A L C U M P L I R M I S T R E I N T A Y S E I S A Ñ O S G E O R G E G O R D O N ( L O R D B Y R O N )
Ediciones elaleph...
39 downloads
507 Views
102KB Size
Report
This content was uploaded by our users and we assume good faith they have the permission to share this book. If you own the copyright to this book and it is wrongfully on our website, we offer a simple DMCA procedure to remove your content from our site. Start by pressing the button below!
Report copyright / DMCA form
A L C U M P L I R M I S T R E I N T A Y S E I S A Ñ O S G E O R G E G O R D O N ( L O R D B Y R O N )
Ediciones elaleph.com
Editado por elaleph.com
2000 – Copyright www.elaleph.com Todos los Derechos Reservados
AL CUMPLIR MIS TREINTA Y SEIS AÑOS
Hoy este corazón debe de estar inmóvil puesto que no mueve a otros corazones; pero, aunque yo no pueda ser amado, dejen que ame todavía! Mis días descansan en las amarillas hojas; las flores y los frutos del amor se han ido; ¡sólo el gusano, la corrupción y la pena son exclusivamente míos! El, fuego que consume mi pecho está solo como una isla volcánica; ninguna antorcha se enciende en su llama que es pila funeral. La esperanza, el miedo, la preocupación, la exaltación del dolor, la fuerza del amor, no están para que yo las comparta, 3
GEORGE
GORDON
(LORD
BYRON)
sino para arrastrar su cadena. Pero no es ahora, ni en este lugar que conviene que tales pensamientos sacudan mi alma, cuando la gloria viste el féretro del héroe o ciñe su frente. ¡Veo en torno de mí la espada, el estandarte la campaña, la Gloria y Grecia! El Espartano, protegido por su escudo, no era más libre. ¡Despierta! (Grecia no, que está en vela.) ¡Despierta, espíritu mío! Averigua por qué caminos tu sangre vital llega de su fuente original, y luego golpea en lo vivo, pisotea a esas pasiones que resurgen -¡virilidad indigna!-, pues para ti la severidad o la sonrisa de la belleza debieran ser indiferentes. ¿Por qué vivir si te quejas de tu juventud? El campo de la honorable muerte 4
AL CUMPLIR MIS TREINTA Y SEIS AÑOS
está aquí: entra en la batalla, y juega tu alma. Busca -aunque es más fácil buscar que encontrarla tumba del soldado, que será la mejor de todas; después, mira en torno tuyo y elige tu trozo de tierra para el descanso. Missolonghi, 22-1-1824
5