 un hecho sorprendente. El Padre Rosas, un afable monje del convento de San Agustín, con el cual viví en gran amistad, quiso defender públicamente en el convento el sistema copernicano. Los dominicos se alarmaron y el fiscal Blaja se opuso al sistema copernicano a causa del decreto de la Junta. El Virrey dejó la decisión del asunto a dos clérigos, entre los cuales uno era Mutis. Este demostró que el sistema de Newton y el copernicano no solo podían ser defendidos en hipótesis, sino también en tesis, que la Silla Apostólica nunca se había pronunciado contra Copérnico, que la sentencia de la Inquisición en Roma no tenía ningún peso en España, que era una ley provincial, y que la revelación no se extendía a las ideas sobre astronomía... El monje agustiniano defendió su tesis, para disgusto de los dominicos. En Popayán se ha seguido leyendo la nueva filosofía y nuevas esperanzas arden en Santa Fé, pues el Virrey autorizó a Mutis nuevos planes para los profesores de química, física, anatomía, fisiología y botánica. ¡El gobierno
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español ordenó desde Madrid, la extirpación de la filosofía peripatética, y nunca levantó la orden!
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Ciudad de Santa Fe (Desde adición complementaria:)
Ciudad de Santa Fé. La ciudad tiene a lo sumo 30.000 habitantes - queda en la falda de una cordillera, mientras que hubiera podido buscarse una mejor situación en toda la planicie. Pero los conquistadores se dejaron guiar por el azar, siguieron especialmente a los indios y solamente aumentaron las ciudades que ya encontraron. Es una empresa realmente singular, el establecerse en la cima de una montaña de 1.370 toesas de altura, en una altura que sobrepasa las crestas de los Pirineos, en una región que aún lleva todas las huellas de su condición anterior. El extenso suelo los depósitos de sílice redondeado, las rocas que, como las de Facatativá y Suba, se elevan en la planicie en forma de islas, todo denuncia la existencia de un lago extinguido. Los pantanos de los alrededores de Bogotá y Fontibón son también restos de aquel antiguo depósito de agua, y en la época de lluvia las aguas inundan aún hoy de tal forma la planicie, que sin gran esfuerzo podría construirse alrededor de Santa Fé un lago mexicano. En un clima menos frío, la cercanía de estas aguas estancadas (lagunetas de Bogotá) llenas de plantas palustres en descomposición, sería muy desventajosa. Pero el frío se opone mucho a todo desarrollo de gases por mucho que la reducida presión de la atmósfera lo promueva, y los habitantes de Santa Fé sufren menos de fiebres que de ataques reumáticos, hidropesía y tabardillo (fiebres inflamatorias). En las zonas cálidas (Cartagena, Guaira, Llanos, aparecen las inflamaciones por la acción del calor del sol. Aquí en el clima frío la causa parece ser la falta de contrapresión del aire exterior sobre los vasos, la turgencia de los mismos en el delgado aire de las montañas. _________________ Valle de Nepal antiguo lago que cuando una nueva encarnación de Buda. M[?] Debió hacer correr abriendo con su cimitarra un paso a través de las rocas para hacer correr el río Vagmute[?] Hamilton Nepaul, p. 206 Kírckpatrik Nepaul, p. 170 _________________
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Las más antiguas revoluciones del cuerpo de la tierra pueden siempre ser buscadas en los mitos religiosos de los pueblos. Aun cuando la incomprensión y la incuria de los conquistadores españoles nos han conservado poco de la antigüedad india (los monjes quemaron todo, aborrecieron sin analizar, porque consideraron todo obra del demonio, y los soldados fundieron todos los ídolos y símbolos), sinembargo aún se puede reconocer la antigua condición de las Sabanas de Bogotá en lo poco conservado. El Adelantado Don Gonzalo Jiménez de Quesada (yo ví a uno de sus descendientes no lejos de Soacha, andar descalzo detrás de una manada de cerdos), escribió, como Julio Cesar, sus propios hechos; conté sobre los indios, lo que vio y lo que entendió por medio de intérpretes. El era un héroe ágil, indómito, joven y vanidoso. Un vestido de terciopelo de color escarlata, con el que se presentó a mal tiempo ante el Emperador en el luto de la corte, hizo que el conquistador de un nuevo reino perdiera la gracia del Emperador. Un joven guerrero tan vanidoso no estaba, pues, capacitado para descifrar los misterios ricos en símbolos de los indios, y el Obispo de Panamá, Don Lucas Fernández Piedrahíta, que utilizó el manuscrito de Quesada, estaba aún menos capacitado para transmitirnos hechos genuinos. Pero sabemos por lo que nos refirieron aquellos historiadores, que entre los pobladores de las grandes mesetas de las montañas (Sabanas de Bogotá), entra los Muiscas, Calimas, Panches y Natagaimas, reinaban los siguientes mitos: Los pueblos de esta región montañosa vivían bárbaros y salvajes!, sin divisiones de credo ni políticas, cuando desde la llanura (es decir desde el este) llegó un taumaturgo de larga barba y los cabellos partidos sobre la frente, descalzo pero con los hombros cubiertos. Los viejos lo llama Bochica o Nemqueteba (seguramente idéntico con Nemterqueteba, como Zué y Xué lo son, Acosta 1849, p. 208) o Zué, otros afirman que estos nombres designan a 3 extranjeros barbados que penetraron a esta región montañosa en épocas diferentes. Bochica (quizá un símbolo astronómico del sol) trajo consigo una mujer de gran belleza, a la cual la tradición da así mismo la misteriosa cantidad de 3 nombres, Chía, Yubecayguaya o Huythaca, la mujer (Pandora?) se le opuso y sedujo al pueblo a funestos vicios. ¿No son estos símbolos de dos principios, del intento de hombres salvajes de derivar de dos fuentes lo bueno y lo malo? La mujer causante de las desgracias logró por medio de sus artes de magia, que el río Funza creciera omnipotente (por crecimiento del río Sono y Tibitó, afluentes del Funza, Acosta 1848, p. 196) y convirtió las hermosas, entonces habitadas sabanas de Bogotá, en un lago. Los habitantes se refugiaron en las altas montañas. Mitos de una inundación local, marea deucalionistica y oguigística, cuya tradición he encontrado por todas partes en El Orinoco y Erevato y en Río Negro, entre los indios selváticos independientes. Bochica, encolerizado con la mujer, desterró a la Huythaca de la tierra y la convirtió en la luna, que apenas nació entonces, y a la que ordenó, en castigo por la desgracia ocasionada, a aparecer solo de noche. Los indios de Ubaque añaden a esto, que Huythaca se desposó con el Vaqui o el capitán de los demonios y que convertía a los hombres en animales feroces. Bastante natural el atribuir a la luna y a una mujer astuta todas las fantasmagorías nocturnas. Pero Bochica (el principio bondadoso) se compadeció de los pueblos, golpeó en Canoas sobre las rocas y abrió un camino a las aguas, el lago de Bogotá se escurrió, el espumante Salto de Tequendama se formó en ese entonces, y la planicie se volvió habitable como antes. Bochica, el creador del culto al sol, se retiró a un páramo en Sogamoso donde vivió cinco veces veinte veces veinte a 2.000 años y después de su muerte se trasladó al cielo. La región en la cual vivió Bochica durante 2.000 años se llama Iraca, el oeste de Tunja, la hermosa llanura a lo largo del río Sogamoso. (el nombre de Sogamoso fue inventado erróneamente por los españoles, porque el ultimo pontífice de Iraca se llamaba Sogamuxi). Iraca fue la Palestina de los cristianos y la Meca de los mahometanos. Los indios venían de todas partes en peregrinación a esta ciudad santificada por Bochica y
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en medio de la guerra los príncipes amparaban a estos peregrinos. Bochica, también llamado ldacanças, creó, además del culto al sol, una forma de gobierno, en la cual, sin embargo, el príncipe espiritual no era al mismo tiempo príncipe terrenal, como en Perú y Schina (?). Puesto que encontró a los cabecillas indígenas (así dice la leyenda) en pugna, les aconsejó elegir un comandante como jefe de todos, y puesto que todos se confiaron a su elección, nombró a Huncahua (se deriva del nombre Hunca o Tunja), un hombre justo querido por todos, quién dominó todas las provincias desde San Juan de los Llanos hasta Vélez y generalizó la lengua chibcha. El vivió 250 años y sus descendientes se llamaron Zaques, así como se llamaron Zipas los príncipes de Bogotá sometidos a él. Además de estos zaques, Bochica encargó a un Sumo Sacerdote y a cuatro Electores de las naciones de Tobaza o de Firavitoba, dos tribus elegidas, (los jefes de los indios Gámeza, Busbanca, Pesca y Toza) para que nombraran al Pontífice de Iraca. Estos Pontífices nombrados por Bochica como sus representantes temporales tenían poderes milagrosos. Ellos convertían a los hombres en serpientes, dominaban sobre las tormentas y las lluvias, y la gente so dirigía a ellos con presentes para implorar la bendición de la divinidad. Así el jefe terrenal era el Zaque hereditario y el sacerdote (el sacerdote del sol) de Iraca. La vanidad europea pretende que hombres de Laponia emigraron a Norte-América. Los mejicanos tenían tradiciones contrapuestas. Quezalcoal, el Amo de las 7 cuevas del Nautlacas y rey de 7 naciones, las cuales establecieron la Monarquía mejicana, abandonó México y se dirigió hacia el este para conquistar nuevas regiones y profetizó que sus descendientes regresarían alguna vez del este para transformar la forma de gobierno de México. Esto según Montezuma en la primera visita que hiciera a Cortés. Solís, Historia de Nueva España. Tomo 1 pág. 376. Uno tiene que sorprenderse de ver como arriban coches ingleses con resortes a esta planicie montañosa (1.370 toesas de altura), cómo están llenas todas las casas de Santa Fé de soberbios espejos, barómetros, termómetros. A qué peligros están expuestas estas cosas en el río y de nuevo en el camino de Honda a Santa Fé con 14 pulgadas de ancho. Los artículos de vidrio son por consiguiente tan caros que un tubo de barómetro es comprado aquí por 2 piastras. Antes de la conquista los indios llamaban Cundinamarca al Reino de Nueva Granada, parece un nombre nórdico. Laches en la ribera occidental del Sogamoso, única nación en la que era permitida una clase de pederastia. Como en esta nación guerrera sólo trabajaban las mujeres, cuando una mujer paría 5 varones uno detrás de otro, ella (en la 12ava. luna de edad del varón) podía educar a uno de los varones como si fuera una muchacha. Así esta muchacha se llamaba Cusmo, con ropa femenina, e imitando con tal exactitud las maneras femeninas que el más sutil fisiognomista se habría equivocado. Los hombres se casaban con estas Cusmos, prefiriéndolas a las mujeres verdaderas, y apenas después del establecimiento (fundación) de la Real Audiencia en Santa Fé fue posible obligar a los Cusmos a vestirse como hombres. (El legislador de los Laches trataba de aumentar la clase de las personas que trabajaban...) Los Laches creían que los hombres eran convertidos en piedra después de la muerte, y que las piedras resucitarían nuevamente como hombres. Piedras de Deucalión... Los conquistadores hallaron a las naciones Mozca, Guane (alrededor de Vélez), Muzo y Calima, que habitaban todas regiones montañosas frías, vestidos con ropas de algodón. Los conquistadores no se sorprendieron poco, cuando llegaron a la alta planicie de los Llanos de Bogotá, y en lugar de hombres desnudos, cómo habían encontrado cerca a Santa Marta y en la desembocadura de Río Grande, vieron a los indios vestidos con ropas finamente tejidas. Las ruanas son invención indígena. El frío obligó a los Mozcas a trabajar, a vestirse. Campos cultivados, maíz, Chenopodium Quinoa, Solanum
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tuberosum (llamado aquí turmas) habían sido cuidadosamente sembrados en las montañas, con más cuidado que en las llanuras más cálidas, donde la naturaleza produce todo por si misma y apenas si se necesita remover la tierra. Cuando uno viaja de Suba a Zipaquirá ve aún huellas de antiguos campos indígenas cultivados, allí donde los españoles han dejado todo sin cultivar o para guardar ganado. Si es cierto que antes de la conquista vivían menos hombres que ahora en el Llano de Bogotá (ahora con Santa Fé unos 60.000), lo cual es dudoso, entonces aquellos, aún a pesar de su moderación en la comida, necesitaban más campos de cultivo. A ellos les faltaba el grano que aquí madura mejor que el maíz, les faltaban las vacas y puesto que ellos guerreaban eternamente con las naciones vecinas de las regiones más calientes, les hacía falta la importación, que sólo ahora alimenta a aquellos 60.000 hombres. La necesidad obliga a trabajar, el frío es necesidad, y la mezcla de zonas frías e improductivas, planicies de 1.000 toesas de altura en medio de las regiones tropicales más fructíferas, ha tenido seguramente la mayor influencia sobre la cultura humana en América. Así como hordas humanas aisladas, expulsadas y obligadas a abandonar las regiones tropicales, alcanzaron una cultura en las regiones nórdicas, que nunca hubieran alcanzado en el mundo del trópico que no incita a ninguna clase de trabajo (todo se ofrece por si mismo); así como estas hordas formadas y acrecentadas en el norte descubrieron, reencontraron y conquistaron poco a poco su patria primitiva (el mundo de las palmas), le transmitieron su cultura y sus necesidades, - así mismo creo yo que se establecieron y se refugiaron en las zonas frías (planicies montañosas) del mundo tropical familias aisladas, perseguidas por enemigos personales allí se educaron, se acostumbraron al trabajo y a la vestimenta, habiéndose hecho poderosos políticamente, descendiendo de las alturas, para conquistar las zonas más calientes que los rodeaban, impusieron su cultura y sus necesidades a los vecinos más cálidos y originalmente más inactivos. Tal es la influencia sobre la suerte humana y sobre la formación humana que tiene la irregularidad de la superficie terrestre; ¡esta es la influencia moral de las montañas! En el nuevo continente también observamos que antes de la conquista, en las regiones en las que alternan zonas frías y calientes (Nueva Granada, México y Perú), los habitantes habían alcanzado una cultura espiritual más elevada que en las llanuras cálidas y uniformes de Guayana, Caracas, Orinoco, Río Negro y Marañón, donde la naturaleza produce todo por sí misma voluntariamente, y donde las montañas no son lo suficientemente altas como para forzar a sus habitantes a trabajar y vestirse. Las mujeres de los mozcas tenían una camisa (de algodón) cuadrada llamada Chircate (vestido), con cinturón alrededor de las caderas que se llama Chumbe o Maure. Sobre esta camisa una Liquira cerrada sobre el pecho con un alfilerdeoro (Topo). (Adición posterior): la huida a Egipto - La Iglesia Dominicana de Santa Fé me parece que posee lo mejor de la obra de Vásquez.
Pintores. En Cuba, Caracas, Cumaná, Guayana no puede pensarse en un arte nativo. Aún entre los indios semisalvajes de estas regiones hay poco instinto artístico. En Maipure los indios dibujan sus vasijas de barro con verdaderos arabescos, totumas... Los coloxes son más de admirar que los dibujos. A medida que uno se acerca al occidente, encuentra más arte, sobretodo en Quito, Pasto, Popayán, donde los españoles han heredado de los indios el amor a la pintura y al tallado. En Quito se tallan muchísimas figuras graciosas en madera, Juanes y Cristos siendo niños... Toda Suramérica solo ha producido un pintor-histórico, que se pueda comparar con los alumnos de un Mengs, aún con los mejores alumnos. Gregorio Vázquez Ceballos,
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alumno de Figueroa, un buen pintor español que vino a Santa Fé y allí educó a Vásquez. El alumno dejó muy atrás al profesor. Uno se sorprende al oír que Vásquez nunca estuvo en Roma y pudo pintar de esa manera. (El nunca abandonó el [Nuevo] Reino de Granada). El murió en la pobreza y en el descuido como todos los genios, 1680. ¿será conocido en Europa? el pintó muchísimo y muy rápido, según el estilo romano, refinado y simple en la composición, pobre en colorido. Chiquinquirá, Tunja, todo el reino, el convento de San Francisco en Santa Fé, los de Santo Domingo, San Diego, Egipto, La Capilla de Nuestro Amo están llenos de sus óleos.
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Viaje al cerro de Guadalupe cerca de Santa Fe Durante mi estadía en Santa Fé me insistieron mucho para que midiera la altura de esta montaña sobre la cual se tenían muchas dudas. En un papel público (Correo Curioso) se le atribuían 431 varas mientras que el señor Caldas de Popayán encontró 769 varas. Yo tenía bastante confianza en esta última medida debido a la armonía que encontré entre mi observación de la altura de Santa Fé y la de este joven físico. Sin embargo, las medidas del señor don Domingo Esquiaqui y del señor Mutis eran diferentes. Acepté interesado la ascensión puesto que esta expedición me daba la oportunidad de colocar a Guadalupe en el perfil o nivelación barométrica que hice desde Cartagena hasta Santa Fé, y por que me pareció interesante determinar las fuerzas magnéticas, el punto de ebullición del agua... en una altura tan grande. He aquí los resultados de este trabajo. Santa Fé está situada al pie de una elevada cadena de montañas que formó antiguamente la costa oriental del gran lago de Bogotá, que desde el Sumapaz hasta la Mesa, separa, de sur a norte, el valle del Magdalena de las inmensas llanuras del Meta y del Orinoco. La más alta cima de esta cordillera es el páramo de Chingaza, desde donde se tiene una vista de las llanuras del Orinoco y las montañas de nieve del Quindio. El descenso de esta cordillera por oriente es más rápido aún que como lo es por el oeste y todos los intentos de descender a la provincia de Casanare han quedado frustrados por los precipicios. Es por eso que no se va a los llanos sino mediante dos grandes rodeos, sea al norte por Tunja y el páramo de Tuquillo, sea al sur por el camino de Cáqueza y el Paso de la Cabuya. Si se pudiera perforar un túnel atravesando la montaña (como los romanos lo intentaron en Cormoyeur y en la vía blanca de Savoya) no se encontrarían más de 12 leguas de camino desde Santa Fé a los Llanos, en tanto que al presente se gastan 20 días. Pero se necesitaría que la galería tenga una pendiente de 1340 toesas. Esta Cordillera divide las aguas; aquellas del lado occidental (Río de Bogotá) llegan al Magdalena; aquellas del declive oriental (el Río Negro...) al Orinoco y las que corren del lado sur (de Sumapaz y la Serranía de Neiva) se vierten al Guaviare y al Amazonas. Esta cadena de montañas es entonces muy interesante según los relatos; divide los pueblos que viven en los climas de 4° - 10° de los que soportan una temperatura media de 23°; separa aquellos que cultivan un suelo pedregoso, sembrados en aridez europeos de los que viven en los Llanos llenos de bueyes salvajes, tigres y boas. Es como si Suecia estuviera a dos pasos de los desiertos de Africa, pues por una parte el termómetro en Santa Fé nunca desciende por debajo de 0°, no nieva como en Suecia en donde hay la ventaja de gozar de 3 a 4 meses de verano y de larga permanencia del Sol sobre el horizonte; en tanto que Santa Fé (en la gran sabana de Bogotá) la vegetación se entume eternamente bajo un cielo nebuloso, ningún fruto madura por la falta de Sol, no se ve sino una llanura carente de árboles y de verdor, con un perpetuo aspecto
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otoñal... Un habitante de Santa Fé ignora lo que es la tupida sombra de un bosque. ¡Que contraste en la Naturaleza! Las tristes sabanas de Bogotá, los campos sembrados de trigo y avena, en medio de 2 grandes valles, alargado y estrecho el uno, cubierto de bosques de palmas, de majestuosos Bombax, Aeginetia, Anacardium Caracoli, de Myristica, y, el otro que se prolonga en las llanuras inundadas (el valle del Orinoco y del Meta), con solo pastos de Paspalum, de Sacharum y de Kyllingia... La devoción ha construido capillas sobre las faldas de la cordillera al pie de la que está situada Santa Fé, las ermitas de Belén, Egipto, Guadalupe, y Monserrate. Estas dos últimas, las más elevadas, están separadas por un valle estrecho, formado al parecer por un temblor de tierra. Es más un valle que una garganta. Las capillas de Guadalupe y Monserrate (la primera mas al sur) se divisan desde la entrada de la Boca del Monte, y uno cree ver dos fortificaciones que dominan la ciudad. El 25 de julio subí a pie, mis compañeros, don Mariano Montenegro, don Pedro Groot y don Pedro Ayala me seguían a caballo. El tiempo era terrible. Un frío de 8°R, una lluvia penetrante, viento, es decir, todo lo que puede sufrirse a la altura del Etna. El camino va serpenteando y presenta temibles precipicios. La vegetación alpina es muy bella. Solo arbustos de 3/4 a 1 ½ toesas de altura, parecidos a los Mirtos y a los Juniperos, característica típica de las regiones que había escalado, los Brathys juniperina, decursata..., el Lysianthus grandiflorus, el Segesbekia, la Alstonia Theiformis, la Espelettia (el Frailejón), la Castilleja, Lobelia, Wintera granadensis, Weinmania pinnata, Ericaula, Hippia, Dichondra, Melasthoma de corolas amarillo y púrpura, la Rothmania y numerosas Syngénésistes sobre sus césped de Cryptógamas, de Lichen paschalis... sobre una capa vegetal negra como la de los Alpes suizos. La cumbre del peñasco de Guadalupe y 2/3 de la montaña son la formación de arenisca antigua con un cemente arcilloso, parecido a la Honda pero no contigua. Las sabanas de Bogotá, el antiguo lago desecado, presentan una formación de rocas peculiares secundarias, que reposan sobre el esquisto primitivo de Villeta y de Chingaza y que se encuentran [vacío en el texto] toesas más elevadas que la formación de arenisca, yeso y piedra calcárea del Valle del Magdalena, a la que es idéntica. Esta arenisca es muy cuarzosa en Guadalupe, y está mezclada con capas de mineral de hierro oscuro y de óxido amarillo. La capa, inclinada irregularmente, se dirige casi siempre hacia el sureste. En el pie y en el primer tercio de la montaña la piedra calcárea densa esta superpuesta a la arenisca. No vi conchas. _______________ Véase p. 80. Por lo tanto yo creí que la caliza (no?) alcanzaba la altura. [Adición posterior:] Altura. El señor Mutis hacía las observaciones correspondientes al mediodía. Reduciendo la lectura de su barómetro al mío, la altura del mío era, en la iglesia de Guadalupe, a mediodía, de 229,9 líneas, termómetro 8,5°R; en la casa de la Expedición Botánica, en Santa Fé, 248,8 líneas, termómetro 13°R. Esto da por el método simple 343,1 toesa, por el método del señor Tralles, con corrección por temperatura, 336,5 toesas más altas que la casa del señor Mutis. El señor Mutis encontró barométricamente, hace 15 años, más alta que su casa, 357 toesas. El señor Caldas encuentra, calculando por el método antiguo, reduciendo la altura a la de Pichincha, 329 toesas, concordancia aparente puesto que la diferencia del cálculo indica datos diferentes. Obtuvo en Santa Fé 247,3 líneas y en Guadalupe 228,7 líneas; no corrige por el termómetro. Yo encontré, por el método de Tralles y Rrembly. una altura del piso de la iglesia de Guadalupe, de 1706,9 toesas sobre el nivel del mar.
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[Adición:] El señor Esquiaqui, quien midió trigonométricamente con una plancheta de madera sin divisiones, encontró 375 toesas sobre la Alameda, que será 20 toesas sobre el nivel de la plaza mayor. Don Antonio Nariño encontró 730 van, sobre Santa Fé (plaza de San Francisco). ¿Habrá deducido barométricamente 1/30 como Bouguer? La misma mañana, con el mismo termómetro, en el mismo recipiente y con la misma agua hice el experimento del agua hirviendo. Encontré en Santa Fé (a las 9h) que el agua hirviente estaba a 205, 8° F; en Guadalupe 201, 7° F. En Quito tendré la ocasión de rectificar la escala en caso necesario. [Adición: ] Acabo de rectificar la escala, que es muy equivocada, de un bello termómetro de Nairne; los 205,8°F equivalen a 198,6; los 201,7° equivalen a 194,0° V.p. 82. La brújula del ciudadano Borda da la inclinación magnética en Santa Fé:
Máxima 27° 30 Mínima 27° 00
226 oscilaciones en nouv div.
10 minutos.
En Guadalupe: Máxima 27° 00
226 oscilaciones en
Mínima 26° 60
10 minutos. (en Santa Fé 226 oscilaciones en 10 minutos).
Entonces, la inclinación en la montaña era de 27°, 15 – 26°, 80, igual 0° 35 menos que en Santa Fé. Observación repetida a menudo y con mucho cuidado. El higrómetro marca un poco menos de sequedad que en Santa Fé. En Guadalupe se sostiene todo el día entre 40 y 42° de Deluc. En Santa Fé, 36 – 38°. Pero estábamos siempre en lo alto envueltos en nubes. Son los vapores que se levantan desde la sabana hasta esta altura. El aire enrarecido no puede disolver sino poca agua e instantáneamente la precipita. Por esta razón el higrómetro, en medio de la bruma, no marca sino 42° teniendo en cuenta que el instrumento, estaba colocado al aire libre, pero protegido de las gotas de lluvia que caían. [Adición:] El agua hierve en Santa Fé a 198,7° F. exactamente. Yo medí, nivelé, el 4 de agosto, la ciudad con respecto al piso de la catedral:
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Casa del Sr. Dr. Mutis
249.2 lineas
0 toesas
Capilla de N. Sra de Egipto
246.9
40,2
Capilla de Belén
248.8
6,9
[Adición:] Don Domingo Esquiaqui encontró, en 1784, una distancia horizontal de 766, 7 toesas entre Guadalupe y Monserrate. Se me olvidó recoger aire en Guadalupe; por eso me interesaba tanto subir a Monserrate, de donde lo traería, con cielo sereno y sin viento. En el mismo momento el señor Mutis lo recogía en Santa Fé. La misma tarde analicé las dos muestras según mi método. El aire de Santa Fé (que encontré generalmente muy puro; el frío y la ausencia de vegetación impiden la absorción y fermentación del oxigeno), debido a la altura, debería tener menos oxígeno que en Mompós o en Cumaná, el oxígeno pesado desciende a los lugares más bajos pero la ausencia de putrefacción compensa ampliamente este efecto y ésta última causa es más activa e interesante que la primera. El 15 de agosto el aire de Santa Fé tenía 97,5’ grados de Fontana, el aire de Monserrate tenía 100 grados de residuo. En los resultados de las tres experiencias hay menos de ½ grado de diferencia. En consecuencia, el aire de Santa Fé contiene 0,290 de oxígeno y el de Monserrate 0,281. Podríamos imaginarnos porqué el aire de Santa Fé es mas malo que el de la montaña pero no hay causa imaginable que pudiera hacer entrever por que el aire de la montaña es impuro si el cielo estaba sereno y hace menos de 8 horas que el aire recogido está en contacto con el agua en la cual se transporta (contacto que, como se ha comprobado en numerosas experiencias, no altera la calidad del aire atmosférico en un día y medio). Es necesario entonces atribuir esta disminución de oxigeno a la elevación del sitio y esta observación está de acuerdo con las experiencias que yo hice con el aire de Geisberg en Salzbourg, con el aire recogido por Garnesin en su viaje aéreo con el aire recogido por mi en el pico de Teyde y que no tenía sino 0,194 de oxigeno. La diferencia de 290 toesas de altura que hay entre Santa Fé y Monserrate produce una diferencia de 0.009 de oxígeno. La diferencia de altura entre el Orotava y el pico de Teide, de 1917 toesas, produce una diferencia de 0.086 de oxigeno. No se atreve uno a pensar que puede haber una progresión de la disminución de oxigeno en relación con la altura de las regiones. La disminución depende de mil causas químicas que hacen descender el oxigeno un día mas que otro en las regiones bajas.
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Viaje a Monserrate cerca de Santa Fe Ver el viaje a Guadalupe. Monserrate no se había medido. Una parte de los habitantes creía que era más alto que Guadalupe, la otra parte aseguraba lo contrario, el señor Mutis era de estos últimos. Yo subí para despejar esas dudas y para repetir algunos experimentos (sobre todo el del agua hirviendo).. La mañana era magnífica, apenas se veía una nube, cosa rara en Santa Fé, donde el aire enrarecido y frío (por falta de disolvente y de afinidad) no puede contener sino poca agua disuelta, por lo cual el menor enfriamiento precipita el agua de un aire que retiene muy poca. Por eso cuando el aire está sereno, en 23° del cianómetro, baja el higrómetro de Deluc hasta 29 – 30° de sequedad. Por esta razón, veinte veces al día, las precipitaciones causadas por el juego de la electricidad y los vientos... forman pequeñas lluvias (brumas), que los habitantes de Santa Fé llaman páramo, paramito. Estas precipitaciones de agua son tan rápidas que a menudo cuando por la noche comienzo a nivelar el horizonte artificial bajo la bóveda estrellada, ni una nube... y mientras tengo la vista fija en el horizonte el páramo llega. Levanto la cabeza y ya no veo ni una estrella. Además del frío y del enrarecimiento del aire de Santa Fé (el termómetro se sostiene entre 8° y 18° a la sombra, raras veces 20º, se ha visto en el campo, cerca de Facatativá, en 0° donde se ha observado agua congelada en los vasos, nunca nieve; el término medio en Santa Fé, teniendo en cuenta la temperatura mas común con respecto al tiempo, es de 12° - 13° división hecha a 28 pulgadas del barómetro), la situación de la ciudad, al pie de una elevada cadena de montañas, y la proximidad de la catarata del río Bogotá, el Salto de Tequendama, contribuyen con mucho a la extrema humedad del aire de esta capital. El punto donde está situado el salto (que forma un ángulo de 77° con el polo sur magnético, hacia el oeste) se distingue claramente sobre el horizonte por las espesas nubes que lo cubren constantemente, igual que los bajos fondos, como la Vibora, se distinguen a lo lejos en el mar. Los vapores que se elevan de la catarata forman nubes que son atraídas por la cordillera al este, siguen por Soacha, Bosa y Usme, para descargarse sobre Santa Fé, en donde los vientos fríos que soplan constantemente de los Boquerones (aberturas de la Cordillera, causadas por temblores de tierra) las enfrían y descomponen. Si en la excursión a Guadalupe nos incomodaban el viento, el frío y la bruma, en ésta era todo Sol y claridad. Digo expresamente Sol y claridad pues aunque el termómetro marcaba 17°R, al Sol, no puedo atribuir al calor esta embriaguez que se siente en las montañas elevadas cuando se está por largo tiempo expuesto al Sol. Yo puedo juzgar más que nadie ya que por la índole de mi constitución puedo permanecer 4-5 horas sin sombrero, expuesto al Sol de Cartagena, de la Guaira y de Cumaná, sobre una tenaza en donde el termómetro marcaba por reflejo 30°R, (el día del eclipse del Sol en Cumaná permanecí desde las 6h de la mañana hasta las 4h de la tarde sin interrupción) sin sentir el menor dolor de cabeza. Y con esta resistencia, el Sol de las altas montañas, hablo de las que tienen más de 1000 to. me marea, me produce una sensación muy desagradable, actúa sobre mis nervios cómo el Opio y otros narcóticos. ¿Será este un efecto particular de la
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luz, elemento diferente del calórico (como lo prueban los nuevos descubrimientos ópticos de Herschel) de la cual ignoramos completamente las propiedades químicas? No hay duda de que a 1700 toesas de altura, la intensidad de la luz debe ser muy diferente de la que so recibe al nivel del mar, en donde la densidad del aire debilita su fuerza. La capilla de Monserrate está situada al norte de Guadalupe, separada de ésta por un valle estrecho por donde corre el riachuelo San Francisco. Se trata de una hendidura más que de un valle, Felskluft. Los indios buscan allí el chusque, un Agrostis ramis verticillatis, cuyas varas son acumuladas como lo que se nos vende como bambú en París. Este chusque se usa mucho en la construcción de casas, en los techos, para entrelazar... No hay año en que no ocurra una desgracia en estas montañas, sea porque los indios caen a un precipicio, sea porque se desprenden rocas que los aplastan o que la bruma y el frío los matan (emparamarlos). El camino de Monserrate es más penoso que el de Guadalupe a causa de los cantos rodados que lo cubren, pero más abierto. Al bajar me caí varias veces en forma dolorosa. Por esta causa estaba más fatigado. Me había propuesto determinar la latitud de Santa Fé con un error de 8 - 10”; buscaba corregir los errores que resultan de la falta de paralelismo del espejo del Sextante, tomando altura de estrellas muy elevadas al Norte y al Sur. Trataba de comparar las latitudes obtenidas por Vega y Deneb con Fomalhaut. Los errores se compensan en esto caso como en el Cuarto de Círculo, y el resultado debe coincidir con el que se obtiene observando estrellas a alturas medianas, como a Centauri, a de la Grulla, el ojo de Pan. La noche era tan bella que me acosté alas 2 ½ y a las 5 ½ h (el 15 de agosto) me despertaron para subir a la montaña. Yo iba con uno de los pintores del señor Mutis, Matiz (de Guaduas), muy preciso en el dibujo de la anatomía de las plantas, y con un indio, Juan Esteban, que busca hierbas para la Expedición Botánica, y que merecería más se le dedicara una planta, que el ignorante y presuntuoso señor Estovez de la Habana. Nos demoramos 1 ½ h subiendo. El horizonte estaba tan despejado que hasta las 10 horas se distinguieron claramente todas las cimas cubiertas de nieve. Desde el Páramo del Ruíz hasta el Tolima. ¡Qué majestuoso aspecto!, qué masas enormes vistas a 30 leguas de distancia. Hacia el norte se ve una montaña colosal en forma de mesa, que se cree es el Páramo del Ruiz, más al sur tres pequeños conos y luego la inmensa pirámide truncada del Tolima que yo he medido, p. 67. Se distinguen hendiduras en la nieve, los límites de la nieve, que dividen estas cimas en dos regiones: una negra y cubierta de vegetación y la otra de un blanco brillante... tomé con el mayor cuidado, con el Grafómetro, los ángulos de estos Páramos así como de 22 puntos en el llano de Bogotá, que me servirán para hacer un mapa interesante. La montaña de Monserrate es más pobre en vegetales, más árida, más caliente (entra más adelante en el Llano y más expuesta al Sol austral) que Guadalupe. Nuestra herborización era menos fructífera. Es extraordinario, por ejemplo, el que no hayamos encontrado ni una planta de Befaria y de Alstonia muy, poco de Rothmannia, de Melastoma, de Aster, mientras que en Guadalupe, que forma parte de la misma cordillera, separado de Monserrate por un valle de apenas 300 toesas de ancho, se encuentran en cantidad. Por el contrario, encontramos muchas gramineas, el Jarava Ichu (?), Flor. Per. (Pappophorum Schreb.) que tiene constantemente tres estambres, el Satyrum bitesticulatum Mut, su bella Ternstromia americana cuya flor, como una rosa blanca, tiene un olor delicioso... todo el suelo está cubierto de Polei (Origanum tan pequeño como ½ pulgada); su olor lo anuncia cuando se lo aplasta con los pies... Cuando entré a España, en enero de 1799, y subí al Monserrat en Cataluña, contando con embarcarme en Cartagena para reunirme por la vida de Argel con el ejército de Egipto, quién me hubiera hecho creer entonces que en 1801 estaría yo en otro Monserrate, a 2000 leguas de distancia, admirando la Cordillera de los Andes... Héme aquí, a 4 ½° de latitud, reuniéndome en Guayaquil con la Expedición de Baudin; Monge
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y Bethollet están ya de vuelta en París, y mi amigo, el virtuoso Dessaix no existe ya, muerto combatiendo por su patria... Estas ideas me agitaron mucho.
Qué acontecimientos imprevistos... Toda la montaña de Monserrate contiene arenisca con pequeños granitos de cuarzo de un blanco amarillento, arenisca de grano fino con argamasa arcillosa. No produce efervescencia con los ácidos, lo que prueba su gran antigüedad. Reposa sobre el esquisto micáceo y las pizarras de Villeta y sirve de baso a la piedra calcarea y el yeso. Irregularmente estratificado, a menudo hor. 1 - 2, cae a 70° al sureste. Contiene estratos de arcilla muy fina, mineral de hierro obscuro, no hay conchas (por lo que parece). Puede uno equivocarse creyendo que toda esta arenisca de granos finos e iguales es cuarzo o Pierre de Corne. p. 71.
Continuación del viaje a Monserrate, cerca de Santa Fé. El señor Le Blond, en la miserable Memoria que publicó en el Journal de Physique, 1786, p. 321 (tenía el oficio de partero en Santa Fé y Quito), dice que estas montañas son de granito, que la capital está a 4° de latitud y 304 de longitud, que la llanura de Bogotá será a 1600 toesas de altura, que el pescado Capitán, nuevo género de los Apodes (Véanse mis descripciones y dibujos de animales) en un Gadus, que hay negros americanos entre el cabo Pasado y el cabo San Francisco cerca de Guayaquil, que el Frailejón es un Dictamnus, y otras falsedades por el estilo... Si el señor Le Blond hubiera cultivado las ciencias y buscado y recogido material en América, aún en Santa Fé hubiera podido aprender a leer la altura del barómetro, el señor Mutis le habría dicho que la caída del Tequendama es medible y ha sido medida desde hace largo tiempo... Altura. El señor Mutis se encargó de hacer observaciones comparativas con el barómetro, el higrómetro y el termómetro. En Monserrate, cerca de la iglesia, a las 11 de la mañana, el barómetro (reducido al del Observatorio de París) marcó 232,4 líneas, mientras en Santa Fé (Casa de la Expedición Botánica), en el mismo momento, marcaba 248,9 líneas; el termómetro en Monserrate 10 grados R., en Santa Fé 15°R., lo que da para Monserrate, según el método simple, 297,8 toesas de altura sobre Santa Fé; por la fórmula de Tralles, corregida por tompératura, 290,4 toesas sobre Santa Fé y 1660,4 toesas sobre el nivel del mar. Por consiguiente, Guadalupe es 46,5 toesas más elevado que Monserrate. Guadalupe tiene casi la misma altura que el Etna (63 toesas más bajo), Monserrate casi la misma altura que el San Gotardo (10 toesas más alto). Júzguese la enorme altura de las montañas de América observando que Guadalupe y Monserrate son 2 capillas situadas sobre montículos al pie de una cordillera, montículos que los devotos han creído accesibles y, sin embargo, la altura de estas capillas es comparable a la de las más elevadas cimas de las cordilleras de Europa. Fuerza del Sol. Experiencia hecha con el cuidado ordinario, termómetro de vidrio, sin escala de metal, fuera del reflejo de los muros, sobre césped. El termómetro a la sombra, sin viento, a mediodía verdadero, 13,3 R; el sol (cielo de un bello azul sin nubes a 24° del Cianómetro de Saussure), 17°,9; por consiguiente la fuerza del Sol, extraordinariamente grande, 5°, 6. La temperatura de la única fuente que hay arriba, agua del milagro, era de 12v, 4 R. La hubiera creído más fría; el agua sale de la roca y tome la medida inmediatamente después de la salida. ¿Será esta la temperatura del Globo a 1660 toesas de altura y 4° 36’ de latitud? Lo cierto es que he observado cuidadosamente en Santa Ana en la que la temperatura interna del Globo, a 700 toesas sobre el nivel del mar y a los 5° 7’ de latitud, es de 17°, 2 R. En la Cueva del Guácharo,
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a 424 toesas de elevación y 10° 11’ de latitud, el Globo tiene de 14°, 8 a 15°, 2. Estas observaciones son muy interesantes. V. La Métherie: Theorie de la Terre. Lástima que haya tan pocas ocasiones de hacer buenas observaciones, sobre la temperatura del interior del Globo. Hay que ser muy prudente al escoger el lugar. V. mi obra sobre la meteorología subterránea. El higrómetro de Deluc (de lámina) mancó en Monserrate toda la mañana, desde las 9h hasta la 1h, 33°, 5. (El instrumento corregido para los puntos 0 y 100, pero no por temperatura, que era de 10°, 5). En Santa Fé (marcando el termómetro 15°R.) el higrómetro de Saussure, de cabello, marcó toda la mañana 68°, que corresponden a 33° de Deluc. En consecuencia, reduciendo las humedades a la misma temperatura según las reglas dadas por Saussure, Essay d’Hygrométrie, 1787, p. 87 y 181, y a la misma presión barométrica, se verá que el aire de la montaña era mas seco que el de Santa Fé. Mongez observó el higrómetro de Saussure marcar 64° en el pico de Teyde. La experiencia del agua hirviendo se realizó con el mayor cuidado, con un instrumento que imitaba al de Saussure (el calentador del Paul), el cual quebré por desgracia, y con un excelente termómetro de Nairne y Blunt. En el aparato el metal del vaso no toca la escala o el termómetro, porque el metal podría aumentar el grado de calor. Estoy seguro de que las diferencias observadas en el grado de ebullición del agua, repitiendo la experiencia en el mismo lugar, con la misma agua en vasos diferentes, provienen del calor que adquieren las paredes del vaso que más o menos alejadas del termómetro alteran su marcha. Lo mismo sucede con los vasos de evaporación, tema que traté con mucha delicadeza Cumaná, de lo cual me enorgullezco. Por este motivo se actúa bien al operar siempre con el mismo instrumento, para tener experiencias comparables. Pues desde que se trate de resultados muy finos, al décimo grado, los resultados son verdaderos en relación con las circunstancias dentro de las cuales se ha operado. Es lo mismo que con la altura barométrica y la declinación magnética, en las cuales no se tiene nunca una verdad absoluta sino solamente en relación con tal o cual tubo, o con tal o cual aguja. Por falta de agua destilada comencé a operar con agua lluvia y vi que la diferencia que hay entre el grado de ebullición del agua de lluvia y de frente de Santa Fé escapa a nuestros sentidos; es inferior a 0°, 2, que distingo en mi instrumento. En todas mis experiencias en Santa Fé observé hervir el agua a 198°,6 Fahr. En Monserrate hierve a 194°,3 Fahr. Hay pues 4°,3 de diferencia. Comparando los grados del termómetro de que me serví en Guadalupe con los del de Nairne, vi que hay perfecta armonía entre las 2 experiencias. Lamanon y Mongez (Journal de Physique, 1786, p. 152) vieron en el Pico de Teide, en la fuente helada donde el barómetro marcaba 19 pulgadas 1 línea hervir el agua a 71° R = 191°,7. La diferencia de 0°,8 de Réaumur entre mi observación y la de Mongez proviene en pequeña parte de la mayor altura en la que se encontraba Mongez (a 229 li, yo a 232,4 li) y en gran parte, sin duda, de la división defectuosa de los termómetros, de la facilidad de equivocarse en medio grado en un termómetro de Réaumur de pequeña graduación, quizá de que Mongez y Lamanon no hicieron hervir lo suficiente su agua. Yo mismo he experimentado en el Pico de Teide la dificultad de mantener un gran fuego, a causa del enrarecimiento del aire y del continuo viento; el señor Tralles ha observado que hay a veces hasta 1 1/8 grados de Réaumur de diferencia entre el calor de dos aguas que parecen hirvientes. Se observa subir el termómetro en un agua que parece perfectamente hirviente y, en igualdad de circunstancias, la probabilidad de la verdad está del lado de aquel que vio un mayor grado de calor en el agua hirviendo. [Adición posterior:] Mis distancias muy pequeñas
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Materiales para conformar el plano topográfico de la Sabana de Bogotá Angulos tomados al pie de Monserrate el 15 de agosto de 1801 Con el polo norte magnético, hace: + el páramo del Ruiz, la montaña de nieve más al norte, un ángulo de 85° el medio de los tres pequeños picos nevados 88° + Tolima: cono truncado de nieve 94° Iglesia de Santo Domingo 122° —
de San Francisco 114°
de la villa de Santa Fé.
+ Chingaza (Mesa de) 67° De la cima de Monserrate, ángulos tomados con el grafómetro, reducido al horizonte, con el polo sur magnético, al este, + Guadalupe 14° Con el polo sur, al oeste: Usme 16°, distancia en el aire 1 ½ legua marina +Soacha 76° (d. 1 ½ l.) Bosa 85° ( ¾ l.) + Salto de Tequendama 77° (3 ½ le). + Canoas 78° (2 le.) Con el polo norte, al oeste: Bojacá 75° (4 le.) Cuatroesguinas 62° (1 ¼ le.) + Fontibón 62° (1 le.) Facatativá 1 - 2 leguas al este del borde occidental de la planicie.
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+ Facatativa 67° (4 ½ le.) boca del monte id. Serrezuela 69° (2 le.) + Bogotá 60° el villorio de Bogotá + Engativá 43° (1 1/6 le.) + Suba 29° (1 1/5 le.) Tenjo 46° (2 ½ le.) Subachoque 42° (5 le.) Cota 19° (3 le.) + Chía 10° (3 ½ le.) Cajicá 2° (5 le.) Sumapaz, con el polo sur magnético, al oeste ‘° Páramo de Fómeque con polo sur, el este 30° S. Domingo (Iglesia) con polo sur magn., al oeste 64° S. Diego (Iglesia) con el polo norte, al oeste 71° S. Bárbara (Iglesia) con polo sur magn., al oeste 56° + Mesa de Chinga, con el polo norte, al oeste 54° Usaquén, con el polo norte magn., al este 2° (3/4 le.) Tabio, con el polo norte, al oeste 18° (5 le.)
Desde Zipaquirá, con el polo sur magnético, al este: + Santa Fé (5 le.) 500 [Adición posterior:] distancia demasiado pequeña, ¿aproximadamente 8 leguas? Hato Grande 23° Aposentos de Sopó 34° Pueblo de Sopó 32° (1 le.) Tocancipá 70° (1 le.) con el polo norte magnético, al este: Gachancipá 76° (3/4 le.) + Nemocón 62° (1 ½ le.) Cogua(1/4 le.) 38° Suesca (fin del Llano) 52° (2 le.) Sesquilé (fin del Llano) 61° (2 ¼ le.). De Suesca a Sesquilé ½ le. + Alto de San Vicente (cierra el Llano en el noreste Véase p. 67, 163
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nombres muy seguros, V. Seman. II, p. 114 Véase Mapa n. IV Herveo, 11.00 pies ingleses, no hay nieve, pero el Ruiz tiene nieve y humo, entonces el Herveo es el Ruiz. no, los 11.00 pies ingleses son de camino, no del pico del Páramo de Herveo.
1)Capillas de Guadalupe a Monserrate hay 766 toesas. cada Capilla, unas 4-500 toesas más al oriente de la ciudad, como nidos de golondrinas.
Declinación magnética en Santa Fé 7° 22’ norteeste
2)
Nevado del Tolima
latitud 4° 46’ longitud 77° 56’
Ibagué, Villa
latitud
4° 27’
longitud 77° 40’
de Santa Fé, el Nevado del Tolima, levantado Norte 87° 18’ Oeste, ya corregido por declinación magnética. Páramo de Chingaza, (su pico más alto, el cerro de San Fernando) detrás de Usaquén, cerca de Monserrate. 3)De Santa Fé, levantado por el polo norte magnético.
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Nevado de Tolima
94° 40’
Mesa de Chinga
64° 20’
(distancia, 67 leguas)
Fontibón
45° 50’
(distancia, 1 ½ le.)
Facatativá
60° 30’
(distancia, 4 ½ le.)
Canoas
87° 0’
Bogotá
52° 20’
estos ángulos, muy seguros
(Adición posterior:] Sitio, Seminario, II, 1211¡¡ Santa Fé, véase p. _______________ 1802, sólo 28.00 habitantes, Restrepo, II, 79. _______________ El gran Páramo del Tolima es una de las altas cimas de la Cordillera de los Andes, que permanecen eternamente cubiertas de nieve. Es la cima avanzada hacia el norte que entra en la nieve perpetua. No hay sino el Páramo del Ruiz, cerca de la montaña de Herveo, en los límites de la provincia de Antioquia y de la de Mariquita, que esté más al norte y que tenga también nieve perpetúa, o sea con más de 2440 toesas sobre el nivel del mar. _______________ Vacuna en Santa Fé, 1805. Seminario, I, p. 278. _______________ Tal como desde Berna y Soleure, se presenta la alta cadena de los Alpes, tal se ven desde Honda, Santa Fé, Tocaima, casi desde todos los puntos del Reino de la Nueva Granada, esas cimas cubiertas de nieve perpetua. Es un magnífico espectáculo el aspecto de esas montañas, hundidas en las escarchas nórdicas, en tanto que el primer término la forman palmeras y bananos. Esas cimas tienen un gran interés para la geografía y me han servido mucho para la posición de los lugares en mi mapa. Yo tomé con gran cuidado la dirección desde Santa Fé, trabajo único, ya que aún cuando el Páramo del Tolima se despeja casi diariamente, sobre todo al levantarse y después de la puesta del Sol, no es sino por pocos momentos. Apenas se tiene tiempo de correr hacia los instrumentos para medirlo. Encontré, con el sextante y el teodolito de Adams, el ángulo de la elevación bajo el que se presenta desde la Casa de la Expedición Botánica de Santa Fé la pirámide truncada del Tolima igual a 0° 32’30” [Adición posterior:] (Caldas, Seminario II, p. 176, ángulo 0° 32’ 35”) sin corrección por refracción, el termometro estando al 3°R. Lo medi 94° 40’ al oeste del norte magnético. ________________ Vida de Mutis. Seminario, I. p. 362. ________________
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La ciudad 2.000 habitantes. Seminario, II, p. 212 y 244. ________________ [Adición posterior:] excelente, ya qué encontré la declinación magnética 7° 22’ (p. 103), por lo tanto el Tolima a 87° 18’, Caldas 87° 16’, (Seminario, II, p. 179). ________________ Levanté desde el mismo punto de Aserradero: 60° 0’ Mesa de Chinga, montaña aplanada sobre la que hay un lago (el pie de la montaña queda a 6 leguas marinas desde Santa Fé) a 64° 20’ Fontibón (a 1 ¼ leguas de Santa Fé) a 48° 50’ Facatativá (a 4 ½ leguas de Santa Fé) a 60° 30’ Bogotá a 52° 20’ Canoas a 87° 0’ ________________ [Adición posterior:] Vista admirable de los nevados (p. 66), en tiempo sereno, diciembre y agosto. Angulo de altura del Tolima desde Santa Fé 0° 32’ 33’, distancia 77, 733 toesas. Caldas. véase más adelante, p. 66. 163. ________________ No conociendo la distancia de Santa Fé al Tolima, no debería permitirse especulaciones sobre su altura. Por los mapas parecería que la mayor distancia podría ser 30 leguas de 2851 toesas. El ángulo no puede ser muy pequeño sino más bien más grande. Contando la refracción solamente en 3’ 30” (lo que es 1/28 del arco, por lo tanto más allá de las probabilidades, pues en Inglaterra las refracciones terrestres oscilan entre 1/3 y 1/20 de la distancia), encuentro que la parte de Tolima que se presenta sobre nuestro horizonte en Santa Fé, igual a 721 toesas, a toda la montaña a 1370 + 721 = 2091 to., sobre el nivel del mar. Pero en este cálculo no se ha corregido por la curvatura de la Tierra. ________________ la distancia es más grande, p. 165 ________________ la distancia es más grande, p. 165 ________________ Corrigiendo se arregla todo. Tomo 24 leguas de distancia, o sea 68.424 to., el ángulo de altura corregido por curvatura de la Tierra aumenta en 36’. Deduzca para la refracción a 1/7 (y creo que se debe mermar bastante menos) 10’ y tendrá abc = 58’ y ac = 1154, por lo tanto el Tolima sobre el nivel del mar: 2524 toesas. Bouguer coloca la nieve perpetua a 2440 t. y, contando la refracción, en un aire también enrarecido, menor, se tendrá una mayor altura, por ejemplo, contando 1/14 para la refracción, ac = 1254, y el total igual a 2624 toesas, que es muy probable. ________________ [Anotaciones al márgen izquierdo de la página 67:]
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Caldas encuentra, Nevado del Tolima, latitud 4° 46’ 43”, longitud 1° 22’ al occidente de Santa Fé, o según Oltmanns y Yo, longitud 77° 56’ Santa Fé,
Yo:
latitud
4° 35’ 48”
longitud
76° 34’ 8”
latitud
4° 27’ 23”
Ibagué, Yo Yo:
longitud
77° 40’
Cartago, Yo:
latitud
4° 45’
longitud
78° 26’
__________________ En la parroquia de Melgar, cerca de Tocaima, han encontrado un cocodrilo entero petrificado en la piedra calcárea. Según la Brújula de Freyberg, el Páramo de Tolima está desde Honda, rumbo suroeste; desde el Sargento, rumbo de 3,2 horas, y el rumbo del Ruiz es oeste - suroeste.
ADDENDA Viaje al Pico de Teide Bernardo Collagón me dió un MSS sobre el nuevo volcán de Chahorra. Se quedó en la Habana con mis papeles. En los Anales de Historia Natural, n.3, 1.800, véase Nicolás Segundo de Franquí sobre la erupción del volcán de Venge, pág. 279. Es la misma erupción. A 5 leguas de allí, hacia Buen-poso terremotos ininterrumpidos. La erupción era en la montaña de Venge, en un lugar que los pastores llaman Chazajañe, no lejos del viejo volcán de la Urca. Las piedras subían más rápido de lo que bajaban, en ambos movimientos demoraban en total 15”. Explosiones periódicas y truenos aparecían unos segundos antes de la explosión. Hacía 3 varas de lava por hora, pero en la Cañada del tiro del Guancho l0 o 15 varas por hora. La primera erupción fué el 9 de junio de 1798 a las 9 ½ de la noche. ______________ [Adición posterior:] Quinas de Santa Fé. ¡Pombo 2 millares de piastras! pero. Semanario II, 25 - 24. ______________
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Viaje por el Meta desde Carichana hasta Santa Fe ADDENDA ET CORRIGENDA Viaje por el Meta desde Carichana hasta Santa Fé. Por el Meta hay una vía, corriente arriba, hasta la boca del Río Cravo, al occidente de Macuco; desde esta, corriente arriba, hasta Garcita, donde el Cravo se llama río Tocaria; desde Puerto Garcita, al pie de la montaña de Morocote, por tierra hasta Santa Fé. Pero hay otros caminos mas incómodos, si se continúa navegando por el Meta corriente arriba. Pág. 116. 65. 70. Cuando el Orinoco está crecido, hace retroceder a muchos ríos, por ejemplo, en la boca de Arauca se navega entonces de 5 a 6 leguas río arriba, con corriente favorable. Un fenómeno muy singular es la música de las rocas en el Orinoco. Donde grandes partes de la tierra sobresalen 2.000.000 y más toesas cuadradas, en forma de una llanura granítica (desprovista de plantas y de tierra); allí se escucha por la noche una música subterránea. Música de Lachas, esa música nunca se eleva antes del ocaso; por lo general apenas a las 10 u 11 de la noche, tonos sordos, lastimeros, a menudo agradablemente sibilantes. Se puede pensar fácilmente a qué leyendas de aventuras y fantasías ha dado lugar esta música entre los indios y monjes. Como ambos durmieron con tanta frecuencia sobre estas rocas, por ello se tiene conocimiento exacto del lugar donde la música se escucha con mayor frecuencia. Así es señalada la boca de Meta, frente a la isla rocosa (Piedra paciensa), la pared rocosa en el puerto de Carichana, a causa de la música. En estos lugares hay grietas abiertas. No será aire que se dilata cuando se enfría de noche el aire exterior de la atmósfera. Quién no piensa aquí en la estatua de Memnon. Tabaco. Guajiros salvajes simplemente lo comen. Otomacos salvajes, inclusive las mujeres, lo fuman. Por lo demás, entre la población indígena del Orinoco, el fumar tabaco no es muy común. Cómo cambian las gentes en una generación. El Sirenio de los maravitanos en Ríonegro, comía muchachas a las que cebaba en la cueva llamada por los españoles Glorieta de Cocuy. El hijo del actual Capitán Fidel, con quién hablé frecuentemente, es un hombre bonachón y suave. Su madre vive aún, una mujer vieja, malgeniada y fea, que aún tiene una influencia principesca sobre los indios. Una vez, cuando San Carlos estaba sublevado a causa de unas danzas demoniacas y conjuraciones, todos estaban enfurecidos, y ni siquiera los soldados se creían seguros, entonces habló esta vieja mujer 8 palabras y todo se tranquilizó. Así de despóticamente gobiernan los príncipes
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indígenas (Electores), cuando se han hecho famosos por sus hazañas y por su valentía,* como Cocuy durante 30 o 40 años. En el Caño de Tortuga junto a Puruací una Lacerta con 2 patas y un animal cuadrúpedo desconocido, trigrito de agua, manchado como los tigres, grande como un perro pastor, y que ataca saltando fuera del agua, a los caminantes. Así, según la leyenda popular en Uruaná. Ciertamente que se encuentran extraños pelos de tigre en él lodo, en la tierra margosa que se excava en el Caño de Tortuga. Un italiano, Felipe Gili, navegó el Orinoco (como jesuita) y lo describió. ¿Dónde? y ¿Cuándo? Sobre las inscripciones (verdaderas letras y jeroglíficos) de una nación extinguida de indios desconocidos, véase mi manuscrito de la Habana; estas se encuentran a gran distancia una de otra, una señal de lo muy extendido de aquella nación artística que cubría todas las rocas con jeroglíficos, en Uruaná, en Piedra Pintada junto a Capuchino y en Casiquiare junto a Piedra la Cruz, más arriba de Capivari, lo mismo que en Panumaná. Los jeroglíficos representan: tigres, cocodrilos, Sol, Luna, estrellas, utensilios caseros tales como moletas, el tejido de mimbre (saco) para exprimir el yare del casave. Tales inscripciones en la provincia de Popayán, en el Páramo de Guanacas, están precisamente allí donde las piedras están llenas de jeroglíficos (*). En Erevato y en la parte superior del Caura cunden en Marzo monstruosas serpientes de agua (boa), en Guayana vimos pieles de 38 pies de par. de largo, en la laguna, con la cola en el agua. De noche el ruido iguala al trueno. Los indios afirman que esto significa un año muy húmedo y fructífero.
* Los jeroglíficos, inscripciones, desde el Páramo de Guanacas hasta Uruaná y el Casiquiare, en regiones donde se ha encontrado el más alto grado de barbarie, entre las tribus salvajes de hoy y del tiempo de la primera conquista, son en realidad uno de los fenómenos más importantes. En Uruaná son letras de verdad, no jeroglíficos, signos que se repiten, signos ) ] que se parecen a la escritura cuadrada cúfica. Este es un hecho seguro, visto por mi mismo, sobre el cual dará noticia detallada Fray Ramón Bueno, el monje franciscano, cuando regrese a Madrid, en su descripción de Uruaná, Piedra Pintada y Caño de Tortuga. Los peruanos no tenían letras, ¡pero sí los mexicanos! Así pues, desde Guanacas hasta Casiquiare y Uruaná, vivía hace siglos un pueblo muy instruido, artístico, amigo de escribir y que so había extendido ampliamente! Así pues, aquél desierto del Casiquiare no fue siempre tan desierto y despoblado, así pues, los incultos hombres primitivos, los indios que viven en los bosques de Idapa y Cababury en el más bajo grado de cultura, no son los más antiguos ni los primeros habitantes de esta región. Y de aquella formación, de aquella nación refinada no ha quedado ninguna tradición. Unicamente las piedras hablan (atestiguan) de su existencia. ¿Era esta nación, y todos los artífices revestidos con inscripciones, sobre los cuales habla la historia mexicana (véase Torquemada), una tribu? ¿No vivía este pueblo culto antes de la inundación oguigística, sobre la que hablan todos los indios de Erevato como de un acontecimiento reciente? La situación de las inscripciones, la altura a la que se encuentran, su actual inaccesibilidad hacen sospechar esto. Los indígenas actuales cuentan también, cuando se les pregunta, cómo los antiguos pudieron grabar, en las campiñas al sur de Caicara, inscripciones en las empinadas paredes de granito a una altura de 60 a 80 pies, como en tiempo de las aguas altas (así llaman a la inundación) los padres navegaron en la canoa hacia lo alto. En Gumilla se recuerda la Piedra Pintada de Caicara, pero mucho menos las inscripciones (letras) que la generalidad del fenómeno de Guanacas hasta Casiquiare y sus consecuencias filosóficas. Todo esto conocido en Europa.
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CAMINO Camino. (Viaje a Lima. p. 414) Los indios son los únicos geógrafos de las Indias. A fuerza de correr y abrir caminos se forman claras sobre la situación y aún sobre la distancia de los lugares. Comprenden muy fácilmente las líneas que uno traza en el suelo, cuando se tiene cuidado de colocarlas en su verdadera situación con respecto a los puntos de salida y puesta del sol, puntos que observan en forma muy rigurosa. Dan nombres a una veintena de caños que entran en un río y tienen una memoria geográfica prodigiosa. Gracias a ellos me fue muy fácil hacer el mapa del Orinoco. No son casi misteriosos donde desconocen la tiranía de los blancos. La desconfianza y el misterio no se conocen en Casiquiari y Tuamini. Pero cuántas dificultades para formarse una idea sobre el nombre y la situación de lugares en donde los indios han sido exterminados o embrutecidos por el comercio con los españoles. Estos desconfían de cualquier mapa impreso y, cualquier persona, sin tener ni idea, se pone a hacer mapas. Todo lo que he visto y lo que se guarda misteriosamente en las Secretarias y Obispados es mil veces peor que los mapas de D’Anville y de Bonne. Cuando en estos los errores son de 7 a 8 leguas, los mapas manuscritos tienen de 20 a 30 leguas de error. Quién lo creyera... Desde hace un siglo o mejor, desde la conquista y puesto que los conquistadores vinieron por Vélez, se ha creído que el camino de Cartagena a Santa Fé, por Honda, es demasiado largo y que el más corto sería desde la boca del Opón a Vélez. El hecho es que Santa Fé está a 36’ de arco al sur de Honda, que esta capital está casi alineada, nortesur, con Garrapatas y que al ir por Honda, además de los inmensos riesgos de la navegación, se va 20 leguas demasiado al occidente. En un país en donde nadie se toma el trabajo de formarse ideas claras sobre nada, se comienza a abrir el camino por el Opón sin elaborar otro diferente de un plano en el que se coloca Honda al sur-sureste de la boca del Opón y Santa Fé a 10 leguas al norte de Honda, porque sin esto seria inconcebible considerar más corto el nuevo camino. Y este plano, inserto en los Autos, es la base de este trabajo tan dispendioso como lento; y esto es un país en donde si se pregunta en Santa Fé de qué lado queda Honda, cualquier niño señala al norte o la boca del monte, el Roble... ¿Quién lo creyera? A medida que los indios se educan, y que menos los hay, se tiene más dificultad en saber el nombre de los lugares al levantar un plano. En México las más altas montañas no tienen nombre.
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Viaje a Zipaquirá y a la Laguna de Guatavita 17 de julio Capitulatia de Zipaquirá, Restrepo II, 42. Planicie de Bogotá. Caldas (Acosta), pág. 885, 427. Tolima medida desde allí, Caldas, pág. 349. Biografía de Mutis. Caldas, pág. 161. Producto decimal de la Diócesis (?) **de Santa Fé 1.553 - 1.555 en total 109.788 piastras. De 1.801 1.805 = 1,400.000 piastras Sem. I. pág. 448. La fiebre siempre recurrente de Bonpland (consecuencia de la navegación por el río Magdalena) me obligó a permanecer en Santa Fé casi 6 semanas completas, en lugar de 14 días. A pesar de que para mí ese retardo era en si muy incómodo (una visita tan larga podía fácilmente volverse molesta para Mutis, que nos albergaba; ¡y el peligro de no alcanzar la expedición de Bandin para circumnavegar el mundo, no era pequeño!), sin embargo ese retardo me dió por otra parte, la oportunidad de terminar el mapa del río Magdalena a 4 hojas, de calcular mis observaciones astronómicas, de utilizar el excelente tesoro de libros de Mutis, de medir Monserrate y Guadalupe, de trazar líneas meridianas en Santa Fé, de determinar con gran precisión la desviación magnética lo mismo que la latitud del lugar por medio de las estrellas australes y boreales, de estudiar ictiología... en resumen, de abarcar una cantidad de cosas, en las cuales no era posible pensar hasta ahora, por la rapidez de nuestro viaje. Finalmente el 17 de Julio de 1801 nos atrevimos a probar si la salud de Bonpland era lo suficientemente fuerte como para arriesgar un viaje. El fin de este viaje era visitar la mina de sal gema de Zipaquirá, la laguna de Guatavita tan nombrada en los mitos indígenas, los manantiales calientes y la parte norte del llano de Bogotá, para completar el plano topográfico de esta llanura. Nosotros elegimos el sendero a través del Cerro de Suba y el Paso de la Balsa, sólo transitable en las estaciones secas. El Camino normal a Zipaquirá va a lo largo de la cadena oriental de montañas, sobre el puente de Chía construido por Esquiaqui (90.000 piastras!). Este puente tiene 5 arcos sobre el pequeño río Bogotá de apenas 130 pies de ancho, que los indios denominan Funza en el mito de la inundación universal. En el levantamiento de diques, y en la construcción de puentes en el camino de Santa Fé a
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Facatativá, donde el río forma grandes pantanos, se emplearon otras 100.000 piastras. Sin preguntarse si no hubiera sido más útil terminar estas obras con menor lujo, y cambiar las miserables balsas en diferentes puntos de la parte norte del llano, por puentes de madera, sin haber solucionado este problema, noto más bien, que el nuevo peaje, sobre el que nadie se queja, no sólo repone rápidamente estas 190.000 piastras, sino que ya ha producido un gran excedente. Según esto, se ve cuán fácil es incluso mejorar caminos a costo del público, construir una carretera de Honda a Santa Fé... El Valle (Llano de de Bogotá) junto con todas las montañas limítrofes, no está constituido por granito, (como dice Mr. le Blond en el articulo, Journal de Physique 1786, pág. 321), sino por arenisca (más antigua) rica en cuarzo con argamasa arcillosa. Su dirección es regular, cayendo por lo general de 3 a 4 con 70° hacia el sur oriente, pero a menudo también con dirección 8. En esta arenisca aparecen capas de roca férrica color castaño, de arcilla de esquisto y de tierra arcillosa relativamente pura color blanco grisoso. La roca férrica color castaño forma aquí y allá manantiales fríos (ácido carbónico) que contienen hierro, como en el Cerro de los Tunjos, [de los Tunjos, así llamado por los iconos de oro y sobretodo de arcilla que so encuentran allí], al norte de Cogua hacia el nacimiento del río Barandilla. Aquí se encuentra, en la arcilla de esquisto (como en la formación arenisca alrededor de Honda y Guaduas), hulla, como en Tausa cerca a Canoas (véase pág. 116) y en el Cerro de Suba, donde observé la salida de un excelente azabache. Estas grandes masas de carbón, a 1.370 toesas de altura, en una región en la cual la naturaleza apenas produce arbustos pequeños (Escallonia, Alstonia, Befada, Brathys), parecen bastante extrañas. No indican estas nuevamente, que no todo el carbón del reino mineral pertenece a las plantas, como en el esquisto de arcilla y de alumbre originario, como el carbón extendido en la hornablenda originaria, que una gran parte de la hulla, separándose de ácido carbónico, se ha depositado en mares caóticos, y que el ácido carbónico existía antes de las plantas. ¿O será traída la materia vegetal por las inundaciones desde regiones más profundas ricas en plantas, hasta estas alturas? La arcilla de esquisto es por lo general muy terrosa, poco compacta, se desintegra en polvo en el aire, por eso, a esto que sale, lo llaman en Guaduas urna cineraria, o Ceniceros. Sobre las formaciones mas antiguas de arenisca (idéntica a los fósiles europeos) se superpone un valle, una (compacta) caliza estratificada (piedra calcárea), especialmente en la cadena montañosa oriental alrededor de Chaleche y Guatavita y en la boca occidental del monte, sin petrificaciones, tal como la arenisca, pero lleno de cuevas como las cuevas de Facatativá. Sobre la caliza reposa yeso, en parte foliado (espejuelas), en parte compacto color blanco grisoso. En este yeso aparece la arcilla salífera y la formación de sal gema; ¡Esto en cuanto a la estratificación en general! La arenisca está en todas partes a flor de tierra. La caliza y el yeso no se encuentran siempre totalmente extendidas, sino que so encuentran sólo en puntos de relacionados, posiblemente no como depósitos parciales (regadas aquí y allá, pequeños depósitos como la caliza del valle de Chamonix), sino arrastrados, destruidos por la inundación del Funza en la formación del lago desagüado. Sobre el camino de Honda, Guaduas hacia Facatativá, la formación estratificada de Honda y Guaduas está separada de la del Llano de Bogotá por medio del esquisto arcilloso de Villeta (véase el perfil del camino de Cartagena a Santa Fé). Las formaciones son idénticas. La misma arenisca con roca férrica color castaño y depósitos de arcilla, sólo que en Honda es de grano más grueso, en forma de breccia, llena de piedra de Lídice y esquisto piritoso, y en Bogotá, es de grano tan fino quarzoso y con piedra de Lídice que casi se confunde con el quarzo, el mismo yeso la misma hulla, caliza... ¿No estarán relacionadas entre sí las dos formaciones estratificadas, la del río Magdalena y la del Llano de Bogotá al noreste del Honda sobre el Río Negro, la Palma y el Páramo de Zipaquirá? En Río Negro arriba de Caparrapi, hay yeso a flor de tierra, en la Palma se encuentran roca férrica y hulla, en el río Pinceima manantiales salinos; la formación estratificada del Llano asciende a más de 1.800 toesas cuesta arriba al occidente de Zipaquirá y del
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Cerro de los Tunjos, junto al Cerro de Guandoque en el Páramo de Zipaquirá. Estas condiciones hacen sospechar una relación. _______________ (Anotaciones al margen izquierdo de la pág. 108:) Nueva Granada. Una de las partes mejor cultivadas. San Gil, Vélez y Socorro, la última Villa menos antigua que las otras dos, declarada capital de la provincia en 1775. Socorro no fue fundada sino en 1711 y no tuvo el título de Villa sino después de 1771; tiene 7000 habitantes, clima bastante cálido. Semanario I, pág. 485. Obispos católicos en toda América: 40; en toda Europa; 650; en la España Europea sola, con Portugal, 70. Semanario, I. pág. 444. ¿Es el páramo de Chingaza realmente granito? ¿O la roca arenisca se eleva tan alto? En ninguna parte en los alrededores de Santa Fé se encuentra granito, ¡pero también es cierto que los nos vienen de la montaña desde apenas una legua de distancia! _______________ (Anotación al margen derecho de la página 109:) al sur de Santa Fé, en Tunjuelos, al norte de Zipaquirá en Checua y elevándose 1.600 toesas sobre la sierra nororiental del Cerro de los Tunjos en Cucunubá. _______________ Sierra de Santa Marta visible en 60 leguas. Feuillée. III, p. 128. _______________
Cuando nos subimos a la balsa (algunos atados de junco de apenas 4 pies de largo) para pasar el Bogotá, perdimos los caballos. Uno se detiene para amarrarlos unidos pues se ahogan fácilmente, y así se escapan cada vez. Por eso las balsas (barcas transbordadores de junco) son tan incómodas en Suramérica. Después de 2 horas de espera continuamos el viaje sobre Chía y Cajicá con los caballos que habían sido recuperados. Llegamos a Zipaquirá apenas a las 10 de la noche muy cansados y hambrientos pues no habíamos comido al mediodía. Nos bajamos en la casa de Tovaro, donde una muchacha de 17 años administra sola la hospedería. Ella estaba en ese momento en la casa del párroco donde se reunía toda la ciudad para ver las marionetas. La pobre muchacha se desprendió de sus amigos y no se asustó poco al tener que atender tarde en la noche a 3 hombres. Zipaquirá es un lugar importante que ahora ha pedido el derecho a ser Villa con 5.000 habitantes. El sitio es grande y bien construido. La fuente está adornada con un pequeño abate enano de roca arenisca, figurado muy a la forma india. La mañana siguiente estuvimos ocupados en visitar la mina de sal gema y en medir el ángulo con el grafómetro. El estrato de sal gema aparece aquí y en todas partes descubierto a flor de tierra, lo mismo que en Hallein, Hallstadt, Berchtesgaden, Ausser... Se extiende en yeso de hojas pequeñas color blanco grisoso. En la mina de Rute se ve claramente este yeso como cubierta, sobre la sal gema. Esta constituye un estrato secundario en el yeso que está superpuesto sobre la arenisca quarzosa y cubierto con caliza compacta. La sal gema tiene todas las condiciones que yo observé en Europa en Salzburgoso en Tirol, en la marca de Stiria, o en Polonia, en parte es granulosa en hojas y por cierto de hoja pequeña, de color gris humo y blanco-grisosa, poco aglomerada con ardilla salífera, y en parte ( y esta forma grietas aisladas rayadas en forma de filones) de
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hoja grande, color blanco nieve, de gran transparencia, probablemente un brote de salmuera natural más pura, más rápida y posterior que penetró en las grietas (se tienen masas de 14 a 18 pulgadas de altura de esta sal gema de forma de hielo), la sal gema de hoja pequeña, blanco-grisosa, casi gris humo está aglomerada con ardua salifera de tal forma que esta última está mezclada en pedazos cuadrados de forma de breccia, o porfídicos, finalmente, y estos son los sitios más pobres, la sal gema forma, en parte, riñones y residuos acanalados en la arcilla salífera. Esta arcilla salífera tiene las mismas características orográficas que acompañan a la sal gema en todas las partes del mundo, las que he descrito ampliamente en mis papeles geognósicos y cuyas condiciones determiné, el primero. Está aglomerada en tal forma con carbono que se destiñe, y Elhuyar descubrió allí betún. Este descompone (como lo observé) el aire atmosférico en Sur-América lo mismo que en Alemania. Es igual aquí y en Hallein, pero aquí está aglomerado en mayores cantidades con cristales de persulfuro de hierro, en una cantidad tal que bajo otras condiciones podría servir perfectamente como esquisto de vitriol para la fabricación de vitriolo de hierro. A pesar de esta mezcla de persulfuro de hierro, no se encuentra aquí sal gema de color, (roja o azul). En la arcilla salífera (que es negro-grisácea) aparece aquí un fenómeno singular que no he observado en ninguna mina de sal gema, esferas, en parte esferoides, de 18 a 20 pulgadas de diámetro y de peso específico elevado. Cuando se abren, la parte exterior está conformada por lo general de una capa de sólo ½ pulgada de espesor de persulfuro de hierro áspero, y más hacia el interior de roca férrica de espato, granulosa y en forma de hoja. En el centro se encuentra siempre una cavidad glandular de 3 a 4 pulgadas de longitud que está cubierta con lentejas de roca férrica de espato cristalizada de color grisamarilloso. ¡Extraña aglomeración de esferas en una masa blanda de arcilla salífera! Se afirma que no han hallado nunca carbón o petrificaciones.., en Zipaquirá o cerca de la sal gema. Pero cuán poca atención se presta aquí a tales cosas. Además de los yesos granulosos y foliados que aquí son llamados caliza, y que forman estratos comunicados sobre la sal gema, se encuentran aquí núcleos de cristales yesosos incrustados en arcilla salífera, masas monstruosas de 3 a 4 toesas de espesor, que están constituidas por puras lentejas de yeso. En este núcleo, las grietas están revestidas de glándulas de carbonato cálcico (es decir, seguramente de origen muy reciente). _______________ (Anotación el margen izquierdo de la pág. 110:) Nótese, no obstante, lo idénticas que son las condiciones geognósicas en todas las regiones del mundo. En Zipaquirá, lo mismo que en muchos puntos de Europa, encuentra uno reunidos: roca arenisca, yeso, sal gema, ardilla salífera con persulfuro de hierro, caliza, hulla, manantiales calientes... ¡Todo señala alteraciones simultáneas en el globo terrestre! _______________
En Zipaquirá no se conoce en absoluto la extensión del estrato de sal gema. A juzgar por la arcilla salífera que se asoma, y por la forma exterior de la montaña, yo creo que la totalidad de la pendiente de la montaña más baja, al pie de la cual queda Zipaquirá y que limita al sur con el Cerro de Chipa, al norte con Río Negro, y al occidente con una cañada que no tiene agua dulce, sobre la cual pasa el camino que va a Pacho y a la Palma, una pendiente que se eleva unas 130 toesas sobre el Llano de Bogotá y una superficie que asciende a unas 500.000 toesas cuadradas, (Creo) que toda esta pendiente es sal gema. Alrededor de esta pendiente, en el Cerro de Chipa, al norte de Río Negro, se alza por todas partes... arenisca rica en quarzo, la salmuera de la sal gema, que por lo mismo corta a ésta. El estrato de sal gema está descubierto, lavado en muchos puntos, y sobre el yeso un elevado depósito de mantillo. Así es en Rute, Chilco y Guasal.
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Si es probable que este estrato de sal gema de Zipaquirá no se extienda más allá, como lo acabo de describir, es tanto más probable que la naturaleza repita en las cercanías esta formación de sal gema. Así es como ocurre en la alta Alemania y en Polonia. Se puede (ver mis manuscritos geognósicos que dejé olvidados) probar por las condiciones locales, que a pesar de la cercanía de Wieliczca, ésta no está relacionada con Bosnia. Hasta ahora se ha encontrado (fuera de Zipaquirá) sal gema en Nemocón, y San Juan (este último entre Chaleche y Sesquilé) y en el Llano de Casanare, en Chamesa (en Jurisdicción de Santiago de Atalayas), es decir, en 4 puntos. Se observa que Nemocón y San Juan no están en la misma cadena de montañas que Zipaquirá, sino que en el extremo norte del Llano de Bogotá, se extienden paralelamente tres cadenas montañosas y que en cada una de las mismas está situado uno de los tres estratos de sal gema nombrados en primer lugar. Si los manantiales salinos denuncian también la cercanía de estratos de sal gema desconocidos, entonces obsérvese como la montaña de la que baja la salmuera, continúa desde Pinceima hasta los Llanos de Casanare en una línea en forma de corredor, diagonalmente por el valle de Bogotá de Occidente a Oriente, aproximadamente con dirección 4. El hecho parece fundarse en algo más que aclaración geognósica pues la sal gema no comunicados ampliamente extendidos. Señalo aquellos en los que se ha descubierto sal occidente:
en una coincidencia. forma corredores, ni los puntos donde hay gema con así pues
No aventuro una tampoco estratos manantiales con*, comenzando por
Pinceima * (en Rio negro), Zipaquirá o, Nemocón o. Tausa*, Mina de San Juan o cerca de Sesquilé, Gachetá *, Medina *, Chita * en el Llano de Casanare, Chamesa o eodem loco (y cerca de Chamesa) el Recetor *. Al norte y aislado de esa línea rica en sal, queda al manantial salino de Pizarra (en el Otro Mundo, junto a Muzo). En Europa (véase mi manuscrito sobre la sal y las ideas de Claissen) la sal gema situada en los lugares más altos es la más pobre. Aquí en Sur-América, la excelente mina de Rute de Zipaquirá y la mina de San Juan de Sesquilé más rica aún, demuestran que la sal gema situada en lugares altos (aquí tiene 1.370 toesas sobre el nivel del mar) puede ser muy, pero muy rica. La sal gema de Zipaquirá contiene en promedio 92 p.C. de sal, pero en Rute, donde desgraciadamente la sal gema (sal vijua en agua dulce) está disuelta, se necesitan exactamente, para la producción de 500 arrobas de sal (sal común) con una pérdida de 1/5 por la cocción 650 arrobas de sal gema. Y la sal gema mas pura, menos aglomerada con arcilla salífera, permanece en lo profundo. En Zipaquirá no se ha efectuado ninguna explotación minera sino una excavación primitiva a flor de tierra. Los españoles. quienes al fin y al cabo no han hecho nada más ni otra cosa que lo que aprendieron de los indios, hasta la mitad del siglo 18, cocían simplemente el agua de los manantiales, solo a partir de esta época so comenzó a concentrar la salmuera pues la población aumentó y se necesitaba más sal. La mina de Rute se asemeja a una cantera estropeada. La sal gema es derrumbada (se comienza el derrumbe por el nor-este) rumbo sur-oeste desde Río Negro (que divide la sal gema) hasta Guasal y Chilca, propiamente en dirección 4. Ya uno tiene ante sí una pared vertical de 60 a 80 toesas en la que la sal gema (sobre la salmuera descubierta) tiene apenas de 6 a 8 toesas. Sobre la sal gema reposa mantillo mezclado con arcilla salífera, el cual aventaja a ambos fuertemente. A causa de este desmoronamiento y desplome del techo, en ciertos puntos no se puede trabajar durante la época más lluviosa. Cuando llega la sequía, durante muchas semanas sólo hay que descombrar para volver a descubrir la sal gema sepultada. Uno no so atreve a ir a lo profundo (no obstante que sabe por experiencia que allí esta la sal gema más pura), porque allí teme uno mucho más el desplome (desvolcanarse, derrumbes).
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Continuación del viaje a Zipaquirá y el lago de Guatavita. Ver página 112.
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Puesto que se trabaja contra una colina ascendente, cada año aumenta la cantidad de mantillo que reposa sobre la sal gema y cada año la situación de la mina se vuelve más peligrosa (*). La gente se dedica a aquellos puntos en los que teme menos el desmoronamiento, y así estropea la mina. Cuánto más barata y más económica seria la explotación con pasos subterráneos, puesto que se construirían desde el mismo lugar (desde Zipaquirá) con galerías. La sal gema misma no necesitaría ningún o poco apuntalamiento, tan pura es en las profundidades inferiores... En la mina de Rute (y la única que se trabaja) trabajan diariamente 12 picadores con barretas. El trabajo se les da a destajo. Cada uno tiene que entregar diariamente 60 arrobas de sal gema. A causa de los días festivos y de los obstáculos por los derrumbes, la mina produce anualmente máximo unas 102.000 arrobas de sal gema, una cantidad pequeña teniendo en cuenta la riqueza del estrato. En Zipaquirá hay dos manantiales salinos, pero no son ni de excelente cantidad ni calidad. La fuente de Guasal tiene de 12 a 13 p.C., la San Pedro de 8 a 9, pero ambas de contenido muy desigual, más ricas en la. sequía, pero en cantidad más reducida, en total se necesita, para la actual fabricación anual, unos 3/5 y más de agua dulce. Si la explotación minera se hiciera bajo tierra, se podrían, como en Berchtesgaden, Hallein y Aussee, colocar presas por las que so introduciría agua dulce para enriquecerla: Disolver un estrato salino tan rico y obtenido costosa y penosamente con agua dulce, sal gema transportada sobre mulas desde la mina hasta Obra del Rey... que disparate. Se debería extraer de la mina casi sólo la sal gema más pura y venderla como tal, pues es buena para animales y hombres. No faltan compradores para ésta a pesar del sabor amargo por el Muriate y el sulfato de magnesio mezclados - ¡pero la Gobernación prohibe su uso, porque la sal gema es venenosa! ¡produce bocio!!
______________ **antiguamente el rey vendía 1 arroba de sal gema para ganadería a 2 reales. ______________ Otra parte de la sal gema excavada debía ser destinada al enriquecimiento de la salmuera proveniente de los diques - pero en total, escavar mucha menos sal gema que ahora, apenas tanta como sea necesaria para el hendimiento del dique. En lugar de que la mina tenga que entregar 102.000 arrobas de las 160.000 arrobas producidas ahora anualmente, en las cuales hay 90.000 arrobas de verdadera sal (1) las otras faltantes dan la salmuera) - con el trabajo de dique se necesitaría excavar seguramente apenas 50 a 60.000 arrobas de sal gema, porque las aguas dulces introducidas disolverían de las paredes lo que falta. Actualmente se ha hecho un hundimiento, más por casualidad que por técnica (pues a Rute no se le puede llamar mina), un pozo de una toesa de profundidad, al descubierto, de gran impureza, lleno de lodo... del cual se usa el agua dulce enriquecida. El agua * Puesto que a esto se añade que se deja sal gema en lo profundo, y aparece descubierta una nueva salmuera de sal gema, entonces las aguas de la superficie se sumergen en esta salmuera y se llevan la sal, todo lo cual se evitaría con el paso subterráneo.
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restante de la superficie es desviada con mucho esfuerzo, en lugar de convertirla en agua salina artificial. ¿Cuántos muchos otros manantiales serían descubiertos en una montaña rica en agua, si se montara un socavón en la montaña de sal y se traslada a las grietas? Las obras para la cocción están situadas en Rute cerca de la mina, en Chilca y en Guasal, todas 3 sobre la montaña (muy desfavorable porque hay que subir cargada la madera) y abajo en la ciudad, la nueva y muy bien construida Obra del Rey, las albercas de batición en las cuales se disuelve la sal goma, son muy, pero muy impuras, no tiene diques, la misma naturaleza no deja actuar, entonces se echa sal gema muy impura aglomerada con arcilla salífera, en la mezcla de agua dulce y agua salina. Los esclavos revuelven con palas la mezcla, activando la disolución, la disolución es negra y llena de lodo. Porque no se filtra, como en Reichenhall, la salmuera enriquecida a través de lienzos, a la salida o simplemente en colectores de lodo zarandéandola de un lado a otro sobre pailas inclinadas (?)... En lugar de poner todas las albercas de batición arriba sobre la montaña donde hay sal gema y agua dulce y en lugar de dejar correr hacia abajo la salmuera enriquecida, hasta las pailas inferiores (Obra del Rey), esta Obra tiene sus albercas de batición (albercas de batición, tanques) abajo en la ciudad, se hace correr agua dulce por tuberías de la montaña hacia abajo y se pagan 7 reales por 100 arrobas de sal gema que son bajadas de la mina con mulas, un despilfarro de unas 800 piastras... ¡Qué picardía! Aún hoy la cocción se hace exactamente así como los Conquistadores la aprendieron de los indios Muiscas, y como la describe Piedrahíta, Historia del Nuevo Reino, página 134 (año 1676). No se cuece en pailas sino en cántaros de barro o cuencos, de los cuales se llama cazos a los pequeños y Cazuelas a los grandes. Los primeros cuestan ¼ la pieza, los últimos ½ real, en los primeros [caben] por lo general 2 arrobas, en los últimos 4. Los indios de Gachancipá y Tocancipá tienen un privilegio fundado en la tradición (en la antigua constitución india cada población tenía, como en el antiguo Egipto, un trabajo en el cual no se mezclaba ninguna otra). Estos Cazos y Cazuelas (Piedrahíta los llama Múcuras y Moyas) (son) de una arcilla excelente que se forma en los depósitos de arenisca al pie de la montaña de Tocáncipá. Puesto que estos indios son flojos y negligentes como todos los indios medio instruidos, la salina carece permanentemente de cazos y cazuelas, y el público de sal cocida (a pesar de la rica mina). Ellos han mezclado en tal forma también el contenido, que un cazo contiene ahora apenas 5/4 de arroba de sal, una cazuela apenas 3. H. Vega, el actual inspector de la salina, un hombre de muy buenos conocimientos económicos, poro sin ningún conocimiento técnico (2), ha propuesto, para que al público no le falte la sal, que él mismo haga las Vasijas de barro, pues en el mismo Zipaquirá hay arcilla igualmente excelente. Pero los indios consiguieron que el Gobierno respondiera negativamente. Es bastante extraño el que se haga depender una fabricación tan grande de los caprichos de dos poblaciones indígenas. Se deben fabricar las pailas y darle a los indios participación en la salina...
Bosquejo de mano de Humboldt
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La cocción ha sido pensada por los indios de una manera lo suficientemente artística y graciosa. Se levanta un paralelogramo a,b,c,d, de mampostería. Sobre ad. las mujeres (pues aquí como en Europa las mujeres tienen especial habilidad para la cocción de sal) engrudan una bóveda de arcilla y Cazos. Una tinaja soporta a la otra y los espacios intermedios son rellenados con arcilla. Se tienen cazos pequeños de apenas 4 pulgadas de abertura que se colocan en las esquinas y donde haya lugar, para utilizar fuego. El horno tiene normalmente unos 15 o 16 pies de longitud y 5 pies de ancho. La bóveda de los cazos se ve muy delicada. El fuego quema en bc. sobre el suelo a unos 4 o 4 ½ pies de distancia de los cazos. Junto a los hornos apenas 2 pies más profunda que la superficie de los cazos se eleva la mampostería, y aquí recostados en fila contra las paredes hay sacos de cuero tensionados en marcos de madera en los cuales está contenida la salmuera apta para cocción.
Bosquejo de mano de Humboldt
A menudo se levantan uno, dos o tres de estos fuegos el uno junto al otro, y como se levantan hornos desde 250 hasta 800 arrobas, las dimensiones son muy desiguales. Se ha observado con razón, que un horno de 250 arrobas relativamente no necesita menos madera que uno grande, de tal suerte que las leyes que disponen que los particulares hagan hornos pequeños, contribuyen mucho a la devastación de la madera. También por eso los particulares solicitan poder levantar 1 o 2 hornos grandes en lugar de 3 o 4 pequeños. Las mujeres construyen el horno en 3 días, y la cocción dura igualmente 3 días. La salmuera es vertida en los cazos poco a poco, y es evaporada de tal forma que la sal que se produce son verdaderos sedimentos llenos de fragmentos terrosos. Se tritura nuevamente el cazo y la sal impura toma su forma. Allí se reconocen capas de estratos. No se puede pensar en limpieza en esto, y auncuando parezca que el vendedor gana porque vende tierra por sal, el pierde por el contrario mucha más sal en substancia, por la lenta cocción. A las mujeres se les paga 11 pesos (además del salado de los jornaleros que ayudan) por hacer el horno. El gasto de madera es tan monstruoso, que para la producción de sal de cocción en un horno grande de 800 arrobas que se producen en 3 días, so necesitan 500 arrobas de sal gema y madera por 150 o 160 pesos, junto con 400 cazos. El precio de los cazos, que son triturados, es según esto, de más de 12 pesos, o sea que para la producción total de 160.000 arrobas se necesitan anualmente (puesto que las vasijas son muy pequeñas) entre 3 y 4.000 pesos en vasijas de barro. Según esto, las pailas cada una a 5 p.C. podrían costar más de 70.000 y aún tendría el rey ganancia para pagarlas. ¡En 10 años se pagan y se trituran vasijas de barro por 40.000! Pero el mayor mal es la lentitud del trabajo, el producto impuro que se entrega y el despilfarro de madera. Casi que bastaría una paila grande (una de unas 25 pies de largo, 15 pies de ancho y de 3 pies de profundidad) para producir toda la sal para la cual se necesitan más de 80.000 cazos en Zipaquirá. En 1791 se producían en Reichnhall en 5 calderas de 108 pies
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cúbicos, con 16.625 brazas bávaras, en 100 cocciones de 20 ¾ p.C. ger. de agua salina, 242,156 quintales, es decir, ¡que 1 caldera producía más de 48.000 quintales o sea 192.000 arrobas! ¡Una de estas calderas cuesta a duras penas 400 pesos en Europa, forjada en chapa do hierro! Puesto que ya se siente la falta de madera, se hace diferencia entre 3 clases de madera de acuerdo al espesor de los palos (troncos), hay 1 carga (carga de una bestia de carga) de 24 palos (cada uno de 3 varas de largo) de 1, a 1 ½ y hasta 2 ½ reales. Las de 2 reales tienen aproximadamente de 2,5 hasta 3 pulgadas de espesor. Según esto, 1 de estas cargas tiene mas o menos 16 pies cúbicos. De acuerdo con esto, se necesitan de 500 a 600 cargas de madera o sea 8.000 pies cúbicos para 800 arrobas, y 100 pies cúbicos de madera producen apenas 10 arrobas o 3,3 quintales de sal, cuando en Alemania con las calderas de Bücklingen y de Claissen de 100 pies cúbicos se sacan 19 - 24 y hasta 26 quintales tomando de 18 a 20 medias onzas de salmuera. Pero en Zipaquirá seguramente se cocina a menudo salmuera de apenas 16 medias onzas (p.C.,), nadie mide con husillo, de allí también una parte del despilfarro en madera. En Zipaquirá se utilizan y se queman 100.000 cargas de madera por 25.000 pesos anualmente, para 160.000 arrobas. Según esto, en 10 arrobas de sal de cocción, estan incluidos allí en costos de vasijas de barro: 1-5/10 de real en madera: 14-4/10 de real para la construcción de hornos y salarios de las mujeres y de los ayudantes durante la cocción, por lo menos 3-2/10 de real. Sería muy útil si se pudiera agregar el salario que está incluído en la sal gema... El mismo rey saca sal gema de la mina. Como 1 picador entrega 60 arrobas en cada destajo, yo creo que al rey le corresponde apenas 1-2/10 de real, incluyendo los costos de útiles para 10 arrobas. Por el contrario, los particulares compran la sal gema al rey, y obtienen de hecho una ganancia de apenas 30 a 40 pesos en 300 o 400 arrobas, después de la deducción de todos los costos de hornos. 1 arroba de sal es vendida en Zipaquirá por 3-½ reales. Parece como si el rey tuviera una ganancia de más de 15 o 16 reales en 10 arrobas (=35 reales), un cálculo que concuerda perfectamente con la actual ganancia de 40.000 pesos. Según esta hipótesis, el rey gana unos 80.000 pesos en las 120.000 arrobas que el mismo fabrica y más de 10.000 en la venta de la sal gema y contribución que pagan los particulares y los hospitales. Como en Zipaquirá se hacen anualmente (calculados para 400 arrobas) unos 400 hornos, así en la construcción de hornos, calculado cada uno sólo a 15 pesos, se despilfarran anualmente más de 6.000 piastras en mampostería, que se reconstruye y se desbarata continuamente. Añadiendo de 3 a 4.000 pesos en cazos, suman más de 10.000 pesos en artículos que deben necesariamente ser destruidos, ¡y las 1 o 2 calderas que se debían construir, de 4 p.c., podrían costar según esto unas 200.000 piastras! 1 - 1/5
de real
(el rey vende a los particulares y a los hospitales 1 arroba de sal gema por ½ real, con la condición de que la enriquezcan).
14 - 4/10 de real
Si se quiere mejorar la salina, hágase calcular según esta muestra el coste que está incluido en 10 arrobas en costos de mina:
en madera:
-- Transporte --- en batición y enriquecimiento: -- en construcción de hornos: -- en casos -- en madera -- en costos durante la cocción.
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¡Sin esto no es posible ningún presupuesto ordenado! ¡Aquí se afirma que la sal cocida en pailas de cobre (de hierro, que son aquí igualmente baratas, pues las de cobre tendrían que venir asimismo de Europa a causa de la falta de cobre laminado) es veneno! Se ha afirmado, e incluso se ha intentado, que se puede hacer en calderas sal no granulada en masa compactas, pero no sal en pedazos. ¡Se ha olvidado que en Lüneburg han cocido, sin perjuicios, sal en calderas de plomo, que las aguas salinas no tienen ácidos libres y que la afinidad más próxima el ácido clorhídrico la tienen la magnesia y la soda! Sobre plomo calcinado rojo se descompone a duras penas un átomo de cloruro de sodio... Se olvida que en calderas se pueden hacer asimismo pedazos de sal de gran consistencia, uniendo conos de tablas sueltas partidas en forma delgada, se apisona la sal húmeda y so pone a secar sobre el fuego de forma que los conos parezcan sombreritos de azúcar. Amarrados con pita floja, estos se pueden enviar lejos. Pero para los fabricantes es mucho más ventajoso vender mucha sal en grano, esta seca fácilmente sobre las calderas de desagüe... Esta clase de sal es toda sal marina, y tierra adentro, qué tan lejos no va la sal marina granulada, desde Cartagena, desde Puerto Cabello hasta Barinas, desde Cumaná y Barcelona tierra adentro hasta Angostura y aún hasta Río Negro. En el valle Llano de Bogotá viven más de 60.000 personas que necesitan una gran cantidad de sal... Para estas (pues el transporte apenas va a una distancia de 4 a 5 leguas) no tiene ninguna dificultad el darles sal granulada. Añádase a esta un precio más bajo que el de la sal en masas (semejante a la sal gema) y pronto el gusto del público cambiará por si mismo. Sólo para los puntos más alejados habrá que preferir las masas de sal cónicas compactas, pues sufren menos por la humedad atmosférica. A los pueblos situados a 20 o 30 millas de distancia de Zipaquirá se les debería entregar sal granulada en sacos más barata (más barata por lo menos al principio hasta que el público haya perdido el prejuicio) y así tendrían que preferirla. Al mismo tiempo, esta sal granulada estimula la fabricación de sacos, que hacen aquí tan excelentes con los hilos del Agave. El público comprará gustosamente sacos que sirven para cientos de usos económicos, especialmente para el trigo. Con eso, esta fabricación de sacos reemplazaría la industria de las vasijas de barro disminuida por las calderas - una sustitución que sería muy útil para el bien común pues esa fabricación de sacos esta basada en el cultivo y utilización de una planta, mientras que la alfarería, en la destrucción de material combustible. Por lo demás, que sea posible atraer, con la actual constitución, a los indios de Gachancipá y Tocancipá de la industria alfarera a la fabricación de sacos, que sea fácil sembrar agave en el Cerro de Tocancipá, esto lo dejo aquí sin decidir. Ciertamente que aunque todas las razas indígenas merecen mucha compasión, de otra parte, sin embargo, no es tampoco justo hacer depender una fabricación de sal verdaderamente grande y lucrativa, de los convenios individuales con familias aisladas, y la Gobernación tiene muchos medios en las manos para darles compensación a los indios de Tocancipá y Gachancipá, para eximirlos del tributo... 1 carga de 13 arrobas o 2 sacos de fique (Agave) cuestan en Choachí y Machetá de 2 a 3 reales. El trabajo en el que se ahorra más madera, el más rápido y por eso el más barato es en calderas, bajo estas es mucho más fácil levantar un fogón económico... Pero como todos los cambios tienen que sucederse lentamente, y transcurren muchos meses antes de que lleguen de Europa y Norte-América las chapas de hierro, lo más ventajoso sería hacer en calderas solamente tanta sal granulada como se pueda vender y continuar por lo pronto con las masas de sal que se preparan en cazos. Sin embargo, se deben construir hornos de reverberación con salmuera que suba, con los que se economiza madera, para que los primeros cazos sufran menos por las llamas
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y los últimos no queden fríos - una objeción que se hace en Zipaquirá contra los hornos de reverberación.
Bosquejo de mano de Humboldt
Fuego sobre parrillas de solo 12 pies, chimeneas altas para favorecer la corriente de aire. _______________ según pág. 144 posiblemente 4/5 de madera, pero por experiencia en otras salinas madera menos combustible... _______________
Posiblemente se podría en Zipaquirá, calculando muy moderadamente, ahorrar más de 1/3 , o sea, por lo menos 9.000 piastras en madera unas 8.000 piastras con las calderas y ahorro en cazos y construcción de hornos, unas 8.000 piastras en salarios de la mina, porque ya no se tendrá que descombrar tanto desvolcanado, se extraerá menos sal gema con los diques, se necesitan menos peones en la batición para el enriquecimiento, pero especialmente con la concentración del trabajo en un sólo punto - es decir, un ahorro de 25.000 piastras fácil de concebir con economías medianas. - Pero este ahorro no es la causa principal que debe impulsar al gobierno a modificaciones del presupuesto. La mayor ventaja es ésta: El material de combustión de una región, especialmente cerca de una capital en la que el rey ejerce su monopolio tan importante como odioso sobre al aguardiente, es destruido en Zipaquirá por incomprensión, en Nemocón y en Tausa; aumenta, como hasta ahora el precio y la escasez de la madera, y así disminuirán pronto las entradas del rey por la salina en un 20 por ciento. En cazos, y con la actual manipulación lenta, la creciente población del Reino ya no podrá sor abastecida con sal (ya ahora se hace esperar en Zipaquirá a los que van a buscar sal 5 y 6 días, y les dan 10 arrobas cuando piden 15 o 20). En el Ceno de los Tunjos junto a Tausa, cerca de Suba, hay hulla. Probablemente también en cientos de puntos más cercanos. Calcúlese si no es más ventajoso quemar hulla o hacer correr la salmuera hasta cerca de aquellas minas de hulla... El rey podría indemnizar a los particulares y a los hospitales, que tienen parte en la salina, sin esto no es posible un presupuesto organizado. La actual economía es tan confusa como en todos los lugares donde dominan gremios de caldereros. Los indios de Zipaquirá, Nemocón y Tausa que son los antiguos amos de la mina, han sido totalmente sacados de Zipaquirá y se les ha asignado la salina de Nemocón en la que se producen 40.000 arrobas de sal para estos indios y se reparte entre estas 3 comunidades indígenas un beneficio de 1.000 pesos anuales de ganancia, además de una acaudalada caja comunitaria que ellos poseen. La mina de Zipaquirá le pertenece al rey y él mismo fabrica unas 120.000 arrobas de sal. A los habitantes de Zipaquirá y a los hospitales les es permitido, como copropietarios de la salmuera, construir una determinada cantidad de hornos de un tamaño determinado. Ellos compran al rey la sal gema para enriquecimiento de la salmuera y a pesar de esto, le pagan aún un considerable derecho
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por cada horno. Estos producen unas 40.000 arrobas de sal. En esta planicie montañosa [la producción] es de acuerdo a esto:
Zipaquirá: 160.000
arrobas
Tausa:
20.000
para la cuenta del rey
Nemocón:
40.000
para los indios
220.000
arrobas, ¡para las cuales sólo se necesitarían en Reichenchall 2 calderas!
El transporte en sacos sería bueno en el Llano de Santa Fé; para los lugares más alejados, bolsas de cuero y zurrones, como se utilizan en la Guayana para la sal y aquí para sebo. Absurdamente se ha prohibido a los indios de Nemocón utilizar su sal gema. Ellos no pueden enriquecer, así que destruyen aún más madera, la que nuevamente le hace falta al mismo Zipaquirá. 1 arroba de sal de Nemocón que es mas apreciada, es vendida por 4 reales, la de Zipaquirá por 3 ½ reales. Así, valor de toda la producción suma más de 105.000 pesos. Así tanto, y ya demasiado, acerca de la explotación de la Salina de Zipaquirá, sobre cuya reforma me ha pedido un informe escrito el Virrey Don Pedro de Mendinueta. Los cálculos son acertados aunque sólo vi la Salina durante 5 horas.
(1) Trabajando con agua dulce en Rute se necesitarían en promedio 650 arrobas de sal goma para producir 500 arrobas de sal. Como se pierde 1/5 durante el lento método de cocción, el verdadero contenido de la sal gema es de 92 por ciento. Cuando se cuece con la mezcla de agua dulce y de los manantiales de Guasal y San Pedro, se necesitan 500 arrobas de sal gema para la producción de sal de cocción. A causa de la pérdida de 1/5 la producción de cocción sería de 960 arrobas. En 500 arrobas de sal gema hay 460 arrobas. Según esto, salen de los manantiales, de 500 arrobas, más de la mitad en una cocción de 800 arrobas en una relación = 1: 1,08. En Zipaquirá se producen anualmente en promedio 160.000 arrobas, de las cuales solo 1/8 es producido con agua dulce. De las 140.000 arrobas que provienen de sal gema y de aguas salinas, las salmueras dan 75.600 y la sal gema 64.400 arrobas. Sólo unas 20.000 arrobas provienen de sal gema, según esto, a causa del trabajo de las aguas dulces, 84.000 arrobas de sal gema, las cuales (calculadas con 83 por ciento - pues por la pérdida de cocción no calculada de 1/5, hay que descontar 1/10 que pertenecen a la sal gema) las cuales requieren unas 102.000 arrobas de sal gema de la mina de Rute. El inspector de minas también me dijo que la producción era de 100.000 arrobas, sin tener en cuenta que el seguramente nunca ha hecho cálculos parecidos.
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La gente no mide ni la cantidad ni la cualidad de las salmueras. Solamente las mujeres echan de vez en cuando huevos en las salmueras que van a ser cocidas. Enriquecen demasiado, de allí la sal impura y la desmesurada pérdida en la evaporación.. tapones de sal, los agallones ¡No se debe enriquecer por encima de 23 o 24 por ciento! (2) el entiende exactamente el trabajo efectuado en la actualidad por las mujeres indias. Hace 8 años la salina le daba al rey de 9 a 10.000 pesos, ahora unos 40.000 pesos, simplemente por medio de orden (sin cualquier mejora técnica) y por la estricta ejecución de los derechos reales. Los particulares que solo podían hacer, por ejemplo, hornos de 300 arrobas, los hacían de 500. Así el rey podía colocar menos sal y tenía una ganancia muy reducida! Podrán ustedes considerar posible que aún hoy en día en Pizarra cerca de Muzo se recocine la sal en los frutos de una Lecythis Loeffling que allí llaman Ortubos y en Caracas y Guayana, ¡¡Coco de mono!! Es decir, propiamente en cáscaras de nuez! La madera que se quema en Zipaquirá es en su mayoría Alstonia, Weinmannia y Melastomae, viene desde una distancia de dos días de viaje y su precio ha aumentado desde hace 10 años en más de 30 o 40 por ciento.
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Viaje al Salto de Tequendama 26 - 27 de Agosto de 1501 Sobre el antiguo mito del río Funza y el desagüe del lago, ver arriba, pág. 75. El Obispo Piedrahíta, Historia General del Nuevo Reino de Granada, pág. 18, dice (había vivido ya largo tiempo en Santa Fé), que el Salto está a 8 leguas de distancia de Santa Fé, que esta a una media legua de altura, y que se oyen ruidos a 7 leguas de distancia. ¡La distancia es de 4 millas marinas. La altura de 90 toesas, y no se oye ruido a una distancia de un octavo de milla! Salimos a caballo el 26 de agosto por la noche con el oficial mayor de la Secretaría del Virrey, parlanchín y parecido a un tallo de rosa, Don Ignacio Tejada, con Don Pedro Lastra, Don José Ayala... hacia Soacha; dormimos donde el Padre Franciscano del lugar, el Padre Palanca, quien como cura tiene un ingreso anual de más de 3.000 piastras, (un hombre gordo y bonachón). El 27 por la mañana cabalgamos por Canoas, sitio donde de vez en cuando paran los Virreyes en una región triste, sin árboles, hacia el Salto, unas 4 millas marinas al suroeste de Santa Fé. Hasta Canoas, el camino va a través de un llano uniforme, a lo largo de la cadena montañosa que limita por el sur la planicie. En Tunjuelo hay yeso a flor de tierra, toda la demás arenisca., la forma de las colinas, especialmente de las que se elevan en la planicie en forma de islas cerca de Canoas, demuestra la verdad de la tradición de Bochica. Todo lleva las huellas de una gran inundación. Enormes masas de piedra se han deslizado de los cerros en todas partes, y se observa que los cantos de las montañas han estado sometidos a la fuerza demoledora del agua. En las grietas de estas rocas que se han deslizado, crecen nudosos árboles de nopal, Cactus Opuntia, sobre los que algunos campesinos pobres crían cochinillas. Por eso las hojas del nopal se ven como nevadas o como cubiertas de telarañas. La cochinilla es excelente pero la cantidad muy pequeña. Yo exhorté a la sociedad patriótica que se está constituyendo ahora a que fomentara esta cría por medio de premios. Alrededor de Canoas el río produce enormes inundaciones y forma unos recodos impresionantes. Las inundaciones son muy útiles por la sequedad del suelo (arenisca en escombros, arena, por lo tanto a pesar de la niebla perpetua, páramos, eterna falta de agua en la planicie, sequía. El suelo es muy arenoso y la evaporación enormemente grande por la poca presión barométrica!). ¿Por qué no se ponen presas para inundar artificialmente? ¿Por qué, para ganar tierra que es aquí tan cara, no se le da un curso mas recto al río? Solo se necesitaría hacer trincheras de apenas 80 pies, así de cerca esta un recodo del otro. ¿Pero se temen procesos? Y este miedo paraliza aquí todo!
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Esta parte del valle (pues es más bajo y aprovecha la niebla que sube del Salto) es en su totalidad más fructífera. La hacienda de Canoas tiene fama de que su trigo es el que * so conserva por más tiempo sin alterarse. Lo que se le reprocha al grano del Nuevo Reino, en comparación con el cereal norteamericano y europeo, es su falta de conservación. Aún no se sabe si la causa reside en el suelo, en la sequedad o en la molienda (*) También es exagerado el defecto (ya que Cartagena obtiene un gran provecho de la importación por mar y el beneficio del contrabando). La importación permitida en Cartagena de cereal extranjero, hace que los campesinos del interior no cultiven más los campos, pues no pueden venderlo. La producción de trigo de la hacienda de Canoas es de 5.000 fanegas anuales. El río que forma la terrible caída, tiene aún ahora, diferentes nombres, según la antigua costumbre indígena en el Llano de Bogotá. Su origen más distante está en la Parroquia de Hatoviejo, unas 7 leguas al norte de Guasca. El riachuelo corre hacia el sur rumbo a Chocontá, bajando desde el occidente del Alto de San Vicente, entra por el extremo norte del Llano de Bogotá, entre Suesca y Sesquilé, a la planicie, fluye por entre Calzón, Gachancipá y Tocancipá, forma la cañada entre la colina de forma de isla de Tibitó y la cresta montañosa sobresaliente de la montaña de sal gema de Nemocón, y se reúne bajo el nombre de Rio Tocancipá, con el río Barandillas que fluye desde el Cerro de los Tunjos. A partir de esta unión el nuevo río se denomina río de Bogotá; éste recibe el caudaloso río de Sopó, persigue su curso hacia el sur y penetra cerca a la cadena occidental de montañas; puesto que la parte del Llano de Bogotá, entre Facatativá y Fontibón es la más baja, el río forma aquí considerables pantanos, restos del antiguo lago Funza, de allí la cantidad de aves acuáticas, Platalea, Ardea, Phoenicopterus..., y los mejores pastos (**). Más hacia el sur el río Bogotá se une al río Techo que pasa por Fontibón (y que recibe á los dos ríos de Santa Fé, el rió de San Agustín y el de San Francisco), por último más hacia el sur aún, se une al río Serezuela y el río Bosa o * muchos afirman que la inclinación al contrabando ha producido censuras. Ver página 65. ** medida del Salto carat de Rivero Santa Fé necesita ganado del llano de Neiva y del de Casanare. De este último, llega poco hasta el Llano de Bogotá. Acostumbrado a un clima caliente, el ganado se muere apenas llega a la fría planicie. A esto se añade el que solo engorda con gran dificultad. El cambio de clima es demasiado grande y demasiado repentino. Muere más del 30 por ciento. De allí que, pues los caminos son malos, el caro ganado de Neiva sea más ventajoso que el del Llano de Casanare. Pero se ha observado que cuando se deja el ganado del Llano de Meta durante unos meses en agradable clima templado de Tegua, éste se acostumbra entonces paulatinamente al frío y puede terminar sin peligro el camino hacia Santa Fé. Puesto que los Llanos de Casanare están más cerca de la capital, sería de una ilimitada importancia hacer más transmitable el camino por Tegua o Medina, abrirlo mas. Santa Fé podría conseguir su ganado desde allí y su cereal (en el caso de que alguna vez liberen finalmente el comercio sobre el río Meta, un comercio del que son enemigos los comerciantes de Cartagena, porque el contrabando proveniente de Guayana, a través del Meta perjudica el de ellos por Santa Marta) exportado por el Meta hacia Guayana, Cumaná. Un activo clérigo, el D. Gómez, ha querido hacer abrir aquel camino, pero ya ha sido involucrado en un proceso antes de que haya emprendido la ejecución. Cómo va a ser posible pensar en caminos en un país en el cual la Audiencia ha prohibido mejorar y hacer transitables por mulas, los caminos de Ibagué a Cartago por el Quindío y el de Boca de Nare hasta Medellín y Antioquia, con el pretexto de que entonces perderían los cargueros. En el siglo 16, donde se alquilaba como bestias de carga a los indios repartidos a las Encomiendas, los encomenderos se opusieron a la importación de camellos a América; ¡porque obtendrían mejor ganancia de sus indios!
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Tunjuelo (de los cuales el primero brota de la Sierra entre Facatativá y Bojacá, y el último en el valle de Usme rico en yeso). Según esto, el río Bogotá recibe todas las aguas del gran Llano de Santa Fé. En Canoas, no obstante, éste tiene solamente 137 pies de ancho y máximo 5 ½ pies de profundidad - una prueba de la desmesurada evaporación en la reducida presión barométrica del aire, y de la mucha agua que se estanca en los pantanos. Seguramente que los árabes y los peruanos colocarían presas (diques) en el río para causar inundaciones artificiales en una llanura tan aquejada por las sequías. Pero aquí viven españoles... Al sur de Canoas está la hacienda de Tequendama (que fuera un pueblo indígena) y por ésta tiene la cascada el nombre Salto de Tequendama, pues el río mismo nunca se llamo así, sino Funza. Al suroeste de Tequendama el río se curva por entre un estrecho valle rocoso abierto por él mismo, en el que queda el Salto, para llegar allá se cabalga en diagonal sobre la montaña, saliendo de Canoas. Desde la altura junto a Chipa (barómetro corregido a las 8 de la mañana, 248,2 líneas. En Soacha, a las 6 de la mañana, 249,4 líneas) se tiene una excelente vista. Debajo se observa un precipicio del que, semejante a un holocausto, ascienden espesas nubes (el salto) y en la azul lejanía se divisa la tierra caliente la cálida llanura de la mesa de Juan Díaz, del Tigre... Aquí se tropiezan los más diferentes climas. Uno mira, rodeado de encinas, en una atmósfera en lo que el termómetro desciende hasta 0° y que por lo general señala de 8° a 9° Reaumur, a una llanura de palmas en la que crece caña de azúcar, plátano... Y desde Chipa hasta Tigre so puede calcular una distancia de apenas 2.500 toesas en línea recta (por elevación). Yo he visto cascadas más ricas en agua y sin embargo, nunca observé sobre ninguna un nubarrón tan permanente y espeso como sobre el Tequendama. Acerca de la influencia del Salto sobre la humedad de medida del Salto carta de Rivero de Santa Fé, véase página 75. Esto grueso nubarrón, que uno ve desde Santa Fé flotar permanentemente sobre Canoas y que de cerca representa un espectáculo extraño, proviene seguramente de la delgadez del aire. El salto del Rhin, el Pissevache, los Saltos del Orinoco y otras cascadas ricas en agua que yo he visto están en regiones en las que la densidad del aire es igual a 27 y 28 pulgadas, allí donde el aire puede recibir bastante agua y el calor que (en el trópico en todo tiempo, en el Rhin durante la época caliente) reina, aumenta en parte la afinidad del menstruum con el agua, y en parte también el proceso desconocido por el cual los vapores acuosos se descomponen en el aire. Aquí en el Tequendama todo es diferente. El termómetro asciende a solo 21 pulgadas. El aire es permanentemente frío, aún más frío que lejos del Salto por el desmesurado enrarecimiento, por lo general de 8° a 10° y con frecuencia 0° Reaumur. El menstruum delgado y frío puede disolver poca agua. Este deja caer enseguida nuevamente gran parte de lo disuelto. También la descomposición del agua sólo puede ser reducida, pues la electricidad que provoca la caída de agua, aunque es seguramente muy grande, lo mismo que en todas las regiones de aire enrarecido, en cambio falta el calor tan necesario para todos los procesos químicos. El camino desde el alto de Chipa hasta el Salto (el queda en horizontal 5 hacia occidente, visto desde Canoas. Ver mi plan topográfico del Llano de Bogotá), es muy cómodo, y tanto más cómodo cuando uno ha vivido largo tiempo en Santa Fé y esta desacostumbrado a ver una hermosa vegetación tropical. El bosque está constituido por encinas musgosas. Aralias fol. trilobis, Coffea occidentalis, Lloas camaronas, Alstonias theeiformes, algunas Cinchonas (de la amarilla), Cupheas de flor grande, Begonia de flor púrpura grande... Habían tenido la gentileza de mejorar el camino, como apenas lo hacen para los virreyes. Habían excavado escalones en los cerros escarpados para colocar alrededor del Salto un parapeto de madera en los puntos más peligrosos. La última parte del camino cuesta abajo es bastante peligrosa, especialmente cuando el suelo está húmedo, humedad que produce la niebla que sube del Salto, sin que llueva. El aspecto del Salto es infinitamente bello. Yo lo vi primero de lado, cuando me coloqué estirado sobre el banco de arenisca que el río deja en parte seco. Posteriormente lo observé por delante a alguna distancia. El Pissovache en Wallis y la caída de agua que
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vi entre la Bonneville y Chamonix, son más altos pero tienen menos agua; la cascada del Rhin y las cataratas del Orinoco son mucho mas ricas en agua pero de menor altura. El hecho que se ha afirmado durante largo tiempo de que el Tequendama sea la más alta caída de agua del mundo (Ver Bouguer), es completamente infundado, pero yo creo que no existe ninguna caída de agua de esta altura por la que se precipite tanta agua y en la que se evapore tanta. El aspecto es en realidad más bello que aterrador. Como tan poca agua alcanza a caer hasta abajo, por la altura tan grande, como el abismo que forma el lecho del río de abajo (en este punto ya no es llamado río Bogotá sino río Sagasugá), es tan estrecho y evita con sus recodos la propagación del eco, por eso, el ruido no es muy considerable. Uno oye la caída apenas a 1/8 de legua de distancia, y cuando se está cerca so necesita hablar poco alto para entenderse, de ninguna manera gritar. La gente que vive cerca del Salto de Tequendama no son ni tan sordos ni tan catadupas, como dice el autor que se hace pasar por ilustrado en el Papel Periódico de Santa Fé 1790 [1793], pág. 279. El río está tan restringido en la parte de arriba por altas rocas, que tiene a duras penas 54 pies de ancho. La cantidad de agua que cae en el nivel medio parece tener un perfil de 758 pies de acuerdo a la medición que hice en Canoas. La caída de agua tiene unas 90 toesas de altura, pero la aguas sólo rebotan una vez cuando el nivel es alto, alejadas de la pared. Cuando el río está poco profundo (y así lo ví yo), el espectáculo es más bello. La pared de la roca por la que se precipita el río tiene dos salientes, un escalón a 5 toesas de profundidad y el segundo a 30. Cuando el nivel del agua está más bajo, las aguas se precipitan verticalmente cerca a la pared, y la caída de escalón se asemeja entonces a una verdadera cascada. En la parte superior de la caída se ve el agua dividida en hilos plateados en forma de perlas, pero a 50 toesas de profundidad la evaporación de la espuma presenta un espectáculo de tal belleza como no he visto en ningún lugar, ni en el Rhin ni en Wallis. Uno ve el agua desaparecer en el aire. Copos de espuma que corren hacia abajo demasiado cónicamente por el peso, se alargan paulatinamente. Los españoles comparan, no sin razón, la caída de estos copos con voladores. Uno persigue un copo con la vista, lo ve volverse más y más delgado hasta que desaparece en el aire. Solo algunas estrías gruesas de agua alcanzan a caer como agua en el abismo. La evaporación es tan monstruosamente grande que vista por delante, la caída de agua parece un tapete de plata cuyas borlas apenas tocan la tierra aquí y allá. El río de abajo que tiene apenas 1/3 de la cantidad de agua del de arriba (seguramente más a consecuencia de la descomposición química del agua y del soplo del viento, que de la disolución en el aire) se forma en gran parte con el agua que se precipita del aire. Cuando dije primero que el Salto de Tequendama era un espectáculo más bien gracioso, bello y amistoso, que un fenómeno que produjera tenor, entonces, exceptúo la parto inferior de la caída. Al mirar hacia abajo en el estrecho abismo (apenas 30 pies de ancho), la niebla que se asemeja a nubes desgarradas, este abismo llena y oscurece el panorama de masas salvajes de roca, que como testigos de revoluciones de temblores de tierra forman el lecho del río inferior, todo esto tiene algo de atroz Aqueronte. Al lado del Salto se eleva una pared rocosa que es muy nombrada porque parece en realidad haber sido labrada en forma vertical por manos de artista. Como los estratos de arenisca caen allí extendidos, por eso parece tener aún más forma de muralla. El gran perfil desnudo de esta pared rocosa contrasta bellamente con la espesa vegetación boscosa del abismo rocoso inferior. Aquí y allá descuellan palmas entre las matorrales, verdaderas palmas, no Polypodium arboreum, una señal (no como dice comúnmente de la desmesurada altura de la caída, ¿Qué cambio de clima pueden producir 90 toesas?) de lo mucho más caliente que es la atmósfera en un abismo encerrado inaccesible para el aire frío. Después de que observé el Salto desde arriba, me decidí a visitar la cercana mina de hulla (un estrato de carbón esquistoso de ¾ de toesa de extensión, en arenisca; la cubierta es arcilla endurecida y sobre ésta, arenisca quarzosa, es decir, hulla en arenisca como en Turingia) y después, con gran cansancio, bajar el largo camino de la Culebra hacia la quebrada de la Povasa y desde allí,
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aferrándose a las ramas de los árboles como arañas, bajar hasta el lecho mismo del río inferior. La última parte del camino es bastante peligrosa y yo estuve a ratos temeroso de romper el barómetro y regresar sin tener noticia de la cuestión. Pero todo resultó a pedir de boca y caminamos a pie (me acompañó únicamente D. Josef Ayala) desde las 7 hasta las 2, 7 horas completas sin descansar. La humedad que reina en el abismo, me causó un fuerte dolor en el cuerpo, por ello encontré muy fatigosa la expedición. Abajo el río se llama Río de la Mesa, del Colegio, o de Tocaima, página 160. No contribuirá mucho a la hermosa vegetación, además de la humedad, la electricidad del aire provocada por todo Salto (acertadas pruebas hechas en Suiza sobre los Tralles) que se observa alrededor de todas las caídas de agua. ¿Disfrutan aquí las plantas de una lluvia eléctrica continua? Y en el Tequendama (como en todo aire montañoso) la electricidad debe ser muy fuerte. Yo lamento no poder analizar este fenómeno, que analicé frecuentemente en Europa, porque olvidé impensadamente traer al salto mi electrómetro voltaico. En Santa Fé se tiene la opinión, de la que disienten los habitantes de Canoas, que el Salto solo puede verse hasta las 9 de la mañana, porque so oculta otra vez en espesa niebla. Sobre el Salto nunca faltan las nubes formadas por los vapores que suben. Estas se ven diariamente desde Santa Fé. Abajo en el abismo se encuentra asimismo siempre niebla, semejante a nubes desgarradas (aquí las paredes del abismo contribuyen seguramente también mucho a la descomposición de los vapores). Pero en los días serenos la parte superior del Salto es clara y sin niebla, desde la salida hasta la puesta del sol. El hermoso arco iris cambiante con la posición del sol, falta tan pocas veces en el Salto de Tequendama como en el Rhin y en Staubbach. Uno no debe comparar los objetos de la naturaleza y así robarse así mismo la alegría. Pero yo no puedo menos que decidirme a añadir que: la caída de agua del Tequendama es un espectáculo grandioso, hermoso, y en la parte inferior un atroz Aqueronte. Pero a pesar de la vegetación indígena, del abismo y la gran altura, nuestra caída del Rhin alemana permanecerá siempre en mi ánimo alemán como una impresión perdurable. La caída del Rhin es un fenómeno más ruidoso. El terrible estruendo que se capta desde la Galería, el mar de espuma que pasa corriendo con toda la fuerza junto a uno, conmueve el espíritu e invoca pensamientos grandiosos y solemnes. Pero aun más grande, más maravilloso y más terrible; lo más terrible y los más deliciosos que yo he visto unido en la naturaleza con Cataratas del Orinoco cerca de Maipures. Qué panorama desde las rocas de Manimi hacia abajo; un río de 2.000 toesas de ancho que se lanza espumante de arrecife en arrecife a lo largo de 3.000 toesas, y en medio de esta creciente tronante y espumante, islas y peñas adornadas con palmas y con todo el esplendor y la vegetación indígena...
Medida Hay grandes discusiones en Santa Fé sobre la altura del Salto. En los tiempos antiguos se confundía el gran salto del que aquí se habla con las pequeñas caídas y cascadas que le siguen hasta el oeste de la Mesa de Juan Díaz. Por esta razón Piedrahíta y otros hablan de una caída de ½ legua de altura. Bouguer lo supone así sin haberlo observado. En tiempos del Virrey Espeleta, hombre rígido pero muy activo y útil para el país, se encargó al Brigadier don Domingo Esquiaqui (comandante de la Artillería) de medir el salto para enviar el plano a la Corte. Hizo una medida geométrica desde lo alto, supongo, pero uno de los ángulos del triángulo era inferior y 1° y los instrumentos con los que operaba tenían errores superiores a los 30’. Hizo sondeos (Sondaleza) y encontró 5 toesas desde arriba hasta el primer escalón, 39 toesas del primer escalón al
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segundo escalón. Del segundo al tercer escalón y al fondo 89 toesas. Profundidad del pozo (abismo, pozo), que la caída ha labrado, 20 toesas. Entonces la caída, sin el pozo, mide 113 toesas. Se debe confiar muy poco en este sondeo. Se hicieron sondeos en la propia caída, en donde el agua que cae produce un viento tan fuerte que la sonda no cae de ningún modo perpendicularmente. El señor Mutis ha hecho experimentos sobre esto y ha observado desviarse la plomada de una manera que lo hace pensar que este método es completamente infructuoso. He pensado si no se podría tender una cuerda al nivel de la parte superior del río, pero alejada de la caída, entre los dos peñascos. Sobre la cuerda se fijaría una polea mediante un nudo corredizo. Se haría pasar la polea a la mitad del abismo y por su ranura se podría hacer descender la plomada. Se sondearía hasta la superficie del agua, hasta donde se puede ver descender la plomada. Cualquier sonda en el agua es infructuosa. El lecho del río está tan lleno de piedras y es tan desigual que es imposible darse cuenta cuando la sonda toca el fondo. La profundidad de 20 toesas, que el señor Esquiaqui da al pozo, es poco probable a causa de la dureza de la arenisca y de la muy pequeña cantidad de agua cuyo choque no hubiera podido labrar tan formidable concavidad. Si este pozo existe, se debe a qué, en tiempos remotos, el lago Funza, venciendo los peñascos que le rodeaban, se abrió paso (rompió el dique, ayudado quizá por temblores de tierra a los cuales está muy expuesta esta llanura) y arrojó entonces una inmensa cantidad de agua por el estrecho paso del Tequendama. En mi proyecto de sonda, la cuerda se curvaría y habría que medir ab. Pero la localización del Salto se opone a la ejecución de todo el proyecto. Seria casi imposible fijar la cuerda al nivel de la parte superior del río, alejada del aire agitado y de la propia caída. El frontón del oeste impide que se camine por allí; es un acantilado. El papel periódico de Santa Fé, 1793, p. 278, da una medida barométrica del señor Esquiaqui en la cual los datos y el cálculo son tan erróneos que se creería todo suposición sino fuera por el respetable nombre del autor. Barómetro en lo alto del Salto, 23 pulgadas 8 líneas, medida con respecto al Rhin. Abajo: 22 pulgadas 3 líneas. Supongamos que las estaciones superiores e inferiores fueron tomadas una por la otra (aunque el autor agrega que por esas observaciones sabe que la atmósfera abajo es mas enrarecida que arriba), la diferencia entre ellas da 289 toesas. Ahora bien el señor Esquiaqui dice que el río tiene 50 ½ toesas de desnivel desde la caída (punto donde las aguas caen) hasta el sitio donde tomó la medida; el Salto tendría en consecuencia 239 toesas de altura o sea 3 veces más (Véanse los experimentos sobre la caída de los cuerpos). Pero el autor calcula estas observaciones de otra manera; contando, según dice, 10 toesas por línea encuentra 164 toesas. Ahora, para acomodar esta medida a la de la sonda cuenta 50,5 toesas de y a x (ver el dibujo), valor puramente arbitrario, pues no veo ninguna posibilidad de evaluar este desnivel desde y hasta x, obtiene la altura de la caída y = 113,5 toesas; acuerdo aparente basado en la falsedad del cálculo barométrico y en suposiciones arbitrarias. Pero me pregunto además, como pudo dar el barómetro en el Salto 23P 8li con respecto al Rhin, cuando su verdadera altura y es de 254,8 líneas con respecto a París, (como lo prueban mis observaciones y las del señor Mutis, así como lo demuestra la altura promedio del barómetro en Santa Fé y el escaso desnivel que hay hasta el Salto). Además el barómetro marca menos abajo que arriba, menos en x que en z. El señor Esquiaqui da para el termómetro 5° en z y 78° en x, la primera medida en Reaumur y la segunda en Fahrenheit, números que cuadran muy bien con lo que dice en la Memoria citada, sobre la enorme diferencia de clima entre z y x. Estuve por la mañana, a las 8, en z y el termómetro marcó 11°,9 R, descendí al abismo a las 12 ½, con cielo sereno y sol radiante, y el mismo termómetro no marcó, en la sombra, sino 12°R. Se vé pues que el
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clima es el mismo. La gran evaporación en la cual el calórico se vuelve latente impide que los rayos del Sol produzcan calor abajo. Herboricé en la parte inferior del río, o Sagasugá, y en la quebrada de la Povasa y encontré exactamente las mismas plantas que en Chipo, 160 toesas más arriba. Repito entonces que la pequeña altura del Salto no produce diferencias en el clima. La existencia de palmas abajo es lo único que parece probar un clima más templado. Creo que se debe atribuir tal existencia al abrigo de los vientos fríos que soplan en la sabana de Bogotá, provenientes de los páramos de Chingaza y Cruz Verde, de que gozan allí estos vegetales; también al hecho de que cuando estos vegetales crecen en abundancia en un sitio trepan fácilmente aclimatándose en sitios vecinos aunque sean mas fríos. Hemos visto en la Silla de Caracas Heliconia con Beforia. Las palmas son naturales en el Tigre y en la Mesa de Juan Díaz trepan insensiblemente a lo largo del río Sugasugá hasta el Salto, pero no pasan de allí. No pasan más allá de la gran muralla de arenisca (de esta escarpada muralla) que forma el Salto. La quina amarilla, que el señor Esquiaqui cita como testimonio de clima caliente, crece con mayor abundancia arriba, cerca de Chipo, que en la parte inferior del río. ¿Si el clima inferior era tan caliente por qué en un día sereno el termómetro no marcó sino 0°, 5 R más que lo que marcó a las 8h en el salto? Pero olvidemos medidas tan inexactas. Hay que creer en honor del señor Esquiaqui, hombre de genio y de vastos conocimientos, que su Memoria fue falsificada al copiarla o que el redactor era tan cegato como el autor del mísero soneto con que concluye la memoria. La dificultad de medir con exactitud el Salto de Tequendama es muy grande. Allí confluyen circunstancias muy particulares y creo que se gana mucho, para cualquier tipo de medida, si se analizan los obstáculos y se evalúa el grado de confiabilidad que ameritan los números que se obtienen. Veré si puedo fijar los límites del error que cometa. Senda: Ver arriba, la localización poco se presta y es necesario habitar en el país para poder emprender tal trabajo, que al final no es muy exacto.
Medida trigonométrica El señor Escallón propone públicamente la tesis de medir desde arriba el Salto. No se necesita ser muy instruido en los elementos de la geometría para entrever esta posibilidad. Podemos imaginar arriba, en z, una base horizontal o perpendicular, medir los ángulos de depresión... Arrojar al abismo una vara de longitud conocida y medirla desde arriba... Todo esto sería exacto si tuviéramos instrumentos que dieran 1” de exactitud, bases con precisión de 2 líneas. Pero esta ejecución en un terreno, en z (en lo alto de la cascada) que no permite sino una base de 20 pies de longitud, es como medir la distancia de la Tierra a la luna tomando los ángulos desde los dos extremos de una casa. Llevé al Tequendama un grafómetro y un sextante pero no intenté tomar medida alguna. Imaginémonos situados sobre el borde de un muro de 90 a 100 toesas de altura, distante 7 a 8 toesas de un muro paralelo, tratando de medir la profundidad del intersticio, teniendo en cuenta que, desde arriba, el muro no permite una base de más de 4 toesas de largo y que no se aprecian desde allí sino 30 a 40 toesas de longitud en el intersticio. Es lo mismo que colocarse al borde de un pozo dentro del cual se ha introducido una lucecita e imaginar que se puede medir trigonométricamente la profundidad de esta luz. La medida desde abajo es aún menos factible. No se puede uno acercar al punto y, ni se puede ver, siquiera de lejos, el pie de la cascada. Confiaba yo mucho en esta última posibilidad. Viendo y desde lejos subiría y bajaría por la pendiente
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de la montaña de la Povasa hasta que el nivel me indicara que estaba a la misma altura de y. Así, la estación barométrica del punto hallado a la misma altura de y, comparada con la altura barométrica de z, daría la altura de la cascada, zy, corrigiendola por la curvatura de la Tierra. Era asociar un método barométrico con un nivel buscado geodésicamente. Los habitantes niegan la posibilidad de tal perspectiva. Es cierto que el Sagasugá es tan sinuoso que no se puede ver el pie del Salto, punto y. Sinembargo, creo que caminando largo rato por la pendiente del peñasco, exponiendose al peligro y tumbando los árboles, se podría encontrar tal vez la perspectiva buscada.
_______________ [Adición:] Gehler dice (Worterbuch, IV, p. 655) que la catarata más alta del mundo es la de Bogotá cerca de S. Magdalena, que según Bouguer tiene 2 - 300 toesas. _______________
Caída de los cuerpos He aquí el método en que más confío. Hice lanzar más de 15 veces piedras en el precipicio, diciendo tac cuando la piedra caía perpendicularmente sobre el abismo y tac cuando llegaba al fondo, a la superficie del agua. Tenía el cronómetro a la mano y numerosos espectadores. suficientemente instruidos, juzgaban si el experimento estaba bien o mal hecho. Se distingue fácilmente 1/5 de segundo. En todas las caídas no hubo sino 0,4 segundos de incertidumbre, prueba de que los experimentos estaban bien hechos. El tiempo promedio de la caída fue de 6,4 segundos lo que da, por el cuadrado de tiempo, 108 toesas de profundidad, pero creo que la piedra descendía demasiado lentamente. No se la puede hacer caer perpendicularmente, sin impulso. La forma del peñasco lo impide. Para que caiga al fondo del abismo hay que lanzarla con fuerza. En consecuencia, la piedra cae según una parábola por la fuerza horizontal que se le ha dado. Esta fuerza disminuye la de gravedad. Nos encontramos frente a un máximo. Hay razones, tal vez, para que la piedra descienda lentamente pero no hay ninguna (la tendría en cuenta) para que caiga demasiado rápido. La cascada no puede tener mas de 108 toesas pero su altura es probablemente menor. La fuerza de proyección horizontal, ¿seria de 1/6 del tiempo? ¿Cómo medirla? Como la piedra se arroja bastante lejos sin gran impulso (se ha tratado de darle el impulso que parece suficiente para que llegue al punto deseado), hay que creer que la fuerza (el impulso horizontal) está casi anulada cuando la piedra empieza a caer. Yo creo que se pueden contar 6’’ de caída lo cual da zy = 93 toesas. El señor Cabrer, Oficial Ingeniero muy instruido, hizo antes que yo los mismos experimentos y dedujo (por lo que me dijo) 115 toesas sin descontar nada por el impulso horizontal. Medida Barométrica. El barómetro marcaba en Soacha 249,4 líneas; en Chipo al oeste de Canoas, en lo alto, antes de bajar al Salto, 248,2; en z, en el propio peñasco desde donde baja la cascada 254,8 líneas. No se puede alcanzar el punto y. La perpendicularidad de los peñascos no lo permite de ninguna manera. No se puede tampoco alcanzar un punto desde donde se divise desde abajo el pie de la cascada. Por consiguiente, ¿cómo descontar el declive del río Sagasugá desde y hasta x, en donde se coloca la segunda estación barométrica? Cuando el río tiene poca agua, ¿Se podría remontar este, descalzo, desde la quebrada de la Povasa hasta la cascada, hasta y? Creo que sí; los guías dicen que no, porque no se puede caminar sino por el propio lecho del río, y que aunque haya muy poca agua se forman pozos muy peligrosos. Con puentes (voladizos) escalas, planchas, se vencerían estos obstáculos pero habría que caminar a pie firme para no tropezar y ser derribado por el torrente sobre un suelo
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lleno de guijarros y rocas sueltas. Cuando vi el Salto no se podía pensar en semejante proyecto. El agua era tan profunda (siendo el lecho estrecho) que no pude avanzar ni una toesa. He aquí como me puse a medir lo invisible, por falta de algo mejor. Encontré en x, en el agua, el barómetro a 263,6 líneas, el termómetro a 12°. El punto z queda arriba de x, punto situado abajo de la quebrada de la Povasa, a 147,4 toesas. Ahora bien, no pude medir exactamente ni la distancia ni el desnivel del río. ¿Cuánto debe descontarse? Desde x vi unas 10 toesas del curso del río; forma 22 gradas o pequeñas cascadas, que evalué en por lo menos 8 toesas de caída. Llegado a lo alto de la montaña me pareció, comparando la longitud de las sinuosidades, (aunque no vimos sino la vecindad de y y no el pie de la propia cascada), que la distancia de y a x podría ser 7 veces 10 toesas = 70 toesas. Suponiendo entonces que el río tiene en todo punto la misma pendiente (suposición bastante arbitraria puesto que debería creerse que el río desciende más rápidamente justo después de la gran caída que más adelante) habría que descontar 56 toesas y zx mediría, por el barómetro, 91,4 toesas. El acuerdo entre el experimento de las piedras y el del barómetro se debe al azar. Pero es probable que la verdadera altura de la cascada está entre 85 y 93 toesas; no alcanza sin duda las 108 toesas. He aquí los máximos y mínimos. Teniendo en cuenta la desviación de la plomada en la medida con la sonda, creo que no se atreve uno a descontar más de 1/5 y de este modo todo nos lleva a las 90 toesas. Se dieron un día el cruel placer de aflojar dos bueyes amarrados desde lo alto de la cascada. Quedaron tan destrozados que no se vio caer ni un pedazo. Lo mismo pasó con gruesos árboles acontecimientos bastante curioso...
______________ [Adición:] 78 toesas, Semanario, IV, 210. La temperatura del río en lo alto de la cascada era igual a la que encontré abajo, de 12°, 5. El agua no se calienta por el rozamiento, o la evaporación compensa todo esto. También, la temperatura del agua en la parte inferior no se pudo medir sino a 70 toesas de distancia del pie de la cascada. [Adición:] Boussingault, ¿Cartas? Medición. Semanario, Cont. 1810, p. 12. Mutis
255 varas.
Esquiaqui
264
Humboldt
210
Caldas
219
______________ El Padre Antonio Julián (La Perla de la América: Provincia de S. Martha Madrid 1787, p. 9), toma al pie de la letra las mentiras de Piedrahíta. Dice que se debe reducir ½ legua a palmos de Roma y que se verá entonces cómo el Tequendama es la cascada más elevada del universo. Tal como se lo dijeron también a Bouguer, quien da al Tequendama 2-300 toesas de altura, juzgando por otras elevaciones que le presentaron como iguales. De allí que Bouguer (Figure de la Terre, p. 92) se imagina que el salto está a 15 leguas por debajo de Santa Fé, para la cual adivino admirablemente la elevación, situándola a 1.400 toesas.
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La medida de Esquiaqui es ¡ncreiblemente torpe. Ha observado desde lejos una cuerda de 25 varas. A partir de esta cuerda, que le sirve de base, deduce una distancia de 900 toesas. Después continúa con triángulos, uno de cuyos ángulos mide 1°... Nunca estuvo en el agua como yo; observó el Salto desde lo alto de la montaña de la Povasa. Todo lo que dice sobre la pendiente del río es ficción, prueba de ello es el manuscrito del plano que su pintor nos mostró.
AGUA HIRVIENDO La dificultad del experimento sobre el punto de ebullición puede consistir en la diferencia que hay en la densidad de las aguas sobre las cuales se opera. En América es moral y físicamente imposible llevar consigo agua destilada. ¿Cómo prepararla? Mis retortas duraron menos de cuatro meses. Y sin embargo, las aguas muy cargadas de muriatos de cal requieren mucho más calor para hervir. He realizado experimentos directos sobre este tema en Santa Fé y Cumaná, y observé que lo que se atribuye en Europa a las diferencias de densidad depende más de la construcción (forma) de los vasos que se utilizan y de la forma como el agua hierve, que de la calidad química del agua. Las paredes, sobre todo el fondo metálico del calentador, alteran por su proximidad la marcha del termómetro. El agua parece hervir estando a más de 1 – 1°,5 R. del máximo... Ver p. 82. Por el contrario, las aguas deben estar muy cargadas de partículas terrosas porque el punto de ebullición cambia sensiblemente. Cuando era imposible procurarse agua por largo tiempo hervida (en el eudiómetro, por ejemplo, las aguas recientemente hervidas tienen las mismas propiedades del agua destilada), he utilizado, cada vez que he podido, agua lluvia. He transportado a veces agua de un lugar a otro, siempre trabajando con el mismo instrumento, el termómetro de Nairne y Blunt, en fin, he hecho todo lo posible por evitar errores en una operación tan delicada y tan interesante para las leyes que rigen las densidades del aire.
[Adición posterior: ] En México encontré, para el hielo, mi punto cero, 0°, 27 R o ½ e F demasiado alto. Caldas pretende 0°, 4 R. No cambian las cifras p. 30.
En Santa Fé el agua lluvia hirviendo:
198°,6 F
Barómetro:
248,5 líneas
En Monserrate, cerca de Santa Fé, agua lluvia:
194°,3 F
--
232,4 --
En Guadalupe:
194°,0 F
--
229,9 --
En Contreras, agua largo tiempo hervida a:
211°,0 F
--
320,5 --
210°,7 F
--
320,5 --
En Contreras. . . otra agua de fuente, específicamente más ligera...
Adición posterior: no 316,
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[Adición posterior]
Agua lluvia:
210°,8
En el Pueblo de Puracé, agua lluvia:
198°,2 F
--
249,7
En Popayán, id.
203°,3 F
--
275,4
[Adición posterior] En Quito:
197° a las 11h
El señor Caldas me ha comunicado la siguiente tabla: Tabla del calor del agua destilada, a diferente elevación, con las alturas del barómetro y con estas mismas alturas calculadas de acuerdo con el principio, según el cual 0°, 974 de Reaumur equivale a una pulgada de mercurio en el barómetro, principio obtenido a partir de muchas observaciones (N.B. agua hirviendo).
Lugar
Calor del Agua R.
Herradura... Popayán... Juntas... Pasto... Paispamba... Estrellas... Sombreros. -. Tambores
78,50 75,65 74,50 73,60 73,50 78.30 72,40 71,75
Altura del barómetro, observada p. li 25 11,85 22 11,20 21 9,00 20 9,85 20 9,10 20 7,00 19 6,05 18 11,60
Altura del barómetro, calculada P li 25 10,31 21 20 20 20 19 18
9,04 9,95 8,72 6,25 7,15 11,15
Diferencias li —
1,54
+ + — + + —
0,04 0,10 0,83 0,75 1,10 0,45
Encontré en Quito que el agua hervía a 197° a las 11h. El señor Caldas, con agua destilada, encontró 73°R Constantemente se presentan oscilaciones en el calor del agua hirviendo; influye también la forma del vaso. Con un orificio estrecho, vio Deluc subir el termómetro 9° por encima de la temperatura del agua hirviendo. Cavendish probó que los vapores del agua hirviendo constituyen un término más constante para construir un termómetro que la misma agua hirviendo. Deluc lo aprueba. Tables sur la Météorologie, T.I., P.1, p.15. Debería construirse un aparato parecido para medir con el termómetro colocado la ampolla entre los vapores del agua y no dentro de esta.
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Elefante Fósil de Chile, p. 152 No, este diente no es de Chile ha sido encontrado entre Chichas y Tarija, cerca de Santa Cruz de la Sierra, o cerca de Chiquitos. El diente de elefante carnívoro (d’Unanue) es de Concepción, en Chile. El Señor Autenrieth vio en Canadá dientes del elefante de Africa (lamellis moliarium rhomboidalibus). Los dientes que tengo del Desagüe son de mamut. Cuvier, Mém. de l’lnstitut, an 7, p. 18. Mi pequeña defensa de la Villa de Ibarra, ¿será de un elefante joven o de un elefante enano de 3 pies de alto, que se dice existir en Ceylán? (p. 14).
Esmeralda, p. 152 El Reino de la Nueva Granada, suministra un numero de substancias que le son propias: El platino, la esmeralda, la Toluífera, . . . antes que la Quinquina fuera descubierta en el Perú, se podía aún contar la Cinchona. Pero la esmeralda ha enriquecido las ciencias, al tiempo con una nueva tierra y con un nuevo metal. En ella el ciudadano Vauquelin descubrió la glucina y el cromo. Fourcroy dice muy equivocadamente que las esmeraldas son muy abundantes en el Perú, que de allá vienen las que están en el comercio y que no se obtienen mas hoy día y que no se conocen más las minas. Fourcroy, Systeme des Connaissances Chymiques, T. II, p. 296. V6ase Haüy. No se conoce la esmeralda sino en el Reino de Santa Fé, p. 152. En la provincia de Quito y en el Perú no se la ha encontrado en las rocas. Se ha creído que había minas detrás del volcán de Pichincha, por el número de esas piedras que se encontraban en las guacas (Sepulcros antiguos), de allí el nombre de la Provincia de las Esmeraldas. Pero esas minas al occidente del Pichincha no han sido jamás descubiertas, y la naturaleza de la roca de pórfido basáltico le es contraria. Puede ser que los habitantes de Quito obtengan sus esmeraldas de los habitantes de Santa Fé y Pasto, los peruanos las suyas de los de Quito. Cuanto no vería usted dispersada por la Guayana la Piedra de las Amazonas, aunque ella sólo se encuentra en un sólo sitio. Se le dio también el nombre de Esmeralda a la misión del alto Orinoco porque se toman allí los cristales de roca sacados del cobre por esmeraldas. Estuve allí en 1800.
_______________ Osamentas fósiles de Soacha y de Timaná, Semanario I, p. 215. Véase p. 152. Mi pequeño diente de elefante es del Río Mira, a 640 toesas de altura. Semanario I, p. 216 (entonces el menos alto, el de Timaná, también por debajo de 800 toesas). Soacha, Gigante, Río Mira, Tarija, Huehuetoca. Colmillos de elefante carnívoro de 3 a 4 pulgadas de espesor, muy parecidos a los de Soacha, o a los del Campo de los Gigantes de Santa Fé, se encontraban en el valle del Magdalena en jurisdicción de Timaná sobre la ribera derecha del río, en un pueblo que es llamado Gigante a causa de los huesos. ________________ [El anterior texto continua como nota marginal de la página 153, aparece aquí al final de la página 152, página 75 de este libro]. ________________
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Obsidiana, en gotas del tamaño de una pulgada o esferas con una superficie en forma* de drusas, por lo general color gris humo, destellante, en parte blanca y transparente como vidrio, en las colinas de basalto cubiertas de arcilla cerca a los Uvales, Popayán, los Cerillos al pie de Palacé... en forma de morillos. Mucho, pero mucho más transparente que la obsidiana húngara, un verdadero cristal.
Lignito, en parte ópalo leñoso y parecido a la retinita, de excelente brillo céreo, de fractura concoidea, color castaño amarillento, negro verdoso, da fuego con el acero, fósil en la sierra de San Joaquín, rica en oro, terreno de aluvión que queda junto a Jelima, frente a la jurisdicción de Quina Mayor. ¡Grandes troncos de árboles petrificados jaspeados entre guijarros de piedra verde!
Esmeraldas. Esmeraldas. Las minas antiguas y las más famosas quedan cerca de Muzo, donde estas revientan con cuarzo y mucho persulfuro de hierro en esquisto de hornablenda sobre estrechas vetas. Pero ellas parecen estar regados en todo el Reino de Granada casi como cristal de roca en las Cordilleras originarias (pero siempre al oriente de la Cordillera de los Andes), pues yo poseo esmeraldas de Fusagasugá, la Palma, el Sapo. . . Las minas antiguas más famosas estaban en el Sitio de la Quebrada de Itoco, el que aún hoy en día se denomina el Real de Minas, junto a Muzo. Allí lavaban las esmeraldas con esclusas, pues ellas estaban esparcidas entre piedra erosionada quebrada. Se las trataba como a oro lavado. Minas de esmeralda más recientes fueron trabajadas en Coscuez al occidente del Cerro de Avipi junto a Muzo, donde sin embargo, falta agua para el lavado. Desde que el rey prohibió la búsqueda de esmeraldas y levantó un monopolio con directores, ya no existe ningún laboreo de minas. Pronto se encontró que el laboreo de minas bajo dirección real era demasiado costoso y se suspendió todo, de manera que desde hace 10 años no llega ninguna nueva esmeralda al comercio. Una noticia muy segura del ingeniero Don Carlos Cabrer (***). véase página 150.
Granate, llamado en el Chocó coral, en forma de morrillo completamente igual al de la Sierra Central de Bohemia, se encuentra, con polvo de oro y platino, en la provincia de Antioquía y Chocó, y precisamente en yacimientos parecidos a los de Stiefelberge, entre guijarros de basalto y piedra verde.
Caliza transparente grisosa y blanco amarillenta (originada) granulosa foliada, excelente para lámparas, formando rocas (no estalactitas calcáreas de cuevas) en el lecho del río Ullucas junto a Insa al Valle de La Magdalena, además la misma formación en Cuenca y en Tolonta no lejos de Chillo en la provincia de Quito. Este mármol que uno puede tomar facilmente por alabastro (pero efervesce) ¡es empleado en Cuenca para almirez! Es muy traslúcido.
Obsidiana. En la cordillera andina de la provincia de Quito se puede estudiar la obsidiana. Qué variedades de obsidiana y pórfido de obsidiana he visto. Negra oscura, parecida a la de Islandia, gris humo, gris humo con negro guarnecida con quincha, Antisana. . . Los indios poseyeron una paciencia maravillosa para tallar la obsidiana en superficies lisas como espejos, tal como se la encuentra en las guacas. La Iglesia de la Merced de Quito posee uno de estos espejos de guaca encontrado en el pueblo Gualca, se la toma por una ágata. El pedazo tiene 120 pulgadas cuadradas, una de las superficies es algo convexa pero soberbiamente pulida, la otra áspera y muestra la fractura llana concóidea.
*** En Almaguer la lluvia inunda a veces las calles de la ciudad con esmeraldas que bajan de Paramito. Posiblemente forman allí vetas en el esquisto de mica.
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El color es extraño; uno quisiera llamarla obsidiana jaspeada, una base rojo-castaño con puntos y destellos negros verdosos y atravesada por conglomerados delgados color amarillo ocre, parecida al más bello jaspe oriental. Don Juan Larca rompió unos fragmentos y vió que se decoloraban con el soplete como obsidiana común y como se hinchaba al fundirla. Esta circunstancia, fractura y translucidez no deja dudar que es obsidiana, véase página 166. ________________ Nota marginal a la izquierda p. 153; continuación de la página 152. que se encuentran allí sobre el Grés en una tierra arcillosa mezclada con fosfato de cal. Las aguas de las lluvias que descienden de las pequeñas colinas al pié de las cuales se encuentran los huesos fósiles, han abierto allí zanjas de 4 - 5 pies de profundidad. Las montañas de huesos saturadas de agua parecen tener varias toesas de espesor. Los más bellos pedazos se encuentran generalmente después de fuertes lluvias que descubren y aran el terreno. Aunque las cabezas no parecen ser demasiado comunes la masa de osamentas informe y rota es inmensa y cubre más de 300.000 t. cuadradas. A cada 4 - 5 pulgadas se ven pedazos de tibia, de fémur, aún algunos huesos de cabeza pero todos tan frágiles que al desenterrarlos se vuelven polvo. La confusión en que se encuentran las partes demuestran que el animal no estaba allí (como) en Burgtonna) sino que fue llevado por las corrientes aproximadamente como en la Caverna de Gailenreuth. ¡Dónde existe otro lugar en el mundo en el que a 1357 t. de altar. haya huesos de elefantes fósiles! En Santa Fé se encuentran mezclados el carnívoro y otro que se parece al Elefante de Asia. Es necesario mirar estos huesos con mucha atención porque las aguas de lluvia están allí.
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Viaje de Santa Fe a Popayán Después de una permanencia en Santa Fé durante dos meses ocasionada por una fiebre de Bonpland, iniciamos por fin el viaje a Quito el ocho de septiembre de 1801. Los últimos días en Santa Fé fueron terribles. Nosotros entramos en contacto con tantas personas, yo tuve que dejarle al Virrey las extensas memorias sobre Zipaquirá. . . Yo tuve que comenzar a calcular el eclipso de Sol del siete de septiembre y encontré, que el eclipse no sería visible en Santa Fé. Sin embargo no estaba seguro de ello. El siete de septiembre observaba el Sol cada media hora. El eclipse no so presentó, yo noté, que las manchas, aquellas que habían aparecido el cuatro de septiembre sobre el largo disco desprovisto de manchas, durante el primer tercio de su recorrido ya habían desaparecido en parte... La despedida en la casa de Mutis fue en realidad conmovedora. El anciano nos había acumulado de bienes y bondades, nos entregó provisiones en tal cantidad, que casi no podían cargar las tres mulas robustas; nos obsequió además una gran cantidad de especímenes secos de su flora en Bogotá; más de 60 dibujos de plantas en hermosos colores, realizadas por sus mejores pintores Matiz, Rizo, Cortés p... Nosotros regalamos todo aquello al Instituto Nacional y por ello le dejamos dos cartas a Mutis, las cuales deben salir a París con dos cajas. El día de nuestra partida recibí la primera carta de Emparán, primera en llegar a mis manos. El describe su preocupación, si la caída de Urquijo no podría ser obstáculo para mi viaje. Esta idea produjo otras en mi, las cuales podían hacerme dudar sobre mi suerte. Deseo ahora doblemente, no equivocar y encontrar al Capitán Baudin! Nuestra salida de Santa Fé fue casi tan brillante como nuestra llegada. En fuerte compañía llegamos hasta el puente de Bosa. Después solamente nos acompañó José Ayala. De todas partes se nos ofreció dinero; Don Ignacio Quesada, otras veces Mutis, quien seriamente envió 100 cuadrúpedos grandes de a 16 pesos, a la casa. Por suerte nosotros no necesitábamos nada. Tomamos el atajo por Fusagasugá, para apreciar el así llamado puente natural de Pandi. Nosotros teníamos once mulas de carga, tres de estas con viandas, mesa de campo, bacenilla, dos con camas..., así crecía nuestro lujo y en el Orinoco teníamos dos petacas. No alcanzamos a llegar a Sibaté al final del Llano de Bogotá, lugar donde debíamos pernoctar. Por lo cual pasamos la noche en Puerta Grande, en esa parte del llano, que en forma de abismos se prolonga hacia el sur de Canoas sobre el Tequendama. El nueve de septiembre a través del bosque, sobre San Fortunato, hacia Fusagasugá; un hermoso bosque sin fin, al comienzo monte arriba, por San Fortunato muy alto, después de descenso, hermosa
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Espeletia (Frailejón) y un espeso arbusto lleno de Polipodium Arboreum, a menudo de 30-40 pies de altura, lleno de Aralia, Melastoma, Escalonia, Quercus, Ficus (Metapalo).. El camino, de menos de 10 pulgadas de ancho, quizás más terrible que él de Honda a Santa Fé en aquel entonces tan fiero, que se empleaban de 4 - 5 días de Fusagasugá a Santa Fé, inclusive 7 días con cargas. El camino siempre sobre arenisca al pie de una alta sierra rocosa que se extiende de Usme hasta el Sumapaz (así se denomina una región montañosa 10 leguas al sur de Santa Fé, completamente deshabitada y tierra incógnita, de la cual surge el río Ariari, que cae al Guaviare. El Páramo de Sumapaz es muy alto, a juzgar por pruebas de lavado, sorprendentemente rico en oro. Se cree que Belalcazar llegó al llano de Bogotá por el Sumapaz, y que se pueda encontrar un camino a través de esa región montañosa hasta Andaquíes. Por mis conocimientos geográficos, y por aquello que observé en el Orinoco, que Sumapaz incluye las fuentes del Vichada, Zama y del Guaviare, y, que, desde Maypure y San Fernando de Atabapo, viajando siempre al occidente se podría llegar hasta allí. ¡Y una región tan cerca de la capital permanece inexplorada! (Sin embargo tampoco se sabe en Santo Tomás de Angostura, quién vive a lo largo de la alta cadena de granito, que se puede ver al sur...) El camino va al lado del riachuelo Fusagasugá, una corriente del bosque realmente rauda que forma una cascada. Por suerte se ha abierto allí un puente hamaca, 50 pies de alto sobre el valle. La vista sobre el puente de bambús bamboleante es realmente romántica. Nosotros fuimos tan poco precavidos, de no dormir en la casa junto al puente. La noche entró y todavía teníamos que recorrer una legua en espeso bosque, sin poder reconocer objeto alguno de la noche oscura. Además el camino seguía sobre un suelo arcilloso, en descenso y tan tortuoso, que las mulas quedaban sentadas después de resbalar monte abajo. Nosotros procuramos seguir a pie. Pero caímos tan dolorosa y frecuentemente, que resultaba aconsejable, seguir la cordura de las mulas, cuyo juego de orejas todo lo anuncian también, aquello que acontece en su interior. Los animales de carga (mulas de carga) no nos seguían. El indígena con el barómetro era tan cuidadoso, que prefería dormir en medio del bosque con el instrumento, porque temía caer a cada instante con el instrumento. Que indiferencia indígena pasar una noche bajo 6-7°R., sin fuego y sin alimentos, sentado sobre piedras húmedas, pacientemente... Nosotros llegamos a Fusagasugá a las ocho de la noche. El poblado so encuentra al oriente del final de un llano, cuya lisa terraza señala que fue antiguamente plataforma marina. Este llano se relaciona con la Mesa de Limones, éste con Llano Grande y éste finalmente con el valle del Magdalena; claramente tres depósitos de agua, en forma de terraza sobrepuestas una sobre la otra, relacionadas por precipicios recorridos por las corrientes. En el Valle de Fusagasugá, en las cercanías del Río Pericón, se fundó en los tiempos de la Primera Conquista, la ciudad de Alta Gracia. Los indios Panches, los más guerreros de todos los indígenas, los cuales fueron combatidos por el propio Quesada, inquietaban tanto a la ciudad, que sus habitantes se dispersaron. Sus descendientes se establecieron en el Peñon, en las cercanías de Fusagasugá y así surgió la parroquia de hoy, de 1500 almas; en su totalidad blancos pues la mezcla de indígenas con españoles resulta casi totalmente blanca. La mayoría de las casas son o están dispersas y esa dispersión hace que América aparente estar más habitada que Europa. Se viaja por las consabidas provincias, (a excepción de los Llanos, que están tan desiertos como el mar), no más de una hora, sin dejar de encontrar casas. Así cómo ahora la ciudad de Alta Gracia es una maleza (bosque) espesa, así tampoco quedo huella de la Nación poderosa de los Panches. No existe ya ningún indio panche, todos han sido exterminados, y se ha dejado simplemente sus viejas viviendas al pie del Cerro de los Panches, una colina de arenisca de forma aventurada, parecida al Rigi de Lucerna, pero de una arenisca de grano más fino, la cual puede sor confundido fácilmente con cuarzo. Contra el nororiente se precipita la montaña repentinamente contra el Cerro San Lorenzo, situado junto a Tibacui, y contra el noroccidente forma una veta de arenisca, que se precipita con rumbo de 3 - 4 horas,
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hacia el noroccidente, en una pendiente de 60 – 70°. Esta superficie está cubierta de hierba, pastos y es quizás más peligrosa que el duro abismo al subir a Tibacui. La dificultad de la comunicación con Santa Fé hace que los terrenos en el clima suave de Fusagasugá tengan poca demanda tanto que Jorge Lozano compró más de 6 millas cuadradas por 500 piastras, increíble, pues en los llanos de Caracas, en las cercanías del despoblado Orinoco, cuesta una milla cuadrada ya de 4 - 500 pesos. Nosotros vivimos en la casa de Lozano, donde nos atendió el factorista de tabaco José Azula, un hombre amable, sencillo y joven... el cultivo de tabaco (Estanco) está limitado en la Nueva Granada a los siguientes Distritos: Valle de Fusagasugá, Girón, Zapatoca, Villa de San Cristóbal, Ambalema, Casanare y en la Provincia de Popayán y la Candelaria. El tabaco de más renombre es el de Girón y Ambalema. El último lugar suministra a la Provincia de Antioquia, Santa Marta, Riohacha y otros países ubicados al norte de Honda. El Rey paga (y por eso se oponen cada vez más los habitantes a cultivar tabaco) solamente con 14 reales (siempre 1 peso igual a 8 reales) al plantador por arroba y revende esta arroba en los países al sur de Honda por 6 pesos, 2 reales; al norte de Honda por 12 pesos 4 reales. En el Valle de Fusagasugá cultivan solamente tabaco Fusagasugá, Pandi y Cunday, pero todos los tres lugares en conjunto tienen tan pocas ganas de cultivar tabaco, dado que la ventaja es tan mínima, que ellas no alcanzan nunca más de 600 arrobas. [(En el año 1800 compró el Virrey en la Provincia de Santa Fé (es decir sin Popayán), tabaco por 80.000 pesos, cerca de 20.000 arrobas. Y tras el descuento de los altísimos costos de administración (salarios, rondas...) tenía el Virrey una ganancia de 1.200 pesos. La nación es torturada por nada)]. El indígena que pasó una noche infeliz en el bosque, dejo que entrase aire en el barómetro. Durante la limpieza yo mismo lo partí; me había servido desde Mompós y había sobrevivido felizmente los viajes a Honda, Guaduas, Guadalupe, Monserrate Salto de Tequendama... Yo llené el 10 de septiembre uno nuevo en Fusagasugá que resalté por ser muy bello, muy bueno, por su vacío de aire. ¡Cuánto tiempo ha de durar! El 12 de septiembre iniciamos el viaje a Ibagué. En la noche, después de haber cruzado las corrientes del bosque Río de la Isla, y el río del Pericón, ya en Hato del Quemado. Estos así como el río de la Legía (con agua amarillo vino) y el río Negro, los cuales pasan entre el Hato y Pandi, forman estrechos valles, cayendo monte abajo desde el páramo de Sumapaz. El camino es espantoso, nos fijamos con interés en la cadena montañosa norteña, la que limita el Valle de Fusagasugá; debido a que cada día dejábamos atrás la vegetación del Llano de Bogotá y nos recibían nuevos lugares; atendíamos á la geografía de las plantas en la altura de cada lugar. Con excepción de Quito y el Perú no hay con seguridad un país parecido al Reino de la Nueva Granada, en donde con el termómetro en la mano, sin tener que viajar más de 10 millas, se puede escoger cualquier clima apropiado (se desciende sobre una terraza), donde la vegetación de los sitios calientes se mezcla densamente a la limitante de la zona fría...
_______________ Ganado: como en Casanare parece usual. Nuevos paspallum para cultivar. Sílaba. Semanario II, p. 3, 4, 12. En regiones frías donde antes del amanecer 10°R p. 4. _______________ [Nota marginal a la izquierda en la pág. 155:] El paréntesis doble es falso! La ganancia de 1200 pesos es seguramente una mentira. Otros dicen que el Rey gana 200.000 pesos, pregunta Don Ignacio. En Ibagué, aseguran, que el exceso de tabaco en Honda es solamente 400.000 pesos; en todo el país 1 millón de pesos. ______________
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En San Fortunato, el barómetro en 241 líneas, el termómetro, 9° R. Frailejón (Espeletia Mut.) y Quercus y Befaria. De allí hasta Fusagasugá (donde el barómetro marcó 278,5 líneas, el termómetro, 15 – 22°), ya hay Ficus Metapalo, Gunnera, algunas palmas, Pothós, pero a la vez todavía mezcladas con la que las alturas envían desde Alströmeriis, Calceolarias, Fuchsia, Escalonias mystelloides, Loranthus arborea, Quercus y Uva camarona y un ejército de altísimos troncos Polypod, arbórea, como el Lyhrum (Cuphea), de gran hoja. En Fusagasugá ya hay Musa camburg, Plátanos no. Desde Fusagasugá hasta Hato del Quemado (donde el barómetro marcó 289.4 líneas, el termómetro 17 – 24°) ningún Quercus, ninguna otra Escallonia, ni aquí ni allá alguna Uva Camarona, pero si Paulinias, y un bosque de Clusia Alba y Clusia rosea, Quina roxa, Camacha (¿Celsia?) la Petrea arborea, Macrocnemum. Del Hato del Quemado hasta Pandi (donde el Barómetro 305,2 lineas, el termómetro, 18° - 36°) muchas Mimosas, Cactus Phyllanthus, C. Hexangularis, Piper emerginatum, Bauhinias, ningún otro Polypod. arboreum. Sobre la altura del Río de la Legia disfrutamos nosotros en la mañana de una vista perfecta sobre la cima nevada Tolima y sobre otros colosos de los altos Andes, los cuales contrastan maravillosamente contra la pared verde del Cerro de los Panches. Una manada de monos (Simia Geniculus), las madres con los jóvenes sobre las espaldas, cruzan a modo de procesión sobre el Río, donde el tronco de un árbol forma un puente. Así supo unir la naturaleza en un sólo pedazo de tierra a todas las zonas, y la magia completa está fundamentada en el valle sin planicies, en las profundidades del mar, de la atmósfera... _______________ de Pandi hasta Melgar (824 líneas) Uvaria Zeklunica, Curatella; de Melgar a la Guayacana, (barómetro 327 lineas) Anacordium Caracoly. _______________
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Estadía en Pandí y camino a Ibagué En Pandi subimos donde el párroco don Juan Porras, pariente de la monja portera. Aquel nos recibió amablemente y tiene el mérito de haber fundado el actual pueblecito. El hecho de que tuviéramos que admirar todas las tallas de su iglesia, los ídolos lacados... en un pajar (una especie de granero) es cosa obvia. El templo del sol, en Sugamuxi, podría ser aún más extraño. El párroco nos acompañó hasta el puente de Pandi, al suroeste del actual pueblo que lleva el nombre de Pandi o Mercadillo. Este puente es ciertamente un espectáculo particular. El torrente del bosque del Sumapaz corre a 2.000 t. de distancia, de oriente hacia occidente, por un abismo rocoso, ora 50, ora 80 t. de profundidad. En el lugar donde el río cae a ese abismo, (se forman dos cascadas, dejando este sitio se dirige a Melgar). Probablemente ese abismo escalonado fue formado por un terremoto. El puente de Pandi es una masa rocosa que tiene, más o menos, 8 pies de espesor, 40 pies de ancho, y 45 pies de largo. El camino en dirección a Melgar y Cunday pasa por esa masa rocosa que cruza el abismo. Esa masa rocosa no fue desplazada por antiguos movimientos de la tierra, sino que es continuación de la roca que está junto. La piedra arenisca, de la cual está compuesta toda la montaña desde Pandi hasta Zipaquirá, presenta aquí capas alternas de arenisca pizarrosa y delgada, y de arenisca casi sin pizarra. Un banco de la última descansa sobre aquella; una es piedra arenisca de cuarzo sobre la arenisca de pizarra arcillosa y el puente es continuación de aquella masa de cuarzo. Los indígenas han dispuesto a lo largo de la piedra una barandilla ligera, por medio de la cual se aplaca lo horrible del abismo. La vista se asemeja a la de una mina derruida y el agua parece negra ya que la sombra del estrecho abismo la cubre. Se oye un ruido sordo, que al principio tiende a atribuirse a las aguas que caen, pero investigando más de cerca percibe uno que el ruido es causado por una especie de pájaro nocturno que habita en el abismo y el cual se espanta con piedras que se arrojan. Se les ve revolotear por centenares igual a bandadas de murciélagos. Debido a que no se elevan son difíciles de cazar y aún más difíciles de alcanzarlos con disparos. Luego de arrojar buscapiés, que iluminan el abismo, reconoce uno que esos pájaros no parecen sor Caprimulgus, sino que pertenecen a la especie de las lechuzas, con ojos muy grandes, pico curvo, de color gris-pardo y del tamaño de una gallina. Se les llama Cacas. El graznido es muy semejante al grito de la lechuza. Anidan en hoyos hechos en el abismo, pues la piedra arenisca tiene en todas las cercanías circundantes cuevas que no parecen haber sido formadas por el agua, sino que son indicio de una primitiva porosidad (un fluido elástico y dilatable). Una pequeña trocha conduce hacia un segundo puente en la ladera del abismo y que se encuentra 5 toesas más profundo que el primero. Ese puente está maravillosamente conformado por 3 piedras sueltas, cuya piedra central forma una verdadera clave de bóveda. Junto a
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este puente de más abajo un montón de guijarros forman un dique el cual no le confiaría uno la vida si se pudiese observar su construcción desde abajo. En eso dique hay un hoyo de 2 toesas, a través del cual, como en un pozo, se ve el fondo del abismo. En este punto dejamos caer piedras. Emplearon 4” - 4”, 5, y como ese dique está 5 toesas más abajo del puente superior, parece entonces que la última altura es de 312 pies. Don Jorge Lozano, con ayuda de la plomada midió 112 varas hasta la superficie del agua, y 6 varas de profundidad del agua. El río Sumapaz desagua en el río Fusagasugá. En Pandi es muy famosa la cascada de la Quebrada de la Chorrera, un arroyo que cae en el río Sumapaz por una empinada pared rocosa. El valle es muy inaccesible; comparando, la altura de la cascada parece de 40 toesas y el volumen de agua es muy escaso, pero por causa del abismo estrecho todo el conjunto ofrece un espectáculo espantoso y hermoso. En el Sumapaz había en otros tiempos 4 poblaciones: Sumapaz Fría, arriba en al páramo; Sumapaz Caliente (un poco mas tibia que la otra, pero no caliente); Tumby y Doa. La población indígena disminuyó debido a la crueldad con que se les trataba hasta el siglo XVII: se les llevaba a las minas de Mariquita y Santa Ana, enfermos de pústulas, utilizados como animales de carga; y en general como un mal gobierno siempre oprime más duramente a los más pobres y desamparados, el rey dio la horrible orden de que todas aquellas poblaciones que no tuvieren un determinado número de indios fueran destruidas, obligando así a los indígenas a abandonar su tierra y a unirse con otros. Se olvidó cuán grande es el odio entre una y otra tribu indígena y cuán útil son las solitarias viviendas en parajes áridos y despoblados. Así, pues, Pandi, Icononzo y las cuatro poblaciones anteriormente descritas fueron destruidas. Muchos indígenas gritaron fuerte en contra de la cruel ley. Se detuvo la destrucción (fue al comienzo del siglo XVIII) y el rey ordenó devolver a los indígenas sus antiguos lugares de vivienda. Sin embargo el peor mal ya estaba hecho. Se decide entonces en el Manzanares sobre la suerte residencial de los Muyscas del Ariari... Pandi es reconstruido, pero los indígenas, y todo el pueblo indígena, huye de las aldeas y prefieren vivir desperdigados en la selva. Que puede estimular a la sociabilidad en un país en donde las circunstancias estatales ordenan sacrificarlo todo y no conceden ninguna, pero ningún beneficio. Cuando el 14 de septiembre (día de mi cumpleaños) alcanzamos la altura de Icononzo al otro lado del puente, vimos allí más casas destrozadas de las que pudo reunir en Pandi la acción del buen párroco. Temprano en la mañana nos volvimos una vez mas a recrear con el maravilloso espectáculo del puente natural. De nuevo descendí por el abismo rocoso a lo largo de una cornisa de apenas 16 pulgadas de ancho. Se comprende más fácilmente cómo 3 piedras pueden caer tan maravillosamente, de tal manera que la del medio es sostenida por las laterales, de la misma forma como el puente superior puede ser continuación de la misma roca que está junto. Y con todo, esto es verídico. El abismo parece formado por un terremoto. El banco superior de arenisca gruesa y pizarrosa está separado por todas partes. ¿Cómo ha podido resistir adherida en una punta a la fuerza separadora? Luego el valle no parece bañado por una corriente de agua. Barómetro: Pandi pueblo 305,2 líneas, 7h en la tarde. termómetro 19° sobre el puente 310 líneas, 10h en la mañana, termómetro, 20°. A la altura de Icononzo hay una cueva natural, semejante a una cueva de ladrones. Se desconoce a donde llega, se cree que va en dirección al abismo del puente, en la arenisca. Su entrada es muy particular y está semicubierta por una enorme roca que cayó desde arriba. El camino baja siempre de la montaña. Antes de Melgar se levanta una vez más el estrato de arenisca hasta una altura considerable en Portachuelo, Bar. 283 líneas. Por el camino, a causa de los escalones, deben las mulas descender penosamente, cosa peligrosa para los instrumentos. A partir de Icononzo la arenisca se vuelve cada vez más gruesa; en Llano Grande (así se llama una parte del Valle del Magdalena desde Espinal hasta Contreras) se encuentra ya toda la arenisca de grano grueso, semejante a la de Honda, por tanto sin duda es la arenisca (pág. 110) del Llano de Santa Fé, Zipaquirá y Honda, la misma formación, una formación que sobrepasa las
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1.900 t. y cuyas capas superiores son más finas que las inferiores, más casi todas no petrificadas. ¿Existe en Europa ejemplo de un espesor similar en una única formación de estrato? de ninguna manera. ________________ [Nota marginal a la derecha de la pág. 158] En Pandi sopla regularmente el viento desde el mediodía hasta la medianoche proveniente del occidente, del páramo del Tolima y de la medianoche hasta el mediodía, viniendo de oriente, del páramo de Sumapaz. ¡Este último con mayor fuerza! ________________
En el Portachuelo descubrimos yacimientos de arcilla que se alternan allí con la arenisca semejante a cañitas de paja, masas cocidas. Al microscopio hallamos que se trataba de pequeñas y microscópicas petrificaciones de conchas calcáreas (Más abajo, casi al nivel de Honda se presentan, cerca de Tocaima, amonitas en piedra calcárea, las primeras amonitas que vi en América, en donde el menos deberían ser muy raras!). Un poco al norte de Portachuelo en el Paramito (Bar. 415 líneas), mucha Cinchona Longiflora en florecencia y hacia el sur, particularmente en cercanías a Melgar y Cualamaná, una enorme cantidad de quina roja, tan candente, como el clima cálido al cual desciende (Bar. 32), ya que todas las demás especies de quina prefieren más los parajes fríos: la C. Lancoifolia soporta hasta 2 grados R. de frío. Aquí cerca de Melgar la quina tampoco forma arbustos (como es usual), no, la hallamos en forma de árboles de dos pies de ancho por treinta a cuarenta pies de alto. A partir de Portachuelo, se comienza a descender al Valle del Magdalena o Llano Grande. El camino en la cuesta montañosa de Cualamaná es terriblemente malo, un chaparral lleno (característico de los Llanos del Orinoco, Cumaná y Calabozo) de Curatella americana y de la muy pintoresca Uvaria zeilanica. Esta última de gran altura con ramas colgantes y hojas gachas, casi dobladas y como con crestas, semejantes a un ciprés, soberbia, adornada con bayas de rojo púrpura y sin embargo melancólica, una característica peculiar, y más bella aquí, en crecimiento y fortaleza, que en los raudales de Atures y cerca a Santa Ana. La entrada al calor nos contrarió durante esos días. Bonpland fue atacado por una violenta fiebre que nos obligó a buscar penosamente una choza en el pico de la cuesta de Cualamaná (Bar. 324,5 lineas, 9h en la mañana) yo fui atacado por una martirizante erupción cutánea, unos abcesos como turupes y duros como piedra... En efecto, el paso de un aire enrarecido de 248 líneas, a 423 líneas, es demasiado grande; de un frío de 6 a 7 grados a 23 grados R. (Así permaneció el termómetro toda la noche en Cualamaná) es también demasiado. Un viaje de Europa a los trópicos no puede atacar más la constitución física, hasta Quito, descendiendo del helado llano de Bogotá al calor tropical del Valle del Magdalena, nos espera nuevamente el frío de Quindío, luego ese ardiente valle del Patía, la nieve del Pichincha... ¡cuán maravillosamente la naturaleza humana resiste estos cambios de presión y calor! Cómo los habitantes de la Mesa de Juan Díaz y los de la caliente Tocaima, entre 28 y 29 grados R., caminan semanalmente y sin peligro hasta Santa Fé, en donde al pernoctar al aire libre o en un cobertizo, padecen 0 grados...! A partir de Melgar, en Llano Grande, hay solamente sabanas y pastos hasta el paso de Fusagasugá, alternándose con matorrales, pero desde allí hacia el occidente ni un árbol. Aquí, entre los matorrales, como en Contreras, una gran cantidad de Cocos butyracea, Palma de Cuesco o Palma real o Palma de Vino; el fruto es un excelente alimento para los marranos, con un olor a manzanas muy maduras, muy diferentes a la Palma Real de la Habana, pero idéntica a la Palma Real que hemos descrito en el río Sinú. El Perispermum produce mucho aceite.
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Es la palma más robusta que conozco, generalmente de 40 a 50 pies de alto por 28 pulgadas de grueso, con frecuencia las hojas tienen 20 pies de largo y por eso son excelentes para cubrir techos, cuelgan a modo de anzuelos, encrespadas en la punta. Las pinnas [¿piñas?] ¡en una superficie vertical! Es esta palma, la que hace la gran belleza del río Magdalena, más arriba de Badillas; llamada en el Orinoco Jagua y adorna las preciosisimas islas rocosas y las orillas graníticas en las cataratas del Orinoco. La hallamos floresciente en San Luis, en donde forma bosques enteros. El valle del Magdalena forma, como todos los valles fluviales, una llanura escalonada, en medio una verdadera sabana de pastos, barómetro. 327 líneas. A ambos lados, al oriente en dirección a Melgar y al occidente en dirección a San Luis y Contreras, barómetro, 820 líneas, el valle es poco plano, con colinas, ascendiendo, y dividido en pequeños valles laterales; la sabana con palmas arbustos e interrumpida por Anarcadium Caracoli, Nectandra. . . Por uno que otro lado se encuentra en el valle de Llano Grande (casi como en el llano de Bogotá) yeso, en Chaparral, y cal, cerca de Contreras. Sobre la naturaleza de éste último todavía estoy en incertidumbre. No parece casi dispersa, yace en grandes bloques sueltos sobre arenisca y pasa visiblemente a un grano fino, gris parda, mezclada con pirita que es mucho más dura que la cal, pasando precisamente a una superficie como de concha, muy cortante, atravesada con pedazos de Kalzedon. Esta masa crecida de color pardo oscuro y con frecuencia verde oscura, se disuelve lentamente con ácidos. ¿Será Hornstein mezclada estrechamente con cal? la cal de los alrededores contiene granos de cuarzo. Todo esto demuestra que esa piedra caliza pertenece a la estratificación, a la formación intermedia. ¡Pero la mayoría es granulosa...! En Jura, en los alrededores de Aarau, ví también piedra caliza granulosa con petrificaciones y con Hornstein, alternándose en la montaña estratificada con piedra caliza gruesa. _______________ [Nota al margen izquierdo pag. 159:] La administración de Tabaco en Popayán (que abarca las provincias de Popayán, Chocó y Antioquia) produce, en años ventajosos, un excedente neto de 100.000 P. ______________
El día quince por la noche lo pasamos, bajo un cobertizo, Tambo, en el Paso de Fusagasugá, sin alimento, durmiendo en hamacas bajo el húmedo rocío, y con unos turupes dolorosismos. La noche del dieciséis en el Espinal donde un viejo párroco tenía un coto tan grande como su cabeza. Era de Mariquita y su coto lo delataba sin que lo dijera. Hay una curiosa variedad de cotos, unas veces abotargados, otras como una bolsa o como dos girones. La raza blanca tiene una gran predisposición al coto. Los negros también pero en menor grado y su coto es siempre pequeño, más abotargado. Entre los indígenas el coto es casi desconocido. Su piel tirante resiste cualquier distensión. Es también curioso que en parajes donde todas los demás razas padecen horriblemente por las llagas (en el río Magdalena), de carate (Neiva) y de bubas, los indígenas permanecen libres de todo eso. Con todo esa resistencia de los indígenas a las enfermedades cutáneas hace que estos tengan unas terribles pústulas. Entre el Tambo y el Espinal atravesamos el río Magdalena, arriba de la desembocadura del Fusagasugá (dos leguas más abajo se encuentra la desembocadura del río Bogotá), el cual es también llamado río del Colegio y de Tocaima. El río Magdalena bordea aquí rumbo norte-noroeste es apenas tan ancho, bien, un cuarto más angosto que en Angostura de Carare. En el río el termómetro estaba en 18°,4 R. Las mulas nadan a través del agua, un indígena monta sobre una de ellas, pero para no cansarla nada el mismo con una mano y ambos pies agarrándose
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solamente de la crin. Es curioso que los cocodrilos nunca persiguen a las mulas cuando están sin jinete, pero si a éste. Muchos bestias se ahogan aquí. El paso se llama de la Guayacana, barómetro 328,7 líneas, 9h en la mañana. El transporte del equipaje iba lento en una canoa de 16 pulgadas de ancho. ¿Por qué no una balsa? Hacia San Luis los cerros de San Lorenzo delimitan el valle de Llano Grande al occidente. Esos cerros forman como un muro circular y desnudo de una milla de largo y sin ningún rastro de vegetación y tierra, como si apenas hubiese sido dejado ayer por el agua. La arenisca, aquí, rumbo de oeste-noroeste, cae con 70°. El río Luisa atraviesa ese muro rocoso; un torrente del monte, que es muy peligroso de vadear a causa de las piedras que arrastra. En este punto hallamos el mismo pórfido, una masa de ardilla llena de hornablenda y cristales vidriosos de feldespato que describí en Gualí cerca de Honda. ¿De dónde ese aluvión? Del 17 al 20 de septiembre en Contreras, la nueva hacienda azucarera de Don Luis Caicedo, hermano del honorable clérigo Don Fernando Caicedo rector del Colegio del Rosario. Aquí hice algunos experimentos (ver pág. 130). Curioso que el barómetro varió aquí 2 líneas en dos días. El 17 de septiembre, desde las 7h 318,6 líneas despejado; el 18 9h en la mañana, despejado, 319,7; el 19, 11h en la mañana, nublado, lluvia, 320,6 líneas. Don Luis Caicedo, persona inteligente, activa y observadora, afirma que en los climas fríos la caña de azúcar es más dulce (pág. 55). El zumo de azúcar es como una cambiante fuente de sal, a saber, más ricas en sal, o azúcar según la tierra, clima, edad, estación y cultura. En el valle de Cáqueza, al oriente de Usme, en el camino hacia Cabuyaro y Meta, en el magnifico valle donde la temperatura es generalmente de 16°, y en donde las frutas de las zonas cálidas crecen con la misma excelencia, al lado de aquellas de las zonas frías, de una botija (27 botijas = 1 vara cúbica) de zumo de caña de azúcar, de zumo crudo y molido, una arroba de guarapo, 3 lb. de miel (pues sólo un 1/3 se vuelve azúcar) o 9 lb. de azúcar blanca. En Contreras, donde el termómetro marca 23° a 29° R, 624 botijas de zumo dan 90 arrobas de miel o 30 arrobas de azúcar o una botija de zumo produce aquí apenas 1 - 2 lb. de azúcar. En los climas fríos casi todo el zumo se vuelve miel. ¿Procesa más la planta el zumo en la vegetación lenta, o se forma más agua en los climas cálidos? ¿Se acerca el hidrógeno, que con el carbono y el oxigeno forma azúcar, al oxígeno a temperaturas elevadas? Difícil de decidir, ya que en el zumo de azúcar no existe conformada ni azúcar ni ácidos de azúcar. ¡Pero la experiencia es cierta! Debido a que en el Nuevo Reino de Granada el rey sólo fabrica aguardiente, las haciendas azucareras son aquí poco ventajosas, ¡ya que la miel se pierde casi toda, no se puede usar miel! en Contreras un almud de tierra (o sea, 113 x 113 varas = 12769 varas cuadradas), da 200 arrobas de azúcar. El eclipse del 22 de septiembre nos obligó a abandonar más temprano a Contreras, cosa que no deseábamos, pág. 198. Por la noche dormimos en la Mesa de Coello. Don Luis Caicedo y sus queridos hijitos, Don Domingo, el clérigo, y Andrés, (el terrateniente) nos acompañaron hasta el otro lado del río Luisa en cuyas cabeceras, no lejos del Sapo, se encuentra el famoso cerro del Imán (un yacimiento de piedra magnética). Una mula se perdió; la incertidumbre si era la que llevaba los manuscritos, nos hizo pasar una noche intranquila. En la mañana del 21 de septiembre vadeamos el río Coello, que nace en el páramo de Quindío y el cuál pasaríamos por allí mismo de nuevo (véase mi copia del mapa del Quindío, de [Ignacio] Buenaventura). Un valle de 200 pies de profundidad, impresionante y romántico, en el que espesos matorrales y palmas de Cuesco rodean al Coello, aparece entre formaciones rocosas. Las crecientes de este río son tan sorpresivas y terribles, que a veces se corre peligro, pues las aguas llegan desatadas, cuando se está en medio de la corriente. Todo aquel que desde Tocaima (Santa Fé) deba ir a Ibagué y Popayán, tiene que atravesar el río y a menudo, esperar inmovilizado por 5 - 6 días. El uso de una balsa parece en todo caso imposible, pero más lo sería un
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puente, pues en las inmediaciones del Pasto de Angostura no existen estratos rocosos en el medio del río, sobre los que se apoyara el arco. El principal peligro radica en el engaño. Debe vadearse el río oblicuamente y cuando se está a unas 5 toesas de la ribera occidental, volverse rápidamente a la derecha. De omitirse este cambio de dirección y pretender alcanzar la ribera directamente, se ahogaría uno sin lugar a dudas (la terrible equivocación es tanto más fácil, por cuanto el matorral ha sido allí podado y someja el punto final de un vado). El río tiene allí, con aguas bajas, más de 14 - 15 pies de profundidad. El negro nos condujo tan diestramente a través del Coello, que apenas si mojamos los estribos y a 3 pies del caballo se zambulló tan profundamente, que el brazo extendido no alcanzó la superficie del agua. Del otro lado del Coello [hay una] gran planicie (Llano), más alta que la otra, la Mesa de Combeima. Finalmente so llega a un pequeño valle, de oeste a este, formado por los ríos Combeima y Chipalo. En el extremo occidental de este valle, [está] la ciudad de Ibagué, barómetro 293,4 líneas, a las 9 de la mañana. La ciudad de Ibagué fue construida al comienzo de la conquista en una alta cuesta del Páramo de Quindio, cuando menos a 1500 t. de altura. La gran riqueza en oro, parte en filones, parte oro de aluvión, motivó esa aventurada posición, alejada de todo humano tráfico. Los belicosos indios Pijaos, ahora completamente aniquilados, destruyeron esta ciudad a los 20 años de su fundación. Se construyó nueva Ibagué, entre Chipalo y Combeima, pero en los siguientes 30 años la destruyeron los Pijaos una vez más, y de esta fecha en adelante la ciudad nunca más ha tenido alguna importancia. En la cordillera, entre Herveo, Páramo de Ruiz, Tolima, San Juan y Quindío, (cuatro montañas cubiertas eternamente de nieve; sólo Herveo no tiene nieve permanentemente) existe casi la seguridad de no poder encontrar indios salvajes (se dice mejor independientes) Pero al ser del Quindio, en las fuentes del río Saldaña, viven todavía indios libres en apartadas cordilleras. No han visto hombres blancos, pues ellos rehuyen todo trato con europeos. Pero los indios que viven en los pueblos de Natagaima y Coyaima, bajo régimen español, tienen relaciones secretas con aquellos indios, probablemente sobrevivientes de la nación Pijao. Ellos llevan herramientas de hierro, cuchillos.., y hacen permutas contra algunas pepitas de oro. Por la índole secreta, masónica, propia de todas las tribus indígenas, ha sido imposible hasta ahora recibir de los Coyaimas, informaciones más concretas sobre estos desconocidos y encerrados habitantes de las montañas; y si no se mira la inaccesible naturaleza andina con los propios ojos, parece imposible comprender como pueden existir algunas tribus indígenas independientes, a una distancia de 12 a 15 millas, de Neiva y Timaná, entre dos valles habitados y cultivados. Pero no sólo lo inaccesible de los valles de las montañas sino también la incuria de los españoles es la razón de la falta absoluta de conocimiento. Los españoles no tienen la curiosidad de otras naciones.
_______________ (Anotación al margen izquierdo de la pág. 161] Este farallón se divisa al tiempo con las llamadas Tetas de Doima, desde Santa Ana y hasta Natagaima. En el Nuevo Reino de Granada, existe una caña de la cual en la Habana y en Caracas se obtiene 1/3 más de azúcar, todavía completamente desconocida. Páramo de Tolima
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Desde el punto a tiene Tolima 28° al oeste, con el norte magnético Ibagué está a 25° al este. La distancia ab es de 1500 varas.
* Indicaciones de magnetización en las piedras pintadas de Bache, tres leguas al norte norte-noroeste de Neiva. Piedra interior blanco, Bouguer, Figure de la Terre, p. LXXXIII _________________ [Nota al margen derecho de la pag. 162:] Hemos tomado nuestro almuerzo en la Mesa de Combeima, en una choza de indios donde hemos visto una pobre niña, de casi dos años de edad tenía horribles heridas de nuche en la cabeza, (Oestrus humanus). En un quiste muy grande estaban a la vista todavía varias larvas. El nuche es muy común en Doima. Se trata de una larva de casi una pulgada de longitud, muy parecida a mosca común. No se siente cuando la mosca pica y coloca sus huevos en la carne. Es muy probable que las chozas de los indios, al sur del nevado del Quindío, han sido construidas con troncos de Iatropha, los que lleva el río Quindio hacia Cartago. Con respecto a la campana de Santa Lucía, de la que se dice se ha escuchado al oeste del Cerro de las Sepulturas, véase abajo. __________________
A doce millas de distancia de Santa Fé, se encuentra la región montañosa del Páramo de Sumapaz la cual no ha sido explorada por nadie. En la capital de la Guayana española, Santo Tomás de Angostura, viven indígenas, no so sabe si detrás de la cadena de granito, la cual se orienta hacia el sur a una distancia de 6 millas. En Maypures, una de las cataratas del Orinoco, el misionero ve todas las tardes, cuando el sol muere, la montaña cónica Culamitamini con rojo resplandor de fuego. Algunos dicen que es un volcán; otros que es un enorme desprendimiento en el esquisto micáceo y que la montaña, como un espejo, refleja el espectáculo del sol poniente. El monje franciscano que ha visto desde su cabaña este espectáculo durante 15 años, no ha sentido jamás la curiosidad de acercarse a la montaña. Con excepción del oculto tráfico de los indígenas de Coyaima y Natagaima con aquellos vecinos a las fuentes del Saldaña, y de los testimonios de algunos niños a quienes su padre ha llevado a los escondidos valles de aquellas montañas, que aseguran, a la manera indígena, haber visto allí un Almud (fanega) de parientes (todos los indígenas se dicen parientes, como los germanos, hermanos); además de este tráfico y de esta declaración se tienen aún otras pruebas de la existencia de aquellos pijaos. En los grandes entrantes del río Saldaña observan troncos de plátanos y de yuca hundiéndose, una segura señal de viviendas humanas en los manantiales de aquel cauce del bosque.
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Ibagué Ibagué es una mísera aldea en la que probablemente el número de habitantes apenas alcanza a 1000 personas. Es muy extraño que desde la destrucción esta ciudad nunca se haya podido reponer. El clima es excelente, más suave que el de Fusagasugá; la avanzada edad de sus habitantes da testimonio de la salubridad del aire; el suelo es magnífico y produce cuanto se cultive (productos de clima frío y cálido); el valle es eternamente agradable y hermoso... La culpa es posiblemente la gran capacidad de absorción y desproporcionada magnitud de la capital, Santa Fé, y quizá la cercanía del mismo Quindio. Lo que debiera ser fuente de bienestar se convierte en fuente de miseria. Comerciantes que dispongan de más de 10.000 P. no hay en Ibagué; todo el comercio viene directamente de Cartagena, Mompós y Santa Fé, y la totalidad de la gente común está habituada a la vagabundería de la montaña. El Quindio tiene aquí la misma influencia que el caudal del Magdalena. Es casi imposible imaginar una vida más mísera y sin dinero que la de los bogas (remeros) y los cargueros. Alternando los más altos calores con el frío del páramo, expuestos a la humedad de tremendas lluvias tempestuosas, rebajados a verdaderos animales de carga, frecuentemente con la espalda herida, con el riesgo de ser abandonados en la montaña, solos y sin ayuda cuando se enferman de desfallecimiento.. todo esto no pesa más que el goce de satisfacer la tendencia hacia una vida libre, sin obligaciones, salvaje como la del jabalí. Tan fuerte es el ansia del hombre social de retornar al rudo estado natural. De ahí, el gusto de las clases cultas por la caza y por los viajes a los bosques y a los ríos... Los padres llevan a la montaña a los muchachos de 8 a 9 años cargados con 15 libras. Con la edad, la carga aumenta; no se abandona una profesión a la cual se ha acostumbrado tan temprana edad. Un hombre mayor carga por los Andes 5 a 7 arrobas en 7 a 8 días y, con frecuencia, cuando el camino está muy malo, en 15 días. Se le paga al carguero 10 a 12 reales por arroba y, como el regreso tarda 4 a 5 días, el carguero gana escasamente en un mes 10 - 12 pesos, de los cuales, normalmente, ya ha gastado la mitad antes de emprender el viaje. En un país donde hay tantos animales de carga (bueyes y mulas) y donde el trabajo humano es tan escaso, el gobierno debería intentar reducir este oficio de cargueros, para darle un enfoque más provechoso para la sociedad a la energía humana. Este cambio es posible poniendo, abriendo mejores caminos, ya que los hombres pueden trepar, llevando carga, altura que los animales no pueden escalar. Pero no; la Audiencia ha hecho hasta ahora lo contrario. Se debía haber mejorado el camino de Boca de Nares, por el Peñol, hacia Medellín y haberlo hecho transitable por mulas durante cualquier época del año; pero no; la Audiencia ha escuchado las quejas de los
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cargueros con respecto a que su ganancia disminuirá y, en consecuencia, ha prohibido mejorar el camino. La localización de la ciudad de Ibagué es de una amabilidad fuera de lo común, sobre una mesa (meseta) entre los ríos Combeima y Chipalo, dos raudos cauces de la montaña, que descienden desde la alta cadena de Los Andes y han excavado inmensas profundidades. El agua del Combeima no se bebe porque es demasiado fría debido a que está mezclada con la nieve del Tolima. De la ciudad hacia el suroeste se tiene una romántica vista al valle del Combeima que aquí es muy extenso, 200 m. de profundidad y lleno de plantaciones de plátano por entre las cuales sobresalen altas palmas de chonta, mientras en el centro el río se desliza. Un puente de caña de bambú conduce al Valle de Carvajal. No existe casi ninguna obra colgante tan esbelta, y uno prefiere generalmente atravesar el río que confiarse a la bamboleante caña y a los bejuos (lianas). Al occidente de Ibagué se eleva la alta montaña de Cae, detrás de la cual está otro valle, anteriormente muy habitado; el Valle de Santa Isabel. Arboles de limón y de aguacate (Laurus Persea) anuncian todavía las antiguas culturas. Los europeos han heredado de Suramérica el espíritu viajero de los indígenas. Casi no se encuentra un pedazo de tierra donde no haya existido ya una choza. Se ha cambiado de lugar de vivienda. Otras regiones están cultivadas ahora. No se crea por eso que la zona está de nuevo habitada. Nosotros habíamos sido enviados por el ciego don Miguel Rivas en Santa Fé a donde el anciano de 85 años, don Moscoso, en Ibagué, quien nos hospedó en la casa de su pariente, don Ignacio Buenaventura. El colega de Moscoso, un sacerdote casi en descomposición, don Ignacio Ibáñez. Don Antonio Espina, el administrador de rentas de tabaco y aguardiente, un castellano que hablaba bien el francés, era relativamente instruido y logró para mi recomendaciones ante Escallón y Tejada. En el convento dominico (al cual había un cuadro de María, donado por Felipe II) vivían dos monjes. El alcalde, Don Antonio Ortiz, a quien su colega había abierto un proceso porque sostenía una concubina... Tuvimos que permanecer 8 a 9 días allá porque hacían falta cargueros, entre los cuales la viruela ha causado grandes estragos. La viruela se presenta en el reino de Nueva Granada, generalmente cada 19 a 20 años y, aunque la vacuna produce excelentes resultados, es poco usada. Esta vez la viruela provenía de Popayán y en Santa Fé había mucho temor por la cercanía de Ibagué. Por la misma época había otra preocupación más seria. En Cartagena habían muerto varias personas con síntomas de fiebre amarilla (epidemia que reinaba en la Guayana y Puerto Cabello, desde hacía 5 años). Si la fiebre empieza allá, se extenderá probablemente al interior, hasta Honda, debido al tráfico por el río, a la similitud del clima y a la tremenda insalubridad del aire en el cauce del Magdalena. En Ibagué fueron ejecutados dos indígenas, uno tras otro, porque habían practicado sodomía con una mula (para llegar más placenteramente al trabajo) y por ello no fueron completamente enterrados. Es extraño que en este país, donde hay tal cantidad de mujeres de todos los colores, que en un país, así, las mulas tengan que cumplir las funciones de las mujeres. La ley condena aquí al destierro, pero los delincuentes generalmente escapan de la cárcel. Don Ignacio Buenaventura, hijo de un siciliano, es el hombre más activo y entendido de Ibagué y por su diligencia se ganó el odio de sus conciudadanos de Ibagué a tal punto que casi lo arruinaron. Por la época del virrey don Manuel Antonio Flórez, había abierto el camino de Ibagué a Cartago y lo había hecho tan transitable que en 4 a 5 días se llegaba cabalgando por los Andes. Construyó puentes (cubiertos) sobre el río San Juan y el Coello, el cual con frecuencia impedía la comunicación con sus crecientes. Levantó en esa época, acertadamente, mapas especiales del Quindío y del valle del Magdalena desde Honda hasta Neiva, mapas que yo copié. El modo como se abrió el camino en el Quindío no me pareció el más adecuado. En lugar de que el gobierno hubiera adelantado el dinero y luego lo hubiera recobrado de nuevo a través de derechos de aduana, se reunió a todos los habitantes pertenecientes a la jurisdicción de Ibagué y se les exigió en el Quindio a enviar esclavos, yuntas, víveres, herramientas de hierro
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(según sus posibilidades). En dos años (aproximadamente 1778) el camino estaba abierto; abarca unas 121.580 varas, incluyendo desviaciones, desde Ibagué hasta Cartago. Se enviaron expertos desde Santa Fé, quienes avaluaron el camino en 18.000 p. Como lo que los hacendados habían dado, no sumaba sino 12.000 p., el fiscal exigió * que Buenaventura entregara 6.000 p. El contestó, con gran acierto, que, de acuerdo con su lógica, debería suceder lo contrario, que él exigiera... El fiscal calló. La rigidez con que Buenaventura juntó todo para el mejoramiento del camino; la sugerencia que le hizo al virrey para el mantenimiento del camino: por cada carga hacer pagar 2 reales de aduana (en un año entrarían 600 p. y todavía funcionaba el transporte principal, por costumbre antigua, pasando por Guanacas). El flete tan barato que servía a los intereses privados de algunos habitantes ricos en bueyes (quienes no se daban cuenta de que es preferible hacer en un año 5 a 6 viajes por caminos mejores, cobrando menos, que, por el contrario, realizar en un año dos viajes por caminos pésimos ganando 10 a 14 pesos por mula por buey (*) y todas estas circunstancias se conjugaron para terminar con el mejoramiento del camino. En el alboroto del Socorro, una especie de levantamiento del pueblo, que fue atenuado por el arzobispo Góngora, los habitantes de Ibagué exigieron tumultuosamente la supresión del impuesto del camino; quemaron los puentes que había construido Buenaventura sobre el río San Juan; destruyeron las pequeñas casas (rancherías) que había establecido él como reposo para los viajeros —y en pocos años el camino de Quindio se volvió peor que antes de la mejoría, pues los obstáculos del camino son peores para las bestias de carga que todo el fango.
_______________ [Nota marginal a la izquierda en la página 169:1] Es injusto que la jurisdicción de Ibagué que, de por si es tan pobre, tenga que hacer sola el camino (aunque Buenaventura comprobó a través de las actas —documentos— que es una obligación vieja de aquella jurisdicción el mejorar el camino de tiempo en tiempo, y que esta obligación se cumplió mejor en los primeros 50 años después de la Conquista). El interés es que toda la región comercie con el Chocó, Popayán, Quito y todas las provincias al occidente de los Andes. Por eso es de alguna forma excusable que el concejo (cabildo en Ibagué) se oponga siempre que so trate de mejoramiento del camino. Temen que de nuevo se vuelva a realizar sólo a costa de los habitantes y ve, no sin razón, la ruina de la ganadería que pasa a segundo plano por el mejoramiento. Que el gobierno adelante el dinero y lo recupere de nuevo a través de impuestos, (los cuales se pagarán tan voluntariamente como los del dique de Fontibón) y entonces la mejor parte de los habitantes de Ibagué con seguridad no so va a oponer. _______________
Desde el virrey Flórez, inclusive bajo el gobierno del activo Ezpeleta, no se volvió a pensar en el camino por los Andes y, de hecho, el mejoramiento casi no es de esperarse cuando se es tan indiferente como con el camino a la capital y el de Honda a Santa Fé. Comparación entre ambos caminos. Quien no conoce el lugar tiene que considerar más difícil mejorar el camino de Quindío sobre un páramo, rodeado por montañas nevadas, sobre la cordillera más grande del mundo (la Cordillera real de los Andes), que el camino * Los bueyes se desmejoran y se enflaquecen tanto por un viaje que hay que alimentarlos durante 4 a 5 meses antes de que puedan pasar por segunda vez los Andes.
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del valle del Magdalena a la sabana de Bogotá. Desde que pasé la cordillera soy de opinión opuesta. El camino de Quindío es, en su punto más alto, sólo es 360 t. más elevado que la boca del monte en el camino de Honda a Santa Fé. La cordillera tiene cuestas más suaves en el Quindio que en aquel camino; el granito del Quindío es más adecuado para la mejoría del camino que el esquisto arcilloso de Villeta... _______________ [Adición complementaria] Buga Fusilado en Buga Carlos Montufar Coronel, 20 de julio de 1816 uno de los 125 que hizo fusilar Morillo en el mismo año. ============ [Notas marginales a la derecha en la pág. 170] El activo y excelente gobernador de Popayán, don Diego Nieto, ha dejado saber que el camino por Barragán se puede mejorar más fácilmente que el de Quindio y conlleva ventajas. En el camino de Buga a Popayán, al norte de Río Palo, vimos con estremecimiento la localidad de García, donde habita la asesina Lemus, una mujer de la distinguida familia Arboleda de Popayán quien asesinó, con su primer marido y con dos negros, a un enemigo, europeo de nombre Crespo, en Popayán, a quien odiaban. La audiencia de Quito los condenó a todos a la horca, pero la sentencia se aplicó solamente a los esclavos, cuyas cabezas se ven en Popayán en las rejas. La poderosa familia escondió a la señora, la colgaron en efigie; y tiene la frescura, creyendo que todo está olvidado, de volverse a casar y de vivir abiertamente a dos días de viaje del lugar donde cometió el crimen. Cuando el obispo de Popayán concedió dispensa para el nuevo matrimonio, gritó con razón que existen hombres tan dementes que se casan con una asesina. Pero como la iglesia pidió silencio y exigió el sacramento del matrimonio, el obispo tuvo que permitir la boda. Tan grande es la influencia de algunas pocas familias en los países distantes, para las cuales no es imposible embellecer el delito. _________________
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Medición del Tolima [Adición posterior:] De mi diario de Nueva Granada Al. Humboldt Latitud 4° 46’ Véase p. 66, 67
Medida del Tolima (Volcán al oeste de Santa Fé de Bogotá) He hablado en muchos sitios (p. 67) de la inmensa pirámide, ¿granítica?, de Tolima, eternamente cubierta de nieve. Se la ve desde los más alejados puntos del Reino de la Nueva Granada, desde Honda, Santa Ana, Guaduas, Santa Fé, el páramo de Chingan, Melgar, del Hato de Quemado, cerca de Fusagasugá, de Ibagué y de todo el valle del Magdalena al sur del Saldaña. Ofrece el más bello golpe de vista por la enorme masa de nieve que presenta, y él sólo podría bastar para situar en el mapa una infinidad de lugares. La operación hecha desde Santa Fé no fue sino muy imperfecta. Para medirlo no es posible acercarse más que hasta el Valle de Carvajal, cerca de Ibagué, ya que los pocos indios que aseguran haber llegado al pie mismo de la nieve, aseguran también que allí el terreno es tan desigual que seria imposible hacer una operación geodésica. En el valle mismo, donde medí, tuve que vencer grandes dificultades para hacer la nivelación. Sinembargo, me halaga que la operación fue bien ejecutada. Los ángulos tienen una exactitud mejor que 8’’, creo de cerca de 5”. La nivelación fue hecha con el anteojo de prueba, colocando horizontalmente; pero la base: He ahí la dificultad no fue medida como la de Lieusaint, o la de Tralles, simplemente con una cadena de Le Noir, pero con esmero... El terreno, por sus desigualdades, no ha permitido sino tomar los ángulos en la dirección de la cima misma. Esta cima se presentaba desde aquí menos piramidal que en Honda y Santa Fé. Eso depende del flanco que ofrezca el Tolima, y de la mayor o menor acumulación de nieve, pues el casquete de nieve que hay, es tan enorme que todos los indígenas aseguran que un día la cima es más puntuda, que otro, mesurada, que se forma nieve, o que se derrite. He aquí la forma que presentaba Tolima, hoy, 28 de septiembre. día magnífico en que este coloso permaneció descubierto durante tres horas sin átomo de nubes. Medí el saliente occidental, que es lo que parece algo más alto que el resto. Seminario, II p. 176
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Fig. I El plano del terreno donde medí.
Bosquejo de la mano de Humboldt
[Adición:] Sextante de Ramsden El señor Oltmanns encuentra para a (la cima) 2865 toesas sobre el nivel del mar. Fig. II.
Bosquejo de la mano de Humboldt
Medida de la base Los ángulos de altura fueron tomados en A y en B. En A la cima se presentó en el horizonte artificial bajo un ángulo de 16° 80’ 20”; no se dejó de corregir el horizonte sino cuando los ángulos se igualaban, a 10” de diferencia, lo que es posible ya que los contornos de nieve se destacan mucho contra la bóveda azul del cielo y en la oscuridad del espejo. Nótese que es necesario _______________ [Nota en el margen izquierdo de la página 163:] Medición de Caldas en 1806, observado desde Santa Fé, da Tolima más alto que la azotea del Observatorio de Santa Fé:
1524 toesas
Azotea:
1358 t.
Tolima, sobre el mar:
2882
Mesa de Herveo, sobre el nivel del mar: 2871 t. Altura de las nieves perpetuas: 2465 t. Diámetro horizontal del Tollina a la altura del limite inferior de las nieves, 1732 t. Altura de la parte nevada del
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Tolima
2882 - 2465 417 t.
Ángulo de la línea que une el Tolima y el Observatorio de Santa Fé con la meridiana: 87° 16’ 15” (ver más arriba, p. 67). El Páramo del Ruiz tiene una sierra horizontal de puntas caprichosas de las cuales solamente algunas pasan el limite inferior de la nieve. Semanario II, p. 176. Yo le doy 2865 toesas. Relation Hostirique, III, p. 204 Caldas, anteriormente 2809 t., Semanario, I, p. 6. El señor Galle encuentra por encima de la estación A (669 t.). He aquí la cima a 2120 toesas, el límite de las nieves a 1685 t., entonces alturas absolutas: cima del Tolima 2785 t., el límite de las nieves 2354 t. (abril 1842). _________________ agregar 1’ 30” a los ángulos que da el limbo del sextante de Ramsden, y que doy igualmente los ángulos sin corregir por las influencias de la refracción, curvatura de la Tierra... En la estación B, la cima tenía sobre el horizonte 15° 59’ 28’’. Sólo desde esta estación es visible el fin de la nieve, su límite inferior, Fig. 1, p. y la doble altura de p era 12° 40’ 10”, ángulo que él solo prueba a que enorme altura se levantaba Tolima por encima de la nieve perpetua. Para estar bien seguro que A, B y la cima estaban en el mismo plano vertical, utilicé el grafómetro y la brújula. Medí las pequeñas diferencias que había repitiendo el alineamiento, y encontré con el sextante que si había un error, este no era sino de 15’ (Fig. III), es decir, que ABa, en vez de ser cero podría ser 15’, la señal inferior A, habiendo quedado demasiado a la izquierda, al occidente. Pero es probable que el error fuera menor que la décima parte. Anoté todas las circunstancias confesando las dudas que me quedaban y que no tuve tiempo de disipar completamente, falta de tiempo para recomenzar la operación. Es fácil evaluar los máximos del error. Mi ojo estuvo en A a 15 pies 4 pulgadas alejado del horizonte [artificial], y 8-12 pulgadas más alto. En B la distancia era de 10 pies 5 pulgadas, y la elevación apenas 13 pulgadas.
_________________
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Declinación magnética en Ibagué (p. 10), 5° 10’ NE. Llamada la más alta cima del Globo en el Hemisferio. Semanario, II p. 212. con Himalaya. _________________
La nivelación, con más de 18 estaciones, dio que (Fig. II) S es 72 pies 0 pulgadas más alto que B. La señal X se colocó del otro lado del barranco (quebrada, llano, de Heliconia, que la hacen impracticable), al nivel de S, y X está 13 pies 11 pulgadas más alto que A, por lo tanto A está 85 pies 11 pulgadas más alto que B. Las distancias BS y XA fueron medidas inmediatamente; BS, reducido al horizonte= 462 metros XA= 77,4— 539,4
Para encontrar SX medí un triángulo rectángulo en el cual X = 90°, la distancia Xr = 55,6 metros, y SrX = 72’ 80” [Adición:] 72° 30’ Oltmanns
Para medir el cuerpo de la montaña tomé desde B el ángulo (Fig. 1) aBb 1° 44’, y pBd = 3° 56’. Hizo falta tomar la mitad de la anchura por que no se veía la falda de la montaña del lado oriental. Como el límite inferior de la nieve, p, no está en un plano con A y B. observé que (Fig. III) pBA 2° 40’. Desde el punto B (estación superior) ha sido levantado el centro del Tolima, haciendo un ángulo de 27° al occidente con el polo norte magnético; y la iglesia de Santo Domingo de Ibagué estando a 35° 55’ a la derecha de la estación A, es decir, ABC 35° 55’ _________________ otra parte 2819 t.
Semanario,
I,
p.
3-8
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El barómetro se sostenía en A a 294,6 a las 6h
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de la tarde, barómetro corregido, termómetro, 17 R. Esta es mi medida: 2863 t. este es también el resultado que obtuve en Kl. Schr. I, p. 460. _________________ El Semanario, II 178, coloca Tolima 1524 t. sobre Santa Fé, donde altura observada 2882 t. 669 163 832 __________________
Por un cálculo hecho de prisa parece que el Tolima tiene 4215 metros sobre la estación A, y (como A está a 1140 metros sobre el mar) el Tolima está a 5355 metros = 2819 toesas sobre el mar, por lo tanto mucho más alto que Pichincha y Corazón. [Aquí el fin de la parte principal:] __________________ Perdí el cálculo del señor Oltmanns, pero se que él encontró por mis mediciones la cima de Tolima a 2863 t. sobre el mar. __________________ [ ¡Tachado por Humboldt! ] A, daría por La Place 4215 m. 608 t. 2163 2771 __________________
El cálculo hecho con el ángulo de Santa Fé estará muy de acuerdo con el resultado de esta medida geodésica cuando se considere (p. 67) una distancia mayor que 24 leguas, hay más de 30 - 32, y como las latitudes y longitudes de Santa Fé e Ibagué son bien conocidas hoy día por las observaciones que hice en los dos lugares, su distancia puede ser evaluada y verificada con gran exactitud. No es de extrañar que yo tuve estaciones donde la una estaba 85 pies por debajo de la otra. Es más fácil criticar que hacerlo mejor. Conociendo el terreno se vería que no es sino con esta condición como pude lograr una gran base, y con la gran distancia de la montaña, una gran base me pareció el punto más esencial.
[Adición posterior:] Termómetro en Popayán agua hirviendo, Controversia con Caldas. Memoria, p. 30.
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Volcán del Puracé El tiempo estaba tan lluvioso en Popayán en noviembre de 1801 que casi hasta el 22 no había podido lograr algún día en el que el páramo de Puracé se hubiera presentado libre de nube y bastante visible para medirlo. Establecí dos estaciones de una bella base en el Ejido, corrí en vano mañana y tarde a ese lugar, el nevado se cubría siempre antes de que alcanzara con los instrumentos el sitio de observación. Lo que pude hacer con mediocre certeza fue medir los ángulos de una estación: doble ángulo de altura de la cima, sin corregir, 12° 8’ 20”: doble ángulo de altura del límite inferior de la nieve, 11° 23’ 10”. Suponiendo que a causa de la refracción y de la curvatura terrestre el primer ángulo sea de 5° 47’ y el segundo 6° 10’, y suponiendo que el límite inferior de la nieve esté a 2400 toesas, se encuentra que la distancia de Popayán al volcán resulta ser 14.771 toesas, o sea 5 leguas, y que su cima está 1595 t. sobre Popayán o, (agregando 904 toesas que da el barómetro en Popayán, a 275 líneas), 2499 toesas sobre el nivel del mar. El volcán Puracé es entonces más alto que el Corazón, o que Chussalong, que no tiene sino 2476 t., más alto que el Monteblanco, que no tiene sino 2447 t. Un error de 15’ en el primer ángulo de altura no aumentaría el Volcán sino hasta 2566 t., suponiendo el ángulo igual a 6° 25’. La suposición que el limite inferior de la nieve queda a 2400 t., no sólo está basada en la observación de Bouguer, sino también en la experiencia que tuvimos, que ascendiendo por encima de la boca del Volcán hasta donde el barómetro rectificado se sostuvo a 16 pulgadas 8 líneas, o sea 2287 t. de altura, nosotros no llegamos aún a la nieve misma, la que juzgamos más de 100 toesas por encima de nosotros. Este método de juzgar la altura y la distancia de las cimas nevadas, tomando los ángulos de la cima, adc, y del límite inferior de la nieve, bbc, es muy interesante para la geología; es imperfecto, y lejos de ser riguroso, pero nos da resultados con 100-200 toesas de aproximación, pues el límite inferior no varia en tanto se esté sobre la misma latitud. Supongo la altura be en 2400 t., y conociendo bdc, encuentro la distancia cd, luego, con adc consigo ac. Como puede ocurrir que falte el terreno para medir una base, o que el tiempo no permita sino tomar los ángulos de una estación, se gana por el método indicado una veracidad aproximada. En las montañas sin nieve y en las que no se puede llegar a la cima, el método se emplea también si bc es la altura de la estación barométrica, y si el punto b al que se ha llegado es bien visible desde d para medir el ángulo bdc.
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Bosquejo de mano de Humboldt
El [falta el dia] de noviembre, reiniciada la medición: tomada otra estación en la que la cima, sin corregir, bien exacta, 12° 11’ 40”. ________________ [Adición posterior:) 2274 140 2414 _______________
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Materiales para hacer el plano de Popayán Ángulos tomados en la Tetilla, montaña basaltica. A dos leguas [de Popayán]
Farallones de Cali, con el polo norte magnético. al occidente:
4°
Cerro del Playón (Cordillera del Choco
19°
Medio de la Montaña situada en el centro del valle del Cauca, cerca a Dominguillo, con el polo norte, al este:
5°
Cerro Munchique y Caloto, con el polo norte, al este
21°
Pueblo del Tambo, con el polo sur, al oeste:
52° (1 ¼ leguas)
- de Mojivi, con el polo norte, al oeste:
63° ( 1 ½ le. )
Cerro de Broncazo, falda occidental, con el polo sur, al occidente:
5°
Popayán, la Ermita, con el polo sur, al este:
45°
(El cerro Munchique de la cordillera de la Costa, rumbo de hora 6. Desde la Hacienda de Los Uvales, a 1 ½ legua de la Tetilla, camino de Popayán al Páramo de las Papas, al sur sureste.
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Bosquejo de mano dé Humboldt
•
Popayán
•
San Sebastián de Guachicón
•
Timbío
•
Pancitará
•
La Vega
Sotará •
Río Blanquito
Páramo de las Papas.
_________________ [Al fin, adición posterior: Tachado por Humboldt usado.] _________________
Obsidiana v.p. 152 Todas las obsidianas se dilatan inmensamente al fuego. Unas (las negras) más que las otras (las cenicientas). Entre más transparente y vidriosa sea la masa, más se infla. Hice con el señor don Juan Larca el experimento siguiente: Para medir el volumen sumergí el pedazo de obsidiana, antes y después, en el agua contenida en un vaso cilíndrico. Como el agua entra en los poros de la materia esponjosa, la unté con una capa delgada de cera. El volumen se calculó por la altura a la que el agua se eleva, teniendo en cuenta la circunferencia del cilindro. La obsidiana negra tenía 4457 líneas cúbicas. Después de haber sido expuesta 15 - 18 minutos a un fuego de forja se obtuvo una masa blanca esponjosa que tuvo 20.163 líneas cúbicas. El volumen aumentó cerca de cinco veces. Si el fuego hubiera sido más fuerte y si la materia hubiera resultado igualmente más esponjosa, se puede creer que el volumen hubiera aumentado por lo menos siete veces.. ¿Cuál es el fluido elástico que se desprende durante este inflamiento? Pensamos en retortas, pero la arcilla del lugar no resiste. Hace falta hierro, y es necesario esperar nuestra llegada a Europa para recoger
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el fluido elástico que se escapa. ¿Será nitrógeno? ¡La Piedra pómez que se forma de la obsidiana contiene potasio! El señor Larca mandó hacer un tubo de hierro cerrado en los extremos con tornillo, para encerrar la obsidiana y ver si la piedra rompía el tubo al fuego, y para imitar en pequeño la explosión, que él se imagina, hace la obsidiana dentro del volcán.
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Viaje al Volcán de Puracé y la tetilla de Julimito Popayán esta localizado en un sitio sumamente simpático y encantador. La misma* ciudad está miserablemente construida, casi peor que Mompós apenas cuenta con unos 9.000 habitantes. La gran plaza, la Plaza Mayor, cuyo adorno sirve de criterio para apreciar la prosperidad de una ciudad, está apenas en dos tercios rodeada por casas, creciendo ahí césped tan espeso como en Buga, Cartago o cualquier aldea. La Catedral reposa en escombros, la casa del gobernador es una miserable choza, y la casa de la Moneda, (*) que apenas se puede creer que en una casita como esa se acuñan cada año 1.000.000 pesos en oro (con 20 obreros, resultando unos 50-60 000 pesos de ganancia). La localización de la ciudad resulta tan pintoresca que, de pronto, se consuela uno por la miserable construcción de las casas. ¡Cómo es posible la arquitectura en un país, donde de lejos traen la madera y donde el Thermes (Comején) que todo enmugra y devora, se come las casas casi antes de que sean construidas. Por lo tanto, se erigió una cruz en el [falta texto] con la exhortación de rezar ahí algunas plegarias, “que Dios nos libere del comején”. La ciudad queda demasiado cerca a la alta cordillera. Hubieran podido utilizar excelentes llanuras al lado del Cauca. Sin embargo, * [Nota marginal a la izquierda pag. 171:] El padre del conde Casa Valencia había creado esa Casa de la Moneda por propia cuenta y con privilegio real. La gente se atrevió a quitarle la Casa de la Moneda a la familia. Proceso. El conde Casa Valencia supo lograr en Madrid que el rey le diera 100.000 pesos a la familia, condecorara a todos los hermanos con cruces, nombrara, a Don Joaquín superintendente, ordenando que el puesto del tesorero de la moneda con 5.000 pesos de sueldo quedase al heredero de la familia como mayorazgo sin que para eso fuera necesario residir en Popayán. Pretenden que la existencia de esa Casa de la Moneda seria muy importante, puesto que el pueblo está en el centro entre Chocó, Barbacoas, Antioquia, Quilichao, Jelima. Alegan que la Casa de la Moneda de Santa Fé, debía estar en Mompós para quedar más cerca al oro del Chocó, Antioquia, Guamocó. Pero, se olvidan que el transporte del oro en este país seguro y sin ladrones es muy fácil, y que el rey economizaría 20.000 pesos y más por año, si una sola Casa de Moneda acuñara todo. Por la venta de oro, seria suficiente mantener casa de ensayos en Popayán, comprando el oro allí. Se economizarían sueldos, cargos y gastos de acuñación. Se acuña aquí igual que en Santa Fé, maquinaria muy buena, pero monedas de oro en Popayán, sin duda, contienen platino por los lingotes de Barbacoas. Yo vi con mis propios ojos que al contar se desprendían láminas de oro bajo las que hay granos de platino. Falta de plata en esta moneda; de ahí que surgió la Vega de Supía (Mina de los Morenos) tan importante: de ahí que allí se estima mucho el oro de Marmato, puesto que contiene plata, odiando el oro de Barbacoas, mezclado con un cobre muy bronco y poco fundible (¿Platina?).
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utilizaron la vieja ciudad india, residencia de los caciques. Para el país, seria lo más ventajoso, si la capital se hubiera fundado en el bajo valle del Llano Grande o Cali. La localización de Quito, Santa Fé y Popayán, en la alta montaña, tiene dañosas consecuencias políticas y morales; necesitan suministros desde lejos, por la aspereza del clima. De ahí que muchos centenares de hombres están únicamente ocupados en el transporte de los víveres y perdidos para la producción en un pobre y menesteroso país. De ahí el amor a la “vagabundería”, por una vida nómada. En la capital, obviamente, están concentradas las familias más ricas. En la fecunda llanura de Buga y Cali, establecieron haciendas, dedicándose a la agricultura. En la altiplanicie y el clima severo de Santa Fé se van esas ganas por si mismo. Fincas lejanas traen poca ventaja en las Indias. Así, las actuales capitales encarecen desmesuradamente los víveres, obstaculizando el cultivo de la tierra. Pero ellas mismas no producen nada, que ni saben tornear las mechas de las espermas de sebo, importándolas de Quito. Esa pereza general, en Popayán, aún más reprensible que en Santa Fé debido a que tierra y clima son allí más acogedores, pero donde la minería y la búsqueda de oro sustrayeron a los habitantes aún más la habilidad para la agricultura. Toda la provincia de Popayán es un potrero, una dehesa; casi en ninguna parte se ve tierra cultivada (aparte de los pequeños cañaverales alrededor de Buga), encontrándose el ganado tan miserable en estos inmensos campos de pastoreo que en tiempos de guerra resulta más barata la carne en La Habana y otras islas; ahí vale la arroba de carne salada 3 pesos, mientras que en La Habana, en tiempos de paz, vale 9 - 12 reales. Popayán vive del ganado del Valle del Magdalena, de los llanos de Neiva. Popayán, igual que Buga, Cali y Cartago, compra su harina de Pasto, puesto que el trigo de Puracé y Sotará que da el séptimodécimo grano y nunca más (en la mayoría de los casos el sextoséptimo, existe en pocas cuantías. (En Pasto, vale la carga de harina floreada de 10 arrobas, 6-8 pesos, en Popayán, siendo el flete solamente de 5 pesos, 14-22 pesos). La provincia de Popayán, igual que Chocó y Antioquia, no alcanza a producir su demanda en cacao, si bien que las orillas del San Juan en el Chocó, las del Cauca en Antioquia y Popayán, sobretodo entre Cali y Buga, debieran estar llenas de cacao tales en vez de los oleaginosos burilicos (Uvaria) que sirven de alimento para cerdos. Popayán tiene únicamente cacao en Roldanillo, al Oeste de Cartago, y una cuantía menor en el Valle de Patía, donde aire y suelo invitan a cultivar. Pero la importación principal del cacao en Popayán proviene de la provincia de Neiva, de la jurisdicción de Timaná. De ahí que el precio de esa fruta, según más o menos se importe, alterna tanto, siendo siempre elevado, a saber 1 ct. antes a 25 pesos, hoy hasta a 40 pesos, es decir, ¡¡más caro que en Europa!! En Buga y Cali empieza a prosperar cierta industria alentada por el actual gobernador Don Diego Nieto. Allí se tejen telas de algodón, se ven muchos telares para cinta, estando ocupadas todas las chicas del teñido en plantas domésticas. Pero, en conjunto, todo lo que se llama ropa, es comercio pasivo, en parte de mercancías europeas y de las Indias Orientales, ropas de Castilla (el contrabando de Santa Marta las introduce vía Mompós y Santa Fé), en parte telas crudas, ropas de Quito. Aumentando el lujo, la necesidad ajena, pero no la minería; la provincia empobrece cada día más, puesto que el oro que los esclavos sacan de la tierra, no es suficiente para pagar tantas necesidades ajenas. El inconveniente principal consiste en la falta de gente libre, de los cuales viven muchas más en el Valle del Magdalena. En aquél valle menos gente blanca se acobarda ante el trabajo. De ahí la gran necesidad de esclavos. La provincia de Antioquia comercia en esclavos, manda los allí nacidos a Popayán los cuales no acostumbrados al clima que es más frío, escapan. También llegan muchos refugiados del Chocó, donde se trata a los esclavos como a bestias, por eso, en Palacé siempre hay un palenque.
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[Nota marginal, a la derecha: pag. 172] Moneda. Véase más arriba. El rey ordenó que se fundiese toda la moneda macuquina que llega a las cojas reales, pero no sucede así, porque hay pérdida. Raro que esa moneda esquinada no se pierde más rápido, conteniendo oro, mezclado con pesadisimos trozos, y muy buscada por ingleses y holandeses. Sería una operación útil para el rey, si se introdujese un tipo monetario mas bajo, una Moneda provincial que promovería mucho la industria. Puesto que en un país donde apenas existen cuartillos y donde toca dar al mendigo un medio = 1 ½ groschen resultan las manufacturas imposibles. La Moneda de platino se debiera introducir desde los principios, a saber, grandes piezas a 100 piastras; dando al platino el décuplo del valor del oro. El engaño fácilmente se descubriría por pesadas y el platino es siempre más agradable que los vales. Así se hubiera aumentado la riqueza nacional y entonces se hubieran buscado minas los cuales dieran 20-30 por ciento de platino. - El Reino de Nueva Granada produce anualmente unos 4-5 millones de oro y, sin embargo, la cuantía de metales ahí no aumenta nada; comercio pasivo. (Río Magdalena casi pudiera producir tanto cacao. Puesto que Caracas aporta 180-200 000 fanegas de cacao a 20 pesos, o sea 4 millones de piastras. Pero, ¡qué comercio pasivo realiza toda Europa! América envía anualmente 40 millones de pesos en oro y plata a Europa, aumentando poco la cuantía de oro y plata; todo lo devora el Oriente, y los metales preciosos van en contra de la corriente marítima del Oeste hacia el Este. __________________
Hay pocas ciudades que ofrezcan tanta variedad de pintorescos objetos como la de Popayán. El bajo Valle del Cauca, el viejo suelo marítimo, propiamente dicho, se cierra ya en Quilichao y Quina mayor, pero también más al sur, si bien que está unas 500 toesas mas alto, siempre se reconoce la continuación de aquel Valle, pero cuyo suelo es ahí un terreno quebrado. Esas bajas colinas, interrumpidas por pequeñas llanuras (Llanos del Cauca cerca de Julumito, Cajibio y Calibio, que separan aquí siempre las altas cordilleras de los Andes y de la Costa. Cerca de aquella cadena de montañas está la ciudad. De una colina porfídica en cuya forma la poco poética fantasía de los primeros conquistadores reconoció una letra, Cerro de la Eme, de la triplemente estriada colina (el escudo de la ciudad) se eleva el macizo como un anfiteatro sobre Poblazón, los basaltos de Pisojé, Santa Bárbara y Coconuco hasta los nevados volcanes de Puracé y Sotará. Estos volcanes tienen un carácter muy distinto. Sotará en el sureste de Popayán aparece como cono truncado, cuya cumbre está cubierta de poca nieve. Su negrura y curiosa forma de ruina le atribuyen algo tremendamente grande. En su pie hay piedra pómez nacida de pórfido quemado de sienita y lavas de distintos tipos. También existe la leyenda que, poco antes de la conquista, había vomitado fuego, desvastando el terreno alrededor, botando su cumbre cónica en la erupción. Yo pienso que eso, lo de poco antes de la conquista, no hay que entenderlo literalmente. Todos los eventos naturales estaban heredados en la mitología de los indios. Los indios que guardaban en la tradición los más antiguos acontecimientos, contaban a los españoles lo que han escuchado de sus padres, pareciendo todo eso nuevo a aquellos, de tiempos recién pasados, por malentendido del idioma. Quizás contuviese la tradición india cosas que estaban más allá de toda tradición, sucesos mas viejos que la raza humana. El simple aspecto del Llano de Bogotá y del Salto de Tequendama podría haber creado la idea de un antiguo lago, que se escurrió por el Salto. El mito del Bochica, tal vez se haya formado localmente p. 74. En Cumaná corre la leyenda que el Golfo de Cariaco se había formado poco antes de la conquista por un terremoto. Tal vez tuviese lugar ese terremoto antes del género humano, y el aspecto del golfo y la frecuencia de los temblores produjeron entre los indios una hipótesis que se comenzó a tratar como hecho histórico, lo mismo como la rotura de las columnas de Hércules y el diluvio ogígico o la
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leyenda sacerdotal de la antigua posición del eje terrestre que son hipótesis geológicas y astronómicas que han ido penetrando en la historia y los mitos. Lo mismo, quizás, pueda haber ocurrido con la erupción en la que el Sotará tiró su cumbre. El aspecto del cerro, su forma descabezada, indica lo que le hace falta y quién, con indios, que lejos de los españoles viven entre si, ambulaba por las selvas (como nosotros), se habrá dado cuenta de su gran talento, de su pura observación de la naturaleza y su infinita atención respecto a fenómenos naturales (**). Mientras que el Sotará, de apenas 2400 toesas de alto, tiene un carácter serio y lúgubre, el volcán de Puracé, en cambio, aparece más simpático y más solemnemente adornado. Su base es mucho más ancha, su cumbre menos aguda, más en forma de techo, si bien igualmente forma un cono truncado. Su cantidad de nieve lo hace contrastar curiosamente con las rocas negras y sin vegetación, que en los dos lados lo rodean como picos redondos. Estando el cielo azul y sereno, brilla la nieve de un encantador color de rosa, viéndose subir desde los cráteres las columnas de vapores sulfurosos parecidos a fuegos de sacrificio. Más hacia el Noreste sigue en la cordillera del Cerro Pusma, detrás del cual sale en forma grotesca el porta-niños uniñegatuna. ‘‘Tuna” significa en el idioma Puracé, que es propio de los indios de Coconuco, Pulindará, Totorá y Guambia, y muy distinto de la lengua del inca o sea inga (***), cerro, y “uniñega” llevar un niño en los hombros, cargan el hijo sobre las espaldas. ________________ (Notas marginales a la izquierda: pag. 173] En 1801, Popayán tiene apenas más de 9.000 habitantes Buga y Cali, al máximo por ahí de 4-5.000 habitantes, Almaguer 5-600 habitantes. Volcán ¿Qué es eso que antiguo volcán cerca de Tunja? “in vicinia Vulcanus visitur qui saxorum nimbos crabro ejaculatur’’, Lact., p. 383. ________________
El Cerro Pusma que en Popayán sobretodo se llama Vinagre, es el barómetro de la ciudad. Estando sin nubes y sereno, se puede esperar con certeza un lindo día. Pero, cuando en cambio el Pusma aparece nublado y el Páramo de Puracé con nieve brillante, resulta que esa transparencia del aire es de poca duración. El permanente cambio de nubes en este inmenso macizo deja muy raras veces gozar por días enteros el magnífico espectáculo de los volcanes en Popayán. La Cordillera Occidental, la del Chocó o de la Costa, es de poco excelente forma, midiendo probablemente apenas unas 1800 toesas. Desde su pico, del Alto del Río Chisquío y Cerro de la Carpintería, se abarca el silencioso mar, dando esta sola idea, la de la cercanía del océano, interés a esta cordillera. Hacia el norte se abre el valle, mirando uno al viejo suelo de mar del Valle del Cauca, desde Quiichao hasta el Santo de San Antonio.
** Más al sur de Sotará aparece, con el cielo sereno, en la lejanía azul, parecida a un fantasma, la Teta de Mazamorra, un pan de azúcar sumamente delgado. *** Los incas penetraron en sus conquistas hasta más allá de Pasto, hacia Almaguer, hasta el Río Mayo. De ahí que su idioma llegó hasta Popayán, donde p.e. los indios... Santa Bárbara, aún hoy, hablan siempre la lengua de los incas.
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_________________ [Nota marginal a la derecha; pag. 174] R. Vinagre: los moluscos se mueren también por aguas acidudas Beudant, An. T. II, 1816, p. 34. ________________ Puracé, propiamente dicho, forma una pirámide truncada de cuatro lados. Desde Popayán se ven en perspectiva dos lados.
Bosquejo de mano de Humboldt _______________
Esta llanura mide más de 60 leguas de largo; por eso, la planicie, por la curvatura terrestre, limita el horizonte, creyendo uno descubrir el mar en lejanía azul. Hacia el oriente se levantan, parecidos a un promontorio los altos Cerros de Munchique y el Cerro Gordo sobre Quilichao y Caloto, desde puntos de vista más altos, como del pueblo del Tambo, luce la propia nieve del Páramo de Tierradentro o Nevado de Páez, en forma de castillo. Hacia el Oeste, pasa al Valle, también como promontorio el redondeado cerro cónico de basalto del Playón (p. 166), elevándose al norte de éste los venteados farallones de Cali, dentellados y a veces separados del suelo por refracción, nadando al aire. Cerca del Cerro de Munchique, un poco al oeste de Dominguillo, está situada una colina porfídica como antigua isla en el centro del viejo valle lacustre. Así la región de los alrededores lejanos de Popayán. En la cercanía un terreno de altas colinas con Weimnannia, Clusia, Hypericum baccatum, Cinchona amarilla y roja, Melastoma y todos los productos de los climas moderados, lindamente adornado. El Cauca baja serpenteando por valles abismales (llegando del extremo sureste del Páramo de las Papas) cerca de Pisojé de la alta cordillera, formando al norte de la ciudad una ancha y pintoresca pradera, sigue hacia el sur, y, rodeando la tetilla, detrás de Julumito, sigue continuamente hacia el norte y luego siempre más cerca a la Cordillera del Chocó que a la de los altos Andes. Una legua al norte de la ciudad, se construyó sobre el río un hermoso puente de piedra, obra que se debe al patriotismo de dos ciudadanos que anticiparon ese dinero (unos 60.000 pesos) sin intereses, bajo la condición de que se amortizase por el peaje que luego fuera propiedad del Cabildo de la ciudad, constituyendo casi su única riqueza. Ese puente resulta efectivamente muy bonito, comparable con los más grandes de ciudades europeas (en Suramérica con seguridad el más grande), pero el puente queda tieso, sin ninguna agradable curvatura (1). Más abajo del puente, en el camino de Popayán a las Uvales, el Cauca se estrecha otra vez en peñascos con apenas 30 pies de ancho (2). Hacia el Oeste, a partir de Popayán, en el centro de la ondulada planicie del valle, se levanta como una isla una aislada cumbre de basalto, la Tetilla de Julumito, una larga cresta en cuyos dos extremos pequeños hay cerros agudos y en el centro la Tetilla, un cono redondo. Acercándonos a Popayán, ya
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se agitaba nuestra curiosidad, reconociendo en la grotesca forma, en la regularidad teatral del todo una legítima formación de basalto. ________________ [nota marginal a la izquierda; pag. 175:] Las columnas pentagonales y septagonales de Pisojé no son de basalto, sino de granito parecido a pórfido (como en la montaña Euganéica), una masa de sílice verdoso con feldespato común de color rojizo amarillo y mica negra y menos hornablenda. Vientos desde la alta cordillera y los páramos del Sur y del Este traen buen tiempo y sequía son vientos de Quilquacé, Sotará y Puracé. Vientos del Oeste y del Norte, a menudo del Mar del Sur y del Mar del Norte, sobretodo los primeros, traen lluvia, son vientos de Chesquiler y Cali. De ahí que éstos trinan en el invierno o en la temporada de la lluvia. _________________
Al llegar a la ciudad, vimos en todas las partes magníficas y delgadas columnas pentagonales y heptagonales de basalto (como supimos más tarde) de Pisojé al rio Cauca - las primeras columnas de basalto, sí, el primer basalto legitimo que vimos en América, puesto que cerca de Villa de Cura y San Juan en el Llano del Orinoco existen roca imigdaloide y diabasa. Por la cercanía de los volcanes resulta muy interesante investigar esos basaltos minuciosamente. Por lo tanto, nos apuramos dos días seguidos a emprender excursiones a la Tetilla, con un tiempo muy malo y húmedo. Don Antonio Varela nos hospedó en su cercana finca de las Uvales, de donde proviene un espeso basalto (3) gris oscuro, sin cualquier mezcla de olivino (que en Quilichao aparece tan común y en la diabasa en aglomerados, no en trozos incluidos) y sin hornablenda; el basalto más puro y terroso que jamas vi. Siendo el manual de Kirwan (repartido por orden real) aquí tan conocido como la nueva nomenclatura, nunca se había pronunciado el nombre de basalto, y cierto que en las disputas acerca del basalto hubiera gustado reiterar que también en los Andes el basalto acompaña los volcanes. En la Tetilla y su respectiva cresta en ninguna parte queda el basalto en forma de columnas o bolas y, lo que es muy curioso, examinado por el aparato de Haüy es que, por lo general, no exita el imán si, bien es muy rico en hierro como lo comprueba su peso. Unicamente algunos trozos sueltos, sacados cerca de Uvales, tienen polos, a saber, un bloque de 9 pies tiene precisamente 2 polos diferentes en los extremos. Trozos cortados casi no agitan el imán; la causa está puesta en la coordinación de los corpúsculos. Otros bloques al lado, más grandes y de la misma forma y masa no tienen ningún magnetismo. El basalto parece puesto sobre pórfido de sienita o más bien sobre sienita porfídica. Encima de la capa de basalto sigue igual que en Sajonia una inmensa formación de barro colorado, probablemente no totalmente formado por erosión de basalto, sino también por sedimentación simultánea. Una capa tan inconmensurable de arcilla - lama (Letten) existe también en los Cerrillos, al Oeste de la Teta, donde también hay arcilla para porcelana y otros usos, tierras aluminosas mezcladas con magnesia, aguas saladas, aguas que contienen sulfato de hierro disuelto. Nos decían muchas maravillas de estos Cerrillos y los visitamos por las piedras de rayos. Fuimos engañados, encontrando que estas piedras de rayo aparecen solamente como cantos rodados, es decir en toda la llanura del valle (no en la cordillera, cerca del volcán) disipadas en la superficie, parecidas a nuestros pedernales. El pueblo cree que esas piedras caen del cielo y aparecen con frecuencia cerca de la Tetilla, porque allí caen con mucha frecuencia rayos. Los eruditos de Popayán creen que el rayo vitrifica la arena, naciendo ella así... Pero son legitimas obsidianas, más parecidas a las húngaras que a las islandesas en fragmentos concoideos y con cantos agudos, de color gris de humo y verdoso, gris
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oscuro, en parte blanco claro... en parte flameado, y cinteado, en la mayoría completamente transparente ______________ [Notas marginales a la derecha; pag. 176] La misteriosa fama de los primores y maravillas de los Cerillos nace de una venturosa leyenda de un tesoro ahí enterrado. Se arresta a un encomendero por motivo de deudas. Los indios de Julumito dicen, mujer (de familia Valencia) triste, que se consuele, la llevan con los ojos vendados, de noche, a la guaca, ella recoge oro ahí, deshace el rosario para reconocer el camino, pero los indios recogen las perlas y las devuelven. - Por eso alrededor de la Tetilla hay tanta cavadura de guacas en forma de apiques. Admirable que el indio mueva inmensas masas de basalto, para cubrir su tumba. En los Cerillos aparece también piedra caliza descubierta, utilizada en Popayán, aunque la mayoría de la caliza proviene de Cali, donde hay hornos de cal. (interpolación posterior:) Véase sobre carbono en las calcáreas el MSS del Quindio, p. 38,39. ________________ parecido a cascos de vidrio verde, en parte del tamaño del puño, que rara vez se convierte en calcedonia, pero sí en sílex córneo en los pedazos opacos, blancolechosos, apenas algo transparentes en los cantos. Ahí, donde se reconoce la vieja superficie, se observa que ésta siempre es redonda, mate, sin brillo de vidrio y con porosidades. Tengo algunas bolas individuales completas de ½ pulgadas que se parecen a gotas de vidrio fundido, también con la superficie porosa y además una columna completa de 5 lados, muy regular, con una altura de 1 ½ pulgadas y 7 líneas de ancho, que juzgando según la superficie de los lados, de ninguna manera es un fragmento sino cristal. Hermann Karsten, en Berlín, rompió conmigo una obsidiana de Hungría en completos dodecaedros. ¿De donde proviene todo esto? ¿Se trata de vidrio volcánico, o de bolas de masas fundidas, arrojadas por el volcán y dispersadas? Yo lo dudo. ¿Será la formación de obsidiana análoga a la de calcedonias anhídricas y otros minerales redondos en rocas amigdaloides, enraizada ésta en cierto tipo de montañas que esperamos descubrir en los Andes? ¿Tal vez de masas más puras y completas de pórfido-obsidiano con componentes grandes separables? El Pic de Teyde, en gran parte, es un cerro de pérfido-obsidiana, sobre el que actué el fuego volcánico convirtiendo a la obsidiana en piedra pómez; aquí no se tienen vestigios de éste fenómeno por cuanto la piedra pómez de Sotará son pérfidos de sienita quemados, O, ¿forma la obsidiana acaso un yacimiento en alguna parte de los Andes? (¿hasta donde está estudiada esta inmensa cordillera por geólogos?) ¿o en rocas primitivas bajo condiciones parecidas que convirtieron sílex córneo en calcedonia en arenisca (cerca de Bayreuth)? Lo último es tanto más probable por cuanto en el volcán Puracé, a una altura de 2.100 t., encontramos obsidiana azul-grisácea, con feldespato vítreo, transparente en los bordes y micro concóide. Hallamos que dicha obsidiana no es producida ni ha sido afectada por el fuego. También el pérfido-obsidiano tiene partes alargadas como columnas paralelas separadas entre sí. Desde el 16 de noviembre nos quedamos en el pueblo indígena de Puracé para examinar el volcán. El pie de la cordillera, especialmente por Santa Bárbara, es de granito, rico en mica; en ese (4) sienita, encima pérfido de sienita y pérfido común, y en la máxima cumbre pérfido de obsidiana. Alrededor de la montaña y arrimada a ella, colocada sobre pórfido de sienita, a 1.000 t., se encuentra una extensa formación de basalto, y en Pisojé, en las orillas del Cauca, una serie de rocas de basalto con excelentes columnas del mismo material de 10 - 14 pulgadas de espesor, 15 - 18 pies de altura, 5 - 7 lados, antiguamente verticales, aquí y allá divergentes. Los indios, y hay que admirar nuevamente su paciencia, [no] tienen instrumentos de metal para trabajar el basalto más duro.
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Bosquejo de mano de Humboldt
En una de las esquinas de las calles de Popayán todavía so ven vestigios de un ídolo, esculpido en una columna de basalto, al que mutiló el celo religioso porque a veces el ídolo parecía gritar truenos y rayos. En un patio de Popayán vi dos estatuas, seguro que también dioses de basalto, desenterrados de una guaca. Una gran columna sin pies, cabeza, cuello, adornada con pequeñas perlas y dos manos cortas; en total media 4 pies. El camino al Puracé era muy malo; una serie de cuellos montañosos que cercan la cadena nevada, la cual hay que pasar en parte por verdaderas escaleras. Es triste que en tantos lugares actualmente deshabitados se encuentren vestigios de viviendas humanas, árboles frutales y cercados, zarzales de lechero (Euphorbia). De la misma manera se han aniquilado los indios de Herveo y Barragán, usándolos como animales de carga y fundamentalmente porque en un gobierno malo todo el peso descansa sobre la clase más desamparada. Es así como las familias distinguidas de Popayán, y anteriormente los jesuitas, han arrebatado sus tierras a los indios, mediante mil subterfugios; tal es el caso de los indios de Puracé, Coconuco, Poblazón. Esos infelices indios, antiguos y auténticos dueños del país, fueron expulsados con rumbo al más alto y frío espinazo de la cordillera, donde la escarcha mata sus siembras de papas, repollos y cebollas, en tanto ven crecer los mas hermosos cultivos de trigo en sus antiguas tierras de clima suave más benigno. Pero esto sucede en todas partes. Nuestros aristócratas alemanes son los bárbaros que penetraron durante la transmigración de los pueblos desde el Mar Negro. Los antiguos y legítimos dueños son nuestros pobres campesinos, a los que en Meklenburgo se los desplaza inclusive de sus propiedades rurales... La localización de Puracé es harto prodigiosa, en la cresta entre dos valles profundos en forma de precipicios, los del río Vinagre y de la Quebrada del Molino a uno y otro lado. En esta cresta montañosa existe una pequeña planicie inclinada hacia el Oeste y en forma de corazón (Llano del Corazón). De allí, directamente, no se ve el nevado, pero si desde una elevación sobre el mismo, el Tablón, de donde se goza de un excelente panorama. El pueblo es muy gracioso por su zarzal de lecheros (Euphorbia), siempre verdes y con muchas hojas, rodeando todas las casas y jardines. En todas las calles murmura un arroyuelo, cada casa tiene su manantial, y, además, hay extraordinaria limpieza y orden indígenas. Nos acompañaba el guardián de los monjes franciscanos, un señor muy fino y comprensivo, entendido en Andaquíes y Guaviare; se llama fray Francisco Pugnet. El cura Fray Juan hacía de teniente, un misionero valeroso que cruzó los Andes 18 veces durante su vida. El famoso río Vinagre, al que los indios de Puracé llaman Pusambio, nace aproximadamente a 1.700 t. de altura, al noroeste del Volcán Puracé, en un lugar sumamente inaccesible. A pesar de que donde se lo puede ver es
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muy frío en las chorreras, es casi seguro que su manantial es caliente. Yo lo vi desde la distancia, cubierto de humo espeso y vapor. Cerca del pueblo de Puracé, el río Vinagre forma 3 cataratas, de las cuales dos son muy pintorescas. La superior es la mas accesible y aproximadamente es de 30 t. de altura; aquí también se acumulan todos los obstáculos del Tequendama. Una pared perpendicular de sienita porfídica, desde la cual se precipita el agua con ácido sulfúrico. Duelen los ojos cuando se está durante largo tiempo cerca de la chorrera. En la roca, lateralmente, hay un depósito de arcilla petrificada, amarilla, con una ruptura concoide plana, casi lisa, que va pasando gradualmente a jaspe amarillo de porcelana. Hay mucha controversia en relación con las aguas del Vinagre. ______________ Río Vinagre vp. 172. ______________ Todo un río de ácido sulfúrico diluido, con grandes cataratas; seguramente es un espectáculo único en la naturaleza. El Vinagre da al Cauca la propiedad de evitar cotos. Semanario 1. p. 264 ______________ Es singular que en Popayán sean tan comunes enfermedades como quebradura y epilepsia. ______________ Longchamp cree ácido sulfúrico formado por la caída. Eaux d’Enghien p. 54!! ______________
Don Tomás Quijano y otros químicos afirman que es hierro disuelto con ácido carbónico. Pero si fuera ácido carbónico (en contra de lo que demuestra su sabor a ácido sulfúrico y la circunstancia de que el volcán es una solfatara, un pantano de azufre quemante), hirviendo el agua debería sedimentar el hierro y no dar esos precipitados semejantes a frescos. Sin embargo, al mezclar caliza pura con agua fresca o hervida del Vinagre observé los mismos precipitados: de yeso, oxalato de potasio y muriato de soda que también son precipitados que no podrían formarse sin ácido sulfúrico... Por otra parte, un poco más al Norte nacen dos manantiales con ácido sulfúrico procedente del volcán; son los Vinagres Chicos, que desembocan en el río San Francisco, el cual una vez más se une con el Vinagre Grande, cerca del pueblo. La segunda chorrera del Vinagre Grande es muy inaccesible y se encuentra más abajo, tal vez a 50 toesas de diferencia de altura. He dibujado esa bonita cascada. El río se desliza con fuerza entre las rocas, como a través de una cueva. La cascada brinda el mismo espectáculo que el Tequendama, burbujas revoloteantes que se disuelven en el aire. Se puede ver la caída del agua desde el jardín de un indio, deslizándose a lo largo de una pared vertical. Por fin el 18 de noviembre el clima nos permitió ascender al volcán. La mañana era engañosamente bella y desde el Tablón vimos el nevado amablemente iluminado por el sol. Yo iba a pie por un camino muy empinado y fangoso, tal vez a lo largo de unas 5 horas. Primero hay bosques hasta 1.600 toesas; toda la vegetación, desde Santa Fé, llena de líquenes; después el pajonal, un campo cenagoso de hierba, hasta 1.900 toesas; aquí y allá una que otra genciana, bratys, guneráceas, syngenesyst de la clase de las juníperas y un frailejón de grandes flores. Desde las 10 de la mañana subían las nubes del cerro Pusma con rumbo al volcán. A la izquierda dejamos el manantial humeante del Vinagre.
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A la ½ hora, granizó mezclado con nieve, un granizo que duró 3 horas y cayo también en Popayán, hasta el punto que allí so prepararon sorbetes con granizo (5). Allí se consideró imposible que yo pudiera subir a pie aquel día ________________ [Anotaciones al margen izquierdo; pág. 179] A pesar de que el río Vinagre apenas tiene 1/5 del agua del Cauca, su caudal por el ácido sulfúrico es causante de que en un trecho de 3 - 4 leguas, en el río Cauca no viva ningún pez, habida cuenta de que antes de la influencia del Vinagre con el Cauca, este último tiene muchos peces. Para la vegetación, en cambio, el ácido sulfúrico no constituye impedimento. Las orillas del Vinagre tienen bonitos arbustos, cuyas raíces llegan hasta el río. En el Cauca aparecen peces sólo después de que desembocan en él los ríos Piendamó y Palacé, diluyendo el ácido sulfúrico. ________________
al volcán; decían los indios que si hubiese viento y granizo, tendríamos que regresar porque en ese caso el viento borraría el camino a la Boca, lo cual es sumamente peligroso. Rígidos y entumecidos por el frío llegamos al Cascajal, aquella región del volcán donde termina la vegetación y se presenta la desnuda roca de pórfido, en dirección al sur, con formas extravagentemente dentadas... Todo desierto y sin vida. Luego se asciende a un barranco sobre cantos rodados arrastrados por agua de nieve derretida, que son una mezcla de pórfido, obsidiana y sienita, y en parte piedras arenosas. Aquí y allá se ven singulares pedazos de roca de lava negra y porosa; debajo de ellas, pérfido de obsidiana con feldespato vidrioso (zeolítica); este pérfido tiene fragmentos alargados y en parte en forma de columnas, parcialmente separadas entre si, las que se unen en cuñas de diferentes direcciones. El pórfido es tan frágil que apenas se le toca se deshace en columnas de 5 - 7 lados, 3 - 4 pulgadas de largo y 4 líneas de ancho. Muy particular es la analogía con el basalto, obsidiana y marga del cerro Stiefelberge. Apanas se entra en el desierto de Cascajal, se ve en dirección noreste las 3 bocas del volcán; dos pequeñas, una al lado de la otra, hacia el alto de la cumbre, por consiguiente hasta la región de las nieves, y la boca grande un poco debajo de esta región. La cantidad de azufre en forma de vapor amarillo-rojizo y la cantidad de humo que suben del último, dan a la boca inferior un aspecto sombrío, lúgubre. Así, según _____________ El pórfido de obsidiana intranquiliza al imán muy intensamente. _____________
la cantidad dé vapor se sospecha un cráter más grande. Llegando al Cascajal o a la cima cercana a la nieve, se tomó el camino hacia la izquierda que conduce a lo largo de la ladera septentrional del volcán con una fuerte pendiente de 60 – 70°, y es un sendero bastante peligroso, encontrándolo cubierto de granizo y nieve perlada. Si se llegara a resbalar, se rodaría profundamente hacia el píe del volcán. ¡En esta región uno cabalmente se da plena cuenta del monstruoso cuerpo y masa del volcán! Toda esa pared lateral del volcán es una gruesa costra de azufre, de la que sobresalen sólo de vez en cuando pedazos de roca, un pórfido surcado con azufre... Llenos de curiosidad, pero no sin miedo, nos acercamos Bonpland, los indios y yo (porque los compañeros llegaron después) al abismo, una apertura de apenas 6 pies de largo por 3 pies de ancho, de la que salen vapores amarillo-rojizo de azufre, con un silbido y con un ruido
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que no se puede comparar casi con nada. Cuarenta forjas de hierro en plena actividad hacen menos ruido. El silbido es lo más parecido a los vapores que salen de la máquina a vapor cuando de golpe se abre la válvula del cilindro. Hay que hacer mucho esfuerzo para dar crédito a los sentidos y siempre se está inclinado a considerar como llamaradas al vapor amarillo del azufre. La boca es un agujero que se comunica lateralmente con el interior del volcán. Tiene un borde saliente, de azufre, y sobre la mitad una pintoresca bóveda de azufre que cubre una gran parte de la boca. La bóveda tiene un grosor de aproximadamente 18 pulgadas y está reventada hacia el norte a causa de los vapores comprimidos que pugnan por dilatarse. Se siente deseos de perforar la corteza si no se temiese una súbita explosión. En la parte sur de la faringe se distingue claramente un nivel de agua hervida con nata de azufre porque el gas hydrogene sulfureux se descompone en contacto con el oxígeno de la atmósfera. Lanzamos piedras al agua y desapareció la nata; el agua quedó sumamente limpia y clara. Pocos indios tenían noción de esta agua; uno de ellos es el que me indicó, don Franciso Diago (Administrador del tabaco), quien nos recibió en su casa de Popayán. Antes de nuestro viaje, su existencia era desconocida en Popayán. Imposible pensar en medir el calor de ese hirviente pozo de azufre. ¡Cuánto deberíamos acercamos! Debido a la estrechez de la apertura y a causa de la presión del vapor, aplastante sobre el fluido, casi se pensaría que un termómetro subiría en el agua, a pesar de la altura de la cordillera, a 80°. Al día siguiente nuevamente enviamos un indio a la boca para que sacara agua del cráter con un instrumento que le adecuamos, una totuma colocada en la punta de un mango de 8 pies de largo. La botella recién tapada daba un fuerte olor de aire sulfuroso y el pluslato de Chaux dió al agua un reflejo apenas azulado; es decir casi ningún hierro. El manantial de azufre, al sudeste del Coconuco, parece que es de la misma naturaleza. Tiene más de 54° R. Hace 20 años, esa boca tenía una bóveda aproximadamente de 4 pies de alto, y un sombrero de azufre formado por sus propios vapores. El cura preocupado por el bien de la ciudad hizo cortar el sombrero para dar más aire al volcán y evitar explosiones violentas. Las dos bocas pequeñas, situadas una muy cerca de la otra, arriba en la cumbre, deben ser de naturaleza parecida y con agua. Otras 2 - 3 bocas están ubicadas en la parte oriental de la falda del nevado, en dirección a Timaná; se conoce muy poco de su número y naturaleza, y los indios desmienten la afirmación de los habitantes (ignorantes) de Popayán, quienes apodícticamente aseguran que aquellas bocas orientales son más grandes que las occidentales; desde nuestro punto de vista esa es una afirmación con la cual tratan de consolarse, puesto que en caso de explosión, el volcán hacia erupción hacia el oriente. El aumento del granizo y la disminución de nuestras fuerzas nos impidieron alcanzar la cumbre. El punto donde yo medí con el barómetro, y donde con capas de paja se preparó una especie de rancho-carpa, estaba a 2.287 toesas, sobre el nivel del mar. El barómetro bajó 16 pulgadas 8 líneas. Mi división apenas alcanzó a unas 6 líneas más allá, y nunca he visto al mercurio bajar tanto. __________________ [Anotaciones al margen derecho, en la pág. 180] A una distancia de 10 - 12 pies de la boca del cráter sentimos un calor agradable debido a los vapores de azufre calientes que subían. En la boca misma se huelen escapes de ácido sulfúrico, y no gas hepat. __________________ Altura de la boca grande del volcán: la de abajo, 2.270 toesas; las dos más pequeñas, de arriba, probablemente unas 2.420 toesas. Es decir 150 toesas. [de diferencia] __________________ [Anotaciones al margen izquierdo en la pág. 181] un papel teñido con jarabe violáceo fue amarrado en un palo largo, al que lo colocamos
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sobre los vapores del cráter. El papel se decoloró, tomándose un poco rojizo. Pero no se inflamó. Los indios dijeron que una vez, hace 10 - 12 años, en la Boca Grande, el agua aumentó tanto que se desbordó; ahora parece que la afluencia (del agua de deshielo) y la evaporación están en equilibrio. _________________
La Condamine y Bouguer confiesan no haber llegado nunca más arriba de 15 pulgadas 9 líneas de corazón de Barnuevo, el cual tiene una altura de 2.476 toesas. A pesar del cansancio y del granizo, nos hubiese sido muy fácil ascender por lo menos 180 toesas, o 12 líneas más arriba de donde estábamos, pero que fatua gloria, sin utilidad para la física... Además, se me cayó el mercurio de la división por cuanto no estaba preparado a permitir recortar más profundamente el bastoncillo del barómetro, a fin de que los tubos sigan siendo visibles. Varias personas, entre los que se encuentran indios y el fallecido provisor, que han alcanzado el Puracé, aseguran que la cima forma un largo espinazo y una pequeña planicie horizontal pero que sólo se ve nieve y ninguna boca de cráter. Los paseos más allá de las nieves, en la mayoría de los casos, son muy poco interesantes para la observación porque todo se escapa. Su utilidad fundamental consiste en ensayos sobre la evaporación, punto de ebullición y fuerzas magnéticas... Y para eso se necesita tranquilidad, comodidad, una carpa, todo lo cual encontraré, en Quito, en las altas cumbres del Cotopaxi y Antisana. En Popayán hay la leyenda de que todos los años el volcán cambia sus bocas que la grande hoy está aquí, mañana allá. Pura hipótesis. Los indios más viejos de Puracé y algunos que conocen el páramo, aseguran haber visto siempre así la boca grande. Pero de manera general, es probable que el volcán tape sus bocas en muchos centenares de años (formando bóvedas de azufre) y que la fuerza elástica de los vapores forme nuevas aperturas. Seguramente de ese modo se ha formado la monstruosa corteza de azufre, de más de 400 toesas cuadradas, sobre la que caminamos. Allí también está el bramido del páramo, que se presume oír en Popayán, Paletará y el Tambo cuando hay aire favorable; los indios lo niegan, a pesar de que por el comercio de nieve casi siempre están en el nevado. Nunca han oído otra cosa que el terrible silbido de fraguas de los vapores azufrosos salientes (6), diferente cada 5 minutos, ora aullante, ora intermitente, prorrumpiendo como si viniera de muy lejos. Viejas bocas, ahora tapadas, se anuncian mediante huellas de un borde saliente antiguo. En una de ellas (tal vez de unos 100 toesas, en la parte inferior de la propia región de las nieves, a pesar de que donde nosotros estuvimos parados caía nieve perlada mezclada con granizo) determiné las siguientes observaciones, instalado bajo una choza de paja: Nivel barométrico rectificado (de Ramsden) pero 3 líneas más alto que el de Bouguer en Popayán, p. 128; casa del señor Diago 219,4 líneas a las 8 de la mañana, temperatura 12° Reaumur; en pueblo de Puracé, casa del monje, 252,7 líneas a las 9, en la tarde, temperatura. 8° R.; en el volcán de Puracé, encima de la boca, 204,3 líneas, temp. 5° R. Entonces estábamos a 16 pulgadas 8 líneas, o 2287 toesas sobre el nivel del mar. El termómetro al aire a 5° R., granizo sin viento, nube y bruma oscura. Es sorprendente que el frío no fuera mayor. El calor se escapa por la solidificación del granizo, que de liquido pasa a sólido. La cima del volcán tiene verosimilmente más de 2.500 toesas, p. 165. Hay una gran extensión al norte hacia los nevados de Malvasa y al sur hacia los llanos de Paletará (sin nieve) ________________ [Observaciones marginales a la derecha, pág. 182:] ¿Es que el Puracé le hizo creer a Caldas que el límite de las nieves en los trópicos es de
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5323 varas o 2283 toesas, semanario 1, p. 343, y que excepcionalmente subió en 1804 a 2483 toesas, o eso se basa en falsas suposiciones de altura del Pichincha? ________________
El higrómetro de Deluc se sostuvo en el Pueblo de Puracé, durante cuatro días, en 35 – 42°. En el Volcán a 2287 toesas, de altura en medio del granizo, 39.7°. Inclinación magnética, brújula de Borda, en esta altura de 2287 toesas, 20° 30’, nueva división. Fue imposible a causa del viento y de la falta de vidrios de tomar las oscilaciones. Filón de Carbonato de barita de Chirivio al sureste de Popayan. En el pueblo de Puracé a 1.358 toesas, 21° 80. oscilaciones. 22.0; en Popayán mas. 23°, 20 oscilaciones, 22,3 en un minuto, min. 22.80. El tiempo hizo imposible todas las otras observaciones para las que me había preparado, como las del electrómetro que estaba muy mojado: [para] el punto de ebullición del agua, no pude hacer fuego; la variación de la brújula recolocando los mismos objetos en el volcán y en Popayán; del cianómetro.. Estabamos envueltos por las nubes y no vimos nada, una gran pérdida porque la vista sobre el Valle del Cauca debe ser divina. Si el cerro de Munchique no estuviese tan cerca, ¡se vería el tranquilo mar! Estabamos felices de bajar con los miembros sanos por el mismo camino, pero ahora mucho más peligroso por la cantidad de granizo que había caído y por el aumento de agua en el pajonal. Donde 2 horas antes todo estaba seco, ahora veíamos arroyos y cascadas. Tan grande es la naturaleza de los Andes. A las 3 de la tarde estuvimos en Pueblo donde, al día siguiente, efectuamos los ensayos comparativos. Un volcán singular, muy diferente a los europeos, casi solamente solfataras, sin grandes cráteres (sin embargo, también el Pico de Teyde realmente es así), el cráter desmoronado, y allí vimos tan sólo pequeñas aberturas humeantes. Pero juzgando por el poder y ruido de los vapores, la intensidad de fuego es mucho mayor en el Puracé que en el Pico de Teyde, y éste, a pesar de su aparente benignidad, a veces abre paredes laterales y arroja (volcán de Guanachico, erupción de Chahora) enormes cantidades de lava. ¿Si el Puracé hiciera lo mismo, habría peligro para Popayán? Creo que si, cuando mediante terremotos u otros factores se tapen las bocas de escape. ¡Qué hay más poderosos que los vapores de expansión! Se ven lavas verdaderas en cantidades muy pequeñas, ninguna piedra pómez, p. 177, como en Sotará. Lo que yo considero como lava, y de la cual hay escombros en Cascajal, es pórfido quemado y celular, y no lava escorificada y fluente, y esto último quizá no lo fue nunca, sino que más bien es una consecuencia de la ignición de la tierra. ¡Tampoco se ven, por ninguna parte, cráteres viejos que acusen que ha habido flujos de lava! En Sur América los volcanes son de naturaleza totalmente diferente a los de Europa, más bien objetos para la física (fenómenos del aire y del agua) que de la mineralogía. Nunca he oído de grandes flujos de lava, como en el Etna y Vesubio; incluso el Cotopaxi y Tunguragua parece que lanzan lava sólo en pequeñas cantidades. Estos arrojan a la superficie enormes cantidades de azufre, gas volcánico, aire inflamable vapor de agua, pero pocos productos pétreos. Vomitan agua y lodo, deslizan cerros delante de sí... ¿La causa radicará en la gran altura de los volcanes americanos? Todos son 2 veces, o siquiera 1/3 más altos que el Vesubio y el Etna; forman parte de la enorme cadena de los Andes; en su contorno el terreno es muy elevado, de tal manera que sus paredes laterales son más fuertes. Sin esa fortificación, esta parte del mundo estaría afectada por eternas y terribles erupciones por cuanto desde Quito hasta Herveo, incluso hasta Mérida, se encuentran en esas montañas vestigios de fuego azufroso. Pero las paredes laterales del cráter son más fuertes y aislantes, tienen más resistencia que el Pico de Teyde y
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Etna. Debido a la altura, hasta las cimas no llegan las masas de piedra fundida, las que como en el Vesubio y Etna, deberían encontrarle escondidas en el seno de los volcanes, sino sólo fluidos elásticos (agua y vapores) debido a su reducida densidad se necesitaría un tremendo aumento de su fuerza para que el Antisana escupa su lava, y en cantidad, hasta su cima. Por eso los grandes cráteres son muy escasos, es decir cráteres propiamente dichos que se forman en las erupciones de masas pétreas. Al contrario los vapores y fluidos elásticos necesitan sólo pequeñas aberturas; tal en el caso del Puracé. Estas ideas explican por lo menos algo. En relación con aquello, es muy posible que sea diferente el proceso interno de los volcanes americanos, que tienen más azufre y más agua; mientras que existe en Europa un proceso químico más seco... ¿Pero de dónde provienen esas enormes masas de azufre en el Puracé, Coconuco, Barragán, Quindío?; en todas partes hay azufre natural, en los escombros y en la roca viva; por doquiera fuentes de ácido sulfídrico, y estos últimos realmente en todo el continente, hasta Puerto Cabello y Cumacatar, hasta Trinidad cada en 2 - 3 leguas. Ver mis MSS de 1799 y 1800. Por cierto hay mucha pirita de hierro en todas las rocas; no da suficientes explicaciones, pues específicamente nada de pirita he visto en los pérfidos y las obsidianas de las regiones de Popayán y Puracé. El azufre, a lo mejor, no es ningún elemento. ¿Se forma de materias constituidas por aire? La formación Tropp (diabásica) contiene mucha alúmina. Los volcanes vomitan Letten (lama arcillosa). La alúmina, cuando húmeda, se descompone con mayor rápidez por el aire atmosférico absorbiendo el oxígeno. Se produce la ignición de la tierra. (Ver p. 191)... Tal vez ahí radica el proceso secreto de los volcanes... Ruidosos en la boca del Puracé; los silbidos y fragores provienen de algo más que del vapor; probablemente hay llamas interiores. También el calor es muy grande en la boca grande a 8 pies de distancia, la temperatura es de 35° R. (p. 180). Esos vapores son de ácido sulfúrico incompleto, de un color rojizo-amarillento; tal como lo indican el olor y el color, son pues el producto de azufre en combustión. El río Vinagre que se desprende más abajo, es agua ferrosa con ácido sulfúrico, incluso con exceso de ácido sulfúrico libre. Por consiguiente, en el interior debe de haber azufre en combustión que expele sus vapores; además de ello, también agua saturada con aire marcasita de azufre. Probablemente de ese aire marcasita de azufre depende la capa de azufre excelentemente cristalizado, el cual se forma sobre la boca, por cuanto este gas se descompone al entrar en contacto con el oxígeno de la atmósfera y se condensa el azufre. ¿También los vapores de ácido sulfúrico (Girtanner. p. 208) aumentan ese precipitado del azufre? Pero, ¿qué es el pequeño nivel de agua que se ve en la boca? ¿Es parte de una enorme piscina en el interior del volcán? No está en contacto con el agua de las bocas superiores; no está en conexión por cuanto éstas están a 200 toesas, más arriba... Como si el volcán alguna vez hubiese abierto sus flancos y arrojado aquella agua. Parece que las paredes laterales están aseguradas contra Timaná y Popayán de manera bastante parecida. Creo que Popayán no debe temer tanto a la lava como a las inundaciones, terremotos, desplazamiento de montañas de arcilla floja, de pórfidos descompuestos (como el cerro de la Eme). En Popayán se dice que a veces se ha visto brillar la cúpula del volcán. A lo mejor tan sólo se trata de incendios de pajonales porque todos los indios dicen no haber visto fuego o luz; tampoco han oído bramidos. En los Andes hay una leyenda generalizada acerca de que los volcanes y todos los nevados braman como rugientes tigres y leones en el Africa. Así, en Cartago se cuenta que se oye el bramar del Quindío, en Tuluá al Barragán, en Pansitará al Socobón, y en Popayán desde Tambo al Puracé. Sí, lo sorprendente es que mientras más distante... (aquí se interrumpe el texto].
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[AGUA DEL RIO VINAGRE] Nuevos experimentos con el agua del Río Vinagre. Esta agua, recién recogida, da con el nitrato de plata un precipitado blanco y lechoso en forma de nube. No da ningún precipitado con el ácido nítrico; con el prusiato de cal, un bello precipitado azul celeste. Hice una disolución de sulfato de hierro en agua de lluvia y los precipitados blancos fueron los mismos con el nitrato de plata que los que da el agua del Vinagre. El agua del Vinagre cogida da los mismos precipitados y en la misma abundancia que la fresca. Al pesar el agua del Vinagre se encontró que ésta no era con respecto al agua destilada = 1: 1,001. la una pesaba 2731 granos, la otra 2735 ½ gr. Exp. con agua tomada de la boca del Volcán. Del agua se desprendió gas hidrógeno sulfuroso con un olor a huevos podridos, sumamente fuerte. (esto es lo que se desprende del agua remansada, pero los vapores rutilantes que salen de la boca del volcán con un ruido aterrador son de ácido sulfuroso, p. 180, como lo indica su olor. Por causa de su fuerza es que en la boca misma no se siente en absoluto el hidrógeno sulfuroso, que sale en menor cantidad del agua). Esta agua no da sino un débil precipitado con el nitrato de plata. No tiene sabor ácido, sino pútrido y repugnante.
Bosquejo de mano de Humboldt Sobre la piedra pómez, pág. 191. Alrededor de Sotará se encuentran piezas oviformes de feldespato, el cual, como testimonio de lo fuerte que ha sido el fuego del volcán de Sotará, se ha transfomado en un completo vidrio grietoso de Réaumur con franjas azuladas dispersas, parecidas a pedazos de mosaico. En el Puracé no se encuentran ni esas porcelanas ni piedra pómez, pero sí fragmentos aislados de calcita blanca cristalina, de un bonito mármol, del cual el Provisor tiene en su poder hermosos pedazos.
1) menos lindo que el puente de Anauco en Caracas. (2) apenas hay un río que desde su origen hasta la desembocadura sea tan desenfrenadamente raudo, desigual en profundidad y adverso a la navegación. (3)¡Posiblemente no es basalto! Nt. 1838
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(4) [Notas marginales a la izquierda, pág. 177] Sienita de transición pasando a traquita, Quindio pág. 26, aquí recubierta de granito de transición, véase mi Geognossa, 21, p. 167, ha hecho impresión: No la ha hecho [?], pero soportaron los sienitas. En las guacas (sepultura de los antiguos indios) se encuentran muchas veces las puntas triangulares de obsidiana, de varias pulgadas de largo, con una cavidad para insertarlas en lanzas y flechas. A los indios, al igual que a los negros, se les enterraba con todos sus bienes, con sus adornos y vestidos, enteramente listos para su último viaje. Las obsidianas son tan vidriosamente frágiles que es sorprendente cómo los indios podían preparar y formar esas puntas. (5) También graniza en Santa Fé, con tanta frecuencia y en tales cantidades que el granizo se guarda durante 20 - 30 días para disfrutarlo como sorbetes. ¡Consecuencias de la gran electricidad del aire! En zonas bajas, Caracas, Cumaná, casi nunca cae granizo. En Guanacas se ha visto granizo de color rojo sanguíneo, de la misma manera que nieve roja en Suiza. (6) (cálculo) También en Cartago y Tuluá se habla del bramar del Quindío y Barragán, pero lo desmienten todos los cargueros que conocen esos cerros.
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Viaje de Popayán a Almaguer De la misma manera como me hubiese gustado permanecer un tiempo más largo en Popayán para examinar más detenidamente la formación trapp (trapecio) de Puracé y Sotará, asimismo deseábamos abandonar la casa de Don Francisco Diago (el administrador del tabaco), en la que vivíamos. Le fuimos recomendados por su hermano, un hombre fino y plácido, don Pedro Diago (oficial real de Honda). Ambos hermanos llegaron de Europa con el fiscal Moreno, un hombre activo que donó la biblioteca pública a Santa Fé. Ambos se enriquecieron con el comercio (contrabando...). Ambos, tienen mujeres amables: Pedro es casado en Honda con doña Bárbara Ortiz, muy bonita y burlona (un atributo desconocido entre los españoles). Don Francisco está casado con doña Manuela Angulo (cuyo padre un europeo, adelantó el dinero sin intereses para la construcción del puente del Cauca en Popayán); su hermano trabaja en las Guardias Españolas. Francisco, de casi 60 años de edad, es una mezcla de gruñonería y humor, con mucha inteligencia sana y talento natural, pero infinitamente torpe y descarado, grosero con todos los criollos. Nosotros también tuvimos que sufrir mucho debido a su falta de delicadeza; lleno de consejos no solicitados, se metía en todo, apenas se sacaba un instrumento de la maleta, le ponía aparte para que estuviera mas seguro... Al mediodía siempre se peleaba con su mujer; el hijo bizco y sedo nos robaba pantalones nuevos, en tanto que su madre nos hablaba de los robos de los quiteños y pastusos. (Pastuso significa en Popayán un habitante de Pasto y una bacinilla porque está lacada con barniz de Pasto. De los bugueños se dice que tienen un brazo más largo porque todo el día cosechan guayabas (Bugueño es en Popayán un insulto; de la misma manera en Buga se odia a los caleños y en un país así se temen revoluciones). El hombre más agradable en Popayán es el arzobispo: sencillo, jovial y el más mundano en la vida social; un excelente arzobispo... Como verdadero peligro de su vida, y por caminos nunca antes transitados, visitó los más pequeños rincones de su arzobispado en la Costa de Iscuandé, Chocó, Antioquia, Timaná, y durante 3 años sufrió los más grandes sacrificios. El no conoce la moneda; vive muy sencillamente; ninguno de sus parientes le puede quitar algo. Lo que da la mitra pertenece a los pobres y él no termina el año sin que haya repartido todo. Pero es inflexible en los negocios y demasiado ávido con relación a sus privilegios arzobispales. Por eso no visitó al gobernador de Antioquia y consiguió una cédula real, por lo cual no se realizaron en Popayán las proyectadas casas para pobres, debido a que no se entiende con el gobernador Nieto. Ambos quieren el bien, ambos son inmensamente desinteresados, pero ambos se estorban mutuamente. Así pasa en todas partes con los gobiernos americanos. Los arzobispos no quieren reconocer el vicepatronato, son contrarios a los gobernadores y virreyes; contrarios a los canónigos y curas porque, los últimos son criollos, contra los misioneros europeos porque dependen del General de Roma y no del arzobispo, en las misiones
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forman un reino independiente y no quieren dar a los curas ninguna cosa. Intendentes * contra gobernadores, oficiales reales contra administradores de tabaco y aguardiente... res publica in medio sita dilacerata. En compañía del Virrey Zerda, con Mutis y Escallón, llegó el Gobernador don Diego Nieto, un hombre moral, activo, enseña, pero es muy pedante, quejumbroso y aburrido; además llegaron los dos arzobispos. El gobernador, a pesar de las recomendaciones para el Virrey, que yo traje, y a pesar de las muchas visitas que ambos me hicieron, impasable. En la casa de la moneda, don Manuel Alvarez, contador mayor, casado con una hermana de José María Lozano, nos dio una comida mal cocinada. Fuimos desde Mariquita a Santa Ana con don Joaquín Valencia, superintendente, hermano del conde de Casa Valencia, en Madrid, y de don Tomás en la Vega de Supía. De Popayán a Pasto hay dos caminos, el uno hacia el occidente, cerca del mar meridional, por el Valle del Patía, pasando por Mercaderes; el otro es mas nuevo e infinitamente peor, lleno de voladores (así se llaman los caminos que conducen a escarpados despeñaderos), sobre Almaguer, más cerca a la elevada cordillera de los Andes, más distante del mar. Bouguer tomó el primer camino y determinó la latitud en Mercaderes mediante un gnomón (quelques réseaux); en aquellos tiempos el camino por Almaguer era casi desconocido. Nosotros escogimos Almaguer en parte porque Bouguer no lo vio y en parte porque así estábamos más cerca de la elevada cordillera, lo cual es muy importante para las observaciones minerales y botánicas. Así evitamos también el peligro de las fiebres de Patía y de los ríos crecidos, los que cruzamos más cerca de los manantiales, con reducidos caudales. En toda América casi no hay ningún valle tan famoso por sus miasmas de fiebre como el valle del Patía. El valle es muy bajo y caliente; lo visitan principalmente habitantes de zonas frías (quiteños, popayanejos y pastusos) acostumbrados tan sólo al frío. La incomodidad del viaje produce debilidad y en ese estado asténico se es fácil presa de los miasmas con mayor intensidad. Cualquier mojada en ese valle caliente, por el que se viaje 1 ½ días a través del camino de Mercaderes a Popayán, irremediablemente produce calenturas. Si se queda en el valle, son tercianas y nada más. Si se prosigue el viaje a Popayán y se llega al frío Alto de Quilcacé..., la calentura del Patía, en Popayán se convierte en fiebre maligna muy difícil de curar y casi siempre mortal. La acentuación de la fiebre en el valle del Patía depende mucho más de circunstancias secundarias, de disposiciones y condiciones (*) especiales del Valle, el que si es caliente pero seco, y de ninguna manera tiene ni la vegetación ni las materias putrefactas que los valles de Aroa, Santa Fé (Cumaná y Barcelona) y de la Orilla del Orinoco en El Maipures y Atures. Puesto que pasamos el valle del Patía sin peligro y debido a los rápidos viajes y eterno cambio de temperaturas, resultamos poco susceptibles a esas afecciones (tenemos que permanecer por lo menos 3 - 4 semanas en un lugar para perder nuestra propia temperatura y sentir la de ese sitio); así no nos asustó la fiebre del Patía. Pero de todos modos, fue un motivo adicional, y también se tuvo que acceder a los tempestuosos ruegos de los otros. * Seguramente tampoco faltan esas, a pesar de ser muy poco conocidas. El valle, antigua cuenca (barómetro, aproximadamente 315 lin.), llanura lisa como un espejo, apenas cubierta de hierba en crecimiento, reverberante de rayos solares, circundado por la muralla de dos cordilleras, Andes y Cerros de Mamacondo, los más altos del mundo. Por eso es terriblemente caliente, pero más seco que húmedo. Los nativos del Valle sufren carate y fiebre aguda, tercianas: no llegan a una edad muy avanzada, y la localización del pueblo de Patía es más encerrada, dentro de una especie de caldera, aún más que el resto del Valle. Los vientos son muy raros. Ninguna vegetación, por consiguiente no hay materias en descomposición; de ahí que sea difícil comprender los miasmas. Pero no es motivo - el Valle es un cajón circundado por altos muros, por eso hay paredes rocosas de micacita negra con contenido de carbono, con gruesos, arbustos putrefactos; descomposición del aire - calma,
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Especialmente el gobernador Nieto es un entusiasta del camino de Almaguer, motivo suficiente para que el arzobispo recomiende el camino del Patía. Viajamos desde Popayán el 29 de noviembre de 1801 por la tarde, y con aguacero, acompañados de don Francisco Diago, el provisor Arboleda y Cristóbal Vergara. Las interminables formaciones de arcilla gredosa (letten) que acompañan a todos los basaltos, diabasas y diabasas de pórfido, hacían el camino muy peligroso y resbaladizo. Las mulas caían y resbalaban hacia abajo; uno se convence claramente de que caminar es una sucesión de caídas. También estamos en un país donde se habla más del juicio de las mulas que de los hombres; se dice con entusiasmo una gran mula, de la misma manera que se dice gran fraile, como también gran piloto de los descalzos patrones de barcos del Magdalena. Nos encontramos con muchos viajeros que estaban armados con una lanza, arma aún utilizada con mucha frecuencia en América, fundamentalmente entre los indios, desde la Costa de Paría hasta Santa Fé. En las misiones un poco apartadas, Caripé, Río Apure..., el indio, además de la lanza contra el hombre y el tigre, lleva flecha y arco. Cerca de Popayán las cordilleras de los Andes con las de la Costa y el Chocó forman valles de 3 - 4 leguas de ancho, con un suelo de elevadas colinas; dividido en muchos pequeños valles, que termina a 2 leguas al sur de Popayán, en el Alto de los Robles, donde hay muchos robles. Aquí queda la línea divisoria de las aguas; toda el agua que nace en los Andes a partir de aquí, no llega al largo Valle del Cauca ni al mar del norte, sino que desemboca en el mar del sur. Quién creyera que en el 2°. de latitud y apenas en las inmediaciones del mar del Sur haya divorcio de aguas. Pero las más pequeñas circunstancias determinan que el agua fluya de una u otra manera. Ver la dirección del Casiquiare, Marañon... Alto del Roble es una garganta montañosa, de micacita que sobresale al occidente de la elevada cordillera. Por eso dijo el antiguo hacendado del Alto del Roble (Texada), medio bromeando, que si se riega un vaso de agua, ésta corre al océano sur o norte. En la vertiente oriental de los Andes el divorcio de las aguas está casi en la misma latitud; gargantas montañosas hasta el Páramo de las Papas, de donde baja el Magdalena, Caquetá, Putumayo... Las tormentas en Popayán tienen una dirección muy regular; se producen en el Alto del Roble y Quilcacé; son arrastradas hacia el noreste a lo largo del Puracé; luego son expulsadas del páramo por el viento que sopla entre el Puracé y el Pusna, sobre el Valle del Cauca contra Tetilla; allí se desatan y se dirigen hacia el mar. Nunca se las ve venir en sentido contrario, desde el mar del Sur; más bien van hacia allá. Desde el Roble y el Alto del Quilcacé hay un extraño panorama de las formas de las montañas alrededor de Popayán, todo “tetas”, panes de azúcar, picos; no obstante, sólo la Tetilla de Julumito es de basalto; todos los demás riscos montañosos son conos truncados de sienita pórfida, micasita; inclusive pórfido común que se convierte en granito, en columnas al igual que en Pisojé. Ver p. 37. Las tetas gemelas están sobre basalto, muy altas, encima el cerro de Chisquio, de donde se divisa el mar del sur. En el Alto de los Robles, sobre Timbío y Las Piedras, hasta Quilcacé, hay afloramiento de micacita, en la cual se encuentran las formaciones trapp de los volcanes Puracé y Sotará, por lo que aquí hay cantos rodados de cuarzo. El camino es accidentado, pura garganta montañosa que divide a los valles. Se gastan días enteros para bajar a un valle y para llegar a la garganta montañosa del frente. Se trepa peligrosamente por las lomas como un cangrejo durante 8-9 horas, y uno se encuentra en una tarde a 800 t. de distancia del punto desde el cual se partió en la mañana.
_________________ [Anotaciones al margen izquierdo:] Tornillo abierto. Barómetro 3 -4 líneas más alto que Bouguer:
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Alto del Roble
276 lin.
(8h)Th.
12°R.
Alto del Quilcacé
273,7
(8h)
13°
Valle del río Quilcacé
293,5
(9h)
18°
Montaña porfirítica de Broncaso
278,5
(1h)
16°
Valle del río Smita
300,8
(11h)
19°
La Sequia
291,9
(9h)
Valle de Guachirón
308
S. Miguel
285,5
Pueblo La Ascensión
271,7
Vega de San Lorenzo
265,8
Pancitará
252,4
El Paramito de Almaguer
234,0
Ciud. de Almaguer
264,3
Ruiz, Socavón
285
Valle de San Jorge
294,0
(1h)
Alto de Pitatumba
246,3
(12h)
Valle del río Mayo Molin
267
(3h)
(5h)
______________ [Anotaciones al margen derecho: continuación de la nota del folio 189] Porque las mezclas que forman los miasmas químicos se producen más fácilmente en el aire tranquilo que en el aire agitado, fomentados especialmente por el gran calor de reverberantes rayos solares—cuando existe una profunda charca en el centro de una montaña llena de bosques, cuando todos los calientes valles de montañas desaguan en esa charca, ésta tiene que ser más malsana que los valles calientes.- En los valles siempre hay corrientes de aire; en la charca tranquilidad, aire estancado. Los pesados miasmas que se producen por la putrefacción de materias orgánicas en la cordillera de los Andes bajan buscando equilibrio, y el viento (que siempre sopla desde el páramo) los empuja hacia la charca, valles de Patía, por consiguiente lugar de concentración de todos los pesados miasmas de los Andes. El llano de Santa Fé no se encuentra en una situación parecida porque en un lado no hay pared allí siempre soplan vientos; es frío, tiene aire enrarecido que no porta nada; por eso los vapores bajan hasta el valle del Magdalena; pero donde está el llano, desde el Ambalema hasta Neiva es cavatoso; debido a la anchura y a las corrientes del aire; no es malsano. Sólo con la vegetación se desarrolla lo malsano del clima. Bosques de Honda - Cartagena. De ninguna manera es malsano el solo calor sin bosques ni podredumbre ni aire estancado (brisa); así lo demuestran los Llanos de Caracas, Barcelona, Cumaná. Y en los climas más cálidos se dan los cuerpos humanos más bellos y robustos que en el norte: negros y caribeños. _________________
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De Roble (el rumbo de 3-4 horas con 60° hacia el mar; cruza muy regularmente). * _________________ Muy molesta es la garganta montañosa que separa los dos ríos Quilcacé y Smita desde la cordillera andina hacia el mar; pasa por la Horqueta, en el punto más bajo, y termina por todos los lados en un despeñadero ondulado y en forma de trinchera, finalizando en la cima en un altiplano y formando el cerro de Broncaso. Este cerro es muy famoso por la meseta que forma, casi como la meseta de Chingaza en Santa Fé (**). Entre los ríos Quilcacé y Smita hay extraños pórfidos cubiertos de micacita (***). Esos pórfidos del cerro de Broncazo y alrededores tienen una masa básica de magnesia dando una raya gris semidura, en parte color verdemontaña y verdepuerro y en parte verdeoliva, en la que hay muchísimos cristales blancos de feldespato de 6 lin, de largo, bastantes cristales negro-verdoso de anfibolita, y muy poco cuarzo cristalizado, color gris-humo. La masa básica es un elemento intermedio entre jade y fonolita (así llama Werner a la masa básica de pizarra de pórfido). Ese pórfido es estratificado e irregular; casi siempre cae rumbo al sur de 2 - 3 pies. Pulido se lo podría considerar como bello verde antiguo debido a su color. En los cambios con masa básica de verdespárrago y verdeolivo, el feldespato en pequeños cristales apenas tiene 1 - 2 lin, pero más anfibolita que feldespato y más pedazos regados que masa básica. Muchas veces la anfibolita tiene 2 cristales unidos en cruz, con frecuencia con 3 - 4 radios con un solo eje. Este caso es tan frecuente que es característica para esas formaciones de pórfido del Brancazo, Quicacé y Smita (1). En el volcán de Puracé hemos visto precisamente cruces así, de anfibolita, en la misma formación de pórfidos. Además, en el pórfido del Broncazo también hay columnas de 4 lados, fósiles cristalizados color verdepuerro, totalmente incrustados en jade cristalizado, ¿y es por eso que es difícil de reconocer? De vez en cuando también un fósil de 6 - 8 lin. verdespárrago y amarillovino, fuertemente incrustado en olivin y topacio... En pórfidos del río Smita depósitos completos de jade color verdemontaña, duro, pero de fracturas esquirladas, lleno de fragmentos de cuarzo, una clase singular y no mezclada de montaña. En el pórfido, en las elevadas cimas, en el Valle de la Sequía (como en Quilichao), cantos rodados de bolas de diabasa, claras, verdeolivo, aplastadas, de 4-8 pulgadas esferoidales (muy pesadas) y extendidas; nos acompañaba una gran cantidad de feldespato y anfibolita, en parte de feldespato y jade, sin pedazos incrustados —la misma formación pórfida a través de los valles de San Pedro, Guachicón y Putes—. Entre los dos últimos hay micacita muy rica en cuarzo, en la superficie; lo mismo en Los Robles, pero no cubierta sólo en un corto trecho. El pórfido de Guachicón tiene masa elemental color verdemontaña, siicosa, con mucha anfibolita, poco feldespato y mucho olivina cascarosa, el mismo fósil que habíamos mencionado arriba, entre topacio y olivina, hoy más frecuentemente visto y mejor examinado. Es claro, verdecanario, entre amarilloverdoso y amarillovino.
** Pero más peligroso todavía es el descenso en el Valle del río Guachicón. Todo el camino, desde Popayán hasta Almaguer y Pasto, es terriblemente destrozado, por consiguiente lecho de viejas corrientes fluviales, surcos entre antiguos cauces de río, en proporción al tamaño de la cordillera y a su cantidad de agua. Hay que cruzar todos esos cauces. *** Como los feldespatos alargados se entrelazan en pórfido antiguo (serpent. verde antico) D’Aub. p. 154, creo que aunque éste entre en el feldespato es [?] a causa del entrelazamiento.
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______________ Esos pórfidos de magnesio toman un color más oscuro soplándolos rápidamente. ______________ Augita conchosa, por eso Rhone muy claro. Hofm. 1, 462. ______________ El Valle del río Guachicón es muy encantador; rocas perpendiculares derrumbadas de las que en todas partes bajan arroyos en cascadas; siempre se ven 4 - 5 al mismo tiempo, menos graciosas, mas estrechas, pero más majestuosas que el Haslithal. ______________
duro, de brillo vidrioso, en parte áspero y casi siempre en columnas cristalizadas de 6 lados, con partes separadas en formas de cáscara, como pequeñas conchas. El color, la fractura y las partes separadas en forma de cáscara diferencian ese fósil del olivín Freieslebens laminado, el cual habíamos visto en Lancerotte y Tenerife. Nuestro fósil no se descompone y en eso se distingue del olivín común. ¿Eso es olivína y una tercera especie de la misma? El pórfido de sílex córneo que contiene olivina, Incluso anfibolita y feldespato vidrioso, de vez en cuando también tiene algo de cuarzo y mica negra, y precisamente todos los cinco fósiles cristalizados incrustados (por lo mismo mas compuestos que cualquier pérfido europeo), se encuentra en la parte Nor-Este del valle de Guachicón, entre dos hermosas cascadas; es de partes irregulares, delgadas y separadas, en forma de columnas. Hacia el sur es irregularmente estratificado y contiene depósitos individuales (poderosos de 1 toesa) de bolas de pórfido; la misma masa contiene piedras transversales. Esas bolas con cáscara arqueadas, separadas, son muy visibles especialmente en masas montañosas curtidas, y se podría creer (así como del basalto Karsten) que el pérfido, por la intemperie, se convierte en bolas. Pero falsamente se reconocen bolas ya en piedras recientes y no curtidas, y si eso no fuese, presupone un desmoronamiento de esa clase de bolas hasta el punto de que las piedras se hayan cohesionado en su primera fase de formación, contrayéndose según puntos peculiares de fuerzas radiales. Tal vez en todo el mundo no exista una línea montañosa en la que las más heterogéneas masas montañosas (pórfido, basalto, diabasa) tengan la tendencia a contraerse en bolas, columnas. En ninguna parte hay piedras esféricas (tampoco en Bayreuthischen), sólo en la vertiente occidental de los Andes, Almaguer hasta Quilichao. En el pórfido de Guachicón también se presenta el raro fenómeno de los granitos, la incrustación en clases más viejas de montañas. He visto pérfidos llenos de anfibolita y olivín cascaroso, en el que estaban incrustados pedazos angulares cuadrados de 3 - 4 pulgadas de gneis rico en cuarzo. Cerca del río San Francisco o Putes, hay una formación nunca jamás vista de pérfido, una masa elemental silicosa, negroscura, de grietas que van desde lisas hasta aplanadas en forma de concha, en grandes pedazos totalmente limpios, sin mezcla (2), jaspe negro, pasando de retinita, análoga, pero de otros yacimientos con columnas de 6 lados, de un fósil escoríáceo conchífero pequeño, de tipo antracíta (3), el que está diseminado parcamente. Aquí, en casi todos los valles se ven huellas de una formación de un conglomerado toscamente granulado con aglutinante arcilloso.- En época de lluvias, el camino estaba terriblemente malo, especialmente la bajada al profundo valle de Guachicón (ver mediciones del barómetro), hasta el punto de que nuestras mulas se cansaron y nosotros nos vimos obligados a descansar un día en una choza de indios, en San Miguel. El pequeño río San Pedro también estaba muy crecido y nosotros agotados, pero aún más el viejo que nos transportaba el barómetro (un instrumento por el que tuve que pagar año tras año un cargador propio, de tal manera que el barómetro que apenas vale 12 taler, al fin del viaje de 5 años tiene un valor de más de 800 taler). Este viejo corría mucho peligro al vadear.
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_____________ [Anotaciones al margen derecho:] Según eso, en esa parte de los Andes existen las siguientes formaciones de pórfido: 1) Con masa elemental verde-puerro y verdemontaña de magnesia y mucho feldespato común en grandes cristales. 2) Con masa elemental verdeolivo y verdespárrago de magnesia, mucha anfibolita, cristales pequeños y grandes de feldespato, algo de cuarzo. 3) Con una masa elemental silicosa verdemontaña, mucho olivín cascaroso y anfibolita. 4) Con masa elemental silicosa negroscura, (¿jaspe?) y... [adición posterior:] ¡Entonces traquita! ¿Este pérfido de Guachicón será diferente de el de Broncazo? _______________
A Nuestro pobre perro Cachi (el Gran Turco que nos acompañó en los Llanos de Caracas, Apure, Orinoco y Río Negro, espléndido perro de presa, se lo comieron los tigres en el 2° de latitud, en el río Casiquiare, cerca del volcán Duida), fue arrastrado por la corriente y lanzado miserablemente contra las piedras, en las que se salvó. Es tan común que en estos ríos, entre Popayán y Patía, se pierdan fardos de dinero, y que con bastante frecuencia al bajar el agua se encuentren piastras, y casi siempre de viejísimo acuñamiento, señal de antiguo tráfico de plata en esas regiones. San Miguel, Santa Elena, el Negro, son casas individuales, chozas; pero tan interesante, son refugios y compañía humana (caritativa) en los Andes. Ningún rancho, ningún cobertizo de palma (como Santa Elena) se quedan sin nombre, mientras que en Europa todo un conjunto de casas carecen de nombres o aceptan nombres de lugares a los que pertenecen como alquería o cortijo. La existencia en estos ranchos es de lo más desagradable. Muchas veces hay que encender fuego en la misma habitación donde se duerme. Madera verde, humo terrible - desde hace 2 años, para nosotros el condimento de todas las comidas es el sabor a humo -. Ninguna chimenea ni ningún aguacero auxilian a los ojos. La hospitalidad de estos pobres indios y zambos hace más llevadero ese martirio. Cuando el posadero ve que el extraño requiere de más espacio, se trastea con mujer y niños y pone a disposición su vivienda. La madre carga 2 - 3 pequeños entalegados, sobre sus hombros, con los niños mayores de la mano; el hombre lleva un tizón, un vellón y una estera de hojas de palma; así se trastea la familia a otro rancho puesto que el indio siempre tiene varias casas de campo. En cada labranza un refugio; es costumbre indígena no trabajar un gran pedazo de tierra, sino aquí y allá un pedacito, todo desperdigado - por eso los ranchos están diseminados como los conucos (labranzas) -. Muy temprano, por la mañana, antes de que uno se levante, la familia regresa nuevamente a la casa que han concedido y grandes y pequeños preguntan cómo se ha dormido (el ceremonial entre los pueblos indígenas es fastidioso; no lo han aprendido de los europeos). Cuando llueve y hay muchos extraños, la familia unida alrededor de la choza, sin entrar para no molestar, y esa increíble modestia de ninguna manera aparece como reverencia al blanco (el indio se encuentra muy lejos de esas ideas); no, la emplean en favor de cualquier extraño, si es viajero, y por lo mismo necesitado de tranquilidad. Toda la cordillera, desde Quilcacé hasta Almaguer y Pueblo de la Cruz, está llena de viviendas desperdigadas pertenecientes a familias individuales y libres, que no producen más de lo que consumen, anidando en las paredes rocosas (de los Andes); uno se sorprende divisar casas desde la profundidad del Valle. La distancia de una casa a otra casi siempre es de 1 - 2 horas, ubicadas de tal manera que la comunicación es muy difícil por cuanto están separadas por precipicios rocosos y ríos; cada familia vive en realidad muy solitaria. En esta maravillosa naturaleza de los Andes, en la que una montaña de 1-2000 t. de altura esta separada por valles casi a nivel del mar, en esta
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naturaleza se tocan los productos de todos los climas. Sin embargo el indio como en la Vega de San Lorenzo y en Páramo de Julián sitúa su cabaña arriba, en despeñaderos escamados, en un clima donde la vegetación casi termina; por eso disfruta aún del Plátano, de la caña de azúcar. El ara pequeños pedazos de tierra arriba en el páramo, donde siembra papas, ullucos y aún trigo y abajo en el valle, donde crecen plátano, aguacate, caña de azúcar, papaya, naranjas... Cultivar el campo significa aquí, quemar y abrir huecos con un palo puntudo, huecos en los cuales son arrojadas las semillas. El resto lo hace la naturaleza. Los indígenas no utilizan herramientas agrícolas, especialmente arados, sino en los verdaderos pueblos, donde cultivan grandes campos y sostienen comercio de trigo, como en Pansitará, Rosal, el Pongo y los Pastos. Las pocas familias aisladas (y éstas hacen la mayor población de esta región) producen sólo lo que ellas consumen y nunca mas. De cada árbol fructífero, 2- 3 palos; un jardín de escasos 20 t. de largo, rodeado por una cerca de lechero (Euphorbia); este jardín lo cultivan 1 - 2 años y después lo cambian por otro, no porque el suelo produzca menos sino por instintos nómadas. - Esta es costumbre indígena, una costumbre que nosotros observamos entre las ramas independientes en el Orinoco y Río Grande, y que reina en las naciones subyugadas, a pesar de haber transcurrido ya 300 años desde la Conquista. Estas últimas no se distinguen casi en nada de las primeras: igualmente atrasadas e igualmente ignorantes en el idioma español. La cultura que le dieron los españoles a los indígenas se limitó a ciertas ceremonias religiosas exteriores. Sí; la indolencia del gobierno, la política de los misioneros, quienes impiden la convivencia entre españoles e indígenas, la suavidad de las leyes, que permiten a los indígenas tener un estado dentro del estado, todo contribuye a dejar a los últimos en su constitución original, constitución que es tan permanente, que los indígenas americanos están tan aferrados a su procedencia como los chinos y los hindúes. ¡Cuán difícil es extirpar, hasta en Europa, costumbre y lenguas muy antiguas! (Provenzales, Galeses, Wenden in der Lausitz, Biscaya, Gute Communes) El viajero investigador debe agradecerle a la indolencia española el haber hallado a los indígenas en este antiguo estado natural. No se viaja solamente a un nuevo país, sino se traslada uno al siglo pasado. Conoce uno en Suramérica cómo vivían los indígenas en el tiempo de la conquista y los españoles en el tiempo del gran Emperador. Cree uno estar viendo, en el Reino de Granada, la invicta Cundinamarca y la vieja España. Los europeos recibieron en esa época más de los indígenas que éstos de aquellos. - En San Miguel usan un llamativo asiento caminador; un instrumento indígena para enseñarle a caminar y a la vez divertir á los niños pequeños; los españoles lo llaman brincador. Una especie de canastilla, mapire, en la cual el niño es sostenido por debajo de los brazos, amarrada a un lazo; este alcanza a las vigas y se amarra alrededor de una rama elástica. Los pies del niño tocan el suelo, en cada movimiento la rama se impulsa hacia lo alto, el niño salta y repite este movimiento de puro gusto, de donde resulta una especie de danza. El hermano mayor tocaba con la mano el tambor indígena (un tronco de árbol al que se le saca la madera de adentro, recubierto por una piel de caucho), una niña pequeña bailaba alrededor de la cesta y el niño de cinco años seguía muy rítmicamente con los pies el toque. La fiesta de San Francisco la pasamos en el nuevo pueblo La Ascensión; así llaman a un par de casas sobre la garganta de una montaña alta. Un párroco joven, con apariencia de muchacho, copiaba en una escuela doctrinera (Iglesia) todo cuanto se hace en San Pedro, en Roma. Los candeleros del altar eran moldes de barro. Frente al altar había una mesa, sobre la cual colgaba una cubierta de paja, estera. Esto limitaba el asiento del coro. Pero lo más llamativo era la danza indígena durante la misa. El capitán de los indios estaba arreglado con estilo de arlequín: un casco de tela con 17 [Pastern] colgadas de unas hebras y con una urdimbre de cintas. Su pelo sencillo, suelto al modo de medusa, alrededor de los hombros. Innumerables rosarios colgaban alrededor de su cuello. Llevaba una corta falda femenina hasta la rodilla; descalzo, pero con tiras de cuero desde el tobillo hasta la rodilla, con innumerables campanillas colgando. Un bastón en la mano. Dos compañeros con campanillas similares, pero con decoración
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menos rica. El cura recibía a los indígenas en la puerta de la iglesia; ellos bamboleaban los bastones delante del sacerdote y danzaban una especie de ballet frente al altar, al ritmo de un tambor y un pífano (el mismo indígena tocaba simultáneamente ambos instrumentos). El movimiento de los pies era muy sencillo; un taconeo después del toque, lo cual producía un ruido como de un bolero con castañetas. Tan uniformes como el movimiento de los brazos, (port de bras) eran el bamboleo de los bastones y el danzar entrecruzado, todo con una gravedad sin fin y con pretensiosos aires. Con el comienzo de la misma paraba la danza; pero, ¡cómo nos sorprendimos cuando en la consagración, cuando el padre tenía en alto la hostia y el cáliz, resonó la música indígena! Los hombres enmascarados danzaban con estilo de bacanal alrededor del sacerdote, durante un cuarto de hora. - Baile en el momento más importante de la ofrenda de sangre de Cristo.- Terminado el ballet, el sacerdote concluía el ofrecimiento, pedía zuecos y entonces empezaba la procesión. Con cuál ímpetu bailaban los indígenas una especie de cadena en el curso de la procesión, movían los bastones delante de los cuadros de los ídolos cristianos. Yo dibujé todo eso. Zuecos (no sabía que los suecos son gente, dijo uno que por primera vez oía hablar de los suecos, suecos). Zuecos son suelas de madera, plataformas con una horma de dos pulgadas por debajo y abrazaderas de cuero por encima - una especie de zancos que elevan el pie y lo protegen contra la humedad. Así como en Europa, en un día de lluvia, ofrece uno su coche a un visitante, aquí se le ofrecen zuecos; por esto, me decía un danés de por aquí, no sin cierta gracia, que estos zuecos son los carruajes del país, por cierto muy baratos. En Popayán, Pasto, Almaguer y, especialmente en Chocó, en todas las regiones muy húmedas, es muy común el zueco; el temor de los hombres a mojarse es tan grande, que ninguna persona medianamente culta podría dar 3 pasos fuera de su casa, hacia el jardín, sin meter los pies en los zuecos, delicadeza qué llama mucho la atención entre hombres que año tras año han caminado descalzos y viven dentro de la mayor sencillez de costumbres. El que no está acostumbrado a caminar en zuecos, corre peligro de caer fuertemente - como nos sucedió en Cartago, en un paseo en que nos obligaron a usar los zancos. Las zuecos tienen la enojosa propiedad de resonar desde lejos como cascos de burro. Se dejan los zuecos en la puerta, como el coche; así lo hacía el gobernador en Almaguer, cuando nos acompañaba a la iglesia. Desde Santa Helena hasta el Valle de San Lorenzo o el Valle de Pancitará, el camino es muy peligroso por los voladores, precipicios: unos estrechos caminos para caminantes, de diez pulgadas de ancho, pegados a un despeñadero de 100 pies. Las rocas están muy desgastadas y en muchos puntos, caídas. No entiende uno cómo pueden las mulas cargadas andar por aquí con paso seguro (además sobre un húmedo suelo de greda). Si se hubieran despeñado, se hubieran perdido, no sólo las mulas sino también la carga, porque la caída rompe todo y el río es muy caudaloso - y a semejantes caminos en los Andes tiene uno que confiarles sus manuscritos, instrumentos y colecciones... El río Pansitará se creció tan rápidamente, que media hora después de haber estado nosotros en San Lorenzo (donde don Antonio Muñoz, un caballero descalzo) ya no pudo ser vadeado. El Valle de la Vega es, como todos los valles de los Andes, muy pintoresco. Su gran hermosura descansa en las caídas de agua, que relucen entre los matorrales con fulgor de plata. En la mayoría, el principio y el fin (pie) están cubiertas por ramas de árboles, pero el murmullo se origina en la cantidad de agua. Los robles estaban aquí totalmente floridos y se acababan de cubrir con fresco follaje. Desde que dejamos Europa (Aranjuez) no habíamos encontrado tan vivamente la hermosura de una vegetación de mayo, como aquí en la Vega. Todo un bosque con un amable y delicado verde amarilloso; nada tan igual a nuestra primavera. Se goza muy poco de este espectáculo en el trópico porque solo pocos árboles (como Caryocar amigdalí ferum, Quercus, Mimosa carita) arrojan a la vez todas sus hojas para recubrirse con nuevas, y porque esos escasos árboles forman poco follaje. La mayoría de los árboles (uno a uno) pierden aquí y allá una hoja que se repone inmediatamente. De San Lorenzo hasta Almaguer nos acompañó (el mayordomo de Poblazón), Muñoz, un joven hombre común
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pero agradable, quien nos fue muy útil cuándo nuestras mulas se cansaron y él nos dio las suyas. En la Vega existen muchos ciervos y no el pequeño cervus mexicanus, propio de las regiones cálidas y bajas, sino un gran ciervo con una poderosa cornamenta, probablemente cervus canadensis, si no el mismo europeo. Los perros de este lugar están maravillosamente adiestrados para perseguir a los ciervos en unas altas y rocosas paredes con una pendiente de 60°, hasta que éstos bajan y se refugian en el río. Aquí se rodea al atemorizado animal y se lo enlaza, lo cogen con el nudo alrededor del cuello. También hay aquí, como en el páramo de Puntaurcu, (cuyos picos se ven asomar sobre el pueblo de San Lorenzo y en cuya pendiente suroccidental está localizado el enorme pilón Teta de Mazamorra), en Cerro Gordo en Almaguer, en el páramo de Julián, muchos osos negros y frontines con una mancha blanca en el hocico. Estos, atemorizados, se defienden contra los hombres y, parados en las patas traseras tienen la misma altura que éstos. Dado que están bien alimentados, no es muy usual que ataquen al ganado vacuno. La forma de los valles y de las montañas, todo anuncia en los Andes inundaciones, temblores... tan tremendos y grandes como la cordillera misma. En el Valle de Pansitará se sorprende uno particularmente ante el volumen de masas de rocas, que se han despeñado sobre los valles. Otras, amenazando derrumbarse, parecen estar suspendidas en al aire.., y esto en una región donde los temblores de tierra son tan frecuentes como fuertes. Todas estas aguas de montaña son muy pobres en seres orgánicos; de pescados sólo hay Pescado Negro (Ver MSS. Animalia). Era muy raro que en el río Pansitará, donde cae con mayor fuerza el río Pansitará, chapuceara un Fulica. Sobre la colina, al otro lado del pueblo Pansitará, cuyo número de casas ha aumentado mucho recientemente, se ve el alto desolado de Cujurcu, San Julián. El primer páramo está hacia el norte de Pansitará, el último hacia el suroccidente. El primero es parte del Páramo de las Papas (debido a la cantidad de Solanum tuberosum que cultivan allá los indígenas), páramos de verdad de una altura no muy considerable: escasas 1600 t. Toda la parte de la Cordillera de los Andes, desde Sotará hasta Pasto, es más baja que la extensión del sur (Antisana, Chimborazo) y que la del norte (Puracé, Barragán, Tolima). Desde Sotará (y aún este volcán apagado escasamente alcanza la línea de las nieves perpetuas; sólo su borde exterior está cubierto con nieve permanente) hasta la Providencia de los Pastos, en una anchura de 2°, la cordillera no tiene nevados. Su lado más alto en esta línea generalmente tiene una altura de escasas 1800 to., puesto que, con excepción del Páramo de Socoboni, nunca se ven las cimas nevadas, ni siquiera durante corto tiempo. De norte a sur se ordenan en alturas así:
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Páramo de Tierradentro (Nevado)
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Páramo de Guanacas Nevado
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Páramo de Malvasa
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Volcán de Puracé Nevado
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Páramo de Paletará y Coconuco
— Volcán de Sotará Nevado, de éste nacen casi todos los ríos que forman el Patía, Timbió, Quilcuasé Quilcaré, Smita, Guachicón; en su falda del sur está el pueblo del Río Blanco.
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Páramo de Cuyurcu.
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Páramo de Julián, y al oriente de ambos
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Páramo de las Papas del cual no nace el Río Magdalena, sino del
— Páramo de Socoboní, una alta roca cónica (dicunt) de rocosidad negra, volcán antiguo que supuestamente brama todavía. Aquí va un viejo camino sobre la Cordillera, desde Timaná hacia Pansitará, llamado Camino de Barandilla, muy complicado y lleno de peligros. El osado obispo de Popayán lo recorrió, pero estuvo a punto de morir en ello, debido a la carestía de víveres y porque las mulas no pudieron transportar la carga. Fue rescatado por los indígenas de Pansitará, San Sebastián... el cual está frecuentemente nevado, 2 lagunas, cada una de 2 - 3 leguas de longitud, la primera de Santiago y la última de la Magdalena, debido a que allí nace el río. El Cauca nace más hacia el occidente y más abajo en la pendiente, pero se cree que su fuente sea una salida de la Laguna de la Magdalena; se prefiere creer esto, ya que el pueblo se inclina mucho a pensar que los ríos nacen de lagunas. — Páramo de Iscansé, igualmente una montaña cónica puntuda que yo vi desde Almaguer. En su pendiente occidental está el pueblo de S. Juan. Entre éste y Socoboní, a partir del pueblo de Pongo, parte un viejo camino que conduce en 3 días de viaje a S. Rosa y de ahí a Mocoa ¡¡Se introducía contrabando brasilero río arriba, por el Amazonas y el Caquetá, por ese camino, y por tal motivo se ha escrito mucho sobre su prohibición. — Páramo de Achupallas, del cual nace el R. Sambingo; este páramo queda más al occidente de los altos, en S. Pablo. — Páramo de Tayumbina, del cual nace el Mayo, río hasta el cual llegaron las victoriosas armas de los incas; armas e idioma. Dado que este último aún reina en Popayán y Almaguer, se debería casi pensar que el territorio de los incas se extendía más; sin embargo, esto sólo fue consecuencia del tráfico por las fronteras, además de que en los primeros tiempos de la Conquista los indígenas fueron tan arbitrariamente arrastrados de una región a otra que así se extendieron las lenguas. _______________ [Al margen]: Vea la continuación en al gran libro azul p. 13. _______________ DIARIO VII bb. y c. 282n,R - 280n,R - 280n,R _______________
(1) A veces, por cierto más raro, se encuentran cristales de feldespato en cruz, pero confusamente unidos, muchas veces 3 - 4 en grandes manchas, como se puede reconocer en la dirección de las hojas. En el feldespato frecuentemente, en la mitad de sus hojas, se hallan pequeños cristales de anfibolita, como en la leucita del Vesubio!
(2) Debería ser la excelente pizarra negra de jaspe, cuadrada de 1/3 de pie, la que posee Nuestra Señora de Almaguer y la que se enseña a todos los extraños por su excelente brillo, ¿no es masa elemental. de ese pórfido? (3) Un fósil que descubrió von Soimonow en el basalto Stolpener, parecido, creo, a lo que Werner llama melanita. Además, en este pórfido negro todavía reconozco fragmentos de un fósil duro vidrioso, de brillo plateado semi-metálico.
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Chocó [Adición posterior:] 1 colada = 5 arrobas de sal Charambira, 2 pesos; en Nóvita 4 pesos. Allí todos están encaprichados con la búsqueda de oro, y consecuentemente, como en las provincias de Antioquia y Popayán, el cultivo de la tierra está totalmente desatendido. La carestía del maíz, de la carne... no resulta por exceso (baratura del oro) sino debido a la escasez de los productos y a la dificultad para introducirlos desde Popayán, e incluso desde la provincia de Antioquia. En el Chocó (Nóvita, Tadó) una libra de carne de res normalmente vale 2 reales. Carne de cerdo, 1 real. Una colada de maíz que tiene 6 almudes, cuesta de 4 a 5 pesos. En el Chocó, a un negro casado que trabaja lavando oro en las minas, semanalmente se le entrega 1 almud de maíz y 16 plátanos. Esos infelices negros no podrían mantenerse si en esa naturaleza salvaje, boscosa y abandonada, no existiese gran cantidad de cerdos salvajes. De ahí la importancia de los perros, y también porque el tigre, a pesar de ser pequeño, de todos modos es muy ágil y frecuentemente agresivo. Un perro cuesta allí de 8 a 10 pesos, y eso el más ordinario. El tigre y el caimán están ávidos de la carne de perro, lo mismo que el gato de la de ratón. Aquí siembran el maíz según antiguas costumbres, de manera totalmente a la loca. Sin aflojar la tierra, esperpean puñados de maíz entre los arbustos. Cuando la planta adquiere un desarrollo de 6 a 8 pulgadas, tumban los arbustos, por lo cual muchos tallos de maíz son aplastados. Se cree que secándose el follaje y pudriéndose abona más la planta... Pero el poco maíz que aquí se siembra es arrastrado, en su mayor parte, por las crecientes de los ríos San Juan, Calima y Tamaná. En esas épocas, las palmas de taparo, chontaduro y palma de mil-pesos son un gran consuelo para el pueblo pobre, página 259, especialmente la primera de las nombradas, así como el tipo crexo (?) Bacao. En Citará (porque el transporte es muy raro y difícil) los alimentos de primera necesidad son muy caros. 1 libra de carne de res cuesta 3 reales. - En el Chocó no florecerá la minería mientras no se desarrolle el cultivo de la tierra y la cría de animales en esos valles tan excelentes, fértiles e indescriptiblemente húmedos. También la esclavitud es claramente contraproducente para la minería. En muchas minas los mayordomos compran más polvo de oro a los esclavos del que éstos recogen para sus amos, porque los esclavos, en el 1 ½ día que se les concede, obtienen mas oro que (pereza de esclavo) en 5 ½ días de trabajo obligado. Con hombres libres, dándole al trabajador cierto porcentaje, el Chocó podría producir de 3 a 4 veces más oro que hasta ahora. A eso hay que añadir el desconocimiento para transportar agua, para entresacar, lava... Los negros, no solo los nacidos aquí, sino también los traídos de la costa africana, quienes nunca antes han visto lavar oro, aquí son los (admirados) directores de la explotación minera. Estos negros, para mejorar un tanto su estado miserable, buscan
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minas de oro como los perros a la trufas. Cada negro conoce de 4 a 5 puntos en los que recoge por su propia cuenta. Si ese sitio es productivo, el esclavo se lo vende al señor y así, como en Alemania los mineros particulares empiezan toda explotación minera; asimismo, aquí cada mina grande de aluvión tiene que agradecer su origen a los negros. Pero también hay ejemplos de esclavos negros que por medio de minas encontradas por ellos mismos no sólo han comprado su libertad, sino que inclusive han obtenido de 60 a 70 esclavos. Chocó es un pequeño territorio formado por los valles del río Atrato y San Juan. Aquí se anda sólo a pie, cargado (en una silla con espaldar sujeto a la espalda de un hombre libre; así transportado se alcanzan 6 - 7 leguas diarias), o en canoa por los ríos. No se conocen caballos ni mulas. Llueve durante todo el año, a excepción de enero - abril. Desde las bocas del Atrato hasta Citará se puede llegar en 10 días en una canoa liviana, y así es posible efectuar el camino hasta Popayán por Noanamá y Cali en 25 días, mientras que por Honda, siguiendo el Magdalena aguas arriba (es decir por el camino usual), se requieren de 45 a 50 días. Poco a poco se empieza a utilizar el camino por el Atrato a Popayán (así como el del Sinú al Chocó), pero la rudimentaria construcción de los champanes dificulta inmensamente la navegación. Un champán cargado necesita 40 días para llegar a Citará desde la boca del Atrato. En países donde todo el comercio se hace por los ríos, y eso río arriba (Magdalena, Cauca, Sinú, Atrato, San Juan, Calima), sería sumamente importante hacer traer constructores de Cádiz, los que han hecho ensayos sobre la más ventajosa construcción de embarcaciones fluviales, ensayos que son más fáciles y de bajo precio en países donde la madera es tan barata. [ Adición posterior ] Plat. solamente 400 libras. Restrepo. I, 43. Desde el río Quito, [Quibdó?] o Atrato, hasta el río San Juan hay dos arrastraderos; el uno, a nivel más alto, va por la así llamada Quebrada de Raspadura, donde realmente existe un canal navegable que une los mares, apto para pequeños botes; el segundo, más chico, es el de San Pablo. Este último es el usual camino comercial de Cali, Nóvita a Citará o Quibdó. Aquí hay una ley bárbara que consiste en traer indios de Citará a San Pablo (por lo cual muchas veces hay que esperar 7-8 días) para cruzar la quebrada de San Pablo. Si el equipaje se hace transportar por propios o por negros alquilados en San Pablo, se ahorra un 80 por ciento de los gastos, pero como hay que pagar 2 pesos de multa al teniente de Citará, los que ut dicunt se darán a los indios como indemnización. Esta presión corporativa no es sorprendente si se toma en cuenta que el teniente y el corregidor, quienes matan a los indios haciéndolos trabajar hasta sangrar, les dan anticipos en ropa, artículos de hierro, para poder tratarlos (con el pretexto de que paguen con trabajo) como a esclavos y para que se sienta la omnipotencia del señor sobre todo el patrimonio indígena, y por consiguiente (al igual que los monjes franciscanos en las misiones del Orinoco) tienen muchísimo interés en que los indios ganen dinero en efectivo para que retorne hacia él, al corregidor. Por regla general, la tenencia de Citará es concedida, personalmente por el Virrey en Santa Fé, a uno de sus más distinguidos sirvientes o escribientes. Estos ganan en 2 años de 30 a 40.000 pesos, sin contar con sueldo fijo; por lo mismo, todo es arrancado a los indios por la fuerza. Esta tierra rica en oro también está en la más miserable condición. Nóvita y Citará, las así llamadas capitales, son miserables aldeas llenas de chozas de paja, pero Quibdó (Citará) es un poco mejor que Nóvita. El único puerto, si así se puede llamar a unas pocas casas, es Charambirá, en la mayor desembocadura del río San Juan. Hasta 1786 aproximadamente, por aquí transitaban barcos que provenían directamente de Valparaíso y Lima, en especial con productos chilenos, vino, aceitunas, garbanzos y telas de las Indias Orientales... Pero los comerciantes de Cartagena (los que con los ríos
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Meta y Orinoco han dañado el comercio, y que quieren ejercer un monopolio tiránico en esa franja de tierra, como lo hizo Cádiz en otros tiempos); aquellos comerciantes han obligado a la promulgación de una ley en el sentido de que el Chocó debe ser abastecido sólo desde Popayán (Cali) a través de las bocas del Atrato, y de que ningún barco procedente del Perú debe entrar en Charambirá. Desde el decaimiento del comercio chileno y peruano, los víveres encarecieron más todavía; Charambirá decayó totalmente y Cartagena, a pesar de ello, no alcanzó totalmente su objetivo por cuanto Popayán abastece al Chocó con productos que en la mayoría no entraron por Cartagena, sino por Riohacha o Santa Marta (por consiguiente, de contrabando), o de manera totalmente prohibida, desde el Perú hacia la desembocadura del río Buenaventura. Pues para ese puerto, (únicamente una desembocadura, no hay ningún poblado, excepto hacia arriba, el pueblo de Santa Cruz) pueden despacharse barcos desde Lima, así como de Guayaquil. Este comercio de Popayán con Quito y Perú va en aumento. Pero que mala política en una región donde la minería so puede ampliar sólo mediante víveres más baratos, [y no] prohibiendo la entrada a fin de que los pobres mineros dependan de Cartagena y Popayán. - Antes de haberse permitido el comercio del Chocó a Cartagena, a través del Atrato (Góngora fue el primero que lo abrió al Atrato), a Nóvita venia hierro por Cartagena, Santa Fé y Popayán, y 1 Ct. de hierro (forjado) valía allí en tiempo de paz 140 piastras, hoy 40 piastras. En el Chocó, una persona que de alguna manera conozca la tierra, diariamente lava oro por 1-2 piastras; sin embargo, existen ejemplos de algunos negros que encontraron puntos donde el agua ha limpiado por sí misma el oro, concentrándolo simultáneamente, y donde en un sólo día se encontraron de 10 a 15 libras de oro (a 200 P.). Pero la vida en el Chocó es muy cara por cuanto el más pobre arriero de mula, como extraño, tiene un consumo diario de 12 reales (= 1 ½ P.). Y ninguna india se deja hacer el amor por menos de 1-2 piastras, y cuántas veces se lo haga, otras tantas se tiene que pagar el dinero convenido; una mulata cobra de 4 a 5 pesos. Un barril de 6-7 arrobas de grano norteamericano, que en Cartagena vale 25-30 pesos, en el Chocó cuesta 64-100 pesos. Una carga de 10 arrobas de harina limpia, de Santa Fé, donde vale 8-9 pesos, debido al transporte, en el Chocó sale costando 64-70 pesos.
______________ El Chocó tiene 18 caseríos; el gobernador está en Nóvita, en Quibdó hay un teniente, que depende del anterior. El partido de Citará, tendrá por toda población 16.000 almas. Semanario I, p. 429. ______________ [Adición:] H. M-z aseguré en Quito que la rotación de la tierra arrojó el oro de los Andes hacia abajo, al Chocó. ______________
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Oro: Oro blanco, de Marmato, cerca de Cartago, casi como la plata, blanco-rojizo, ¡con un contenido de 12-13 kilates de plata! Por eso el color blanco del oro. Oro lavado, es el electrum natural. El oro de Antioquia tiene 19-20 kilates, nunca más. Barbacoas - (Ver pág. 269,3, abajo). En la cordillera que se extiende desde el sur de Neiva, hacia Ibagué y el Quindio, todas las rocas contienen oro y plata. En los dos poblados de Los Organos, los indios muelen la roca, cortando de ese modo el oro; la plata no les llama la atención. En Quiebralomo, cerca de Cartago, desde hace 3 años se efectúa una explotación minera de ensayo, explotando en las galerías oro y plata, con tal suerte y tanta riqueza que ya se han originado disputas entre los dueños, algunos de los que quieren adueñarse de todo. Proceso normal en todos los negocios españoles. La plata sólida se presenta en ramas de filón del grosor de un dedo. Las provincias de Popayán y Barbacoas suministran anualmente 500.000 P., Chocó 1.300.000; las provincias de Antioquia, Simití y Guamocó, 400.000 P. de oro; por consiguiente, ¡todo el Reino de la Nueva Granada proporciona ¡2.200.000 pesos de oro! El río Andágueda es el mas rico en oro corrido, pero debido a su fuerte corriente, sus riquezas se pueden aprovechar muy poco. Allí las negras acostumbran colocarse una piedra pesada sobre la nuca a fin de sumergirse más fácilmente. En una canasta con 3/4 de pie cúbico de arena recogida al fondo lavan 3 castellanos o sea 6 pesos, rara vez menos, muchas veces 8, y en casos singulares hasta 15 castellanos. Muchas veces se ha pensado en desviar el río y seguramente seria obra muy recomendable para una sociedad. En el rio Andágueda hay un gran peñasco Piedra de la Tumbaga, donde es muy peligroso anclar; la leyenda cuenta que contiene oro. Recientemente se ha examinado esa roca cúbica (;según la descripción es granito!) y se encontró que apenas tiene un 3 por ciento de oro (el granito de Guadarrama, en España, también es aurífero, encontrándose el oro principalmente en la roca atravesada por el granito, pero con un 8 al 10 por ciento de platino. Este sería el primer caso en el que se presenta platino en una roca viva, pero el descubridor observó muy correctamente que ha podido raspar sólo la muestra de la superficie quebradiza; según eso sería muy posible que el platino sea producto de aluviones y que se encuentre en la costra endurecida que cubre todas las piedras de aquel río. Es más seguro que el peñasco contenga una mezcla de cobre y oro. El acuñamiento en Popayán y Santa Fé da anualmente 10.000 pesos de excedente en regalías. La mayor parte de oro se acuña en Chile, se calcula en 1 ½ millones de piastras, en México apenas 1 millón, en Popayán 900.000 pesos, en Santa Fé 1 millón; todo eso en monedas de oro. En México, en total se acuñan anualmente 20- 23.000.000 de pesos. Toda América, cada año produce aproximadamente 34.000.000 de piastras de oro y plata. Véase el libro azul p. 49. _______________ [Anotaciones al márgen izquierdo:] tiene 21-22 kilates. Chocó tiene 20-21 kilates, nunca más. El oro de Citará es más fino que el del Chocó del Sur o de Nóvita. El oro más fino y rico en Citará es el de Cabi y Purdú, de 22 kilates. _______________ La Quebrada de la Mina Raspadura entra en el río Quito [Quibdó] con suficiente agua para una canoa, y ese río Andágueda y el de Citará se unen en la ciudad de Citará
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desde ahí se llama río Citará. El río Andágueda es inmensamente rico en oro para lavar;* sin embargo, es poco trabajado debido a la fuerte corriente p. 268. PLATINO.- (*) La mayor cantidad de platino la dan: la mina de Condoto (jurisdicción del Tadó, a unas 5 leguas de Nóvita); las minas de Santa Rita y Santa Lucía, en la pequeña ciudad de Tadó, donde nace la quebrada Platina, que desemboca en el río San Juan. La Santa Lucía (la más productiva) da hasta 15 por ciento de platino (en 100 de oro 15 de platino). Una mina aluvial de oro abandonada, daba 50 por ciento; se llamaba Quebrada de Guacuco y otra el Suruco, en el río San Juan; pero se las abandonó porque daban demasiado platino. Citará da muy poco, apenas 2 por ciento (Santa Rita, en el río Viroviro); por consiguiente, todo el platino viene de 10 leguas a la redonda de Nóvita; por lo demás, en el Chocó, en la jurisdicción de San Agustín, Guaicama... donde hay mucha plata pero ningún platino. Santa Lucía, al sur de la quebrada platina, fue la primera mina donde se encontró platino, apenas hace 80 años, porque las minas de Tadó, las 3 (Condoto, Santa Rita o Viroviro y Santa Lucía) dan actualmente casi sólo platino y constituyen en nuevo descubrimiento; por lo demás tan sólo habitadas por indios salvajes (también en la de Tadó hay mucho platino, Quebrada de Irá, aproximadamente 11 por ciento). También se ha descubierto platino en el mar meridional, al sur de Barbacoas, en Napi y Guapi, en la provincia de lscuandé. El rey paga por el platino 2 pesos. Contrabando, antes 4, ahora 8 pesos la libra. Nóvita queda en el río Tamaná, el cual desemboca en el río San Juan a 3 leguas de allí. La provincia de Nóvita anualmente da 100 arrobas de oro, por consiguiente no más de 11 arrobas de platino por año. En los primeros años entró al comercio muchísimo platino debido a que se buscaban entierros. Los primeros mineros de Tadó no botaban el platino sino que lo enterraban haciendo montones a fin de que no se mezclara el desperdicio con el oro no lavado. Por eso, rebuscando aquellos viejos tesoros, en los primeros años se sacó tanto platino a la luz del día. El platino, tal como se lo compra en el Chocó, frecuentemente contiene oro, muchas veces hasta 2 castellanos en libra. En Popayán los orfebres han hecho un pectoral de platino para el arzobispo de Quito. Platino calcinado (ácido vitriólico) con greda (vitriólica) y sal común, y nuevamente separado por plomo. En Popayán, hace 20 años todavía se utilizaban en las iglesias y habitaciones bolsitas con platino como contrapeso para arañas y persianas. Desde que subió el precio del platino se cambiaron esos sacos por otros con arena. Probablemente en el Chocó no se producen anualmente más de 60 arrobas de platino, en minas de oro apenas 10-20 arrobas, pero en días festivos los negros también buscan expresamente platino. Se dice haber visto en el Chocó granos que eran mitad oro y mitad platino, muy vistosos, pero la noticia no es segura.
* A pesar de la noticia correcta que dió Berthollet en Anales de Chimie, Julio de 1792, Tomo 14, p. 20, desde aquel tiempo, en todas partes se leen miles de locuras sobre el lugar de origen. Así Herrgen en Anales de Ciencias Naturales dice que se encuentra platino en Chocó, Barbados y Cartagena. Blumenbach dice que también en Santa Fé y cerca de Cartagena. [también] dice que en las minas de oro de Santa Fé, cerca a Cartagena, en el Chocó y en el Perú. Gillet tiene en el poder grandes pedazos de platino, 4 1/2 líneas de largo, 3 1/9 líneas de grosor; pesa 40 granos peso de marco. Mi pedazo de platino de Tadó tiene 12,7 líneas de largo, 9,2 líneas de ancho y 6,3 líneas de grosor; pesa 2 onzas, 2 ochavos, 4 tomines y 10 granos, en conjunto 1354 granos del marco de Castilla. *
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Oro. El Reino de Nueva Granada acuña 2 millones de oro. Pero con seguridad se puede calcular que, desde que se abrió el Atrato y el tránsito del Chocó al exterior, se aporta la misma cantidad de esta 2/3 en oro en polvo, sin pagar la regalía o impuesto, de tal manera que la producción de oro, sin duda, es de 4 millones. Trozo de oro encontrado en 1730, cerca de La Paz pesa 90 marcos. Raynal, II. p. 226.
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Entrada a Santa Fe (Escrito) en el camino entre Popayán y Pasto, desde el 29 de Noviembre de 1801. Dada la enorme multiplicidad de los objetos, es difícil registrarlos todos. Uno se apresura con todos los hechos singulares, mediciones, descripciones de la naturaleza y todo lo trivial; precisamente por eso lo más interesante sobre la formación humana queda relegado, como en el caso de la cultura social; se cree que eso escapa menos a la memoria; se quiere recoger mas materiales.., y por eso precisamente lo mejor queda fuera del manuscrito. Principalmente en las grandes ciudades se pierde la mayor cantidad de tiempo en visitas, ceremoniales... con cálculos de observaciones astronómicas. Por ello en mi manuscrito se encuentra tan poco sobre Cumaná, Santo Tomás de Angostura, Caracas, La Habana y Santa Fé, donde pasamos varios meses. Quiero tratar de recuperar lo perdido en aforismos sin orden. Santa Fé. Cuando salimos de La habana estuvimos plenamente seguros que no tocaríamos Santa Fé, y que en busca de la expedición Baudin tomaríamos el camino de Panamá a Guayaquil. Quién no se estremecería de la idea de empezar un viaje con 12 mulas y su eterno reempaquetamiento, por un camino terrestre de 4 - 5.000 millas, por Honda, Popayán... Yo personalmente pensé que mis finanzas no serian suficientes para ese camino. En Cartagena todo nos parecía diferente. Una navegación peligrosa; desde Trinidad a Sinú y Cartagena nos saló un poco el mar; la brisa todavía bramaba terriblemente en el mar norte, pero (ya que pasamos 1 mes en la travesía de la isla de Cuba a América del Sur) se nos aseguró que la brisa en el mar meridional habría terminado antes de llegar, a través de Portobelo y Chagres, a Panamá. Estábamos en peligro de esperar en vano una embarcación en Panamá durante 8-4 meses y luego perder otros 3 meses hasta Guayaquil, luchando contra las corrientes marítimas meridionales. Panamá es mortal para europeos. A esto hay que añadir la idea de ver un camino terrestre tan enorme, y Mutis tan cerca. Mutis... Eso nos alentaba. La esperanza de utilizar su biblioteca, de comparar nuestras plantas con las de él... A pesar de que nos lo habían descrito como reservado y de muy mal humor... Pero confiábamos vencer todo eso. En Cartagena teníamos la dirección de don Ignacio Pombo, un comerciante que en parte por inclinación y en parte por vanidad cultivaba las ciencias; poseía Raynal, Denina, libros ingleses, italianos y franceses, y como todos los popayanejos, era un entusiasta por el bien de su patria. Tiene una familia amable, y si se llegaba por la noche, a la hora del refresco, la madre, en vez de los dulces dejaba contar fábulas al muchacho más joven; un modo sabio y económico de evitar los dulces. En La Habana se dice, ¿quiere usted refrescarse?, negrita, que abran la ventana hacia el norte; de allí llega el viento frío. Pombo alababa el camino a Pasto, sobre los Andes, porque deseaba
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que veamos su patria y que la describamos; eso nos decidió totalmente por el camino terrestre. El nos dijo que los gastos en mulas no llegarían ni a 1.000 piastras; ahora* hemos comprobado que pasan de los 1.600 piastras. Por eso enviamos todo el equipaje pesado; mandamos el cuarto de circulo y los libros menos necesarios en una gran maleta. por Portobelo y Panamá a Guayaquil, y empezamos nuestro viaje a Santa Fé, con 9 mulas de carga. En el Magdalena, Boca de Nares, se nos dio la noticia (agradable para nuestro compañero, don Louis Rieux) de que Mutis ha muerto. Tantas picaduras de mosquitos, peligros del río y perdido el motivo fundamental... En Honda llegamos a saber que la noticia era falsa y recibimos de Mutis cartas muy atentas, en las que comunicaba que nos preparaba alojamiento y que estaba dispuesto a mostramos todos sus tesoros. Esas cartas eran respuesta a una mía muy artificiosa, en la que le comuniqué, desde Turbaco, que había emprendido el peligroso camino por Santa Fé y Popayán tan sólo por verle a él, y que desde hace 10 años tengo deseo ferviente de conocerle personalmente, así como su gran obra que prepara para la posteridad... Todo eso repetí en la carta al virrey y conociendo el deseo de gloria de Mutis, no erré mi objetivo. En realidad tenía que halagar el viejo hombre no sólo un poco, haciendo ver al público de Santa Fé que del norte lejano llegaba un hombre sólo para visitar a un erudito, al mismo que una gran parte de ese público trataba con afectada indiferencia. De ahí la amistad sin límites, los sacrificios y gastos que hizo Mutis por nosotros. Era de su propio interés; era el interés de su partido. ..Todos los que venían de Santa Fé aseguraban en Honda y Guaduas que Mutis corre como loco por todas las calles anunciando la visita, haciendo preparativos para la recepción; aseguran que ha rejuvenecido... Al enemigo de Mutis el nuevo Inspector de la Quina, don Louis de Rieux, todo eso le causaba una fatal impresión; él nos aseguró que Mutis nos ocultaría todo... Nosotros visitamos las minas de Mariquita y Santa Ana, anterior domicilio de Mutis; eso dio oportunidad para escribirle amenas cartas. Le anuncié algunos nuevos géneros de Schrebersche y Swartzische, los que habíamos visto en el Rio del Magdalena y de los que se podía suponer que apenas los conocería por su nombre - un medio para poner en tensión su curiosidad botánica, obligándolo a la vez a entrar con nosotros en relación botánica -. También tenían que acercar nuestra amistad la misma amistad con Cavanilles, el que publicó El Almendro de Mutis, con grandes alabanzas, el mismo odio contra Ortega y desprecio contra la Flora Peruviana, la que yo denominé Guía de Forasteros (porque allí pasaban revista a todos los secretarios del consejo), nos acercaban al viejo clérigo. Mutis nos recomendó a sus amigos en Honda y Guaduas; en Fontibón nos preparó una gran comida, invitando a muchas personas... Para su mala suerte, Bonpland enfermó en el Alto del Sargento; fiebre, consecuencias de los miasmas del río, pero más probablemente producida por un baño frío, a la loca, en Honda, al medio día, a la una. Esa fiebre pareció en Guaduas, al principio, muy seria; más aún debido a la flojera de Bonpland. Eso retardó mi estada en Santa Fé en 2 meses, retrasó nuestro viaje a Quito, que ahora se producía en el tiempo más infame de lluvias... Y tiene miles de desagradables consecuencias. Nos quedamos 8 días en Guaduas debido a la todavía indefinida enfermedad de Bonpland, en la casa de Acosta, quien llevaba una vida muy lujosa. Por cuanto en Fontibón se preparaba una comida, y a causa de que nuestro viaje desde Guaduas se postergaba de un día para otro, resultó un interminable ir y venir de urgentes recados entre Acosta y Mutis, lo que hubiese podido cansar fácilmente la paciencia de los dos (*). Finalmente iniciamos el viaje a Santa Fé. * Antes de que nos viéramos, Mutis ya tenía para nosotros sentimientos tan cariñosos que pensaba seriamente, en caso de que la calentura de Bonpland se volviese más grave y persistente, en atreverse a tomar el peligroso camino de montaña a Guaduas, junto con su amigo don Antonio Escallón —en realidad toda una hazaña para un hombre enfermizo de 70 años—.
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Bonpland aparentemente había perdido la fiebre, y nosotros habíamos pensado quedarnos allí de 15 a 20 días a fin de estar en Quito a mediados de septiembre, ¡donde* apenas llegamos a principios de enero! Así pasa con los planes humanos. Gregorito Nariño, el hijo mayor del infeliz Antonio, tuvo que quedarse en Guaduas a causa de la fiebre. Nuestra navegación por el Magdalena realmente fue una tragedia. De 20 bogas, 7 se quedaron en el camino debido a enfermedades. Casi la misma cantidad llegaron a Honda, pálidos y con abscesos detestablemente apestosos en los pies. Les dio tercianas, que en muchos duró de 2 a 3 meses: a Rieux, padre e hijo; a nuestro mulato José de la Cruz, que nos acompañó desde 1799; a la amante de Rieux, doña Manuela de Castro; incluso al locuaz y servicial don Mariano Montenegro (para nuestra desgracia, corregidor de Noanamá, por lo cual nos asediaba interminablemente con historias de culebras del Chocó); también a su pequeño sobrino, Gregorito Nariño. Que feliz coincidencia que mi naturaleza sola resista a la fiebre tan prodigiosamente. En 2 ½ años de tantos viajes, por ríos, bosques, y las enfermedades más contagiosas del Orinoco... quedé libre de fiebres. El [ ] julio llegamos finalmente a Facatativá. La familia de Montenegro, don Pedro Groot, su cuñado y muchos groseros amigos del mismo ya nos esperaban desde 10 - 12 días en ese pueblo indígena donde se sale del bosque a la llanura. Es sumamente extraño ver a tantas personas usando ruanas; uno cree estar frente a pordioseros metidos en un costal del que sólo sobresale la cabeza. La familia de Groot vive en enemistad oculta con Mutis y con los Lozanos... (**) A Groot se le metió en la cabeza darnos una comida en las Cuatro Esquinas y entrar con nosotros a Santa Fé. Esa llegada fue tratada con mucha importancia, por eso se hizo traer un carruaje atrozmente trepidante, bellamente adornado con guarniciones de plata... Y se pensó que así se les dañaría la alegría a Mutis y los Lozanos. En las colonias se está inclinado a tratar así las cosas más pequeñas, con intrigas y hostilidad. Puesto que yo nada sabía de esos planes, y se me preguntó donde pensaba comer al día siguiente; respondí con naturalidad que con los Lozanos, en Fontibón. Esto perjudicó a la intriga. Dándose cuenta de la maldad. Mutis envió a su secretario a Facatativá a fin de manifestarme una vez más que él salía a recibirme por intermedio de sus amigos y que de ninguna manera me deje seducir por otros ni acepte una casa distinta a la suya. El siguiente día en realidad me causó mucha inquietud porque todo lo que se llame representación me produce una impresión adversa. Se quiso que la entrada fuera lo más solemne posible. Quisieron convencerme de que me ponga uniforme, de que me siente en el carruaje junto con Bonpland, a fin de que el resto del séquito nos rodee a caballo. Sólo yo me opuse y preferí montar a caballo a pesar del frío y carencia de vestidos de invierno. (por la noche, en Facatativá, el termómetro estaba en 3° R.). Cerca de Fontibón encontramos 2 carruajes con 2 tiros de 6 caballos. Eran los enviados de Mutis, los Lozanos, el asesor del virreynato, el rector del colegio del Rosario, Escallón, el secretario del arzobispo... Ya que el último pegó a Groot con su propia mano, no sé cómo se perdió nuestra compañía que habíamos tenido hasta ese instante. Se me obligó a entrar en uno de los carruajes; de todos los lados hacían discursos sobre el interés de la humanidad, sacrificios por las ciencias y cumplimientos en nombre del rey y del arzobispo... Todo eso fue enormemente grande; sólo a mí personalmente se me consideraba muy pequeño y joven. Me habían imaginado un hombre estirado de 50 años... Desde Cartagena se difundían sobre nosotros informaciones contradictorias, que no hablábamos español; que siempre observábamos las estrellas en un profundo pozo; que me acompañaban un capellán (Bonpland en saco negro y pelo recortado) y una puta ** con el primero porque en desafío al poderoso Rizo, concedió protección en su casa a un escritor de Popayán, que aquél perseguía; con el último porque son amigos del secretario del arzobispo, con el que Groot tuvo hace poco, en la casa del arzobispo, una riña debido a una revolución eclesiástica.
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(la Manuela, querida de Rieux). La última noticia había hecho perder un tanto la serenidad del pobre Mutis, tan orgulloso por nuestra llegada; ésto hasta que se aclaró el enigma. Todo se desarrolló muy estiradamente; comimos en casa del párroco; admirábamos durante el paseo la Vallea stipularis, Polymnia arboloco... Escallón hizo lo imposible para anunciarse como botánico. Don Fernando Caicedo, José María y el químico José Lozano, así como el asesor me gustaron mucho por su modestia. La entrada tan largamente esperada a Santa Fé en realidad fue muy graciosa. Yo estaba con el eclesiástico Caicedo y los Lozanos, en el carruaje de 6 caballos de estos últimos (¡un carruaje fabricado en Londres con resortes, en la latitud 4° 30’, a 1370 toesas de altura!). Bonpland, estaba en el carruaje de 6 caballos del arzobispo, con un tropel de jinetes alrededor, que aumentó con los que seguían viniendo a encontrarnos desde Santa Fé. Todas las ventanas estaban llenas de cabezas; los pelafustanillos y escolares corrían gritando y señalándome con los dedos, acompañando el carruaje en el trayecto de ¼ de milla. Todos aseguraban que en la muerta Santa Fé, desde hace 20 años no se ha visto semejante movilización y amotinamiento. En Caracas eso hubiese sido imposible. Allí están acostumbrados a ver extranjeros y no españoles; pero en el interior de América del Sur se cree ver maravillosos herejes que recorren el mundo para buscar plantas, ¡y que ahora han llegado acá para comparar su heno con el heno de Mutis! — eso tenía que excitar la curiosidad—. A esto hay que añadir la circunstancia de que el virrey daba importancia a nuestra llegada y recomendó tratarnos de la manera más fina... Mutis ha hecho trastear a su cuñada (la que vive de su misericordia), la madre del joven Mutis, el que con Zea fue llevado a Cádiz debido a la revolución. Por eso tuvimos casa propia con patio, jardín y cocina, con canapés de damasco (el non plus ultra del lujo americano). En esa casa nos bajamos. Aquí nos esperaba con sus amigos el viejo Mutis, una figura venerable, chispeante, en sotana de eclesiástico. Me abrazó con mucha cordialidad; sonrió cuando me vio bajar con el barómetro en la mano, y porque no quise confiárselo a nadie... En esa primera entrevista Mutis estaba casi tímidamente modesto. Nosotros hablábamos de cosas científicas; yo le contaba de las plantas que habíamos visto hoy, de la fucsia Aloe stromeria... El desviaba hábilmente la conversación a tópicos más generales a fin de que sea más comprensible para todos; yo encaprichado en las plantas y en sus plantas; en los primeros días nos asaltó la falsa sospecha de que se nos despacharía amablemente sin entrar en materias científicas. Pero no; era plan de Mutis perder los primeros 8 días en comidas y ceremonial a fin de que la ciudad viera a quien estaba agasajando y cómo el podía agasajar. Por eso deseaba que en esa época no se hable de botanica. En las habitaciones preparadas para nosotros había un excelente refresco, y se nos servia con mucha atención (se hubiese podido creer que nos servía el famoso Rizo, a quien Cavanilles dedicó una planta). Mutis aún estaba confuso acerca de si el virrey nos daría su comida al siguiente día, porque él mismo estaba preparando una poderosisima.
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Páramo de Achupallas
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Mamendoy en el valle de Mayo...
269.5
Río Mayo agua..
266
Pueblo de la Cruz
258,3
Montaña de Paraguay entre Sabaneta y Aguacillas
245 ,3
Viaje por la cordillera de los Andes Más adverso que el mismo viaje son los preparativos. La apacibilidad de los españoles, la tendencia de todos los criollos de convertir los aspectos más comunes en algo prodigioso y monstruoso, y el interés de los sectores más populares de describir el camino como excesivamente largo y peligroso - eso ocasionó interminables y no solicitados consejos, contradictorios...- Ora aconsejan dejarse cargar, ora tomar mulas, ora un toldo de lino, ora hojas para el rancho porque aquél, mojado, pesa mucho... Los muleros son, y eso no con injusticia, tan delicados que dejan reempacar las petacas (así se llaman las maletas americanas de viaje, una especie de caja de cuero) cien veces y pesarlas para que ninguna de las 2 compañeras tenga una libra más que [la otra...] Se aprende más fácilmente a bailar bolero, hablar cáusticamente.., que pasar el Quindio; así parece en Ibagué. La realidad es completamente diferente. Para gentes como nosotros que caminamos 6-9 leguas a pie, vadeamos ríos y permanecimos meses entre indios en las selvas, el viaje no tiene nada de extraordinario. El camino es una zanja con agua, rara vez empinado, y aún más raramente rodeado de precipicios. Está cavado en un granito meteorizado que tiene poderosos depósitos de arcillas producto de la descomposición de feldespato, y por eso es monstruosamente fangoso. Los aguaceros se juntan en los caminos y los derrumban con lodo y ardilla gredosa (letten). Ellos son casi siempre de 8 pulgadas de ancho, de tal manera que se pueden alternar los pies con dificultad; por consiguiente, se parecen a la trocha de Honda, pero mucho más angosta por allí las rocas están erosionadas y se desmoronan en menor grado. El camino se amplía hacia arriba en forma cónica y el equipaje roza con las paredes. Muchas veces no se entiende cómo se abren paso las mulas y torpes bueyes. La profundidad de esas angosturas es de 20-30 pies, en las que con frecuencia se vadean serpenteadas vueltas. Las paredes están cubiertas de musgo y sirven para agarrarse cuando se camina por los pequeños tabiques, los cuales han quedado entre los camellones formados por el paso de los animales; así, siempre se tambalea a derecha e izquierda y se requiere de apoyo. Esos camellones tienen un pie de ancho y siempre 12-14 pies de profundidad, cunetas llenas de lodo negro, separadas por diques de 2 pulgadas de espesor; cuando el pie no da con el dique y cuando hay fuertes lluvias (como ocurrió en los últimos días en el Quindio), el dique se inunda y se confunde un hueco con el otro, y si falla el pie no sólo se llena la bota con agua, sino que uno corre el peligro de quebrarse el pie. Esta preocupación obliga a poner ininterrumpida atención en el camino, una elección, un íntimo aconsejarse a si mismo acerca de qué hueco es el más profundo. Es lo peor del camino y cansa el espíritu. Además, nunca faltan las heridas que uno se causa mediante las muchas inevitables caídas. Montaña abajo y cuando el camino es demasiado ancho para poder agarrarse de las paredes, esa búsqueda de diques es muy peligrosa. Es lo mismo que si uno se paseara por una escalera, que esté inclinada a 30° y en la que no
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se debe pisar entre los peldaños. Seguramente estas angosturas tienen influencia muy dañina para la salud. En ellas se soporta un verdadero aire de sótano, el que debido al sin fin de vueltas está completamente estancado; un aire húmedo y frío, desoxigenado por el contacto con arcilla húmeda. Muchas veces la angostura durante largos trechos está cubierta de matorrales colgados de tal manera que se piensa estar viajando por un túnel. En esas angosturas he visto plantas etiolirte, y la obscuridad en pleno día es indescriptible. ¿Cómo puede ser saludable un camino, una travesía que sale de una llanura, pasando en parte por campos de hierba, en los que uno está expuesto a los más fuertes rayos solares (26 – 27° R.), cómo puede ser saludable entrar en esos estrechos subterráneos y respirar aire viciado? Pero en un país donde no se razona, diariamente se repite que el camino del Quindio es sumamente saludable, que allí se sanan los enfermos... Se habla de las fuerzas maravillosas del agua, de las aguas delgadas, de la mayor pureza del aire... Lo que uno dice, durante cien años lo repiten todos, ¡especialmente si el primero fue un monje! Aparte de la circunstancial que el camino sobre los Andes está abierto por lugares que mantienen una altura media entre Guaduas y Santa Fé de 800 - 900 toesas sobre el nivel del mar, de tal manera que se goza de agradable temperatura media, no se ve en que se basa la idea de la salubridad. Una selva espesa y húmeda en la que se pudre gran cantidad de materiales vegetales, depósitos de pirita que descomponen el aire y estratos de ardilla gredosa (letten), eterno cambio de los rayos solares al oscuro aire de sótano en las angosturas, la inevitable mojada de los pies con agua estancada en la que se pudren las raíces de guadua... Eso por lo menos no son causas de salubridad. Tampoco faltan personas que se han enfermado en Quindío; no cuento los innumerables cargueros porque en ellos la causa es el cansancio, sino los mismos viajeros... Considero que la fama de la salubridad proviene del bienestar que experimentan la mayoría de los viajeros cuando cambian una vida sedentaria por la de la selva. Los españoles en las Indias llenan su cuerpo con carne hebrosa cocinada en agua y azúcar; no se mueven a ninguna parte, huyen del aire fresco como si fuese veneno. En Quindio están obligados a realizar esfuerzos corporales; viven al aire libre. La falta de provisiones obliga a la sobriedad... Personas que solo conocen la sombra de los campanarios, consideran que cada bosque es un paraíso, por eso la gran fama de la salubridad y de la maravillosa naturaleza del Quindío. De ninguna manera creo que la montaña sea muy malsana, pero tampoco hay ninguna causa física para creerlo mas curativo que cualquier otro camino en un bosque (como por ejemplo entre Guaduas y Honda).
______________ (Anotaciones al margen:) Sobre la altura de los pasos y la diferencia entre el espinazo de los Andes y los picos, véase mi nota adjunta al manuscrito de Ramond sobre la altura de los Pirineos. Alpes y Pirineos Espinazo 1200 toesas Andes 1800 diferencia de los picos 900 toesas De Buga a 3 leguas a 500 varas en el meridiano de Buga. Llano Grande esta al oriente de Cali y 7 leguas... el Buga. Llano Grande a Cali 3 leguas. ______________ Cuando se quiere evitar el lodo de las angosturas, se camina por el borde que da al precipicio, por un estrecho atajo que tiene la angostura a ratos a la derecha, a ratos a la izquierda. Este cambio hace que se pase la angostura arrastrándose rápidamente hacia
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arriba o hacia abajo por la pared perpendicular de 20 pies de alto, sobre raíces que* debían ser numeradas para saber dónde colocar los pies. Se piensa que se está saliendo de una mina. ______________ (Anotaciones al margen derecho:) Cuando el camino de la montaña se vuelve más malo con los aguaceros, en vez de mulas se utilizan bueyes, a los que se entrena desde su juventud para que carguen; en el lodo aguantan más que las mulas. Si no pueden pasar ni siquiera los bueyes, se utilizan sólo cargueros. Los hombres son más hábiles y resistentes que todo. ______________ Esa es la fiel descripción del camino en la elevada cordillera entre La Palmilla y Buenavista. De ahí en adelante se vadean pantanos, lagunetas, exactamente como si se paseara en un corral, en un charco de estiercol. El lodo negro y líquido en el bosque de guadua casi siempre es de 2 pies de profundidad y peligroso por las púas del Arundo Bambos y de la espinosa Vaginae Deciduae, los que lastiman los pies. Los cargueros pasan esos pantanos de guadua muy habilidosamente, sobre delgados juncos de los que cualquiera sin experiencia se resbala. Dado los afeminado de los americanos, el que no quiere caminar a pie se deja cargar, lo cual constituye una vergüenza para hombres blancos (porque pasar los Andes sobre mulas ahora es casi imposible). Se dice montar sobre gente, como sobre caballos; andar en carguero, como andar en bestia. Entre los indios, ya antes de la conquista, era usual que personas distinguidas se dejaran cargar sobre los hombros de varios, en una especie de litera o silla portátil. El sistema actual es descubrimiento español y fruto de la comodidad, así como también de la necesidad en un país donde es imposible montar a caballo. En la provincia de Antioquia, en los dos caminos (por Mompós y Puerto del Espíritu Santo, así como por la Boca del Nare y Medellín), montar hacia la capital es casi imposible; totalmente imposible en el Chocó, por los caminos de Cartago a Guayabal, desde [Cajamarca] hasta San Agustín, debido al estado actual de los caminos montañosos. Por eso el cargar, montar sobre gentes, es común en los caminos de Puerto del Espíritu Santo a Santa Fé de Antioquia; de Boca de Nare, o más bien de las Juntas, en el río Samaná, hasta el mismo término; de Cartago a Guayabal y Nóvita; de Cajamarca (*) a San Agustín; de Ibagué a Cartago, por el Quindío; de Tuluá, en la provincia de Popayán, por el páramo de Barragán, a Chaparral, al sur de Ibagué; desde Cali al Tambo de Calima, en el Chocó. En Ibagué, Cali, Cartago, Nóvita, todas las personas jóvenes y fuertes se dedican a ese menester, no sólo porque es lucrativo sino por el general apego a la vagabundería, al andar por ahí, ¡la vida libre! Desde Cartago hasta Ibagué se paga a un carguero 12 - 14 pesos. El hombre se alimenta por si mismo y gasta mínimo 12 - 14 días, ¡y muchas veces de 15 a 20! en los viajes. En el pasado (Hace 20 - 30 años) era desacostumbrado y vergonzoso que hombres blancos trabajaran de silleros, es decir de cargadores de silla. Ahora se ha perdido ese prejuicio. Aquí se establece una diferencia, lo mismo que en los caballos, entre silleros que tienen un paso firme, seguro y cómodo. Algunos caminan tan incómodamente que uno se golpea terriblemente en la silla. Las sillas son muy bien ideadas, de cañas de bambú con espaldar contra el que está inclinado el asiento a 60° a fin de que el transportado pueda arrimarse contra la espalda del sillero. Sin esa posición, la cargada se vuelve muy pesada. Para las piernas hay un estribo de piolas suspendido en la silla. Las personas pesadas llevan consigo sus propias sillas de madera, las que muchas veces tienen una especie de techo contra el sol. Si, en el camino de Honda a Santa Fé he encontrado * Un valle amable al sur de Roldanillo. El nombre indígena me parece tan llamativo como Cundinamarca (la vieja denominación del Reino de Nueva Granada) —nombres que insinúan origen o nexo nórdico. (Regresar a *)
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enfermos a los que se les cargaba a espaldas en una especie de cajón o jaula de mico, totalmente cubierta. La silla está sujeta a la espalda del sillero mediante correa de corteza cruzada, la que pasan por el hombro. Una segunda correa cruzada, descansa sobre la frente y sirve para mantener el equilibrio. El sillero camina infinitamente recto y erguido, mientras que el cargado, atrás, recostado, presenta una miserable y desamparada figura. Para subir y bajar se utilizan piedras, pedazos de roca. Si el carguero quiere liberarse totalmente de la silla, se recuesta muy extendido, con la espalda en el suelo y se desliza de ese modo de la correa de corteza cruzada. Yo sabía de antemano que en el Quindío no utilizaría ni mulas ni silleros. Cuando los silleros cerraron su contrato (y así lo hacen siempre), buscaron sus sillas y probaron nuestro peso. Son increíblemente hábiles para de antemano y al ojo determinar el peso. Esa prueba en el cuarto fue la única vez en la que me hice cargar. Cuando me bajé le rogué al sillero que me dé la silla y se deje cargar él. El hombre abrió los ojos y seguramente pensó que yo estaba loco. Atendió a mi pedido. El tipo no era pesado. Le llevé fácilmente en mis brazos, pero con él en la silla no pude caminar 3 pasos. Uno se siente extrañamente halado de uno a otro lado. Cambié al gran sillero por un muchacho de 15 años y en ese momento tuve clara idea de la comodidad en la cual se piensa al ajustar las correas en cruz. En realidad no se puede idear nada más práctico para distribuir el peso muy uniformemente. Es muy muy raro que los cargueros se caigan y por adelantado aconsejan, en el caso de que resbalen, no saltar porque el salto es peligroso; muchas veces no se logra y se le da al sillero un impulso que vuelve doblemente peligrosa la caída. _______________ (Anotaciones al margen izquierdo:] El tránsito por el Quindío es tan intenso que uno se encuentra, en la cordillera, a cada momento con mulas, bueyes y silleros —gentes—. Los comerciantes de Popayán, Buga e incluso Pasto, viajan a Honda, Mompós y Santa Fé para comprar ropa (así llaman a toda clase de telas para vestidos). Regresan con la ropa y un comerciante muchas veces necesita sesenta cargueros, puesto que éstos últimos con frecuencia dejan abandonado el tercio y se escapan por desgana; se necesita de cierta habilidad propia para atraerse sus cargueros. Por el Quindio también se envía tabaco y sal a la provincia de Popayán. _______________
Se tiene que estar muy convencido de la habilidad con la que caminan los silleros para no acobardarse en la silla. Hay que tomar en cuenta la descripción del camino arriba efectuada. Muchas veces el carguero hace vueltas durante las cuales la silla está suspendida por varios minutos sobre un profundo precipicio. Para evitar el lodo, se sube al borde superior de la angostura, salta por encima de ella, se pasa las lagunetas sobre delgados palos... Aquí hay personas tan gordas, comp Falstaff, que sólo encuentran ciertos silleros que los cargan. Ellos pagan doble y triple a causa de su peso; así el gordo y rico Rubias, de Antioquía, al que habíamos visto en Boca dei Nare. Si se mueren sus cargueros mientras él se encuentra en Honda, no puede regresar a su tierra. Para otros más gordos se alquilan tipos muy fuertes que ayudan al carguero y se cambian con él. Un carguero carga de 6 a 7 y a veces 9 arrobas durante varios días. Hay gentes que cometen la barbaridad de espolear con tacones a los cargueros, como si fueran animales; pero ellos saben muy bien cómo vengarse por cuanto muchas veces abandonan sillas y personas en la cordillera, y huyen: un accidente que siempre he escuchado con una especie de cáustica satisfacción. Para demostrar que al carguero se lo trata exactamente como a un animal, menciono que en el Quindio y en la montaña de Nóvita es muy común que cuando el carguero enferma por el peso de la carga, el cargado abandona a aquél, desamparado, y prosigue el viaje a pie, con el resto del
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equipaje. En El Moral encontramos una caravana de caballeros andrajosos y con las* piernas desnudas que (como todo pueblo afeminado) se quejaba del camino paramuno casi con lágrimas. Se les había enfermado un carguero que estaba reponiéndose de las viruelas; ellos lo habían dejado en el bosque y se jactaban de su caridad cristiana (como ellos decían) porque le habían dejado suficiente comida. Ellos opinaban que entre tanto seguramente moriría, y en caso de que recuperase sus faenas, poco a poco se arrastraría a su casa. Los cargueros contaban historias vergonzosas de la inhumanidad de los viajeros. ¿El Estado no debería imponer terribles penas contra esos crímenes? A mi, de conformidad con mis sentimientos, me fue imposible cabalgar sobre gente, y me he preguntado si en una república la cargada no debería limitarse, por medio de leyes, a enfermos y desamparados o mujeres... Se me objetará que los cargueros son personas libres (**) (sí, y tan distinguidos que uno de los nuestros, Villanero, se hizo llamar su merced y don); que en las ciudades se tienen cargadores de sillas; que el comercio es frenado si personas, cuya educación afeminada hace imposible que caminen a pie, no puede atravesar el Quindío en silla... El mejor remedio seria mejorar el camino. Pero no. Cuando se sugirió hacer viable el camino para mulas, desde Boca del Nare por San Carlos y Medellín, a Antioquia, los cargueros se quejaron y la Audiencia, muy lejos de favorecer el proyecto, prohibió la apertura y decidió en contra de una juventud robusta, que en un país inocuo puede utilizar sus fuerzas en algo más útil que rebajarse arbitrariamente al papel de animales de carga. _____________ (Anotaciones al margen derecho:) Debido a que en el Quindio se utilizan más bueyes que mulas de carga, y aquellos regresan vacíos desde Cartago, se han presentado graves accidentes cuando en las angosturas los bueyes se encuentran con el carguero y se espantan. No es posible eludirlos. _____________
Nosotros teníamos 5 cargueros para instrumentos de precisión: barómetro, termómetro, higrómetro, y 12 bueyes y mulas. Para cada partida de carga los peones tienen una carpa de lienzo, de tal manera que formábamos en el bosque una especie de campamento. En la selva se encuentra casi cada 2 - 3 horas lugares desprovistos de árboles, abiertos a hachazos, los que se llaman rancherías o contaderos, en los cuales se pernocta, y esos son los albergues, y en eso está la diferencia (aquí como en el Orinoco), al igual que en los restaurantes. Se oyen alabanzas de algunos desde mucho antes, pero toda la ventaja de un claro en el bosque radica en el mejor pasto para los animales. En los Andes usualmente se sale de viaje a las 8 o 9, en parte debido a la niebla que cubre el camino, en parte porque cada mañana hay que deshacer la carpa. Una porción del desayuno se guarda para preparar el almuerzo a las 11 de la mañana, en una vertiente o en una quebrada. Los cargueros sólo comen azúcar (panela carmelita) y pan; el casabe, excepto en Cartagena, casi no se conoce en todo el Reino ** Solo en el Chocó el cargar es una especie de obligación. Allí el Corregidor tiene indios en calidad de esclavos (por cuanto él asegura que siempre le adeudan), y para viajar se solicitan cargueros al Corregidor. En Caracas, el marqués del Toro, en un viaje que hizo al Apure, dispuso que sus esclavos carguen en hamacas sus torpes y grandes perros daneses a través del llano, perros que ni siquiera sirven para la cacería. Para un calendario con un grabado en cobre, ¡seguramente un objeto bonito! Tan lejos va la insolencia europea —y hay deidades castigadoras...?
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de Nueva Granada. A lo largo y ancho del Quindio se oyen alabanzas acerca de las aguas muy delgadas. Para personas de Francia, Italia o España, acostumbradas a oír alabar el vino de un lugar, resultan fastidiosas las eternas loas que en América hacen al agua. Mucho más porque el fallo lo determina el prejuicio adquirido. Junto con el elogio al agua hay que tragarse una disertación totalmente absurda y patológica sobre uso y abuso de aguas delgadas, crudas, espesas, salitrosas... Si, las personas son tan locas que atribuyen al agua, que ni siquiera beben (porque los españoles son como aves de rapiña: beben solamente 2 veces al día, cuando han comido confituras, pero en este caso aparatosamente, con pedantería); ellos están, digo yo, tan encaprichados en dar al agua, repartida de manera uniforme en cierta clase de montañas, las mismas condiciones que se atribuyen al aire, a los víveres... Apenas ha llegado un curioso (como nosotros), ya le traen agua de diferentes pozos para que la examine. Lo que sea ese examen no lo saben ni ellos mismos. En Honda, la ciudadanía está dividida en dos partidos, los que se deciden por las aguas del Gualí y los que están por la del Magdalena. Es tan seguro que ambos tienen cotos de igual tamaño. En Quindio los elogios al agua son sin fundamento. En muchas otras partes de los Andes o de la cordillera de Parima, entre el Amazonas y el Orinoco, he encontrado más agua y más limpia. Sí, es verdad que en el Azufral y en la quebrada de Aguas Calientes, del Quindio, se pasan algunos días de viaje con agua muy impotable. En el paso de los Andes no es posible ser suficientemente cuidadoso con la provisión de alimentos. Se tienen muy, muy tristes ejemplos de viajeros semimuertos de hambre que enviaron por ayuda a Ibagué o Cartago. Un viaje qué parece ser de 8 - 10 días, muchas veces dura 20 - 25 días; así le ocurrió al último obispo de Popayán. Frecuentemente ni siquiera es posible pedir ayuda a Ibagué. Los riachuelos de la selva que parecen tan pequeños, el San Juan o Coello, y el Quindío, de los cuales el uno nace en el nevado del Tolima y el otro en el nevado del Quindío, por los deshielos crecen tan rápidamente que vuelven impasables todas las quebradas y valles. Es más peligroso cuando las sacudidas sísmicas muy fuertes de la cordillera del Quindío, así como la de toda la sección de los Andes, obstruyen el río (se dice un volcán lo tapa, ¡porque aquí se llama volcán a los derrumbos de rocas!). Luego el río crece hasta romper el dique. A veces el Quindío y el San Juan crecen al mismo tiempo y los viajeros se encuentran bloqueados entre ambos ríos de la selva de tal manera que no pueden ir ni para adelante ni para atrás. En ese caso una escopeta es de gran ayuda porque aquí hay muchas pavas (Phasianus y Crax), de las que uno se puede alimentar; también con frutos de palma, a pesar de que son escasos; cogollos de palma (las hojas no maduras y más gruesas); nueces... Nuevamente me refiero a la forma de viajar. Casi siempre se llega muy temprano a la ranchería, en parte por el miedo de que a uno le sorprenda la noche, en parte porque desde las 3 hasta las 4, con frecuencia más temprano, brama una terrible tempestad. Por cuanto uno tiene que hacer su casa cada vez de nuevo, es necesario llegar a la ranchería muy temprano. El trabajo se divide apenas se sale del espeso bosque al contadero o desmonte; los jóvenes buscan bejucos en el bosque (plantas trepadoras, Aristolochias Bignonias); los cargueros mayores cortan palos. Cuando se han recogido los materiales, en pocos minutos se construye la casa, con habilidad y solidez admirables.
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El dibujo muestra el armazón. Este es amarrado con bejucos o en su defecto con pita o fique Agave, para luego cubrirlo con hojas como si fuesen tejas; por tanto: Las tejas son hojas de Novum Genus Monandriae, dibujadas y descritas en el río Magdalena, muy diferentes del Thalia Geniculata, y según la propia confesión de Mutis (aunque él conoce la flor sólo a través de mis dibujos) un nuevo género. Esa planta, bijao (así llaman los americanos a todas las heliconáceas, y casi a todas las Scitaminea), es n. 1533 en nuestro manuscrito botánico. Crece en todo Bosquejo de mano de el valle del Magdalena y en los ríos afluentes del Humboldt Magdalena, muchas veces también en la caída occidental de los Andes, en el río Quindío, La Vieja y entre Cartago y Buga. Las hojas de largos tallos, de 18 - 20 pulgadas de largo, y de 12 - 14 pulgadas de ancho, son preparadas antes de salir de viaje haciendo una incisión o un doblez en el nervio de la hoja. Valiéndose de este doblez el carguero cuelga las hojas a manera de tejas, en los hilos o bejucos con los que está amarrado el armazón. Todas estas son viejas artes de la experiencia indígena, aprendidas por los españoles. Es incomprensible cómo esos techos de hojas, mejor que cualquier carpa, resisten a los mas fuertes aguaceros. Esa admiración aumenta cuando se tiene una clara idea de la tremenda cantidad de agua que frecuentemente se Bosquejo de mano de precipita del cielo durante 96 horas ininterrumpidas, con Humboldt truenos y rayos. En los últimos 4 días de nuestro viaje por el Quindio tuvimos tristes experiencias porque llovía a cántaros día y noche, con truenos retumbantes. El envés de las hojas (parte inferior Candicans) tiene una capa blanca jabonosa, de brillo plateado, que le impide la penetración del agua. En cuanto las hojas están secas, se pela ese barniz (así lo llaman los habitantes) y eso es señal de que hay que apresurarse a dejar la cordillera porque el techo ya no aguanta el agua. La casa es tan espaciosa que caben 2 catres. Debajo y al lado de aquellos habitualmente duermen con nosotros 5 - 6 cargueros, cuyas transpiraciones y gases no son más agradables que los de los bogas en el río Magdalena. Los extremos abiertos; el frontón de la casa de hojas lo cerramos con nuestros toldos. Es muy desagradable que en cuanto se levanta el sol sobre el horizonte, por las mañanas, se empieza a enrollar las hojas (por miedo de que se sequen demasiado). Por consiguiente, si se quiere acampar algunos días, como lo hicimos en la Quebrada de Boquia, se está expuesto al ardiente sol y se cambian rayos solares por aguaceros; se corre el riesgo de mojarse hasta los huesos en un instante por cuanto no es posible cubrir la casa rápidamente con las hojas. Para una casa espaciosa y una cocina abierta, que se construye al lado de la casa, las hojas pesan de 3 - 4 arrobas, y las carga un peón. Vista global Geonostica Véase mi cuadro mineralógico de la América Meridional. La Cordillera Real o de los Andes, que en el norte del Perú forma una cordillera angosta, en Quito se extiende en un gran macizo montañoso del que salen varias ramificaciones, divergiendo más todavía a 1° 30 de latitud en el Reino de Nueva Granada. El punto de esta división es el Páramo de las Papas, al sudoeste del Caloto. La Cordillera Oriental
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pasa al este del río Magdalena y Neiva, por el Páramo de Sumapaz, Chingaza, Guatavita, Simijaca, Páramo de Tuquillo, Pamplona, hacia los Nevados de Mérida y Santa Marta. La Cordillera Central pasa entre los ríos Magdalena y Cauca, por Guanacas, Barragán, Quindío, Herveo, Villanueva de Arma, hacia Guamocó y cerros de San Lúcar. La cadena occidental o del Chocó va al oeste del Cauca por las montañas o cordilleras de Barbacoas, Calima, cerro del Torrá (el más alto y famoso cerro del Chocó, entre San Agustín y Dagua), montaña de Nóvita hacia Citará y cordillera del Sinú. La cadena central es la principal; como lo demuestra su altura y sus primitivas masas montañosas, no cubiertas con arenisca. Tiene una altura de 2.000 - 2.500 toesas, a 2° 5° de latitud, y esa cordillera gana altura hasta mas arriba de la nieve, como en el Nevado de Puracé, cerca de Popayán, Guanacas, Barragán, Quindio, San Juan, Tolima y Páramo de Ruiz. La masa montañosa más septentrional, Herveo, no tiene nieves eternas, de tal manera que el Ruiz es el último nevado hacia el norte. La cordillera decae rápidamente desde Herveo y se eleva una vez más en el valle de los Osos, con una altura de apenas 1.400 toesas. La cordillera más Oriental que divide el valle del Magdalena de la llanura del Napo y Orinoco, permanece baja desde los 2° - 8°, mientras que la cadena principal, en sentido paralelo, está coronada por casquetes de nieve. El Páramo de Sumapaz, Cruz Verde, Chingaza, cerro San Fernando, Tuquillo, son sus más altas cumbres, pero ninguna más de 2.100 toesas, ninguna con nieves perpetuas. Desde los 8° de latitud (donde la cadena Principal apenas tiene 500 toesas de altura) la Cordillera Oriental se eleva en el Nevado de Mérida y Santa Marta, bruscamente, como dos poderosas masas montañosas con una altura superior a 2.500 toesas. La cadena montañosa occidental, o de Barbacoas y Chocó, es la más baja; se extiende occidentalmente desde el Cauca, por el manantial del río Dagua y Atrato, hacia la ensenada de Cupica, Cruces y el manantial de Chagres; probablemente en ninguna parte sube a más de 800 toesas. Desde los 2° - 5° de latitud, desde los manantiales de los ríos La Plata y Páez, hasta el salto de San Antonio y Honda, las tres cordilleras mencionadas están totalmente separadas entre sí. Extensos valles del río Magdalena y Cauca (valles cuya forma y piso plano, demuestran claramente que alguna vez eran lagos con agua estancada proveniente del mar) separan en ese trecho las cordilleras. Precisamente en esa zona la Cordillera Central aparece como la cordillera más elevada. Al norte de Honda y del Salto de San Antonio, 5° de latitud, los valles desaparecen casi completamente. Todas las cordilleras aumentan en masa y estrechan el valle, en el que el Cauca y el Magdalena se abren camino con esfuerzo, y todas las tres cordilleras aquí pueden considerarse como una sola. Desde Pamplona y Muzo, pasando por Antioquia y Tadó, en el Chocó, y desde el páramo de Tuquillo hasta el mar meridional todo el país es un solo bloque montañoso. Así hasta los 8° de latitud. Desde el puerto de Espíritu Santo y Badillas, los valles del Magdalena y Cauca se abren nuevamente. La cordillera de Simití, Guamocó, la serranía de San Lúcas dividen los dos valles fluviales. El valle del Magdalena se une alrededor de Mompós con el valle del Cauca. A los 9° y 10° de latitud hacia la costa, en el Golfo de México, la orgullosa cadena de los Andes apenas es un terreno con altas colinas. Los cerros de San Bernardo, en el río Sinú, las Tetas de Tolú y la cordillera de Turbaco son las más elevadas cumbres de esa región y tienen una altura de apenas 150 - 800 toesas. Desde el río Nechí, pasando el Magdalena, y al oriente por el valle de Upar, hacia el río Catatumbo, la tierra forma una planicie casi horizontal, mientras que en el borde oriental de esa planicie se eleva aquella cordillera que viene desde Pamplona hacia Mérida y Santa Marta, con cumbres nevadas. En la disposición de la cordillera siempre se puede apreciar orden y continuidad, no así en la altura de las montañas. Parece que fue totalmente casual, es decir sin mayor relación con otros fenómenos el que aquí o allá se haya acumulado mayor masa. Las cordilleras de granito son nervaduras del núcleo de la tierra y las montañas son tan infinitamente pequeñas en relación con la esfera terrestre, que en el infinito casi desaparece lo alto y lo bajo. Qué aisladas vemos las elevadas montañas, y las más altas muchas veces, no donde se interpone el cuerpo basal más potente, sino al final de una sierra de menor altura.
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En la Cordillera Central se encuentra el granito, y otras masas primitivas montañosas análogas a él; a nivel de tierra, desde Pasto hasta el Cimitarra rico en oro y cerro de San Lúcas. Cerca de Mariquita, en La Toma, en el camino a Santa Ana y cerca de Ibagué, apenas se lo ve a los 200 toesas de altura sobre el mar; al nivel del valle del Magdalena incluso en la superficie: mientras que la cadena oriental se encuentra cubierta casi totalmente con formaciones estratificadas del Magdalena. Allá, en el Páramo de Sumapaz, al oriente de Santa Fé hacia Cruz Verde y Laguna de Guatavita, se levanta la arenisca (viejo conglomerado) a 1.800 . 2.000 toesas de altura. Véase la memoria de Zipaquirá. Es bastante singular el que la misma formación que se eleva hacia el oriente de tan enorme manera, a una altura en la que en el viejo continente difícilmente se ven capas estratificadas, no cubre ni siquiera el pie de la cordillera Real. Yo personalmente estoy inseguro si siguiera, al oriente de Santa Fé, en el cerro de San Fernando y páramo de Chingaza, el granito presenta en la cumbre cretácea sin capas cubrientes. ¡seguramente no! Acaso las aguas caóticas, como ocurre todavía el olas, han acumulado una barrera, lejos de la cadena principal (Cordillera Real), pero paralelamente a ella y apenas a 600-700 toesas más abajo. La roca primitiva, que probablemente tampoco aflora en la cumbre de la Cordillera de Bogotá en ninguna parte desde el Sumapaz hasta muy lejos al norte del cerro de los Tunjos o hasta los 5° de latitud, se encuentra en la misma cordillera en un nivel más bajo, donde las tres cadenas se unen. En Muzo los filones de esmeraldas rumbean en esquistos anfibólicos. En Pamplona, ricos minerales de plata se encuentran en gneis. La cadena occidental o cordillera del Chocó parece tener un acumulamiento semejante de arenisca, y eso en el mismo trecho de 3° - 5° de latitud. Pero aquello me es menos conocido. El esquisto micaceo de la Vega de Supía y Marmato, donde se extienden filones de oro y filones de plata inmensamente ricos, demuestran que la roca primitiva aflora a 5 ½° de latitud, en la cordillera del Chocó, así como en la de Santa Fé. Esa desigual elevación de la arenisca (una arenisca con un aglutinante arcilloso a 800- 1.500 toesas de altura; de grano muy fino, más abajo especialmente a 300 toesas de altura; un fondo estéril de grano grueso y muy grueso con mucho cuarzo y lidita, está principalmente en puntos bajos, pero sin caliza densa que es de menor edad que el conglomerado) confirma el hecho geognóstico de que en la formación de las montañas han actuado propias fuerzas de atracción, las que aquí han acumulado más masa que allí y de que las formaciones aún las de mezclas mecánicas (conglomerados), de ninguna manera siguen el nivel del flujo detrítico. _____________ (Anotaciones al margen derecho:) no en la cumbre, pero si en la vertiente occidental se presenta arcilla pizarrosa en forma de islas, entre Fusagasugá y la Palma en la región de Villeta y Moniquirá, hay arcilla esquistosa primitiva. _____________
Además es sorprendente que las dos cuencas de tipo lacustre - marino del Magdalena y del Cauca, los llanos de Mompós y de Cartagena, (ver mapa), tienen aproximadamente la misma altura que los inmensos valles del Orinoco y Amazonas. Según eso, en todos esos valles, a pesar de que se parecen en sus formaciones estratificadas, es diferente el grosor de las estratificaciones. Esas estratificaciones parecen ser las más estrechas, y menos poderosas a 4° - 5° de latitud, en el llano del Meta y Zama. Porque aquí (indicando antigua comunicación de la cordillera oriental de Santa Fé, Sumapaz, con la cordillera de Parima) aflora en medio de areniscas el granito desnudo sin formar colinas y casi siempre sin vegetación. Así la piedra del Meta, Piedra Patienza, láminas de granito en el puerto de Carichaná que dan el misterioso y sobrenatural concierto (música
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de las Lajas igual a la de las columnas de Memnon). Aquí todo anuncia que el mar amazónico irrumpió hacia el mar del Orinoco y destrozó la cadena de granito. La Cordillera Real de los Andes o Cordillera Central, desde el paralelo de la ciudad de Popayán hacia el norte, tiene nevados o cumbres cubiertas de nieve, unidos mediante crestas más bajas en 1.000 toesas. Son los siguientes: Nevado de Puracé, Guanacas, Barragán, Quindio, San Juan. Tolima, Ruiz (el último en el Páramo de Herveo). Mas hacia el norte (yo creo), hasta Orizaba y el paralelo de la ciudad de México, no hay nevados, porque los nevados de Mérida y Santa Marta pertenecen a la cadena oriental, a la cordillera de Santa Fé. El Tolima, al que yo había medido, tiene más de 2.800 toesas. La línea de nieve está a 2.300 - 2.400 toesas. A 2.000 toesas ya cae nieve que muchas veces permanece durante semanas. Así, en la parte de los Andes, desde Chinche hacia el río Desbaratado. Entre Puracé y Herveo, en ningún lugar hay una cadena más baja de las 1.700 toesas, como lo enseñan los caminos de Quindío y Barragán. (construidos por los declives más suaves). _____________ (Anotaciones al margen izquierdo:) De vez en cuando es posible encontrar arenisca en alturas desiguales porque se sedimentó en las aguas de antiguas cuencas cerradas, sin comunicación entre sí. Pero en el valle del Magdalena esta explicación es imposible porque aquí, en una cuenca, las faldas montañosas que la circundan están cubiertas con piedra arenisca, de manera desigual. _____________
Ya que desde Honda hasta Ibagué habíamos visto de cerca el declive oriental de los Andes, y desde Cartago hasta Popayán el declive occidental, estuve sumamente atento a la fisonomía de la más vieja y elevada cadena montañosa del mundo. Esta atención es tanto más natural, cuanto en ese viaje la imaginación es lisonjeada, y no sólo un poco, con la idea de haber visto lo más grande y elevado de esta tierra. ¡Montañas de la luna y de venus! Cuándo realizaremos ese viaje, propagando nuestra cultura por otros planetas, es decir la mezcla de nuestros vicios y prejuicios, desvastándolos como los europeos han despoblado y saqueado ambas Indias. Ver mi empezada composición sobre la fisonomía de las montañas en de Haeftens. la cadena de los Andes tiene la misma forma que todas las montañas de granito de otras partes del mundo. Esféricas, cumbres como segmentos esféricos, contornos suavemente redondeados... Así, los Cárpatos vistos desde Cracovia, así el Riesengebirge, el Thüringer Waldgebirge, Harz, Fichtelberg, la cadena de los Alpes, Pirineos, la cordillera de Toledo, la cordillera de Caracas y todas las cadenas de granito que yo había visto en el viejo y nuevo continente. Esta forma seguramente se origina por la altura y la edad de aquellas cumbres que los eleva encima del escenario de posteriores corrientes, destrozos, tumultuosas hazañas de la creación, por la falta de estratificación que en micacitas forma cantos y dientes pizarrosos porque los estratos se rajan y resbalan; y por la falta de un tejido filamentoso y la falta de una atmósfera calmada en las alturas con acción uniforme y paulatina, mas disgregando que destruyendo. Así, la forma del granito común y corrientemente no estratificado. Pero en el granito mismo se elevan masas individuales en las que en el afloramiento se encuentra el propio granito con grandes cristales de feldespato y esteatita; en parte sobre el granito sienita y sienita en forma de pórfido, en cerros cónicos. Así el Dru, en el valle de Chamonix, y el Drachenfels, cerca de Bonn; así el Picacho del Diablo, cerca de Cura, en la Cordillera de Caracas, tiene masas de granito estratificadas, en las que las capas están erigidas según prodigiosas leyes de atracción, hasta que convergen en pirámides. Esas masas
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más raras de granito se distinguen particularmente frente a las formas esféricas del resto de los granitos. Tienen casi la forma grotesca de los esquistos de pórfido, pero siempre en contornos medianos y dientes medianos, de estilo más simple, dirigido más hacia uno que según varios puntos. En los Andes no había visto estas estratificaciones de granito. Las más altas cumbres, nevados, aquí se distinguen mediante figuras en forma de torres y castillos, y casi siempre por conos enormemente truncados; así el Tolima, Quindío y Ruiz; a lo lejos aparecen como conos truncados, como pirámides, y así es la vista de las cadenas de los Andes desde Santa Fé, desde el Monserrate, desde Honda, tan grotescas que yo creí ver la montaña de Euganei desde la torre de Marcus, cerca de Venecia; hay que esforzarse para considerar todo eso como granito. Mientras más cerca de Melgar, de Cartago, de Ibagué, lo grotesco cambia, pero los nevados siempre aparecen como masas en formas de torres y casas (por eso arquitectónicas) de construcción sencilla. Ya que la condición desamparada de ese mundo indígena me impide, debido al aire enrarecido alcanzar las cumbres de esos nevados, y debido a que uno no puede acercarse a los nevados demasiado para darse en su cercanía una idea clara de su forma, así sólo se puede juzgar sobre sus masas montañosas, a raíz de las piedras y los detritos arrastrados por el agua nieve. Esos cantos rodados los he visto muy parecidos en los puntos más distantes; en el río Gualí que baja del Ruiz y Páramo de Herveo; en los ríos Luisa y Combeima que bajan del nevado del Tolima; cerca de los nevados del Quindío y San Juan, en el paso de la cordillera; así también en los ríos que bajan del nevado Barragán —de tal manera que casi no cabe duda de que todos los nevados, todas esas formas arquitectónicas están construidas de la misma clase montañosa. Esa clase de montaña es difícil de denominar; es análoga la del Drachenfels y Siebengebirge, cerca de Bonn, y es en parte verdadera sienita Werner, siendo mezcla de, 1) mucho feldespato de grano fino, cristalizado, con brillo de concha perla y muchas veces más fibroso que foliado, gris-rojizo como el feldespato del Vesubio y los que he visto en el pérfido del Pico de Teide. 2) de poco cuarzo, cristalizado, blancogrisáceo. 3) muy poca mica negra cristalizada en láminas, pero acumulada en columnas de mica caucásica pero cuidado para que no se confunda mica con hornblenda. 4) de mucha hornblenda cristalizada negro-verdosa, con superficie fibrosa y rayada —toda la mezcla es más fibrosa que granulada—, en parte sienita porfidiácea (así prefiero llamarlo, en vez de pórfido de sienita de Nose, según la analogía del granito porfidiáceo); la misma sienita arriba descrita, pero con menor cantidad de feldespato, casi ningún cuarzo, más hornblenda y todos esos fósiles (fenocristales) apretados en una masa fundamental [pasta] arcilifera de color, ora blancorrojizo, ora gris amarillento. Estas clases mas nuevas de rocas, análogas el granito, son sin discusión los elementos que dan a los nevados la forma arquitectónica extravagante. Que provienen de gran altura y no de sitios más bajos lo demuestra el hecho de que sólo se los encuentra en ríos que nacen muy alto en el nevado, o en aquellos en los que entran esas aguasnieves. Así, aquella sienita se halla en grandes cantidades en el río Magdalena, cerca de Neiva y entre Honda y Carare, porque los ríos de la Plata y el Gualí las arrastran al Río Grande. Entre Honda y Carare se ven los pórfidos de sienita con cantos rodados de verdadero esquisto anfibólico. El último viene por el río Negro, que rompe la montaña de esquisto anfibólico de Muzo y del Otromundo, mezclando sus cantos rodados con la sienita del Guali. La altura de la formación de sienita se demuestra también por la circunstancia de que nosotros habíamos visto aquellos materiales rodados de roca sienítica y solamente rodados, no rocas in situ, en el paso de la cordillera del Quindío primero a la altura de 1600 toesas, en las ahora secas hondonadas que en anteriores épocas, y aún hoy en tiempos de grandes deshielos, estaban llenos de agua: la formación de sienita tiene que encontrarse, consecuentemente aún a mayor altura que las 1600 toesas _______________
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es muy buena prueba de que lo mismo que el pórfido de transición de Popayán pasa a Traquita hay también sienitas con cuarzo [pertenecientes] a ese pórfído de transición que pierden su cuarzo y pasan a traquita. Hay traquita andina sienitica, fibrosa, porfiritica y de masa fundamental [?], granitica, granulada. _______________ Formas cónicas y contornos arquitectónicos son, por lo demás, propios de la sienita con feldespato vidrioso, fibroso o nacarado, en todas partes del mundo. Recuérdese la prodigiosa forma del Siebengebirges, cerca de Bonn; la montaña Euganei, cerca de Abano; el Vesubio y el Etna... Tanto de esa forma... ¿No será también de granito o de sienita el cerro Torrá, ampliamente famoso por su forma cónica, en el Chocó; entre el río San Agustín y el Dagua? _______________ i.e. donde no arden volcanes, como en Quito, Popayán, Pasto, ningún granito, ¡todo pórfido! y diabasa, _______________
Los componentes de los Andes son como las de todas las elevadas cadenas de granito, granito porfídico, gneis y micacita. Dolomieu me dijo en Ginebra que Werner no tiene razón para separar las formaciones de granito, gneis y micacita; en Italia y Suiza esas tres clases montañosas siempre se presentan juntas, casi nunca la una sin la otra, y no se pueden definir cuál es más vieja. Desde entonces he visitado a Suiza dos veces, una gran parte de Italia el sur de Francia, los Pirineos y casi toda España, y he puesto mucho atención, en Europa y América, al dictamen de un observador tan excelente y cuidadoso. Es cierto que en las cadenas montañosas más elevadas del mundo, en los Pirineos, Alpes Suizos, en la cordillera del Reino de Nueva Granada, en la de la costa de Caracas y en los Andes se camina, en el término de pocas horas, varias veces sobre granito, gneis, micacita y se observan cambios en la clase de roca, los que muy poco se conocen en Alemania especialmente en Sajonia, donde granito y gneis forman entre si masas montañosas uniformes y totalmente separadas la una de la otra. Pero esta vecindad no decide nada frente a la edad relativa. _______________ (Anotaciones al margen izquierdo): granito incrustado con fragmentos de granito más viejo, el que es tan común en Chamonix, costa de Caracas (ver mi Tableau de l’Amerique Tableau de l’Amerique Meridionale). [Adicción posterior] no había visto hasta ahora (escrito en Alegría, 2 de noviembre de 1801), en la elevada cadena de los Andes; ahora acaso, cerca de Acapulco. _______________
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Si se sale del granito en d hacia f sucesivamente al gneis en a b, al esquisto micáceo en un trayecto más bajo b c y ascendiendo de nuevo al granito en c. t, no se debe concluir por eso que aquí el granito esté superpuesto sobre micacita, de la misma manera que éste sobre el gneis. No hay que olvidar que d a g f fue la vieja superficie del valle de granito y que sobre esa se ha depositado gneis y micacita. Yo no había visto, en ambos continentes, ningún esquisto micáceo metido en granito, pero si, en varios puntos de los Andes y en los Alpes Suizos, gneis en granito, y yaciendo el granito sobre gneis, totalmente parecido al granito que ha sido sobrepuesto por gneis. Aquí la precipitación parecía contemporánea al presentarse la mezcla de feldespato, cuarzo y mica en la erupción, con estructura maciza granular, ora granulado, ora fibroso. Este caso, propio de la cadena más elevada del mundo, no se debe confundir con aquel donde granito de menor edad y de diferentes componentes se ha sobrepuesto sobre el gneis, como en el Erzgebirge, Freiesleben. En la Cordillera de los Andes no he encontrado hasta ahora el granito con grandes cristales de feldespato, el que había visto cerca de Karlsbad, Buchwald en Silesia, en el Rhin, cerca de Seissen, en el Fichtelgebirge de Franconia, en el Canigou y cerca de Bellagarde en los Pirineos, en Cataluña, en Guadarrama, España, y en el cerro de Mariaña, en la costa de Caracas, América del Sur. Me encuentro más inclinado a considerar el granito finamente granulado como más viejo. Ese es el que ya al pie de los Andes, en la parte occidental del Magdalena y partes orientales del valle del Cauca, se encuentra en todas partes en la superficie; así, cerca de Ibagué, en el río Combeima y en la planicie donde medí la base para el Tolima, también cerca de Quilichao. El Muerto y Caloto, en el camino de Buga a Popayán. Ese granito tiene una mica blanco-plateada, feldespato blanco-amarillento y un poco de cuarzo amarillo-grisáceo, y mayor cantidad de feldespato. Todos los componentes casi siempre están cristalizados, pero en cristales pequeños. Se vadea (porque está muy meteorizado) en el Paso del Quindío, Pie de la Cuesta; barómetro 292 lín., hasta la Palmilla B. 267. Desde ahí hasta la altura del páramo de San Juan ya no se ve más granito en la superficie, sino alternativamente depósitos de gneis y micacita en algunas transiciones; el primero es ora nudoso, ora en forma de tallo, pero no ondulado (la erupción se hizo tranquilamente); el último siempre está sin granates. En la región gnéisica se encuentran poderosos yacimientos de caolín (yacimiento de feldespato alterado); también arcilla, con mucha magnesia. La disgregación del gneis hacia la magnesia y el acumulamiento de esta en el gneis son los filones de Freiberg, señales de enriquecimiento del filón. ¿La magnesia se forma del gneis, o se trata sólo de varias condiciones y composiciones de materias, lo que llamamos diferentes clases de tierras, mezcladas con más o menos oxigeno y nitrógeno, formándose así, por meteorización, es decir en el vaivén de las fuerzas químicas?
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La micacita, siempre sin granates, en los Andes del Quindio, Tolima... cubre el granito y * en las faldas oriental y occidental, especialmente en la región del Moral, quebradas del Azufral y Aguas Calientes, en torno a Toche, en el Alto de Tres Cruces (donde se erigió una plancha de micacita, muy curiosa y bonita, orientada de oeste a este como recuerdo de que allí celebró misa el arzobispo de Popayán), los Gallegos (barómetro 2,7 lin), y alrededor de Boquía y Portachuelo; es decir existe una poderosa capa de micacita de más de 600 toesas. En esta micacita de los Andes hay cuarzo detrítico con pirita entremezclada y a ella probablemente se debe el origen del azufre natural en la Quebrada del Azufral. Las aguas de esa quebrada vienen del Tolima, saturadas de ácido sulfhídrico gaseoso un poco blanco lechoso. No sólo en el Tolima las aguas se saturan con ese gas, sino también a todo lo largo del camino. Con bastante peligro, colgados de ramas descendimos al abismo, donde se arranca el azufre de las rocas; al norte de la Quebrada del Azufral donde el barómetro marca 272 lin., aire, 16,5 R, encontramos una especie de cueva de la que brotaba vapor de azufre (38°, 2 R). Estando agachado, el gas de azufre me produjo mareos, a pesar de que mantuve el termómetro sólo pocos minutos en el hueco. La quebradita de azufre apenas tiene 23°,3 porque está mezclada con agua nieve. La familia blanca que vive en Moral se ocupa únicamente en la minería de azufre. Ellos recogen en parte arcilla gredosa mezclada con azufre natural en micacita descompuesta, en parte azufre mismo, desprendido con barras de la roca firme. Aquí se encuentran grietas y pasadizos llenos de azufre natural amarillo-claro. Por lo mismo, son filones de azufre, probablemente (igual a los yacimientos naturales de alumbre del Chuparipari, cerca de Cumaná) de origen muy nuevo con azufre separado del hierro de la recalentada pirita (***) y, quien sabe por qué misteriosos procesos por vía húmeda precipitado en las grietas abiertas en la micacita por terremotos. O la naturaleza tiene aún otras vías de producir azufre a partir de distintas clases de tierra, así como se forma el azufre en el cuerno humano y en gran cantidad en algunas plantas, presuponiendo ¡que el azufre no sea un elemento! ¡Para la teoría de los volcanes, el conocimiento de esas vías, de esos procesos, seria inmensamente importante! Parecidos filones de azufre y azufre natural, en grandes cantidades, se conocen en el nevado del Quindío, Barragán, Puracé..., prueba ésta de la uniformidad con que está formada la cordillera de los Andes. Hasta ahora no he visto en los Andes arcilla pizarrosa, ni siquiera micacita, la que se transforma en arcilla pizarrosa. El gneis y la micacita, que empieza a cubrir el granito desde una altura de 267 lin., parece no elevarse mucho más que hasta 230 lin. Más arriba de la Ceja de los Volcancitos y de la Guarida del paramo del Quindío, hoy granito nuevamente en la superficie, de grano más fino pero libre de pórfidos. El gneis y la micacita forman, por consiguiente, hoy en día.
*** (Anotaciones al margen izquierdo): (+ probablemente de la nata de azufre, precipitada por el agua en contacto con el oxigeno atmosférico). Que el azufre se formó de pirita demuestra especialmente, la gran cantidad de arcilla gredosa (letten) amarillo-ocre, vitriolo verde! Para hacer vendible el azufre se lo funde sólo con sebo, en un cuerno cuya forma adquiere d azufre. El mestizo que trabaja en. la mina de azufre y en el vapor de azufre, se queja de que sufre paralización, debilidad estomacal, insomnio como consecuencia de los estímulos demasiado fuertes, porque esos estímulos, cuando son más débiles, eliminan la parálisis.
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en una altura media, c d, una especie de abrigo alrededor de la montaña de granito a b c un abrigo que no alcanza ni al pie, ni a la cumbre; al primero porque seguramente fue destruido por transformaciones posteriores; y a la cumbre porque ya sobresalía sobre el mar caótico cundo se formaba la micacita. Sobre el granito de la cumbre, tal vez de origen más reciente que la micacita (porque sin discusión el pérfido de sienita, incluso la sienita con feldespato vidrioso, fibroso, zeolítico, es de origen mucho más nuevo que la sienita del Scharfenberg), está superpuesta la singular roca de sienita, ya descrita. p. 24. A juzgar por la falta de cantos rodados de granito en la parte occidental de la cuenca del Magdalena, y su frecuente ocurrencia en la parte oriental del valle del Cauca (especialmente en la ensenada del valle, entre el río Desbaratado y Caloto), parece que la presencia de micacita pertenece más a la vertiente oriental que a la occidental de los Andes. En la falda occidental aparece más granito descubierto; las aguas bajan más impetuosamente; todo anuncia más destrucción en la falda occidental. El declive occidental es más tirante que el oriental y a esa destrucción hay que atribuir que la falda occidental sea más rica en oro en polvo, el que es acarreado por las corrientes rápidas de agua. Cerca de Caloto y especialmente cerca de Quilichao y Alegría, en el curato de Quina Mayor, todo el valle oriental del Cauca está lleno de arcilla gredosa (barro colorado), ferruginosa, café rojiza y debajo de este se encuentra un horizonte de guijarros y cantos rodados de diabasa, con oro en hojuelas (arenilla), y en grano (puntas) ______________ [Anotaciones al margen derecho): En sitios meridionales al sur de los Andes, por ejemplo en el cerro Munchique, al este de Cascabel, se presenta sobre el granito sienita antigua sin feldespato vítreo o nacarado, sino una combinación granulada de feldespato común cristalizado, blanco-rojizo, en menor cantidad de hornblenda negro-verdosa, muy poquito cuarzo blanco y ninguna mica, parecida a la antigua sienita que encontré en la isla de Cuba, cerca de la Regla, que está superpuesta a la roca de serpentina de Guanabacoa rica en plata, y atravesada por venitas de Calcedonia. Ese horizonte con oro en polvo parece existir a través de todo el valle porque al oriente de la cordillera del Chocó también se le conoce, junto a Quiebralomo y Marmato, en la orilla occidental del Cauca. El hecho de que no se conoce el horizonte aurífero en Cartago, Buga y Cali, y que allí solamente pueden lavar oro en los actuales ríos, se debe
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en parte a las destrucciones ocasionadas por el Cauca en el Valle de su nombre, y en parte a estratos estériles depositados sobre el granito; faltando estos estratos en el terminal sur meridional de la Cuenca del Cauca, hacia Quilichao y Alegría, faltan esos yacimientos estratificados. Un importante examen consistiría en determinar si el conglomerado cercano a los Andes no es aurífero en ninguna parte, habida cuenta que contiene los mismos fósiles que se encuentran en los lavaderos, de oro. Ya que el conglomerado fue destruido muchas veces y en sus erosiones no se encuentran granos de oro, casi se debería pensar que esa vieja formación de arenisca no contiene oro. Eso por lo menos demuestra que no es simultánea sino más nueva, o más vieja que el oro en polvo (así llamo abreviadamente a la formación montañosa de aluvión que contiene cantos rodados de cuarzo, mica o juan-blanco... platino...). Creo que es más vieja, porque si fuese muy nueva habría penetrado el oro en polvo en el conglomerado, y sobre la objeción de que en ninguna parte se encuentra oro en polvo encima del conglomerado, se puede contestar que en ninguna parte se ve la superficie del conglomerado, que antiguamente, sin duda, fue cubierto por calcita, yeso..., y que ahora está descubierta en la mayoría de los puntos F _______________ Porque solamente una superficie tan fácilmente cambiable, como la arcilla gredosa (letten) y montañas de aluvión no han cambiado. _______________
Pero lo que más demuestra que el polvo de oro se ha originado en una muy, muy nueva evolución geológica es la importantísima circunstancia para el lavador de oro consistente en que la mayor cantidad de ese metal se encuentra en terrenos bajos y en collados o en gargantas secas principalmente en aquellas donde convergen varios barrancos secundarios. ¡Qué nueva debe ser una transformación del terreno, ya que no ha cambiado la actual superficie de la tierra, es decir una superficie tan fácilmente variable de arcilla gredosa y terrenos aluviales! Sobre la sienita yace principalmente en la vertiente occidental de los Andes una muy rara formación afín a la sienita porfidiácea, una diabasa primitiva. (Urtrapp). El parecido de esta con el basalto y basalto diabásico filoniano (como con el del Dransfeld, cerca de (Göttingen) es tan grande que uno puede equivocarse fácilmente. Pero la comparación de la construcción de los Andes con la de la Cordillera de Caracas, Cordillera de Parima, con la del Fichtelgebirge de Franconia y otras cadenas de granito, elimina totalmente las dudas sobre la existencia del Urtrapp primitivo. En el Fichtelgebirge de Bayreuth, la diabasa forma mantos en el gneis y sienita, asimismo forma mantos en granito, en la cordillera de Caracas. En los elevados Andes, en ninguna parte he encontrado el Urtrapp entre rocas primitivas; pero su distancia de otras formaciones filonianas, su reposo inmediato sobre sienita y gneis, así como su identidad exterior con la indudable y primitiva diabasa de Caracas, me afirma que pertenece a una formación de transición y no a la filoniana. Esa diabasa se encuentra en la superficie, en el páramo de Barragán, entre Iraca y páramo de Chinche, y en el terminal sudoriental de la antigua cuenca del Cauca, donde en larga loma forma la antigua orilla, descendiendo profundamente en el valle, en el curato de Quina Mayor y en los manantiales de Mandiva y Páez. Esa diabasa es negra-verde, fibrosa debido a la hornblenda; el feldespato está íntimamente mezclado con la hornblenda que apenas se lo reconoce a través de una lupa, en la mayoría de las veces no contiene fósiles (fenocristales) incrustados y es fácilmente confundible con el esquisto anfibólico; a veces también contiene (como cerca de Quilichao) grandes y (especialmente y en gran cantidad) de olivina (1) verde
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espárrago, en delgadas zonas. Nunca es pizarroso; tiene estratificaciones en lajas de 12-14 pulgadas; no intranquiliza en absoluto al imán; contiene mucha pirita (maciza) entremezclada y se descompone en la superficie como el basalto, en arcilla de color amarillo-ocre, y (especialmente) en los afloramientos está conglomerado a bolas casi siempre de 18 - 20 pulgadas, con capas cascarosas separadas. En el curato de Quina Mayor y Quilichao, esa diabasa primitiva forma la peña donde están directamente superpuesta por el horizonte de oro en polvo que también comprende los cantos rodados de la diabasa. La arcilla gredosa café-rojizo y café-amarillenta que, desde el río Fraile, llena la parte suroriental de la cuenca del Cauca, probablemente en gran parte debe su origen a la descomposición de la diabasa, de la misma manera que en la cordillera central de Bohemia la tierra negra se debe al basalto. Digo, en gran parte, puesto que es propio de las formaciones de diabasa y trapp (Werner), que con ella se han precipitado grandes formaciones de arcilla y arcilla gredosa (letten). La arcilla gredosa cubre en grandes cantidades la región situada alrededor de Tetilla de Julumito, cerca de Popayán (Los Cerillos); el camino de Popayán a Almaguer, en todo el trecho donde se encuentra verdadero basalto (Tetilla), pórfido de sienita (Puracé) y granito porfidiáceo en forma de columnas aisladas. Ésas masas de arcilla gredosa (letten) que acompañan a las formaciones trapp, no sólo hacen el camino a través de la cordillera de los Andes tan inaguantablemente resbaladizo y casi insuperable, sino que también tienen una triste influencia sobre ciertos sucesos naturales. Los volcanes andinos actúan en la formación de diabasa - trapp y vomitan (porque en volcanes tan elevados la roca fundida, lava, no puede llegar a la boca del cráter) sólo vapores y agua azufrada. Las colinas de arcilla gredosa (letten) de los alrededores se reblandecen y se deslizan... Así ocurre en Riobamba y en el Tunguragua. Además, la arcilla gredosa actúa por si misma mediante su enorme afinidad con el oxigeno (ver mi Mémoire sur les terre), y de este modo se originan, creo, fácilmente incendios en las montañas, cuyas rocas contienen mucha alumina todo explica la ocurrencia en los volcanes de diabasa, sienita, sienita de obsidiana y basalto, pórfido... ______________ (Anotaciones al margen derecho:) no dolerita sino diabasa de transición, como la calcita negra de cubertura, sobre pórfido de transición, demuestra que se transforma en traquitica, p. 39 y 24. ______________
A 2° - 3° de latitud, alrededor de Popayán, una formación trapp ampliamente extendida, ver libro Amarillo, viaje a Puracé. De Quilichao hasta Sotará, en 50 millas cuadradas, no se ve ningún granito; sólo cerca de Timbío, en los manantiales del río, de Las Piedras, hay micacita en la superficie; por lo demás, todo esta cubierto con sienita, sienita porfidiácea, y en las grandes alturas con obsidiana de pórfido (Cascajal del Volcán Puracé). Todas estas rocas con mucha hornblenda y con feldespatos vítreos, toman aquí la forma exterior de columnas de basalto. En todas partes se ven, alrededor de Popayán, conos truncados, cumbres redondas como una bola, tetas, montañas gemelas, contornos que hacen recordar los de Bonn y Bilin. Así son las montañas en forma de cono hacia Jelima y Cali; así es el alta Chisquío, desde donde se ve el mar meridional con dos tetillas arriba, sobre la inmensa loma; así es el Broncaso, recortado en forma tabloide, cerca del Alto de las Piedras; así es el inmenso Pan de Azúcar de la Mazamorra y muchas otras montañas del Chocó, las que se ven desde Buga y Quilichao; así es la Tetilla de Julumito. Al principio se está dispuesto a considerar todo eso como si fuese basalto o diabasa, y las formas columnares de las partes engañan todavía más. Pero no, la mayoría de esas montañas cónicas son sienita porfidiácea, diabasa porfidiácea con gran cantidad de feldespato nacarado-brillante (parecida a la del
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Vesubio). Verdadero basalto (2) sólo he visto en la Tetilla, al occidente de Julumito, y precisamente ésa carece de fragmentos columnares separados. Las columnas, excelentes, muchas veces de 18 pies de largo, de 5- 7 lados, columnas muy regulares de Pisojé, ni siquiera son diabasa-pórfido sino granito porfldiáceo con feldespato común, mica negra y muy poca hornblenda. Esa región es según eso, más análoga al monte Eugenei (el “Graniti Colonnari” descrito por Strange), al cual vi en el Abano, que a los basaltos de Bohemia. Esas columnas de Pisojé, en la orilla del Cauca, declive occidental del Puracé, son en parte verticales, en parte están paradas perpendicularmente sobre horizontales. Es curioso que el verdadero basalto de la Tetilla se encuentra en pleno valle, talvez un indicio de cuanto más nuevo es que la diabasa de Quilichao, Caloto, y más nuevo que los granitos porfidiáceos de Pisojé, el cual es diabasa porfidiácea y pórfido de sienita del volcán Puracé y Sotará Addenda para el viaje a Puracé, ver Libro Amarillo. Es un hecho seguro y confirmado por todos los viejos habitantes que el páramo de Puracé ha cambiado su cumbre desde hace 30 - 40 años. Antiguamente este volcán era puntiagudo y cónico. Poco a poco se volvió romo y actualmente parece una meseta. Este cambio es demasiado considerable y regular como parte atribuírselo a cambios producidos por la nieve. También los indios aseguran que hoy en día se observa en la cima del Puracé una suave depresión. Por consiguiente, el fuego ha ahondado el interior del volcán, el cual está precipitándose, hundiéndose como un edifico al cual le faltan los cimientos; una tremenda idea que llena la inspiración al pensar en la enorme masa de piedras en él volcán andino.- En el valle, al occidente de la Tetilla, en los Cerillos, así como en otros puntos, la calcita está superpuesta sobre el pórfido, pasando del denso al finamente granulado muy veteado por calcita blanca, sin petrificaciones, pasando de color gris-ahumado a negro-grisaceo, desprendiéndose y descascarándose. La modificación negra tiñe los desprendimientos, un verdadero carbón negro en polvo!; por consiguiente, en el mar caótico se precipitó aparte del ácido carbónico también caliza. _____________ bien que, p. 25 pórfido de transición. Pisojé puede ser tranquita - ¿Dónde limita? ¿Dónde detenerse? pero Pisojé, feldespato común, p. 37. Seguramente, UP? Santa Fé p. 175. _____________
No debe confundirse esta formación calcárea con la que llena la parte honda del valle del Cauca, es decir el antiguo lago de Quilichao hasta el salto de San Antonio. Ese lecho marítimo, así como el del Valle del Magdalena y Santa Fé, se llenó de arenisca arcillosa, que se apoya sobre los Andes y sube, como en las cercanías de la [Macana], piedra molar en el declive occidental del Quindío. Sobre esa arenisca, en muchos puntos, hay caliza compacta, especialmente cerca de Cali (desde donde va hasta Popayán), y encima de la caliza aquí y allá, yeso, pero la caliza y el yeso fueron arrastrados en el pasado por antiguas avenidas del agua; por consiguiente en la cuenca del Cauca se lo encuentra escasamente como ocurre en la laguna de Funza (Santa Fé). La formación de yeso (3) sube hacia la parte alta de los Andes, hasta Barragán, donde hay fuentes saladas en el sitio San Miguel, al este de Tuluá... La cuenca del Magdalena tiene la misma formación de estratos. Cerca de Neiva y Timaná se encuentra limonita parda densa y esférica, dentro de la arenisca, como cerca de Maracaibo y Tarnowitz; cerca de Timaná, cal y yeso. En San Joaquín se encuentra madera petrificada, convertida en semiópalo y resinita; seguramente todo esto hay en la arenisca igual a la de los Llanos de Caracas y Orinoco, y al Totenliegenden de Turingia.
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(Comentario marginal, adición posterior a la derecha:) Esa calcita negra (calcita de transición) demuestra que una parte de esa sienita porfidiácea no es verdadera traquita sino pórfido de transición y cuarzo, p. 24 y feldespato común, p. 37, pórfido de transición que se acerca a la traquita. Eso mismo demuestra la cobertura de diabasa de transición, p. 34. (Anotaciones al margen): Cerca de Cali, en Pereira, cerca de la cadena del Chocó, hace 3 -4 años un trecho de tierra empezó a arrojar humo y se formó un pequeño crater; en las inmediaciones desenterraron bolas de pirita de 7 - 8 pulgadas de diámetro, las que en contacto con el acero producen tantas chispas como nunca he visto en ninguna parte. Se taparon algunos huecos con tierra y aparecieron otros. La ciudad estaba aterrada. Finalmente, mediante tierra, todo se apaciguó. ______________ En el nevado de Barragán hay auténtico pórfido de retinita, del que he encontrado pedazos en los ríos. En el Chocó hay glosopetren de 4 pulgas de ancho. ______________ (Adición posterior): Cerca de Santa Ana hay Sangre de Dragón (crotonhibiscifol, Nov. Sep.) n. 1782, de Croton sanguilf, Cumanaoua, diferente. ______________
(1) Como en la aurífera jurisdicción de Jelima. (2) No, ningún basalto. Viaje a Santa Fé, p. 176. (3) ¿En yeso de transición?
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Santa Ana El pueblito famoso por su antiquísima explotación minera, está al sur de Mariquita. El* camino inicialmente va a través de una parte del inmenso valle que se extiende entre las cordilleras de Guaduas y páramos (Herveo, Quindío) hacia Neiva. Ese valle dividido en muchos pequeños valles en el viejo lecho del río Magdalena (?), cerca de Honda y Mariquita, contiene la nueva formación de arenisca alternando con capas de granulado grueso (breccie) y arenisca de grano fino. La arenisca es idéntica a la piedra de Cuba, especialmente la del Llano de Calabozo (ver mis Tablas Mineralógicas de la América Meridional), y a la de los valles (*) alrededor de la misión de Atures y Maipures, Turbaco... El camino pasa poco a poco a través de un bosque cercano, en dirección oeste, acercándose a la cordillera. Se vadean los ríos Lumbi, y cerca de Santa Ana, el Guamo. Entre ambos ya aflora gneis. Desde el Guamo fue construido un socavón hacia La Manta, de 800 pies de largo. Desde ahí se sube, sobre gneis descubierto, hasta el pueblito donde se goza de un espectáculo maravilloso del inmenso valle del Magdalena y del nevado (páramo Ruiz), hacia el este las mañanas y hacia el oeste, por las tardes, respectivamente. Aquí se goza de una agradable temperatura. Termómetro 17° -18°; higrómetro, 74 %. En este lugar crecen repollos y toda clase de verduras europeas, de manera excelente. Aquí vivía el excelente Juan de Elhuyar y a cada paso se le recuerda debido a sus obras. Desde 1770 y aún antes Mutis con los Ugiartes, y por cuenta propia han trabajado las minas del Sapo, situadas a 20 leguas al sureste de Santa Ana (1 día de Ibagué), pero con poca suerte. Allí existe un yacimiento de pirita pobre en plata, peto con gran cantidad de mineral, con máximo [2 onzas] en Ct. En las cercanías del valle de San Juan hay una mina con grandes cantidades de azufre natural. Mutis, quien gozaba del gran favor de Gálvez y Valdez, escribió muchísimo sobre la riqueza del Sapo y Mariquita; sugirió que se envíen acá extranjeros, por lo cual España acordó mandar al famoso Juan de Elhuyar junto con 6 alemanes. El joven Dietrich de Schneeberg murió ya al llegar a Honda; los restantes, excepto un cierto Wiesner que dicen que dibujaba bonito, eran mineros rasos, no bien aptos para oficios de capataces que aquí desempeñaron. Elhuyar, sin haber viajado y conocido el Reino, a pesar que fue nombrado de inmediato director general de minas, así como de la Casa de la Moneda, se hizo en 1785 cargo de las minas de Santa Ana y Manta en nombre del rey. Ya que Elhuyar conocía a su gente, * Las cataratas del Orinoco, Atures y Maipures están sobre granito. El río irrumpe espumoso a través de la roca primitiva. De la misma manera es la Cueva de los Huesos de Ataruipe. Pero las pequeñas y horizontales superficies alrededor de las misiones son de arenisca pero muy descompuesta.
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y como todos clamaban por plata, tuvo que pensar en la inmediata construcción de una planta de amalgamación.. - ¡La gente se quejo de que eso era demasiado apresurado, los gastos enormes y el mineral sumamente pobre! Todo, todo eso es mentira. Los minerales de Santa Ana promedialmente son de 16 Loth [8 onzas] y en Manta de 12 [6 onzas] en cada ct. En cada una de las minas se trabajaba con 60 - 70 hombres (principalmente en la exploración y en galerías) y apenas con 15 hombres en cada mina en la explotación de la mena. Sin embargo se obtuvieron desde 1791, cuando la minería empezó a funcionar regularmente hasta 1797, cuando se suspendieron los trabajos, es decir en 6 años, se obtuvieron 8.000 Ct. en Manta y unos 2.000 Ct. en Santa Ana. En 10.000 Ct., a 14 Loth en Ct: hubo una ganancia de 70.000 onzas de plata; es decir que se entregaron más de 80.000 pesos a la Casa de la Moneda. La plata realmente fue toda a esa casa. En los años de 1785 - 1797 los gastos correspondientes a 12 años fueron de 216.000 pesos, ¡pero el rey asignaba anualmente 18.000 pesos, y nada más! De esos 18.000 pesos anuales se construían, la planta de amalgamación, todos los edificios; se pagaba el azogue, la pólvora, sal, todos los sueldos (que anualmente ascendían a 6.000 pesos). Por consiguiente, si se descuenta el producto del gasto real (y calculando que el rey pagaba todo con un 20% más caro y que de las casas para amalgamación, construidas para siempre, se debía calcular sólo el interés de utilización), se encontrará que la mina casi se pagó su propia construcción. Qué tales exigencias en un país donde el rey construye minas para (como él mismo declaró) dar un ejemplo; en un país donde muchos 100.000 pesos se derrochan en fortificaciones por parte de los ingenieros; ¡que exigencia que una mina deba dar beneficios en diez años! Pero con la muerte de Elhuyar, acelerada por las ofensas, reproches y bromas de su cuñado, don Angel Díaz (partero), la explotación minera dio fin a toda actividad... ______________ desde Manta y Santa Ana se enviaron a Santa Fé 70.000 pesos, calculando a 8 reales cada onza, según los libros del oficial real de Honda, ______________
Con no poco peligro, debido al asentamiento del techo y doblarse los marcos de entibación, me movilicé por la mina de Manta, una mina prometedora y racionalmente instalada. El gneis está en la superficie hasta el río Guamo, tiene en todas partes el rumbo 6 horas (este - oeste) y un rumbo de 45° hacia el norte. En la mina encontré el yacimiento metalífero con el mismo rumbo, de tal manera que no cabe duda de que es un manto y no un filón. En la Manta el laboreo se efectúa en dos mantos, uno inferior de 3 pies y el superior de 12 pulgadas, distanciados estos entre si a más de ½ toesa. La gente dice aquí, lo cual va contra la naturaleza de estos yacimientos, que estos se reúnen con enriquecimiento especial en la zona de contacto; por eso creo que ambos yacimientos son uno solo, divididos en la mitad (como en Kamsdorf) tan sólo por una capa transversal. Según la naturaleza del yacimiento, los mantos se encuentran totalmente arraigados, sin salbanda, poco abiertos, con rocas drusas incrustación, y van paralelos al declive del yacimiento... La formación metalífera, así como los hemos visto in situ en muchos puntos contiene: Mucha pirita argentifera poco cobre gris, blenda parda, arginosa, un poco de galen (soroche), estefanita, y rosicler con plata nativa, e incluso oro nativo finamente diseminado todo en cuarzo; contenido medio: 12 loth [6 onzas] por Ct.) individualmente: Pirita (marmaja): 4 onzas por Ct.; plomo ronco o corrido: hasta 75% de contenido. Galen (soroche): 4 onzas por Ct. Mineral rosicler. Tocaña, mineral descolorido.
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Bajamos unas diez toesas en una clavada entibada por gradas labradas en la roca, hasta hallar el yacimiento en dirección sur; después, fuimos unos 100 toesas horizontalmente sobre el mando hacia el este, donde desorientados y muchas veces varias clavadas. Las aguas caen a un viejo socavón o galería de 200 toesas de largo (y aproximadamente 5 de profundo). El techo de la galería estaba caldo en su mayor parte y pudimos llegar a esos socavones con muchísimo esfuerzo. En la Manta no existen labores antiguas por cuanto apenas la comenzaron a construir los jesuitas. Elhuyar tuvo un plan, en realidad el más racional: llevar un socavón desde la mina de Santa Ana, situada mucho más baja, al lado de la quebrada de Morales, hacia el norte en dirección a la mina la Manta. Se cree que el socavón tendría una longitud de 200 varas, y 50 - 60 lachter de profundidad. La temperatura de la tierra en la mina la Manta era exactamente de 17°, 2 R.; la medí en una galería transversal donde no había entibación ni aire fresco. He visto con sorpresa que en el interior de la tierra, en ambas partes del mundo, crecen las mismas plantas subterráneas. ¡Cuántas de mi “Florae Fribergensis” he reconocido aquí! en donde se extienden en forma de musgos las byssus speciosa, a lo largo de los postigos de las puertas. ______________ En Santa Ana, en la mañana el termómetro marcaba 16° (el agua tenía 15° a consecuencia del frío nocturno), a las 8. ______________
La mina Manta tiene la ventaja de poseer aire muy fresco; la entibación se ha conservado muy bien durante 10 años... Aún hay mineral en todas partes. Ahora podrían trabajar fácilmente 12 hombres. ¡Pero sólo se han construido los caballetes! La solidez de la roca es mediana. Sin embargo en Santa Ana hay mayor contenido, pirita, (pero el cobre gris de la Manta es más rico), pero en menor cantidad, y más agua, más labores antiguas, existe gran estabilidad de roca; los disparos las levantan muy poco, y en otros puntos la roca está agrietada, necesitando total entibación; por eso muchas veces se producen hundimientos e inundaciones. No pudimos entrar a la mina porque desde hace 5 años no se la ha trabajado. Según informaciones, el yacimiento de Santa Ana me pareció un conjunto de filones, a saber, filones que se reúnen agrupados. Las galerías se construyeron. en forma de cruces, pero se suspendieron los trabajos antes de llegar a los cruces. Los mineros son libres, los negros se emplean como jornaleros, jornal 3 reales diarios. La pólvora para la mina se calculaba a 200 pesos cada Ct., y era elaborada en Santa Fé. Se necestaban 6 Ct. anualmente. Elhuyar tostaba los minerales (en hornos de amalgamación tostadores, procedentes de Sajonia, exactamente como los de Charpentier) con un 10% de sal común y un 10% de cal calcinada. Los 4 toneles utilizados contenían, cada uno, 6 Ct. de mineral y 1,2 Ct. de mercurio. Se ponía 1/5 de mercurio. Elhuyar también colocaba en los toneles sal común, cal y cobre para descomponer las sales ácidas de la plata. La pérdida en mercurio era igual, en peso, a la plata obtenida.
Aquí los filones son ricos hasta la superficie. Los mas famosos minerales de plata alrededor de Mariquita eran los del Real de Bocaneme, entre el río Gualí y Guarinó; también eran muy ricos al sur de Santa Ana, los de el Santo Cristo de las Lajas.
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En Mariquita estuvimos en casa del exquisto y comprensivo don Francesco Aruero; allí vimos al hermano del conde de Casa Valencia, don Tomás Valencia de Popayán, el que impulsa fervorosamente la minería en Popayán, Iscuandé, Chocó, y ahora en las Vegas del Supía, a donde quería viajar para pasar 7 días bajo cielo abierto, en el camino despoblado a lo largo del páramo Herveo.
________________ [Anotaciones al margen izquierdo]: Valencia ha hecho una importantísima observación geológica, la de que una vez, cerca de Lloró, en un lavadero de oro, en un cateo de 3 toesas de profundidad, encontró grandes troncos de árboles rodeados de granos de oro y cantos rodados de gneis (?) _______________
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Sobre el barniz de Pasto
Se dice en Pasto que, desde el comienzo de la conquista hasta el comienzo del siglo XVII, doña Catalina Petronila de Mora, que tenía encomiendas en Timaná, inventó la manera de barnizar tal como se hace hoy. Es probable que los Indios ya conocieran este arte, que masticaran este barniz con colores; los indios Páez y otros en Timaná barnizan aún hoy algunas feas calabazas, los indios de Marañon y del Guainía hacen lo mismo. Hemos visto totumas en San Carlos del Río Negro que se parecían completamente el barniz de Pasto. ¿Quizá esta señora solo perfeccionó este arte, tal vez inventó únicamente la manera de barnizar en oro y plata. Existen hoy (diciembre de 1801) cerca de 40 obreros barnizadores, algunos de los cuales son maestros que trabajan con 4 o 5 personas. Todo aquel que tiene suficiente dinero para comprar el barniz, los colores y la plata que se extiende en hojas, en Quito, se llama a sí mismo maestro... Un obrero gana por día solo ½ reales de América. No se le da la comida. Termina diariamente 1 ½ platos a 12 reales cada uno, de modo que los pocos maestros sacan bastante provecho. El barniz no es abundante porque los indios de Sibundoy no lo buscan activamente. Estos indios, que han conservado las formas de gobierno interno y la lengua de los Incas (aunque tienen su propia lengua), son los únicos que buscan el barniz y no cultivan casi la tierra. Los indios del Pueblo de la Laguna se dedican por el contrario al ganado y no hacen caso del barniz a pesar de que también les queda cerca. Parece que en Pasto se consumen anualmente de 600 a 800 libras de barniz, que los indios venden a 1 peso la libra. Se venden en Pasto anualmente cerca de 10.000 a 15.000 pesos de vasijas barnizadas. El precio ha bajado, a causa de la porcelana que los ingleses introducen y porque la moda ha cambiado. En Lima se tiene el mayor flujo. El barniz puede aplicarse tanto sobre madera como sobre hierro y plata. No se trabaja sino la primera y son también los indios de Sibundoy quienes hacen los platos de madera, con malos cuchillos. Venden un plato de 18 pulgadas de diámetro a ½ real, pero hay que hacerlo igualar, unir, en Pasto. Los platos pequeños se fabrican al torno en el propio Pasto. No se conoce el árbol que da el barniz y se ha examinado tan poco el asunto que aquí se cree torpemente que las lágrimas o gotas cristalinas son la flor y la semilla del árbol. Nunca se han hecho traer pies jóvenes para transplantarlos. Por las ramas que el Gobernador de Popayán, don Diego Nieto, nos regaló, hemos visto que el barniz es una gota que rezuma Oxillis foliorum allí donde nace la yema de hojas futuras. Vemos la analogía de este fenómeno en los botones de todos los árboles que la Naturaleza preserva envolviéndolos en una materia resinosa. Un ramo adornado con estas gotas amarillentas y transparentes, colocadas simétrica y regularmente, ofrece un muy
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agradable espectáculo. Folia coriacea (*) integerrima lanceolata glabra opposita venosa breve petiolata subsessilia. Rami teretis oppositi. Los árboles son muy altos, se dan en regiones templadas (regiones de Quina), a una altura de 600 toesas (a juzgar por los * productos vegetales), a un día al este de Sibundoy, hacia Mocoa. A juzgar por las hojas bien secas que enviamos con una gran colección de semillas al Museo de París, desde Popayán, creemos haber observado el mismo árbol y la goma en los riachuelos de Atabapo y Tuamini, mezclado a las Mimosas de hojas coriáceas que adornan estas comarcas. Los indios dicen que los arbolitos jóvenes dan más barniz, cosa muy natural puesto que todo vegetal joven produce mayor cantidad de materia mucilaginosa, y que la cosecha no es igual de abundante todos los años. Recogen con los dientes las gotas de 1 a 5/4 de línea de diámetro que rezuman sobre la yema joven. La mastican ligeramente y hacen pelotas pardas, aparentemente por la acción del aire atmosférico, de 3 pulgadas de diámetro. He observado con mucha atención el modo de barnizar. El obrero arroja una parte de la pelota en agua a 50° R. Mientras más fresco es el barniz mejor se trabaja; cuando tiene más de seis meses hay que mezclarlo con barniz fresco porque no es dúctil y se funde en forma demasiado fácil. Entonces se aumenta el calor hasta 70°. Los obreros se sientan alrededor de una vasija de piedra con carbón ardiente. Si se quiere obtener un barniz sin mezcla de color, lo que ocurre raramente, se masca durante 12 a 14 minutos, la bolita de 1 pulgada de diámetro que ha estado expuesta a la acción del agua caliente. Si se quiere extender la membrana sin masticarla, se vuelve desigual; me mostraron que quedan granos, la saliva actuará también químicamente. La masticación aumenta la uniformidad de la membrana (tela). La pelota masticada y arrojada entre agua caliente se estira con las dos manos en forma de cinta:
después 2 obreros la toman por las cuatro puntas abcd con las manos y la vuelven un cuadrado y para que este cuadrado no adopte la forma
la toman con los labios en e y f para evitar los segmentos acb y cfd. Así se forman telas de 0,01 líneas de espesor, semitransparente y continuas. El señor don Juan Lorca debe haber imaginado maneras de hacer telas sin saliva estrujando la pelota... Estas membranas, plegables durante 8 horas, se endurecen después y se rompen. El color natural del barniz ablandado en el agua es de un amarillo verdoso, casi el color de la madera incolora, poco agradable a la vista. Para darle colores, por ejemplo, el rojo se toma del Urucu (Bixa orellana, mezclado con leche de caucho) en polvo, se extiende el * Mr Goudot cree que el árbol puede ser el Delicia Condaminea, una rubiácea; es verdad que Condaminea utilizó así en Pasto y en Fusagasugá, donde hay arboles de cera. C. rendus. T. 18, (1844), p. 260.
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barniz ablandado en el agua, sin masticarlo, hasta formar una pequeña membrana, se aplica el polvo replegando la tela en forma de embudo. Se le coloca de nuevo en agua caliente y enseguida se comienza a masticarlo hasta que la saliva toma el color deseado. La masa masticada y coloreada se vuelve a colocar en agua caliente y se extiende luego para formar membranas coloreadas de la manera descrita. Con estas membranas, parecidas al papel mojado, se envuelven los platos, calentándose las manos para presionarlas y extenderlas... lamiéndolas... Porque la saliva juega siempre un gran papel en este repugnante barniz. El azul se obtiene con índigo desleído en mucha agua y calentando poco el barniz; el negro se obtiene con grandes dosis de índigo, calentando mucho (tal vez para carbonizarlo); el rojo es el Bixa orellana, el verde se obtiene masticando 2 pelotas, una azul suave y otra amarilla; el amarillo es la raíz en polvo del Escobedia Flor. Per. o azafrán de la tierra. El dorado se hace también con la Escobedia que se pone sobre la hojilla de plata. Para hacer flores se cortan las membranas, con un hierro parecido al buril del grabador, sobre una tabla, siguiendo el contorno de un bosquejo en cartón. Las sombras se obtienen colocando una membrana sobre la otra. El blanco es muy difícil de lograr, se lo produce de manera imperfecta con oxido de plomo blanco. Para la venturina se mezcla la plata amarilleada con la pasta ablandada; para hacer manchas con contornos indefinidos se pasa al fuego la tela ya colocada sobre el vaso. ______________ [Anotación al margen derecho:] Otros obreros dicen (pues todo es tradición) que esa dama aprendió el arte de los indígenas e introdujo y perfeccionó el barniz en Pasto, en donde se estableció. _______________ [Nota en el margen izquierdo] Examinando más de cerca las pelotas de Sibundoy hemos visto que las gotas del barniz no rezuman propiamente sino que las propias yemas untadas de barniz y mucilaginosas por dentro. Se distingue en muchas de estas gotas, abriéndolas, las hojas jóvenes con sus venas. Se puede decir que las hojas jóvenes forman parte de la propia gota de barniz. _______________
La desgracia de esta fabricación es la mala forma de las vasijas hechas con cuchillo y gusto indígenas; los feos dibujos. Con todo se reconoce alguna imitación de las formas inglesas, aunque muy poco.
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Volcán de Pasto Al oeste de la ciudad, separado pues de la gran Cordillera de los Andes por el Valle en donde esta situada la ciudad. Las bocas que arrojan llamas casi todas las noches (por dos ventanitas como dicen los Indios) están en la pendiente occidental del volcán y no se ven desde la ciudad. La cima del volcán se cubre a veces de nieve; tiene una forma bastante común, está aislada hacia el norte pero unida por el sur a una cordillera de pérfido, de menor altura. No obstante, desde la ciudad se observa que la cima no fue en modo alguno un cono de base muy grande, que hoy día está truncado pero según un plano muy desigual. ¿Habrá el volcán arrojado su casquete como el Sotará? Al sur se distingue una hendidura, (abra), valle muy singular, en la cresta una especie de puerta que indica una gran explosión. Los habitantes creen que esta explosión se produjo mucho antes de la conquista, que consistió en una inundación causada por el volcán que talvez vomitaba estas aguas, de las cuales el río San Francisco que sale del abra no es sino un pequeño residuo. La forma del valle, relacionada con la hendidura, y la cantidad de piedras que se encuentran en la dirección del río San Francisco, convierten tal suposición en algo muy, muy probable. Examiné estas masas con mucho cuidado yendo a lo largo del río. Hay masas de 8 a 10 pies de diámetro, enterradas en la tierra vegetal; además la tierra misma está llena de fragmentos de 5 - 8 pulgadas poco redondos y con una superficie a menudo porosa. Son todos pérfidos a base de tierra magnesina o roca verde (Grunsteinporphyre), parecidos a los del Puracé. Es notable corno estos pórfidos siguen constantemente los volcanes; nos habrán abandonado desde Almaguer. De allí hasta El Tablón todo es esquisto micaceo. De allí a Pasto se observan en la cadena occidental los pórfidos (cerca de Buesaco v.p. 195, tiene polos muy fuertes, aún los fragmentos mas pequeños) y en la cadena oriental a la cual pertenecen Meneses y el Alto de Aranda. Los esquistos micáceos están mas cerca de la cordillera principal que los pórfidos, pues aunque separados por valles no contiguos, todo forma una sola masa de montaña hasta la costa. Desde Los Robles y el Alto del Rey hasta Mercaderes, la cordillera de la costa se separa de la cordillera grande por el llano de Aguas Blancas y el Patía; casi como al norte de Robles por el Valle del Cauca, desde Mercaderes (véanse mis mapas) hasta Quito, no se pueden distinguir las dos cordilleras, que se confunden. Esta capa de tierra arcillosa, llena de fragmentos del volcán, que cubre la parte occidental del valle de Pasto y que le da la fertilidad, esta capa fue probablemente transportada y depositada por la inundación volcánica. Tenemos, en los infortunios de Riobamba, ejemplos parecidos de erupción acuosa y fangosa. Es muy curioso ver como esta capa arcillosa, que contiene mucha tierra magnesiana, como lo prueba la destrucción y el color de la roca verde, da afloramientos de sales terrosas. En estas están los salados, lugares donde lame el ganado, y que se confunden en este país, en
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forma equivocada, con vestigios de sal gema o fuentes de muriato. Estos afloramientos consisten en muriato de magnesio mezclado con muriato de cal y de potasio. He atribuido, en mi Memoria sobre las tierras, tanto la frecuencia de la producción de nitro en las tierras arcillosas como la fertilidad del propio suelo, acción que ejercen las tierras sobre todo las arcillosas y magnesianas, sobre las capas atmosféricas circundantes. Cómo, v. Annales de Chimie.. he llegado en América Meridional a considerar más probable esta idea. Imagino que lo que ocurre en los volcanes no es una fermentación del carbón mineral del azufre o de la pirita, que estos combustibles no son necesarios. Lo que fermenta es la propia tierra; las tierras son bases oxidables, acidificables. El aire atmosférico entra en el interior de los cráteres, este interior está tapizado de pórfidos, a base de roca verde, y de masas arcillosas que, tienen gran acción sobre el oxígeno del aire. Esta acción es más fuerte cuando estas rocas están mojadas por el agua lluvia o de nieve. He aquí la verdadera influencia de la nieve sobre las erupciones, sobre lo cual el vulgo aquí percibe algo cuando dice que la nieve causa el fuego “por las partes salitrosas que tiene”. Por ellos son comunes las explosiones y temblores de tierra después de que comienzan las primeras lluvias. Aunque en mis experimentos sobre las tierras no se observa subir el termómetro durante la absorción de oxígeno, la Física nos enseña que debe de haber desprendimiento de calórico porque un fluido (el aire vital) se condensa cuando el oxígeno se disuelve en el agua o cuando se combina con las tierras; lo cierto es que la base se fija, y no así el gas. ¡Qué enorme calor se debe producir cuando, en el interior del volcán, se descompone una masa tan grande de aire atmosférico! Este calor, causado por el contacto de las rocas con el aire, aumenta la acción de las propias rocas, y produce estos vapores acuosos cuya elasticidad causa erupciones y quiebra la antigua corteza del globo. Las rocas húmedas y el aire son pues los materiales que arden en los volcanes; estas rocas arden tanto más fácilmente cuando más fácilmente se convierten en una pasta blanda aluminosa y magnesiana; tanto más cuanto que contienen además bases acidificables terrosas, otras ya conocidas anteriormente como tales. La corneana, hornblenda, y por consiguiente las Sienitas, los pórfidos basálticos y todas estas rocas de la formación de Trapp, que en América acompañan los volcanes, contienen carbono, lo acompañan los volcanes, contienen carbono, lo mismo los esquistos primitivos, como lo prueba el ácido carbónico que se desprende cuando se exponen al sol estos minerales. Véanse mis experimentos y los del señor Lampadius, Los pórfidos basálticos, aquellos a base de obsidiana y las rocas verdes contienen a menudo piritas en enorme cantidad, como los Grünstein de las bocas del volcán de Pasto. El hierro... No es que crea que explico el fenómeno de los volcanes pero creo haber demostrado que existe un agente universal que no se conocía antes. Se necesitan sin duda otras condiciones para que nazca un volcán donde hay tierra, agua y aire atmosférico. Pero sin profundizar en las condiciones, es siempre probable que hayamos descubierto una parte de este gran misterio. Las bocas del volcán de Pasto están en un pequeño cono situado sobre la pendiente occidental de la gran montaña. En este cono muy bajo hay dos bocas que arrojan diariamente humo, y la mayoría de las noches llamas, verdaderas llamas y no un resplandor fosfórico. El volcán de Pasto es por consiguiente el volcán más activo de América. Pues en el Cotopaxi, el Pichincha y el Tunguragua no se han visto llamas sino cada 10 o 15 años. Los indios dicen muy ingenuamente que las bocas parecen ventanas y que parece que se llevaran llamas de una ventana a la otra, porque se observan ya una, ya la otra parte del volcán iluminada, las llamas han sido vistas raramente en Pasto porque la cima o cresta del gran volcán las oculta. En Pasto se las vio por última vez, una noche, hacia 1760. La explosión del volcán fue tan fuerte que las piedras incandescentes eran lanzadas hasta la propia ciudad, donde comenzaron a quemarse los techos de paja. La distancia es mayor que 2 leguas de camino. Se recurrió a las procesiones. Cada 3 o 4 años son comunes las explosiones, con chorros de piedras y ceniza, visibles sólo del lado de Guáitara. Parece qué este volcán, por ser el más activo es por ello mismo el menos peligroso. Los vapores no se condensan allí. Se hace sentir fácilmente. El humo se eleva a menudo a
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bastante altura para ser visto desde el propio Pasto. Se observa en gran abundancia cuando hay fuertes lluvias y se sabe que cuanto más humo arroja el volcán hay tanto más borrasca. El propio humo produce electricidad como cualquier evaporación. El señor don Tomás de Santacruz hizo una observación muy importante: En 1796, hacia el fin del año, ocurrió la explosión poco peligrosa pero muy extraña, del volcán de Guadalupe, el temblor de tierra de Cumaná... En los meses de noviembre, diciembre de 1796 y enero el volcán de Pasto comenzó a arrojar una espesa columna de humo que se veía diariamente en Pasto. No estaban acostumbrados a esta visión constante y creían que era del mal agüero. En febrero de 1797 hubo la explosión de Riobamba y en el mismo día la columna de humo del volcán de Pasto bajó y disminuyó de modo tan notable que no se vio más humo desde la ciudad. ¡Qué comunicación entre los volcanes! Toda esta parte de América parece minada. Hubo abundancia de materiales, La gran masa cayó sobre el infortunado valle de Riobamba, donde la mina estalló; a partir de ese momento el balance y equilibrio de los fluidos se restableció y el volcán de Pasto no volvió a humear con tan extraordinaria fuerza. El Puracé no tuvo ningún movimiento cuando la desgracia de Riobamba. La explosión del Cotopaxi, hace 30 años, se escuchaba en Honda cuando se ponía el oído en tierra. Los monjes creyeron que los ingleses bombardeaban a Cartagena, tales eran las descargas redobladas que se oyeron entonces. El vulgo cree aquí que no deben temerse los volcanes que no humean. Sospecho lo contrario de esta clase de monstruos que aspiran y expelen. En esta calma aparente aspiran una gran cantidad de aire atmosférico, cuyo oxígeno sostiene la combustión subterránea.
______________ [Nota en el margen izquierdo] En el Valle de Pasto no vimos piedra pómez, pero el valle del Río Mayo está lleno de una arenisca como de piedra pómez. No olvidemos que los volcanes producen potasio, el célebre Klaproth lo ha descubierto en la piedra pómez. Digo producen, componen, pues dudo que la obsidiana, de la cual resulta la piedra pómez en el Pico de Tenerife, contenga potasio. Habría que analizar varias clases de piedra pómez y las piedras que las producen, p. 177. ______________
El mal tiempo y las lluvias abundantes que caen sobre el Ecuador por Navidad (aguas de Nochebuena) nos impidieron visitar las bocas o ventanas del volcán a pesar de todos los preparativos que hicimos. Fuimos a Pasto con el firme propósito de ver las bocas. Los habitantes nos advirtieron sobre los peligros que corríamos, que si en el verano, en tiempo de sequía, la expedición sería incierta (a causa de los vapores que se condensan en un instante e impiden encontrar el camino de regreso), más aun en medio de lluvias, nieve, granizo y tempestades que azotaban desde hacía 5 semanas el valle del Guáitara. No nos descorazonamos; después de las fatigas del volcán del Puracé. Todo nos parecía tolerable. Enviamos Indios de Jenoy hasta las propias bocas para reconocer de cerca su localización y traernos las sustancias minerales que las componen. Nos trajeron los mismos pórfidos a base de roca verde, que ya había reconocido en la pendiente oriental del volcán, pero con más mezcla de piritas y cubiertos en 2/3 por tierra arcillosa amarillenta mezclada con azufre, de manera que el pórfido de un verde azuloso no era reconocible sino en el centro de las piedras. Ninguna piedra pómez, aunque algunos blancos de Pasto pretenden haber visto en la pendiente oriental piedra pómez, pero negra, fibrosa y algo pesada (Obsidianas alteradas?). Hay tres posibilidades de llegar hasta las ventanas: una es viajando hacia el sureste para entrar en el valle del Guáitara que forma del lado del volcán un precipicio espantoso. Es más
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una hendidura que un valle. Se llega a la hacienda de Consacá, donde el arroyo de ese nombre mezcla sus aguas azufradas al Guáitara. Desde Consacá se ven las bocas a uno a dos leguas de distancia. Pero en esta estación se necesitan 2 días para ir de Pasto a Consacá y varios días mas para abrirse camino por el bosque hacia las bocas. Este camino parece posible aunque nadie lo ha hecho hasta el momento. La segunda vía es saliendo de Pasto a Jenoy por la noche, pueblito indígena situado 2 leguas al oeste de la ciudad. Desde allí se llega subiendo hacia el oeste a una elevada llanura en forma de meseta, desde donde se ven, en frente, las bocas a menos de 1/8 de legua. Antes se llegaba con mucha facilidad desde la meseta hasta el montecillo de las ventanas a través de una loma. Pero como desde hace 30 años el montecillo ha bajado notablemente, se formó un hundimiento entre las bocas y dicha meseta; estos dos lugares están separados hoy día por un precipicio enorme, imposible de atravesar en línea recta. Estas fueron las noticias que nos trajeron los indios de Jenoy. Pero encontramos un medio de remediar el problema, descendiendo de la meseta por el suroeste, pasando el precipicio por donde es menos profundo y subiendo después al montecillo. Un tercer camino no incluye Jenoy. Se trata de seguir el camino que busca la nieve en la cima del volcán, cuando está cubierto de nieve. Se pasa directamente de Pasto al volcán; subiendo por el Pajonal al norte se llega a la cuchilla donde se puede seguir hasta la cima del volcán o alcanzar la meseta, cerca de Jenoy, y desde allí las bocas. Un mestizo de Pasto prometió llevamos y traemos por esta última vía en un día porque si nos cogiera la noche nos perderíamos, no sólo por el frío sino sobre todo, por los relámpagos que caen constantemente. Los vapores del volcán parecen producir una gran masa de materia eléctrica. Yo prefería la vía directa. Teníamos mucho interés en no pasar las fiestas en Pasto; los caminos estaban cada día peores y mis instrumentos que tanto había arriesgado desde Popayán, exigían sacrificios, pues de su conservación dependía la continuación y el éxito de nuestro viaje. El 21 de diciembre resolvimos tratar de llegar a las bocas, Se enviaron 12 indios de Jenoy para abrir el camino desde la meseta hasta el precipicio, el paso más difícil; otros indios debían venir a buscarnos en la Cuchilla... el 20 hizo muy buen tiempo pero no se pudo aprovechar porque el paso del precipicio no estaba abierto. Con qué ansiedad pasamos la noche del 20 al 21. Nos levantamos a las 4 de la mañana pero, ¡ay! llovía torrencialmente. Todo el día estuvo el volcán envuelto en nubes, no se veía nada. Hubo que renunciar al proyecto y todos los preparativos fueron en vano. No puedo describir cuánto lamento esta pérdida, pero como remediarla sin esperar hasta el mes de febrero cuando, según se dice, el tiempo es parejo. Después supimos que la buena suerte nos impidió emprender la expedición. El 20 era un día magnífico y sereno en Pasto; en el valle del Guáitara, del lado de las ventanas cayó el mismo día una lluvia torrencial, con una bruma que nos hubiera impedido llegar más allá del Llanito (la meseta). Otra dificultad que en todo momento sentimos en las expediciones por las altas montañas en América, fue la falta de guía. Los indios, si se escogen los mejores y se les trata con amistad y confianza, son buenos, fieles, prudentes y lo salvan a uno en caso de peligro, aunque sepan que uno es tan vigoroso como ellos. Si parte usted con 8 o 9, puede estar seguro que apenas comience el mal tiempo, se quedará sólo con 1 - 2, el resto huye; pero esos dos son suficientes y valen por 6 blancos o mextizos. Pero los indios no conocen sino hasta donde terminan los pastizales; no van a las regiones sin vegetación sino para buscar nieve o cuando, por casualidad, se pierde una vaca; la curiosidad no los lleva nunca más lejos y como la nieve se paga mal se cuidan de buscarla demasiado arriba; la recogen allí donde esta más baja, en los Pajonales (regiones de gramíneas) donde desgraciadamente, es muy blanda, aguada y dura poco. Pero el indio vende su carga de nieve al mismo precio, aunque en el camino a la ciudad se hayan derretido ½ o 4/5. Los hombres blancos, aun los europeos que vienen a las Indias y presumen de amar las ciencias, no hacen viajes de observación, de suerte que el verdadero estado de las bocas de un volcán, de la cima de una gran montaña, es desconocido. Todo el mundo habla del objeto porque está a la vista, como si fueran hasta allá diariamente pero, una vez que se trata de emprender la
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expedición, se ve que los habitantes saben tan poco como los extranjeros. ¡De allí las dificultades, peligros y molestias de las expediciones en América! para hacer una expedición ordenada es necesario quedarse por lo menos un mes en las vecindades, para conocer bien el sitio y buscar por dónde subir. Así como el Puracé, el Montecillo del volcán de Pasto ha bajado considerablemente desde hace 30 años. Al bajar, las bocas se volvieron más estrechas y las llamas son menos frecuentes y vivas. Parece que la actividad del volcán hubiera amainado. Sinembargo, no faltan las llamas todo el año, aunque menos fuertes, con las llamas arroja un humo negro y ceniza que el viento lleva algunas veces hasta Pasto.. Hay 4 o 5 bocas que se denominan ventanas por que no está en las cimas del montecillo sino en la ladera, como las ventanas de una casa iluminada. Estas bocas varían en forma y número porque todos los años el terreno cambia cerca del volcán. El ruido que sale de las bocas es como el de una forja, como el que oímos en el volcán de Puracé. Las bocas vomitan también aguas sulfurosas que caen en el río de Consacá, que está por ellas infestado. Del lado de Jenoy brotan otras aguas hidrosulfurosas que tienen olor a huevo podrido, o sea, ácido sulfídrico. En este momento no están muy cargadas debido a las frecuentes lluvias. Otras fuentes son ácidas (como el río Vinagre). Entonces las circunstancias son las mismas que en el Puracé, salvo que las bocas de este (¿Talvez por estar más elevadas o porque el material esta ya consumido?) no arrojan llamas. Sobre las aguas hidrosulfurosas que surgen de las bocas, flota con frecuencia el asfalto, del que los indios de Jenoy se sirven para alumbrar sus casas. He aquí otro volcán de América que produce fluidos elásticos, vapores de azufre, agua, cenizas.., nada de lava, ni un átomo de lava que fluya, solo algunas piedras calcinadas afuera y arrojadas a grandes distancias. La estación impidió toda medida exacta del volcán, que la región de Pasto permite: aunque desigual es un llano. La nieve cae a menudo sobre el volcán, pero no permanece allí. Habrá pues cerca de 2100 toesas de altura. El montecillo con las ventanas parece tener apenas 1800 toesas de altura, pues el que no haya arbustos se debe al calor y el azufre. Hay otros dos volcanes en la provincia de Los Pastos (es así como se llama la región situada entre el Guáitara y Conchal, en la jurisdicción de la ciudad de Pasto: el uno es una Solfatara, el Azufral, al este del nevado de Chiles y el otro es el gran cerro del Cumbal, al oriente de Guachucal, que humea continuamente. Acerca de los cereales de Pasto, ver págs. 65 y 172. Producción alrededor de la vega de San Lorenzo, Pancitará, Almaguer, los Guayacanes..., donde crece excelente trigo; da 1 Ct. de cosecha en mal tiempo, y 12 tierra; en años medianos 25, en mejores, hasta 35 por ciento, no mas. En Pasto la harina proviene del llano de Pasto, y hasta de Obonuco, Yacuanquer. -. Al sur de Guáitara, en la provincia de Pasto, el clima no es adecuado para el trigo; allí sólo crece cebada. Hemos observado que la harina procedente de zonas muy frías se deja guardar menos bien, es decir que se daña más pronto que la harina de climas templados. ¡Muy curiosa esta fisiología de las plantas! Donde el clima es más adecuado para la planta, por cuanto la vitalidad de los órganos es más fuerte, sus productos son más independientes a las influencias del medio ambiente.
Varia. Durante la administración del virrey y arzobispo Góngora, el rey emitió un edicto indicando que todo el que se sienta aquejado puede enviar a él su reclamo o al Ministro de Indias o al padre confesor del rey, sin temer castigo y bajo la promesa de eterno silencio. José María Lozano, marqués en Santa Fé, un hombre de gran energía, por medio del padre confesor describió al rey la infeliz situación de las provincias americanas, la opresión ejercida por las Audiencias y corregidores; denunció que los virreyes daban cargos de importancia a cocineros y manufacturadores de pelucas, y que
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personas jurídicas tenían que soportar la arrogancia de aquella chusma. Mencionó al sobrino de Góngora como desembozado contrabandista de Santa Marta; al cocinero de Góngora, elegido gobernador del Chocó; a su cochero que fue nombrado corregidor... El rey, cumpliendo muy mal su palabra, entregó la queja escrita a Gálvez, y éste remitió el original a su amigo Góngora. El virrey hizo llamar al marqués y le pregunto si reconocía su firma. El marqués dijo que sí y añadió, ya que ese escrito mereció la atención de su Real Majestad, “me arrepiento de no haber anotado muchas otras cosas”. Góngora, de por sí liberal, bondadoso y dado a los placeres de la mesa, pero como buen andaluz, dominado por cualquiera, se dejó guiar por personas vengativas y con una compañía de granaderos envió al marqués a Cartagena, donde lo encarcelaron en Bocachica. Tres años demoró el interrogatorio y terminó tan sólo porque el enérgico hombre no dejó de añadir otros elementos a la queja original y descubrir nuevos aspectos de la opresión europea... Sus hijos pidieron permiso para ir a España y gestionar el asunto de su padre. Durante mucho tiempo no se les permitió, hasta que finalmente llegó la orden de enviar al marqués y su causa a Madrid. Se contestó que la causa se ha perdido y el marqués murió repentinamente, pocos días antes de su viaje a España. El público supo interpretar su muerte.
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Vegetación Ideas En el trópico hay máxima perfección física de la naturaleza orgánica. Tamaño. Densidad de las libras de madera. Bombax. Cavallinesia. Anacardium Caracoli.- Hymenaea. Swietenia. Mimosae. Quebracho.- Carices, juncos (tal vez un bambú) del Maraguacá, los que vimos en la misión de Esmeraldas, en el Alto Orinoco, los que tenían un juego de nudo a nudo de 17 - 18 pies franceses. Inmensa altura de los árboles de maní, caraña y hevea en la montaña de Javita. Intensidad del color de las flores. Magnitud de las corolas. Familias de orquídeas, un mundo desconocido para el que habrá que descubrir nuevos términos (filosofía, botánica), y esto en los valles de los Andes peruanos, en Quito, Popayán, alrededor de la cueva del Guácharo, en la provincia de Nueva Andalucía. Flor de la Gustavia augusta, Pancratium... constitución de las frutas, tamaño y composición artística; tapas, alas, abanicos... Cada cosa es completa en sí misma, un grano de mijo como la cápsula del volador, de la cucharita (ver mis dibujos); se puede decir que el organismo es más completo; hay más elementos para diferenciar; la naturaleza se ha fundido menos, se ha separado más, se ha desarrollado más. Así, un cerebro humano es más completo que el de una abeja, a pesar de que en éste, tal vez, también se encuentren todos los gérmenes del otro. Hay que llamar más completo a un pie humano que al de un marrano, en el cual se encuentran escondidas las 5 falanges. Quién no admira las frutas del coco de mono (Caryocar), de la juvia, del Hura crepitans con las cápsulas llenas de semillas, de tanta planta trepadora de América. Rapidez en el crecimiento de la vegetación. En Archangel es tan rápido (ut dicunt y de madera bastante antifilosófica) porque se acumulan estímulos en el largo sueño invernal, porque el calor del sol actúa más vigorosamente, como un acicate no acostumbrado, como el opio sobre el que nunca antes lo probó. En el trópico sólo hay una larga tranquilidad nocturna, pero el calor y la humedad siempre son iguales, y a pesar de ello el crecimiento es sumamente intenso. En nuestros viveros, con nuestra lluvia primaveral, ¡no hay nada parecido en Europa! Esa es la energía de la vida interna. En Guyana vi Artocarpus incisa de 8 años y con una altura de más de 40 pies. ¿Qué alta no es una palma de coco de 6 años, en buena tierra? En el trópico muchas plantas no se agotan, florecen eternamente; otras producen anualmente 2 - 4 veces los elementos de la reproducción ¡y en qué cantidad!. -A ello hay que añadir la cantidad de frutas, y todas maduras; materia alimenticia disponible para todos. Crescentia Cujete con frutas de 28 pulgadas en promedio. Cucumis Angunia, en Punta Araya, donde casi nunca llueve, da una fruta de 70 lb. aire y agua incluidos. En el norte, donde la fuerza vital es menor y las plantas dependen en mayor grado de los elementos exteriores, la humedad hace que los frutos sean más aguados; el calor del sol, en el verano, los reseca; el frío los encoge y endurece... Ahí aparece, mediante la observación de esa dependencia de los estímulos exteriores, la idea de que la Guyana húmeda debería dar frutas aguadas, desabridas,
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con un tejido vegetal flojo. Algunas clases de madera, Andasonia en Guinea, Bombax en América, parecen afianzar esta equivocación. Pero junto a la madera corchosa del bombax y del Cavanillesia Macunda (con esa misma humedad), tenemos el quebracho de dureza de hierro, el Caesalpiniaea, Hura crepintans, Swietania, Caraña. Las características de la naturaleza tropical consisten, fundamentalmente, en que la energía interior de la vida vegetal (fuerza vital) se opone a todos los estímulos exteriores, hasta el punto de que cada órgano elabora y mezcla incesantemente, sin impedimentos, eternamente en actividad, sin que el calor se evapore; la humedad no se diluye; humedad y calor actúan sólo tensionalmente, como potencias estimulantes y desarrolladoras de fuerza; los órganos no aceptan nada que no puedan asimilar y transformar inmediatamente. Por eso, aquí, una región, un clima producen los productos más heterogéneos; la fibra de madera más floja y la más apretada; mucosidad vegetal, azúcar, resina, alcanfor, y ante todo una abundancia de materias acidificables. - El suelo más húmedo produce mayor cantidad de aceites y resinas. ______________ (Anotaciones al margen izquierdo:). En los altos valles de la provincia de Quito, a 1500 t. de altura, donde no crece ni Carica papaya ni Musa, hay una Carica que no parece diferir de la Carica papaya sino en que el fruto no tiene vacio (esta lleno de granos), en Quito se le denomina Chamburú. El fruto es ácido y sólo se come en dulce; Es más alta que la Cenca papaya. ¡La he visto de 30 pies de altura! ________________
A esa abundancia, a esa pujanza de la fuerza vital se debe que todos los productos vegetales de los trópicos sean tan fuertes, enérgicos y estimulantes. Un elemento es más estimulante mientras tenga mayor afinidad crítica, mientras más lejos esté de la pasividad interna, del equilibrio interior; ambiciona unirse con los elementos del órgano capaz de estimularlo. En el mundo inorgánico la tranquilidad y el equilibrio está en cada parte; en el orgánico ese equilibrio se mantiene sólo mediante la acción recíproca de los órganos. En principio, cada parte está en un estado de afinidad tensional, cambia su estado, su relación de mezcla, inmediatamente que se separa del conjunto (por consiguiente, sólo en la naturaleza orgánica es un conjunto, uno, un individuo. La totalidad va tan lejos como el efecto recíproco de los órganos). Mientras una parte más pronto cambia su estado de mezcla, por separado, más pujante es la fuerza vital. En el norte, la savia (Chelidonium) apenas deja caer un poco de fécula; es aguada y se conserva más tiempo. En el trópico hay una cantidad de árboles lechosos en los que está diluida la materia dinámica. Esas plantae lactescentes son más de naturaleza animal; aquella savia lechosa es más activa. Separada del cuerpo vegetal, se cuaja mebranosamente. Ver fourcroy en relación al caucho, así como la Crecropía Ficus, Plumieia, Apocinées. Mientras más grande sea la fuerza vital de los órganos más incrementan su equilibrio, el mismo que se realiza con los elementos que han absorbido las raíces y las hojas. Las plantas descomponen la sal común entremezclada con la tierra. Se alimentan de elementos oxidados, ácido carbónico, agua, oxido de hydrogeno, ácido de nitrógeno... separan el oxígeno y forman bases, resinas y aceites acidificables... Estas formaciones insinúan vigor y perfección de los órganos, atestiguan la diferencia entre plantas jóvenes y viejas: sólo éstas producen resinas; las jóvenes apenas son combustibles. En el mundo tropical, ¡cada planta produce venenos almizclados en la corteza, raíces, hojas, cápsulas de semilla, resina, aceite, alcanfor! Mientras más intensivamente vigorosa es la
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fuerza vital, mayor es el efecto recíproco de los órganos y menor la duración después del desarraigamiento. En Alemania vi retoñar 2 tilos después de 2 años de haber estado caídos. En el trópico produce esfuerzo sembrar estacas guardadas por mucho tiempo. El ascenso de la savia en árboles de maní de 200 (?) pies de alto, es suficiente demostración de las pulsaciones de los vasos y sus movimientos vivos, al igual que el derramamiento del vino de palma después de 18 días, cuando el tronco tiene una temperatura de 20°. Cantidades de savia de las plantas tropicales americanas. Pero precisamente en el trópico la mayoría de plantas tienen un movimiento visible, Mimosee, Urticae (stamina...) ______________ (Anotaciones al margen izquierdo): En el Reino de la Nueva Granada se puede conseguir, de primera mano, bálsamo de Tolú, lb. por 1 a 1 ½ reales, procedente de las sabanas del Tolú, Tacasuán, Corozal, Sinú, montaña de Santa Marta. El bálsamo que fluye en primer lugar de una incisión en el árbol es el mejor y se llama bálsamo rubio; el segundo es más fluido y se llama aceite de María; el tercero es el más malo y más fluido todavía. Anualmente se despachan de Cartagena a España, y de contrabando a Jamaica y Curazao, muchos miles de arrobas de bálsamo. En cada árbol se hacen incisiones por una sola vez y se cree que el bálsamo es inocuo si fluye de un árbol donde se hayan hecho incisiones por segunda vez. Por consiguiente, ¡cada árbol da bálsamo una sola vez en su vida! ________________
Geografía de plantas. Propias de las orillas del río Magdalena. Musácea, la más grande frucht (ibus) oblongis subarcuatis acute, trigonis, culmo nigrostriato, se llama plátano; naciendo desde la raíz, florece después de 5 meses; desde el comienzo del florecimiento, necesita 3 meses para la madurez de la fruta. Muere cuando el (único) racimo ha madurado. Un racimo contiene de 40 a 60 plátanos. Un hombre que trabaje poco, con sólo 6 plátanos permanece lleno todo el día, sin ninguna otra clase de comida. Un boga del río Magdalena, es decir una de las personas que realiza quizá el más duro trabajo, come diariamente 1 lb. de carne (tasajo) y 10 plátanos. En el Magdalena (boca del Opón y Carare) se utiliza yesca de plátano. He visto con sorpresa que dicha yesca es la vasa spiralia (pneumato-chemifera, Hedw) de la planta. Se tumba el tronco, se lo troza, separando los pedazos uno de otro; luego se extienden las fibras espirales (como en el Cucumis), parecidas a hebras, las que se cogen con la mano, se hace una bola y se la exprime y seca al sol. ¡Una yesca que quema muy bien! ¡Folia plantarum juniorum 2 pedalium supeme maculis atroviolaceis variegata!
Cítricos. En todo el continente sudamericano hemos visto sólo en uno que otro lugar árboles silvestres, tales como el Canica Papaya, y siempre bajo condiciones sospechosas de que en ese lugar existía una plantación indígena. _____________ Don Jorge Juan, viaje a Perú, II, p. 24, dice que la avena de la isla Juan Fernández sólo crece como una hierba más alta que un hombre, y que propiamente sólo se parece a la avena. _____________
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La selva distante.., nos atestigua contra esto porque incluso los indios civilizados, así tengan la tierra más bella cerca de su misión, aún hoy buscan la más distante profundidad, entre rocas, en la espesura de la selva, para sembrar sus conucos (siembras de plátano y yuca). Además de eso, cada 2 - 3 años cambia (debido a su inestabilidad) muchas veces, simplemente porque allí anidó un pájaro de mal agüero, y si la cantidad de hombres no fuera tan pequeña y el espacio tan ilimitado, la mitad del mundo americano se convertiría poco a poco en un conuco. Además, que cambios de cultura hay que sospechar. A nosotros nos parece nueva la actual población americana, y en medio de desiertos, donde ahora 2.000 a la redonda no respina ningún ser humano, encontramos inscripciones (Casiquiare, Uruaná, Páramo de Guanaco) que insinúan que esa región, alguna vez habitada y con construcciones, se hundió en la vieja barbarie. Lo mismo ocurre con el Laurus Persea: en ninguna parte es cultivado, siempre está en estado silvestre. Pero hay en la isla de Cuba (vidi), desde cabo Antonio hasta Guantánamo, en todas partes en el interior, muchos bosques de limones y naranjas; limoneros grandes, espesos y silvestres. Se los vende caros y se busca un reino terrestre que, produzca limones, considerados sumamente productivos, y se previene contra los bosques de naranjas, seguramente porque en el mar del sur las naranjas son muy comunes. Los Citrus, así como Musa y la papaya, le siguieron al hombre trashumante a su llegada a América, y porque en una isla el género humano se concentra siempre en un mismo lugar y difícilmente se decide a emigrar, por lo cual, en las islas siempre se crea una mayor cultura moral, política (islas del mar del sur) y física (agricultura), por estos motivos también las plantas se tornan silvestres mas fácilmente que en el continente. Y como la cantidad de plantas cultivadas es mayor, creo que en Cuba los árboles cítricos se volvieron silvestres, y debido a la crueldad española que deshabitó la isla, seguramente desde el siglo XVI aparecieron allí más arbustos limoneros que a la llegada de los conquistadores. Según eso parece que los citrus en América no salieron de la selva a los jardines, sino de los jardines a la selva - mucho más porque a cierta distancia de la costa, en todo el Orinoco, Atabapo, Río Negro... (a excepción de las naranjas sembradas por los jesuitas) nosotros tampoco hemos visto una huella de citrus. Pero en Neiva, cerca de Prado, en el camino de Andaquíes, también se encuentran esos bosques de limones similares a los de Cuba (en el Chocó hay enormes bosques de Guayaba, un pequeño Psidium, muy ácido y maravillosamente aromático; por eso, allí se toma guayabadas en vez de limonadas y naranjadas).
Musgos, Es una opinión equivocada que los musgos, Musci frondosi, rara vez existan en los trópicos. En los bosques húmedos y sombreados de las provincias más calientes (misiones de indios Chaimas, Costa de Paria, al pie de la cordillera Maríara, en el Orinoco a 2 - 3 grados de latitud, Maypures, Atures, Esmeraldas) hemos recogido musgo frondoso en cantidades. En las islas Occidentales casualmente pueden ser más raros, y todas nuestras ideas europeas están lastimosamente muy distantes de esas pequeñas islas. Pero —lo más frecuente—, hemos visto verdaderos Pelousse, espesas conjunciones de musgo de gran follaje a orillas del río Guarinó, incluso a 3 - 4 millas al norte de Honda, donde el río, con espumoso poder, atraviese entre rocas areniscas en zig-zag. Y esta región es muy caliente; ¡en la misma área crecen helicónias, Musa, cacao y caña de azúcar! De la misma manera que hay plantas que pertenecen a la zona caliente, otras a la zona fría, también hay vegetación de la familia de los musgos, algunos propios del norte y otros de los trópicos. En Popayán, desde tiempo antiquísimo, se mezcla lejía caucho, de ceniza con leche de caucho, coleccionada en los bosques, a la cual se desea mantenerla líquida para llevarla de testimonio. Por consiguiente, el pueblo conocía un hecho que Fourcroy recién descubrió hace pocos años en París. Debe ser ventajoso porque la afluencia del caucho a Europa encarece mucho el producto; transportar la leche a Europa mezclada incluso con lejía, a fabricarla en América por sí mismos, con un desarrollo gradual (como ya se lo hacen en pequeño en Popayán). En Europa no se debería sembrar Euphorbrae, para elaborar con la leche
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(con ácidos, óxidos...) un tipo barato de caucho.- Entre Portocabello y Valencia, en la cordillera de Mariara, en la hacienda de Bárbula, hemos descrito un árbol, el palo de vaca, cuya leche aromática y espesa se recoge en totumas, haciendo incisiones en el tronco. Los negros de esa zona beben una leche vegetal no cáustica, agradable y ¡muy nutritiva! Esa leche, tratada con ácido nítrico, da caucho, y poniéndola al sol deja caer una especie de queso carmelita muy espeso, que fermenta como queso animal. En esa forma hemos enviado dos recipientes, mezclada con álcali, el señor Fourcroy. En el río Iscuandé, en el mar del sur, existe un árbol Sande, cuya leche beben los nativos de esa zona. Así, también el palo de vaca. _________________ (Anotaciones al margen, a la izquierda:) Toda especie o Pucherí que vende Portugal viene del río Negro. En Maynas, en el Marañon, no crece el árbol Laurus. En el comercio se conocen dos clases, un fríjol más grande y otro pequeño, más negro: a éste último se lo busca con más frecuencia. La clase más gruesa crece al occidente de Mérida, en el Valle de Upar; eso es suficientemente raro porque ese Laurus no crece en el Orinoco y tampoco de ninguna manera entre el Puerto de Río Negro hasta Upar. Líquenes, hongos, los mismos en todas partes del mundo. En Quindío vi verdaderos Lichen icmadophila, Cladonia coccifera, Sphaerina hypoxion... así como fósiles, los mismos en todos los climas y tipos de montañas, aún más, tienen afinidades químicas, combinadas y también independientemente. En los valles de los Andes (en las montañas de Quindío, por ejemplo) hemos encontrado una cantidad increíble de musgo de gran follaje, de tal manera que cubre totalmente los troncos de los árboles, los caminos... con una espesa alfombra —y precisamente en los valles calientes, bajo las palmeras Helicónias... _________________
Veneno. Más venenoso que el curare y más aún que el veneno del sapito del Chocó (Raná vinidis rubromaculata), tal vez el más fuerte de todos los venenos vegetales, es el zumo del arbol Chamico del Chocó y Costa de Iscuandé. Ese zumo, mezclado en la sangre, mata instantáneamente, como se llegó a verificar varias veces cuando por desconocimiento se llegó a talar dicho árbol y los leñadores se lastimaron con las astillas.
_______________ Más venenosa que la culebra Jaruma es la Gualcama, en Barbacoas. Contra ese veneno no se conoce ningún contra-veneno. Ataca a los hombres y siempre muerde por encima de la cintura, sobre la cadera. En la mayoría de los casos, la muerte se produce en 15-20 minutos. La Equis es menos brava, la que en Barbacoas, rico en culebras, se llama ambucama. ________________
Procedente de Mainas he visto una corteza raspada de un árbol que allí se llama solimán de morité y (singularmente) mata a través de la sangre y del estómago. Se envenena mezclándolo con queso, mata a las ratas. El contraveneno es el azúcar.
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[Canela] En América del Sur, una clase de canela que muchas veces se confunde con la canela* alba (la que hemos visto en Jamaica), o con la Winterana (Drymis grenadensis en Monserrate, al lado de Santa Fé, la famosa canela de la montaña de Herveo), o también con Laurus cinnamomun. El canelón que habíamos visto en la Esmeralda, cerca de las fuentes del Orinoco, en el Atabapo, y entre el Guaviare y la catarata del Orinoco (Atures y Maipures), es un Laurus, al que Mutis llama Laurus cinnamonoides (así como al lauráceo que da toda clase de aromas, Laurus cinnamososa). Ver nuestro manuscrito botánico. Ese canelón se dan con mucha frecuencia de Timaná, al sur de Neiva; en Quijos y excelentemente en los Andaquíes; parte oriental del valle de la provincia de Neiva; entre el valle del Magdalena y el río Guaviare, continuación de los bosques de canela que hemos visto en el Orinoco y que atraviesan, 2° de latitud, transversalmente, toda América del Sur, hasta Surinam. No cabe duda de que bajo un gobierno activo, estos árboles de canela podrían ser un buen artículo comercial que produciría buenas entradas; y si la canela fuera menos aromática que la de Ceylán, un precio conveniente la volvería excelente. Desde la revolución holandesa, Europa compra canela de China, muy inferior a la de Ceylán,
Canela. Nuez moscada. Té. ¿Qué adulteración del té no admite Europa?... Mutis, atento a todos los cultivos de plantas útiles, convenció al Virrey Arzobispo Góngora hacer traer con los misioneros semillas desde Andaquíes, las que fueron sembradas en Mariquita. Brotaron tan excelentemente que vimos allí una docena de graciosos arbustos de canela, pero (por haberlos sembrado demasiado estrechos) excesivamente bajos y sumamente ramosos. Podemos atestiguar que la canela incremente su aroma cuando es cultivada. La corteza que habíamos probado en Mariquita era mucho más sabrosa que las que masticamos en los bosques del Orinoco, donde el árbol tenía más de 140 pies, grandes árboles majestuosos (en tierra de granito, clima caliente, apenas a 160 t. sobre el nivel del mar). ¿A dónde no llegaría el aroma si se lo cultivaría intensivamente? más y más frecuentemente transplantado. En Mariquita, ¡de manera singular!, los troncos no han querido florecer en 15 años. Se quejan de la canela tiene un gusto baboso; materia mucilaginosa; el hecho es cierto, a pesar de que se exagera. Es muy seguro que ese sabor se pierde si la corteza se guarda durante muchos años. Bomare asegura que la canela holandesa se vende aún 15 años después de la cosecha. En la India Oriental examinará exactamente... Llamar nuevamente la atención al gobierno español sobre la canela. Don Louis Rieux, a causa de la tiranía que se ejerció contra él, recibió como indemnización 2.000 p. de pensión con la orden de fomentar cultivos de canela Myristica (Otoba) y pimienta, así como de vigilar los estractos de la quina. El pensaba hacer traer verdadero L. Cinamomum de Jamaica (del Jardín Botánico de Kingston). -Mutis consideró a la otoba como verdadera Myristica officinal, de la misma especie que la de la India Oriental.- Pero es una Myristica como Aublets Virola; por consiguiente, fructu glabro. Pero dudo que sea la misma especie de Malaca, y también parece que la fruta es menos aromática. Se seca muy difícilmente debido a su interminable aceite. ¿La falta de aroma en la canela seca dependerá de que la secamos demasiado fresca? Mutis es el primero que ha llamado la atención del gobierno sobre esta Myristica. Crece con Aeginetia, coraña, Caryocar Amygdalferum alrededor de Mariquita, Santa Ana; también en la cordillera de los Andes, en el Quindío (*). La fruta tiene fama en el país no como nuez moscada sino como pomada mezclada con grasa, la que se prepara a base de la fruta, y es útil para heridas de animales, también contra los
* Ya que en Cayena hay virola, es sorprendente que no la hayamos visto en el Orinoco, o en Atabapo. ¿Era otoba la nuez moscada que se trajo a Gumilla?
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accesos producidos por el nuche, (Oestrus humanus), útil contra el comején (Thermes), se unta la madera en la que ha anidado la hormiga blanca... El té, el descubierto por Mutis, y del que con entusiasmo ofreció al gobierno ventaja tan grande (sin que su propuesta haya tenido ningún resultado), es una hoja de Alstonia Theaeformis, que crece muy comúnmente en los alrededores de Santa Fé. El descubrimiento honra a la botánica. Nadie sabía que la infusión de las hojas de ese arbusto fueran parecidas al té. Mutis fue inducido a eso por algunas partes de la flor (que le parecieron muy similares al té de consumo), e hizo la infusión. Realmente es muy grande el parecido de la infusión, su color, sabor, principio astringente, el cual es demasiado fuerte; por eso el té pica en la lengua cuando se lo hace muy fuerte. Una nación acostumbrada a beber té (ingleses, holandeses) — ¡a los españoles todo les parece té!—, una nación de esa clase no se deja engañar por el Alstonia; pero el té más vendido en Europa es falsificado con hojas de Camelia japónica, fragaria vesca, muchas veces también (Ostende) con hollín y por consiguiente con elementos dañinos y peligrosos. Una planta parecida al té más que cualquiera otra, no será bien recibida por los falsificadores, es una, que hace más fuerte el té y que es excelentemente sudorífero y diurético. Yo he bebido el “Bogotá”, así se llama ese té, con frecuencia en Santa Fé, y lo considero muy calmante y sudorífero, Don Tomas Quijano, en Popayán, durante sus ensayos de teñido, también ha descubierto un tipo de té, lo cual diferenciaría al Jussieu del Thea algo más que té del Alstonia. Es una Melastomá, pero la infusión es más parecida al té que la Alstonia. [Maíz] En Popayán existe una variedad de maíz con granos totalmente negros y harina muy blanca; la siembra se efectúa mediante semilla. La Oca es una Oxális comestible con raíces bulbosas. El majao es una Tropaeolum con raíces comestibles, como nabos. [Seda de Palma] Entre el río Caquetá y Putumayo, en la planicie boscosa, los indios Andaquíes recogen la excelente seda de palma, hebras amarillentas, sedosamente resbalosas, de una palma cuyo fruto nos fue dado. Es una Nux 3 poll, ovata lignoso foraminibus tribus perria, probablemente cocos. Precisamente en esos bosques hay una cantidad interminable de cierto tipo de pera que proporciona cera negra y blanca, muy blanca; esto se recoge por cuanto en una rama comercial considerable de los misioneros. La pera salvaje y la cera no necesita ser blanqueada. El indio vende a 2 reales la libra para aprestar género de algodón. En Pasto se vende a 12 reales la libra. [Tinta] En el Chocó: el Numbisca es un árbol cuya madera, al sumergirla en agua fría, da una excelente tinta negra (sin añadir calcita ferrosa). Incluso las hojas tiñen los dedos de negro, manteniendo esa coloración por muchos días. En Caracas, el marqués del Toro nos dió una madera parecida, la que enviamos a Europa Palos de Brea, un pino en la orilla caliente del río San Juan. En los troncos de muchos árboles, en una pera grande, muchas veces hay un nido de 9 - 10 pies de largo, cuya masa es brea con la que se hace gran comercio en el mar del sur, mares meridionales. Un nido de hasta 15 Ct. de brea. El indio que tumba ese árbol se embadurna el cuerpo y la cara con arcilla para evitar la picadura de las abejas. La avispa, especialmente con los pies, arranca todo el pelo de raíz. La brea es dura, de color amarillo-dorado; se la suaviza en el fuego, de manera especial con agua caliente; en dicha operación se vuelve totalmente negra, como la brea europea. En el Chocó, 1 Ct. de brea negra y líquida vale 20 reales de plata. En Cartagena, actualmente (1801), 1 Ct. de brea europea cuesta 36 - 38 piastras, y para la construcción de barcos la brea de avispas es igualmente buena. Cuando en el mismo árbol se hace una incisión, cortándolo, no da ninguna brea. Seguramente la avispa pone algo de sí misma. Esa brea de avispa también sirve para el alumbrado (muy utilizado en
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el Chocó). Se recoge el humo de dicho alumbrado, se lo diluye en aguardiente y con ese líquido negro, parecido a la tinta china, se escribe como si fuese tinta. En Nóvita hay la experiencia de que esa tinta es muy durable en los archivos. En el Reino de Nueva Granada se utiliza neme en vez de brea, o asfalto líquido (parecido al champote proveniente de la calcita de Trinidad, Buen Pastor y Golfo Triste). Ese neme es frecuente en los alrededores de Neiva y Guayaquil.
Juviquira, o estoraque (¿será verdadero estoraque el líquido ámbar?), en el Chocó y Citará 1 lb. = 1 real de plata. Hay gran consumo de esa resina vegetal, principalmente para utilizarla en las iglesias como incienso y zahumerio. En Quito, Popayán y Nóvita la fabrican en grandes cantidades, dándole. formas de animales. En el mar del sur, según verdadera costumbre de la India Occidental, ¡se aman todos los olores agradables!
Bacao, un árbol cuyo fruto (Cápsula Theobromae) se mezcla con cacao; incluso hay indios que lo cocinan solo, como chocolate. El bacao no es silvestre; sino sembrado por los indios desde tiempo inmemorial. Para probar que un pedazo de terreno pertenece a los indios, se muestra simplemente que allí crecen viejos árboles de bacao.
Taparo, de la familia de las Bromeliae (o sea una palma); nunca sobrepasa la altura de 1-3 pies; en medio de las hojas hay un racimo con 16 cocos grandes y muy duros; cada uno de esos cocos tiene agua blanquecina, pero en el río San Juan sólo cada tercer coco tiene agua. Es una comida común de los indios, sumamente útil si falta el plátano debido a las inundaciones. Tiene hojas como el Agave. Palma de chontaduro en el río San Juan, en el Noanamá y en todo el Chocó, y actualmente, poco a poco, se lo cultiva en Popayán. La palma está llena de aculei. Por eso, para recoger las frutas, los indios son muy ingeniosos; se arman con dos triángulos, uno alrededor de las piernas y el otro en torno a la cabeza y hombros; con ambos se apoyan fuertemente contra el tronco, de tal manera que los espinos no les tocan en ninguna parte. Los indios del Chocó viven de esa palma casi más que de los plátanos. El racimo tiene una cantidad enorme de frutos muy pequeños (con muy muy diminutas pepas). Se come el exterior de las drupas, la carne alrededor de la almendra, y se cocina la fruta como hacen los indios del Orinoco con el Pirijao. En el Chocó se calcula que una palma de chontaduro constituye un capital de 2 piastras.
Palma de mil-pesos. En el Chocó hay una drupa carnosa, cuya envoltura, cuando es regada con agua caliente, desprende un aceite amarillo y sabroso, con el que se cocina igual que con el de oliva, de tortugas y de guácharo. La almendra machacada da leche.
Bejuco de Zaragoza. Es el único contraveneno, contra la más terrible de todas las culebras venenosas, la Jaruma del Chocó; aquí, ¡¡donde el calor y la humedad son terriblemente intensos!!, la explotación minera atrae a las culebras, y los negros, tan audaces, sienten un placer especial de tratar con las serpientes. También los indios nativos tenían experiencia, con anterioridad a los negros, en esas relaciones con culebras. Cazan culebras venenosas de toda clase; les extirpan colmillos y glándulas de veneno; las alimentan durante 3 -4 semanas en chozas, acostumbrándolas a buscar su alimentación en el bosque y luego retornar a la choza, y para los extraños una culebra tan mansa es un monstruo... De este modo, indios y negros observan a qué cosas la culebra tiene asco, deduciendo aquello que podría ser un contraveneno... Así se han recogido en el Chocó, desde hace cientos de años, las observaciones más delicadas sobre la alimentación de toda clase de culebras; valdría la pena que esas observaciones sean escritas, pero lastimosamente ¡están mezcladas con mentiras y fábulas transplantadas que por su antigüedad se han convertido en dignas de crédito!
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(Anotaciones al margen, a la izquierda). En las tiendas de Quito se vende caucho negro, muy bonito, en forma de elásticó salchichón; 2 libras 2 onzas cuestan 4 r; antes se vendía 1 ½ reales. Seguramente se puede obtener una libra por 1 real. En la costa de Iscuandé no se conocen otras luces que las del caucho sin pabilo; para que no gotee se le embadurna con ceniza, la que es incombustible.
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Viaje de Pasto a Quito La cordillera de Pasto, desde Meneses hasta Pasto, apenas tienen 1 1/2 leguas de largo; es una cordillera con espeso bosque —pero la más terrible de todas las montañas - está formada de micacita con enormes capas de arcilla (porque la formación de pórfido se dirige al occidente del Tablón, pasando por Buesaco hacia Yenoi y el volcán de Pasto). Lodo sin fondo y angosturas de 30 pies de profundidad, tan angostas que apenas puede pasar por allí el cuerpo de un caballo inclinado a 60°. Las mulas resbalan hacia abajo y todo recuerda a la forma como se desciende a la mina de sal de Halle. A eso hay que añadir los árboles caídos que cierran el camino. En Europa se quita el árbol del camino. Aquí se cambia el camino, y sin tener la disculpa de otras zonas tropicales donde los árboles son tan monstruosamente gruesos que sus trocos no se lograría cortarlos en 8 días. – Esta montaña es terriblemente fría y en muchos lugares se ven cruces que representan a personas congeladas, sorprendidas por la noche. Especialmente se nos contó la historia sentimental de dos hermanos. El más fuerte tomó el más débil entre las piernas para calentarlo y salvarlo. Ambos murieron. Los arrieros muchas veces se quedan 4 - 6 días en la montaña, junto con el equipaje; en ese transcurso las mulas caen cada 50 pasos. Ahora se dice que el camino es bastante bueno. Nosotros lo cruzamos en 4 - 5 horas. Del Alto de Aranda, donde se sale del bosque, se puede apreciar un espectáculo divino. Se ve un precipicio en una ancha planicie verde, en cuyo centro emerge graciosamente la ciudad de Pasto con sus muchos monasterios. El campo de los alrededores está cuidadosamente sembrado con trigo, papas y repollo. El rastrojo amarillo constrasta hermosamente con las sementeras negras, recién aradas (productos volcánicos erosionados). Se cree ver un paisaje europeo. También nuestro Raphanus Raphanistrum aquí se ha vuelto aborigen, y completos surcos brillan debido a sus flores intensamente amarillas. Hacia el oriente y occidente se encuentran la planicie (un viejo lecho marino) que limita con los Andes escarpados. Hacia el oriente está el páramo de la Laguna y mas al sur el dentado Funes, desprovisto de vegetación y a trechos llenos de nieve. Hacia el occidente está el volcán del que salen columnas de humo, visibles en días claros, semejante al fuego de un sacrificio. El camino del Alto de Aranda es terrible; se llega rápidamente al Ejido de Pasto, una parte de pradera que conserva cada población en sus alrededores para los juegos de la juventud, competencias atléticas, riña de gallos a caballo... Allí nos esperaba el magistrado y los próceres, los caballos adornados con estribos de plata, sillas con cojines. Personas que andan a pie y ni siquiera tienen 300 pesos son dueños de estribos
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de plata y un jarro de plata. Sobre Pasto mismo está el volcán. Ver Libro Amarillo del Magdalena, p. El 22 de diciembre viaje de salida, en parte para no presenciar la fiesta de Pasto, en parte porque se nos dio a entender que debíamos irnos, ¡porque las comodidades con que se nos atendía producían gastos demasiado elevados! El camino pasa por el volcán, de tal manera que también lo vimos del lado occidental. Don Sánchez, de Quito, y el pequeño administrador del aguardiente de Loja, ambos personas agradables, nos acompañaron el trecho más largo, entre Obonuco y Yacanquer, el bosque La Montañuela, sólo bosque y poca montaña, pero también un camino horrible, un lodo profundo, como para enterrarse. Pasto está rodeado por todos los lados de montañas. De noche en Teindala. Hasta allí y hasta Guáitara, donde empieza la provincia de Pasto; cultivos de trigo y no más; a pesar del cuidadoso cultivo sólo da del 5 – 7%; de Guáitara hasta Carchi, donde la tierra tiene grandes elevaciones, sólo siembran cebada que apenas da el 6% de producción, porque esa provincia sufre de frecuentes heladas. Nosotros mismos encontramos en el camino, entre Chilianquer y Guachucal, toda la hierba con escarcha; las hojas de los árboles encogidas por la helada. La Barnadesia parece resistir óptimamente el frío. El 23, de Teindala a Santa Rosa. Se gasta todo el día en cruzar el valle (más bien el desfiladero rocoso) del Guáitara. El valle del Guáitara es uno de los más grandes y hermosisimas escenas naturales que hemos visto. El valle tiene 2.800 pies de profundidad, casi tan profundo como el Brokken sobre el nivel del mar. Desde la vegetación más espesa de los páramos, uva camerona, Vacciniuim, Befaria, se baja paulatinamente a la región caliente de los Croton y Paullinias. Poco antes de llegar al puente se goza de un panorama maravilloso que sólo pueden brindar los Andes. En una cordillera tan enorme todo es proporcional, la forma, masas, tamaño de los contornos, profundidad de los valles, cantidad de agua, altura de las caídas, su sonido tronante; todo es más grande y majestuoso que en los Alpes suizos, en los Pirineos, en los Cárpatos, en los Apeninos y otras montañas que he visto. En el punto mencionado, a la izquierda se ve una planicie amplia, elevada sobre él río aproximadamente a 1.000 pies, en la que se intercalan campos de trigo con lindas praderas. El amable verde del guayacán (nov. genus n.), mimosas que constituyen grupos independientes en la llanura. Toros manchados de colores descansan en su sombra. Estos y las manadas (de ovejas) balantes no temen al oso andino de frente blanca (ursus niger fronte et naso albo maculato). La oveja madre despreocupadamente ve pasar las manadas de osos. La naturaleza ha asignado a cada uno su alimentación. Achupallas con hojas de áloe (Purretia Fl. Peruv) hay desde las cumbres nevadas hasta el clima de la Cinchona. Las hojas tiernas de la corona atraen más a los osos que las ovejas y reses, y sólo en caso de excesivo hambre son un peligro para el ganado. Así, en los trópicos todo toma formas y costumbres más suaves, más pacíficas. ¡Solamente el hombre sigue siendo en todo el planeta igual, persiguiendo y odiando a su propia especie! —esa linda planicie dividida en pastos y sembradíos, está separada del río por una pared rocosa perpendicular y escarpada—, En esa pared, por todas partes sobresalen enormes masas de pórfido amasadas con arcilla floja. Esas masas recuerdan a las conmociones que sacudieron la tierra en el pasado, cuando las rocas se precipitaban dando lugar a aquel conglomerado de grandes masas. En los abismos, en la escarpada pared rocosa, sentaron sus raíces las achupallas, y su tronco arrastrándose negro y escamoso contrasta raramente con la verde cobija del musgo. Uno se sorprende cuando ve el camino que lleva hacia el puente, lleno de curvas pronunciadas; el puente tiene 40 pies de largo, y el valle casi 3.000 de profundidad. Esa sola medida puede servir de marco a la fantasía, lo espantoso de la garganta por donde se precipita el río espumante, desde la peña rocosa. En la pared de pórfido, al frente, se precipitan perpendicularmente, a 2.000 pies de profundidad, 3 cascadas. Las más elevadas cataratas que nosotros hemos visto; de gran caudal, pero no en una sola caída sino en 5 - 6 saltos. Cada escalón incrementa el miedo. Muchas veces el pie de la
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cascada está tapado por pedazos de roca, y la cuenca rebozante, rodeada de árboles frondosos y Gunnera de grandes hojas, aparece como un nuevo manantial que nace de la roca como de una gruta. La parte inferior de las cascadas es de una belleza primorosa; allí se divide en varios brazos cubiertos de vaporosa espuma; el caudal interno del agua parece tener miles de collares de perlas. La cascada intermedia extiende sus aguas, en la desembocadura del río, sobre un enorme peñasco, expandiendo su nivel de agua en forma de abanico, lo que hace aparecer pobrísimas las afectaciones de nuestros jardines de recreo. Esas tres cascadas son de gran riqueza fluvial, pero si se mira el peñasco, hacia el noreste, donde se acerca al cráter del volcán, se cree estar viendo la linterna mágica. Al valle bajan riachuelos de todas partes, ora perpendiculares disolviéndose en espuma, ora manteniendo sus aguas de evaporación y enviándolas de escalón en escalón. Debido a la distancia, la anchura de la cascada es imperceptible; se cree ver una pared tejida con hilos de plata. Como el hostil hombre primitivo en el alto Orinoco (al occidente del Alto Maguaca y Duida) busca su vivienda en cuevas y angosturas montañosas, en la soledad del bosque prepara sus flechas venenosas (Guajibos y Guaicas), así el rey de las aves de rapiña, el cóndor sediento de sangre, vuela ininterrumpidamente sobre el abismo rocoso. En su lento vuelo se le ve brillar como un espejo la pluma blanca de la amplia espalda, reflejando los rayos solares del mediodía. Pero bajo él, en la pared rocosa cubierta de musgo, se arrastra su sombra larga, anunciando al tímido ciervo del altiplano (Cervus mexicanus) la terrible cercanía del enemigo sediento de sangre. Pero ningún matorral puede cubrir la presa para el aguzado ojo del cóndor; se aleja astutamente con rápido batir de alas por las alturas de aire enrarecido. Pero repentinamente plega sus alas y se precipita seguro sobre la indefensa presa, de la que come con voluptuosa avidez la lengua y los ojos. Muchas veces el asustado animal, dándose cuenta del peligro, salta al espumoso torrente del río, donde la caída del agua rugiente destroza sus delicados miembros. Un espectáculo así nos proporciona el valle del Guáitara antes de descender al puente. Del puente mismo, hacia el oriente a través de la pared rocosa, se ve una parte del páramo de Siquita. Masa montañosa de forma rara, desprovista de vegetación; un enorme pico espeluznante y junto a él, tres dientes angostos, situados uno al lado del otro. Considerada geognósticamente, esta angostura del valle del Guáitara es muy curiosa; confirma lo que ya he observado en tantas otras formaciones de valles, a saber, que antes de una angostura siempre hay el antecedente de una gran, gran anchura. Los ríos acumulan sus aguas antes de romper el dique. Mediante ese acumulamiento se forma una laguna. La masa concentrada de agua se vuelve suficientemente poderosa como para romper el dique. Cuando se desagua la laguna se forma una planicie alrededor del lecho del río. Tal el caso de Reussthal de Gotthard hacia abajo, un camino que hice tres veces a pie. Siempre planicies (viejos lechos lacustres), y a las grandes planicies sigue un estrecho canal fluvial. Así, el monasterio de los capuchinos hasta el valle de Ursula, 3 lagunas, y el valle de Urser es una amplísima laguna porque aquí las aguas se quedaron largamente, hasta que hicieron una abertura en Urser. Precisamente esas anchuras tenemos al sur de las cataratas (raudales) de Atures y Maipures, en el Orinoco; también antes de la angostura del Carare, en el río Magdalena. Aquí, en Guáitara, llama mucho la atención ese mismo fenómeno. Las masas montañosas de Tacuaga hasta la desembocadura del río Bramadero, han presentado larga resistencia. Por eso se formó, desde Guarchu o Santa Rosa hasta el noreste de Tacuaga, otro lecho lacustre, las agradables campiñas que se ven al descender de Teindala hacia el puente del Guáitara (el puente es de guayacán, una clase de madera que dura 100 años). Sólo conozco algo más resistente: la madera de Cactus septemangularis en Nueva Barcelona, de la que las puertas duran 200 años o más). Esas huellas de antiguas lagunas (suelo totalmente horizontal, como en Hasslithal y llano de Santa Fé, una horizontalidad que sólo se produce por la larga permanencia de agua estancada), no se observa en Quilcacé, San Pedro, Guachicón, pero se las encuentra viajando desde Popayán hasta Quito, desde el
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río Mayo en adelante, y en el Mayo en Juanambú y Guáitara. Todos esos valles demuestran un desagüe paulatino.
A pesar de ser tan quebrados, en ellos aún se reconocen los valles horizontales que están colocados en forma de escalones, uno debajo de otro. Se encuentra el a, b, c más lejos de i, e; más lejano f, g, cayendo exactamente en la superficie horizontal; en puntos más distantes se han confirmado, hecho singular, las mediciones barométricas en grandes planicies. Se ven cumbres rocosas, recortadas en forma de tabla y cuya cima esta a la misma altura. Cómo se puede resistir a la suposición de que esas cimas alguna vez formaban parte de una superficie horizontal, divida posteriormente en profundos surcos por las conmociones naturales. La colocación de esas superficies, una sobre otra, en pisos, seguramente se produjo debido al paulatino rompimiento de la angostura, al paulatino desagüe de la laguna.
Si las aguas primero rompieron el dique de la línea m-n, en las lagunas precedentes bajaba el nivel hasta esa altura. Un segundo rompimiento se produjo según la línea p-q... en el valle de Mayo; menor en el valle de Tajumbina; en el valle de Juanambú esas planicies, una tras otra, son las más llamativas. El mismo río Mayo forma un profundo surco, con paredes rocosas perpendiculares por todas partes. Si los valles de los ríos europeos se observan detenidamente, se encuentran las mismas huellas de viejos lechos fluviales. Las actuales lagunas de los ríos sólo son algunas gotas en comparación las que aquí habían antiguamente. Así, constan en mis papeles geognósticos, en la Europa la formación del Rhin, mis observaciones sobre el Orinoco... Las más elevadas planicies, naturalmente son aquellas que se secaron más pronto. La laguna de Funza (llano de Bogotá) se desaguó más pronto que la laguna del valle del Magdalena, el que rompió cerca de Honda. Un rompimiento seguramente ocasionó el otro, tal como la vieja leyenda entre los griegos según la cual la formación del Helesponto rompió las columnas de Hércules. A esas elevadas lagunas pertenecen el Mayo y Juanambú, el llano de Socondonoy, entre Guáitara y Carchi, una gran parte de la provincia de los Pastos, las planicies pantanosas que se arrastran desde el Azufral, Picacho de Mallamo, el volcán Cumbal y Chiles, hacia los páramos de Pupiales e Ipiales, una superficie que es más elevada que el llano de Bogotá, y cuyo desagüe se debe a un grande y viejo rompimiento de la montaña de pórfido de Tasnaque, Tacuaga y Consacá. La enorme cantidad de agua que se precipita desde El Roble (al sur de Popayán hasta el río Boro e
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Ipiales, 45’ al norte de Ecuador), de la cordillera de los Andes, disminuye en el río Patía por medio de 6 cauces principales; Quilcacé, Guachicón, San Jorge, Mayo, Juanambú y Guáitara. Antes de que se produjera la apertura por la que se precipitó el Patía a través de la cordillera de la Costa, toda la zona alrededor de Ascensión, Pancitará, Almaguer, Patía, pueblo de La Cruz, Mercaderes, Pasto, Túquerres y Tulcán eran necesariamente una laguna, de la que sobresalían en forma de islas la Teta de Mazamorras, el páramo de Puntaurcú y otras elevadas montañas. Pero parece que esa enorme laguna, excepto el llano del Patía, fue de corta duración porque sólo en aquel valle se ha formado un terreno lacustre horizontal. En el trecho restante en ninguna parte se encuentran huellas de antiguas planicies, huellas que el erosionamiento del río no puede haber borrado totalmente. La falta de esos rastros me hace creer, por lo tanto, que los valles de Mayo, Juanambú y la gran planicie de la provincia de Pasto provienen de lagunas parciales, las que permanecieron mayor tiempo que las grandes extensiones de agua. Todas las mañanas fueron interminablemente hermosas y claras. La lluvia no se producía casi nunca antes de las 11 de la mañana. Desde Santa Rosa, un sitio que divide la Quebrada del Bramadero, durante la mañana, gozamos de una maravillosa vista de la falda suroeste del volcán de Pasto. Un fresco viento oriental empujaba el humo hacia el valle. A pesar de que estuvimos a una distancia de 4 leguas del volcán, hasta nosotros llegaba la ceniza. Durante la gran erupción del Cotopaxi, escuchada hasta en Honda, llegó ceniza hasta Tulcán y Guachucal en la provincia de Pasto. El 24, de Santa Rosa a Chillanquer, por Sapuyes. Al norte de Sapuyes hay una pared rocosa, rumbo st. 3; capas de diabasa de pórfido de ¼ de longitud; aproximadamente 1.000 pies de altura; como esculpido a cincel es el despeñadero perpendicular denominado La Chorrera a causa de una hermosa cascada que se precipita por la pared perpendicular. Hay tantas cascadas como esa que el aire siempre está lleno de sus voces; de ahí que en los Andes ya no se las cuente puesto que el mismo hombre, lastimosamente, se acostumbra a las más grandes y bellas escenas de la naturaleza. Pasamos la noche en Chillanquer, donde un caballero cuya familia toda caminaba descalza según antiguas costumbres, sin tomar en cuenta que él trabajaba una mina de oro, en Juanambú, con un catalán ignorante. En otros tiempos debían producirse 6.000 pesos, pero como el camino se borró de oriente a occidente, ahora casi vive en la mendicidad. Simpleza, costumbres españolas en este país. En efecto, la raza blanca más distinguida, cuando son gente de campo, siempre van descalzos, a pesar del frío. ______________ (Al margen): Garcilaso, 1, p. 9, llama al Mayo el límite más nórdico del Reino de los Incas, antes Angasmayu, y asegura que por ahí pasa la línea ecuatorial. Angasmayu significa río azul; ese río es muy pintoresco, de profundo cauce vertiginoso. En el valle hay mucha piedra pómez de aluvión. ______________
La casa de campo, (como en todo el Reino de la Nueva Granada) casi siempre consiste en una sala y una alcoba. Sólo para el padre y la madre hay un armazón de cama (lo cual significa un marco revestido con un cuero como un tambor); los niños y domésticos duermen en trojas; eso significa en bancas, que en vez de ser hechas de tablas, lo son de ramas de árboles, casi siempre formadas por ramas nudosas. Sobre esas varas, al empezar la noche, se coloca en cuero; la ruana sirve como cobija, y en una habitación duermen 10- 12 personas; muchas veces esas trojas están colocadas, con bastante
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peligro, en el desván. Por la mañana tuvimos una bella vista de Chillanquer, Azufral y de los nevados Cumbal y Chiles, tres elevados colosos montañosos que se extienden de norte a sur y limitan la parte plana de la provincia de los Pastos, hacia el occidente. El Azufral, recostado al oriente del pueblo Sapuyes y Guachucal, rara vez tiene nieve; su dentada falda montañosa se pierde suavemente hacia el norte y sur, y simétricamente en la planicie. La similitud de ese aplanamiento parece demostrar que el Azufral es un volcán que arrojó, al igual que el Sotará, su cima, antiguamente aguda. Su actual cumbre anteriormente fue su interior. De ahí las enormes masas de azufre natural que aquí se obtiene en los regulares restos de pórfido de diabasa. En la cumbre del Azufral hay varios pequeños cráteres, cuyo humo no se puede distinguir desde la lejanía (como el humo del Cumbal). Una de estas bocas es una charca hirviente de azufre, parecida al de Puracé, de furioso estrépito. Los vapores de azufre se escapan, además, de la tierra húmeda arcillosa y arrojan el lodo a lo alto, como si fuesen cañones. Erupción de polvo, o volcán de aire como el de Girgenti, y aquel que examinamos cerca de Turbaco. De las bocas irrumpen llamas, pero rara vez; esas llamas inflaman el pajonal, la hierba en los contornos. Los habitantes de los alrededores tienen más preocupaciones del Azufral que del mucho más elevado y humeante Cumbal. El volcán Cumbal está conectado con el Chiles mediante un espinazo montañoso. Esa cuchilla es tan elevada que cuando cae mucha nieve, el Cumbal y el Chiles forman una cadena nevada ininterrumpida. Fueron infructuosos todos los intentos de medir esas montañas. Las nubes descubren sus cumbres sólo durante pocos minutos. El Cumbal parece, a juzgar por su cantidad de nieve, un poco más alto que el Puracé, pero más bajo que el Chiles. El volcán tiene cerca de la cumbre varias aperturas pequeñas y una muy profunda, cerca de la zona con vegetación; todas expelen mucho humo y eso en cualquier época del año. Cuando cabalgábamos de Guachucal a Carlosama, el volcán se descubrió totalmente durante un cuarto de hora y vimos subir una columna de humo entre las puntas de los picachos; ascendía seguramente un tercio más alto que toda la montaña. Repentinamente se presentó una tempestad en la elevada región. Los nubarrones subían y bajaban, giraban alrededor de la cumbre, y el humo que inicialmente ascendía tranquilo y encolumnado, formó negras y crespas volutas descendiendo sobre el valle. Ninguna tradición cuenta que el Cumbal haya tenido alguna erupción. Sólo se ve el humo y su cantidad siempre es la misma. El Chiles es una montaña nevada de gran volumen, pues en Tulcán y Mayasquer se cree verlo igualmente cerca, y ya que el páramo del Angel también pertenece a su vertiente sur, se extiende hasta el valle del Chota. Algunos habitantes de Tulcán afirman que también el Chiles de vez en cuando humea; la mayor parte tiene la opinión contraria. Probablemente no es un volcán, a pesar de que su pórfido es totalmente parecido al de los volcanes de aquí. Medición Barómetro rectificado a nivel; pero no reducido al de Bouguer
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Teindala a 8 ½ horas:
251,5
Th. 15°
Valle y Puente de Guáitara, 11 h:
283,7
18°
Río Sapuyes, 2 horas
247,0
16°
Santa Rosa de Cuarchu
254,5
15°
Chillanquer, 6 h. en la mañana:
240,0
7°
Guachelcal, 9 horas
237,0
6°
Tulcán, 8 horas
241,0
14°
Páramo de Boliche, cerca a Puente de Tierra, 229,0 3 horas
12°
Chumbán, 8 horas
247,5
11°
Tusa, 2 horas
244.0
14°
Cuesaca, 8 horas
250,5
16°
Alto de Pucará:
238,2
14°
Véanse las otras alturas, desde Santa Fé, por Melgar. Ibagué, Quindío, Buga, Popayán, Almaguer y Pueblo de la Cruz a Pasto, en el libro amarillo del Magdalena. p. Debido a que de cada nevado y volcán, por cuyas faldas pasábamos, descienden cantidades de quebradas por las cuales bajan rocas, mediante las cuales se pueden juzgar aquellas montañas sin subir a sus cumbres lo cual es imposible antes del mes de junio. La mayor parte de la provincia de los Pastos es una elevada planicie, menos horizontal, que la del llano de Bogotá, ondulada, poco escabrosa, encerrada hacia el norte por el volcán de Pasto, cerca de Consacá (y si se quiere, añadir a eso el pequeño llano de Pasto y Obonuco, del Alto de Aranda); hacia el occidente, por las montañas de Guachares ricas en plata y oro (micacita), por el Azufral, Cumbal y Chiles. Hacia el oriente están el páramo de Siquita, Funes, ¡lis e Ipiales; hacia el sur de Boliche y páramo de Puente de Tierra, entre Tulcán y Guaca. Este páramo envía agua hacia el Guáitara y el Mira. Hacia el occidente es más elevada esa cordillera circundante, el Cumbal y Chiles en eterna cadena nevada; en la cadena oriental, el páramo de Funes e ¡les están nevados sólo a veces. Los volcanes están en un meridiano más occidental que el volcán de Pasto, pero de todos modos siempre en la cadena occidental, más cerca del mar, queda distante cordillera principal, que envía agua al Marañon. Esa cadena principal tiene micacita casi siempre con mica parda, y por eso la gran fama del Dorado del Sur, asimismo en Tumbaga, en el Alto de Aranda, al norte del Yenoi, alrededor del volcán Pasto, hay pérfido a mucha profundidad y micacita en el interior del cerro de Guáchares. El Azufral, Cumbal, Chiles y Boliche tienen pórfidos de diabasa con enormes formaciones de arcilla gredosa. Basalto, verdadero basalto (como en la Tetilla de Popayán) no aflora por ninguna parte; tampoco aquí hay la famosa obsidiana, piedras del rayo, como en los alrededores de Popayán. Pero en la planicie se encuentran elevadas capas de piedra pómez, de 10 a 15 toesas, en parte pedazos de pulgada, en parte entremezclada con la masa basica de arcilla gredosa, como en el Mayo y en Andernacher Trass. En la provincia de los Pastos, esa piedra pómez se encuentra solamente entre Sapuyes y Chillanquer (donde se sube hacia el último terraplén); la trama de las capas es visible, y la altura a la que se eleva (más de 200 varas), demuestran lo poderoso de esas capas. En las partes restantes está cubierto de tierra fangosa y negra; la piedra pómez es incompleta, fibrosa, en pórfido descolorido perforado, en el que se reconoce al feldespato vidrioso. ¿Fue esa masa realmente arrojada desde uno de los volcanes de esta región? La formación de piedra pómez en Tenerife es de obsidiana; aquí de pórfido. Su transición a pórfido poroso, su alcalinidad de origen vegetal, que seguramente no se halla ni en la obsidiana ni en el pórfido, me vuelve confuso e inseguro. ¡Tal vez el Cotopaxi, tan cerca del cual me encuentro actualmente, me dará una explicación satisfactoria! Toda ésta es una planicie llena de ciénagas y lodo; por ello se pierde mucho el cultivo además, la tierra es poco fértil y expuesta a las heladas; el aire generalmente es demasiado frío; la vegetación pobre,
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formada sólo por hierba, sin árboles; todo tiene aspecto de páramo —pero a esto, mucho más bello crecimiento de la hierba, mucho mejor pasto—. Aquí y allá se encuentran huellas de que el llano, así como el de Bogotá, ha estado cubierto con formaciones secundarias. Eso demuestra, no digo que tanto, la calcita blanco-grisácea en el declive oriental del nevado de Chiles y cerca de San Judas, en el Carchi, no muy lejos de Nuestra Señora de las Lajas, o la calcita cerca de Túquerres (estoy inseguro si esa calcita no es primaria); lo demuestra totalmente el yeso espático alrededor de Mayasquer, al pie de la montaña Tres Picos, de San Lorenzo. Desde Cartago, donde hay yeso, no he visto ninguna petrificación; el yeso de Mayasquer probablemente es de la misma formación que la Teta de Mazamorras, pero dividida. La provincia es muy poblada, enorme, muchos pueblos por cuanto los conquistadores de la época de los Incas construyeron muchos poblados; pero han muerto muchos indios. Es muy probable que los pueblos de Guaca, Tusa, Tulcán, anteriormente tenían de 8.000 a 12.000 indios. En todas partes se ven huellas de antiguas viviendas, especialmente redondas como se acostumbraba en tiempos de los Incas, y ahora en Gachancipá se afirma que la viruela y el sarampión diezmaron especialmente a los indios. Creo que todo lo que se indica como causa de la disminución de los indios es falso. No se debe culpar esa disminución ni a la minería ni a la viruela. _______________ [Al margen:] Entre Azufral y Cumbal aparece, semejante a un dedo, el Picacho de Mallamo, seguramente también de pórfido debido a su forma grotesca. Un pórfido blanco como la nieve, casi parecido al granito, con masa básica fibrosa de piedra pómez y mica cristalizada, hermosa y negra, y feldespato vidrioso. El feldespato no alterado atestigua el carácter no volcánico de esa masa básica de piedra pómez. En Quito se encuentra calcita, en el Cotacache yeso, así como en el río Chota y Guallabamba. _______________ Los indios constituyen la clase humana más pobre y más aplastada, y un mal gobierno como el de aquí, aplasta lo más pesadamente a la clase más pobre e indefensa. Ese es el verdadero motivo. Donde viven pocos indios entre muchos blancos, la presión es mayor. Entonces se trata de aniquilarlos totalmente, se los empuja hacia la región menos fértil y más fría, como el Coconuco y Puracé; se apoderan (y a pesar de todas las leyes de Indias eso es fácil en un país donde la justicia es venal) de sus bienes... Los curas, a los que los indios no pagan nada por el bautizo, y los corregidores desean librarse totalmente de los indios. Ellos saben hacer valer una vieja ley irracional y cruel consistente en que si no se vive en un pueblo determinado número de indios, a esos pocos hay que incluirlos en otro pueblo; así se expulsa a los indios de su tierra natal. En el pueblo de La Cruz se trata de expulsar a los indios con ese pretexto. Los indios hubiesen sido eliminados más rápidamente si los matrimonios no tuvieran una tremenda fertilidad. Sé que en algunos pueblos alrededor de Sibundoy hay en algunos años 200 nacimientos y apenas 7 casos de muerte. La disminución de los indios tampoco es general. Donde viven numerosos indios y son más protegidos, como en Caracas, Nueva Barcelona, Cumaná... ellos aumentan. Eso es muy llamativo en las misiones del Caribe. Pero allí el caso es diferente. En Pasto, Quito, Perú, los indios han cambiado un excelente gobierno, como el de los Incas, por uno miserable, el español. En Nueva Barcelona, al contrario, se asentó el hombre del bosque y según todo lo que observé acerca de los indios salvajes, estoy seguro que el rudo estado natural (como lo vemos en el Orinoco), donde se ahorca a los niños y se envenenan mutuamente, donde la naturaleza es tan tremenda para el hombre que vive aislado, que (digo yo) ese rudo
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estado natural no es ventajoso para la proliferación, y aumento del género humano. Qué pequeñas y de poco número son las hordas del Ventuari, Pao... En los alrededores mismos de Pasto, en Almaguer, en la provincia de los Pastos, sí, desde el río Quilcacé hasta el valle del Mira, al oriente de la cordillera de la costa, no hay ningún negro, y por eso tampoco mulatos; solamente blancos (y muchos) y mestizos. Escasez de víveres en la provincia de Pasto. En Pasto mismo no pudimos comprar pan porque toda la harina se envía a Popayán; así, en la provincia de los Pastos hay escasez de carne porque todo va a Barbacoas. Sólo se cultiva maíz, cebada, papas y ullucos, a los que se denomina engendradores por cuanto se afirma que sus raíces despiertan tremendamente al apetito sexual, volviendo aptas para la concepción a las mujeres más viejas. ¿Por qué no se lleva ese vegetal a Europa ya que resiste excelentemente al frío? Aquí como en Quito el alimento principal es Solán tuberosum, cuyos tubérculos individuales tienen diámetros de 14 - 16 pulgadas. Aquí se muele en piedras el trigo y la cebada y se comen los granos sin convertirlos en harina, como el maíz triturado que se hierve con agua da una colada babosa, muy nutritiva. ¿Por qué no se limita en Europa donde muchas veces por falta de agua se carece de harina? La población campesina de la provincia de Pasto es famosa, con derecho, por su rudeza, grosería y salvajismo. Esto se debe a que una gran parte sólo trabaja como cargueros pasando la montaña por cualquier cosa hacia Barbacoas; así se han acostumbrado a la vida salvaje y vagabunda. También disminuye la población debido a esa costumbre. Los cargueros hechos al frío se enferman en la costa; empiezan el camino de regreso y mueren desamparados en la montaña. Ahora en 1801, hay máxima indigencia; por eso se prohibió la exportación de víveres. Debido a la enorme cantidad de lluvia, general desde Cumaná a Quito, se dañaron todas las siembras; faltó especialmente maíz, y si no hay éste en Suramérica falta todo porque hombres y animales viven de él. Las gallinas no ponen huevos sin maíz. Nosotros mismos sufrimos mucho por la falta de víveres durante nuestro largo, largo viaje a través del Reino de Nueva Granada. En este año se congeló todo en la provincia de Pasto; por eso el pueblo está sumido en la desesperación, y en esos casos se recurre a las achupallas. La gente vive como los osos. Recorren los páramos y desmochan la Pouretia. El corazón es parecido al palmiche, a las hojas tiernas de E Etiolirten; se lo come crudo y cocinado; con él se alimenta a los marranos y también se hace aguardiente... Pero ahora la necesidad es tan grande que a pesar de la enorme cantidad de achupallas ya se consumió todo lo que había en los páramos distantes. La achupalla a la que el ganado haya comido la punta de las hojas, produce mejor cogollo. Los osos se vengan porque el hombre ha consumido lo que la naturaleza sembró para ellos. Ahora atacan al ganado. Pero lo que más ha distinguido a esa provincia es la discordia que domina en esa distante esquina del mundo. Todo está desunido; en cada pueblo hay 2 - 3 curas coadjutores y clérigos sueltos que soliviantan a un sector del pueblo contra otro; además están los tenientes... Un nuevo ejemplo de tosquedad y odio.
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Mapa1 Río Magdalena Alexander Von Humboldt
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Mapa2 Río Magdalena Alexander Von Humboldt
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Mapa3 Río Magdalena Alexander Von Humboldt
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Mapa 4 Río Magdalena Alexander Von Humboldt
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