_________________________________________________________________________________________________________ LA SABIDURÍA KABALÍSTICA - KETHER
LA SABIDURÍA KABALÍSTICA LOS DIEZ SANTOS SEPHIROTH Iván Darío Quintero (Zerión).
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ISBN 980-33-2310-4 Todos los derechos reservados Colombia, © 2001
KETHER Kether, el primer Sephirah: Ultra-senso-consciencia. TITULO: Kether ( r t k ), la corona. ( Hebreo : r t k Kaph, Tau, Resch). SITUACION EN EL ARBOL: A la cabeza del pilar del equilibrio, en el triángulo supremo. TITULOS DADOS A KETHER: Existencia de Existencias. El Secreto de los Secretos. El Antiguo de los Antiguos. El Antiguo de los Días. El Punto Primordial. El Punto dentro del Círculo. El Altísimo. El Rostro Inmenso. La Cabeza Blanca. La Cabeza que no es. Macroposopos. Amen. Lux Oculta. Luz Interna. El. NOMBRE DIVINO: Eheieh. (Yo soy). ARCANGEL: Metatrón. ORDEN ANGELICO: Santos Seres Vivientes. Kjaioth ja Kadesh. CHACRA MUNDANO: Rashit ja Gilgalin. estremecimientos.
Primum Mobile.
Primeros
EXPERIENCIA ESPIRITUAL: Unión con Dios. VIRTUD: Realización. VICIO: -----ORDEN ROSA CRUZ KABALISTA DE COLOMBIA _________________________________________________________________________________________________________
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Emanación de las Energías en lo Cósmico ENSOPH KETHER
Y BINAH
GEBURAH
W
X
U
V
THIPHARETH
KJOKMAH
KJESED
Q HOD
NETZACH
S
YESOD
T
R MALKUTH
; Esta es la emanación de las energías desde el Ensoph ( 0 ) hacia Kether ( 1 ), Kjokmah ( 2 ), Binah ( 3 ), Kjesed ( 4 ), Gueburah ( 5 ), Thiphareth ( 6 ), Netzach (7), Hod ( 8 ), Yesod ( 9 ) y Malkuth ( 10 ); es la emanación en lo Cósmico para la diferenciación del Universo. Dios, es decir la Vida misma, para nosotros es el primer movimiento hacia la manifestación objetiva. Kabalísticamente se le conoce como Kether, pero más allá de Kether se encuentra el velo triple del inmanifestado es decir el Ensoph, la eternalidad del Alma del Mundo. Enseña la Kábalah, que “en el Ensoph duermen misteriosamente los dos principios”, los que empiezan su manifestación inicial en Kether, el andrógino. Es un divino andrógino que tiene en sí la potencialidad de lo masculino y de lo femenino, pero en su nivel es Espíritu Puro, mientras que en Malkuth es materia pura, materia total; es cristalización de aquel divino andrógino de Luz. Es el poder de Metratón, el Ángel de las faces, el ángel de la Luz que facilita en
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Malkuth, la posibilidad de que la Vida pueda ya encarnada, evolucionar y conocer todo lo que le rodea. La Tríada Suprema constituida por Kether, Kjokmah y Binah, corresponden al mundo de la consciencia sensorial (Atziluth), a la cual tenemos que aspirar, a la cual tenemos que llegar si es que realmente nos estamos esforzando por ello, porque debemos vivir realmente en el mundo de la sensibilidad, pero sensibilidad consciente. Debemos tener momentos de solaz para que a través del Aliento rítmico y místicamente ejecutado, podamos ir logrando el majestuoso devenir del desarrollo de nuestras energías internas. De esos 10 grandes centros tenemos en primer lugar a Kether, que es la mansión de Neptuno ( Y ), es el mundo de la Consciencia superior, el mundo de la plenitud espiritual llamado simbólicamente la Corona. Una corona está sobre la cabeza implicando que es ajena a nuestra realidad interior; representa aquellas situaciones que están más allá de nuestra relativa comprensión. Kether corresponde a la Consciencia Cósmica, mientras que Daath que es la síntesis de Kether, Kjokmah y Binah, es la consciencia interna. Kether es solamente una promesa, un futuro. Está en relación con la Mónada, mucho más allá de nuestras posibilidades; solamente cuando en futuras encarnaciones lleguemos al Adeptado, podremos tomar contacto con la energía de la Mónada es decir, con Kether, mientras tanto, seguiremos trabajando en nuestra relativa actualización de consciencia a través del divino ternario superior llamado Los tres Supremos en donde Kjokmah y Binah sintetizan toda su energía en la esfera de Daath. Kether algún día encarnará en nosotros en la comisura gris, aquel punto focal de células que interrelaciona los dos tálamos ópticos. Es la máxima posibilidad de adquisición de conciencia, y solamente los Chohanes pueden tomar contacto con esa energía que les hace conocedores de todo cuanto suceda en la Galaxia. Kether manifiesta sus energías en el aspecto más divino de la existencia en el Mundo de Atziluth, como Eheieh que es el nombre de lo Dios en esa esfera de la Vida y del Ser. La palabra Eheieh está conformada por la E, por la H y por la I, en una mezcla maravillosa: La E es la Sensibilidad, la H es el Aliento y la I, el Fuego de la Vida. Microcósmicamente el Aliento en nosotros ( H ), es llamado Aliento de Vida, mientras que Aleph es el Aliento Divino, y a través de la sensibilidad permite que pueda fluir en nosotros la vibración crística en esa esfera de la consciencia, en Kether. Por eso a la Tríada Suprema, a las energías de Kether, Kjokmah y Binah se les ha representado como una nube, y de ella sale una mano que hace el signo del endoterismo, indicando los tres poderes del Logos manifestándose como ORDEN ROSA CRUZ KABALISTA DE COLOMBIA _________________________________________________________________________________________________________
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raíz de la energía, junto con los aspectos generacional masculino y femenino de esa energía, para aprisionarla y darle forma. Para el Kabalista, todo momento de su existencia, debe ser un momento de Vida interior, de espiritualidad, de solaz, de belleza y armonía. Pero a cada momento estamos trabajando mal; nos olvidamos de estar en ese mundo espiritual y entonces nuestra vida se torna triste y sin razón de ser. Cuando no utilizamos nuestro Verbo para decir la verdad o para cultivar la armonía y la belleza, estamos quebrantando las energías del Alma del Mundo, que actúan en Kether en la Tríada Suprema, y entonces nos sentimos tristes, nos sentimos apocados, nos sentimos con pesadumbre total, por haber quebrantado la ley de la armonía universal con un Verbo mal dirigido, encauzado de una manera errónea y egotista, por falta del real sentido de Ser y por abuso de la razón vanal de nuestra mente lógica que quebranta la armonía de la Vida. A los orientales se les pregunta ¿ Que es Dios? ellos contestan: Sah. Sah es la Serpiente Cósmica; es el movimiento serpentino del Alma del Mundo haciendo eclosión en el Aliento de la Vida individual. Cuando los conquistadores Españoles llegaron a Meso-América, los Jesuitas les preguntaron a los Mayas: — ¿Como se llama su Dios? Ellos inmediatamente dijeron: — “AHH...” Es el Aliento, porque lo Dios, lo divino para nosotros es el Aliento de la Vida. No sabemos ni comprendemos que el Aliento debe ser místicamente inhalado por nosotros, para lograr llegar a un estado adecuado de sensorialización y de espiritualización. Los orientales enseñan ejercicios respiratorios complicados y peligrosos. Pero solamente los sabios místicos Rosa Cruces enseñan una forma sin peligro, perfecta y más rápida de acercarnos a la Divinidad, dejando de lado aquellos estados que los orientales llaman Siddhis o poderes. Se logra siguiendo el sendero de la Senso-Consciencia, alentando con mística, con armonía, con ritmo, con espiritualidad. Así es como operan la energías de Kether, las energías del Aliento en nosotros. El Alma del Mundo exterioriza todo su poder a través del sonido, del VerboGénesis, que se manifiesta como Kether, sonido primordial de un Sistema de Mundos, teniendo en sí la esencia del movimiento de la plenitud y de la Vida de ese Sistema, porque el sonido al hacer vibrar los átomos de los diferentes elementos, produce la cohesión molecular y existencia de la materia misma. Así la Vida que es el movimiento eterno puede manifestarse. ORDEN ROSA CRUZ KABALISTA DE COLOMBIA _________________________________________________________________________________________________________
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La Vida eterna e infinita no la podemos objetivar y limitarla a un cuerpo físico tal como en el que estamos evolucionando, porque una vez que abandonamos este vehículo, la Vida subjetiva subyacente en todas y cada una de nuestras células exterioriza su poder; entonces los procesos de fermentación y de putrefacción bacteriana se convierten en una realidad, para que todos los elementos constitutivos de esa materia física-forma puedan regresar a la Naturaleza-Madre circundante, para continuar cumpliendo su cometido. Kether, siendo la “Existencia de Existencias, el Antiguo de los Antiguos, el Antiguo de los Días, el Punto Primordial, el Punto dentro del Círculo, el Altísimo”, como primum móvile, dio origen en su momento al Universo, Pero también manifiesta su poder en cada Galaxia, originándola y convirtiéndose a su vez en el Padre de esa galaxia. En nuestra Galaxia, la “Vía Láctea”, al igual que en las otras cientos de miles de millones existentes, fue la energía de Kether la que las originó y dirige. En esta Galaxia, su centro focal de acción corresponde con la estrella Sirio de la Constelación del Canis Mayor. Es Kether en acción como Padre en la Galaxia, siendo ésta como esfera del Zodíaco, Mazloth, en relación con Kjokmah, el Hijo, y los eones de evolución que ha tomado la evolución de la Galaxia, es el Tiempo, Cronos, Saturno, Binah, la Madre. Por actividad simpática y analógica, Kether es en el centro mismo de este Sistema Solar, la estrella que llamamos Sol. Por eso, Kether, sin importar el nivel de actividad, está resonando permanentemente, liberando su propio sonido o frecuencia vibratoria, y al ser cortado ese sonido o frecuencia vibratoria por el orbe de cada planeta, se forma un acorde Cósmico que permite la evolución de este Sistema Logoidal; y nosotros estamos también interviniendo ese majestuoso acorde con nuestros pensamientos, con nuestros sentimientos, con nuestras palabras y con nuestro deambular sobre la faz de la tierra. ¿Queremos que el acorde musical de este Sistema sea disonante, o queremos que ese acorde sea perfecto? De nosotros depende. Depende que cultivemos nuestro sentido de ser, porque estamos inmersos en el egotismo de ser, en la razón de ser, más no en el sentido de ser. Creemos que somos lo más grande de la evolución; ese es un aspecto racional del ser y es egotista; es vanidad que nos lleva de una manera endoconsciente —casi profética— a presentir la grandeza de lo que seremos a través del tiempo y del espacio, después de un sinnúmero de eones de evolución; pero en este momento lo que somos, es lo más importante, porque es nuestro propio sonido en la evolución. Cada uno de nosotros tenemos un sonido que forma arquetípicamente el cuerpo denso, la inteligencia, la elocuencia, la salud, la conciencia y la ORDEN ROSA CRUZ KABALISTA DE COLOMBIA _________________________________________________________________________________________________________
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sensibilidad. Veamos entonces que tanto de Kether, de sonido (Verbo), hemos logrado cultivar en nuestra evolución; si no hemos logrado más de lo que en este momento somos, es porque no hemos espiritualizado nuestro Verbo. Si queremos ser lo que aquellos grandes seres han llegado ser, debemos espiritualizarnos mediante el sonido, el lenguaje sensible y estético, exteriorizado solamente para expresar palabras de Verdad, de Belleza y de Bien. Por eso al Señor Jesús se le llamó “el Verbo encarnado”, pues el divino Bardo de Nazareth había logrado encarnar en sí mismo no sólo el sentido Crístico (Thiphareth), sino también la Consciencia de Kether, por eso expresó esa realización con la frase “Yo y mi Padre somos uno”. Porque no solemos cultivar la sensibilidad del sentido de ser; es por eso tan nefasto para nosotros que nos den títulos de alguna clase. Cuando nos dan un título y no hemos tratado de seguir el sendero de la naturalidad, ese título nos envanece, nos llena de orgullo y de egotismo, y probablemente nos sentiremos más que los demás. No somos más que los otros ni menos que nadie, porque somos la esencia misma UNA del Universo y de la VIDA. Observemos cuando a una persona lo ascienden en su trabajo, generalmente ya se siente más que sus compañeros. A otra persona le dan un título cualquiera y muchas veces se cree que es superior. Eso son vanalidades de nuestra inconsciencia y de nuestra racionalidad, todo por nuestra razón de ser. Pero aquel que cultiva el sentido de ser, que le importan los títulos, que le importa el culto que puedan rendirle a su personalidad, si trata de vivir en la esencia misma de su interna divinidad. Microcósmicamente relacionado, Kether tiene el punto de acción primordial de su actividad en la comisura gris. Es lo más elevado en nosotros no solamente desde el punto de vista psico-fisiológico, sino también psico-espiritual. La Kábalah tratando de comprender a Kether, dice que “es la Corona de la Creación, la altura suprema de la Deidad, la fuente de la Creación, el punto de donde brota la Vida desde las profundidades del Gran Inmanifestado. Es manifestación en el punto de volverse manifiesta, el centro cristalizado en medio del No-ser, conteniendo dentro de sí las potencialidades de todo lo que va a venir”. La palabra Kether significa corona. Una corona está constituida por una serie de tres virgulillas tal como lo es un Shin, el arcano veintiuno de la alta ciencia, la armonía de los mundos, de los seres y de las cosas. Así como a Thiphareth se le relaciona con la consagración a la Gran Obra, Kether es llamado la corona de la creación; es decir, de la perfección y de la completitud de la Gran Obra, pero es más adecuado decir plenitud, porque
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realmente esta palabra define exactamente lo que es: la plenitud de la obra hecha. Consagrarse a la Gran Obra es cultivar la sensibilidad estética y la mística del Cristo, mientras que la perfección de la Gran Obra en Kether, es la unificación a la Conciencia total del Logos. Los únicos seres que logran estar en este mundo tridimensional, habiendo tomado contacto con la energía de Kether, sin haberse desintegrado sus vehículos debido a la voluntad ingente que tienen para retener las moléculas que forman la constitución bioquímica de su cuerpo, son los Chohanes y los Adeptos. Ellos que conforman la Gran Jerarquía Blanca, son de una voluntad extraordinaria y de un amor inconmesurable por la humanidad. Han logrado mantener su vehículo denso a pesar de haber sumido su consciencia en la esfera de Kether. Dice la Kábalah, que todo aquel que tome contacto con Kether, inmediatamente su vehículo por una vibración inaudita de esas energías Logoícas, se transformará en Luz, y que aquellos que habiendo logrado ese estado tan elevado como el que tienen los Adeptos y los Chohanes, habiendo seguido el sendero de la flecha, es decir del perfeccionamiento místico-sensorial hacia la consciencia, llegaron a ese estado, en el cual no podían seguir evolucionando en un cuerpo denso, porque la altísima vibración de la energía de Kether en ellos no se los permitiría más. De tal suerte, que eso los llevó a evolucionar en otras esferas, en otros reinos, en otros mundos, en otros planos, pero en evolución siempre y por siempre en perfeccionamiento ad infinitum, porque la evolución se manifiesta en cuatro mundos. Nosotros, a duras penas estamos en el Malkuth de Assiah, pero los que han logrado tomar la unificación con Kether y no han vuelto a reincorporar en este mundo denso, lo han logrado pero en el Kether de Assiah, en el Kether del mundo de lo material, pero todavía tienen que recorrer el camino de elevación de esas energías, en esas otras esferas es decir, en el mundo de Yetzirath, en el mundo de Briah y después el mundo de Atziluth, de manera que la evolución es eterna, permanente e infinita, siempre y por siempre.
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