GUÍA DE VIAJEROS
INFORMACIÓN CRONOLOGÍA
PETER JIMÉNEZ BETTS
HISTORIA
o seminómadas, adoptaron paulatinamente el modo...
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GUÍA DE VIAJEROS
INFORMACIÓN CRONOLOGÍA
PETER JIMÉNEZ BETTS
HISTORIA
o seminómadas, adoptaron paulatinamente el modo de vida aldeana de Es muy probable que sobre pocos siMesoamérica durante los primeros sitios arqueológicos se haya especulaglos de nuestra era. Se sabe que, hado tanto como sobre La Quemada, cia finales del siglo v, los habitantes Zacatecas, un lugar al que historiadel valle ya edificaban grandes basadores y arqueólogos han atribuido, mentos y, sobre los costados del cedesde el siglo XVIII hasta la actualidad, rro, terrazas de mampostería para diversas funciones y relaciones. Con la construcción de templos y espael patriotismo criollo del siglo XVIII, cios de uso ceremonial. Durante los en vísperas de la Independencia, se siguientes cuatro siglos (ca. 550-950 despertó la inquietud sobre esta mod.C.) el sitio creció y llegó a tener más numental ruina a la que se relacionó de 50 grandes terrazas de uso cerecon el legendario Chicomóztoc, por monial y habitacional. Del centro cedonde pasaron los mexicas en su peremonial de La Quemada partían más Maqueta de La Quemada en la regrinación rumbo al Anáhuac. Por de 100 km de calzadas hechas de laja sala introductoria del museo su parte, los arqueólogos del siglo xx que se extendían a lo largo del valle de sitio de La Quemada. la han visto como un enclave teoy enlazaban a más de 220 aldeas, potihuacano, un imperio tolteca, un cenblados mayores y sitios ceremoniales tro tarasco, un bastión contra intrusiones chichimecas y la secundarios. Esta extensa red de calzadas con sus numecapital de todos los grupos sedentarios al norte del río Sanrosos sitios asociados representa un conjunto arqueológitiago. Ha sido hasta las últimas dos décadas cuando los co único en Mesoamérica. trabajos arqueológicos han traído a la luz el papel de La Ya que La Quemada fue un sitio ceremonial de caracQuemada en el Norte de Mesoamérica durante el periodo terísticas mesoamericanas, su conjunto monumental funClásico. cionó como un paisaje ritual en el que las distintas estrucLas excavaciones en los tiraderos o basureros prehisturas y complejos arquitectónicos eran sede de importantes pánicos del sitio han revelado que el medio semiárido del ceremonias del ciclo ritual agrícola. Los perfiles de los hovalle de Malpaso, donde hoy se encuentra La Quemada, rizontes serranos, tanto al oriente como al poniente, fuees producto de más de dos siglos de tala para abastecer ron utilizados para marcar los amaneceres y atardeceres de madera a las haciendas de beneficio de mineral del Zacorrespondientes a los solsticios y los equinoccios, fechas catecas virreinal. Esos datos arqueológicos indican que en trascendentales para la recreación de eventos cosmogónilugar de ser una zona seca y relativamente inhóspita, el cos y para los rituales correspondientes, llevados a cabo, valle de Malpaso era, desde por lo menos el siglo IV, proa lo largo del año, en los distintos conjuntos arquitectónipicio para el asentamiento de numerosas aldeas. La excos que se distribuían sobre el cerro. Visto de esta manepansión de la llamada “frontera septentrional” de Mesoara, lejos de ser monumentos estáticos, los grandes centros, mérica, allende el eje Lerma-Santiago, es hasta la fecha como La Quemada, eran escenarios en los que los saceruna de las interrogantes más acuciantes para los investidotes antiguos reproducían el “drama mítico-cósmico-rigadores de esa amplia región. Aún no es claro si se trató tual” relacionado con el ciclo agrícola que iba de la temde una colonización repentina por parte de grupos seporada de secas a la de lluvias, incluyendo las frágiles dentarios procedentes del Bajío o si los grupos nómadas, transiciones entre ellas. FOTO: SERGIO AUTREY / RAÍCES
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LA QUEMADA
ÉPOCA PREHISPÁNICA Clásico Temprano (200-600 d.C.). Comienza la ocupación del valle de Malpaso, en el que se ubican pequeñas aldeas con plaza cerrada. Entre los años 450 y 500 d.C. comienzan a construirse plataformas y terrazas de mampostería sobre los costados sur y poniente del cerro de La Quemada. Clásico Tardío (600-900 d.C.). Apogeo de La Quemada. Crecimiento máximo del centro ceremonial. Los fechamientos de radiocarbono procedentes del Salón de las Columnas, la Ciudadela y las terrazas habitacionales que se encuentran sobre el costado poniente del cerro indican que la mayoría del conjunto arquitectónico que se observa hoy día en el sitio fue construido en este periodo. La Quemada mantiene fuertes vínculos con el sitio de Alta Vista, en Chalchihuites –al noroeste–, Las Ventanas –en el Cañón de Juchipila–, la Cañada de Bolaños –al sur– y El Cóporo (Guanajuato) –al oriente. Posclásico Temprano (900-1200 d.C.). Entre 1000 y 1100 d.C. se abandona paulatinamente el centro ceremonial. Los accesos a las grandes escalinatas fueron reducidos y finalmente cancelados. En este periodo el sitio adquiere mayores características defensivas. (En el interior de todas las edificaciones hasta ahora excavadas se han detectado vestigios de incendio.) Posclásico Tardío (1200-1531 d.C.). Ocupación esporádica por pequeños grupos que acampan sobre las ruinas de la ciudad. Almindez de Chirinos, lugarteniente de Nuño de Guzmán durante la devastadora entrada al Occidente, produce los primeros testimonios históricos sobre las ruinas del sitio. Señala que hay “rancherías” cerca del río que pasa por los vestigios del sitio.
SI
A dos horas de Zacatecas y a 60 km de Sombrerete se localiza Alta Vista, Chalchihuites. Este sitio ceremonial fue durante más de 400 años (450-950 d.C.) el centro de la cultura Chalchihuites. A su alrededor, más de mil bocaminas dan testimonio de una de las industrias mineras prehispánicas de mayor escala en la Mesoamérica antigua.
PA R A
SIGLO XX 1903. Leopoldo Batres recorre La Quemada y nombra un guardián. Publica la primera monografía extensa sobre el sitio. 1955. José Corona Núñez restaura la Pirámide Votiva. 1963. Pedro Armillas lleva a cabo excavaciones en El Cuartel y obtiene los primeros fechamientos por radiocarbono. 1996. Se inaugura el museo de sitio de La Quemada. 1987-2004. Los arqueólogos Ben Nelson, Achim Lelgemann, Peter Jiménez y sus respectivos equipos llevan a cabo excavaciones extensivas en el sitio.
LEER MÁS...
Batres, Leopoldo, Visita a los monumentos arqueológicos de “La Quemada”, Zacatecas, Imprenta de la Vda. de Francisco de León, México, 1903. Berghes, Carl de, Descripción de las ruinas de asentamientos aztecas durante su migración al Valle de México, a través del actual Estado Libre de Zacatecas, traducción, estudio introductoria y notas de Achim Lelgemann, Col. Joyas Bibliograficas Zacatecanas II, Gobierno del Estado de Zacatecas/Universidad Autónoma de Zacatecas/Centro Bancario del Estado de Zacatecas, México, 1996. Jiménez, Peter, y J. Andrew Darling, “Archaeology of Southern Zacatecas: The Malpaso, Juchipila, and Valparaiso-Bolaños Valleys”, en Greater Mesoamérica. The Archaeology of West and Northwest Mexico, M. Foster y S.Gorenstein (eds.), University of Utah Press, 2000, pp. 155-180. Nelson, Ben, “Observaciones acerca de la presencia tolteca en La Quemada, Zacatecas”, en Mesoamérica y el Norte, siglos IXXII, t.II, MNA/INAH, México, 1990, pp. 521-539.
ÉPOCA COLONIAL SIGLOS XVII Y XVIII. Historiadores y cronistas como Torquemada, Clavijero y Tello hacen referencias al sitio asociándolo con el legendario Chicomóztoc de la peregrinación mexica. SIGLO XIX 1831. El gobernador de Zacatecas, don Francisco García Salinas (“Tata Pachito”), presenta al Congreso del estado una de las primeras leyes de conservación del patrimonio histórico en el México independiente, por la cual se estipula la erogación de fondos para la conservación y exploración de La Quemada. Su gobierno contrata al ingeniero Carl de Berghes para llevar a cabo el reconocimiento y registro topográfico de La Quemada, así como de los cientos de kilómetros de calzadas y de los numerosos vestigios de los poblados secundarios asociados a esas calzadas y a La Quemada. Sus planos constituyen hasta la fecha la principal fuente de información arqueológica sobre el patrón de asentamiento del valle de Malpaso y han sido base para todos los estudios sobre el tema.
TIENES MÁS TIEMPO
FOTO: ARCHIVO TÉCNICO DE LA COORDINACIÓN NACIONAL DE ARQUEOLOGÍA, INAH
LA QUEMADA, ZACATECAS
DE
PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR Por la carretera federal núm. 54 (Zacatecas-Guadalajara), el sitio está 56 km al sur de la ciudad de Zacatecas. Sobre la carretera hay señales que indican el camino de entrada a la zona. CUÁNDO IR El clima templado de Zacatecas permite visitas cómodas a lo largo de todo el año. De agosto a septiembre suele haber aguaceros por las tardes. HORARIO Todos los días del año, de 10 a 17 hr. Adultos con credencial del INSEN, maestros y alumnos no pagan; domingos y días festivos, entrada libre.
La Pirámide Votiva fue restaurada por José Corona Núñez en 1955. Al centro se ven los restos de la escalinata. GUÍA DE VIAJEROS / 81
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FOTO: SERGIO AUTREY / RAÍCES
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FOTO: IGNACIO GUEVARA / RAÍCES
FOTO: SERGIO AUTREY / RAÍCES
Muros de contención que servían para fincar los basamentos y terrazas.
Vista del valle de Malpaso desde la Pirámide Votiva.
DIBUJO: PETER JIMÉNEZ, BASADO EN ARMILLAS Y WEIGAND
1. CALZADA MAYOR 2. PLAZA HUNDIDA-SALÓN DE LAS COLUMNAS 3. JUEGO DE PELOTA 4. PIRÁMIDE VOTIVA 5. EL CUARTEL 6. CONJUNTO PIRÁMIDE-OSARIO 7. CONJUNTO PATIO HUNDIDO-SALÓN DEL NIVEL 3 8. BASAMENTO DEL NIVEL 4 9. LA CIUDADELA 10. ESCALINATA Y JUEGO DE PELOTA NORTE 11. LA MURALLA
RECORRIDO ESENCIAL (DOS HORAS) Este recorrido permite visitar las construcciones más conocidas del conjunto sur de la zona arqueológica. Se recomienda llevar sombrero y tenis. VISITA EXTENSA (SEIS HORAS) Se recorre el total del conjunto monumental de La Quemada, desde el museo hasta la gran muralla, para volver a la Pirámide Votiva. Es indispensable llevar agua y zapatos cómodos.
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La Acrópolis.
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Museo
PLAZA HUNDIDA-SALÓN DE LAS COLUMNAS Conjunto localizado sobre un gran basamento, formado por el Salón de las Columnas y la Plaza Hundida, que servía de antesala al primero. La plaza mide 67 x 64 m y posee una escalinata que conduce al vano de acceso al salón. En varios lugares sobre esta banqueta se observan huellas del piso quemado y, en el extremo norte, los restos del arranque de una columna. En 1831, cuando Berghes efectuó su detallado levantamiento de La Quemada, aún se conservaban varias de las columnas del gran pórtico del salón. En su momento, el Salón de las Columnas, de 30 x 41 m y con muros que alcanzan los tres metros de altura y 2.70 m de espesor, constituyó unos de los edificios techados de mayores dimensiones en Mesoamérica. En su interior se observan los restos de 11 grandes columnas que fueron los soportes para tres grandes vigas de 13 m de largo, que sostenían un techo de 12 cm de espesor. Por la cantidad de madera que se empleó en su construcción, durante un incendio el terrado del techo se coció y se derrumbó, prensando las vigas quemadas sobre el piso, que adquirió color ladrillo por las altas temperaturas. En las excavaciones de los años setenta se detectó, en la esquina noreste del salón, una concentración de restos humanos sobre el piso. Al parecer, los constructores del salón buscaron crear un espacio oscuro cuya única entrada de luz era la puerta. JUEGO DE PELOTA Sirve de comunicación entre el Salón de las Columnas y la Pirámide Votiva. Tiene planta arquitectónica en forma de I con orientación norte-sur. Las excavaciones mostraron que, en distintos momentos, la superficie de juego recibió más de 20 aplicaciones de pisos de arcilla. Los muros laterales, de 70 m de longitud, probablemente tuvieron una altura original de tres a cinco metros. Hay indicios de
Panorámica desde la Plaza de los Sacrificios. Se ven la Pirámide Votiva, el Cuartel y el Juego de Pelota, y al fondo, la Plaza Hundida y el Salón de las Columnas.
FOTO: SERGIO AUTREY / RAÍCES
ZACATECAS
CALZADA MAYOR Camino de acceso al conjunto monumental de La Quemada que constituye uno de los elementos de mayores proporciones del sitio: mide más de 400 m de largo y 25 m de ancho. Parte de la Plaza Hundida del Salón de las Columnas y, como la mayoría de las calzadas en el valle de Malpaso, fue construida levantando dos muros laterales de lajas y cantos a una altura de alrededor de 35 cm, cuyo interior se rellenaba con lajas y se cubría con un pavimento de arcilla y guijarros. En su trayecto al suroeste se encuentran los vestigios de dos grandes altares, lo que sugiere que tenía una función ritual. De este camino parten numerosas calzadas menores que atraviesan el valle y forman una red que abarca 170 km. Desde la Calzada Mayor se pueden apreciar, en la superficie de las parcelas, las líneas de vegetación y manchas de suelo que se extienden por varios kilómetros hacia el sur del valle; se trata de los vestigios de las calzadas que la continua acción del arado no ha podido destruir a lo largo de los siglos.
Ollas procedentes del Osario del nivel 2. Se exhiben en el museo de sitio de La Quemada.
FOTO: IGNACIO GUEVARA / RAÍCES
LA QUEMADA
FOTO: PROYECTO MÉXICO / INAH, 2004
RECORRIDO
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En su momento, el Salón de las Columnas fue uno de los edificios techados de mayores dimensiones en Mesoamérica. GUÍA DE VIAJEROS / 83
FOTO: IGNACIO GUEVARA / RAÍCES FOTO: SERGIO AUTREY / RAÍCES
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CONJUNTO PATIO HUNDIDO-SALÓN DEL NIVEL 3 Este conjunto arquitectónico, localizado sobre el basamento de mayores dimensiones de La Quemada, consta de dos elementos: un patio hundido –con un altar central y una pirámide– y un salón casi de las mismas dimensiones del Salón de Columnas. En los años setenta, durante los trabajos de mantenimiento en el Patio Hundido, se encontró, frente a la escalinata de la pirámide, una escultura de piedra de una mujer decapitada con un niño en la espalda, que ahora se exhibe en el museo de sitio. En los muros del interior del salón se observan múltiples hileras de mechinales, es decir, orificios para ensartar postes de madera. A espaldas del Patio Hundido se observan los vestigios de una escalinata que conduce a un elevado basamento en el cuarto nivel del sitio. BASAMENTO DEL NIVEL 4 En 1927 los arqueólogos Eduardo Noguera y Agustín García intervinieron la escalinata de este basamento para detener su derrumbe. En la cima pueden observarse las huellas del piso y del arranque de los muros de adobe quemados, de lo que podría haber sido una habitación o
FOTO: SERGIO AUTREY / RAÍCES
El Cuartel visto desde el nivel 3. Al fondo se ven el Salón de las Columnas y la Plaza Hundida.
EL CUARTEL Fue llamado así por el arqueólogo Pedro Armillas, quien excavó el conjunto en 1963. Sus trabajos pusieron al descubierto vestigios arquitectónicos de habitaciones en excepcional estado de conservación. Sobre el derrumbe del techo quemado se encontraron manos y metates, lo que permite suponer que los habitantes de estos cuartos utilizaban las azoteas como áreas de preparación de alimentos. Los restos de vigas carbonizadas en estos cuartos produjeron las primeras fechas absolutas para La Quemada. Es posible que fuera una construcción de dos pisos, ya que en la parte superior del perfil que Armillas dejó intacto, en el costado norte del interior del Cuartel, aún se pueden observar los vestigios de muros de adobe derrumbados. En la reciente excavación de un basurero asociado a este conjunto de habitaciones se encontraron numerosas vasijas de cerámica pintada con representaciones de águilas devorando serpientes con fechas correspondientes a mediados del siglo VII. Esta elaborada iconogra-
Muro lateral del Juego de Pelota. Al fondo, a la izquierda, se ve el conjunto sur, y a la derecha, la Pirámide Votiva.
CONJUNTO PIRÁMIDE-OSARIO Pequeña pirámide de casi dos metros de altura adosada a una plataforma que se integra a la roca madre del cerro. Esta pirámide tiene características muy semejantes a las de la Pirámide Votiva, al grado de parecer una versión miniatura de esta última. En las excavaciones de este conjunto se descubrieron más de 200 cráneos humanos y huesos largos depositados al pie de la pirámide y en el recinto circular frente a ella. En la cima de la pirámide se hallaron los restos de un pequeño adoratorio de adobe que también contenía restos humanos. Dada la importancia que este conjunto arquitectónico tenía para los habitantes de La Quemada, nunca fue cubierto por el enorme basamento que envolvió una parte de la plataforma anexa. El análisis de los restos humanos encontrados aquí mostró que algunos cráneos fueron perforados para ser colgados en un móvil de cráneos, una variante del tzompantli. Ésta es una de las prácticas que La Quemada comparte con el sitio de Alta Vista, Chalchihuites. Sobre los muros del basamento que pasa detrás de la pirámide y a lo largo del andador que conduce a la escalinata de dos rampas que lleva al nivel 3, el visitante podrá observar vestigios del aplanado de barro –de un espesor de 12 cm– y la delgada capa de cal bruñida que cubría los edificios. Esa capa se ha erosionado y lo que se observa actualmente es la “obra negra” del elaborado complejo arquitectónico. Cabe señalar que ahora La Quemada se encuentra cubierta por sus propios aplanados y argamasas de antaño, hoy deslavados y depositados.
El conjunto Pirámide-Osario del nivel 2. En las excavaciones de este conjunto se descubrieron más de 200 cráneos humanos.
FOTO: PROYECTO MÉXICO / INAH, 2004
La Pirámide Votiva se distingue de otras construcciones mesoamericanas por sus taludes casi verticales.
PIRÁMIDE VOTIVA La de mayores dimensiones de La Quemada, tiene una altura de 12 m y se distingue de otras construcciones mesoamericanas por sus taludes, hoy casi verticales. En 1955, José Corona Núñez retiró el escombro de los taludes derrumbados y descubrió, en la cara sur, siete peldaños de la escalinata que conducía a su cima, de la que aún se observan vestigios en la parte superior de la misma cara. Hacia el oriente, a unos 40 m de la pirámide, se encuentran los restos de una escalinata que comunica con una calzada empedrada de 25 m de ancho, que se extiende por 3 km a través del valle para luego subir hasta la llamada Pirámide de la Luna, en la Sierra de las Palomas. Una parte considerable de este camino se encuentra cubierto actualmente por la Presa de Chicomóztoc. Al poniente de la Pirámide Votiva se observa la monumental escalinata de 75 escalones que asciende más de 20 m y lleva al segundo nivel del conjunto. Fue construida en dos etapas: la primera llega a la parte media y termina en peldaños que forman una curva, tal vez asociada a una estructura temprana. La segunda etapa se distingue por su trazo simétrico. En la parte superior de la escalinata se observan vestigios del muro con que se canceló el acceso al andador, en la época en que La Quemada comenzó a ser modificada con fines defensivos.
fía tiene una analogía con la mitología de los huicholes, quienes invocan el ascenso del Padre Sol como águila que devora las serpientes de agua (nubes), para que las cosechas de maíz no se pierdan por el exceso de lluvia.
Vista desde el cerro del conjunto Patio Hundido-Salón del Nivel 3 y el Salón de las Columnas al fondo.
FOTO: SERGIO AUTREY / RAÍCES
FOTO: IGNACIO GUEVARA / RAÍCES
que tanto estos muros como el templo al costado poniente del Juego de Pelota fueron destruidos por el saqueo hace algunos siglos, por lo que ahora el conjunto es apenas visible. Se han realizado cálculos que sugieren que entre 10 o 15 % del sitio fue objeto de saqueo de laja, la cual se usó como material de construcción durante la época virreinal. Del extremo norte del Juego de Pelota parte una escalinata monumental que lo comunica con el nivel 3 del conjunto sur. A los niños y a las personas mayores se les recomienda que utilicen esta escalinata para realizar el ascenso.
A la derecha se encuentra la Gran Escalera Solar y, al centro, El Cuartel, vistos desde el Juego de Pelota. GUÍA DE VIAJEROS / 85
se endureció y se derrumbó sobre el piso. Al centro del salón se halló una fosa circular que sirvió de fogón.
mente construido hacia el final de la ocupación del sitio. Siguiendo la muralla el visitante se encontrará con la vereda que conduce de regreso a la Pirámide Votiva. En este trayecto pueden observarse, en las alturas del costado del cerro, los vestigios de numerosas terrazas. Las excavaciones extensivas en una de las terrazas de La Quemada han permitido establecer que contienen áreas habitacionales con patios abiertos al centro. Sobre las banquetas perimetrales, separados por muros y espejos de agua que sirvieron para iluminar los espacios alejados del patio, se construyeron numerosos cuartos. Entre los restos de las habitaciones en las terrazas se han hallado áreas para la preparación de alimentos, así como espacios cerrados en los que se resguardaron restos humanos, aparentemente en bultos funerarios.
ESCALINATA Y JUEGO DE PELOTA NORTE A quince metros al oriente del patio cerrado se llega a una escalinata que baja de la cima del cerro y remata en una plataforma con un Juego de Pelota de dimensiones menores, cuyos muros laterales no rebasan los 10 metros de largo. Frente a él se levanta un edificio de casi de 4 metros de altura cuya función aún se ignora. Sobre el costado norte de este edificio se encuentra la escalinata que cruza la gran muralla y permite al visitante seguirla por su cara externa.
MUSEO
DE SITIO DE
LA QUEMADA
______________________________ Peter Jiménez Betts. Arqueólogo del La Quemada desde 1986 hasta la fecha.
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INAH.
Director del Proyecto
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FOTO: SERGIO AUTREY / RAÍCES
FOTO: SERGIO AUTREY / RAÍCES
FOTO: IGNACIO GUEVARA / RAÍCES
REPROGRAFÍA: MARCO ANTONIO PACHECO / RAÍCES
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LA QUEMADA
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Izquierda: La Acrópolis en una acuarela de Adela Bretón, 1897. Derecha: La Acrópolis en 1984.
DE
Lo que distingue a La Quemada de la mayoría de los grandes centros ceremoniales de Mesoamérica es que se trata de un sitio “colgado” de un cerro. Para revestir el cerro con los numerosos edificios que hoy día se aprecian, los antiguos habitantes del valle de Malpaso desarrollaron técnicas constructivas que caen en el ámbito de la ingeniería pesada. El conjunto monumental sur del sitio consta de seis grandes basamentos, tres de ellos con dimensiones de 80 x 50 m y con más de 6 m de altura, cuya construcción tuvo el propósito de crear las superficies planas sobre las cuales se edificaron los conjuntos arquitectónicos. Para lograr esto se tuvieron que manejar los empujes del peso de miles de toneladas de relleno de piedra sobre los costados y pendientes del cerro mediante la elaboración de pesados taludes. Durante el recorrido del sitio vale la pena tomar un segundo para recordar que las lajas de cada muro y talud, como también cada piedra de los miles de toneladas de relleno, fueron extraídas, transportadas y colocadas a mano. Si tomamos en cuenta que los 170 km de calzadas fueron levantados y pavimentados con lajas, podemos afirmar que el valle de Malpaso resguarda vestigios que en sí son un monumento a la modificación del medio y al trabajo tenaz.
Es recomendable comenzar cualquier recorrido desde aquí. Además de contar con una sala dedicada al medio físico y con otra de exhibición permanente en donde se presentan piezas de la tradición Loma San Gabriel, de la cultura Chalchihuites y del sitio de La Quemada, en el museo se presenta un video de introducción a la arqueología del Norte de Mesoamérica de 30 minutos de duración. También hay un amplio espacio conocido como Centro para Visitantes en el que, de manera gratuita, se puede participar en talleres de alfarería, cestería, lítica, etc.
FOTO: SERGIO AUTREY / RAÍCES
FOTO: PROYECTO MÉXICO / INAH, 2004
CIUDADELA Este conjunto consta de dos elementos arquitectónicos mayores: un patio cerrado con un altar central y, en el costado oriente, una pirámide de más de tres metros de altura. Al norte se encuentra otro gran salón con tres ventanas que ven al norte del valle de Malpaso. Durante las excavaciones en la cima de la pirámide se localizó una La Acrópolis en una vista donde se aprecian caja de mampostería con un enterralos acantilados revestidos de piedra. Estos miento humano, que tenía una pier- contrafuertes, además de restringir el acceso LA MURALLA al santuario, sostienen las terrazas. De más de cuatro metros de alto y na amputada colocada sobre su catres de ancho, esta muralla alcanza dera, acompañado por más de cien 850 m de longitud y se extiende, en varios lugares, sobre fragmentos de turquesa, varias copas y una olla de ceráel cantil del cerro. Sus dimensiones ponen de manifiesto mica. Es muy probable que el personaje sea un sacrificala intención de sus constructores de hacerla impenetrable. do asociado a Tezcatlipoca. Al amanecer del día 21 de marDurante siglos sus lajas de piedra se utilizaron para conszo el paso del Sol por la pirámide y el altar forma un rayo trucciones de cercas de potreros, edificios, etc. Para poque atraviesa el patio exactamente por la esquina noroesder percibir las sobresalientes dimensiones de este elete y funciona como marcador equinoccial. En las excavamento se sugiere al visitante seguirla por fuera. Entre las ciones en el interior del salón se detectó una serie agujehipótesis sobre su función prevalece la que postula que ros en el piso con los restos de los postes de madera que sostuvieron el techo de terrado, el cual a causa del fuego se trata de un elemento netamente defensivo, probable-
ARQUITECTURA
FOTO: SERGIO AUTREY / RAÍCES
un adoratorio. Siguiendo el andador de mampostería y el camino empedrado el visitante puede caminar alrededor de la cima del cerro, entre numerosos vestigios de habitaciones y templos, hasta llegar al extremo norte del siguiente cerro.
En el museo de sitio de La Quemada se presentan piezas de la cultura Chalchihuites y del propio sitio, así como otros elementos. a) Fachada del museo. b) En la sala introductoria se muestra la integración de la arquitectura con la museografía. c, d) Entre los elementos en exhibición se encuentran cerámica y textiles. GUÍA DE VIAJEROS / 87